Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos, Mi Corazón recién llega de la Aparición anual de Medjugorje a Mi vidente Jacob. Durante esta noche, Yo lo visite para transmitirle Mi Mensaje de Paz. Por eso, el Santuario de Medjugorje está en celebración por esta Navidad y por la venida misericordiosa de Mi Corazón al mundo.
Por eso, podrán comprender, queridos hijos, que Dios Me envía a dos lugares al mismo tiempo, principalmente, porque Yo los amo a todos ustedes y aspiro a que Mi Hijo pueda nacer en sus corazones en esta noche. Esa es la promesa que Yo hice ante Dios.
Queridos hijos, hoy vengo a darle un Mensaje de esperanza al mundo, especialmente a todas las familias consagradas a Mi Inmaculado Corazón y también a todas aquellas familias que aún no lo están. Por eso, queridos hijos, Yo los invito a rezar por todas las familias; especialmente, por aquellas familias que, en este tiempo se separan de Dios.
La modernidad y la normalidad sofoca a los corazones. Ese es el principal mal que separa a los corazones de las familias.
Yo les anuncié, en Fátima, la importancia de la oración en el final de los tiempos y, a partir de Medjugorje, a lo largo de todo este tiempo, Yo los invito a recordar la importancia de la oración.
Queridos hijos, ustedes ya saben orar con el corazón. Ahora, el Señor necesita que ustedes, en este tiempo tan importante, profundicen en la oración del corazón.
Más allá de la repetición, a través de sus labios, esa oración se debe profundizar en sus esencias para que el Cristo Interno, que habita en cada uno de ustedes, se pueda manifestar y pueda irradiar, como Maestro Interior, todos Mis Atributos de Paz.
Si se unen a su Cristo Interior, que se gesta en la oración diaria, Mi Hijo identificará la Luz de Su Corazón en todos Sus rebaños, en el momento en que Él descienda de los Cielos.
Queridos hijos, la Ley de la Justicia se aproxima a la humanidad y, como Madre y Mediadora, intento aliviar a todos los corazones del mundo para que sean tocados por la Compasión de Mi Corazón y de esa manera se puedan reparar rápidamente.
Este nuevo ciclo, que ha llegado al mundo, no es solo un ciclo de purificación; aún ustedes pueden confiar en la Misericordia de Mi Hijo y en Mi promesa de traerles Paz y Esperanza a todos ustedes.
Queridos hijos, unan sus corazones a Mi Corazón. Deben realizar ese ejercicio de unión Conmigo todos los días.
Sepan que el enemigo los intentará distraer en cada momento de la vida. Mantengan la armonía en sus hogares y en sus corazones para que se pueda manifestar la paz. Por eso, es importante la oración grupal en las familias, para que el pequeño Niño Rey también pueda nacer en ellas.
A partir de ahora, hijos Míos, todos ustedes son responsables de que Mi Hijo pueda retornar a la Tierra.
Si su oración es perseverante y amorosa, todo podrá caer a sus lados, pero sus almas estarán firmes en Mi Corazón; porque Mi Concepción Maternal, Mi Amor Divino, Amor que pertenece al Único Dios, los podrá tocar y abrazar fuertemente, y así no temerán a nada, a pesar de todo lo que suceda en este nuevo ciclo.
Queridos hijos, Yo los estoy llamando a considerar la Ley de la Misericordia antes que todas las cosas de la vida. Muchos de Mis hijos aún no saben cómo beber de ese manantial de Luz que provee Mi Hijo Glorificado. Pero, si ustedes se unen a Mi Corazón Inmaculado, llamándome todos los días a sus vidas, Yo les enseñaré cómo hacer, cómo unirse a la Fuente de Mi Hijo.
Mi Hijo espera, de todos ustedes, una unión perfecta con Su Espíritu de Amor.
Consideren, en estos tiempos, la Coronilla a la Divina Misericordia, que fue dictada con tanto Amor a Faustina. Allí, tienen un instrumento importante de conversión, de liberación y de perdón; al igual que en el Orandio de la Pasión y de la Transfiguración de Mi Hijo.
Los nuevos instrumentos que fueron entregados a la humanidad, como la Coronilla a la Divina Misericordia y el Orandio de la Pasión y de la Transfiguración de Jesús, son instrumentos que vienen renovados desde el Cielo y ustedes podrán valorar y descubrir todas las llaves que guardan, a medida que los oren todos los días.
Mi Corazón necesita formar nuevos soldados; por eso, espero sus respuestas. Cuando le den el sí a ese propósito, muchas almas más se aproximarán a Mi Corazón Maternal y, así, Yo podré encaminar a todos Mis hijos por los senderos de la paz.
Yo les dije hoy, queridos hijos, a través del Mensaje a Mi hija Lucía, que muchos perdieron la confianza en Mi llamado. Para que Mi Voz pueda hacer eco en sus corazones, deben colocar como prioridad la oración, así Mis Palabras podrán profundizarse en sus espíritus.
Queridos hijos, hoy los llamo nuevamente a repasar y estudiar los Mensajes diarios. Yo los veo guardados en los cajones de sus armarios. ¿Dónde está el valor de todo lo que Yo les di?
Queridos hijos, Yo les dicté, durante un año continuo, el camino a la gran transformación. Yo les dicté Mi experiencia maternal sobre esta Tierra; que, con mucho amor, quiero que puedan aprender.
Por eso, en este tiempo, hijos Míos, Dios no solo juzgará a la humanidad desde la Compasión de Su Corazón, sino también Él les pedirá cuenta de todo lo que les entregó. Consideren los instrumentos de su espiritualidad con un valor infinito que nace de Dios, que les fue entregado por el Padre a través de Mí y de Mi Hijo con mucho Amor.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos, en Mis Mensajes encontrarán, al estudiar la Instrucción que les di en este último año, el alimento para el Cristo que Mis ángeles siembran hoy en sus corazones.
Queridos hijos, Mi Amor Maternal se expande hoy por todo el mundo, a través de los ángeles que el Creador envía para sembrar en los corazones de todos los seres humanos la posibilidad de renovación, de perdón y de Misericordia.
Por eso, hijos Míos, necesito que en este momento sus corazones estén atentos para recibir esta Gracia y este milagro especial que Mis ángeles depositan en cada una de sus esencias. Mis ángeles también llegarán a Mis hijos que oyen Mi Mensaje en todos los espacios del mundo.
Esta pequeña semilla, Mis queridos, que deberán descubrir, traerá a sus corazones la Fuente inagotable de Misericordia, que es una pequeña molécula del Corazón de Mi Hijo depositada hoy en cada uno de ustedes.
Mis queridos, a través de la oración diaria y a través de la fe en Mis Palabras de Amor, este Cristo despertará y le mostrará a cada uno de sus corazones cuál es la Voluntad del Señor en este tiempo y develará grandes misterios del Propósito de Dios a sus corazones. Ustedes encontrarán la verdad a través del Cristo Vivo que cargan en sus corazones.
Mis queridos, sentirán la Misericordia y la conocerán porque, a partir de este día, esta Misericordia vive en el interior de cada uno, y podrán ver los frutos de esta Misericordia en los tiempos que vendrán, en la paz que sentirán a partir de hoy.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Cuando, especialmente, queridos hijos, con mucho Amor Maternal, Yo les pedí leer los Mensajes, que fueron transmitidos todos los días, desde el año pasado hasta este año, fue para que ustedes puedan comprender, hijos Míos, el presente que Dios les entrega en sus manos.
Yo quiero, como Madre, que puedan caminar de la misma manera que Yo camine; que aprendan a sentir como Mi Corazón sintió cuando estuve en la Tierra; que puedan aprender y vivir las pruebas en paz.
Sepan, queridos hijos, que a través de los Mensajes diarios Dios Me ha pedido que les recuerde, a todos ustedes y a la humanidad, la importancia de mirar todos los días hacia el Reino del Señor, de colocar sus ojos en el Universo; porque gran parte de esta humanidad se olvida de contemplar el Corazón de Dios y, como Madre y Señora de la Luz, quiero reparar el Corazón de Mi Señor.
Yo intenté invitarlos, durante todo este año de Mensajes diarios, a reparar el Corazón del Padre y a fundirse en Su Gran Esencia de Luz.
Queridos hijos, recuerden que el Universo los espera. Entreguen todo a ese Gran Universo de Amor, porque así, Mi Corazón Inmaculado los colmará con el Gran Espíritu de Dios.
Yo ya les hablé, antes de retirarme de este lugar bendito, de la importancia de unir a las familias y, sobre todo, de orar por las que están separadas.
Sepan, hijos Míos, que muchos de Mis hijos, muchas familias en el mundo no han podido vivir esta Navidad con Mi Hijo, como ustedes la vivieron ayer y hoy, a través de la Gracia de Mi Presencia. Sepan entonces, queridos hijos, lo que eso significa para Mi Corazón, que Mis Gracias estén guardadas en el Reino de los Cielos porque hay carencia de soldados marianos de la paz, que perdieron la confianza en Mi Corazón por perder la oración diaria.
Por eso, hijos Míos, oren por todas estas intenciones de Mi Corazón para que la humanidad, en este tiempo de Juicio, pueda entrar en la Buena Nueva del Señor, formar parte de la Nueva Tierra prometida.
Por este espíritu y esta aspiración maternal que colman profundamente sus corazones, quiero orar hoy en especial con todos los niños que están aquí presentes, porque quiero ver en ellos y en ustedes despertar al Niño Rey Interior, para que Él pueda irradiar y expresar los códigos de paz, de cura y de luz que son necesarios en muchos de Mis hijos.
Recuerden ahora, hijos Míos, que todos ustedes son una sola humanidad. Si ustedes hacen fuerza para empujar Conmigo, todos podrán entrar al Paraíso, incluso aquellas almas que aún están aprendiendo en el purgatorio y en el infierno; y, así, podrán comprender con esta reflexión que la humanidad es muy grande y va más allá de la humanidad física.
Todos necesitan de la Misericordia de Mi Hijo y Dios Me hizo escoger a ustedes para que sean transmisores de esa Misericordia y de esa Paz.
Cuando ya no sientan paz en sus corazones, recuerden que deberán llamarme todos los días.
Oro perpetuamente, desde los Cielos, para que este Proyecto Divino de Dios se pueda cumplir.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Abran sus corazones en este momento, hijos Míos, para recibir las Gracias del Espíritu Santo.
Ofértenle a Mi Corazón sus faltas y pidan la venida del Espíritu Santo, anticipando el ciclo de Gracias que el Espíritu de Dios traerá a la Tierra.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Aguardo ahora, queridos hijos, que los niños vengan a Mí. Ellos representan a todos los niños del mundo.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
María dijo que tenemos que traerlos, ellos están jugando. La Señora dice que están entretenidos con los ángeles de la guarda.
Subiré recién a los Cielos cuando termine de cumplir esta tarea.
Canción: “Magnificat”.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Vamos a orar, junto con los niños, algunas cuentas del Ave María, a pedido de Nuestra Señora, por todos los niños del mundo.
Oración: Ave María (en español, en portugués, en inglés, en italiano, en francés y en alemán).
A pedido de nuestra Madre, vamos a orar por los niños de habla japonesa, por todos los niños de Asia y del Lejano Oriente.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Aún estoy aquí.
Oración: Ave María (tres veces en japonés).
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Nuestra Señora pide orar por los niños de Croacia, de la ex Yugoslavia y de sus seis Repúblicas.
Oración: Ave María (tres veces en croata).
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos, como Nuestra Señora de Guadalupe, Mi último pedido es orar por todas las tribus y pueblos indígenas; especialmente por todos sus niños, que se encuentran en Amazonas, en África y otras partes de la Tierra.
¡Les agradeceré!
Oración: Ave María (tres veces en quechua).
Los bendigo, Mis pequeños, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
¡Gracias, Mis pequeñitos, por responder a Mi llamado!
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos, abriendo Mis Brazos de Misericordia, hoy los llamo a permanecer dentro de Mi Corazón Maternal. Ese ejercicio de sus corazones será muy importante, porque podrán estar resguardados de todo el mal.
Hoy, vengo desde el Cielo a agradecerles la oportunidad que Me han dado. Como Reina de la Paz, nuevamente les entrego Mi Paz, y el Señor también les agradece por sus esfuerzos durante todo este último tiempo. Eso significa, queridos hijos, que muchas almas han sido ayudadas por Mi intervención.
Hoy tal vez no lo podrán comprender, pero les prometo que lo entenderán cuando estén en Mi Reino.
La salvación de todos los corazones es Mi tarea universal; por eso, es importante que estén a cada momento entre Mis Brazos, porque así Mi Hijo los podrá ver cerca de Mí y, en consecuencia, queridos hijos, estarán cerca de Mi Hijo.
Derramo Mis Rayos Misericordiosos sobre este lugar, para que den frutos en sus familias y la Luz que proviene de Mi Inmaculado Corazón pueda difundirse por el mundo y en la humanidad.
Misioneros de Mi Corazón, ahora su tarea es orar y difundir la Luz que Yo les entregué. Esto permitirá que Mi Corazón pueda intervenir por muchas más almas.
No permitan que sus corazones se confundan con las novedades del mundo. Como Yo ya lo pedí en Fátima, los invito a la oración en este momento del planeta. Todos los seres celestiales estarán reunidos, en este momento cumbre de la humanidad. Por eso, deben persistir en la oración y en la fe.
Recuerden vivir los Sacramentos que una vez Yo les pronuncié, que cada hijo pueda vivir esa comunión de alguna forma. Lo importante, queridos hijos, es la intención del corazón; porque si están en Mi Hijo estarán resguardados de todo.
Él debe encontrar en Su Retorno a todos los rebaños, rebaños que han salido de la oscuridad y rebaños que están en la Luz. Mi Hijo quiere encontrar, a través de Mí, a todos los rebaños redimidos. Por eso, necesito de ustedes, queridos hijos, la persistencia desde el corazón, porque así Mi Corazón Celestial podrá estar presente en ustedes.
Dios necesita su confianza, su fe y su devoción en estos tiempos. Esto permitirá, queridos hijos, que sus corazones estén unidos, no solo a través de la oración del Rosario y de la oración del corazón, sino a través de sus almas, mediante la fraternidad que Yo les he indicado vivir. Por eso, es importante, queridos hijos, que sigan en este camino.
Hoy, Yo solo les digo que Dios quiere lo mejor para cada uno de ustedes. Por eso, es momento de liberar las amarras del pasado y de entrar en el océano de la Misericordia de Mi Hijo, porque así encontrarán la paz que ustedes necesitan, sobre todo la sabiduría para poder discernir.
Hoy, queridos hijos, encuentro en ustedes una inmensa alegría. Sé que muchos corazones tienen ansias de poder verme, pero Me podrán ver a través de la oración. Deben sentir Mi Amor Maternal a través de la oración, esa será la confirmación de Mi Presencia en sus vidas.
Saben, queridos hijos, que los amo profundamente y que quiero amar a muchos más hijos a través de sus corazones. Quiero amar a los hijos que no Me escuchan, a los hijos que se pierden día a día, principalmente quiero amar a todos aquellos que son engañados. Por eso, queridos hijos, la síntesis de sus corazones se debe dar en este momento por todo lo que Yo les entregué a lo largo de este último tiempo.
Hoy, vengo aquí porque Soy su Madre Universal, la Madre del Mundo, la Madre de la humanidad. Por eso, Yo los invito a conocer Mi Faz; primero a entrar en Mi Inmaculado Corazón para conocer los poderes de Mis manifestaciones, que son preciosos Poderes de Dios que el Padre Me entregó cuando fui asunta a los Cielos.
Quiero que guarden en sus corazones una estrella de Mi Corona, porque así recibirán un atributo del Espíritu Santo, don precioso que deben descubrir y meditar desde el corazón.
Llamen por la Presencia del Espíritu Santo, en estos tiempos; el mismo Espíritu que permeó Mi Corazón y el Corazón de Mi Hijo. Ese Sagrado Espíritu estará disponible para todos; pero para que eso suceda, queridos hijos, para que ese Espíritu llegue a sus vidas, deben creer en Él, porque así creerán en el Señor.
Mis pasos de Peregrina siguen caminando por este mundo, intentando alcanzar la salvación de todos los corazones. Por eso, queridos hijos, a través de sus esencias muchas almas también pueden ser tocadas por Mi Luz.
Hoy, los invito a la reconciliación y al perdón, porque de esa manera sus corazones estarán preparados en Mi Hijo y podrán, en la hora definitiva, reconocer la llegada del Gran Pastor.
Todo lo que Mi Corazón ha intentado hacer, a lo largo de los siglos, es conducir a la humanidad a vivir los principios de la Ley del Señor, los que fueron difundidos por los profetas y de los que Nuestros Corazones fueron partícipes.
Hoy, quiero que tengan esto presente en sus vidas. La Nueva Humanidad debe estar en la nueva Ley, la Ley de la Armonía y de la Unidad, donde se acaben los conflictos y las guerras entre los corazones y, sobre todo, queridos hijos, para que por el poder de la Luz de Dios, de la Misericordia de Mi Hijo y de Mi Amor Maternal, puedan ser extirpadas de la humanidad las energías capitales que condicionan su evolución y que detienen los pasos de todos Mis hijos, hijos que deben encontrar la Luz del Señor y vivir en esa Tierra Prometida, tan prometida desde hace tanto tiempo.
Queridos hijos, quiero que encuentren, en Mi camino, la confianza de estar en Dios.
Durante todo este fin de tiempo, Mi Corazón los acompañará desde los Cielos. Por eso, es importante mantener la oración del corazón; reafirmar, todos los días de sus vidas, la unión con Dios, la alianza con Mi Hijo y participar de esa manera, queridos hijos, de la Venida de Mi Hijo, de la Redención y de la Misericordia.
Guarden en sus corazones la presencia del Portal de la Paz, para que siempre en sus vidas puedan ver venir Mi Luz.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Mi Corazón se alegra por encontrar a Mis hijos reverenciándome.
Y hoy, les digo que muchos pequeños hijos Míos se consagran eternamente a Mi Corazón, porque convirtieron definitivamente sus corazones en amor al Creador.
Esta conversión, Mis queridos, unirá perpetuamente sus corazones a Mi Corazón, los fortalecerá y les traerá paz en todos los días de sus vidas, siempre que busquen Mi Inmaculado Corazón.
Queridos hijos, no sientan que Me distancio de sus corazones. Busquen a Mi Corazón y encuéntrenme a través de la oración diaria. Yo estaré aguardando a cada uno de Mis hijos a través del Santo Rosario, para prepararlos así, día a día, para la llegada de Mi Reino.
Queridos hijos, como oí sus corazones, les digo que Mi Reino descenderá a la Tierra y muchos lo encontrarán mientras pisen este suelo. Algunos hijos Míos Me encontrarán en el Cielo y otros verán Mi Reino descender e impregnar a cada criatura.
Queridos hijos, la oración construye esa unión con Mi Reino. Y vengo, cada día, a preparar sus corazones, sus células y sus átomos para que sus cuerpos se transformen y sean como son los cuerpos de Mis ángeles, para que sus seres conozcan el mundo que existe más allá de las estrellas y que Mi Corazón les trae día a día.
Queridos hijos, contemplen cada Misterio del Rosario, descubriendo el secreto que existe detrás de cada uno de ellos, la vida oculta que Mi Hijo y Mi Corazón vivieron sobre la Tierra; para que, de esa forma, hijos Míos, encuentren el camino seguro por donde caminar.
Mi Corazón los aguarda día y noche para instruirlos y guiarlos a través de la oración, del perdón y de la reconciliación con Dios. Elevo hacia el Corazón de Dios al corazón de cada uno de Mis pequeños, que hoy se dispone a esta reconciliación, para que reencuentre al Creador y no pierda jamás la fe en esta Consciencia que está en todo.
Les agradezco, queridos, por reverenciar Mi llamado. Los aguardo en oración.
E invito a todos los peregrinos, que acepten encontrarme en Aurora, a buscarme en los meses de enero y febrero en ese Centro Mariano.
¡Les agradezco!
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Mantengan en sus vidas el Centro Mariano de Figueira. Ahora, su tarea es mantener la llama que Yo he encendido aquí, la llama del amor y de la conversión.
Queridos hijos, quiero agradecerles estas flores, las he visto como la expresión de su amor por Mí. Las bendeciré.
Quiero que sean en este tiempo como las flores, resplandecientes y bellas para el Creador; y esas flores se nutran a través de la oración, principalmente a través de la fraternidad que le traerá luz al mundo.
Los invito a considerar, queridos hijos, ese ejercicio y, antes de Mi despedida, también voy a consagrar a Mis hijos. No solo bendeciré las flores, que representan una unión espiritual con Mi Corazón, también bendeciré a Mis hijos de “Divina Madre” que, silenciosamente, permiten que Mi Obra se cumpla aquí, en América.
Queridos hijos, sin la oferta de estos corazones, sus corazones no hubieran podido alcanzar la redención. Aprendan de los ejemplos de humildad y de simplicidad. En los grandes obreros de Dios se encuentra el Corazón de Mi Hijo, se encuentra el Cristo Obrero, que siempre persiste y camina en la fe.
Los invito, queridos hijos, a apoyar a estos hijos Míos para que puedan seguir difundiendo Mi llamado; porque en la Nueva Humanidad, verán escrito en el universo todos estos eventos y esa será una nueva señal de paz y amor para el mundo, de la misma manera que lo vengo haciendo en Medjugorje.
Mi camino mariano es un único camino, un camino que los quiere llevar hacia Mi Hijo. Por eso, guarden en sus oraciones toda esta Obra Maternal aquí en América, porque los frutos de esta Obra son la colaboración de Mis obreros marianos que permiten, en simplicidad, abrir las puertas de los Cielos.
Canción: “Revelaciones de Aurora”.
Quiero bendecir a sus pequeños corazones y a estas flores, como llamas ardientes de Mi Inmaculado Corazón. Por eso, Mis queridos hijos, reciban las chispas de Luz del Espíritu Santo, para que este Santo Espíritu ilumine sus caminos hasta la eternidad, en donde nos encontraremos en una próxima etapa.
Queridos hijos, les agradezco por responder a Mi llamado.
Que la Luz del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo se guarde en sus corazones para siempre.
¡Gracias, queridos hijos, por cuánto Me dan!
Canción: “Regina della Pace”.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos, Mi Corazón agradece la presencia de cada uno de sus corazones. Contemplo a cada uno de Mis pequeños hijos, a algunos que Me sienten por primera vez.
Queridos hijos, vengo a traerles Mi Paz y a aliviar el Corazón de Mi Hijo Jesús a través de la conversión de sus corazones.
Mis queridos, necesito la oración sincera de cada uno de ustedes, día tras día. Al descender a la Tierra, Mi Corazón aún encuentra mucho sufrimiento, muchas almas que esperan sus oraciones. Mi Corazón Inmaculado necesita de la intervención de cada uno de ustedes.
Queridos hijos, Mi Corazón conoce también el corazón de ustedes y sabe las pruebas que cada uno vive en este momento. Acojo en Mi Corazón los dolores que siente cada uno de ustedes.
Queridos hijos, oferten esos dolores al Corazón de Mi Hijo Jesús. Vacíen sus corazones a través de la humildad, para que Mi Hijo pueda convertir sus corazones en corazones mansos, en corazones fuertes, en corazones pacificadores para este final del tiempo.
Mi Inmaculado Corazón necesita columnas para derramar Mi Paz, soldados de la Luz que lleven Mi Paz a todos.
Necesito, de cada uno de ustedes, la apertura de sus corazones para que Mi Amor pueda llegar a los que no Me sienten ni Me escuchan.
Queridos hijos, necesito que sus corazones puedan vivir la caridad fraterna, la unidad entre todos ustedes, porque es a través de esa unidad que se construirá el camino para el Retorno de Mi Hijo.
La unidad construirá la mansedumbre en el corazón de cada uno de ustedes.
Por eso, hoy les pido que sean humildes y simples, que reciban Mi Amor sin crear barreras entre Mi Corazón y sus corazones.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Los necesito a ustedes para poder consagrar el camino de la Nueva Humanidad.
A través de la Gracia de Dios, queridos hijos, una vez más, desciendo desde el Cielo. Sé que sus intelectos no lo comprenderán, pero sí sus corazones. Esta es una Obra verdaderamente de Dios para el fin de este tiempo.
Cuando llego del Cielo, vengo a compartir Mi Paz con ustedes. La paz se disuelve del corazón de muchos hombres; por eso, Yo estoy aquí. Por la falta de paz, queridos hijos, hay ausencia de amor.
Hoy, les traigo en Mis Manos el Corazón Eucarístico de Mi Hijo, para que siempre recuerden adorarlo y consagrarlo en sus vidas.
Mi Hijo quiere seguir derramando Su Misericordia, pero si las almas no creen en Mi Mensaje, podrá llegar la Justicia.
Hace tanto tiempo que estoy en Medjugorje proclamando Mis Palabras y, por Gracia de Dios, nuevamente Yo estoy aquí entre ustedes. Dios Me ha concedido la Gracia de realizar Apariciones en cada una de las ciudades, llevando un Mensaje renovador a cada uno de Mis hijos.
Cuando permitan abrirse a Mi Inmaculado Corazón, la Gracia de la cura sucederá y sus dolores se disolverán del corazón. Podrán renacer como nuevas familias consagradas a Dios; porque hoy, queridos hijos, Yo los invito a consagrarse como la Sagrada Familia.
En la adoración al Corazón Eucarístico, encontrarán las señales para el nuevo tiempo.
Ustedes saben, Mis hijos, que Yo les hablé del tiempo de los cambios, ese tiempo está llegando a la vida de cada uno de ustedes; porque, para Dios, Sus hijos deben dejar de hacer algunas cosas, perdonando totalmente el pasado y pudiendo nacer a la Luz de Cristo, Mi Hijo.
Recuerden que Yo los invité, hace unos días, también a la Confesión. Esa Confesión debe nacer de su corazón. Cuentan con la ayuda de todos los pastores consagrados a Mi Hijo, porque Mi Hijo está presente en la Confesión.
Queridos hijos, ante tantas maldades en el mundo, Yo los estoy invitando a la oración del corazón y a la confesión del corazón. Es necesario que sus corazones estén cristalinos delante de Dios, para que la Luz del Espíritu Santo pueda llegar a la Tierra.
Ustedes, queridos hijos, deben permitir el ejercicio de esa conversión. Ya no es momento, queridos hijos, de vivir en el tiempo de la normalidad. Es necesario que entren en Mi Corazón para poder alcanzar la paz, la paz que le fue prometida a la Tierra desde hace mucho tiempo, pero Mis hijos deben cambiar y poder caminar hacia la Luz.
Cuentan con cada uno de los Sacramentos que hoy Yo les revelo. Deben vivir, en esos Sacramentos, la renovación de sus consciencias. No es momento de juzgar esos Sacramentos, sino de vivirlos con el corazón.
Los Sacramentos que Mi Hijo les dejó son puertas hacia el Paraíso. Y hoy, en nombre del Corazón de Mi Hijo, los estoy reuniendo a todos para que sepan, hijos Míos, que el Reino de los Cielos es para todos.
Esperaba este momento para decirles que Soy la Madre de la humanidad y que debo llegar a los corazones más confusos, aquellos corazones que se han separado del Amor del Padre. Por eso, hoy estoy aquí, como también en Medjugorje, recorriendo cada punto de esta Tierra para llevarles salvación y Misericordia a Mis hijos.
Queridos hijos, si ustedes verdaderamente lograran vivir en fraternidad, también vivirán verdaderamente el regreso de Mi Hijo y sus corazones estarán preparados para recibirlo y percibirlo.
Lo que más quiero para ustedes, hijos Míos, es su salvación y si sus corazones viven en Mi humildad, reconocerán todo por lo que le deben pedir perdón a Dios. La Gracia de la conversión está disponible para todos; llamo conversión, redención, a la posibilidad de poder renacer dentro del Corazón de Mi Hijo.
Ahora, queridos hijos, ¿entienden la importancia de la oración y de los Sacramentos? El ministerio sacerdotal que dejó Mi Hijo es para toda la humanidad, humanidad que en este tiempo se debe preparar cada vez más para encontrar la Luz en todas las situaciones de la vida y sobre todo, Mis queridos hijos, estar dentro del Amor de Dios.
Hoy, bendigo especialmente a esta ciudad de Camboriú y las cuentas de Mi Rosario se difunden por toda esta región para que se puedan abrir las flores del nuevo tiempo, manifestarse la nueva Luz en el corazón de Mis hijos, la misma Luz que Yo vivo en la eternidad y de la que quiero que todos Mis hijos puedan participar, mientras estén aquí en la Tierra.
Reverencien a Dios a través del amor de sus corazones, porque en este tiempo definitivo, queridos hijos, Él los está observando paso a paso y Me envía como Mediadora para poder enseñarles y ayudarlos. Cuentan con la Luz de Mi Corazón Maternal.
Bajo la Paz y la Luz del Espíritu Santo, queridos hijos, los bendigo en esta noche.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Gracias por responder a Mi llamado y por renacer nuevamente a la vida.
Madre María Shimani de Montserrat:
Vamos a enviarle todo nuestro amor y nuestra gratitud a nuestra Madre.
Canción: “Ave María” (instrumental).
Tal como nuestra Madre nos pidió, hace algunas Apariciones atrás, vamos a hacer una reflexión sobre lo sucedido hoy.
Hoy, la Madre, en el Mensaje diario, hizo un llamado a la unidad de los grupos de oración en esta región y Ella hizo mucho énfasis en disolver aquellas situaciones que no permiten esa integración y esa unidad; nos llamó seriamente a la fraternidad y también nos dio una gran lección sobre el proceso del ayuno.
Entonces, tenemos que tener estas pautas claras en nuestro ser, porque es un pedido directo de Ella.
Cada vez que nosotros no podamos cumplir, tenemos que saber que es a Ella a la que le tenemos que responder. Lo importante es que hagamos, por lo menos, un pequeño esfuerzo y que ese esfuerzo sea sincero.
Necesitamos poder vivir esa fraternidad que es tan importante en este tiempo y ser fraternos significa aceptar al otro como es.
Durante la oración, los ejércitos angélicos hicieron una gran tarea en Camboriú y la Madre nos reveló que esa tarea no había terminado aún. Por eso, Ella nos preguntó si nosotros queremos seguir colaborando con esa tarea que necesita seguir haciendo en esta ciudad.
Nosotros le dijimos que sí, y Ella nos indicó que mañana a las 20 horas volverá a aparecer para proseguir realizando esa tarea que Ella necesita hacer.
Y como ha hecho en las últimas Apariciones, en los diferentes países, Ella pide ingresar a la casa de un colaborador, de un orante, que les ofrezca su casa a todos los que quieran participar. Por lo tanto, si aparece ese lugar, lo vamos a publicar en el sitio web esta noche.
Esas tareas que realiza la Madre con las huestes de Luz, con los ángeles, probablemente solo las podamos comprender cuando estemos allá, con Ella.
Otra de las cosas importantes es que Ella nos llamó a participar de los Sacramentos Sagrados y una de las cosas que nos ha querido transmitir, en este último tiempo, es que confiemos en los pastores de Cristo, porque Él está allí.
Cuando nosotros nos abrimos a la Confesión, primero hacemos un trabajo con nosotros mismos de una profunda humildad, algo que nos viene bien a todos; y después, con esa actitud reparamos el Corazón de Nuestro Señor. Son acciones que debemos hacer por amor a Él. Tenemos que aprender a tener actitudes que reparen Su Corazón y hacerlo solamente por amor a Él.
Es así que les dejamos estas reflexiones en este día.
Ella también nos habló de adorar al Corazón Eucarístico de Jesús. Es algo que nosotros necesitamos poner en práctica, necesitamos realizar, porque son dádivas que Nuestro Señor les dejó a todos.
Tenemos que aprender a adorar al Corazón Eucarístico de Jesús, porque la Madre nos dio las llaves de que en esos ejercicios está nuestra salvación. Aquel que nunca adoró al Corazón Eucarístico de Jesús, lo invitamos a realizarlo, a colocarse frente a la Custodia, en silencio, y entregarle el corazón a Nuestro Señor.
Mañana vamos a estar nuevamente profundizando en esa tarea que nuestra Madre quiere realizar en esta ciudad. Y pasado mañana, vamos a tener nuestro encuentro en Florianópolis, a la misma hora de hoy.
Lo importante en esta tarea es que nuestra Madre nos sorprende todos los días con algo nuevo, y cada vez que nos queremos ir de algún lugar, Ella nos pide que nos quedemos, y eso nos trae mucha alegría porque sabemos que muchas almas se activan y se unen a Su Corazón.
Entonces, nos vemos mañana.
Muchas gracias a todos por haber participado y esperamos que el Amor de nuestra Madre haya llegado a sus corazones.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más