Domingo, 8 de julio de 2018

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE BAD VÖSLAU, AUSTRIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Primera Serie de Poemas
Primer poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús

Amado y bondadoso Corazón de Jesús,
Señor de la Misericordia y de la Paz,
atrae mi corazón hacia el Tuyo.

Que pueda ser uno en Ti
para ser uno con mis hermanos.

Manso Corazón de Jesús,
hazte parte de mí sin condiciones ni formas.

Rompe, dentro de mí,
las murallas que me separan de la luz de la verdad.
Cura mi ceguera, la que me ha llevado al orgullo.
Sana mi corazón, que ha sido llevado al constante sufrimiento.

Amantísimo y purísimo Corazón de Jesús,
que Tu Llama de Amor disuelva todas las dudas.

Que la Llama de Amor que brota del centro de Tu Corazón humilde
sea la luz que disipe las tinieblas de mi frágil corazón.

¡Oh, amadísimo Pastor y Guía de los corazones!
que los Rayos que brotan de las Llagas de Tus Manos
iluminen el sendero que me llevará a la redención.

Que siempre pueda encontrar refugio en Tu Corazón
y que este refugio también lo encuentre, con confianza,
en mis hermanos,
porque solo aspiro y anhelo el bien,
en mí y en todos los seres.

Pacífico Corazón de Jesús,
Tú que gestas dentro de los hombres las cosas nuevas,
Tú que renuevas y vivificas todo lo que tocas con Tus santas Manos,
que me invada el Rayo de Tu estricta obediencia
y de Tu divina pureza.

Enséñame, Jesús, a amar como Tú nos amas y nos has amado.

Ayúdame, Jesús mío, a ser solo un instrumento en Tus Manos,
para que al menos una pequeña chispa de mi consciencia
sirva a Tu grandiosa Obra de Amor y de Perdón.

Enséñame, Jesús mío, a ser justo y a no ser indiferente.

Enséñame a imitarte y representarte
así como Tú, humilde Maestro,
has representado al Padre Celestial en la Tierra.

Manso Corazón de Jesús, pacifícame.
Dulce Corazón de Jesús, amánsame.
Eterno Corazón de Jesús, consuélame
y dame la fuerza de Tu Divino Espíritu
en las horas de mayor prueba,
porque todo deberá retornar a Ti, Señor.
Todo a Ti pertenece para siempre.

Amén.

¡Les agradezco por guardar esas palabras de una dulce alma en el corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús