Lunes, 29 de abril de 2013

Mensajes semanales
MENSAJE DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA TRANSMITIDO A MADRE SHIMANI EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY.

Me busques donde me busques, Yo estoy siempre dentro de tu corazón.

Queridos hijos:

Como Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, quiero hoy llevar hasta el corazón de Mis hijos la brisa suave que provoca el movimiento de las alas del Espíritu de Dios, el Espíritu Santo, el que trae la luz para el espíritu y la paz y claridad para el alma.

Como Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, traigo la Palabra Sagrada de Dios para este tiempo de definición, en donde la humanidad clama por respuestas verdaderas para sus consciencias.

Como Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, vengo a revelarles los misterios que aprendí en los Cielos durante todo este tiempo, porque Mis hijos necesitan hoy comprenderlos mejor.

Como Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, necesito que las almas de Mis amados hijos conozcan a la Señora vestida de Sol y que se unan a Ella mediante la oración del corazón, para que la Palabra de Dios se cumpla.

Como Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, traigo la unidad como tarea fundamental para este tiempo; la unión entre todos los habitantes de esta Tierra, entre todos los pueblos y sus naciones, unión de todas las razas y todas las religiones.

Como Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, los invito a la integración como paso inicial, trabajando en la oración para alcanzar la paz; camino que se deberá trazar a través del amor y la fraternidad verdaderos.

Como Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, les ofrezco a todos Mis hijos, hijos de la Virgen María, una tarea de oración y servicio; tarea que será acompañada y guiada por Mi Corazón Inmaculado, aquel que vive en todas Mis manifestaciones y que ansía vivir en el corazón de cada uno de Mis hijos.

Como Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, traigo la cura que proviene del Corazón de Dios, cura para el espíritu, para el alma, para la mente; cura que esta humanidad, enferma, necesita con urgencia.

Esta Cura Divina, que traigo desde el Reino de los Cielos, está disponible para todos los que oren Conmigo, los que caminen por los Centros Marianos del mundo, en donde el Padre Me ha pedido que mantenga una puerta abierta para la Cura Celestial.

Allí, todos los peregrinos a lo largo de la historia han encontrado la paz y la gran esperanza de encontrarse internamente Conmigo y con Mi Hijo el Redentor.

Abran sus corazones hijos Míos, y sientan el amor que Dios envía a través de Su Sierva Fiel para toda América en este tiempo.

Vivan en la luz de Mi Corazón Inmaculado y del Corazón de Mi Hijo el Salvador.

Los espero en oración en los Centros Marianos del mundo y dentro de Mi Inmaculado Corazón.

Los amo y los bendigo. Gracias por estar hoy Conmigo.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad