Sábado, 7 de mayo de 2022

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN NAZARÉ, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL ENCUENTRO DE ORACIÓN DEL 8 DE MAYO DE 2022, CON MOTIVO DEL ANIVERSARIO DE MADRE MARÍA SHIMANI DE MONTSERRAT

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Para que la paz se establezca en el mundo, siente el pulsar de la Luz de Mis Espejos.

Para que la paz se establezca en el mundo, recibe los atributos de Mis Espejos.

Para que la cura se alcance en el mundo, recibe los códigos de Mis Espejos.

Para que la Misericordia se concrete en la superficie de la Tierra, siente el latir de Mis Espejos, que como grandes corazones se encienden en el Cielo y en la Tierra, en los océanos y en el universo, para traer a la humanidad el espíritu de la redención.

He aquí la Luz de todos Mis Espejos, los que están en el planeta y los que están en el universo.

He aquí la Madre del Mundo que trae a Sus hijos la revelación del Sagrado Conocimiento Divino, latente en el Corazón de Dios y en la Creación.

Existen Espejos en todas las dimensiones y planos. Siéntete partícipe de ese impulso espiritual, para que tu vida y la vida de tus hermanos sea transfigurada, como también la Madre de Dios se transfiguró cuando el Arcángel Gabriel y sus sagradas huestes de la Luz le revelaron al Corazón de la Madre Celeste, la grandeza de los Espejos Sublimes.

Hoy, te invito a ingresar en consciencia a esta escuela, aunque te parezca desconocida o inalcanzable. Pero el camino para que eso sea posible, Mis hijos, es que sus corazones se vuelvan un espejo, un espejo orante de Amor y Misericordia, que atraiga los atributos que están en el universo, guardados como tesoros en las dimensiones superiores, en donde los ángeles habitan y sirven a Dios.

¿Tú sabes, hijo Mío e hija Mía, cuál fue el primer Pensamiento de Dios antes de la Creación? 

Hoy te lo vengo a contar y a revelar: fue la expresión y la manifestación de los Espejos que permitió, en el principio y en el origen, la manifestación de la Creación, de todas sus esferas de consciencia, de todos los planos, escuelas, aprendizajes y experiencias, hasta llegar a la manifestación de la vida.

Por eso, piensen por un momento, pero sobre todo sientan en este momento, cómo a través de la Luz de los Espejos del Universo, la vida fue creada y manifestada según la Voluntad de Dios, así como los ángeles presentes en el Pensamiento Divino, en el Corazón del Padre Eterno, también surgieron de los Espejos de Luz. Estas son las moradas de las cuales habla Mi Hijo en el Evangelio. 

Este es el tiempo de que sus consciencias se expandan y que, abandonando la ilusión del mundo, reciban la revelación de la Verdad guardada en el Conocimiento Divino del Padre y de todos Sus ángeles del Cielo.

Por ese motivo, Mis hijos, Dios Me escogió, Dios Me llamó, no solo para ser la Madre del Mesías, del Redentor, sino que, a través de Mi entrega y servicio incansable como Madre de todos ustedes, Yo pudiera ser algún día la Madre de los Espejos.

Eso es lo que hoy vengo a contarles de lo más profundo de Mi Corazón Inmaculado, porque de allí proviene la Fuente de Mi Gracia, y a través de esa Fuente, concedida por el Padre Eterno a la Santísima Madre de Dios, es que Yo puedo interceder por ustedes y por el mundo.

Por eso, sientan el pulsar de Mis Espejos. Permitan que, desde las dimensiones superiores de consciencia, las sagradas herramientas de Dios, expandidas por toda la Creación y presentes en todas las consciencias que fueron creadas a imagen y semejanza del Creador, reciban este impulso divino que hoy traigo a través de la Consciencia de los Espejos.

Pero lo más grandioso de todo esto, Mis amados hijos, no solo es el Amor Eterno de Dios por Sus criaturas, sino también la abundancia y la providencia del Conocimiento Universal. 

Y es a través de los Espejos presentes en el Cielo y en la Tierra, en los océanos y en el universo, que las almas y las consciencias de todos ustedes se pueden entregar en confianza para que recuperen, como civilización y como raza, los códigos originales que perdieron a lo largo de su evolución y que Mi enemigo se ha encargado de quitarles a través de los tiempos.

Pero ahora llegó el momento no solo de preparar conscientemente el Retorno de Cristo, sino también de que sus corazones y sus vidas se abran a este Conocimiento Mayor, que solo les generará el bien, la cura, la redención y la paz.

Por eso, Mis queridos hijos, en este día extraordinario en el que celebramos el nacimiento de Mi hija espejo, Madre María Shimani de Montserrat, les doy a través de este ejemplo, la evidencia concreta y palpable de la transformación que pueden hacer los Espejos en un alma y en una consciencia.

¡Cuán grande es la Gracia de Dios! 

¡Cuán grande es Su Misericordia, concedida a la Madre del Mundo para despertar a todos los corazones espejos! 

¡Cuán grande es Su Amor, el Amor del Padre Eterno, presente y manifestado a través del Espíritu Santo, de la Sierva y Esclava del Señor!

¡Cuán grande es todo esto, Mis queridos hijos!, que ninguna mente sobre la superficie de la Tierra lo puede concebir, pero sí un corazón adherido y entregado a lo desconocido podrá recibir no solo estos impulsos, sino también el conocimiento presente en el universo, en los Sagrados Tesoros de la Creación.

Así como hoy este Océano Atlántico se mueve siguiendo el ritmo del planeta y del universo, a través de esta analogía, comprendan el movimiento sublime de los Espejos, como las olas del mar que tocan la tierra, nutren y bañan a todo lo creado, renuevan y restauran a todas las consciencias. Es así la potencia sublime de Mis Espejos, que en cada encuentro Yo les traigo en el silencio de Mi Corazón.

Participen de esta comunión con la vida. Únanse a esta revelación que la Madre del Mundo le trae a la humanidad para retirarla de la cadena del sufrimiento, del círculo interminable de los errores, para que todos Mis hijos puedan renacer en Cristo.

Y, renaciendo en Cristo, todos Mis hijos puedan reencontrar a Dios, el Creador, y esto es posible tan simplemente por la acción de Mis Espejos, que vienen a acariciar sus almas como una suave brisa de Dios; Espejos que vienen a purificar sus cuerpos como el agua de los océanos, que vienen a curar sus consciencias a través del Amor de Dios.

Que, en este día, cada uno de Mis hijos vea posible el paso hacia la redención, dejando de mirar hacia el pasado, caminando firme hacia el futuro, hacia el tiempo de la esperanza y de la reconciliación.

Es a través de Mis Espejos, hoy presentes sobre estos océanos, en los océanos de todo el mundo, que la Madre Celeste les viene a conceder la paz, la cura y la reconciliación, entregándoles la expiación de todos los errores cometidos para que los corazones del mundo entero puedan renacer.

Sigan orando con persistencia y fervor. Aún llegará el tiempo de grandes pruebas, pero aquel que sea capaz de amar este Conocimiento Divino y de hacerlo parte de su ser, orando de corazón por el cumplimiento del Plan Divino en la Tierra y la actuación sublime de todos los Espejos, sabrá qué hacer y dónde estar cuando todo suceda en el planeta, y no le temerá a los acontecimientos, porque contará en su interior con la Luz de Mis Espejos, que removerán la oscuridad y la adversidad, trayendo Luz a todos los espacios, trayendo Amor a todas las dimensiones para así fortalecer a los apóstoles de Cristo.

Ahora deseo, antes de partir de este lugar, que sus consciencias no solo estén en Mis brazos, sino también estén en Mis Espejos, para que todo el género humano, a través de la intercesión de la Madre de Dios y Madre de los Espejos, reciba la Gracia de la redención y del reencuentro con la Tierra Prometida.

Bendigo, en este día, a quien ha sido capaz de seguir los pasos de Mi Hijo. Bendigo y reconsagro a Madre María Shimani de Montserrat que, amando lo desconocido, abriéndose al Misterio de Dios y obedeciendo a la Jerarquía Universal, ha transformado y transfigurado su vida en un Espejo, aceptando en el silencio de su corazón vivir una parte del sufrimiento del mundo para que Mi Hijo, algún día, pueda gobernar. 

Que la Luz de Mis Espejos siga impulsándola hacia la meta que Mi Hijo le ha propuesto y hacia la meta que todos deberán alcanzar algún día.

Seguiré rezando para que sean valientes y sean capaces de salir de sí mismos para ayudar al mundo a salir de la ilusión, a fin de que todas las almas posibles en la superficie de la Tierra tengan la Gracia de la comunión y de la alianza con los Tesoros de Dios.

Me voy de aquí agradecida, porque les vuelvo a decir una vez más: en la simplicidad está Dios, así como Él está en este momento presente a través de la Madre Divina.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.