Sábado, 6 de mayo de 2023

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DURANTE LA 113.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Alabado sea Dios y bendito sea este lugar, por los siglos de los siglos. Amén.

Han llamado a la puerta de la mayor Reliquia de Mi Corazón, un tesoro espiritual e inextinguible para toda la humanidad y el planeta, concebido a través de la vida de Jesús en la Tierra para todo el universo y la Creación. Muchos lugares del universo aprenden con él.

Este es Mi Retiro Espiritual de Galileum, el llamado que hace eco en el corazón humano para que despierte, la revelación que se presenta en la vida de las almas, el misterio que se devela al espíritu.

Este es el Gran Centro de Cristo en la Tierra, del que sus almas comulgan y participan hoy, y la vida sublime del Espíritu Santo desciende a través de este impulso que les trae Mi Retiro Espiritual.

En este momento, siéntanse unidos a todos los Maestros, a todas las Jerarquías y Consciencias de este universo que, por un breve lapso en el tiempo y el espacio, participan de esta comunión espiritual con Galileum.

Y así, su Fuente más profunda se abre, a través del Sagrado Mar de Galilea, y los Sacerdotes se reúnen con el Sacerdote Mayor, aquellos Sacerdotes de otrora, del antiguo pueblo de Israel y de la sagrada comunidad esenia, que trajeron al mundo en aquellos tiempos la concreción de la Voluntad de Dios a través de los Linajes, de la expresión de la vida crística en las almas y en los corazones.

Estos Sacerdotes de Israel hoy están aquí, Conmigo, abriendo las puertas del Templo Sagrado de Galileum; para que las almas reciban los impulsos que necesitan en este tiempo, impulsos que las llevarán a una redención victoriosa y culminante, al encuentro del Amor Mayor a través del Sagrado Corazón de Jesús.

Este es el Espacio Sagrado de Cristo que, como un Sagrado Relicario, hoy se expone al mundo entero, especialmente a las almas que tienen fe en Cristo, que aman el misterio, que se adentran en lo desconocido sin comprenderlo; y que reciben, de este Sagrado Lugar Espiritual de Cristo, todos los Rayos que hoy emana Galileum para poder transfigurar la faz de la Tierra, a través del clamor y de la súplica de los Sacerdotes de Israel que forman parte del Gran Consejo Crístico del planeta, expresado en Medio Oriente.

Ha llegado el tiempo, compañeros, de que las vendas caigan de los ojos para que todos puedan ver la verdad, la verdadera tarea que su Maestro y Señor realizó a través de Israel, así como todos los que participaron a través de los tiempos para que eso fuera posible, desde Abraham, Moisés y los profetas, todos fueron participantes del gran preámbulo del Nacimiento de Cristo, así como muchos en los planos internos fueron participantes de la propia Resurrección de Jesús.

Galileum le trae al mundo el principio y el atributo de la Resurrección, tornando lo que es corrupto en incorrupto, tornando lo que es impune en puro, dentro de cada corazón humano, por la única razón de que, cuando las almas se unen a Galileum, atraen del universo las corrientes que él canaliza al planeta, regidas por la Ley Mayor del Amor-Sabiduría.

Galileum no es solamente un Espacio Sagrado de historia y de hechos, es un Gran Espejo de Dios que, a través del Sagrado Mar de Galilea, recibe los impulsos de la Fuente, reflejados como un llamado interior en las almas, en aquellos que se deciden a seguir a Cristo.

Hoy, les ofrezco este Sagrado Retiro Espiritual como una síntesis de todos los impulsos que han vivido Conmigo a través de los tiempos, a pesar de los desiertos, a pesar de las pruebas, a pesar de los desafíos o de las tribulaciones, a pesar de lo que aparentemente parece incierto o que no tiene solución.

Hoy, han llegado a las puertas de Galileum para recibir del Maestro y Señor, a través de la presencia de Sus Sacerdotes, de los Sacerdotes de otrora, el Legado Mayor del Amor y del triunfo del Redentor.

Recuerden que este sagrado mantra de Galileum es inmaculado. Así, debe ser contemplado y adorado, porque están llamando a los Nombres de Dios, a la Sagrada Presencia de Adonai que los concibió y que los expresó desde el origen, desde el surgimiento de sus moléculas crísticas, de Sus grandes estanques del universo, a donde sus espíritus deberán retornar algún día.

Con esto, quiero decirles, ante la solemnidad del Creador, que Galileum es ese Espacio Sagrado, en donde cada uno de ustedes podrá encontrar la respuesta a ese llamado, podrá encontrar el sentido y la razón de responderle a Dios, podrán encontrar la respuesta de vivir el Divino Propósito.

Hoy, su Maestro y Señor está rodeado por los Sacerdotes de Israel, antiguos maestros esenios de Qumran, que están aquí para contemplar y registrar este momento en los Libros de la Luz.

Ellos oran por la realización del Proyecto de Dios, por la expresión de la vida crística en la Tierra, por el despertar de los Nuevos Cristos, por el cumplimiento de la misión de cada ser y, sobre todo, para que los corazones escuchen el llamado de Galileum, sagrada melodía vibratoria del cosmos traída durante el Nacimiento de Cristo, y elevada a través de Su Resurrección y del gran momento de la Ascensión del Señor.

En este pasaje, que hoy les traigo, podrán comprender, más allá del misterio, la importancia del Retiro Espiritual de Galileum que es el corazón del Corazón de Cristo; eterno templo que guarda las Reliquias de la Pasión, las Reliquias de la predicación, las Reliquias de la conversión y de la redención de todos ustedes; así, como el legado de los patriarcas, de los profetas, y de las experiencias divinas que ha vivido el pueblo de Israel.
  
En Galileum está la llave que cada uno necesita para formar parte de la Nueva Raza y también en Galileum está el impulso interior de su llamado para que aprendan a atravesar el fin de los tiempos con valentía y coraje, para que reconozcan dentro de ustedes que no están solos y que la Gracia de Dios es amplia e infinita, mayor que todos los errores y pecados.

Están ante los Sacerdotes más antiguos del planeta que anunciaron la Venida del Mesías, que prepararon espiritualmente Su llegada y que hoy, con sus presencias, reconstruyen la vida sacerdotal del planeta, para que la comunión con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo siempre se perpetúe a través de los tiempos y de las generaciones, aun en el tiempo del Apocalipsis.

Una vez más, permitiré que Mis Sagradas Reliquias del Arca de la Santa Alianza se expongan espiritualmente al mundo entero, para que las almas reciban la Gracia que necesitan en este momento.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Vamos a cantar nuevamente “Galileum”, hasta que el Señor lo indique. 

                   
Canción: “Galileum”.


Y antes de que el Maestro celebre con nosotros la Santa Eucaristía y se retire de este lugar, vamos a acompañar un momento especial que es la consagración de un sacerdote como padre.
Fray El-Shaadir puede venir aquí.
Haz tu oferta a Cristo internamente y nosotros oraremos internamente.
Puedes colocarte la alianza.


Padre El-Shaadir eres Mi pequeño don que trabaja incansablemente por Mi Plan, que le has dado frutos de Misericordia a Mi Corazón a través de tu paciencia e ímpetu.

Hoy, recibe la Gracia de ser padre de todas las almas, de llevarlas hasta el fin de los días hacia Mi Corazón y de darles la Gracia de conocer Mi Iglesia Espiritual que está en los Cielos, de sacramentar, de bendecir y de perdonar los pecados en Mi Nombre, así como de exorcizar los demonios de este mundo.

Que todos te acompañen en este momento, por la renovación de la vida sacerdotal en el planeta.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.



Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Vamos a prepararnos para el momento de la Comunión Eucarística que Cristo, junto con los Sacerdotes de Israel, hoy celebrará para nosotros de forma extraordinaria.
Y vamos a permitir, a través de este ejercicio espiritual que Él nos ofrecerá nuevamente, que la vida sacerdotal y religiosa en el mundo entero sea reparada y que todas las Gracias que hoy hemos recibido sean depositadas en toda la vida sacerdotal y religiosa del planeta, para que los apóstoles y seguidores de Cristo sigan representándolo en esta humanidad en obediencia, humildad y servicio.
Mientras nos preparamos, vamos a cantar una canción que Cristo nos ha pedido y que nos recuerda a cada uno de nosotros que Su Palabra es Agua Viva.
Celebremos.


Canción: “Tu Palabra es Agua Viva”.

 Padre Eterno,
celebramos este momento por la vida sacerdotal del planeta
que une el Cielo y la Tierra, que une a las almas con Dios,
Nuestro Altísimo Señor.
Vuelvo a ofrecerte este misterio de Amor
que se expande en Misericordia y en Redención por las almas.
Acepta estos elementos que son ofrecidos en Tu Altar
y acepta la oferta de Tus compañeros;
para que todo, en este momento,
pueda ser renovado y redimido.
 

En la noche que iba a ser entregado, tomé el pan, lo elevé al Padre en agradecimiento por Su Eterna Presencia, y le pedí que lo convirtiera en Mi Glorioso Cuerpo, que después partí y se lo ofrecí a los Míos, diciéndoles: "Tomen y coman, este es Mi Cuerpo que será entregado por los hombres para la remisión de los pecados".


Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Reverenciamos el Cuerpo de Jesús.

Enseguida tomé el Cáliz con Mis Manos, ofreciendo Mi Sangre por la redención de todo el género humano, desde Adán y Eva hasta el fin de los tiempos.

Así, se lo ofrecí al Padre, pidiéndole que Él lo transubstanciara en Mi Preciosa Sangre, para que cada gota de Sangre que sería derramada fuera un impulso de redención y de renovación para todas las consciencias que, a través de los tiempos, tomaran contacto con Cristo.

Fue así que enseguida lo pasé a Mis apóstoles, diciéndoles: "Tomen y beban, este el Cáliz de Mi Sangre, la Sangre de la nueva y eterna alianza entre las almas y Dios, la Sangre del Cordero que será derramada para el perdón de todas las faltas. Hagan esto en Mi Memoria hasta que su Redentor retorne al mundo".
 

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Reverenciamos la presencia de la Preciosa Sangre de Jesús.


Este es Mi Cuerpo y Mi Sangre. Felices los que se sirven de esta Cena, porque siempre serán renovados en espíritu y en esencia, por tan solo confiar en el Señor.

Unidos a los Sacerdotes de Israel y a todos los sacerdotes que llevan adelante el rebaño de Dios, vamos a cantar el Padre Nuestro en arameo, para que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo completen esta consagración eucarística, a través de la intervención divina de los ángeles.

Cantemos en alabanza y en júbilo.

Canción: “Padre Nuestro” en arameo.

Que la Paz de Mi Corazón descienda al planeta, en donde sea más necesario. Amén.

 

Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa,
pero una Palabra Tuya bastará para sanarme.
Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
A pedido de Nuestro Señor, nos damos el saludo de la Paz.Vam
os a comulgar ahora entre los sacerdotes, pero antes de este momento de Comunión, vamos a anunciar la Comunión Espiritual para todos los que nos acompañan en las diferentes naciones del mundo, la Comunión con Cristo Redentor.
Vamos a acompañar con el cántico "Fuente Primordial".

 

Sol de Dios,
que alumbras la oscuridad de nuestras vidas,
Espíritu de Dios,
que liberas las faltas de nuestros seres;
¡ven Sagrado Cuerpo y Preciosa Sangre de Jesús!,
para que unidos a Ti, alcancemos la Eternidad y el Paraíso.
Amén.


Que la bendición del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo siempre los acompañe. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
¡Gracias, Señor, por cuánto nos das!
En este encuentro, Te honramos, Señor.

Y ahora, vamos a prepararnos para el momento de los Sacramentos, para ese momento en el que la Fuente de la Gracia del Corazón de Jesús se abre para bendecir a las almas.