Miércoles, 5 de marzo de 2014

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN, DURANTE LA 8.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Santísimo Corazón de Cristo,
convierte nuestros corazones
en llamas sagradas de Tu Divina Misericordia,
para que Tu Faz se funda sobre el gran corazón humano.

Que el venidero descenso de Tu Gloria Celestial
redima a todas las consciencias,
en honor y en gloria al Padre Celestial.

Amén.

A través de este Mensaje, Yo les he dejado una poderosa llave de conversión, como también les entregué el Orandio de la Pasión y de la Trasfiguración.

Son llaves importantes para la redención en estos tiempos. Aquel que las utilice de verdad y con honestidad, se transformará y no se reconocerá en el pasado, sino en el eterno presente de Mi Corazón.

Que los corazones se alegren en esta tarde y que nunca se cansen de buscarme.

Mis Oídos escuchan todas vuestras plegarias. Yo Soy vuestro misericordioso Pastor y ustedes son Mis ovejas que deben dirigirse hacia Mi Establo, hacia el Templo de Mi Corazón. En ese lugar nada los hará temer y no tendrán miedo de nada porque estarán en Mi Amor y en Mi Misericordia.

Me despido, bendiciendo los elementos sagrados, los cuales pueden traer hasta aquí en Mi Presencia.

La Comunión unifica el Cosmos y la Tierra, unidad perfecta entre las almas y Dios. Aquellos que comulgan de Mi Corazón, están unificados con el universo y reconocerán, al fin de los tiempos, las señales visibles que Yo traeré en Mi Retorno.

Les agradezco.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Hoy tuvimos una experiencia genética con Cristo, y vamos a explicar de qué se trata esa experiencia genética que Él llevó adelante con cada uno de nosotros.

Cuando Él apareció, llegó como el Sagrado y Glorificado Corazón de Jesús. En un momento de la Aparición, mostró que entre Sus Manos llevaba un símbolo.

Al principio no entendíamos qué era lo que nos quería transmitir, pero solo pidió que observáramos para pudiéramos compartir con ustedes.

Él siempre abre Sus Brazos cuando aparece para acogernos, para recibirnos, irradiando un gesto de amor y de fraternidad para nosotros. 

Pero cuando Él abrió Sus Brazos, en la palma de Su Mano derecha había cinco gotas de Sangre, aquella Sangre que Él había derramado en la Pasión. Y no supimos bien como sucedió, pero cuando Él mostró estas cinco gotas de Sangre, Él se convirtió en un manantial de Sangre preciosa y un fuerte rayo de luz color sangre comenzó a traspasar nuestro ser físico, nuestra alma, nuestros cuerpos.

En un momento todo quedó en blanco y solamente sentimos Su Conciencia presente.

En una cuestión de segundos, Cristo nos llevó al momento de Su Pasión y a algunos momentos culminantes que Él vivió. Por ejemplo, Él nos llevó al momento en que fue flagelado y derramó Su Sangre, y nos mostró a nuestra Madre María recogiendo esa Sangre preciosa. 

Cuando recibió la corona de espinas fue otro momento al que Él nos llevó, lo que Él sintió y lo que Dios realizó a través de ese sacrificio que Él ofertó. 

Y también nos mostró el momento de la Cruz de una forma diferente a la que hemos conocido en la historia de la humanidad, porque hoy Cristo se propuso mostrarnos verdaderamente lo que sucedió cuando Él murió en la Cruz.

Él nos pidió que nos sintonizáramos, que meditáramos sobre Su Sangre, porque nos dijo que fue tratando varios aspectos durante Su Pasión. Por eso, Él nos pidió que nos concentráramos específicamente en el poder de Su Sangre.

En un momento le preguntamos por qué quería trasmitirnos esto en este momento. Porque el poder de Su sangre, decía Él, preparará el retorno del Salvador a la Tierra.

El ejercicio de concentración en la Sangre de Jesús, en la visualización de esa Sangre preciosa, como Él la llama, puede revelar a nuestras vidas y a nuestro espíritu muchos poderes que Él llama poderes divinos, poderes celestiales. 

Después de que Él nos llevó por esos momentos de Su Pasión, nos vimos, como grupo, sumergidos dentro de esa historia de la Pasión de Jesús, al punto de que Él nos mostró los aspectos diferentes que teníamos en ese tiempo, cómo éramos físicamente, qué ropa vestíamos y qué papel cumplía cada uno en ese momento de la Pasión de Jesús.

Entonces, delante de todas esas cosas, le preguntamos por qué hacía todo eso, en ese momento, y Él no contestaba nada, estaba en silencio, y luego dijo: Yo lo revelaré en el Mensaje. 

Lo más importante fue la experiencia que Cristo nos trasmitió para que pudiéramos comprender el poder de Su Sangre, porque Él necesita que nosotros adoremos y contemplemos Su Sangre de una forma espiritual. Así es como nos lo pidió en este día, porque Él dijo que quien se coligue con esa Sangre preciosa podría resolver y curar muchas cosas irreparables. 

Entonces, hoy nos vimos delante de una importante experiencia espiritual para cada uno de nosotros, que vino directamente del Corazón del Maestro.

Fray Elías lee el Mensaje de Cristo Jesús para el día 5 de marzo de 2014.

En ese momento el Maestro empieza a trasmitir el Devocionario a la Poderosa Sangre de Jesús, como parte del Mensaje.

Y Él nos dijo al final:

 

Mediten sobre lo que hoy les entregué. Son llaves secretas de Mi Trasfiguración.

Bajo el Poder de Dios, sean bienaventurados.

¡Gracias por caminar a Mi lado!

Cristo Jesús

 

Madre María Shimani:

Mientras el Fray estaba leyendo, estaba recordando que tanto Cristo como nuestra Madre Divina nos dijeron que para este nuevo ciclo en este año, Ellos nos iban a revelar nuevos misterios celestiales, mucha información crística que la humanidad necesita saber para poder enfrentar esta purificación que estamos comenzamos a vivir, este apocalipsis que esperábamos hace tanto tiempo.

Así que están llegando todas estas dádivas y estas Gracias desde el Cielo, para que cualquier persona sobre la Tierra sea salva. 

Quedemos con esta reflexión en el corazón y hoy antes de dormir, agradezcamos mucho con nuestra consciencia. La gratitud es uno de los caminos más cortos para llegar a Dios. 

¡Gracias a Dios por cuánto nos das!

Gracias a todos los que nos acompañaron hoy.