Martes, 15 de abril de 2025

Sagrada Semana
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL TERCER DÍA DE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


¡Oh, Dios de Israel!,
que se cumpla Tu Ley hasta en lo más invisible y oculto,
para que todo el universo y todas Tus criaturas
conozcan el poder de Tu Bondad.

¡Oh, Señor de la Ley correcta, sabia y eterna!,
entrega Tus dones y Tus Gracias
a los que, todos los días de la vida,
se esfuerzan en vivir Tus Mandamientos.

¡Oh, Señor de la Verdad!,
que Tu Santa Mano escriba
a través de la historia de las almas
que, encarnadas en estos tiempos,
deben cumplir Tu Santa Voluntad.

Quiero que a través de Tus hijos, Padre Eterno,
se escriba Tu Verdad y se cumpla Tu Ley,
así como Tú lo has pensado desde el Origen.

De esta forma, Padre Eterno,
a través del servicio y de la donación de Tu Hijo,
por intermedio de la irradiación de Mi Amor,
las criaturas, encarnadas hoy en el mundo,
encontrarán la Luz de la Verdad en sus caminos,
para aprender a discernir
por la Gracia de Tu Sabiduría Infinita.

Esto reerguirá las bases de Tu Plan en la Tierra
y los 144 000 se reagruparán
para cumplir Tu mandato y Tu Voluntad.
Por eso, Señor del Universo,
en este tiempo de transición y de aprendizajes,
que Tu Mano escriba la Ley de Tu Bondad y de Tu Gracia
en los corazones para que,
 como en el antiguo pueblo de Israel,
se vuelvan a cumplir Tus más Sagrados Designios,
los Designios del final de estos tiempos,
 que provienen de Tu Reino Celestial,
y que, en las almas y en los corazones,
deben preparar el Retorno de Tu Amadísimo Hijo.

Tu Ley de Amor y de Verdad,
de Sabiduría y de Ciencia,
debe consolidarse en los corazones.
Por eso, Te pido, Padre Eterno,
que le otorgues esta Gracia especial a Tu Hijo,
así como Tú otorgaste la libertad y la redención
a través de la aceptación y del ofrecimiento
de la Muerte de Cristo.

Por eso, en este momento,
en el que los tiempos del universo se unen en uno solo
y las vibraciones superiores de todos los resplandecientes
se hacen presentes,
por la omnipresencia y la omnipotencia de Tu Hijo,
por el Poder Divino que Tú le has otorgado,
escribe a través de Tu Mano, Adonai,
lo que tanto esperas que se cumpla
en la vida de las almas en el final de este tiempo,
para que cada alma encarnada,
más allá de su condición o situación,
pueda ser un pilar vivo y firme de Tu Divino Reino,
por intermedio de la fuerza espiritual
del Amor y de la Luz, de la Misericordia y de la Paz,
 que Tu Amado Hijo entrega y dona en abundancia
 a todos los que se animan a decirle sí
para aprender a atravesar la noche oscura,
el desierto y la aridez de estos tiempos.

He aquí, Padre Amado, Señor del Universo,
el Agua de la Vida que sacia toda sed,
que nutre, a través de Mi Espíritu,
al alma que se ha secado y se ha corrompido,
que resucita a quien está muerto en vida,
que sana a quien está enfermo en sus emociones
y que cura a quien está enfermo en su mente.

Todo esto, Padre Amado,
es para que se cumpla Tu Ley, Tu Bondad
y Tu inmensa Misericordia que no tiene límites,
sino que es una fuente inagotable de abundancia,
a la que todos pueden volver
para poder quitar su sed.

Delante de los ángeles testigos de Tu Ley,
¡oh, Adonai!,
solicita a los Señores de la Ley del Universo,
que registren este ofrecimiento en el éter de este universo,
para que los espíritus y almas que lo necesiten
 lo vuelvan a recordar,
todas las veces que sea necesario;
para que vislumbren a través de Ti, Adonai,
la llama sagrada de Tu Propósito,
 que no podrá apagarse en ningún corazón ni alma
porque Tu Amor está vivo en Tus hijos, Adonai,
Tu Amor Eterno.

Quiero que así la Ley que proviene de Tu Fuente,
de Tu Divina Mente y de Tu Suprema Consciencia,
reorganice y redimensione
los planos de consciencia de Tus hijos,
para que se cumpla, Señor,
Tu Amor, pero también Tu Justicia,
y todos tengan la dicha de ser partícipes
de Tu Gloria y de Tu Reino Celestial
en el momento culminante del Retorno de Cristo.


He aquí, hijos de Dios, las Leyes Sagradas de la Creación, que fueron dictadas al pueblo de Israel a través de los profetas.

Hoy se vuelve a cumplir ese tiempo, así como se cumplió el tiempo de la Muerte del Señor, de la entrega de Su Cuerpo y de Su Sangre, como fuente salvífica para las almas.

Esta es la Ley, semejante a una flameante llama que reenciende el corazón, la vida y el espíritu; que no quema, sino que purifica; que transmuta y que libera las formas más corruptas de la vida humana, los universos más bajos del planeta, sin batallar; porque la Ley de Dios es neutra y sabia, y emite eternamente Su sabiduría y entendimiento a las almas creadas y a todas las demás criaturas de este y de otros universos.

Así, alinéense a la Fuente Creadora de Dios, en esta hora en la que la Fuente de Su Gracia y de Su Misericordia está abierta para otorgar expiación a través de un verdadero arrepentimiento y penitencia.

Quiero poder reconocer en ustedes los valores del Creador en la esencia más íntima y profunda de la consciencia humana.

Pero lo que es superior nunca puede comulgar y unirse a lo que es inferior, porque recuerden que todo lo que se ha desatado en el Cielo será desatado en la Tierra y todo lo que se ha desatado en la Tierra también será desatado en el Cielo.

Hoy, están ante la Sinagoga Espiritual de Dios, ante una de las doce expresiones de la Consciencia Trina.

Aquí, Yo estoy presente emanando la Ley del Creador, irradiando Sus Principios internos y eternos, entregando el bálsamo de Su Sabiduría espiritual para que todo lo que hagan sea bajo ese estado, bajo esa Gracia y bajo esa Ley, teniendo en primer lugar la Ley del Amor. No lo olviden, así podrán comulgar del Cielo y, aun estando en la Tierra, podrán ser contemplados en el Reino que se expresa en la Creación de Dios.

Por eso, los ángeles, testigos de la Ley, están aquí para que en solemnidad acompañen este momento, que no es concreto, sino espiritual; porque sus consciencias y la de sus hermanos ya deben aprender a elevarse espontáneamente y, aún más, esto será necesario en el Armagedón de estos tiempos, para que sus consciencias tengan la Gracia de la neutralidad, que es uno de los dones y de las virtudes de la Sabiduría Divina, así como lo es el sagrado silencio.

Tráiganme aquí el ofrecimiento de sus preguntas, que serán contempladas por la Sinagoga de Dios, por la Ley que siempre ha regido al pueblo de Israel, la Ley que lo ha guiado a lo largo de los tiempos.

Que se abran sus corazones para escuchar la Palabra del Señor.


A continuación, Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús lee algunas preguntas de los asistentes y Nuestro Señor responde.


P: Señor, ¿cómo puedo confiar en que tendré estabilidad financiera sin apartarme del Propósito para mí?

R: Recuerden la parábola de la viuda.


P: Cristo, ¿qué debo hacer para parar de sufrir tanto? No aguanto más.

R: Cuando te rindas a Mí, esto terminará.


P: Señor, ¿cuál es Tu Voluntad para esta humanidad? Nada somos, ayúdanos a cumplirla.

R: Que amen más que lo que Yo los he amado.


P: ¿Qué don o talentos pusiste en mí, Señor? Me pierdo con facilidad y no sé si los conseguiré manifestar de alguna manera.

R: Sustituye tus convicciones por tus talentos.


P: Amado Cristo, me gustaría descubrir cómo puedo curarme de mi sentimiento de inferioridad, de rechazo y de abandono.

R: Haz una novena para Mí.


P: No es que seamos un grupo de Tomás, pero ¿cuándo seremos bendecidos con Tu Aparición visible?

R: Cuando primero creas sin haber visto.


P: Cristo, ¿quién soy yo?

R: Una señal de que es posible morir para ti mismo.


P: Señor, ¿cuál es mi tarea en esta encarnación?

R: Cumplir lo que aún no has hecho.


P: ¿Cuál es exactamente la misión en África? (en inglés).

R: Que existan Comunidades y puntos de Luz semejantes al que fue gestado en Angola; pero eso solamente sucederá con la ayuda consciente de Mis compañeros y compañeras, no esperen que eso suceda solo con misioneros consagrados. Para que África pueda dejar de sufrir, deben asumirla con una verdadera responsabilidad, sin descanso.


P: ¿Cómo descubrir mi mayor propósito en esta encarnación?

R: Las señales ya fueron claras en tu vida, solo basta dar un paso para vivir ese propósito.


P: En la conducción de niños, mientras somos educadores ¿cómo guiarlos por el camino del Amor Crístico, sin ignorar las instrucciones formales?

R: Que, lo que más simple que hagas, debes hacerlo por amor.

 

Última pregunta:

P: Señor, esta, Tu Obra, en la que nos llamas Tus compañeros, ¿ahora está correspondiendo a Tu Llamado?

R: Por los frutos se conoce el árbol.


Que Dios Padre, Rey del Universo, los fortalezca y los bendiga, bajo el Amor incesante a la Ley.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Él dijo que va a responder una pregunta más, porque un alma se lo pidió.


P: Tú que conoces esos dos eslabones que aún no llego a conectar, ¿cuál es, que no lo veo?

R: Ser verdadero.