Sábado, 29 de julio de 2023

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN NAZARÉ, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

A Mis hijos jóvenes, potenciales pacificadores de Cristo

Queridos hijos:

Que, en este día, toda la juventud del planeta, que se reúne para honrar y alabar a Mi Hijo, sea un potencial pacificador de Cristo.

Un joven pacificador es un puente que une las diferencias entre sus hermanos.

Un joven pacificador es un potencial apóstol de Cristo.

Un joven pacificador reconoce en sí mismo su naturaleza humana y la transmuta a través de su sensata unión con la naturaleza.

Un joven pacificador nunca pierde sus sueños y aspiraciones, los que todos los días debe ofrecer a la Creación.

Un joven pacificador aprende a asumir grandes responsabilidades, sin temer equivocarse, porque un joven pacificador, sirviendo, aprenderá a crecer interiormente.

Un joven pacificador no lucha, sino defiende, de sí mismo y del mundo, los valores de la paz, del respeto y de la tolerancia; para que en cada lugar, que el joven pacificador atraviese, se refleje la armonía.

Un joven pacificador abre su consciencia todos los días, para transformar sus miedos en fortalezas, sus aprendizajes en riquezas espirituales, sus destrezas en actos honestos de donación.

Un joven pacificador nunca retrocede, sino avanza. Él camina decidido para poder cumplir sus metas, que deben ser entregadas a los Pies del Creador.

Un joven pacificador es un potencial puro de consagración, sea en la vida del espíritu, sea en la familia o en el Sagrado Sacramento del Matrimonio.

Un joven pacificador no se defiende, no agrede física y verbalmente, porque su esencia es la paz, que habita en el centro de su alma, de su consciencia y de su espíritu.

Un joven pacificador es un escalador de sus sueños, es capaz de animarse a atravesar sus propios abismos, es un guardián de su propio Propósito Espiritual.

Un joven pacificador es un amigo honesto de Cristo, es quien asume cargar con la cruz del mundo, más allá de sí mismo, es una expresión constante de alegría y de renovación.

Un joven pacificador es un alma misionera, que encarnó en este mundo por un Propósito Mayor.

A los jóvenes postulantes a pacificadores, hoy les doy Mi bendición maternal, porque sé que para cada uno de ellos es un desafío vivir por entero la vida del espíritu.

Por eso, agradezco por los valientes jóvenes pacificadores, que hasta ahora fueron capaces de ir más allá de sí mismos y de traspasar sus propias barreras y límites.

A los jóvenes pacificadores, hoy reunidos en el Festival de la Juventud por la Paz en Brasil, les pido que sean fuente de renovación, que sean impulsores del cambio, de la alegría que este mundo tanto necesita.

Yo estoy con ustedes, y una vez más les agradezco por animarse a responder a Mi llamado.

Los ama y los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Estrella Guía de la Juventud