Viernes, 29 de agosto de 2014

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL MONASTERIO MADRE DEL SOL, BRASILIA, DISTRITO FEDERAL, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mi Corazón glorifica los esfuerzos de los que son consecuentes con Mi Corazón Sagrado.

Mi Corazón glorifica a los que permanecen a Mi lado y, sin nada a cambio, aguardan por Mi llegada pacientemente.

Mi Corazón glorifica a los que ya no están a Mi lado, pero que son atraídos por la fuerza de Mi Espíritu que una vez los congregó y los salvó. A todos ellos Yo les doy Mi Cura y Mi Gracia reconfortándolos de la noche a la mañana, retirándolos del vacío hacia el Paraíso. Así, Yo dejo vivos Mis códigos crísticos para que esas almas puedan algún día recapacitar y entregarse a Mí.

En Mi Reino, Yo tengo muchos servidores y cada uno Me oferta su gran virtud y amor con toda la fuerza del corazón. Es en esos servidores que Yo me siento pleno, porque a través de ellos Yo padezco, Yo sufro, Yo comprendo las carencias humanas que generan grandes desiertos sin el Agua de Vida en el interior.

Pero Yo los llevo hasta la gran orilla de Mi océano de Amor y de Misericordia para que, en estos tiempos difíciles confíen, se tomen de Mis Manos y suban a Mi barca salvadora de redención y de paz, porque a través de este océano infinito e inagotable, Yo les reflejaré vuestra verdadera misión de amor y de redención para esta era de la Tierra.

Así, Yo les entrego Mis remos que son tan pesados como los maderos que Yo cargue en Mis Espaldas, por amor a ustedes, sin dudarlo y sin pensar. Yo deseo que remen a pesar del cansancio o de la soledad, no existe nada entre ustedes y Yo que nos pueda separar.

Yo Soy de este mundo, Yo Soy parte de ustedes y desde ustedes me elevé hasta Mi Padre para hablarle y suplicarle por toda la humanidad. Pero sepan que en el constante remar, algunos se volverán como náufragos, otros sobrevivirán a grandes tormentas de superación y de prueba. Pero a través de Mí, Mi Padre los hará fuertes y estarán serenos.

A través de Mi Paz llegarán al puerto esperado, el puerto de Mi Corazón.

Les dejo esta parábola, para que la vivan y no solo la escuchen, sino para que ella sea el ejemplo del servidor pleno que vive Mi apostolado.

Bajo la Misericordia de Dios, sean bienaventurados.

¡Gracias por escuchar a Mi Corazón!

Cristo Jesús Glorificado