Sábado, 3 de agosto de 2013

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL TRANSMITIDO POR LA SACRATÍSIMA REINA DE LA PAZ, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Quiero que en oración Me entreguen sus vidas y que en silencio Me oferten sus dificultades, para que Mi Corazón Materno pueda transformarlas en nuevos pasos para sus corazones.

Quiero que depositen a Mis pies vuestras faltas y conquistas, porque toda oferta sincera es bienvenida al Corazón de Dios, ya sean miserias o actos de misericordia. Siempre que los corazones hacen una oferta a Dios, esta se convierte en Salvación para las almas, porque en el mundo las almas necesitan entregar sus faltas para Dios, igual que necesitan ofertarle actos misericordiosos.

Hoy quiero que eleven sus brazos en dirección a los Míos y permitan que Mis santas manos toquen las vuestras y las sostenga firmemente, renovando el compromiso de vuestros pequeños corazones con Mi Inmaculado Corazón.

Quiero que Me permitan llegar a vuestras casas como un dulce perfume que surge en una bella mañana de sol. Solo necesito que abran las puertas y las ventanas de vuestras moradas internas para que todos puedan sentir Mi aroma Celestial.

Quiero renovarlos en Mi Corazón para que no pierdan la Esperanza de llegar a Mi Reino, aunque las pruebas del camino sean cada vez más intensas.

Quiero expandir Mi Paz en el mundo a través de sus corazones y para eso, necesito que aprendan a orar y a amar la oración, como instrumento de irradiación planetaria.

Quiero auxiliarlos en sus dificultades diarias para ayudarlos a madurar, siempre un poco más, el corazón y el espíritu;la única cosa que les pido es que amen  las pruebas y vivan cada una con total intensidad, permitiendo que ellas purifiquen hasta lo más profundo de vuestras consciencias. Si así lo hacen, pronto comprenderán lo que hoy les digo.

Sean obedientes a las indicaciones del corazón que los conducirá a la unión con Dios y, poco a poco, les abrirán las puertas para que un día vuestros oídos escuchen la Voz del Creador resonando en el interior de todo el ser.

Quiero que sean sinceros en todos los actos de la vida, que sean más concientes de cada acción. Quiero que sientan la repercusión de cada acto de un soldado Mariano, porque al decirme “sí”, vuestras obras tendrán otro peso delante del Universo. Así como vuestras oraciones alcanzan el mundo interior, también vuestros actos, pensamientos y sentimientos son irradiados por el mundo con gran fuerza.

Por eso hoy, hijos Míos, los convido sobre todo a vigilar sus acciones, pensamientos y sentimientos. Los invito a actuar con consciencia y a pensar y sentir varias veces la repercusión de vuestros actos, antes de cometer algún error.

Busquen la Luz de Mi Espíritu antes de actuar, así Mi dulce Voz soplará en vuestros corazones cuál es la Voluntad de Dios para estos tiempos.

Sean siempre simples y pacificadores. Sean amorosos, puros y alegres de corazón; así, Me permitirán estar siempre entre ustedes.

Los amo y los bendigo siempre.

María, Madre y Reina de la Paz