Viernes, 13 de octubre de 2017

Apariciones
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN EL CENTRO MARIANO DEL ESPÍRITU SANTO, CÓRDOBA, ARGENTINA, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Mis muy queridos hijos, después de cien años de haber estado en Fátima, hoy estoy aquí entre ustedes, con esta humanidad, por este planeta amado que forma parte desde el principio de un proyecto tan apreciado por Dios, que debe concretarse en este fin de los tiempos.

Hoy vengo aquí, queridos hijos, con un Mensaje especial que nace de Mi Inmaculado Corazón, a anunciarlo a todas las almas de la Tierra, especialmente a aquellas que son las predilectas de Su Madre Celestial.

Hoy no estoy sola aquí, queridos hijos, sino también con la Presencia del Padre y del Hijo; y esta Sagrada Trinidad, que se establece hoy en este Centro Mariano, beneficia a muchas almas en el mundo, resuelve muchas situaciones planetarias, disuelve muchas maldades que estaban a punto de suceder. 

Con el amor que proviene de Mis hijos del mundo, con el amor que proviene de sus corazones, Yo puedo transformar esta humanidad y este planeta en el modelo espiritual y físico que Dios espera. Solo basta, queridos hijos, que sigan las indicaciones de su Madre Celeste para que Mi Inmaculado Corazón no solo siga triunfando en sus vidas, sino también en todo este planeta. 

El Mensaje que hoy quiero traerles y aproximarles es sobre los importantes acontecimientos sucedidos ayer en el Santuario de Aparecida y hoy en el Santuario de Fátima en Portugal, momentos en los que las almas más apreciadas por Mi Inmaculado Corazón fueron al encuentro de su Madre Celeste, no solo para implorarle y suplicarle por cura, sino también para rezar junto a Ella para impedir, como hace cien años atrás, nuevos acontecimientos en este planeta. 

Quiero decirles que, queridos hijos, con los dos encuentros realizados, tanto en Brasil como en Portugal, muchas situaciones que, tal vez hoy sus mentes no puedan comprender, fueron detenidas.

Por eso, hoy, los invito a que coloquen Mis Palabras en sus corazones, porque será el lugar en donde verdaderamente ellas se perpetuarán y harán crecer en ustedes las sagradas virtudes de la Divina Familia de Nazaret. 

Con los encuentros sucedidos en estos dos días no solo la Argentina fue ayudada, sino también el mundo entero, pero especialmente los lugares del mundo en donde se realizan pruebas nucleares y atómicas que están a punto de activarse en la humanidad.

Pero eso fue detenido en el pensamiento de aquellos que lo idealizan, como también en aquellas consciencias que lo llevan adelante. 

La humanidad no tiene el control en sus manos ni en sus acciones. El propio poder lo tiene Nuestro Creador, aunque la humanidad desconoce completamente.

Vean cuán simple, queridos hijos, puede ser el acto de amor que puede nacer de sus corazones para con el Padre Celestial y todo lo que Él debe realizar en este planeta y con esta humanidad. 

También las almas de Asia fueron ayudadas, especialmente aquellas que enfrentan la aniquilación y la tortura; y en verdad les digo, queridos hijos, que esos acontecimientos también hacen padecer a Mi Inmaculado Corazón. 

Pero Yo recojo la fuerza para seguir viniendo al mundo por medio de sus oraciones y de sus presencias. Eso es lo que Me motiva a seguir viniendo al mundo porque sé que, en este planeta, a pesar de encontrarse almas imperfectas, existen corazones verdaderos que quieren trabajar por el bien y por la paz.

Yo quiero, queridos hijos, que en esta tarde, en la que su Madre Celeste une este Centro Mariano con el Centro Mariano de Fátima en Portugal, puedan comprender ampliamente cuán importante son los encuentros, los llamados y las convocatorias que realizan Nuestros Sagrados Corazones en estos tiempos críticos por medio de las Peregrinaciones por la Paz, que tienen el fin y el motivo primordial de evitar en el mundo muchos más desórdenes de los que ya existen, muchas más revoluciones de las que se llevan adelante y evitar principalmente que continúe la masacre humana en esta humanidad. 

Deseo que sientan en sus corazones el verdadero llamado de Mi Corazón maternal, así como lo han sentido desde la última Maratón de la Divina Misericordia hasta los días de hoy; cuidando, acompañando y realizando cada detalle para poder honrar a Dios Nuestro Creador que aún sigue siendo muy ofendido y que hoy es reparado por las oraciones de sus corazones, por las súplicas de sus almas y por las verdaderas intenciones de sus espíritus.

Seguir los pasos de la Madre Celestial significa en estos tiempos, queridos hijos, tomar nuevas decisiones en sus vidas y vivir grandes cambios, cambios que nunca antes vivieron en esta vida, por el motivo principal de ayudar a la evolución de este planeta y a la supervivencia de esta humanidad.

Quisiera, queridos hijos, que desde sus corazones naciera un voto de compromiso Conmigo, todos los días, para que Yo pueda realizar a través de ustedes los miles de prodigios y de milagros que aún espero realizar en sus consciencias y en toda la consciencia planetaria.

Por medio de estas peregrinaciones por la paz, los Mensajeros Divinos, de una manera incansable e incondicional, vienen a construir sobre la superficie de este planeta las bases que serán utilizadas en el futuro para la Nueva Humanidad.

Sabemos, queridos hijos, que su humanidad de superficie se encuentra en una gran y definitiva transición. Yo les pido, queridos hijos, que no teman a lo que Nuestros Corazones han anunciado, sino que vivan Nuestro Mensaje, día a día, para que los acontecimientos futuros sean desviados, disipados y transformados por la luz que puede nacer de sus corazones. 

Ya no puedo ver más a las almas sufriendo en el mundo y cómo las consciencias de esta humanidad se deciden, día a día, a dar otros pasos que los apartan de Dios y especialmente del universo de Su Amor.

Por eso, los invito, en esta tarde, a renovar sus votos para que puedan ser más misericordiosos y llevar al mundo esta Misericordia tan necesaria para poder cicatrizar muchos corazones y vidas, y traer la paz que tanto necesita el mundo en estos tiempos. 

Quisiera, queridos hijos, que estos prodigios, estos milagros de amor que podemos realizar juntos por medio de estos encuentros de oración que ayudan ampliamente al planeta evitando grandes catástrofes, se puedan repetir.

Que estos encuentros se puedan renovar, que los puedan impulsar a vivir su transformación interior y encontrar, en estos tiempos, el camino de retorno hacia Cristo. 

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Es de esta forma que les revelo que Mi misión en este mundo, junto a cada uno de ustedes, es mucho más amplia, profunda e infinita que lo que sus corazones imaginan y saben.

Hoy, hijos Míos, vengo a este lugar para ampliar su comprensión, no solo en relación a estos tiempos, sino también en relación a la misión que cada uno de ustedes tiene Conmigo.

Yo los llamé hasta aquí no solo para curar sus vidas, sus almas y sus espíritus; los llamé, sobre todo, hijos Míos, para que unidos a Mí podamos curar las llagas de este planeta, curar sus heridas que se extienden más allá de los Reinos de la Naturaleza, que se extienden más allá de la consciencia del planeta, más allá de la consciencia humana y llegan al Corazón de Dios, herido día a día por los ultrajes que cometen Sus hijos por inconsciencia, por ignorancia y por falta de amor.

Hoy los llamo a la reparación del Corazón de Dios y de la vida humana, de la consciencia de los Reinos de la Naturaleza y del espíritu de este planeta que incansablemente los sustenta, aunque no lo vean, no lo conozcan, no sepan de su misión y de su perseverancia.

Hoy, hijos, vengo a compartir, con el corazón de cada uno de ustedes, el dolor que siento por este mundo, no solo para que sufran, para que sientan este dolor en sus corazones, sino para que despierten sus consciencias para conocer la necesidad planetaria, que está más allá de sus hogares y del pesar que pueden vivir sus corazones.

Hay tanto en este mundo por reparar, por curar y por redimir que preciso, hijos Míos, que escuchen Mi llamado y que solo oren Conmigo por la redención de esta humanidad.

Delante de todo lo que acontece en este mundo, es tan poco lo que les pido, que oren por la paz, que oren no solo por ustedes mismos, sino por toda la humanidad y que también sirvan, que den ejemplo y testimonio de la conversión que Dios realiza en sus vidas todos los días. 

Quiero, hijos Míos, extender Mi Reino de Paz más allá de Fátima.

(Se interrumpe la transmisión por corte de energía)

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

No se preocupen, queridos hijos, pues Mi Presencia divina y universal es potente y transformadora, y todo lo que Yo puedo tocar se libera.

Está todo bajo el orden universal. Está todo en Mi Paz inamovible e intransferible. 

Sigan escuchando Mi Mensaje.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Lo que les quiero decir es importante para la confirmación de sus espíritus en un camino único, que no solamente los lleva a la paz, sino que construye el triunfo de Mi Inmaculado Corazón en este planeta.

Por eso, así como en este momento les pido que tengan una paz inmutable y que, Conmigo, ella sea invencible, independientemente de las interferencias o del caos que pueda haber en este planeta; quiero construir dentro de ustedes, hijos Míos, verdaderos discípulos de la paz y compañeros de Cristo, para que Mi Reino se extienda por este mundo más allá de los lugares sagrados que fundé y que, a través de cada uno de ustedes, Mi Paz llegue a los cuatro puntos de esta Tierra.

De esta forma, hijos, les vengo a revelar en este día la importancia de que se confirmen en Mi Plan, que en verdad es el Plan de Dios, un Plan único para la redención de este planeta, para la renovación de este universo, así como de toda la Creación.

Quiero conducirlos por cosas simples, acciones simples y transformaciones verdaderas para que este Plan se cumpla.

Por eso les pido que, en el día de hoy, abandonen a Mis Pies toda voluntad y ambición humana que no construye lo que espero construir dentro de ustedes. Que, como guerreros de este tiempo, coloquen sus espadas al servicio de Dios para que ellas no batallen por otro motivo, sino por el establecimiento de la paz. Y que, en Fátima como en Lourdes, como en Aparecida o en Aurora, Mi ejército sea uno solo, invencible, porque actúa junto con Dios por la reparación de Su Corazón y por la transformación de este planeta.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

En esta tarde de Gracia, también vengo a bendecir a los que se consagrarán como nuevos hijos de Mi Corazón.

Por eso ahora, queridos hijos, tomarán el agua de esta fuente, bendecida por el Espíritu Santo, para que sea esparcida sobre los que se consagrarán por un sacerdote, como símbolo de consagración y de renovación, cerrando las puertas del pasado y abriendo las puertas, las nuevas puertas, hacia el Reino Celestial.

Que esta consagración signifique vivir el compromiso con Dios de una manera perpetua y eterna, a fin de que todos los que rodean sus vidas y caminos puedan recibir también la Gracia de consagrarse algún día a Mi Materno e Inmaculado Corazón.

Quiero ver en este lugar, y a través de este nuevo ejército que hoy se consagra, a verdaderos guerreros de la paz que den a conocer, en Argentina, la importancia de este Centro Mariano y la tarea espiritual que él realiza, tan simplemente cuando las almas colocan sus pies en este lugar, porque eso ayudará a que más almas, en esta Argentina, vuelvan a recuperar la luz del amor y vivan principalmente el camino hacia su redención.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Vamos a recoger el agua. Hermana Amerisa, si puede ser usted, por favor.

Vamos a prepararnos en este momento y ante la Presencia de María Santísima para esta consagración de los nuevos Hijos de María que representarán a Argentina y al futuro que esta nación debe vivir como parte de una Nueva Humanidad.

Que así sea.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Señor amado y todopoderoso, ayer Tú te dignaste, por medio de Tu Sierva fiel, a bendecir a esta pequeña y humilde fuente para que surjan de aquí los Nuevos Cristos. 

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Vamos a pedir que los nuevos Hijos de María que se consagrarán se pongan de pie, coloquen sus manos en señal de recepción y nos preparemos para esta consagración.

Entonaremos el himno de su consagración.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Cuando un alma se consagra a Dios puede espejar en la superficie los Atributos Divinos del Creador.

El Pensamiento Divino se realiza por medio de las almas que se consagran, para volver a reencontrar en cada momento el amor del universo y de toda la Creación.

Me voy de aquí, queridos hijos, con la alegría de haber cumplido por medio de ustedes con este importante llamado.

Los invito y los llamo a que acompañen a Nuestros Sagrados Corazones hasta el fin de esta peregrinación, por la cual muchas cosas más serán evitadas. 

Que así sea.

Yo los bendigo, bajo la autoridad que Mi amado Hijo Me concedió y bajo la autoridad del Supremo Padre Celestial.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

¡Hasta pronto!