Jueves, 23 de junio de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

En el principio de todo, existía solo el Creador: consciencia omniabarcante, sin materia, solo vibración en diferentes escalas que se expresaban en luz, color y sonido.

De la luz nació el espíritu, del color nació la vida ultraterrestre y del sonido nació la materia.

El Soplo de Dios se hizo oír, y la vibración descendió a las dimensiones hasta tornarse palpable en una nota, en un verbo: el Verbo Divino.

Del sonido nacieron los elementos; de los elementos, las criaturas.

Emitir un sonido es volver a Dios. Cantar Su Verbo sagrado es como construir un camino inverso al que hicieron hasta que existiera la vida de cada individuo.

Cuando cantan con el corazón, sutilizan al verbo y lo hacen cruzar las dimensiones, convirtiéndolo en vibraciones cada vez más elevadas. Este verbo, sutilizado por el amor, retorna al origen de la vida, a la Consciencia de Dios.

Quien canta con el alma, con el espíritu, con el corazón y con la consciencia reconstruye el puente entre la humanidad y el Creador; disuelve la densidad de la materia y la reconvierte en el sonido de Dios; vuelve a ser Soplo del Espíritu Divino.

Lo que ustedes llaman Soplo del Espíritu Divino es el inicio; es la vibración que se emitió antes de que el sonido se hiciese oír.

Del soplo nació el sonido; del sonido nació la vida; de la vida, el espíritu; del espíritu, la humanidad; de la humanidad nacerá el amor; del amor nacerá un nuevo soplo, un nuevo sonido, una nueva vida, un nuevo espíritu, un nuevo hombre. Y, así, el Creador se recrea en Sus criaturas.

Es por el sonido que la vida se une al origen y el origen impregna la vida, renovando a las criaturas. Es por el sonido que los corazones retornan a Dios, sin que necesiten dejar de existir como individuos, pues en la vida del espíritu es donde la individualidad da lugar a la unidad; es en la consciencia donde la vida se separa y se vuelve a unir.

Canten con la intención verdadera de elevar a la humanidad. Canten sutilizando el propio sonido, convirtiéndolo en vibración y soplo divino. Creen un puente que muchas veces no existe más entre la humanidad y su origen. Sean verdaderos cocreadores de la nueva vida.

Multipliquen la presencia de Dios por el verbo que los vuelve semejantes a Él.

Traten de develar los misterios que existen en Mis palabras y crezcan, para que sus acciones sean verdaderamente espirituales y para que su vida en la Tierra tenga un propósito universal y divino para manifestar.

Yo los amo y les agradezco por intentar comprender lo que les digo y por practicar Mis palabras.

Que en esta noche sea creado un nuevo puente con el Reino de Dios y un nuevo principio de vida divina pueda nacer en la consciencia planetaria.

San José Castísimo