A través de la Misericordia de Mi Corazón vengo para entregarle al mundo la expiación que necesita a fin de reflejar en la propia humanidad la dignidad ante Dios.
En estos tiempos, la Misericordia, que ya se está cerrando, concede Gracias necesarias e internas a los que la invocan de corazón y así no solo se transformarán vidas, sino también se redimirán corazones que antes no querían saber de Dios.
Es así que la Divina e infinita Misericordia llega para retirar a las almas de la ilusión de estos tiempos, abriéndoles los ojos a la realidad y a la necesidad de este momento.
Por eso, los que invocan la Misericordia de Dios no solo trabajan por ella, sino que también lo hacen por el mundo y su humanidad.
Es simple, las almas que dan el paso interior hacia esa íntima e insondable Misericordia Mía podrán penetrar el misterio de Mi Corazón, capaz de revertir todos los males y de disipar todas las causas internas.
Que los que todavía no lo hicieron, beban de la Fuente espiritual de la Misericordia para que la humanidad alcance la paz y la redención definitiva de su consciencia planetaria.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús