Lunes, 29 de agosto de 2011

Apariciones extraordinarias
DUODÉCIMA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LAS 20:00, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

El grupo se reunió a la 19.30 para comenzar la procesión. La luz de las velas trajo una belleza particular al ambiente que despertó la devoción y la alegría en todos los presentes. Para muchos era la primera vez que participaban de un evento semejante.

La procesión comenzó en el Auditorio de Casa Redención, a unos seiscientos metros de la Casa de Oración. Todos caminaron en silencio, permitiendo que se plasmara una profunda reverencia en todo momento.

Al llegar frente al árbol de las apariciones, todos tomaron asiento y comenzó el trabajo de oración y cánticos en esperar a la Madre Divina.

Al rededor de las 20.00 la Madre Divina hace sentir su energía. Fray Elías y Madre Shimani se colocan de pie. En determinado momento se pide silencio y se comienza con la transmisión del mensaje de la Madre Celestial.

 

Fray Elías: La Madre divina dice:

 

Por el fuego que brota desde Mi Inmaculado Corazón, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías: La Madre pidió que las hermanas del monasterio, las monjas mantuvieran las velas encendidas y que todos los demás las apaguen.

Ella apareció en el Cielo, abriendo una puerta celeste con forma de infinito. Viene como la Reina de la Paz, con un manto celeste, un cinturón de dos lazos también celeste y está rodeada de estrellas. Entre Sus manos tiene una llama encendida.

En un momento, junto con Ella aparecieron los apóstoles y luego desaparecieron.

La Madre Divina dice:

 

Vengo a anunciarles que, por haber dado respuesta a la Luz de Mi Corazón, estaré también aquí con ustedes el miércoles a la noche, en otra procesión con velas. Varias luces internas se han encendido en este mundo a través de la fe que ustedes tienen en Mí y hacia Mi Corazón.

Yo Soy el lucero que ilumina las almas, Soy la llama que proviene de la Trinidad y que les trae la Paz en los momentos de oscuridad.

He sido sincera con ustedes esta mañana, cuando los invité a que encuentren en Mí el verdadero camino de la paz, el camino de la reconciliación. Muchas almas han sido recogidas desde los lugares oscuros, a través de las oraciones que han ofertado a Mi Inmaculado Corazón. Ahora debemos ofrecer más oraciones y afianzar el Cielo en la Tierra, los ángeles sobre los seres humanos, sobre las almas que necesitan luz y perdón.

Todos están aquí respondiendo a un llamado desconocido, y por eso abro la Luz de Mi Corazón, para encender vuestros corazones e irradiarlos.

Dios Todopoderoso me ha traído hasta aquí para darles una oportunidad más, para abrir sus caminos a través de Mis caminos, que los conducirán hacia los Cielos, al lugar donde deben retornar y permanecer a pesar de todo lo que pase sobre esta Tierra dolorida.

Abro hoy Mis manos a todos ustedes, para que acepten Mi luz, para que encuentren en el antiguo pesebre el refugio de la Madre de la Devoción. Coloquen sus seres dentro de ese pesebre y permanezcan allí; Yo los vigilaré durante la noche.

Cuando se unan a Mí en la oración, encontrarán la luz para el camino a pesar de que esté oscuro y de que sus pies no puedan caminar, pues Yo abriré con Mi antorcha de fuego cada uno de sus caminos, cuando permitan que Yo reine en ustedes y en todos Mis hijos, los que aguardo desde hace tiempo.

Lleven Mi llama en sus seres internos, permitan que el Espíritu Mayor actúe y abra sus corazones para comprender los designios que desconocen; si se unen a Mí, encontrarán comprensiones y sus corazones no se cerrarán porque estará Mi llama profundizando el camino hacia el Amor y la Verdad.

Vengo a anunciarles que las procesiones serán nocturnas; las luces de la velas se encenderán para dar Luz al mundo que cada día está más oscuro por su humanidad. Mi luz desciende aquí para reencontrarlos y abrir sus corazones que en algunos, aún está cerrado.

Como Madre de la Ciencia Celestial aguardaré el momento en que una pequeña puerta en sus seres se abra para que Yo entre junto a Mi Hijo, el Redentor, y ahí reinemos en la Paz y en la verdadera comunión con los Cielos y el infinito.

Recuerden orar Conmigo durante estos días por el rescate de las almas que desconocen; sólo una oración remueve los Cielos y las montañas cambian de lugar para abrir caminos a los que están en redención, para que estos encuentren el aliento de seguir dentro de la Luz, buscando la Paz y el Perdón.

Lleven con ustedes Mi Luz durante esta noche para que alumbre lo que está oscuro; no teman, porque ahí Yo estaré, si dan permiso para que Mi Corazón maternal abra sus corazones. Entonces encontrarán la Paz, que es Mi Paz, la Paz de Cristo, la verdadera Paz de la Misericordia, la Paz de la Luz.

Sus Corazones están siendo colocados en compromisos desconocidos por haber respondido a Mi Voz en este tiempo, como también lo estoy haciendo en muchas almas de Medjugorje. Mis apariciones no están separadas, están unidas en la Omnipresencia de Dios, y Mi Voz puede resonar en varias partes del mundo al mismo tiempo; ustedes desconocen esta realidad, por la vida que han llevado.

Hoy Yo les traigo la Buena Nueva de poder reconciliarse a través de la redención con Nuestro Padre y de encontrar el refugio prometido en Mi Corazón Inmaculado.

¿Saben qué es Mi Corazón Inmaculado? ¿Qué han comprendido de esto? ¿Han sentido Mi llama en sus corazones?

Por eso les he pedido que enciendan estas velas en nombre de sus hermanos que pierden sus Cristos internos por la vida amarga que llevan. Ustedes están siendo bendecidos por la Luz de Mi Corazón, aunque no lo sientan.

Mi Corazón Inmaculado representa el Corazón Glorificado que nació de los Lagos Celestiales cuando fui concebida. Los Padres Arcángeles de la Luz me han cedido esta llave, la de llevar el Amor a este mundo. Una vez, cuando llegué a la Tierra como la Madre del Mesías, y antes de que Él fuera profeta de Dios para poder beber del cáliz, el Arcángel Gabriel -a través de las constantes oraciones- consagró Mi corazón con la Luz de la Divinidad por solo decir a todos Mis hijos, hijos que en estos tiempos recogería desde los infiernos.

El Padre me ha dado el permiso de recoger a estas almas de los infiernos. Esta es tarea de los Cielos, no es tarea de hombres. Deben conocer este Ministerio que es celestial y que a través de Mí está descendiendo a sus corazones, al corazón de todos Mis hijos. Por eso traigo hasta ustedes el Espíritu Santo, el bálsamo de la Trinidad, la Divinidad Única, para que reencuentren en nuestro Padre la Gracia de poder estar en Él continuamente.

Hoy abro Mi corazón a ustedes, para que junto a Mí y aquí, recibamos a los hijos que buscan la Luz, la verdadera Luz que viene de Mí como Madre de todos, como Reina de la Paz.

Gracias por responder a Mi llamado.