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¿Hasta cuándo los mares y los océanos purificarán la contaminación de la propia humanidad?
¿Hasta cuándo el ser humano se sumergirá en la ilusión y quedará completamente ciego de todos sus sentidos?
¿Hasta cuándo la naturaleza soportará las agresiones del hombre de la superficie de la Tierra?
¿Hasta cuándo la humanidad negará y rechazará la Voluntad de Dios?
¿Alguien alguna vez se lo preguntó?
¿Por dónde se comenzará a trabajar si todo está oscuro?
¿Cómo ayudar mejor al mundo si el hombre de hoy está ciego por sus fantasías y deseos?
¿Cómo actuar sin desistir?
Hay algo que resuelve todos estos acontecimientos y que se llama amor y fraternidad humana.
Sin amor ningún cambio será verdadero. Ninguna realidad se transformará. Ningún espíritu se arrepentirá.
Sin fraternidad humana, entre las naciones y los pueblos, nunca existirá la igualdad. Nunca la Justicia Divina abarcará la Tierra. Nunca nadie percibirá que el otro está primero que uno mismo.
Sin amor ni fraternidad humana, la ilusión mundial corroerá, aún más, a la Tierra y a sus habitantes.
Por eso, es tiempo de amar lo imperfecto para algún día santificar la consciencia, la naturaleza y los espacios.
Es necesario el amor y la fraternidad humana para disolver los errores del pasado, para enmendar las heridas y para traer cura a la consciencia de la humanidad que se ha corrompido.
El amor y la fraternidad humana traerán consciencia a las naciones, a las culturas y a los pueblos de que el mundo entero perdió los valores de una dignidad social, ambiental y espiritual.
El amor transformará lo imposible y la fraternidad humana despertará el espíritu de la ayuda mutua y de la cooperación, más allá del ámbito religioso y social.
La humanidad necesita recuperar su dignidad ante el Universo porque la perdió completamente por sus errores y acciones.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Soy el Señor de los Siete Cálices Sagrados, y en ellos derramo los principios y atributos que, en este tiempo, Europa necesitará para llevar adelante su gran momento de redención, de perdón y de renovación.
Soy el Señor de los Siete Cálices Sagrados y, a través de ellos, represento a las siete poderosas Voluntades del Padre Creador no solo para Europa, sino también para el mundo entero.
Soy el Señor de los Siete Cálices Sagrados y, a través de ellos, vengo a depositar en la consciencia de Europa la oportunidad de amar a Dios verdaderamente y de encontrarme en el semejante.
Soy el Señor de los Siete Cálices Sagrados y, a través de ellos, instituyo los Dones de Dios, los siete principios creadores que descenderán en este próximo ciclo al planeta para revertir la situación crítica de la humanidad.
Soy el Señor de los Siete Cálices y, desde el Reino de Fátima, hoy les traigo esta revelación: el Señor de los Siete Cálices estará llegando para anunciarle a Europa que su tiempo de redención y de perdón se aproxima.
Vendrá el Señor de los Siete Cálices para volver a despertar a Sus doce apóstoles del último tiempo.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Dedica tu vida a través de la oración cada día más sincera, profunda y verdadera.
Dedica tu vida a Dios a través de tus acciones y de tu conducta que, de forma transparente, transmitan paz, fraternidad y amor.
Dedica tu vida a Dios a través del servicio en las pequeñas cosas de tu día a día, pues es ahí que se construye el puente para la vida superior.
Dedica tu vida a Dios a través del conocimiento y de la sabiduría, sabiendo que cuanto más te aproximas a la Verdad, más te aproximas a tu Padre Creador, a tu Origen.
Dedica tu vida a Dios buscando cumplir Su Voluntad, no en grandes misiones, sino en la misión de la vida, en la misión de amar y comprender al prójimo, en la misión de auxiliar y obedecer incansablemente, en la misión de amparar y cuidar a los que lo necesitan, en la misión de dejarse cuidar y amar por los propios hermanos, en la misión de transformar el desamor y la indiferencia humana en el propio corazón.
Dedica así, hijo, tu vida entera a Dios.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Deja que tu alma sea bañada por la poderosa Luz de Mi Corazón para que recuperes la confianza en Dios y sea esa confianza la que te impulse a dar los pasos y a seguir los Designios de tu Creador.
Permite que tu alma, por sí sola, reconozca la Voluntad de Dios por medio de la oración diaria a Mi Divina Misericordia.
Concédele la oportunidad de que ella se pueda expresar y mostrar a lo más consciente de tu ser. Que ella te pueda mostrar todo el potencial espiritual e interno que tiene para llevar adelante su misión y propósito.
Deja que tu alma siempre encuentre el espacio interior que necesita para revelarte todo el compromiso que, como estado de consciencia, deberá expresar para, así, ir cumpliendo la Voluntad del Padre.
De tu alma puede nacer la cura y el momento culminante de la redención se dará para que, algún día, tu alma cruce el portal triunfante del Amor de Cristo e ingrese en la escuela de la vida eterna.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Ofrece a Dios todo padecimiento, dolor y sufrimiento, para que todo en tu vida sirva de reparación para toda la humanidad.
Transforma los obstáculos en un salto para la evolución y agradece al Padre todas las oportunidades que recibes de reparar Su Corazón.
Tú, hijo, eres llamado a ser un instrumento en las Manos de Dios, y por la perpetua gratitud de tu corazón puedes tornar eso una realidad.
La gratitud es la llave para que el Padre tome tu vida en Sus Manos.
Busca, cada día, amar más a Dios, Su Voluntad y Su Camino, y no te digo que no padecerás cosa alguna, pero si que todo lo que padecerás será para el Padre como méritos para que Su Amor y Su Gracia desciendan sobre este mundo, sobre todo para aquellos que son ingratos e indiferentes ante Dios.
La sincera gratitud es la llave para la unidad con el Padre, es la puerta para lo que en este mundo llaman santidad.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Yo los hago apóstoles del fin de los tiempos para que puedan testimoniar dentro de ustedes los frutos de la Divina Palabra.
Yo los hago apóstoles del fin de los tiempos para que representen a su Redentor en este ciclo crítico y agudo del planeta.
Yo los hago Mis apóstoles para que vivan Mi Voluntad y para que la manifiesten más allá de sus posibilidades y miedos. Porque viviendo Mi Voluntad alcanzarán la libertad espiritual que necesitan para poder seguir dando los pasos rumbo al cumplimiento del Divino Propósito.
Yo los hago Mis apóstoles del fin de los tiempos para que vivan en caridad y en servicio, para que en ese ejercicio de entrega puedan experimentar el Amor Crístico y lo puedan manifestar en la Tierra.
Los hago Mis apóstoles del fin de los tiempos para que se arriesguen, cada día más, a vivir en el vacío de sí y con absoluta confianza de que todo se cumplirá conforme a lo designado por Mi Padre.
Los hago Mis apóstoles del fin de los tiempos a fin de que preparen internamente Mi Segundo Retorno.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Sin que ustedes lo esperaran, hoy he venido por expresa Voluntad de Mi Padre, para decirles que estaré regresando para entregarles Mis impulsos espirituales diarios a partir de este día, 20 de marzo de 2019, numéricamente especial para el Universo de Dios.
Toda la Jerarquía Espiritual está atenta a las grandes necesidades espirituales e internas de la humanidad.
Pero en este ciclo, en el que Mi Palabra deberá ser llevada a la práctica, los impulsaré y los guiaré con nuevas y precisas instrucciones para que sus mundos internos y sus almas se sientan guiadas.
Por esa razón, el Padre Me ha pedido que, por los méritos infinitos de Mi Pasión, ofrezca Mi Divina Consciencia a los que seguirán trabajando diariamente en su transformación y redención.
Es así que, a partir de hoy y por un periodo indeterminado, estaré regresando con toda la Gloria de Dios para acompañar a la humanidad en este momento crítico y decisivo que está atravesando.
Y especialmente vendré, a pedido de Mi Madre, por los que merecen y claman por los méritos de Mi Divina Misericordia.
Vendré en este ciclo para seguir revelándoles la Verdad y, sobre todo, para evitar la sustitución de la fe y de la enseñanza cristiana por la idolatría y el fanatismo mundial y religioso.
Durante la próxima Sagrada Semana sembraré las últimas semillas.
¡Les agradezco por guardar Mis impulsos en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Treinta y tres son las constelaciones principales de este Universo que llevan adelante la vida evolutiva, lugares de los cuales muchos provienen y que han venido con un motivo especial a la Tierra, para formar parte de esta escuela de redención y de perdón que Mi Hijo les viene ofreciendo desde el principio.
Nadie podrá entrar al Reino de Dios sin antes pasar por esta escuela.
Es necesario que el Universo se vuelva a recrear en base a sentimientos de paz, de amor y de caridad, en base a experiencias de redención y de perdón; de un sentimiento capaz de ir más allá de todo, así como lo hizo Mi Hijo hasta el último momento en lo alto de la Cruz.
Pero Él reunió en aquel tiempo a todos los que necesitaban de redención y de perdón, no sólo los que estaban presentes durante el acontecimiento de la Pasión de Mi Hijo recibieron esa gran oportunidad universal, sino también todas las constelaciones que forman parte de este sistema de vida, del cual la Tierra también forma parte desde hace mucho tiempo.
Pero para que esta humanidad alcance un nuevo estado de consciencia, será necesario vivir la escuela de la redención y del perdón colocando a los pies del Creador todos los acontecimientos, todas las experiencias y todos los hechos que modificaron Su divino Plan de Amor.
Por eso, hijos Míos, hoy les digo a todas las criaturas de la Tierra que estamos ya en el tiempo de vivir esa redención, para poder definitivamente trascender el sufrimiento y las secuelas que el dolor deja en la vida de los seres humanos.
Ya no es necesario aprender más de los errores, es necesario aprender del amor, de un amor incondicional y vivo que es capaz de dar la vida por el otro, así como Mi Hijo la dio por cada uno de ustedes.
En aquel tiempo, cuando Jesús estuvo en la Tierra y vivió Su Pasión, se abrió la puerta de la gran oportunidad para la humanidad y aún esa puerta está abierta a pesar de los errores presentes, es la puerta que Nosotros cruzamos cada vez que venimos del Universo a la Tierra para anunciar la Palabra de Dios, para entregar las gracias a Mis hijos y para dar nuevas oportunidades a todos los que las despreciaron por alguna razón.
Todos, absolutamente todos, están ante esa puerta de redención. Esto va más allá de la religión, de la sociedad, de los pueblos o de las naciones. Va más allá de los errores que hayan cometido en el Universo porque esa puerta está abierta por el Amor de Dios, por el Amor que Él tiene por cada uno de Sus hijos, a pesar del desprecio que Él recibe en este tiempo.
Eso también es obra de la divina e insondable Misericordia, a fin de que todas las criaturas que vinieron del Universo, y que hoy están presentes en esta humanidad, no pierdan esa oportunidad de redimirse y de amar incondicionalmente así como Jesús los amó.
Ante la revelación de estos tiempos es importante tener consciencia de lo que estamos viviendo, hijos Míos, porque esa oportunidad que hoy ustedes reciben, también la pueden recibir sus hermanos del mundo entero, buscando de una manera precisa y objetiva que las almas puedan despertar a lo que vinieron a realizar a la Tierra y puedan hacer parte de sí el Plan Divino de nuestro amado Padre Creador.
El Universo no sólo gira en torno a este mundo. El Universo es algo más que el Universo en sí. Él es más amplio de lo que parece, más vasto de lo que tiene, más infinito de lo que posee.
El Universo aún está por mostrarse a la humanidad. Sólo en los últimos tiempos, el Universo se mostró a través de la Jerarquía espiritual, con el fin de buscar el despertar de la humanidad, con el fin de entregar la advertencia de estar desviándose del Propósito de Dios, yendo por el camino de la autodestrucción.
Por eso la intervención divina se da de tiempo en tiempo, así como la intervención de la Jerarquía espiritual en diferentes regiones del planeta, con diferentes culturas y con distintos impulsos de luz que llegan de la Fuente de la Creación para traer consciencia al hombre de superficie.
Es así que hoy el mundo entero, en este día 13 de marzo de 2019, está ante la presencia de su origen, de la oportunidad de recapacitar espiritualmente y de enmendar todos los hechos por más que ellos sean desconocidos y lejanos.
Hoy los primeros velos de la consciencia caen de sus rostros para que puedan ver la realidad que deberá ser redimida y perdonada, porque esa realidad ya no estará en la Nueva Tierra, no estará en el sentimiento ni en la consciencia de la Nueva Humanidad. Todo, absolutamente todo, será transformado especialmente en este tiempo de transición y de caos.
La ampliación y la profundización del amor en la consciencia del ser humano, será la gran llave del fin de estos tiempos que podrá remediar el caos que existe en las naciones, traer paz donde ya no existe y fraternidad donde hoy no se vive.
Esa llave del amor que está en sus manos y especialmente en sus corazones, será la puerta que Cristo utilizará para retornar a la Tierra.
No será una alegoría, será una realidad viva que llegará de la noche a la mañana.
Por eso, es el tiempo de que el mundo entero resuelva sus deudas, perdone sus conflictos y trascienda los errores por la ayuda de la intervención divina que en este día el Universo les da.
Cada nueva consagración de Hijos de María es la oportunidad de ampliar ese conocimiento divino y de aproximar esta revelación a la consciencia humana, de lo que existe en el Universo, así como de lo que existe dentro del universo interior de cada ser.
Este es el momento en donde se puede profundizar el conocimiento, en donde las almas se pueden volver más conscientes de todo lo que hicieron para poder enmendarlo y perdonarlo, para poder vivir finalmente el propósito que los trajo aquí.
Por eso hoy la consagración de Hijos de María será especial para Mí, porque va más allá de su persona, va más allá de sus espíritus, llega muy cerca del Propósito Divino, del motivo principal y primordial que esta consagración generará en la humanidad y no solo en un grupo de personas.
Con esa expansión de consciencia es que hoy los llamo aquí para que vengan a consagrarse, porque estarán haciendo votos no solo con sus mundos internos, con el propósito que los trajo aquí, sino también estarán haciendo un voto con la humanidad, sabiendo que la humanidad finalmente deberá aprender a vivir la Voluntad de Dios, que ya no será necesario pasar por tantos errores y sufrimientos para poder aprender algo.
Hoy es la escuela del Amor que Yo les ofrezco a los Hijos de María, especialmente a los que hoy se consagran y colocan a Mis pies la oferta de su corazón y de su vida para alcanzar algún día la Voluntad de Dios.
Que hoy la llama espiritual de sus corazones esté encendida para que la sabiduría esté presente en la Tierra, más allá de los acontecimientos o de las pruebas, para que siempre la Sabiduría de Dios, como una llama viva, los lleve al Amor de Dios y a la experiencia del perdón, que deberá ser vivida en este tiempo con profunda sinceridad y verdad.
Escuchando el himno de su consagración, hoy volvemos a renovar los votos ante el Padre Celestial en el camino de la persistencia y de la fe, de la constancia, de la caridad y del bien por encima de todo mal o de toda prueba, de toda dificultad o de toda enfermedad, confiando plenamente en la Presencia de la Divina Gracia, en el Universo de la Misericordia de Dios, que en esta noche los congrega en la Presencia del Divino Espíritu para consagrarlos y bendecirlos, en el nombre del Amor.
Que estas flores que fueron colocadas hoy a Mis pies, no sólo sean recibidas por los que hoy se consagrarán, sino por todos los que están aquí, que Me acompañaron aquí, hasta Aurora, para apoyar a su Madre Celeste en este impulso de la nueva revelación que el Universo de Dios les está entregando para que se pueda vivir el perdón y la redención.
Que estas flores que hoy dejaron a Mis pies les recuerde el retorno a sus orígenes, a su esencia interior, a su pureza original, a su verdad, la verdad que Dios les colocó desde el principio como esencias, como almas, como espíritus.
Que estas flores, estas rosas, les recuerden siempre la Verdad de Dios, y especialmente la infinidad de Su Amor y de Su Sabiduría, presente y viva en toda la Creación.
Que sus vidas, hijos Míos, algún día se conviertan en una flor, para que la Luz del Cristo, del Cristo vivo, se irradie a la Tierra, Amén.
Yo los bendigo, los consagro y los despierto a la verdad universal, a la verdad del amor, a la verdad de la sabiduría y de la cura que todos los seres pueden vivir para alcanzar la felicidad celestial de estar en Dios y con Dios para siempre.
Yo los bendigo, con la autoridad que Mi Hijo Me concedió y por los méritos de Su preciosísima y divina Pasión, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Pueden cantar.
Les agradezco
Que la Paz de Dios esté presente en todos los corazones.
Hijos, recuerden todos los días la esencia de la vida espiritual que se encuentra en la renuncia, en el sacrificio, en el servicio, en la oración y, por encima de todo, en el atributo que une a todas las cosas, que es el amor.
Recuerden que la verdadera libertad se encuentra en la renuncia y que viviendo la renuncia aprenderán a amar la Voluntad de Dios y no la propia.
Recuerden que la verdadera libertad se encuentra en el sacrificio y que viviendo el sacrificio aprenderán a superarse en el amor, descubriendo un amor mayor todos los días.
Recuerden que la verdadera libertad se encuentra en el servicio y que, viviendo el servicio realizado de corazón, se liberarán de sus voluntades y necesidades constantes para que, a través de la fraternidad, aprendan a vivir de la Providencia Divina.
Recuerden que la verdadera libertad se encuentra en la oración y que viviendo la oración encontrarán el Universo Celestial y su origen, venciendo así todos los miedos humanos y sus ilusiones, que hacen que sus pies estén constantemente presos a la Tierra.
Recuerden que la verdadera libertad se encuentra en el amor y que viviendo el amor estarán libres no solo de ustedes mismos, sino también de todos los límites, capas y dimensiones que los separan de la Consciencia Divina. El amor los conducirá al Todo que es Dios y, más que eso, abrirá las puertas para que toda la vida retorne a la unidad con el Corazón del Padre y dará al Creador la posibilidad de, finalmente, renovar Su Amor y Su Creación.
Encuentren, en este tiempo, la verdadera libertad y sean libres dentro de la Unidad Divina.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Agradece a Dios cada ciclo que finaliza y da gloria a Dios por cada nuevo ciclo que comienza. Deja que una síntesis de todo lo que aprendiste en los últimos años se realice en tu interior y, con gratitud, crea las bases para comenzar un nuevo tiempo, un nuevo ciclo de servicio, de aprendizaje, de definición, de Gracia.
Ábrete, hijo, para dar un nuevo paso todos los días, para reconfirmar tu corazón y tu consciencia en este camino y, por encima de todo para que, además de hijo de Dios, seas también Su amigo y compañero, aquel sobre el cual el Creador puede apoyar Su Cruz, aquel en el cual el Creador puede renovar Su Amor.
Aspira a que en este ciclo tu ser esté aún más dispuesto a la transformación y a la verdad, a descubrir y conocer tu esencia original y en ella disolver las ilusiones de la condición humana.
Que este sea un ciclo para profundizar en el desierto de tu corazón, en donde estarás delante de ti mismo para definir tu corazón y en donde estarás delante de Dios para conocer Su Voluntad y aceptarla con amor.
Este será un momento de vacío, de entrega, de soledad, porque tu corazón debe madurar para enfrentar lo que vendrá. Tu consciencia debe estar afirmada en la verdad y en el conocimiento divino, para que así pases la transición de los tiempos con plena certeza de la luz del porvenir de la nueva vida.
Este es el momento de estar delante del Padre y recibir de Sus Manos el pergamino de Su Voluntad para cumplirla. Es momento de crecer espiritualmente y manifestar la fortaleza que hace tantos años el Señor viene construyendo en tu corazón.
Por eso, ve, e profundizando en el desierto de tu interior vive tu ciclo de definición, vive la confirmación de tu entrega, vive el encuentro con el Creador de todas las cosas y prepara tu consciencia para cargar la cruz del fin de los tiempos y ser la punta de lanza que abre el ciclo de la nueva vida, de la nueva humanidad.
Tienes Mi bendición para esto.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Querido hijo:
Que tu corazón nunca deje de confiar en el cumplimiento del Plan de Dios porque, por encima de toda imperfección o error, es Voluntad del Padre Eterno que se manifieste Su Divino Propósito.
Sé, como Madre de Mis hijos, que a veces es difícil creer o aceptar que algo absolutamente inmaterial y divino se cumplirá en un lugar lleno de errores o de fallas. Pero te recuerdo, hijo Mío, que Dios es misericordioso e infinitamente piadoso con todas Sus criaturas.
Por eso, nunca dejes de confiar en el cumplimiento del Plan de Dios, más allá de aquellos que podrán participar, o no, de la concreción de esa divina e insondable aspiración.
Camina con tu mirada fija en esa meta, en ese propósito, y no te preocupes por lo que harán los demás con la oportunidad que reciben.
Cumple con tu parte todo lo mejor que puedas y ofrécelo por los que ya no lo hacen o por los que son tibios con el Plan de Dios. Porque, de esa forma, hijo Mío, muchos más corazones no arrepentidos se arrepentirán y tomarán consciencia sobre la realidad en este último tiempo.
Confía. Confía, porque todo estará bien.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Hoy llegamos al final de un ciclo y al comienzo de una nueva etapa.
Después de estos dos últimos meses de recogimiento, Mi Materno Corazón pudo contemplar, con alegría, la madurez, la seriedad y la responsabilidad con las que cada corazón orante asumió la misión de orar por la paz en las naciones; y también he podido contemplar, hijos Míos, el efecto positivo y mundial que este trabajo diario construyó, amorosamente, en los últimos tiempos.
Por ese motivo, queridos hijos, es que hoy puedo decir que los amo y que siempre los amé, porque sé que dentro de ustedes existen grandes posibilidades de amar a Dios y de ayudarle a expresar, en la Tierra, Su Plan de Amor y de Redención.
Quiero decirle al mundo que hoy cuento con un fortalecido ejército orante, consagrado como Hijos de María, que ya comprende y vive la importancia de manifestar la Voluntad de Dios.
Por eso, hijos Míos, nunca se cansen de orar y de suplicar, porque la oración abre las puertas del Reino de Dios y la Gracia, que es infinita, puede derramarse sobre todos Mis hijos.
Yo los invito a seguir difundiendo este importante pedido.
Yo los invito a que, cada día más, abran las puertas de sus grupos de oración para que más almas puedan ser congregadas por la Misericordia de Dios.
Mantengan, hijos Míos, esa fidelidad Conmigo. Que nada los haga dudar ni oscilar porque, en este ciclo, estamos construyendo el triunfo de Mi Inmaculado Corazón en el interior de cada ser.
Queridos hijos, los animo a seguir colaborando para que Mis Planes de paz se puedan concretar en la humanidad y todos los conflictos se terminen.
Hijos Míos, hoy derramo el poder de la Luz de Dios sobre sus almas para que, fortalecidos por la fe y colmados por la sabiduría, el Padre Celestial le conceda al mundo un mayor periodo de paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
No existe preocupación más grande que Mi Amor, porque Mi Amor disuelve en luz toda preocupación. Nada opuesto al amor puede ser más grande.
Por eso, cuando hay preocupación es algo comprensible, es el punto de fricción que las almas encuentran cuando tienen que dar un gran paso por algo desconocido y mayor a sus pequeñas posibilidades.
La preocupación coloca a la consciencia en una tensión constante.
La preocupación se disuelve, también, a través de la confianza que el alma puede expresar por la Voluntad Mayor.
Hoy las almas se preocupan demasiado porque pierden el hilo conductor que las trajo hasta aquí, hasta esta vida, para cumplir el Propósito.
Pero también la preocupación sucede cuando el alma le teme al resultado de su destino o al destino del semejante.
Todos esos sentimientos, que son alimentados por la consciencia inferior de la humanidad, son vencidos a través de un amor confiante, de una fe capaz de ir más allá de toda dificultad y de todo obstáculo.
Yo, como Hombre y Consciencia encarnada, atravesé la preocupación y el miedo de enfrentar la Pasión. Pero la fe en Dios y la confianza en Mi Padre Me llevaron a darlo todo y a sostenerme en un propósito inquebrantable.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Que la oración sea tu primer pensamiento, antes de comenzar cada nuevo día. Piensa en Dios, en Su Plan, en Su Voluntad y, en un diálogo simple con el Creador, agradece al Padre por cada nueva oportunidad de aprender sobre el amor.
Entonces, hijo, ora por este mundo y por sus Reinos; ora por las almas y por toda la vida que en ellos habita.
Ora por la consciencia del planeta y por aquellos que silenciosamente sustentan este mundo, en niveles aún invisibles para tus ojos.
Ora por el propósito de cada ser, por el propósito de este planeta y de todo el Universo, aunque él te sea desconocido.
Ora por el Plan de Dios, no solo para tu vida, sino para toda la vida, mucho más allá de la Tierra.
Comprende que, así como este mundo, todos los otros fueron creados con un Propósito Divino y ora para que todos encuentren esta Voluntad Mayor.
Ora por el retorno de Cristo a la Tierra, para que todos los seres estén preparados para mirar a los Ojos del Señor y reconocerlo y que así se arrepientan de sus faltas y alcancen la redención.
Ora por aquellos que deben acompañar a Cristo en Su segunda venida a este mundo, para que todos estén despiertos y que sus compromisos con el Señor estén vivos.
Ora por la nueva vida y ora por el nuevo hombre, para que todos los seres sean capaces de dejarse vencer y rendirse delante de Dios, para que una nueva vida emerja de sí mismos.
Lo más importante de tu vida, hijo, es la oración.
Ora sinceramente y ora verdaderamente. Profundiza en tu vida espiritual. Así, no te debilitarán las dificultades ni te asombrarán las verdades, y dentro de ti todo te será revelado y tu mundo interior estará pronto para todos los ciclos, dispuesto a todo lo que llegará.
Tienes Mi bendición para eso.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Que la Estrella de Mi Paz ilumine los caminos de los mundos internos, para que las esencias siempre se encuentren en el océano de la fe y de la compasión.
Que el camino de los creyentes en Cristo sea purificado, para que el sendero de los Nuevos Cristos se pueda manifestar.
Que en este tiempo planetario solo exista la convicción de estar en Cristo. Que Sus soldados de la oración nunca se cansen y que no bajen los brazos. Que sus intenciones más puras y sus súplicas sean escuchadas todo el tiempo por el noble y amoroso Corazón de Dios.
Que en esta hora, todo misterio sea revelado, para que más allá de toda ciencia o entendimiento, las consciencias despierten al verdadero motivo que las trajo hasta aquí; a fin de cumplir con la Voluntad de Dios Padre de poder ver, finalmente, sobre la superficie de la Tierra, una nueva y responsable humanidad, la que viva por amor, los principios de una vida evolutiva y ascendente.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando el Cielo se abra delante de tus ojos, solo agradece y reverencia al Padre, que vino a llamarte por el nombre para responder a Su llamado.
La Voluntad de Dios es única e inmutable, pero a lo largo de la evolución de la humanidad va encontrando diferentes formas de expresarse y manifestarse.
La Voluntad de Dios es como el agua que fluye de una fuente pura, en la cima de una montaña, y la evolución es esa gran montaña, a través de la cual el agua de la Voluntad Divina fluye para llegar a los seres. A pesar de encontrar diferentes caminos y de fluir con diferentes intensidades, el agua es la misma y la fuente es eternamente pura.
Tú, hijo, debes recibir con alegría esa agua que llega a tu vida para que, bebiéndola, puedas estar fuerte para seguir el camino que lleva a la Fuente y caminar de regreso al seno de donde brota esa Voluntad Superior.
La Voluntad de Dios se amolda a los obstáculos de la vida y a las posibilidades de los seres humanos. Mientras menos piedras en el camino, más fluye y con mayor intensidad llega a los que tienen sed. A ti solo te cabe seguir esa Voluntad Divina, sin colocar más piedras en el río de la vida. Pero cuando las piedras pertenecen a la consciencia humana como un todo, a tu corazón le basta seguir bebiendo de ese agua e ir llevándola, gota a gota, a los que tienen sed. El río siempre fluirá y, en la próxima curva, encontrará un camino más amplio por donde expandir sus aguas.
Este es un tiempo de muchos obstáculos para el río de la Voluntad Divina, pero bastará persistir y estar siempre dispuesto a vivirla para generar méritos para que, en un momento de mayor fluidez de esa Voluntad, surja en toda la humanidad.
Medita en lo que te digo y, con esa imagen en tu corazón, sube esa montaña de retorno a la Fuente y no te canses de caminar.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
A través de la Santa Eucaristía encontrarán el portal interior que los unirá a Dios y, desde ese lugar de consciencia, descenderán todos los atributos que necesiten para alcanzar la transformación.
A través de la Eucaristía encontrarán al Dios Vivo presente en la forma perfecta de Su Hijo. En el Padre sentirán Su poderosa Presencia y podrán acompañar como servidores, la manifestación de Su Voluntad.
A través de la Eucaristía encontrarán el camino que los llevará siempre hacia la luz y sentirán, dentro de sí, una fuerza interior de elevación que los impulsará a la trascendencia.
A través de la Eucaristía encontrarán cada respuesta que busquen y sentirán, dentro de sí, la confianza en Dios necesaria para poder dar los pasos en el camino crístico.
A través de la Eucaristía encontrarán el alimento que nutrirá su fe para los tiempos que llegarán. Y, a pesar del ciclo de la tribulación, su fe no vacilará porque habrán construido, dentro de sí, la unión plena con la Santísima Trinidad.
¡Les agradezco por guardar Mis palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
En el silencio de la noche, en el amanecer lluvioso y recogido, se muestra la luz de Aurora.
En la concentración interior, en el alineamiento del corazón, se revela la luz de Aurora.
En la vigilancia del guerrero, en el servicio incansable de los siervos de Dios, se muestra la luz de Aurora.
En la cura alternativa de los cuerpos, en el cuidado dedicado de los que son curados, se muestra la luz de Aurora.
En el silencio espiritual, en la conexión interior de cada ser con lo Alto y con lo Divino, se revela la luz de Aurora.
En la alegría del alma por estar sirviendo a Dios, en la dedicación permanente de la vida a la Voluntad de Dios, se muestra la luz de Aurora.
En todo lo que ofrezcas de corazón a ese sagrado Reino de Redención, allí se mostrará siempre la luz de Aurora.
En todo lo que entregues, hagas o realices de verdad por ese Reino de Amor, se revelará ante ti la luz poderosa de Aurora, la que te llevará a la redención y al perdón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Ofrezco Mi Corazón como refugio y reparación de las almas.
Ofrezco Mi Corazón como fortaleza de protección y de amparo, pero, ¿quién ingresará a Mi Corazón para poder vivir Mis atributos?
Ofrezco Mi Consciencia y Existencia por cada uno de Mis hijos, para que puedan conocer en sí mismos las Virtudes y los Dones de Dios.
Por eso, ofrezco Mi Corazón, incansablemente, hasta que las almas aprendan a dar los pasos, por sí mismas, en la seguridad espiritual necesaria para estos tiempos.
Mi Corazón es el Templo que se ofrece a las almas para que Dios sea adorado y alabado, y así se cumpla Su Voluntad en el Universo y en la Tierra.
Ofrezco Mi Corazón como amparo de los corazones, para que el misterio de Amor esté vivo en Mis hijos y ellos aprendan todos los días a amar a Dios, más allá de todo.
Ofrezco Mi Corazón como refugio de los desamparados y como alivio de los que necesitan reencontrar a Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando los corazones de las naciones están oprimidos y claman por paz, únanse, hijos, a este pedido y eleven sus voces a Dios, pidiendo por sabiduría y luz para los hombres, para que a través de ellos se establezca la paz.
Sé que muchos piensan que repetimos una y otra vez: "¡Oren! ¡Oren! ¡Oren!". Y así es, porque los seres aún no descubrieron el verdadero potencial de la oración. Si oraran todos los días de corazón percibirían que la oración los transforma, transforma la vida a su alrededor y transforma este mundo.
No son las guerras, las protestas y los conflictos los que traerán paz a las naciones. Es la oración que une el corazón humano a la Sabiduría Divina, para que sepa lidiar con los desequilibrios propios de este tiempo.
La oración es lo que calma el ímpetu de la impulsividad humana y coloca a los seres en un estado de paz para que tomen decisiones correctas, según la Voluntad de Dios y no la propia.
Es la oración la que permite que vean los acontecimientos del mundo con neutralidad y sabiduría para que sepan cómo auxiliar.
La oración es la que abre las puertas del mundo a nuevas Leyes, a nuevos patrones de vida que les dan la oportunidad de participar en un nuevo tiempo.
Es la oración la que disuelve de los planos mentales del planeta las ideas de destrucción, de guerras, de maldad, de ultrajes, para que no se manifiesten en el mundo, aunque todo esto suceda en los niveles silenciosos de la consciencia, adonde solo el corazón puede llegar.
La oración es un ejercicio de humildad y, siendo así, permite que los seres pierdan la arrogancia humana para aceptar que Dios guíe y conduzca la vida en este mundo, porque Él lo creó y solo Él puede conducirlo a Su Propósito.
La oración, hijos, es mucho más que todo lo que Yo les dije. Pero, para entrar en este misterio, necesitan orar de corazón y profundizar cada día en la comunicación con Dios.
Yo los bendigo y los inspiro a orar de corazón.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más