Mensajes de la Virgen María

Queridos hijos:

Quisiera que en esta próxima Natividad del Señor, afirmaran el voto de vivir en mansedumbre para que Mi Paz se pueda establecer.

Quisiera que le ofrecieran al Padre Celestial su esfuerzo para que, a través de la mansedumbre, se siembre el amor en la consciencia de la humanidad y así desaparezca el odio de los hombres.

Si no vivieran ese principio de mansedumbre, así como Mi Hijo lo necesita, demorarán mucho, hijos Míos, en poder encontrar el camino que los llevará hacia el Templo sagrado del Corazón de Cristo, refugio de todos los pacificadores.

Ustedes saben, Mis queridos hijos, que el Señor observa día a día cómo las acciones precipitadas de la humanidad y de sus dirigentes ponen en peligro la concreción del Plan de Dios. Por eso, hijos Míos, observen los próximos acontecimientos con ojos de humildad, para que de esa forma el Señor siempre los guíe por los caminos de la fraternidad y del bien.

Abriendo las puertas de sus corazones, preparen internamente la llegada del Niño Rey, así estarán preparados para que sus vidas sean transmisoras de impulsos de paz y de bien para todos.

Recuerden que la humildad es la llave de los pacificadores.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los lleva de la mano al pesebre de Belén,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz