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Hoy, como la luz que surge entre la lluvia de otoño, vengo a su encuentro para participar de la oración por la paz en Francia, por todo su pueblo que aún necesita volver su mirada hacia Dios para poder redimirse y perdonar.
Queridos hijos, como Señora de la Esperanza y de la Paz, una vez más Me presento internamente ante Francia y el mundo para pedirles un verdadero y sensato arrepentimiento ante los ultrajes, indiferencias y maleficios que son cometidos contra el Corazón del Creador.
Vengo con el mismo Mensaje que una vez pronuncié en Massabielle. Por eso, Mis amados, no se olviden de la Mirada de Dios sobre ustedes. No se olviden de que Él, en Su inmensa Misericordia y Piedad, los escucha, los contiene y los transforma a través de Mi Presencia Maternal y especialmente a través de la Presencia Eucarística de Mi Amado Hijo.
Estoy aquí, en este día bendecido, para comenzar una nueva etapa en Francia; para que este pueblo, muchas veces consagrado por la Presencia de la Madre del Cielo, reciba en este día este aviso especial y este llamado a la conversión urgente del corazón.
Mis amados, como Madre de la Misericordia, reúno en Mi Corazón Inmaculado todas las intenciones y súplicas, y les digo que el fin del cautiverio llegará para muchos.
Yo los llamo a renacer en el fuego del Amor Misericordioso de Cristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Madre de la Misericordia
Mis queridos y amados hijos:
En este día, les agradezco a los presentes por haberse acercado a Mi Corazón para responder al llamado de orar Conmigo por la paz.
Queridos hijos, la paz es tan urgente en el mundo porque la mayoría de Mis hijos vive en los conflictos internos de sus familias y en los conflictos de las naciones.
Cuando por amor, ustedes se acercan a Mí, como en este día, y oran Conmigo por la paz, se abre una pequeña puerta para que esta paz, que fue invocada por la oración del corazón, pueda evitar escaladas de guerras y de mayores sufrimientos.
¿Ahora, comprenden, hijos Míos, que la oración lo es todo?
Por eso, así como a lo largo de estos últimos diecisiete años, Yo les enseñé a ustedes a orar, quisiera que establecieran espiritualmente más grupos de oración; una escuela de oración en la Tierra que sirva como espejo espiritual, formado por las almas que siempre buscan responder a Mi llamado.
¿Y cómo lo conseguirán, queridos hijos?
Lo conseguirán siendo ustedes mismos una oración a través de los gestos de amor, de servicio, de caridad y de ayuda a quien lo necesite, sin excepción.
Esto significa imitar en plenitud a la Sagrada Familia, porque hoy quiero que sepan que cada uno de ustedes es considerado un miembro de Nuestra Divina Familia Espiritual.
Sigamos invocando la paz, siendo un acto de paz. Sigamos invocando la paz, sin actos de repudio ni violencia, porque el mundo está muy perdido en tanta violencia y agresión.
Que esto termine pronto para que se establezca la paz, la tolerancia y el respeto entre todos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mis queridos hijos:
Como Virgen del Carmen y Estrella del Mar los vuelvo a encontrar en el refugio sublime de Mi Corazón Inmaculado.
Hoy, vengo a su encuentro para elevar todas sus súplicas a Dios, especialmente las súplicas que sé que son importantes para sus corazones.
Les pido que continúen orando Conmigo por la paz y por el fin de la insensata guerra, para que Mis hijos, sumergidos en la lucha ilusoria del poder y de la conquista de naciones, puedan recapacitar y convertirse antes de que sea demasiado tarde.
Por eso, vengo como la Eterna Estrella del Mar para guiar a todos Mis hijos hacia el puerto seguro del Corazón de Dios, y para intentar retirar del tormentoso y agitado mar planetario a los que ya no están consiguiendo persistir.
Mi Hijo Me envía como Mediadora y también Me envía como Madre Suplicante, como la Madre que clama a la humanidad por el fin de la guerra y del uso de las armas y de las pruebas nucleares.
Queridos hijos, en Mis oraciones y súplicas, Yo deseo que la humanidad ya no retroceda más, que no cierre su corazón a Dios, al amor y a la vida.
Por eso, debemos rezar y hacer sacrificios a fin de que los que ya están condenados reciban la última tabla de la salvación.
Queridos hijos, estoy unida a todos Mis orantes que, día tras día, sostienen con amor y con fe cada una de las diferentes oraciones semanales. Esto es muy importante para Mí, porque así su Madre Celeste tiene medios espirituales para poder interceder, rescatar y salvar.
Hijos Míos, con sus miradas colocadas en Mi Corazón Inmaculado, renuévense todos los días.
Estoy con ustedes y deseo su paz, la paz para el mundo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Estrella del Mar
Mis queridos hijos:
Hoy, estoy aquí, en la Casa de Cristo. Puedo estar más cerca, espiritualmente, de la traumatizada Ucrania. Puedo recoger las oraciones de todos los que oran por la sagrada causa de la Paz.
Por eso, hijos Míos, estoy agradecida porque, en esta hora del planeta, muchas situaciones necesitan ser atendidas, y es urgente para Dios que haya una intercesión celestial.
Por eso, cuando las voces se unen en oración, Yo como Madre del Mundo puedo interceder y abrir, una vez más, las puertas de los Cielos para que los Ángeles de la Paz y de la Reconciliación ayuden a las almas más perdidas, especialmente a las almas que están en los conflictos y en las guerras.
Queridos hijos, por ese motivo, Yo estoy aquí, para irradiar Mi Amor y Mi Luz al mundo; para decirle a los mundos internos de las Criaturas de Dios, Mis Hijos, que se detengan y escuchen el grito del planeta y de las familias desplazadas por la guerra, por el hambre y por la migración.
¿Hasta cuándo sucederá esto?
Por eso, Mi Mensaje llega para sensibilizar, aun dentro de la Iglesia de Cristo, a los que no piensan en los refugiados ni en los pobres.
Espero, queridos hijos, que antes de que todo suceda, más almas buenas sean capaces, Conmigo, de ayudar a equilibrar la balanza de la Ley; porque, de lo contrario, será la propia humanidad, como lo viene haciendo hasta ahora, que se lastimará a sí misma.
Rezo para que no existan ideas autodestructivas en la superficie de la Tierra, para que ninguna bomba más sea lanzada sobre las naciones como si fueran desperdicios. ¡No, hijos, no hagan eso!
Sean capaces de percibir hasta donde llega el mal. Arrepiéntanse y pidan perdón, porque queda poco tiempo.
Recemos para que la poca paz que hay en este planeta no desaparezca.
¡Les agradezco por estar unidos a Mí en oración!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que la Paz de Cristo sea en ustedes y, en este momento, en todo Brasil.
Con especial predilección, estoy al lado de cada hijo orante que, en estos días, se ofrece a dar continuidad a la Oración por la Paz en Brasil.
Para Dios, los últimos acontecimientos en Brasil, demuestran la falta de unidad y de paz entre hermanos de un mismo pueblo. Por eso, continúen elevando sus oraciones a Mi Corazón de Madre para que la Señora Aparecida pise con Sus Pies la cabeza de la astuta serpiente que quiere colocarlos los unos contra los otros.
Mis queridos hijos de Brasil, no se olviden de sus raíces originales y de su cultura. Su pueblo, que siempre fue bendecido por Dios, proviene de tradiciones y de enseñanzas sagradas.
Vuelvan, ahora, hacia sus orígenes. Permitan que, entre ustedes, se puedan reconocer como una única familia brasilera, cálida, alegre, servicial, amorosa y disponible para ayudar.
Ya no se pierdan en lo que es superficial y mentiroso. Crean en la fe que siempre los caracterizó, y entreguen su pueblo y nación a los Pies de la Señora Aparecida.
No dejen de orar por Brasil. Deseo que sea Mi Corazón el que triunfe en este pueblo amado; así, Mis hijos alcanzarán la paz.
Con Mis Manos unidas en oración por este momento; les pido, Mis hijos, que sean pacificadores del Señor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mis queridos hijos:
Hoy, su Madre Celeste ya peregrina, en los Planos Celestiales, hacia Brasilia, para acompañar la Sagrada Tarea que llevará adelante el Casto Corazón de San José y también para poder estar muy unida a Mi Hijo por la importantísima ayuda espiritual e interna que Él ofrecerá, a través de las almas de Brasilia, a todo el Brasil.
Queridos hijos, de la misma forma, su Madre Celeste los llama para que, desde donde ustedes estén y a través de la Oración por la Paz en Brasil, también peregrinen internamente acompañando a toda la Divinidad en esta próxima etapa de peregrinación.
Queridos hijos, también los invito a difundir Nuestro amoroso llamado en todos los lugares posibles; para que más almas, necesitadas de luz, de amor y sobre todo de esperanza, puedan llegar, aproximándose a los cálidos y devotos Encuentros de Oración que serán ofrecidos en Brasilia.
Desde ahora, su Santísima Madre los acompaña y, desde ya, les agradezco por todo lo que será construido.
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mis hijos:
Sigan orando el Rosario fervorosamente, a fin de que la Justicia Divina sea aplacada, a fin de que la humanidad equivocada no siga pagando el castigo que está recibiendo.
Yo, como Madre que los sostiene desde Fátima, vuelvo a pedirles que no solo oren por la paz y por el fin de los conflictos; también les pido que recen por las causas imposibles, para que la mayor cantidad de hijos Míos despierte de este sueño, en el cual muchos se encuentran.
Mi corazón sufre al ver que tantos hijos creyentes y religiosos dudan si el camino que recorren los llevará a encontrarse con Mi Hijo; pero Mi enemigo teje una red oscura que se alimenta a través de las almas ambiciosas, insensibles y hasta aparentemente pacíficas.
Por esa razón, Mis amados hijos, les pido que sus oraciones no sean solo repeticiones, sino que sean oraciones que les permitan hablar con Dios y consolar Su Corazón lastimado por las ofensas del mundo.
Por ese motivo, nuevamente estoy en Fátima, para llevar a todos Mis Hijos, que lo acepten, hacia el centro esencial de su pureza interior; porque la humanidad ya perdió no solo su pureza, sino también su inocencia.
Como Madre del Santísimo Rosario, vengo una vez más a rezar junto a Mis hijos, a fin de que existan mejores condiciones y oportunidades para interceder por esta sufrida humanidad.
Agradezco a todos los que, en fidelidad, rezan Conmigo, respondiendo a Mis súplicas, lo que los lleva hacia la Paz de Fátima, la Luz que los lleva a la Paz.
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que la profunda Paz de Jesús esté entre ustedes, en ustedes y especialmente en los lugares en donde hoy se viven las guerras y los conflictos.
Después de más de 2.000 años, Israel y Palestina se siguen lastimando cruelmente.
Los pueblos hermanos pierden, vertiginosamente, la paz. Por detrás de los que sufren y son más inocentes, se planean ideas tenebrosas que solo buscan y alimentan el uso de armas y su venta en las naciones más frágiles y hostiles del mundo.
La economía de los países poderosos se fortalece tristemente de todo esto, a través del desorden y del sufrimiento de los que sufren la injusticia desmedida de esta actual humanidad.
Como Reina de la Paz, hoy vengo a pedirles que se unan fervorosamente por todas las necesidades del mundo; pero especialmente que se unan a la Oración por la Paz en Medio Oriente.
El hombre, inconscientemente, juega con las armas; y esto somete y degenera la paz, imponiendo órdenes humanos que encarcelan la libertad de las personas y de las naciones.
Mi amada Tierra Santa se convirtió en un escenario de horrores y de sangre.
Por todo lo que Mi Hijo dejó sembrado en el Evangelio, pero sobre todo a través de Su dolorosa Pasión; Yo vengo a rogarles, Mis hijos, que oren bien unidos, a través de la Oración por la Paz en Medio Oriente, para que no se cree ni se genere una tercera guerra, que podría no tener retorno. Ningún hijo Mío conoce el mal y su astucia.
Yo los llamo y los convoco como Mis ejércitos orantes. Así, sus manos en oración secarán las lágrimas del rostro de su Madre Celeste, por ver el sufrimiento y la agonía de los más inocentes.
¡Les agradezco por responder de inmediato a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Todos los domingos tengo la dicha de escuchar, amorosamente, la Oración por la Paz en Sudamérica. Es en ese momento que siento en Mi Corazón a todas las naciones y, de esa forma, durante el tiempo en el que se realiza la oración, puedo intervenir y ayudar a Mis hijos más necesitados.
Sudamérica es el edén de la Nueva Humanidad. Por eso, todos los domingos debería surgir de sus corazones la necesidad y el ímpetu de orar por toda Sudamérica para que, en este momento de crisis, la Gracia de la restauración y de la cura espiritual llegue a todos.
Los invito, Mis amados hijos, a seguir adelante con este importantísimo ejercicio del Santo Rosario por la Paz en Sudamérica, para que Dios tenga Piedad y Misericordia por los que no tienen nada, por los que son olvidados, por los más miserables de espíritu.
Agradezco desde siempre la oferta de Mis hijos que sostienen, a lo largo de los tiempos, esta importante oración, pero también agradezco todas las demás oraciones que son rezadas por la paz en otras causas y fines.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Como Nuestra Señora de Chiquinquirá vengo, hijos, a colocar a esta nación bajo Mi manto y dentro de Mi Inmaculado Corazón. Vengo a tenderles Mis brazos y a abrir los caminos para que Mis hijos estén más próximos a Mí, resguardados en Mi regazo e inspirados por Mi Corazón.
Vengo en un tiempo en el cual muchas naciones agonizan y colapsan por los estímulos del caos y por los frutos de su propia purificación, porque todo lo que antes estaba oculto, hoy sale a la luz y los espíritus no están preparados para sustentarse a sí mismos y a sus naciones, sin sucumbir a las tentaciones y a los impulsos humanos de rebeldía y de descontrol.
Hoy, hijos Míos, vengo a establecer la paz en sus corazones y a solo pedirles que oren. Oren con sus familias, formen grupos de oración en los cuales sus espíritus se fortalezcan y se ayuden mutuamente para llegar a Dios. Creen lazos de amor con el Creador, a través del verbo que se eleva al Cielo.
La oración, hijos amados, les traerá paz y traerá paz al mundo; resguardará lo sagrado que en él habita y permitirá que estos Recintos Sagrados puedan continuar auxiliando al planeta con su presencia y con su paz.
Colombia, hijos Míos, es una nación bendecida por Dios con los Reinos de la Naturaleza, los que hacen que todos los desequilibrios humanos puedan ser transmutados y liberados. De esa forma, a pesar de tantos conflictos, aún hay paz, mansedumbre y amor en los corazones de muchos de Mis hijos colombianos.
La oración y la devoción de su pueblo los trajeron hasta aquí, los levantaron en cada caída y los irguieron hacia Dios, a pesar de todos los abismos que cruzaron a lo largo de los años. Y hoy vengo para decirles, hijos, que la oración continuará siendo su sustento, pero, a medida de que las pruebas del planeta se tornen más agudas, mayor debe ser el tiempo que dediquen a la oración, más imbuidos deben estar de Dios, de Su Propósito, de Su Presencia, de Su Fortaleza y de Su Paz.
Creen, hijos amados, redes de oración por la paz, por el bien de las familias, por el rescate de los Reinos de la Naturaleza, por los espíritus y por los ángeles de las diferentes naciones de este mundo.
Los tiempos de prueba deben despertar en ustedes el espíritu misionero, para que cada día se sientan responsables por el establecimiento y el sustento del Plan y de la Voluntad Divina para este mundo.
Por todo lo que han vivido, hijos Míos, y cómo han perseverado en cada prueba, a través de la devoción, puedo llamarlos a dar un paso más en la oración, a definirse en el camino de la luz y no solo fortalecer a sus propias vidas y a su propia nación, sino también a otras vidas y a otras naciones, a través de la oración sincera.
Yo los amo, los bendigo y les agradezco por responder a Mi llamado.
Su Madre María, Rosa de la Paz
Mientras la Oración por la Paz en Sudamérica prepara a los corazones para el fin de los tiempos, por otro lado se siguen mostrando acontecimientos en Sudamérica que intentarán dividir a los pueblos y en los que la agresión al semejante será tomada como una moda de vida.
Mientras los principios y la ética se pierden en algunas naciones de Sudamérica, que la Oración semanal por la Paz, en este continente sufrido, sea el camino y al mismo tiempo el portal que conduzca a todas las almas y a las naciones hacia Dios.
Que esta oración tan importante para su Madre Celeste pueda convertirse en el espacio espiritual en el que las voces clamen y pidan Misericordia y perdón; pero que al mismo tiempo esta oración semanal les conceda a las almas la guía espiritual para estos tiempos en los que todo podrá suceder.
Agradezco a todos Mis hijos que se adhieren a este pedido, porque a través de este ejercicio de oración su Madre Celeste intentará disolver en el plano espiritual futuros acontecimientos, para que estos no se manifiesten.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Amados hijos:
En los momentos de definición, Yo estoy con ustedes.
En los momentos de dolor, Yo estoy con ustedes.
En los momentos en los que se animan a dar pasos hacia Mi Hijo, Yo estoy con ustedes.
En los momentos en los que están confusos, Yo estoy con ustedes.
En los momentos de grandes decisiones, Yo estoy con ustedes.
En los momentos de grandes o pequeñas felicidades, Yo estoy con ustedes.
Yo estoy siempre con ustedes, hijos, a su lado, abrazando a sus almas, silenciosa, cerca, bien cerca, allí estoy.
Argentina de Mi Corazón,
Mi Corazón de Madre y Mi Consciencia Sideral se han colmado de júbilo al poder contemplar la confianza y el amor que le han entregado a Mi Hijo, el Redentor.
Ninguno de ustedes imagina lo que ha significado para el Padre Eterno la apertura que han tenido las consciencias de esta nación y cómo esa apertura podría revertir su destino para siempre.
En estos últimos días, en los que se han congregado aquí y en diferentes lugares de esta nación para orar y suplicar por la familia argentina, han abierto un camino directo al Corazón de Dios.
Mi Hijo les dijo en estos días que todos los argentinos tendrían la oportunidad espiritual de estar delante de Dios para expresar su sentir y su intención, para ser escuchados por el Creador y reconciliarse con ÉL.
Quiero que sepan que por la valentía y la humildad de los que se postraron de rodillas frente a Dios para suplicar por los valores fundamentales de la familia humana, el Padre Eterno derramará Su Misericordia y Su Gracia a través de Su Hijo, Cristo Jesús, y nuevas oportunidades de paz, de comprensión y de amor se establecerán en el núcleo de las consciencias de las familias de esta nación, Atributos que descenderán directamente desde el Corazón de Dios.
Hijos amados, defiendan con la oración la integridad de sus familias, en silencio y en paz; así podrán desactivar los planes de Mi adversario que pretende, a través del engaño y de la confusión de sentimientos e ideas, destruir en la consciencia de la humanidad ese espacio seguro, escuela del amor y del perdón, que representa la familia.
No levanten su voz y su indignación, solo oren en paz Conmigo y todo se disolverá en los planos espirituales, en donde el caos y el mal organizan sus planes siniestros en contra de la humanidad.
Oren Conmigo, aquí en Argentina y en todo el planeta, hoy, en este día y en todos los días que vendrán, por el amor, la protección, la paz y la comprensión en todas las familias de la humanidad.
Una vez a la semana los espero a todos en la Oración por la Paz en las Naciones para orar por las familias de todas las sociedades, de todos los pueblos, de todos los credos y de todas las religiones.
Juntos colocaremos a la familia universal en el Corazón de Dios, allí donde nadie la podrá destruir.
Hoy los bendigo, los colmo con Mi Amor y con Mi Paz.
¡Gracias Argentina por haber respondido al llamado de los Mensajeros Divinos!
Los amo,
Vuestra Madre María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad y Madre de la Humanidad
Se acerca el tiempo en el que las puertas de los infiernos terrestres se cerrarán y en el que las almas pasarán de un nivel de sufrimiento hacia un nivel de Luz y de Misericordia.
Eso sucederá a través de la columna de oración establecida en la superficie de la Tierra, un ejercicio interior que sostendrá a cualquier consciencia y bajo cualquier situación.
La Oración por las Naciones seguirá creciendo como tarea y como propósito y, cada día que pasa, más almas serán tocadas y llamadas a participar de esa red luminosa de oración, preciosamente formada por todos los seres de oración y de buena voluntad de este planeta.
Esta base espiritual y al mismo tiempo humana es la que su Redentor utilizará para preparar a las naciones, a los pueblos y a las culturas para poder acoger la segunda venida de su Redentor.
Este es el tiempo de tener conocimiento de este propósito interno que se realiza día a día en la vida de quien participa de esta propuesta y, así, cada orante se vuelve un posible instrumento que, en humildad y despojamiento de sí, es capaz de llevar a cualquier parte del mundo y bajo cualquier circunstancia el Amor de Dios y de Sus Mensajeros.
Magnífica es la red interna de oración que une naciones y pueblos, red creada y amparada por la Madre Celeste.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Para que el Reino de Dios llegue a la Tierra, primero tendrá que vivir en el interior de los seres. Abran camino hacia ese Reino a través de sus oraciones, momentos en los que la pureza de sus corazones emerge y les da a conocer los verdaderos sentimientos y pensamientos que un ser humano vino a expresar en el mundo.
Oren, hijos, atrayendo la paz hacia su interior y hacia su consciencia y luego dejen que esa paz se expanda por este mundo.
Como criaturas semejantes a Dios, los seres humanos guardan en sí el potencial de irradiar hacia toda la vida lo que hay en su interior. El universo de sus cuerpos, el microcosmos que se guarda en la composición de sus seres desde la consciencia hasta el menor de los átomos, es un espejo del Cosmos infinito.
Ustedes, hijos, son espejos del Corazón de Dios. Lo que habita en ustedes se irradia al mundo, aunque no sean conscientes de eso.
Para tener un mundo de paz, ustedes deben dejar que la paz se instale en sus consciencias y se asiente en todas sus células. Pacifíquense, conscientemente y, así, estarán trayendo paz a la vida.
Todo por lo que ustedes claman lo pueden atraer hacia el mundo a través de la transformación de su propia consciencia. En oración, pueden encontrar en ustedes la puerta hacia el Reino de Dios y, cuando sean capaces de permitir que Él se exprese en su interior, ahí entonces, hijos, ese Reino comenzará a expandirse por el mundo.
¿Comprenden la ciencia de la existencia humana?
El Creador manifestó a los seres humanos para transformar, a través de ellos, a toda Su Creación. El amor que puede nacer en ustedes, cuando abarca su genética y se expresa en todos sus átomos, puede transformar galaxias y universos. De la misma forma, cuando ustedes no viven en paz, la oscuridad que habita en los seres también resuena en toda la vida.
Reconozcan entonces, el potencial de sus corazones, de sus cuerpos, de sus vidas y tórnense instrumentos de paz y de Misericordia para este mundo.
Tienen Mi bendición para eso.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Primer Mensaje
El Sagrado Jardinero del Espacio hoy viene mostrando Su Faz de Transfiguración para anunciarle al mundo el tiempo de los grandes cambios.
Esa hora se está aproximando, ese momento se está acercando. Por eso, hoy vengo a la Tierra a través del portal del gran Sol que rige a este Universo Local y a este sistema de vida.
Vengo a traerles a ustedes las Leyes de la Transfiguración, aquellas Leyes que fueron aplicadas durante la Transfiguración del Divino Hijo en el Monte Tabor.
Ustedes necesitarán de esos principios para poder vivir los cambios y todo lo que anunciará el nuevo tiempo.
Como están en un momento de transición, esos principios vienen en su auxilio, porque ellos harán de sus consciencias seres en un mayor contacto con la Divinidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Esto es parte de una intervención divina, de una posibilidad y de una oportunidad que trae el caudal de Mi Misericordia para las almas de este mundo.
Y aunque todo se esté precipitando en todos los espacios de la Tierra, aún deben confiar en Mí, porque Yo les daré el sostén que necesitan para poder atravesar estos tiempos de tribulación y de grandes definiciones.
Yo les traigo la oportunidad de elevar la consciencia y, en esa elevación, alcanzar el propósito que cada uno vino a cumplir en esta humanidad y dentro de este planeta.
Se está aproximando el tiempo de anunciar Mi verdadera Faz, aquella Faz que una vez Yo le mostré a algunos de Mis Apóstoles y que, en verdad, hasta los días de hoy solo es un misterio. Pero la puerta a la gran revelación se está abriendo de a poco. El tiempo está forjando ese momento y también la necesidad planetaria.
El despertar de las consciencias será imprescindible, a través de ese impulso que Yo mismo daré desde el Universo hacia la Tierra.
La transfiguración de sus consciencias les permitirá simplificar sus vidas, ordenar sus movimientos y estar en sintonía con lo Alto, que es lo más importante para estos tiempos.
Tal vez sentirán lo que hoy les hablo como algo abstracto, pero será algo próximo para sus vidas y consciencias; porque, al estar más próximo de la humanidad, las almas podrán captar Mis impulsos y manifestarlos en la Tierra por medio de vivencias de amor y de servicio.
El cambio de la consciencia no será una fórmula ni una práctica; él se dará a través de los grados de amor y de la constancia en la vivencia de los mismos.
Así, Yo podré reflejar sobre la superficie de la Tierra a los Nuevos Cristos, aquellos que deberán gobernar junto Conmigo con amor y con humildad, con base en la simplicidad de la vida.
Muchos, de a poco, se están aproximando hacia ese camino, pero aún serán necesarios más esfuerzos para poder equilibrar los desajustes de la humanidad y del planeta, de todo lo violento que ejecuta el ser humano de estos tiempos y de todas las transgresiones que se llevan adelante, día tras día, a la vida y a los Reinos de la Naturaleza.
El despertar de esos Cristos del nuevo tiempo comenzará dentro de ustedes por medio de la intervención de la Ley de la Transfiguración y de todos sus principios, los que intentarán transformar la consciencia humana llevándola hacia un estado de una nueva consciencia que comenzará con la vivencia del mensaje de la Jerarquía y de todos sus atributos.
El portal hacia esa oportunidad se está abriendo para todos, pero alguien lo deberá cruzar. O al menos algunos deberán cruzarlo.
Cuando ese momento se acerque será un momento definitivo, no solo para esas consciencias que darán ese paso por muchos más, sino también para el planeta que estará en el mayor auge de su definición y de su transición.
En verdad, no importa quien de ese paso, sino que el paso sea dado por todos, así como una vez Yo lo di por cada uno de ustedes.
Deben tener presente que este es el momento tan esperado por todos los seres internos; el momento de poder, en verdad, hacer lo que vinieron a hacer y lo que vinieron a cumplir, más allá de las circunstancias y de las pruebas, de los enfrentamientos o de los desafíos.
El Señor del Universo viene con Su Ley de Transfiguración para poder cambiarlo todo y para que, definitivamente, se cumpla el Plan, al menos en algunos seres.
Por eso, el Universo se conjuga para un gran movimiento y se une para una gran tarea, para llevar adelante una misión en el planeta y en la humanidad, que irá más allá de cualquier situación humana o de cualquier acontecimiento.
Ese acontecimiento no será anunciado, solo sucederá y muchos podrán beneficiarse de él, porque será un auxilio que vendrá de lo Divino y de la Fuente para poder reforzar los compromisos de los apóstoles de Cristo y de los últimos apóstoles de los últimos días.
Hoy el Jardinero del Espacio Universal vuelve a regar con Su Agua de Vida al Árbol Sagrado, para que sus raíces se adentren aún más en la tierra y su copa de luz se fortalezca con los frutos del conocimiento y de la Instrucción.
Porque, una vez más, el Árbol Sagrado dará sus frutos para que todos se puedan servir de él y se alimenten, espiritualmente, de sus impulsos y de sus dádivas.
Aquellos que comieron del Árbol y de sus frutos y no lo supieron aprovechar tendrán pena en sus corazones por no haber sido humildes, por no haberse humillado, por no haber reconocido su ignorancia y no haber pedido ayuda, de verdad.
Pero los que quedaron atrás Yo los encaminaré, así como encamino a las ovejas que no están prontas para dar los pasos que Yo exijo en este tiempo.
Porque todo tiene un sentido, más allá de lo material y de lo espiritual. Todo es parte de un Propósito y de un plan de manifestación para esta humanidad.
Que este Rayo de Transfiguración los impulse al cambio en lo cotidiano para que el espíritu de cada uno de ustedes pueda adentrarse en sus consciencias y lleve adelante su tarea y su misión para estos tiempos, dejando atrás la inestabilidad y la desarmonía, viviendo el eterno presente y la misión operativa junto a la Jerarquía de la Luz.
Así, los portales del Universo se mantendrán abiertos y, a pesar de los embates, la ayuda universal no faltará. Porque todo lo que sucede tiene un sentido, forma parte de una escuela y de un aprendizaje; eso hace despertar a los Nuevos Cristos al camino del amor y del servicio, a la experiencia incondicional por los demás.
Que esta Maratón represente esa oportunidad de transfigurar sus consciencias y sus vidas y de hacerlo de verdad, comprometiéndose en cada momento de oración y de ofrenda que le harán al Universo; sabiendo que todo esto también repercutirá en el Brasil que tanto lo necesita para los próximos meses.
Y todo ese momento de oración hará detener acontecimientos innecesarios y pruebas difíciles para este querido pueblo que está vivo en el centro de Mi Corazón.
Agradeceré, desde ahora, la oferta de cada brasilero y también de cada orante de la Tierra; porque esto no solo se circunscribe a un país o a un pueblo.
Cada situación que se vive en cada lugar de la Tierra es parte de toda la humanidad, porque la humanidad es una sola, es una misma familia que se ha enfermando y se ha alejado de Dios por diferentes razones, y hacia todo eso, y hacia todas las consciencias, deberá llegar el Rayo de la Transfiguración y de la Cura, tan prometedor para estos tiempos críticos.
Celebren Conmigo esta Maratón, en alegría y en júbilo.
Que los rostros de los que viven sobre este Santuario Interior sean de alegría y no de tristeza, porque quien acepta la convocatoria será ayudado y se transformará.
Abracen, entonces, Mi gran llamado y la ayuda del Universo, la que vendrá a la Tierra y estará a su alcance.
Yo les ofrezco Mi Experiencia como una muestra de que es posible vivir la Transfiguración, y de que esa Transfiguración comienza en lo pequeño y también en lo invisible; desde allí se construye el verdadero templo interior que es ofrecido a Dios como un acto de gran entrega.
Les deseo una bellísima Maratón y una alegre jornada, porque los apóstoles, incansablemente, deberán anunciar el triunfo de Cristo en cada corazón humano.
Desde el gran Sol que rige a esta Vía Láctea, en unión al centro del Universo y a la gran Estrella de la Hermandad que gobierna a todos los mundos, y en unión al Universo Espiritual, Mental y Material, en donde se encuentra Dios y es invencible, Yo los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Si el Padre Eterno no Me enviara al mundo todos los días, la humanidad no tendría como liberarse de los errores y de las opresiones.
Por esa razón, en la Hora de Mi Misericordia se abre el poderoso Manantial de Mi Corazón para que las almas puedan ser bañadas por la potentísima Luz que nace de Mi Misericordioso Corazón.
Cuando las almas llaman por la Divina e Insondable Misericordia, sin importar en donde se encuentren, Yo Me aproximo a ellas para darles a beber del Agua de Vida.
Y si esas almas colocan al planeta y a la humanidad en sus oraciones, también el mundo se ve beneficiado y muchos pecadores son perdonados a través de la expiación que Yo les concedo.
Cada vez que las almas se unen a Mi Misericordia, una parte de Mi Consciencia se aproxima para ayudarlas. Si esa ayuda es pedida de verdad, más amplia aún se vuelve la intervención espiritual.
Por eso, es importante en este tiempo tener presente lo que representa la Misericordia de Mi Corazón para las almas, porque cuanto más se invoque el poder de Mi Expiación, mayores serán los beneficios espirituales para las almas y, así, sus vidas cambiarán.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Ora no solo en un momento de urgencia y de agonía; ora por una nueva vida, ora por el despertar de tu corazón y de tu consciencia a un nuevo tiempo, a una realidad superior.
Ora por todas las naciones, ora por los continentes y por los mares, porque llegó el momento de la gran prueba de la Tierra y la humanidad no puede estar indiferente delante de lo que sucede en el planeta.
Ora para traer la paz, ora para saber discernir y para que la sabiduría impregne tu espíritu, tu mente y tu corazón, retirando de tu consciencia las potestades del miedo y de la inseguridad.
Encuentra tu refugio en Dios, hijo, contemplando la grandeza de Su Plan para los corazones de los hombres, y ora para que este Plan, que es perfecto, descienda sobre la Tierra y sobre la consciencia humana.
Ora para que los corazones conozcan el amor y que sea el propio amor que los impulse a la unidad y a la transformación. Ora para que haya paz y se disipe la ignorancia de los hombres. Ora también por los que despertarán tarde y precisarán de una oportunidad para vivir la propia redención.
Ora para que en los corazones de los hombres siempre haya piedad y humildad, para que sepan perdonar y reconciliarse con el prójimo y con Dios.
Ora sin cesar y sin cansancio; ora porque esta es la herramienta para estos tiempos, que abre las puertas para que descienda sobre ti y sobre el mundo todas las virtudes que sustentarán la Tierra.
Ora y no te canses de orar.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Como un Ave de Luz recorro el mundo para aliviarlo de su dolor y de su sufrimiento.
Por medio de las oraciones de Mis hijos por las naciones, Yo logro sostener a los pueblos y a las razas, a pesar de las difíciles situaciones que hoy enfrentan los países.
En el plano espiritual, nutro con Mi Luz y curo con Mi Amor a los que más necesitan y atraigo desde el Cielo la ayuda divina para que ciertas regiones de la Tierra mantengan su equilibrio y su estabilidad espiritual. Todo esto forma parte de una tarea planetaria.
A través de cada Misterio del Rosario, orado por la paz en las naciones del mundo, Mis hijos orantes y servidores acompañan a la Madre de Dios en estos tiempos definitivos.
El resultado de la oración es indescriptible, porque el poder universal que ella tiene todavía es desconocido, y como en la oración del Rosario por la Paz en las Naciones todo el trabajo es dedicado con amor y devoción, su efecto es aún más grande y alcanza niveles cósmicos.
Por eso, Mi única aspiración es que, a pesar de lo que suceda con cada uno o con el mundo, nunca dejen de orar, nunca dejen de mantener unidos el Cielo y la Tierra, el espíritu de cada uno con el Espíritu Santo de Dios.
Nunca desistan, por más que muchos desistan.
Nunca suelten la mano de la Madre de Dios, porque en esa unión inquebrantable triunfará el amor y las naciones del mundo no padecerán tanto como está previsto.
Únanse, día a día, a Mi Rosario de Luz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice en esta misión,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
María de Aparecida, Patrona Eterna del Brasil
Mis queridos hijos:
En este día 12 de octubre, en conmemoración a María de Aparecida y como Madre de todas las razas, invito a cada corazón orante a reconsagrar al Brasil a Mi Materno e Inmaculado Corazón, a fin de que pueda descender la Justicia Divina y no la justicia de los hombres, a fin de que la igualdad y la dignidad entre los pueblos pueda surgir en estos tiempos para que el Brasil vuelva a ser considerado el sagrado Edén de Sudamérica.
Hoy, más que nunca, su Madre Celeste y Señora de Aparecida recoge con Sus manos las oraciones de todos Sus hijos de Brasil y del mundo, sabiendo que en estos momentos de definición y de pruebas, nada quedará oculto.
Por ese motivo, en su reconsagración como pueblo brasilero a la Madre de Dios, el patronato de la Señora de Aparecida y Su guardia celestial volverán a establecerse en el espíritu de su país y de su pueblo.
Con las oraciones de Mis hijos aprisionaré a Mi adversario, a fin de que en esta batalla final por las naciones del mundo, triunfe el amor y la esperanza en todos los que confían en Dios y en la próxima venida de Su Reino.
Queridos hijos, el planeta y la humanidad se purificarán, por eso los invito a permanecer en vigilia y en oración, porque la hora más crucial está llegando y no podrán ser tomados por sorpresa cuando todo se desate en el mundo y en su superficie.
Por esa razón, anúncienles a todos su fe y su amor consolador por el Corazón flagelado de la Madre de Dios, la que es ofendida por los hijos que quieren desterrarla de todas las culturas y de todos los pueblos.
Es en la confianza de Mis hijos orantes en donde nuevamente se establecerá el Reino de la Madre de Dios, porque el ejercicio permanente del Rosario será el instrumento que derrotará toda mentira, falsedad y corrupción en las naciones del mundo.
Llegó el tiempo de dar a conocer los prodigios de la Madre de Dios en la vida redimida y convertida de los creyentes de Cristo.
Brasil es una tierra bendecida por Dios.
Todos los orantes deberán seguir suplicando para que la Justicia Divina descienda y la Divina Misericordia sea la corriente poderosa que redima a los más pecadores, dándoles la gracia del rescate y de la salvación.
En este día, en donde Mis hijos de Brasil reconocen a la Madre de Dios, que el altar del templo interior de cada brasilero sea ofrecido para que la Divina Gracia expiatoria pueda interceder por un país que viva la igualdad y la justicia, y vuelva a ser la cuna para una nueva y redimida humanidad.
Que la Paz Celestial hoy esté presente en el Brasil y en el mundo.
¡Les agradezco responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Ora por el Brasil, así como por toda América del Sur. Ora por el mundo entero. Ora por cada nación y ora con fervor por los países que fueron elegidos por Dios para ser la cuna de una Nueva Vida.
Ora en unidad con Dios y con tus hermanos, porque la semilla de la desunión fue colocada en el suelo del mundo y está siendo fertilizada por las acciones inconscientes de los hombres.
Ora, hijo, y siembra el amor en la humanidad. Pide y concédele el perdón a tus hermanos para arrancar de raíz ese mal que está intentando instalarse en el mundo. Busca la cura para las heridas del corazón humano y comienza por ti mismo, curando tu espíritu.
Ora, hijo, por las naciones, en unidad con todos los pueblos y culturas. Responde al llamado de tu Madre Divina para orar por la paz y reconoce que esta no es una necesidad tuya, sino una urgencia del planeta.
Fortalece todos los días la Oración por la Paz en las Naciones más allá de los obstáculos y de las tecnologías. Redime esos vehículos que para muchos son motivo de perdición y de engaño, y conviértelos en un Instrumento de Dios para unir a Sus hijos en una sola voz, en un solo clamor por la paz en este mundo.
Ve, hijo, como es necesario dar un paso en el amor, en la oración, en el perdón y en la reconciliación, porque las naciones agonizan y si no comienzas ahora a curar dentro de ti y a tu alrededor lo que necesita ser curado, nada podrá consolarte en el tiempo que llegará, en el que los hombres, privados por ellos mismos de la Misericordia de Dios, solo reciban Su Divina Justicia.
Por eso, ora y clama por la paz. Sé un puente hacia la Nueva Vida.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más