Martes, 4 de noviembre de 2014

Mensajes semanales
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO PARA LA 16.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN EL CENTRO MARIANO DEL ESPÍRITU SANTO, CAPILLA DEL MONTE, CÓRDOBA, ARGENTINA AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Hoy pongo Mis manos sobre tu corazón, para curarlo y liberarlo.

Hoy pongo Mi manto sobre tu ser, para colmarlo con Mi Luz y para protegerte.

Hoy pongo Mi Corazón en tu esencia, para amarte y consagrarte.

Hoy vengo a este santo lugar por la respuesta y el esfuerzo de todos Mis discípulos. Un llamado especial fue escuchado en el Cielo y muchas voces de oración proclamaron Mi Santo Nombre.

Desde ese momento Mi Bendita Madre María Me rogó que Yo fuese a vuestro encuentro y hoy estoy aquí, por primera vez, para poner Mis sagradas manos sobre ustedes, para irradiarles Mi Amor renovador, Mi Redención.

Dichosos sean los que son consecuentes con el llamado del Cielo.

Bienaventurados serán los que perseveren en la fe y en el amor. Fue ese amor devoto y fiel de parte de todos los Míos, lo que hoy Me ha traído hasta aquí desde el Universo Celestial.

Vengo a esta región de la Argentina para llamar a los que aún duermen y están presos en la propia vida espiritual. Yo les vengo a entregar el manantial curador de Mi Ser. Yo regreso a través de esta nueva Maratón de la Misericordia para bautizarlos con Mi Espíritu y para darles Mi Paz.

Agradezco profundamente la labor y la dedicación de todos ustedes, por haber manifestado Mi verdadero altar celestial, pues recuerden, que el Hijo de Dios vivió entre los más simples y redimió a los más ricos, para que pudieran reconocer la Humildad del Creador.

Por eso a través de este sagrado altar que fue elevado en Mi nombre, Yo regresaré durante estos días para compartir el Pan de Vida con todos los Míos.

Que vuestros corazones reunidos y unidos en el propósito de los Mensajeros Divinos, no se cansen de irradiar gratitud y alegría, porque serán estos dos dones que curarán y salvarán a las almas que están presas en la perdición.

Mis amados compañeros, para momentos tan críticos, Mi Consciencia desciende desde el Universo hacia este Sagrado Centro Mariano, con la finalidad de fusionar a todos los servidores en el Propósito Divino de Dios. Recuerden que todo lo que hicieron hasta los días de hoy para poder recibirme aquí con tanto amor del corazón, ha sido posible por vuestra unión en la misión y no por vuestras indiferencias.

Me alegro por volver a ver rostros y corazones que ya estuvieron Conmigo y que ahora se reencuentran con el Gran Maestro. Si en verdad supieran cuán importante es la Maratón de la Divina Misericordia, ustedes Me darían todo lo mejor hasta el final. Porque Yo no solo vengo para consagrarlos a Mi Sagrado Corazón, vengo para aliviar la soledad y la aflicción que Me causan muchas almas preciosas y dormidas. Eso es posible a través de vuestro sincero amor, aquel amor interno que nunca se acaba y que fue sembrado por Dios Creador.

Que esta nueva Maratón de la Misericordia represente el ejemplo vivo para todos los que deben aprender a buscarme y a saciar su sed profunda, como ustedes lo han hecho.

Ahora ustedes desde aquí, crearon el verdadero espíritu del amor y de la alegría, ¡les pido por favor!, que no olviden estos momentos, serán únicos y memorables para vuestras vidas.

Bajo la Misericordia Divina de Dios, sean bienaventurados.

¡Gracias por celebrar junto a Mi Sagrado Corazón!

Cristo Jesús Glorificado