Jueves, 11 de junio de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

En nombre de la Misericordia de Cristo, hoy Me digno visitar esta casa santa, así como vuestra Madre Celeste visitó la casa de Marta y de María para demostrar que, a través de la lección del servicio absoluto al Plan de Dios, muchas puertas se abren para que las Gracias desciendan y las almas reciban la ayuda que necesitan.

Hijos Míos, abriendo Mis brazos y extendiendo Mis manos hacia ustedes, nuevamente les vengo a entregar la Paz de Mi Corazón en estos tiempos. Tiempos en los que la vida de las almas está en riesgo; el juego eterno con Mi adversario definirá la existencia del Reino de Dios en la mayor cantidad de vidas posible.

La oferta de vuestra entrega al Plan de Dios y de vuestro servicio desinteresado por los demás crea, en estos tiempos, los méritos tan necesarios y urgentes para la salvación de la humanidad.

Y, mientras el juego entre la luz y las tinieblas ya ha comenzado, vuestra Madre Celeste viene para socorrerlos y ayudarles a caminar en confianza hacia Dios para que puedan cruzar los propios abismos internos y trascender las barreras de la dificultad interior.

Si están Conmigo y Yo puedo estar con ustedes, a pesar del tiempo de vuestra purificación, no perderán de vista el caminar de Mis humildes pies por los jardines del amor y de la paz, por los jardines internos de Mi Corazón.

Queridos hijos, no permitan que nada cierre vuestros corazones. Mi adversario también quiere encarcelar vuestros corazones en esta vida material e ilusoria para que nunca más sientan Mi Amor. Pero recuerden que la oración es la gran llave que abre cualquier puerta y corazón; por eso, valientes y animados a vivir la purificación de la vida, tómense de Mi mano y no se perderán en ningún abismo.

Como la Madre que los ama y los protege los llevaré por los caminos de la paz y de la ascensión.

Hijos, den el primer paso y vivan a tiempo el acto del perdón y de la reconciliación; que vuestros corazones no queden lastimados por nada, acepten la cruz y cárguenla al lado de Mi Hijo en confianza, así como Él la cargó por amor a ustedes.

Este cautiverio de sufrimiento terminará cuando la mayoría dé el primer paso, así también Mi Corazón Inmaculado triunfará. Les dejo esta reflexión para que la estudien.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los congrega para amar y perdonar,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz