Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DURANTE LA 117.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Ayer, les envié al Ángel Celador del Cuerpo Eucarístico de Jesús, al que mañana todos tendrán la Gracia de poder conocer.

Este ángel ha cumplido lo que Yo le He pedido y aunque la dimensión de sus consciencias lo desconozca, sigan respondiendo internamente a lo que este ángel les ha pedido en Mi Nombre.

Los ofrecimientos Me han llegado y el Relicario de Mi Corazón hoy los recibe. Esto es algo inconmensurable para Mí, no puede ser medido por la mente ni por el pensamiento, porque la presencia angélica es servicial y eterna.

Por eso, les He pedido a todos los Mensajeros de Dios, a las huestes de Luz que sirven al Padre Eterno, que vuelvan a presentarse en este mundo, dada la urgencia de estos tiempos; ya que los ángeles de la guarda, de millones de almas en el mundo, no están recibiendo la respuesta que necesitan para poder presentarla al Dios Creador.

Por eso, su Maestro y Señor vuelve a repetir el mismo hecho, así como lo hizo con los apóstoles del pasado.

De muy pocos vendrá la gran oferta y de esa oferta se beneficiará el mundo entero, por la fidelidad y la lealtad de los Hijos de Dios que responden a los comandos de los ángeles, que responden al llamado de los arcángeles.

Lys-Fátima tiene este escenario y este preámbulo. Desde el año 1917, gran parte del Universo Angélico Ultraterrestre tocó este lugar y lo sigue haciendo para todo el planeta.

Por eso, todos los ángeles, devas y elementales de los lugares más recónditos e impenetrables del planeta, en este tiempo final, en este tiempo de Armagedón, en este principio del Apocalipsis, estarán respondiendo a Mi llamado y llevando adelante Mi Petición, la Sagrada Petición del Hijo de Dios; para que, a través de la consciencia angélica y arcangélica, la mayor parte de la humanidad pueda salvarse, antes de que todo suceda físicamente.

Porque las almas son preciosas para Dios, son un tesoro inimaginable para este planeta, porque este Proyecto de la humanidad es parte fiel de la primera y sublime Voluntad Divina; cuando Dios, desde Su Fuente Creadora y a través de ella, decidió en el principio que existiera esta civilización en la superficie de la Tierra para responder a Su Voluntad.

Hoy, en estos tiempos críticos, la humanidad en su gran parte no responde al Llamado de Dios y la inquietud y la depresión abrazan a muchas almas del mundo por no dar respuesta al Llamado de los Cielos; por eso, es que, en la interna aflicción de Mi Corazón y por el sufrimiento de Mis Hijos, volveré a enviar a los ángeles a la Tierra para que, desde las esferas superiores, en unión a los grandes elementales y devas del planeta, los grandes guardianes de los Reinos Menores, intercedan e intervengan por esta actual humanidad; ya que el velo del campo espiritual se sigue rasgando ampliamente y cientos de fuerzas retrógradas ingresan al planeta a una velocidad inimaginable, trayendo conflictos, discordias, venganzas, enfermedades y guerras.

Pero no se olviden de Mi promesa, aquella que pronuncié en lo alto del Monte de los Olivos, momentos antes de Mi Ascensión a los Cielos. Yo vengo a cumplir esta promesa de forma gradual para la humanidad; porque Yo sé, más que nadie, que, desde los cuatro puntos cardinales del planeta, muchas almas, familias y pueblos gritan por ayuda, porque ya no soportan la impunidad.

Por eso, confíen en lo que estoy haciendo, aunque no lo sepan. Cuando vean la luna pintada de color sangre y las nubes sean más grises que lo normal, será la hora en que Yo estaré retornando.

Yo Me volveré a presentar, así como Me presenté a Mis apóstoles, días después de Mi Resurrección. Pero será necesario en ese momento, y hasta diría que será una urgencia especial, que la gran consciencia angélica y ultraterrestre prepare Mi llegada al mundo en lo más profundo de la consciencia de la humanidad; porque el Señor del Universo y de la Tierra no será clavado de nuevo en la Cruz.

Querrán ponerme preso, entre rejas, pero no podrán. Yo demostraré el Poder que el Padre Me Ha dado desde Mi Nacimiento, no con autoridad, sino con suma obediencia a Dios; porque, así como reapareceré en el mundo y en varios lugares de la Tierra, así también desapareceré si es necesario, ante aquellos que quieran perseguirme o maldecirme.

Pero Mi Verbo, cuando se vuelva a pronunciar sobre esta superficie, detendrá este tiempo ilusorio que muchos viven; y Mi Palabra, que es la Palabra de Dios, hará descender el Real Tiempo del universo al mundo y el velo se correrá definitivamente de muchas consciencias.

En esa hora, todos los que no hayan creído en Mi Mensaje, el Mensaje de estos últimos tiempos, se arrepentirán y golpearán su pecho con su propia mano. Por eso, la importancia de la ayuda de los ángeles.

Es tiempo de que se abran a conocer al Universo Angélico, porque la propia inocente presencia de los ángeles, de los devas o de los elementales de los Reinos Menores hace elevar la consciencia humana para redescubrir la Fuente del Amor de Dios.

Los ángeles retornarán en este tiempo con una misión especial. Por eso, ellos en este momento están rodeando al Señor e impregnando los espacios de Luz y de Redención, a través de los códigos del Arca de la Santa Alianza, de los que ellos se sirven porque Yo se los He permitido.

Por eso, a todos aquellos que en este tiempo están decidiéndose a renunciar a sí mismos, a cargar con su propia cruz y a seguirme, que no se detengan y lo sigan haciendo, porque les prometo que llegará el gran día de la liberación.

Para eso, están sus fieles amigos, los santos ángeles, que muchos ignoran y algunos hasta desprecian por no conocer el fiel testimonio de la donación de los ángeles de Dios. Muchas situaciones no sucederían en esta humanidad, si la humanidad permitiera la intervención de los ángeles y de los arcángeles.

Es así que hoy, los siete principales Coros del Padre Eterno acompañan a su Maestro y Señor. Cada uno de esos Coros es responsable de una dimensión y de un plano de consciencia.

Ellos son los ángeles celadores de las Reliquias de Dios; entre ellos, el Ángel Regente y Celador del Cuerpo Eucarístico de Cristo, encargado de recoger de todos los Sagrarios de la Tierra las ofrendas de los adoradores de Dios, de los amigos de Cristo Jesús, a través de la veneración, de la devoción y de la reverencia al Santísimo Sacramento del Altar.

Por eso ayer, el Ángel Custodio del Cuerpo Eucarístico de Jesús les enseñó una simple oración, complementaria de la oración del Ángel de la Paz; una oración que les permitirá y les concederá, a todas las almas que la recen, que el ofrecimiento sea aceptado por el Padre Eterno en cada momento de comunión, de oración y de adoración al Corazón Sagrado del Hijo de Dios.

Hoy, vengo con este Mensaje preparatorio a decirles que, dada la importancia de este momento para el Universo Angélico y Ultraterrestre, mañana Yo retornaré junto con el Ángel Celador de Mi Cuerpo Eucarístico para que, a través del Santísimo del Altar, de la Santa Custodia del Hijo de Dios, Conmigo y con el Ángel Celador de Mi Cuerpo Eucarístico, adoren a Mi Sagrado Corazón presente en la Eucaristía, para que la oferta de cada uno de ustedes sea elevada a los Tronos de Dios, para que el mal en el mundo sea aplacado y se disipe el traidor espíritu de la venganza, de la impunidad y de la guerra.

Oremos:


Santos Ángeles de Dios,
fieles guardianes de las Reliquias Divinas,
irradien la Luz y la Paz al mundo.
(tres veces)

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Oremos ahora, todos juntos, en una sola voz y en un solo corazón, unidos al Corazón del Gran Maestro:


Santos Ángeles de Dios,
fieles guardianes de las Reliquias Divinas,
irradien la Luz y la Paz al mundo.
Amén.
(seis veces)
 

Les agradezco por estar Conmigo hoy.

En unión a todos los Ángeles de Dios, a todos los Coros Celestiales, para honrar esta invisible y poderosa presencia angelical y para que los ángeles de la Creación puedan intervenir en el mundo, vamos a honrar a Aquel que los creó, a Aquel que los manifestó y a Aquel que determinó que existieran los mundos, los soles, las estrellas y las almas.

Honremos, junto a las huestes de Luz, al Padre Madre Creador, Adonai.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Vamos a cantar el “Kodoish” melódico, recordando al Santo Señor de las Huestes.

Canción: “Kodoish” melódico.

Te damos gracias, Señor, por cuánto nos das.

En este encuentro, Te honramos, Señor.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE EL SAGRADO LLAMADO, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Inspiramos.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén (en latín).
Saludamos al Rey del Universo.

Ardientemente deseaba que llegara este día porque el triunfo y la victoria de Mi Corazón están próximos y nada lo impedirá.

Felices los que confían en Mi Palabra. Dichosos los que la siguen. Bienaventurados los que la cumplen, porque Cielo y Tierra pasarán pero Mi Palabra quedará en la memoria de Mis elegidos.

Este es el tiempo de darlo todo por Mí. Es como dije en el pasado: los quiero fríos o calientes. Lejos de Mí los tibios de corazón porque en los tibios no se construye Mi Obra.

En los tibios Mi Obra no evoluciona. Es en los guerreros que construyo Mi Verdad y es en ellos en los que dejo Mi Mensaje, en quienes Mi Llama se expresa, en los que Mi Amor penetra y transforma todo lo corrupto. Por eso, deseé que este día llegara y que estuvieran exhaustos y cansados para poder representar y vivir lo que Yo viví por ustedes en el momento culminante de Mi Agonía, en la que la soledad abundaba y la fortaleza, a pesar de la oscuridad, estaba en Dios.

Sé que no es fácil vivir lo que Yo les pido, por eso respeto cada uno de sus tiempos. Pero me corresponde, como su Maestro y Señor observarlos y contemplarlos para que aprendan a seguir Mi Camino, para que no pierdan de vista Mi Propósito, que va más allá de lo material y de lo espiritual. Propósito del cual todos ustedes forman parte. Propósito en el que todos fueron congregados para cumplirlo y para vivirlo en estos tiempos por una meta mayor y ampliamente desconocida.

Lo que Yo necesito de ustedes es algo más que material y podría decir, algo más que espiritual. Necesito que profundicen en esta existencia que está dentro de ustedes para que el mundo, día a día, siga aprendiendo a salir de la mediocridad, de la indiferencia, y de todo lo que omite la Verdad de Mi Corazón. Esa omisión que viene de los hombres por estar ciegos en la ilusión y por no haber escuchado, ni siquiera una vez, todo lo que Yo dije en los últimos tiempos.

Aún espero la redención de estos hombres y la colaboración de las almas que más allá de sus posibilidades, de su sacrificio o de su entrega estén dispuestos a sufrir por Mí.

Pero Yo no les traigo el sufrimiento de la Cruz, ni la más pequeña de las células de su cuerpo lo soportaría. Porque lo que Yo viví por ustedes fue muy grande y aún no fue relatado en ningún libro sagrado. Llegará ese tiempo en el que diré toda la verdad.

Deseaba que, en esta noche, los abiertos de corazón fueran preparados para el próximo encuentro Conmigo, que será una Sagrada Semana determinante, en la que muchas definiciones se darán, pasos se concretarán y muchos determinarán lo que harán de sus vidas a partir de esos impulsos de luz que vendrán de Mi Corazón.

Todo lo que hoy les digo, compañeros, es para animarlos a seguir adelante, es para animarlos a arder en el amor por Mí, en un amor que es capaz de hacer cualquier cosa, bajo cualquier circunstancia o situación, en un amor que vive en el silencio la aspiración de encontrarme día a día, y de algún día ver Mi Sagrada Faz.

Si hoy ese amor no los compenetra por lo que viven o por aquello que están aprendiendo o sufriendo, ¿qué están haciendo aquí?

Necesito de una verdad real y sincera, necesito que sus corazones se rasguen por Mí y que sus almas se entreguen por Mí, día a día.

Mi Cruz tuvo un peso incalculable, un valor aún no valorado, una entrega aún no conocida. Que sea Mi Cruz su aliento, su fortaleza y su aspiración. Y cuando sientan el peso de su cruz, sientan que estarán en Mi Verdad, y Mi Espíritu soplará en ustedes y los inspiraré en la Sagrada Palabra, les daré la respuesta y alcanzarán la meta.

No todos están preparados para vivir lo que Yo necesito. Pero si lo pido, compañeros, es porque es posible y solo algo dentro de ustedes lo podría impedir. Pero quien se entrega a Mis Pies se entrega a Dios, a Su Voluntad y a Su Propósito. Y esa entrega no tiene precio, no tiene medida ni tampoco condición porque es una entrega que dona el corazón de cada ser que se aferra a Cristo.

Hoy es un día especial, pero también decisivo porque todas las almas que escuchan Mi llamado, después de estos últimos tiempos, es la primera vez que están ante dos caminos para poder escoger y esa respuesta surgirá desde adentro de ustedes.

Por eso los contemplo. Por eso rezo. Por eso adoro a Mi Padre celestial para que Su profunda e infinita Sabiduría esté en ustedes, en su interior y en sus esencias al momento de decidir, de confirmarse o de definir otro camino.

En este momento, ante su decisión espiritual y universal, Yo no puedo intervenir. Mi Padre y Mi Madre los hizo libres de espíritu, de acción y de palabra.

Como antes de entregarme a la Cruz, de ser martirizado y humillado por los que fueron curados y sanados por Mí antes de que Mi Sangre fuera derramada, y aunque hasta los tiempos de hoy no es reconocida, fue en ese tiempo y en esa hora en los que también los apóstoles vivieron su gran definición para su próxima etapa.

Mis discípulos deben cruzar ese umbral y aprender a atravesarlo, así como Yo lo atravesé por ustedes cuando el Padre me presentó el Cáliz y Yo le dije: “Hágase Tu Voluntad”.

Este es el Cáliz que hoy Yo les estoy ofreciendo. Más allá de sus posibilidades, de sus limitaciones o de sus pruebas.

Este es el Cáliz que testimonió por ustedes el Amor derramado en cada gota de Sangre, como en el Agua preciosa que brotó de Mi Costado.

Este es el Cáliz que testimonió el descenso de la Misericordia, de la piedad, de la compasión y de la redención en la humanidad.

Este es el Cáliz que Yo les ofrezco para que el mundo no se destruya, para que los continentes no sufran, para que las guerras acaben, y para que los enemigos y los anticristos sean derrotados por Mi Luz, la Luz que proviene del Amor de Mi Corazón.

Les advierto y los llamo a la conscientización. Todo lo que Me ofrecen de verdad Yo lo reconozco, por más simple y pequeño que parezca, por más silencioso que sea, aunque sea entre ustedes y Yo y nadie más; todo es reconocido, contemplado y aceptado por Mi Corazón.

Es allí, en esta pequeña oferta, en la que encontrarán fuerza, ímpetu y determinación. Es allí, en lo pequeño y en lo simple, pero verdadero que encontrarán la llave del amor que transformará su ser y toda su consciencia en lo que aún tanto espero, según Mis Proyectos.

Guarden estas Palabras como algo que no se repetirá jamás. El Señor del Universo también tiene su tiempo para decir las cosas porque eso los prepara y los desvía del peligro, de la perdición, del engaño que pueda propagar Mi adversario.

Pero, Yo pisaré su cabeza y colocaré Mi Espada. Transfiguraré su esencia y todas las esencias del mal. Y Mi Reino Celestial descenderá en los cuatro puntos de la Tierra, la gran Estrella Madre llegará y los Maestros descenderán para regenerar y curar a la Tierra, y así surgirá la Nueva Humanidad.

Ofrezcan este momento de decisión a los Altares de Dios. Él está atento a la voz de sus súplicas, así como Él estuvo atento en Fátima por medio del corazón de Mi Madre Celestial. Estamos en un momento semejante a ese, más allá de su materia o de sus cuerpos, de su mente o de su intelecto, más allá del espíritu, del alma o de la esencia.

Ofrezcan a Dios este momento de decisión. Esto permitirá que Mi Obra se expanda en el mundo y siga triunfando Mi Amor por encima de la adversidad en los corazones que se congregan para vivir Mi Hermandad.

Nos ponemos de pie.

"Señor del Universo, Padre-Madre Creador participa de la Comunión con Tus hijos en este sagrado momento de definición en donde Tus Puertas se abren y las almas claman por Tu Amor. Enciende en ellas Tu Confianza, el don de Tu Sabiduría, la infinita Compasión de Tu Corazón, para que todos los Cristos del Nuevo Tiempo despierten y participen de la victoria de Mi Reino en la humanidad. Amén".

Incienso.

Invocaremos ahora al Padre Celestial, a Su Nombre Sagrado Adonai, para que Su Sabiduría descienda al planeta y a todos los que participan de la Comunión con Su Espíritu.

Canción: Adonai.

Inspiramos.

Padre, convierte este elemento en Mi Cuerpo para que las almas se alimenten de la esencia de Tu Espíritu y del Universo, de Tu Verdad.

En aquel tiempo elevé el pan para que el Padre lo bendijera y Él entregándome Su Gracia, Yo se lo entregué a los apóstoles diciéndoles: “Tomen y coman todos de él, porque este es Mi Cuerpo que será entregado por ustedes para el perdón de los pecados”.

Padre, convierte este elemento en Mi Divina Sangre, para que las almas beban de la esencia de la redención por medio del Poder infinito del Amor.

En aquel tiempo también elevé el Cáliz; el Padre lo bendijo y Me entregó Su Misericordia para que fuera derramada en toda la Tierra por medio de Mi Sangre hasta lo más alto de la Cruz.

En aquel tiempo se lo entregué a los apóstoles diciéndoles: “Tomen y beban todos de él, porque esta es Mi Sangre de la Nueva Alianza, que será derramada por todos los hombres para el perdón de los pecados”.

Este es el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Bienaventurados los misericordiosos porque vivirán en la Misericordia de Dios. Amén.

Oración: Padre Nuestro (en portugués).

Quien viva en Mi Palabra, vive en Mi Amor. Yo les enseñé a amarse, los unos a los otros, más allá de los defectos o de las diferencias. Que este Amor se difunda en el mundo, el Amor Crístico de Mi Corazón, en todos los pacificadores, en todos los misioneros y colaboradores de la Obra de Dios.

Que la Paz de Dios esté en sus corazones y que Él siempre los haga partícipes de Su Paz.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

En fraternidad y amor, agradecimiento y júbilo, se darán el saludo de la paz.

¡Les agradezco!

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN EL CENTRO MARIANO DEL ESPÍRITU SANTO, CÓRDOBA, ARGENTINA, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Mis muy queridos hijos, después de cien años de haber estado en Fátima, hoy estoy aquí entre ustedes, con esta humanidad, por este planeta amado que forma parte desde el principio de un proyecto tan apreciado por Dios, que debe concretarse en este fin de los tiempos.

Hoy vengo aquí, queridos hijos, con un Mensaje especial que nace de Mi Inmaculado Corazón, a anunciarlo a todas las almas de la Tierra, especialmente a aquellas que son las predilectas de Su Madre Celestial.

Hoy no estoy sola aquí, queridos hijos, sino también con la Presencia del Padre y del Hijo; y esta Sagrada Trinidad, que se establece hoy en este Centro Mariano, beneficia a muchas almas en el mundo, resuelve muchas situaciones planetarias, disuelve muchas maldades que estaban a punto de suceder. 

Con el amor que proviene de Mis hijos del mundo, con el amor que proviene de sus corazones, Yo puedo transformar esta humanidad y este planeta en el modelo espiritual y físico que Dios espera. Solo basta, queridos hijos, que sigan las indicaciones de su Madre Celeste para que Mi Inmaculado Corazón no solo siga triunfando en sus vidas, sino también en todo este planeta. 

El Mensaje que hoy quiero traerles y aproximarles es sobre los importantes acontecimientos sucedidos ayer en el Santuario de Aparecida y hoy en el Santuario de Fátima en Portugal, momentos en los que las almas más apreciadas por Mi Inmaculado Corazón fueron al encuentro de su Madre Celeste, no solo para implorarle y suplicarle por cura, sino también para rezar junto a Ella para impedir, como hace cien años atrás, nuevos acontecimientos en este planeta. 

Quiero decirles que, queridos hijos, con los dos encuentros realizados, tanto en Brasil como en Portugal, muchas situaciones que, tal vez hoy sus mentes no puedan comprender, fueron detenidas.

Por eso, hoy, los invito a que coloquen Mis Palabras en sus corazones, porque será el lugar en donde verdaderamente ellas se perpetuarán y harán crecer en ustedes las sagradas virtudes de la Divina Familia de Nazaret. 

Con los encuentros sucedidos en estos dos días no solo la Argentina fue ayudada, sino también el mundo entero, pero especialmente los lugares del mundo en donde se realizan pruebas nucleares y atómicas que están a punto de activarse en la humanidad.

Pero eso fue detenido en el pensamiento de aquellos que lo idealizan, como también en aquellas consciencias que lo llevan adelante. 

La humanidad no tiene el control en sus manos ni en sus acciones. El propio poder lo tiene Nuestro Creador, aunque la humanidad desconoce completamente.

Vean cuán simple, queridos hijos, puede ser el acto de amor que puede nacer de sus corazones para con el Padre Celestial y todo lo que Él debe realizar en este planeta y con esta humanidad. 

También las almas de Asia fueron ayudadas, especialmente aquellas que enfrentan la aniquilación y la tortura; y en verdad les digo, queridos hijos, que esos acontecimientos también hacen padecer a Mi Inmaculado Corazón. 

Pero Yo recojo la fuerza para seguir viniendo al mundo por medio de sus oraciones y de sus presencias. Eso es lo que Me motiva a seguir viniendo al mundo porque sé que, en este planeta, a pesar de encontrarse almas imperfectas, existen corazones verdaderos que quieren trabajar por el bien y por la paz.

Yo quiero, queridos hijos, que en esta tarde, en la que su Madre Celeste une este Centro Mariano con el Centro Mariano de Fátima en Portugal, puedan comprender ampliamente cuán importante son los encuentros, los llamados y las convocatorias que realizan Nuestros Sagrados Corazones en estos tiempos críticos por medio de las Peregrinaciones por la Paz, que tienen el fin y el motivo primordial de evitar en el mundo muchos más desórdenes de los que ya existen, muchas más revoluciones de las que se llevan adelante y evitar principalmente que continúe la masacre humana en esta humanidad. 

Deseo que sientan en sus corazones el verdadero llamado de Mi Corazón maternal, así como lo han sentido desde la última Maratón de la Divina Misericordia hasta los días de hoy; cuidando, acompañando y realizando cada detalle para poder honrar a Dios Nuestro Creador que aún sigue siendo muy ofendido y que hoy es reparado por las oraciones de sus corazones, por las súplicas de sus almas y por las verdaderas intenciones de sus espíritus.

Seguir los pasos de la Madre Celestial significa en estos tiempos, queridos hijos, tomar nuevas decisiones en sus vidas y vivir grandes cambios, cambios que nunca antes vivieron en esta vida, por el motivo principal de ayudar a la evolución de este planeta y a la supervivencia de esta humanidad.

Quisiera, queridos hijos, que desde sus corazones naciera un voto de compromiso Conmigo, todos los días, para que Yo pueda realizar a través de ustedes los miles de prodigios y de milagros que aún espero realizar en sus consciencias y en toda la consciencia planetaria.

Por medio de estas peregrinaciones por la paz, los Mensajeros Divinos, de una manera incansable e incondicional, vienen a construir sobre la superficie de este planeta las bases que serán utilizadas en el futuro para la Nueva Humanidad.

Sabemos, queridos hijos, que su humanidad de superficie se encuentra en una gran y definitiva transición. Yo les pido, queridos hijos, que no teman a lo que Nuestros Corazones han anunciado, sino que vivan Nuestro Mensaje, día a día, para que los acontecimientos futuros sean desviados, disipados y transformados por la luz que puede nacer de sus corazones. 

Ya no puedo ver más a las almas sufriendo en el mundo y cómo las consciencias de esta humanidad se deciden, día a día, a dar otros pasos que los apartan de Dios y especialmente del universo de Su Amor.

Por eso, los invito, en esta tarde, a renovar sus votos para que puedan ser más misericordiosos y llevar al mundo esta Misericordia tan necesaria para poder cicatrizar muchos corazones y vidas, y traer la paz que tanto necesita el mundo en estos tiempos. 

Quisiera, queridos hijos, que estos prodigios, estos milagros de amor que podemos realizar juntos por medio de estos encuentros de oración que ayudan ampliamente al planeta evitando grandes catástrofes, se puedan repetir.

Que estos encuentros se puedan renovar, que los puedan impulsar a vivir su transformación interior y encontrar, en estos tiempos, el camino de retorno hacia Cristo. 

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Es de esta forma que les revelo que Mi misión en este mundo, junto a cada uno de ustedes, es mucho más amplia, profunda e infinita que lo que sus corazones imaginan y saben.

Hoy, hijos Míos, vengo a este lugar para ampliar su comprensión, no solo en relación a estos tiempos, sino también en relación a la misión que cada uno de ustedes tiene Conmigo.

Yo los llamé hasta aquí no solo para curar sus vidas, sus almas y sus espíritus; los llamé, sobre todo, hijos Míos, para que unidos a Mí podamos curar las llagas de este planeta, curar sus heridas que se extienden más allá de los Reinos de la Naturaleza, que se extienden más allá de la consciencia del planeta, más allá de la consciencia humana y llegan al Corazón de Dios, herido día a día por los ultrajes que cometen Sus hijos por inconsciencia, por ignorancia y por falta de amor.

Hoy los llamo a la reparación del Corazón de Dios y de la vida humana, de la consciencia de los Reinos de la Naturaleza y del espíritu de este planeta que incansablemente los sustenta, aunque no lo vean, no lo conozcan, no sepan de su misión y de su perseverancia.

Hoy, hijos, vengo a compartir, con el corazón de cada uno de ustedes, el dolor que siento por este mundo, no solo para que sufran, para que sientan este dolor en sus corazones, sino para que despierten sus consciencias para conocer la necesidad planetaria, que está más allá de sus hogares y del pesar que pueden vivir sus corazones.

Hay tanto en este mundo por reparar, por curar y por redimir que preciso, hijos Míos, que escuchen Mi llamado y que solo oren Conmigo por la redención de esta humanidad.

Delante de todo lo que acontece en este mundo, es tan poco lo que les pido, que oren por la paz, que oren no solo por ustedes mismos, sino por toda la humanidad y que también sirvan, que den ejemplo y testimonio de la conversión que Dios realiza en sus vidas todos los días. 

Quiero, hijos Míos, extender Mi Reino de Paz más allá de Fátima.

(Se interrumpe la transmisión por corte de energía)

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

No se preocupen, queridos hijos, pues Mi Presencia divina y universal es potente y transformadora, y todo lo que Yo puedo tocar se libera.

Está todo bajo el orden universal. Está todo en Mi Paz inamovible e intransferible. 

Sigan escuchando Mi Mensaje.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Lo que les quiero decir es importante para la confirmación de sus espíritus en un camino único, que no solamente los lleva a la paz, sino que construye el triunfo de Mi Inmaculado Corazón en este planeta.

Por eso, así como en este momento les pido que tengan una paz inmutable y que, Conmigo, ella sea invencible, independientemente de las interferencias o del caos que pueda haber en este planeta; quiero construir dentro de ustedes, hijos Míos, verdaderos discípulos de la paz y compañeros de Cristo, para que Mi Reino se extienda por este mundo más allá de los lugares sagrados que fundé y que, a través de cada uno de ustedes, Mi Paz llegue a los cuatro puntos de esta Tierra.

De esta forma, hijos, les vengo a revelar en este día la importancia de que se confirmen en Mi Plan, que en verdad es el Plan de Dios, un Plan único para la redención de este planeta, para la renovación de este universo, así como de toda la Creación.

Quiero conducirlos por cosas simples, acciones simples y transformaciones verdaderas para que este Plan se cumpla.

Por eso les pido que, en el día de hoy, abandonen a Mis Pies toda voluntad y ambición humana que no construye lo que espero construir dentro de ustedes. Que, como guerreros de este tiempo, coloquen sus espadas al servicio de Dios para que ellas no batallen por otro motivo, sino por el establecimiento de la paz. Y que, en Fátima como en Lourdes, como en Aparecida o en Aurora, Mi ejército sea uno solo, invencible, porque actúa junto con Dios por la reparación de Su Corazón y por la transformación de este planeta.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

En esta tarde de Gracia, también vengo a bendecir a los que se consagrarán como nuevos hijos de Mi Corazón.

Por eso ahora, queridos hijos, tomarán el agua de esta fuente, bendecida por el Espíritu Santo, para que sea esparcida sobre los que se consagrarán por un sacerdote, como símbolo de consagración y de renovación, cerrando las puertas del pasado y abriendo las puertas, las nuevas puertas, hacia el Reino Celestial.

Que esta consagración signifique vivir el compromiso con Dios de una manera perpetua y eterna, a fin de que todos los que rodean sus vidas y caminos puedan recibir también la Gracia de consagrarse algún día a Mi Materno e Inmaculado Corazón.

Quiero ver en este lugar, y a través de este nuevo ejército que hoy se consagra, a verdaderos guerreros de la paz que den a conocer, en Argentina, la importancia de este Centro Mariano y la tarea espiritual que él realiza, tan simplemente cuando las almas colocan sus pies en este lugar, porque eso ayudará a que más almas, en esta Argentina, vuelvan a recuperar la luz del amor y vivan principalmente el camino hacia su redención.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Vamos a recoger el agua. Hermana Amerisa, si puede ser usted, por favor.

Vamos a prepararnos en este momento y ante la Presencia de María Santísima para esta consagración de los nuevos Hijos de María que representarán a Argentina y al futuro que esta nación debe vivir como parte de una Nueva Humanidad.

Que así sea.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Señor amado y todopoderoso, ayer Tú te dignaste, por medio de Tu Sierva fiel, a bendecir a esta pequeña y humilde fuente para que surjan de aquí los Nuevos Cristos. 

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Vamos a pedir que los nuevos Hijos de María que se consagrarán se pongan de pie, coloquen sus manos en señal de recepción y nos preparemos para esta consagración.

Entonaremos el himno de su consagración.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Cuando un alma se consagra a Dios puede espejar en la superficie los Atributos Divinos del Creador.

El Pensamiento Divino se realiza por medio de las almas que se consagran, para volver a reencontrar en cada momento el amor del universo y de toda la Creación.

Me voy de aquí, queridos hijos, con la alegría de haber cumplido por medio de ustedes con este importante llamado.

Los invito y los llamo a que acompañen a Nuestros Sagrados Corazones hasta el fin de esta peregrinación, por la cual muchas cosas más serán evitadas. 

Que así sea.

Yo los bendigo, bajo la autoridad que Mi amado Hijo Me concedió y bajo la autoridad del Supremo Padre Celestial.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

¡Hasta pronto!

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA VILLA DE ALJUSTREL, FÁTIMA, SANTARÉM, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Que en el final de esta primavera surjan los frutos de la conversión del corazón, para que Lys-Fátima esté presente en la esencia de cada ser.

De esa forma, queridos hijos, viviendo la pureza original, sus vidas alcanzarán la paz y el fin de toda perturbación humana.

El camino de la oración los llevará a comprender el sentido de su existencia, y todo lo que sucede en la vida quedará más claro y resplandeciente.

Desde aquí, en Fátima, vengo por un mundo herido, incapaz de regenerarse o de llegar a la cura. Por eso, Yo ofrezco Mi Inmaculado Corazón para que las almas vivan la unión con el Eterno y la reconciliación de sus vidas.

En esta hora del planeta, la humanidad define su camino de redención o de perdición, y su Madre Celeste viene una vez más en su auxilio para que puedan encontrar pronto a Jesús y vivirlo plenamente en la Santa Eucaristía.

Deseo ardientemente, queridos hijos, que hasta la última alma pueda ingresar al Reino de Lys, Reino de Amor y Redención.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN DORNES, SANTARÉM, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELIAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Su Madre Celeste se encuentra cada vez más cerca del Centro de Lys-Fátima y sus Espejos se preparan para llevar adelante una irradiación planetaria, con el fin de que la mayoría de las almas sienta el resurgimiento de Lys y de su Pureza Original.

En ese sentido, los ángeles también trabajan para que la consciencia planetaria esté más elevada, a fin de que los corazones despierten en algún momento a su verdadera realidad interior.

Por eso, el Centro de Lys-Fátima gesta las condiciones que harán del planeta, y sobre todo de esta parte del mundo, un lugar escogido para recibir la fuente de la Pureza Original, algo que deberá tornar a las consciencias partícipes de su verdadera esencia y de su más profunda consciencia interior.

En este camino, las bases del Centro de Lys están siendo preparadas para que, en el momento del movimiento del epicentro de Luz, las almas sean liberadas y al mismo tiempo ayudadas a sentir y a reencontrar su pureza esencial.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

 

MENSAJE DIARIO DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SAN PABLO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mientras las puertas de Lys-Fátima se abren lentamente para entregarle el gran impulso a la humanidad, que sus corazones y vidas se preparen en consciencia, amor y fe para recibir el impulso que les será dado por su Madre Celestial a todos Sus hijos del mundo.

Hoy, nuevamente el Cielo descenderá a la Tierra, ante un planeta en llagas, lastimado por sus acciones y oscurecido por sus errores.

Por eso, si cada hijo Mío diera lo mejor de sí el día 13 de mayo, Yo les aseguro que algo muy grave podría revertirse de la noche a la mañana.

Con determinación, valentía y coraje, Yo los invito, queridos hijos, a superar sus límites internos, a fin de que algo cambie realmente en el consciente y en el interior de esta actual humanidad.

Estaré unida especialmente al Santo Padre; por eso, les pido que internamente estén unidos a él, como miembro de la Iglesia que deberá ser curada, restaurada y redimida.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice y los prepara,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

En la próxima Peregrinación por la Paz en el continente europeo, Mi Inmaculado Corazón a través del Centro Mariano de Fátima, intentará llegar al mayor número de almas, especialmente cuando el Centro de Lys Fátima realice su expansión el día 13 de mayo.

Quisiera que Mis hijos de Europa trabajaran en la Campaña por la Paz con la finalidad de establecer, en el interior de las almas, una oportunidad de despertar el interés por el Plan Divino.

Por eso, toda la Campaña por la Paz deberá ser realizada con el máximo esfuerzo y dedicación, con el fin de que las bases para la manifestación de esta próxima peregrinación se materialicen.

Cada Hijo de María europeo tendrá la oportunidad de colaborar y también de ser parte de la Campaña por la Paz, para que de esa forma más frutos crezcan en el interior de las consciencias.

La creatividad y la expansión de esta Campaña ayudarán a atraer la atención de las almas europeas hacia algo más evolutivo y constructivo.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, María Rosa de la Paz

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN LA CIUDAD DE SAN JOSÉ DE RIO PRETO, SAN PABLO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Hoy abro Mis brazos en forma de cruz para que vean la grandeza de Mi Inmaculado Corazón, que es infinito y sublime ante los ojos humanos, que no tiene límites y que abarca muchos Universos más allá de este planeta y de esta humanidad.

Este es el poder sublime de Mi Inmaculado Corazón que Yo ofrezco todos los días a Mis queridos hijos del mundo, porque quien vive en Mi Corazón siempre encontrará la paz y la misión que ha venido a cumplir ante Dios.

Hoy vengo a São José do Rio Preto para poder entregarles Mi Corazón Inmaculado como el emblema y el trofeo para el fin de los tiempos, delante de esta transición planetaria que cada día se agudiza más, no solo en la consciencia humana, sino también en los Reinos de la Naturaleza.

La  Madre Tierra está en el momento de su gran parto y la humanidad se movilizará.

Ella sentirá profundamente el nacimiento de la nueva humanidad, después de que todo se purifique.

Hoy abro las puertas del Reino de Dios para que sus corazones se eleven y sean depositados por Mí misma en el Altar Sagrado del Padre Creador como el mayor ofrecimiento para la redención de sus vidas, la conversión de sus corazones y por el momento de paz que hoy vienen a vivir Conmigo y en Mí.

Hoy estoy con todas las naciones del mundo. No solo con ustedes, queridos hijos, sino también con Mi amada Portugal, abriendo el Reino de la devoción de Mi Corazón para que las almas se animen a vivir la oración de estos tiempos, para que la paz se establezca en toda la humanidad.

Así como Yo estoy con ustedes, queridos hijos, estoy con cada hijo de este planeta que en esta hora culminante, se une a Mi Corazón, a Mi Luz, a Mi Verdad, a la Cura que Yo traigo para todos.

No hay dolor humano que Yo no pueda cicatrizar cuando sus corazones se entregan a Mi Corazón. 

Yo los voy transformando de a poco, en aquel modelo perfecto que Mi Hijo espera ver al servicio del Padre, de todo el Universo y especialmente de esta humanidad.

Hoy, en el silencio de Mi Espíritu, observo a todos Mis hijos del mundo, a todos los peregrinos que visitaron Mis santuarios para honrarme y glorificarme como la Madre de sus vidas, como la Patrona de cada nación, como la Gobernanta de las consciencias de este mundo, como la Estrella Guía de la Paz.


Hoy he venido también a consagrarlos al Espíritu de Dios con la esperanza, queridos hijos, que reencuentren la paz y la reconciliación con el Padre Eterno, por todas las almas del mundo que se apartan del Padre y cierran su corazón al estar viviendo el dolor y el sufrimiento.

Yo Soy la Inmaculada Madre que alivia el sufrimiento espiritual de la humanidad. Por eso, queridos hijos, si se unen a Mí en oración, Yo siempre podré entregarles Mis Gracias y guiar sus caminos, para que Mi adversario no pueda acercarse a la humanidad.

Ustedes saben, Mis pequeños, que estamos en un tiempo de grandes batallas, el triunfo de la Luz es determinante y la participación de sus vidas es importante para que esta Obra de Mi Paz se pueda construir y reconstruir en el mundo, a través de todos los servidores que siguen a su Madre Celeste en este último llamado para la humanidad.

Hoy repito para ustedes un mensaje que Yo ya he dado, porque deben escucharlo con el Corazón. Él debe ser la semilla del nuevo tiempo para que pueda florecer y dar sus frutos en honra al Creador, quien es muy olvidado por la consciencia de la humanidad.

En este día 13 de octubre, queridos hijos, quiero llevarlos a los jardines de Mi Reino de Lys Fátima; que puedan ver nuevamente la puerta que se abre ante sus consciencias y así, puedan ingresar en simplicidad y amor  para que nuevamente despierte la pureza original, la pureza que sustentará al planeta y a muchas almas de este mundo que niegan a Cristo y que niegan a Dios todo el tiempo.

Es a través de su pureza que alcanzarán la perseverancia, el triunfo espiritual para sus vidas, la concreción de la misión personal para cada ser. 

Es el Reino de Lys Fátima que les abre sus puertas para que sus corazones puedan vivificar Mi Espíritu Inmaculado y en esta comunión perfecta, todos estemos en el Padre Celestial, que en esta hora y en este momento, a través de Su sierva fiel escucha la voz de sus corazones, las súplicas que han elevado al Reino de Dios, por este proyecto de la humanidad, por este Plan de Dios que Él ofrece al mundo para la redención de las consciencias y la conversión de los corazones.

Como he hecho en otros tiempos, queridos hijos, así como lo hice en Fátima, vengo a pedirles la oración por la paz y por el fin de la guerra humana, para que triunfe Mi Inmaculado Corazón no solamente en sus vidas, sino en todas las naciones del mundo, especialmente en aquellas naciones que aún no Me aceptan.

Yo Soy esa gran Consciencia que encarnó en la humanidad como la Madre de Jesús para demostrarles a todos que Dios, en Su Humildad y en Su infinito Amor, se manifestó en Mí a través del Espíritu Santo.

Hoy les vuelvo a derramar, queridos hijos, los siete Dones del Espíritu Santo.

Pero a pesar de que no los comprendan, siéntanlos en el corazón para que ellos puedan despertar y ofrecer al mundo una sagrada y última oportunidad de volver a mirar a Dios y de nunca olvidarse de Su Universo, de Su profundo Reino de Amor y de Su Cósmica Consciencia.

Yo Soy la Reina de todos los ángeles, que hoy trae a Sus coros para que canten junto a ustedes el Himno de Mi Paz, por medio de la oración del corazón y de la fe de sus consciencias.

Quiero de este lugar, un santuario de muchas oraciones.

Quiero de esta ciudad una columna de Luz para el mundo, constituida a través de sus corazones, de sus oraciones y del servicio a los Reinos y a la humanidad.

Los invito así, queridos hijos, a orar por sus semejantes, por todos aquellos que desconocen y que en este día no tienen la Gracia de poder recibirme como ustedes.

Quiero que se consagren a San José Castísimo.

Quiero de esta ciudad, que sea consagrada al Castísimo Corazón de San José para que el Padre del Amor, Mi santo esposo, los pueda guiar por el camino de la simplicidad, del bien y de la caridad, por todos los que sufren el fin de los tiempos.

Los uno a Mi Universo de Amor y les entrego todo lo que tengo y un poco más, para que se animen a estar Conmigo, incondicionalmente.

Mientras estoy con ustedes, estoy con todos Mis hijos, en cada parte de este planeta, que necesitan del alivio para su gran sufrimiento.

Yo Soy la Inmaculada Madre que les trae la Paz, la alegría de vivir en Dios y de retornar a Su Reino en consciencia de oración, de servicio y de hermandad, por todos los que no lo viven.

Y hoy quiero que vengan aquí los que consagraré, para que pueda bendecirlos en nombre de la humanidad.

Mientras estoy aquí contemplen Mi Corazón Inmaculado, que se ofrece como testimonio de amor para el mundo, como reparación de todas las vidas de la Tierra, principalmente de los que no viven la paz y están desesperadas en su sufrimiento y dolor.

Yo Soy la Inmaculada Madre que alivia el sufrimiento profundo de las consciencias.

Soy la Fuente de todas las Gracias.

Soy la reparación interior del corazón humano.

Hoy les he pedido que estén a los pies de Mi altar por todos aquellos que no están, que no adoran a Dios, que no aman a Dios y que tampoco lo esperan, así como dice la oración del santo ángel.

Juntos diremos esta oración, queridos hijos, uniéndonos al Santuario de Fátima, en Portugal y abriendo la fuente de amor de nuestro corazón para que esa fuente sea derramada sobre el mundo y las almas alcancen la salvación.

Así como los tres pequeños pastores, recen, sean como niños, sientan la pureza de sus corazones retornando en este momento. Perdonen, pidan perdón. Reconcíliense. Olviden el pasado y vivan el eterno presente, que es la eterna Gracia de Dios que a través de la Santa Madre del Padre retorna a ustedes, para colmarlos bajo el Espíritu de la Luz y del Amor de Dios.

Mi Dios, yo creo en Ti... (x3)

Vamos a hacer el instrumental de los Hijos de María.


Mis amados hijos, Yo Soy igual a esta Luz que brilla en los abismos de la Tierra para rescatar a las estrellas caídas. Yo las busco, una a una, por los caminos de la perdición, de la oscuridad, por los caminos de la falta de amor.

Yo desciendo como Luz al mundo trayendo el Corazón de Mi Santo Hijo, para que Él se vivifique en las consciencias de la Tierra.

Es esta Luz de Mi Inmaculado Corazón que todos los días, a través de sus oraciones y súplicas, desciende a la humanidad para concretar su salvación y redención.

Que todas las naciones del mundo, que todos los Hijos de María que hoy se consagran, confíen en esta perpetua Luz, en este fiel testimonio de amor que se enciende como una llama en sus corazones, porque al final de todo, queridos hijos, Mi Inmaculado Corazón triunfará.

Canten con amor este Himno para que el Espíritu Santo también los bendiga.

Hoy Me retiro de esta ciudad con inmensa alegría, viendo brotar en Mis hijos las semillas de luz, las células de Dios en las consciencias humanas.

Mi Luz sea en este manto celeste para que cure sus cuerpos, sus espíritus y consciencias.

Mi Luz sea en este manto celeste para que para que nazcan los pacificadores del Rey Universal.

Que así sea.

Siempre recuerden Mi Inmaculado Corazón. Es el abrigo para su sufrimiento. Él es el refugio para sus vidas.

Les agradezco por responder y concretar Mi llamado, y por ayudarme a llegar a Centroamérica.

Sean una hermandad, un solo corazón, una sola consciencia de luz en todas las naciones del mundo.

Los amo y los bendigo.

Por la autoridad que Dios Me ha dado, disuelvo sus pecados y renuevo su fe en la esperanza mayor de Dios.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN CALI, COLOMBIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Deseo que en este tiempo sean Mis embajadores de la Paz, para que Mi Corazón recorra el mundo, a través de sus corazones y esencias que son cristalinas ante los Ojos de Dios.

Esperé mucho tiempo para hoy estar aquí con ustedes. Recé y adoré a Mi Hijo, para poder colmar, en este día, sus corazones y el corazón de todos sus hermanos de este país que, a pesar de las consecuencias, nunca perdieron la fe en Mi Corazón ni tampoco en el Corazón Sacratísimo de Mi Hijo.

Pero, si hoy estoy aquí, queridos hijos, estoy con todas las Américas; estoy con cada uno de ustedes, trayendo un pedazo del Cielo de Dios, para que sus vidas se puedan santificar a través de la Presencia de Mi Espíritu maternal.

Hoy, un gran nudo fue desatado por Mis manos misericordiosas, y esto fue ofertado por sus corazones, a través de la oración del corazón que une a todos sus espíritus con el Mío, para así concretar las Obras de la Paz.

Si vengo a esta parte del mundo a proclamar Mi Voz desde el Cielo, para esta querida Colombia; es también para buscar, de sus corazones, la continuidad de sus grupos de oración que serán esenciales en estos tiempos definitivos.

Por fin, hoy Mi Corazón no llora. Mi Corazón se alegra al ver almas con respuestas tan significativas.

Deseo profundamente, hijos amados, que el Corazón del Padre Celestial se complazca por ver sus corazones plenos de amor y de oración.

Deseo, queridos hijos, que este impulso espiritual, que hoy les entrego, no se pierda en sus vidas, mas que sus caminos se puedan cristificar en el nombre del Señor.

Hoy, vengo desde el universo para congregar a todas sus almas en esta tarea mayor que, a través de los últimos meses y por su intercesión, hemos preparado juntos para que todo esto, en este día santo, fuera posible aquí, en Colombia.

Desearía volver aquí alguna vez, porque sé que aquí encuentro corazones simples, receptivos al Llamado de Dios  y a esta propuesta de vivir la paz en el fin de los tiempos.

Mientras muchos corazones, en el otro lado del mundo son martirizados y aniquilados, Yo vengo a entregarles el espíritu de Mi Gracia para que sus vidas y familias testimonien la Presencia de Dios en estos tiempos, por medio de los Sagrados Corazones. Mas, si sus corazones hoy se consagran, le estarán diciendo un gran sí a todo el universo, y una  nueva puerta se abrirá para que otras almas, a través de ustedes, puedan llegar a Mi Corazón. 

Mi Hijo tiene sed de ustedes; Yo también tengo sed de su amor.

Todos los días, a lo largo de los tiempos y de los siglos, vengo a buscar a los corazones valientes que me puedan ayudar a concretar esta Obra de corredención. 

Queridos hijos, Mi Corazón hoy les deja la bendición, abriendo una nueva puerta hacia el universo para que sus vidas reconozcan la vida espiritual; porque hoy llegó el tiempo de su gran despertar a ese Propósito Divino, que muchos no quieren ver por el gran compromiso que significa trabajar para Dios y para Su Plan de Redención. 

Hoy, vengo a traer alivio a sus corazones. Hoy, vengo a traer alegría a esta nación. Desde el Cielo, un Rayo toca a la Tierra a través de Mi Presencia maternal.

Hoy, uno este lugar con Fátima, para que toda su vida espiritual de oración sea un gran espejo de Luz que refracte sobre el mundo para liberar el mal de la Tierra y todas las consecuencias del caos.

Persistan, Mis muy queridos hijos, Yo vengo aquí para socorrerlos y guiarlos. Yo vengo a traerles el estado de Mi Paz Celestial porque es lo que más necesitan sus vidas; es lo que esperan sus almas para que puedan vivir en Dios en estos tiempos, a pesar de las consecuencias críticas que muchos de sus hermanos ocasionan a la humanidad.

A través de Mi Corazón Sacratísimo, Puro e Inmaculado; les derramo la Misericordia de Dios para que sus faltas se disuelvan y se puedan volver a consagrar, en la plenitud de Mi Corazón misericordioso.

Pero hoy, no estoy sola aquí, sus ángeles acompañan Mi Presencia Celestial. Hoy, con gozo, Mi Espíritu celebra con ustedes y nuevas semillas de Luz son sembradas en sus corazones.

No dejen de regar con sus oraciones esta semilla de Luz. Los talentos deben brotar en cada uno de ustedes para que esta Obra Mariana se expanda por todas las Américas, y todas las Américas sean la gran columna de Luz en el fin de los tiempos.

En este lugar, en todos estos pueblos americanos, se guardan preciosas reliquias de Luz, potenciales del Espíritu Santo que están guardados en los espíritus de todas las criaturas y, más allá de ustedes, en todas las montañas de esta cadena de los Andes.

Imaginen, queridos hijos, cuánta abundancia espiritual espera por ustedes, cuántas llaves divinas pueden ser entregadas a todos cuando, tan solo, sus corazones y mentes se abran a la concepción del universo, a esa unión divina con la totalidad de la Creación de Dios.

Yo vengo a traerles, queridos hijos, un mensaje de esperanza, no solo a ustedes, sino al mundo.

Oren, queridos hijos, no solo por su Tierra preciosa, por su pueblo sagrado que ha guardado la memoria del amor a Dios.

Oren también por Venezuela, oren también por Ecuador. Así, queridos hijos, estarán abriendo aún más las puertas para que los ángeles de cada nación puedan trabajar a través de sus corazones y manifestar, en estos tiempos, el Propósito de Dios en cada uno de ustedes.

En fin, los necesito firmes, decididos para poder seguirme en este llamado que hoy les proclamo en Mi Sagrado Nombre y en el Amor de Mi Hijo.

Sé, queridos hijos, que hoy quisieran decirme muchas cosas, pero Mi Corazón todo lo sabe y todo lo siente.

Guarden Mis Palabras en sus corazones, porque Yo siempre los escucho. Contemplo sus necesidades y súplicas y, como una respuesta del Amor de Dios, hoy su Madre Santísima del Universo está aquí, en Cali con toda Colombia, como una respuesta a su pedido.

¿Comprenden, queridos hijos, lo que eso significa en estos tiempos?

No teman, queridos hijos, poder enfrentar sus errores, para que estos se puedan purificar y transformar. Recuerden que en cada uno de ustedes existe la Pureza y la Esencia de Dios.

Despierten a esa Pureza que el Santuario de Lys-Fátima hoy les derrama con amor, en sus vidas y todas las vidas del mundo; liberándolos de las prisiones en el planeta, de los cautiverios, de los naufragios que muchos corazones Míos viven por no poder encontrar la paz y la  simplicidad del corazón.

Mas en su tierra sagrada no existe la falta de simplicidad. Ustedes son simples. Por eso, como su Madre de la Divina Simplicidad, vengo a  pedirles que Me acompañen en esta trayectoria, en este llamado que hoy le hago al mundo sin paz; así alegrarán el Corazón del Padre Celestial, que está muy ofendido por sus hermanos de la Tierra.

Ahora, háganme una petición en el silencio de sus corazones.

Yo los bendigo todo el tiempo y los visito en sus hogares, cuando Me abren la puerta de la oración. Yo Me regocijo cuando los veo orando Conmigo. Yo Me regocijo cuando le cantan a Mi Corazón, porque es el Corazón de Dios.

Como una muestra de toda esta grandeza del universo de Mi Corazón, hoy vuelvo a consagrar, en la Presencia del Espíritu Santo, a nuevos hijos de Mi Inmaculado Corazón, que en 13 de octubre le demuestran a Dios que la Pureza Original no se borrará de los corazones, sino que triunfará hasta la Nueva Tierra.

Ángeles y arcángeles se unen a este momento y el Espíritu de Dios ingresa en esta nación para pacificar a los corazones, para liberar a las almas, para colmar a los corazones con el amor y la unidad de todo el Universo Celestial.

De esa forma, hijos amados, hoy lleven en sus corazones la señal de Mi Amor maternal.

Mientras Yo estoy aquí con ustedes, estoy con toda Colombia y con todas las Américas, unidos a Mis hijos orantes por este propósito de alcanzar la paz, la paz del corazón.

Que hoy vengan aquí los hijos que se consagrarán, representando a esta sagrada tierra, la Colombia de Mi Amor.

Estoy esperando en silencio, queridos hijos, que se congreguen en este oratorio, Oratorio de Mi Corazón.

Sientan Mi Paz, el calor sublime de Mi Corazón. Sientan la brisa de Mi Espíritu que los colma completamente, sientan a Dios a través de Mi Espíritu Divino, sientan a toda la Creación, a toda la naturaleza a través de los ángeles. Sientan la protección, sientan el Amor que todo lo cura y todo lo redime, sientan Mi bondad que los unifica. Sientan Mi Espíritu que los renueva, sientan Mi Paz que los ilumina hacia nuevos horizontes, sientan la absolución de Dios, sientan la Pureza Original que los une a todos como una sola hermandad. 

En ese profundo sentir, que sus corazones se alegren por hoy estar frente a su Madre Celestial que los ama, que los cura, que los unifica y que los renueva en el perfecto Propósito de Dios, que les revela su verdadera misión en este tiempo final.

Y hoy, teniéndolos a todos frente a Mi Corazón Inmaculado, vengo aquí para llamarlos a la paz, para que sean portadores de Mi Paz y para que nunca se olviden de la paz.

Vengo aquí, desde el Cielo, para agradecerles.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

Canten, con gozo y gratitud.

Todos son Mis  hijos en el Universo Creador.

Y hoy, bendigo estas santas imágenes  y todos estos objetos sagrados, para que sean el símbolo perfecto de la unión de las almas con Dios y con Su Propósito de Amor.

¡Gracias Colombia por cuánto Me das!


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Para cerrar este encuentro vamos a dar tributo a la Virgen María con el Ave María de Colombia, para agradecer a Nuestra Señora, la Reina de la Paz. 

Canto: "Ave María".

 

Madre María Shimani de Montserrat:

¡Gracias Madre por cuánto nos das!

¡Hasta pronto, Colombia!

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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