Domingo, 20 de marzo de 2016

Sagrada Semana
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS, DURANTE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

En Mi Gloria hoy está el mundo sufriente y mezquino, porque a través de Mi Poder, todo se hace posible  cuando los corazones se congregan a través de Mi Luz para adorarme.

Ciento cuarenta y cinco ángeles están hoy aquí Conmigo, en representación de todas las huestes de Luz del Padre Celestial y de los Padres Creadores, para dar comienzo a esta ceremonia sagrada durante siete días consecutivos.

Caminen a Mi lado, viviendo Mi Pasión, cada paso y cada hecho, cada momento y cada historia que fue escrita por Mí en este planeta y en su registro sagrado, en los libros del Cielo y de todo el Universo[1].

Este es el Libro de la Sabiduría de Dios, de las claves sagradas del Padre, que decretan desde el principio del Génesis el surgimiento de la Nueva Humanidad. Recuerden: Yo Soy el Alfa y el Omega, el que dio el primer impulso al mundo, y también soy el que dará el último, cuando retorne en Gloria a Su casa.

En este Libro está escrito la idea principal de Dios, lo que los corazones deben conocer para cumplir la Voluntad del Padre. Aquí está escrita su historia y Mi historia, Mi historia con ustedes en Tierra Santa.

Recuerden, compañeros, quiénes fueron en ese momento; no para vanagloriarse, sino para despertar al compromiso que olvidaron y que hoy vengo a renovar para todos en este lugar, porque en Aurora ya fue renovado. Y ahora ustedes tienen esta gracia de complacer Mi Corazón y de vivificarme a través de este encuentro sagrado durante siete días.

En este Libro está escrito lo que ustedes deben hacer, lo que Mi Padre espera de ustedes.

En este Libro está registrado el momento de su paso, así como está registrado en Mi Corazón Misericordioso, que se abre como una Fuente de Luz para todas las almas que aspiran verdaderamente curar su pasado y renovar sus espíritus en Mi Nombre Santo.

Y cada uno de los ángeles presentes, de los ciento cuarenta y cinco ángeles, guardan la voluntad en sus corazones para cada uno de ustedes, que es la Voluntad de Adonai, del Eterno, del Infinito.

Y este primer paso deben darlo los consagrados, porque como consecuencia, las almas se animarán a dar el paso en confianza a Mi Corazón y a Mis designios celestiales.

Quiero que honren al Dios Todopoderoso, que es el Rey verdadero de todas las cosas desde el principio.

Yo Soy parte de su Dios y de Su Magnificencia.

Yo Soy parte Su Omnipresencia y de Su Omnipotencia.

Honren junto a los ángeles la Presencia del Padre Eterno y de Su Gracia infinita manifestada a través de Su Hijo Amado.

Que canten los coros del Cielo y también canten los coros de la Tierra a través de los corazones abiertos a escuchar este llamado.

¡Aleluya, aleluya! Su hora de dar el paso está próxima.

Así como lo hizo Su Hijo Amado, lo deberán hacer ustedes en esta hora aguda del planeta, cada uno en su grado de amor y de evolución.

Abramos las puertas de los Cielos en este encuentro sagrado a través de Mi Corazón Glorificado.

Que se encienda el incienso y que se escuchen la voces, porque bendeciremos este altar para que él sea digno de recibir las Gracias del Hijo Primogénito, de su amado Pastor y Señor.

Padre Santísimo, desciende Tu Poder sobre los corazones no redimidos.
Desciende Tu Gracia sobre los corazones que Te honran día y noche.
Desciende Tu Misericordia sobre aquellos que aceptan la redención y la liberación del mal.
¡Oh, Adonai! Bendice a Tus hijos, a aquellos que perseveran a través de Mi Corazón amante;
a aquellos que caminan a pesar de las barreras y de sus propios desafíos.
Bendice al mundo en este día, para que muchos más puedan entrar en Tu Reino
a través de la ofrenda de Tu Amado Hijo, que se hace pequeño ante los ojos de los hombres,
para que te puedan reconocer, Padre, en la presencia de Tu Amor Infinito.
 
 
Fray Elías del Sagrado Corazón:

Cantaremos a pedido de Cristo, en Su Presencia, el Kodoish melódico, para honrar junto a los ángeles del Cielo al Padre Celestial.

Kodoish, Kodoish, Kodoish...

 

Ahora, compañeros, que sus corazones están limpios y sus almas están bendecidas por Mi Espíritu, ingresarán Conmigo por el Gran Portal de la Paz, para que Dios en Su Gloria, pueda derramar Sus Gracias sobre Sus hijos y todas las criaturas de este Universo, que también se congregan para este momento en alabanza y adoración y en acción de gracias por todo lo recibido; en donde Mi Misericordia pudo aplacar la Justicia para que ustedes pudieran estar aquí, en nombre de toda la humanidad y recibir también de Mi Corazón todo el Amor del Universo; amor que recibe el Universo también de ustedes en cada oración pronunciada, en cada Comunión realizada, en cada servicio entregado para aliviar el sufrimiento del mundo.

Hoy haremos una acción de Gracias especial y escogeré a catorce consciencias, a catorce almas entre todas las presentes, para que en acción de Gracias realicen una penitencia para el Maestro del Amor, por todo lo que lo ofenden y lo han ofendido y para que una vez más triunfe Su Misericordia en el mundo entero.

Esta acción de Gracias y esta penitencia significará, hijos Míos, siervos de Mi Padre, que los catorce a los que Yo escogeré, en nombre de todos, serán ungidos en su pie izquierdo, que representa la resignación ante el Padre Universal y ante Su Ley, para que en nombre de ustedes, de sus familias y de la humanidad entera, Yo pueda impartir en esta tarde una expiación que liberará a los corazones amarrados por las fuerzas del mal y perdidos por las tinieblas de Mi adversario.

Porque hoy establezco aquí Mi Luz, presente hasta el fin de los tiempos, para quien la pueda reconocer más allá de las apariencias y de las formas.

Aquel que pueda ver Mi Luz hasta el fin de los días será dichoso y bendito y Yo lo coronaré con Mi Gloria, para que esté sentado a Mis Pies en el Paraíso, junto a los ángeles y arcángeles, alabando al Creador por toda la eternidad.

Invoquen internamente la presencia de sus ángeles, porque ellos esperan por su respuesta y convocatoria, para que las obras del Señor sean realizadas por sus principios ultraterrestres, cumpliendo así la Voluntad de Adonai en las criaturas que se abren para reconocer esa Sagrada Presencia Divina.

 

Oración al Ángel de la Guarda...

 

No Me iré hasta que haya nombrado a las catorce consciencias que un sacerdote bendecirá para la liberación del mundo y para la paz en toda la Tierra.

Mientras los ángeles adoran la Presencia del Hijo de Dios, tráiganme aquí la Santa Custodia, para que ella simbolice el principio y el fin de un ciclo en el planeta para esta Sagrada Semana de amor y redención para los corazones del mundo.

El Santísimo representa para ustedes, compañeros, la sagrada expiación que irradia Mi Glorificado Corazón cada vez que lo miran con devoción y humildad, buscando la Caridad de Mi Espíritu, el Amor de Mi Alma, que está presente en la Eucaristía expuesta en el Santísimo Sacramento del altar.

No tengan expectativas por ser escogidos.

Busquen renunciar por Mí, al menos por una vez.

Sean misericordiosos de corazón y dejen que los que más necesitan reciban la Gracia, la misma que hoy derramo sobre todos ustedes.

Todos son importantes para Mí, todos pueden ser perlas preciosas en el Reino de Mi Corazón.

No se alejen de Mi Gloria.

Mientras espero el Santísimo contemplen Mi Corazón, que es poderosamente invisible para todos.

Contemplen en adoración a Mi Espíritu, que los abraza para renovarlos y que los absuelve para perdonarlos por toda acción errada, para que así conozcan Mi Amor soberano.

Dios se expresa a través de este santo Misterio para que las almas reconozcan Su Voluntad y la presencia de Su Amor.

Padre Nuestro en arameo...


[1] Jesús está mostrando un libro abierto.