MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA REGIÓN DE VALPARAÍSO, CHILE, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Cuando los corazones, sin percibirlo, invocan el poder de la Misericordia de Dios, las almas que están más lejos del lugar en donde acontece la Maratón de la Divina Misericordia, reciben una importante ayuda espiritual que repercute en esas consciencias durante un lapso de cinco días.

De esa forma, queridos hijos, las almas son trabajadas en varios planos de consciencia hasta que se pueda establecer la Reconciliación como Sacramento de unión con Dios.

Es así, hijos Míos, que el ejercicio de la Maratón de la Oración permite disolver en la consciencia planetaria los ideales que, más tarde, afectarán a las naciones a través de los grandes conflictos en el mundo.

Por eso, la verdadera oración fervorosa permite reconstruir, reparar y restaurar no solo a la consciencia que ora, sino también a todo el lugar en donde ese encuentro de oración se lleva adelante.

De esa forma, la humanidad como raza es auxiliada cada vez que se abre al encuentro de oración de la Divina Misericordia.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA COMUNA DE OLMUÉ, MARGA MARGA, VALPARAÍSO, CHILE, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

María, Estrella Guía de Chile

Queridos hijos:

Hoy Me presento ante ustedes como la Señora del Carmen, Patrona de esta nación y de este pueblo.

Vengo, en este día extraordinario, para conceder más Gracias y ayudas a Mis hijos de Chile, a fin de que las almas caminen por la senda del arrepentimiento y de la reconciliación para que, finalmente, se establezca la paz en los corazones chilenos que aún no la tienen.

Para eso, queridos hijos, deseo renovar la advocación de la Virgen del Carmen para que todo Chile la adopte como la Faz divina que está destinada a proteger y amparar el futuro de esta nación.

Queridos hijos, vengo para pedirles, en este día, el establecimiento en este país de la Virgen peregrina del Carmen, para que, después de haber recorrido Chile de Norte a Sur y de pueblo en pueblo, Ella también pueda peregrinar por otras naciones de América del Sur, así como otras imágenes sagradas han peregrinado por varios lugares del mundo.

Mi segundo pedido, en este día, es que en cada hogar de cada hijo chileno se establezca un altar de oración en honor a la Señora del Carmen. Esto ayudará a consolidar la familia; ayudará a unificar la fraternidad entre los seres y el amor entre las consciencias.

Quisiera que cada hogar chileno estuviera amparado por la Virgencita del Carmen, para que nunca les falte la guía y la protección necesarias en este camino de peregrinación por la Tierra, en la búsqueda de la patria beata.

La Virgen del Carmen representa para cada consciencia de Chile, el Principio de la salvación, de la redención y de la reconciliación.

La Virgen del Carmen, mediante Su intercesión, trae la oportunidad para que nuestras almas se unan a Dios, a Su Esencia Divina. Ella es la Patrona de los navegantes y la Estrella que guía la vida consagrada.

A la Virgen del Carmen se le atribuyen muchas Gracias que podemos recibir desde el momento de nuestra sincera consagración a Su Santa Faz.

La Virgen del Carmen atrae, para la Consciencia de Chile, el camino por donde las almas más separadas se pueden volver a unir y, en Su Corazón Inmaculado, disolver la raíz de la indiferencia, de la falta de amor o de la ausencia de caridad.

Chile tiene, mediante la Virgen del Carmen, la posibilidad de alcanzar la paz interior, como también la oportunidad de cerrar las puertas inciertas que fueron abiertas en el pasado de esta nación.

La Virgen del Carmen trae para Chile el momento de la pacificación de los corazones y, al mismo tiempo, el despertar de la consciencia hacia un Propósito Mayor.

La Madre de Dios llama a cada corazón chileno para que, en este día, se consagre a la Virgen del Carmen, y así, cada uno pueda ser depositario de las Gracias que la Santísima Madre trae del Cielo.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SANTIAGO, CHILE, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Declaración del Divino Amor, continuación

¡Oh, amado pueblo chileno, que tienes estampado en tu bandera, azul y roja, la estrella que debe ser el símbolo de una patria celestial!

¡Oh, sagradas montañas de los Andes, que guardan en su corazón mineral los más grandes tesoros de la historia original de esta humanidad!

¡Oh, hijos Míos de Chile, que reflejan en sus rostros el legado de los pueblos del pasado!

¡Alcen sus banderas blancas de la paz y que, al grito que emitirá el Universo, sus estrellas internas reciban el sagrado llamado de la redención!

¡Que los Vigilantes del Legado laven sus rostros en la Fuente de Mi Gracia, para que de todo sean curados!

¡Que los Guardianes de los Tesoros del Universo reciban el bálsamo de Mi Paz para poder curarse!

¡Que los Comandantes de otros tiempos sean perdonados y reciban la Absolución espiritual del Hijo de Dios!

¡Hijos de este antiguo pueblo sagrado!, ¡pueblos del principio y pueblos del fin!, ¡abran sus corazones para ser liberados!

¡Arrojen de sus manos las armas de la destrucción!

Que cada Sol radiante, que en este pueblo habita, pueda ser erguido nuevamente a la Gloria de Dios, para que todo se restaure, para que nada se pierda. Para que, desde el silencio de los Andes, sea escuchada la Sagrada Palabra de Nuestro Redentor y Salvador, Jesucristo.

Sigan a su Madre del Cielo por el sendero que los llevará hacia la patria beata, porque así, su pueblo herido por las causas del ayer, será redimido de todo.

¡Confíen, hijos, en todo lo que les traigo!

¡Confíen en la renovada esperanza y en el fin de este cautiverio nacional!

¡Soy la Madre que mueve todo el Universo para que Sus más pequeños y necesitados hijos tengan una oportunidad!

¡Que los soldados de las Estrellas hoy se reúnan a los pies del gran Altar Celestial! ¡Y que las puertas a los abismos de este pueblo ahora sean cerradas!

¡Porque el Cristo interno emergerá de sus seres y así serán uno con Mi Hijo, para que Él, en Su Gloria Celestial, sea uno con Su amado pueblo!

¡Quiero que la Estrella de Mi Hermandad ahora sea el lema y el símbolo de su pueblo!

¡Quiero, de este país, seres redimidos por el Amor del Creador!

¡Que los Comandantes de otrora ahora eleven sus corazones al Cielo!

Porque ahora, sin cascos, armas ni capas, estarán libres para sentarse a la Mesa Redentora del Señor y así comulgar de Sus Códigos de Vida.

¡Que los caídos en el pasado, en este presente se levanten!

¡Que los que aún no han perdonado los errores de esta patria y de este pueblo, hoy perdonen, para que Mi Amado Hijo, en Su Divina Gracia, vuelva a reunirlos y, por medio de Su Palabra, los haga comulgar de Su Santísimo Espíritu!

¡Que hoy Chile pueda, como pueblo, tomarse de las manos para declarar la tan esperada reconciliación y pronunciar la tan ansiada paz, borrando así, de esta historia chilena, los errores del ayer!

Así, sus corazones resplandecerán y junto a Mí podrán dar los pasos hacia el reencuentro del amor que cicatrizará las más grandes heridas.

¡Que más nadie acongoje su corazón, porque Cristo, Mi Hijo, hoy pondrá fin a este destierro!

Y todos los soldados y Comandantes de los cascos púrpura se unirán, en Cristo, para hacer de esta nación, la concreción de la Promesa Divina en la vida de cada ser.

¡Que hoy abandonen las espadas y que se ofrezca al Creador el corazón manso de cada chileno, para que triunfe, más allá de todo, el Plan!

Que así sea.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE LA CIUDAD DE MENDOZA, ARGENTINA, HACIA SANTIAGO, CHILE, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

En este tiempo, vengo al mundo para dar continuidad a la Obra de Redención de Mi Hijo, para que así las almas despierten al camino del perdón y de la reconciliación.

Por eso, su Madre Celeste peregrina, de nación en nación, con el fin de que más corazones en el mundo alcancen la verdadera consciencia del amor y de la compasión.

Mi Hijo envía a Su Madre al mundo todos los días para hacer de las vidas del planeta, corazones en plenitud y redención.

Es así que Mis pasos no se separan de los pasos de Mis hijos porque, como Madre bondadosa, puedo estar cerca y unida a cada corazón necesitado.

Los animo, en estos tiempos, a formar parte de los ejércitos del Redentor, a fin de que el Sagrado Maestro y Señor del universo tenga instrumentos disponibles para llevar adelante el Proyecto de Amor.

En este tiempo, sientan la alegría de servirlo, el júbilo de poder volver a encontrarlo, el ansia profunda de estar cerca de Él.

Que sus vidas, en constante redención, reciban el impulso de Nuestro Señor para que todo sea realizado.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA LOCALIDAD DE LOS COCOS, CÓRDOBA, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Hoy, los llevo a todos en Mis brazos, así como llevé a Jesús al Templo.

Hoy, los entrego a Dios para que sus vidas sean purificadas, redimidas y colmadas por el Sagrado Espíritu del Creador.

En aquel tiempo, en la Presentación de Jesús en el Templo, el sagrado y pequeño Hijo fue el mediador primordial para que a la humanidad le fuera reintegrada la filiación espiritual que había perdido por sus errores.

La Presentación de Jesús en el Templo significó el momento culminante en el que la humanidad, por intermedio de la Presencia del Divino Hijo, fue retirada de los grandes abismos en los cuales, por diferentes circunstancias, se había colocado.

Esa Presentación del Niño Jesús en el Templo también significó para su Madre Celeste el despojamiento de Su Hijo a fin de que, a partir de ese momento, Mi materno Corazón se preparara para asumir a la humanidad hasta el fin de los tiempos.

En ese acontecimiento de la Presentación del pequeño Niño Jesús, el Padre le concedió, tanto a Su Primogénito como a Su Sierva incansable, la autoridad divina de la intercesión absoluta por todos los que Ellos pudieran pedir.

La entrega de Jesús en los Brazos del Padre Eterno representó para la humanidad la renovación de los dones de la fe, de la confianza y de la unidad con la Fuente Divina.

La Presentación del Niño Jesús en el Templo fue el primer símbolo de la derrota y de la destitución del paganismo de la época por la concepción del único y verdadero Dios, Adonai.

Fue así, que la Presentación del Niño en el Templo le dio al mundo la oportunidad de reconocernos hijos de Dios y de que la filiación de cada ser pueda ser construida con dignidad.

Eso significa que el Niño Jesús fue presentado en el Templo para revelarle al mundo el Dios Misericordioso y Justo, y para revertir el concepto doctrinal de un Dios de intensa Justicia y de irreprochable Ley.

El Niño Jesús permitió restablecer, en aquel tiempo, la filiación entre las almas y Dios. A partir de entonces, Él renovó los tiempos por medio de Su sacrificio en los momentos siguientes, Su Pasión y Muerte.

Presentar al Divino Hijo en el Templo del Creador significó recordarle al mundo nuestro universo interior y la existencia que él guarda, a fin de aportar a esta humanidad las verdaderas virtudes divinas que Dios concibió en el origen de cada esencia, así como en el surgimiento espiritual de cada alma.

La Presentación de Jesús en el Templo permitió reconstruir, en el plano espiritual de la consciencia humana, ese templo interno que es transgredido por las propias acciones.

El pequeño Jesús recuperó, para el hombre de superficie, el principio de la filiación espiritual con el Creador y Su Fuente Purísima.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Comunidad Nueva Tierra: Rosa de la Redención

He aquí su Madre Celeste, que lleva entre Sus humildes manos la Rosa de la Redención, la flor más preciada entre todas las flores, el don que se torna posible en las almas que más necesitan de cura y de perdón.

He aquí la Rosa de la Redención, formada por la belleza, el amor y el servicio de las almas abnegadas.

He aquí la Rosa de la Redención; la que más contemplo, protejo y cuido a fin de que, intacta y pura, perdure a lo largo de los tiempos y por mucho tiempo más.

He aquí, entre Mis manos y en ofrenda, la Rosa de la Redención, integrada por la luz de cada pequeña alma que ha reencontrado el camino hacia Dios y ahora está en los Brazos de su Padre Eterno.

He aquí, entre ustedes, la Rosa maravillosa de la Redención, que ha expresado las virtudes de cada ser; Rosa que ha guardado en sí el recuerdo de una experiencia de amor entre hermanos, que se ha vuelto inextinguible.

He aquí, hijos amados, la Rosa de la Redención, que hoy se ofrenda a los Pies del Creador, como testimonio de que es posible vivir la conversión, el perdón y la reconciliación.

He aquí y ahora, ante su Madre Celeste, la Rosa de la Redención, que guarda los aromas de hermandad, de perseverancia y de lucha constante para alcanzar el amor del corazón y expresarlo en todo lo que existe.

He aquí la Rosa de la Redención, Rosa que ha dado nuevas rosas y que ha tornado bellas muchas vidas, haciéndolas dignas en esta humanidad y sobre este planeta.

He aquí Mi Rosa predilecta de la Redención, Rosa que ha testimoniado su amor por Cristo y por su Madre Celestial, Rosa que ha persistido ante muchas tempestades secas y condiciones extremas.

He aquí la Rosa de la Redención, Rosa que se ha vuelto ejemplo para otras rosas que están despuntando en el camino de la devoción, de la entrega incondicional y del servicio.

He aquí la Rosa de la Redención que ha reunido la síntesis de todos los Reinos creados, y que protege la continuidad y la existencia de cada uno de ellos.

He aquí, Mis hijos, la Rosa de la Redención, Rosa que ha convertido la tristeza en alegría, el error en perdón, la amargura en júbilo y las faltas en profunda redención.

He aquí, hijos Míos, ante Mi altar, la Rosa viva de la Redención, rosa formada por la luz de sus corazones, por la devoción de sus espíritus, por la constancia en sus labores diarias.

Esta es la Rosa que hoy presento ante el Padre Celestial como el mayor fruto de que lo imposible se vuelve posible, de que lo irrescatable se torna rescatable.

Esta es la Rosa del amor curador, amor que une y que fortalece, amor que comprende lo incomprensible, amor que vivifica lo que está apagándose.

He aquí, hijos, la Rosa de la Redención, la Rosa más preciada de su Madre Celestial, Rosa que dejará el ejemplo de que todo es posible, más allá de todo.

He aquí la Rosa de la liberación del pasado y del reencuentro con la esencia de la vida, de la unión con los Reinos de la Naturaleza y con el Creador, esta es la Rosa que ha hecho posible alcanzar en este lugar y en esta Comunidad un camino sincero hacia la paz.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

Aparición de Cristo Jesús durante el Sagrado Llamado, en Fátima, Portugal, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón

Lleven en sus corazones la insignia de la Hermandad.

Que se levanten los que han caído.

Que la maldad se sumerja en sus infiernos y que finalmente se cierren las puertas a la perdición de la condenación de las almas, porque el Todopoderoso ha venido a su encuentro para poder colmarlos con Su Luz y Su Misericordia y hacer de Sus criaturas un nuevo rebaño de Luz, lleno del Amor de Dios, e impregnado por Sus Dones de Compasión, de Unidad y de Fe.

Hoy vengo como el Sacerdote del Universo; vengo a darles Mi Paz para que estén en Mi Paz y les doy Mi Paz para que la multipliquen y la hagan viva en sus corazones y en los corazones de sus hermanos.

He venido de un lugar muy especial para Mí y también para Mi Padre, uno de los lugares más bellos de la Creación de este planeta.

Vengo de las altas cumbres de los Himalayas, en donde el espíritu de lo sagrado, de lo puro y de lo reverente se gesta para la humanidad.

Quiero que los Míos caminen junto a Mí por esa montaña. Quiero que sientan sus pies libres para poder hacerlo.

Quiero que puedan alcanzar las metas que Yo les propongo para estos tiempos y que, a pesar de todo, sigan confiando en Mí, porque a pesar de que la purificación sea grande, el misterio de la Fe es infinito y es lo que permite a las almas estar en Dios y a Dios estar en ellas.

Quisiera que contemplen estas montañas de los Himalayas como una gran revelación de su Maestro y Señor, que cuando estuvo entre ustedes hace más de dos mil años, ya conocía lo que allí existía.

Que las montañas sean el ejemplo y el principio de la elevación de la humanidad y sobre todo, de la elevación de la mente humana que es precaria y destructiva.

Vengo a dar fuerza a los que se consideran Mis soldados.

Vengo a traer la Luz que surge en lo infinito del horizonte.

Por eso, caminen junto Conmigo por esa senda de la montaña, hasta poder alcanzar el punto más elevado de ella; y así, sus espíritus se regocijarán porque ya no verán obstáculos ni tampoco tendrán límites para poder elevarse a Dios. Mientras la materia se purifica, que el espíritu sea firme en su propósito y en su misión.

Joyas preciosas de hermandad están siendo entregadas para todos y ellas deben ser reconocidas primero en su interior, para después poder expresarlas en la vida material.

Para poder subir a lo alto de esa montaña deberán cumplir una regla que es necesaria para Mí: que sean lo que Yo necesito que sean; que den el ejemplo de su verdadera espiritualidad y que, a pesar de lo que suceda, se mantengan en la fe y saber que nada está perdido.

La humanidad nunca ha enfrentado tiempos tan difíciles como estos. Es la primera vez que cruza un portal hacia la definición de sus consciencias y de su propósito.

Yo vengo desde lo alto de los Himalayas para poder mostrar al mundo que es posible alcanzar la meta y llegar al final del propósito cueste lo que cueste.

Pero si sus manos se mantienen unidas como hermanos y crean una gran cadena de Luz hasta lo más alto de los Himalayas, aquel que es último y está en la prueba más difícil, podrá ser elevado a través de ustedes y alcanzará la Luz, sentirá la Paz y podrá encontrar en este ejemplo el Espíritu de la Hermandad.

Muchos lugares del planeta guardan sagrados misterios.

Llaves desconocidas serán activadas en el fin de los tiempos para que la Humanidad dormida pueda despertar.

Y para que eso pueda suceder, primero partirá de ustedes esa iniciativa, porque en verdad ya saben que es lo que existe en los mundos internos de este Planeta y que permite el verdadero despertar de la humanidad.

Hoy les muestro a los Himalayas para que puedan ver en ellos el espíritu de lo sagrado, de todo lo bueno que se puede fecundar en la consciencia que busca la trascendencia y la elevación de su ser.

Yo no soy el único Maestro en ese lugar, también hay otros, que en los planos internos, trabajan por el propósito de la salvación de esta Humanidad, sobre todo de la Humanidad más inconsciente.

Ingresen a lo alto de estas montañas y sientan sus espíritus en profunda libertad.

Vean cómo sus almas vuelan como las aves, sientan cómo sus corazones se abren al palpitar de la Hermandad y de todo lo sagrado.

Descubran en ustedes el verdadero Sol que son. Déjenlo que brille y que encandile para poder cumplir con su propósito en esta humanidad.

Vengo a liberarlos de las raíces de la indiferencia.

Vengo a elevarlos hacia el espíritu de la Verdad, para que puedan ingresar hacia esas montañas, libres del pasado, redimidos en sus acciones y curados en sus heridas.

Así recibirán la luz interior que necesitan y abrazarán, con gratitud, los Códigos de Amor que les enviará Dios a través de Su Presencia en esos sagrados lugares del planeta.

Desde lo alto de los Himalayas, vengo a proclamar Mi llegada al mundo, para que todos los oídos escuchen en los mundos internos y este Verbo haga eco y resuene en donde debe resonar, mas allá de este Universo.

Mientras tanto, las puertas hacia una oportunidad incalculable se abren, para que las almas puedan reconocer su origen y dejar de ser ignorantes y dormidas, ante los Misterios del Universo que se develan en estos tiempos, en donde todo está en juego.

Hoy, los dejo a todos en lo más alto de los Himalayas, en uno de los lugares más sagrados para Mi Padre, el que Él ha escogido para posar Sus Pies y traer de nuevo Su Espíritu de Reconciliación y de Paz, para entregarlo a todas Sus criaturas.

Su Fuente se hará visible en los tiempos que llegarán, y las almas despertarán y dejarán su ignorancia; abrirán sus ojos a lo que verdaderamente son y abandonarán la soberbia y todo lo que es mezquino en el hombre de superficie.

Las cadenas de los errores de otrora se disolverán porque San Miguel Arcángel pasará Su espada sobre ellas. San Rafael Arcángel derramará Su cura en los espíritus que sean incondicionales a Dios.

Las llaves de las puertas del Cielo serán entregadas en las manos de los simples, en aquellos que han seguido el Camino del Señor, a pesar de su purificación y de sus pruebas.

Benditos sean los que ingresen a Mi Himalaya interior.

Benditos sean los que comulgan de este Misterio y lo revelen al mundo.

Benditos sean los que, con gratitud, agradecen todas estas cosas, sin profundamente conocerlas.

Benditos sean los que buscan el Espíritu de la Hermandad, más allá de si mismos y de sus imperfecciones.

Benditos sean los que cuidan el Proyecto de Dios y lo hacen parte de sus vidas, defendiéndolo de sí mismos.

Benditos sean los que se descalzan para entrar al Templo, en un acto de reverencia y devoción a la Divina Compasión.

Benditos sean los que se postran en lo alto de las montañas, para suplicar al Padre, al Adonai.

Benditos sean los que construyen lo nuevo y lo preservan a través de los tiempos.

Benditos sean los que no tienen nada que ganar y tampoco qué perder, porque el Reino de los Cielos estará en ellos y se cumplirán todas las escrituras; serán liberados del pecado de Adán y Eva. Y finalmente nacerá una Nueva Humanidad, colmada de nuevos cristos, espíritus servidores, de almas en constante adoración.

Benditos sean los que cuidan su trabajo de oración, verdaderamente y sin engañarse.

Benditos sean los que construyen las bases de la espiritualidad y las guardan en sus corazones, como el último legado.

Hoy, su Sacerdote Mayor les habla; el Todopoderoso pronuncia Sus Palabras a través de Su Amado Hijo, para que los rebaños extendidos por toda la Tierra se congreguen, a los pies de esta montaña de los Himalayas, a la espera del gran momento del Retorno de su Amado Señor.


"Te pido, Padre, que abras los Cielos sobre un mundo que está a oscuras y que a través de la Compasión de tu Corazón veas en el mundo las luces que se encienden para reconocer Tu Llamada.

Mira ahora, Padre, cómo brillan Tus estrellas caídas y cómo ellas se elevan hacia lo más alto del Firmamento para formar parte de Tu Reino Universal y de Tu gran Bóveda Celeste.

Ahora, Padre, no dejes a nadie para atrás. Prometo refugiar en Mis Brazos a los que están perdidos. Prometo cumplir Mis Obras a través de los que se donan a Mí y que, incondicionalmente, son consecuentes con Mi Convocatoria.

Hoy dejo en lo más alto de los Himalayas, Padre, a los que más necesitan de Ti, para que los que son más conscientes y despiertos, a los pies de estas montañas sagradas, cuiden de Tus demás rebaños.

Coloco Mi Cetro sobre lo alto de estas montañas y lo golpeo sobre la Tierra, para encenderla en Luz.

Los falsos templos caerán a Mi derecha y a Mi izquierda y las ruinas de la perdición y de los infiernos serán tragados por la tierra, a fin de que se abra Tu Gran Portal de Compasión entre Oriente y Occidente, y finalmente, Padre, se cumplan Tus Palabras en la Humanidad. Amén".


Hoy envío Mis agradecimientos a los que cuidan de la Sagrada Instrucción, de la Jerarquía Espiritual y Divina. A través de ellos Mi Palabra es conocida en el mundo y todas las lenguas pueden recibir Mi Mensaje, para que él se pueda cumplir en la Humanidad.

Quisiera dedicar Mi Amor a los que hacen los esfuerzos para que esto se cumpla según Mis designios.

Sepan que a través de Mis Palabras y de todos lo que revisan y corrigen, para que Mi Mensaje de Luz se expanda en el mundo, sus corazones son trabajados profundamente, de época en época, y sin percibirlo, sus consciencias se unifican a la Mía y así se manifiesta el Plan.

Después de estos últimos años de trabajo, los que cuidan de las Instrucciones de los Mensajeros Divinos sepan que tienen un tesoro espiritual entre sus manos y que a través de su oferta, este tesoro espiritual e interno puede llegar a muchas almas que también lo necesitan.

Porque así despertarán los ciento cuarenta y cuatro mil que esperarán a su Señor durante una noche de vigilia.

Y antes que despunte el amanecer, antes de que surja la nueva Aurora, escucharán en su silencio, los Pasos del Señor que se aproxima para volver a encontrarlos y así sellar la Alianza entre los corazones y Dios.

Que así sea.

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE FÁTIMA, SANTARÉM, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Cada vez que oran de corazón, una espina de dolor es retirada del Corazón de Dios y una flor de luz se abre en Su Reino.

Por eso, sigan orando el Rosario todos los días para que se establezca la paz y el fin de las guerras.

Sigan orando todos los días con la fe que sus corazones pueden expresar porque, de esa forma, estarán ayudando en la liberación de todos los males del mundo.

Sigan orando con la pureza de sus corazones, para que las situaciones del planeta se reviertan y así más almas alcancen la Misericordia de Dios.

Cada oración, que es pronunciada con amor, abre las puertas para que las almas se puedan sumergir en el océano del perdón y recibir así  la reconciliación con el universo.

En esta tarde, la oración del corazón alcanzó amplias esferas celestiales y la ayuda vino en auxilio de los más simples.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ Y SEÑORA DEL CARMELO, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE ÁVILA, CASTILLA Y LEÓN, ESPAÑA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN, CON MOTIVO DEL ANIVERSARIO DE LA HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Soy la Estrella Guía

Así como el sol nace en el amanecer, así nace la Estrella Guía de la Señora del Carmelo.

Vengo, en este día, trayendo en brazos a Mi pequeño y amado Hijo, Quien también les da la bendición celestial y los anima a seguirlo en la fe y en el amor.

Yo soy la Estrella Guía y las almas pueden dar sus pasos a través de Mi Luz.

Soy la Estrella Guía y  los corazones del mundo pueden encontrar el camino de salida a través de Mí.

Que, en estos tiempos de tribulación, las almas puedan ver la Estrella Guía de la Señora del Carmelo, para que la humanidad se anime a vivir su momento de redención y de perdón.

Hoy extiendo Mi Estrella Guía más allá de España e irradio, en este tiempo, los códigos celestiales de la redención, para que los corazones encuentren en sus caminos a Cristo y lo vivan en su interior como una única verdad.

Soy la Estrella Guía y elevo la consciencia planetaria para que se pueda elevar también la humanidad.

La Estrella Guía de su Señora retorna resplandeciente, en este tiempo, para que la humanidad finalmente pueda despertar.

Esta Estrella no es física ni visible, es la Estrella espiritual e interna de su Señora del Carmelo, que se manifiesta para poder generar una mayor conversión en las almas de la humanidad, que no se arrepienten ni se entregan al Señor.

La Estrella Guía de su Señora puede comunicar los universos y unir las dimensiones de la consciencia.

Ella puede disolver los abismos y guiar a las almas caídas hacia la eterna Luz.

La Estrella Guía de la Señora del Carmelo puede penetrar en el inconsciente de los hombres y cambiar los acontecimientos venideros.

Esta santa Estrella Guía puede ayudar a disolver el pasado, a mejorar las condiciones del presente y a abrir las puertas para un futuro mejor, espiritual e interior.

La Estrella Guía de la Señora del Carmelo construye lo nuevo y solidifica la unidad entre las consciencias.

Ella puede renovar el presente y, al mismo tiempo, liberar el pasado.

Atrae, hacia la humanidad, el principio de la cura y manifiesta en Su esencia el perdón como camino de reconciliación.

La Estrella Guía devuelve al mundo el sentido de su existencia y lo torna consciente de los pasos que son necesarios dar, en Cristo, en el futuro.

Ella reúne a los autoconvocados y los hace conscientes de su verdadera misión.

La Estrella Guía de su Señora del Carmelo ilumina el camino de los que navegan en el mar del amor y guía a los que se sumergen en el océano de la Misericordia de Dios.

A lo largo de los tiempos, les he mostrado de diferentes formas Mi Estrella Guía; estrella que infundo y propago, multiplicándola como luz en los corazones de Mis hijos.

Hoy bendigo el camino de Mi hija Lucía de Jesús, quien se ha arriesgado a vivir este servicio por la humanidad junto a su Madre Celeste. Que los años que hoy cumple representen la madurez para nuevas etapas de su misión.

Que la Estrella Guía de la Señora del Carmelo guíe los caminos de los buscadores de Cristo!

¡Les agradezco por responder a Mi llamado.

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN SAN PABLO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

La Ley existe para poder cumplirla, sin embargo las almas prefieren no cumplirla y sufren. Así, todas ellas ingresan en el círculo interminable del sufrimiento y de la desesperación.

Por otro lado, la oración, rezada con el corazón, aproxima a las consciencias a la vivencia de la Ley que los ampara siempre y los conduce por el buen camino.

Pero la humanidad se ha apartado de la verdadera Ley; por eso, está en decadencia y en algunos lugares al punto de la autodestrucción. Por eso, en esta batalla espiritual de conquistar al Reino en este mundo, la Jerarquía espiritual se sirve de todos los instrumentos para generar la esperada victoria del universo en la humanidad.

Las Leyes Universales aplacan los posibles errores humanos; porque ellas evitan que las almas desemboquen en un mar de conflictos y de sufrimientos.

La Ley viene a liberar al mundo de las deudas impagables; y la vivencia de estas Leyes les está siendo ofrecida a todos, sin excepción, para que ninguna criatura se quede sin la oportunidad de revertir su proceso individual o colectivo.

Como Madre de la Ley, llamo a Mis Hijos para que Me sigan, con el fin de generar en la humanidad un puente de paz y de reconciliación con todo el universo y la Creación.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
 

MENSAJE DIARIO DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Después de la victoria de Jesús en la Cruz, las puertas de la Divina Misericordia permanecieron abiertas con el fin de que todos los pecadores y no arrepentidos recibieran la expiación universal necesaria para volver redimidas sus vidas.

Fue así que la victoria de Cristo en la Cruz representó un antes y un después para la vida planetaria y humana; porque ese gran sacrificio, vivido por Cristo hace más de dos mil años, representó la apertura de un ciclo en el que las almas podían ejercitar el perdón y la reconciliación.

Es así que el Maestro del Amor generó, con Su Divina Pasión, una oportunidad que nunca podría haber existido en ningún otro tiempo o ciclo del planeta. Y eso fue posible porque, en Su Dolorosa Pasión, prevaleció y venció el Amor por encima de todo error humano.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO DURANTE LA SAGRADA SEMANA, DÍA 5, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Por los martirios soportados,
por los dolores transmutados,
por la victoriosa Misericordia alcanzada,
Cristo Redentor, libéranos de las amarras.
Amén.

Cierren sus ojos y sientan el amor de Mi Glorificado Corazón por las almas del mundo y, especialmente, por todas las almas perdidas.

Hoy les muestro en Mi Pecho, abriendo Mis Brazos y extendiendo Mis Manos, Mi Corazón Eucarístico y, debajo de Él, el Santo Cáliz del Señor, elementos sagrados, que a través del Pastor, junto a Sus ovejas, viene a renovar el misterio de la Cena Pascual.

Hoy, ante un mundo en tinieblas, en guerras y en destrucción, su amado Rey viene a renovar la Cena Pascual, para que sus corazones y almas, a través de este Sacramento, solo sientan el amor; amor que penetra en lo más profundo de la consciencia, llegando hasta las células y hasta los átomos de quien lo permite. Este es el verdadero misterio de la Santa Eucaristía, convertida en el Cuerpo y en la Sangre de su Señor.

Les pido que cierren sus ojos, para sentir las palabras del Amor de Dios, que vienen a sanar las heridas; que vienen a liberar las amarras; que vienen a renovarlos una vez más, porque el mundo lo necesita.

Hoy los invito compañeros, sacerdotes, madres y amigos, a compartir esta Cena Pascual Conmigo, con el fin de ejercer y de poder generar la reconciliación de todas las almas con Dios, con Su Divina Fuente de Gracias.

Hoy no estoy aquí con los doce apóstoles, como lo estuve en el pasado. Hoy vengo a cumplir Mi Promesa y vengo aquí, a este recinto sagrado, para estar entre las multitudes, para que todos sean partícipes de la renovación de esta Cena Pascual, concedida por obra y gracia del Espíritu Santo. Es este Santo Espíritu de Dios ha hecho aproximar a su Maestro y Señor, para que Él pudiera contemplar su fe y no sus pecados; para que Él pudiera reencender la llama de amor en todos los corazones que así lo acepten.

Este Corazón Eucarístico, que aquí hoy resplandece, viene a irradiar la paz para el mundo. Este es el mayor símbolo de unidad entre los hombres y Dios, entre el Cielo y la Tierra, entre los ángeles y las almas. Felices serán por siempre los que vienen aquí, a celebrar Conmigo la renovación de esta Cena Pascual.

Esta Comunión que hoy ofreceré para ustedes, brotará de lo más íntimo de Mi Espíritu. Por eso, compañeros, no pierdan la oportunidad y la Gracia de poder beber de este misterio de Amor que brota de Mi Corazón Eucarístico, hoy expuesto desde el Universo Celestial para todo el planeta, para todas las razas y para todos los pueblos del mundo.

Hoy llamo, en los planos internos, a todas las tribus de Israel, de Oriente a Occidente, desde el Norte hasta el Sur. Los llamo a todos, a todas las ovejas, para que vengan a participar de esta Cena, de esta Comunión espiritual con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén.

Muchas de las cosas que se cuentan sobre la última Cena son ciertas, pero muy pocos saben lo que verdaderamente sucedió en aquel tiempo, cuando Yo reuní a Mis apóstoles para que pudieran adorar a Mi Corazón Eucarístico, en la presencia del Padre, de la primera Persona de la Santísima Trinidad.

Es eso mismo que hoy les traigo hasta aquí y expongo ante sus ojos internos, porque son sus corazones los que deben beber de la Fuente de este misterio. No hay pecado, no hay dolor ni tampoco angustia que pueda prevalecer mientras estoy presente aquí, renovando esta Cena Pascual en cada uno de sus corazones y especialmente en sus almas, las que hoy vengo a curar de muchas enfermedades internas.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Nuestro Señor se está arrodillando.

 

Preguntarán ¿por qué hago esto? ¿Acaso Dios no es más fuerte que todos los hombres? Santa sea Su Humildad y Misericordia que viene a entregar a Su pequeño Hijo, para que las almas se puedan salvar, antes que la puerta de la Misericordia se cierre en el mundo.

Ustedes, hoy, en esta Cena Pascual junto a Mí, serán testigos de este legado espiritual que hoy entrego a sus espíritus; el cual se revelará como un sentimiento, como una verdad, como un talento y un don en el fin de estos tiempos.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Ahora Nuestro Señor está elevando Sus Ojos a lo Alto. Extendiendo Sus Brazos y Sus Manos hacia lo Alto, aún expone, con más fuerza y poder, Su Corazón Eucarístico. Está invocando a los Universos Celestiales. 

 

"Adonai, no mires la injusticia de la humanidad; no mires los errores, las indiferencias y los ultrajes, los sacrilegios y el orgullo de los hombres.

Adonai, abre la puerta de Tu Corazón para que todas las almas ingresen en Tu Fuente de Amor.

Hoy Me ofrezco, Padre Mío, por la dolorosa pasión vivida, por el sacrificio de la Cruz, por cada uno de los presentes que representan a muchas almas más en el mundo.

Adonai, que cada una de ellas pueda ser testigo del Amor que Yo les entrego; Amor que proviene de Tu Corazón Santo, de Tu Gloria y del poder de Tu Gracia.

Hoy ofrezco, Padre Mío, la sublime compasión de Mi Corazón, aquella que estuvo viva y pulsante en los momentos de Mi mayor agonía.

Vengo a renovar en toda iglesia de la Tierra y en todos los cristianos del mundo, ésta, Tu Sagrada Cena Pascual. Que los ángeles desciendan de Tu Gloria para ofrecer el Sacramento de la Reconciliación y la confirmación de las almas, al Plan de Redención".
 

Dios habla con los más simples de corazón. Imiten Mi Corazón simple y siempre serán portadores de la paz.

Renovemos ahora el Sacramento del altar, para que las almas beban de la Fuente y ninguna se quede atrás. Que todos tengan la oportunidad de cristificarse en algún momento de sus vidas.

Quiero que nazcan los Nuevos Cristos, siervos predilectos de Mi Corazón. Quiero que despierten los dones y que los talentos se muestren para honrar y glorificar al Creador. Si esto sucede así, gran parte de la humanidad se salvará y muchos no deberán sufrir el caos de estos tiempos.

Con esta renovación de la Cena Pascual, compañeros, su Maestro y Señor, Siervo del Altísimo, viene a renovar la última Cena para hacerles recordar el misterio que viví en aquellos tiempos y con el fin primordial de apartar las fuerzas del caos de este planeta, con la sagrada intercesión de San Miguel Arcángel.

Estén atentos a esta ceremonia, porque Cielo y Tierra pasarán; Mis Palabras quedarán en los corazones humildes, en aquellos que acepten ser lavados por el Agua de Vida.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Las Madres pueden aproximarse, por favor.

Los que sientan pueden sentarse.

Nos estamos preparando en este momento, para comulgar con Universo Celestial y poder revivir la última Cena de Nuestro Señor.

 

Yo traeré aquí, compañeros, lo que viví con Mis apóstoles en el pasado para que puedan revivir los códigos de Mi Pasión, profundamente permeados por la esencia del Amor y de la Divina Compasión.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Colocamos las palmas de nuestras manos hacia arriba, en señal de recepción, mientras Nuestro Señor prepara esta Cena.

Que el Señor santifique estos elementos, a través de las manos de todos Sus ángeles, para que la materia se transforme en un divino instrumento de Dios. Que así sea.

 

El agua, que es nuevamente bendecida, recibe más fuerza y poder para transubstanciar todas las partículas de la vida material.

En aquel tiempo, su Señor pidió a Sus apóstoles que colocaran en la mesa varias jarras de agua, para que después de haber lavado sus pies, antes de sentarse a la mesa para comulgar del Cordero Pascual, sus manos estuvieran purificadas, así como sus almas.

Mientras las almas Me sirven, para que Mi Gracia sea posible en todos, entren en oración interior para poder sentir aún más al Maestro, en esta Sagrada Cena.

En cuanto su Maestro y Señor estaba con los apóstoles, y con muchos más reunidos en el plano del espíritu, para celebrar este misterio pascual, en donde la Misericordia vencería a la muerte y todos los pecados del mundo, las santas mujeres, siervas predilectas de María Santísima, también estaban en comunión, en adoración y en oración, esperando por la Pasión de su Esposo Celestial para así poder acompañarlo en esta tarea de emanación del Amor Universal hacia todo el planeta, por medio del sacrificio de su Señor.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Las Madres podrían hacer una fila y aproximarse.

 

Que esta luz sea testigo de Mi retorno al mundo. Que el amor nunca se apague. Que la confianza sea eterna, para que los corazones escuchen a su Señor y encuentren en todo el Amor que siempre vence, sin dejar de contemplar las necesidades de las almas; porque los corazones son frágiles y necesitan de refugio para que puedan vivir su cura, en este tiempo de redención.

Es necesario construir una nueva Tierra, llena de corazones puros que puedan vivificar a su Señor, y así alabarlo por siempre, porque en todo está el Amor que busca encenderse en las almas cuando los corazones abren las puertas para poder reconocer la paz.

Todos deben curarse para liberar sus miedos y formas, y encontrar consuelo cuando se lo piden a su Señor, porque Él es más que una llama; Él es un Sol, que todo alumbra.

Después que las santas mujeres encendieron sus velas para vigilar en oración los misterios de la Pasión de su Señor, ellas estaban atentas a todo lo que les decía Mi Madre María.

Por otra parte, en el sagrado Cenáculo, su Señor y Rey, sintiendo aproximarse Su Pasión, con un semblante de paz y una mirada de Misericordia por el mundo, comenzó a lavar las manos de Sus compañeros para que fueran dignos de este misterio pascual.

Yo lavaba para purificar y hacer renacer a los corazones.

Lavaba para cicatrizar y también para renovar la esperanza de todos los que creían en Mí.

Lavaba para pacificar y disolver los miedos de todas las consciencias.

Lavaba para santificar a todas las almas a través del Amor que Dios hacía emanar de Mi Corazón.

Lavaba para hacer más humildes a los humildes, porque son portadores del Reino Celestial.

Lavaba para que ellos alabaran a Dios a través de Su Hijo, viviendo con Él los misterios de Su Pasión.

Lavaba para que aprendieran a instruir, difundiendo la buena nueva en todos los que precisarían reconstruir sus caminos de luz.

Lavaba para revivir, en cada corazón, el Amor del Padre.

Lavaba para aliviar a los corazones de sus profundas heridas y de sus miedos más internos.

Lavaba para que imitaran Mi ejemplo de la sagrada humildad ante sus semejantes.

Lavaba para que ellos aprendieran a traer el universo hacia este planeta.

Lavaba para poder redimir los profundos aspectos de la consciencia.

Lavaba para despertar los talentos en aquellos que Me escuchaban de corazón.

Lavaba para que ellos fueran alegres y semejantes a su Redentor.

Lavaba para despertar en cada apóstol el mensaje de Dios.

También lavaba las manos para cicatrizar lo que todos desconocen.

Lavaba para despertar la renuncia de todos los que Me seguirían.

Lavaba, solo lavaba las manos, para demostrar el poder de Mi Silencio.

Lavaba para aquellos que debían conocer Mi Santa Iglesia.

Lavaba para liberar todas las angustias, para que todos fueran merecedores y dignos hijos de Dios.

Lavaba para que ellos llevaran Mi mensaje al mundo, como ejemplos de amor y de verdad.

Y a algunos les daba Mis Llagas para que las revivieran espiritualmente, para que fueran vigilantes y guardianes de Mi Plan hasta el fin de los días, y así reconocieran Quién era su único Amor.

Cerraba las puertas a los que se podrían perder, y encontraba, en los que Me seguían, los caminos de la oportunidad de amar.

Llegó el momento esperado, en el que todos, sentados alrededor de la mesa del Señor, se ofrecieron por la humanidad para vivir junto a su Maestro este sacrificio.

Escuchando las Palabras solemnes de Mi Corazón, colocaron sus manos sobre la mesa, en perfecta receptividad a la Voz amorosa de su Señor. Y sintieron, en nombre de la humanidad y del poder de este sacrificio de amor, el descenso de los ángeles y arcángeles del Cielo.

Jerusalén estaba recogida, en una noche de gran silencio y de gran expectativa, en la que el Hijo del Hombre, después de celebrar Su Cena con aquellos a los cuales Él había llamado, para proclamar la Palabra de Dios. Ellos escucharon en sus corazones y observaron y contemplaron, con sus almas, la realización de este sagrado misterio a través de la Cena Pascual.

Y las santas mujeres, en un profundo éxtasis y entrega, postradas en el suelo, vivían esta Comunión espiritual con su Señor.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Las Madres se pueden arrodillar y todos aquellos que lo sientan también.

 

Es así que, abriendo las puertas del universo, el arcángel Miguel presenció la revelación de este misterio, en donde el amor sería la premisa para generar la salvación y la redención de la humanidad.

Después de que la mesa fue santificada por el incienso y por el agua, Nuestro Señor les pidió a los primeros Sacerdotes, los que serían precursores de Su Santa Iglesia Celestial, que acercaran a su Señor, un aceite.

Y así, María Santísima, compenetrada por este misterio de amor y viviendo en Su propia carne, en Su propio espíritu, la Pasión de Su Hijo, Su Señor, también hizo lo mismo.

Su Señor tomó entre Sus Manos este aceite, así como lo hizo Su Sierva fiel. Pidió que los ángeles lo santificaran y lo consagraran en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Y María señaló a Sus discípulas con una cruz en la frente, para que también ellas fuesen testigos del principio y del surgimiento de una Nueva Humanidad, despierta, activa y solemne, por medio de los cristos internos de cada corazón y de cada alma.

De esa forma, el Padre instituía, a través de Su Santo Hijo y de Su Santa Madre, la primera legión de discípulas que serían las guardianas de los signos de la Pasión de Nuestro Señor.

Las santas mujeres se comprometieron, en aquel tiempo, a padecer por su Señor con el fin de aliviar todos Sus dolores y ultrajes hasta el fin de sus días.

Mientras Jesús revelaba el misterio de esta última Cena, pidió a Sus apóstoles, y a todos los seres internos que allí se encontraban, que con el santo aceite consagrado por Miguel Arcángel se hicieran una señal de la Cruz en su frente, para confirmar la confianza en este misterio de Amor de la Sagrada Pasión de su Señor y en poder ser portavoces de Su Evangelio en el mundo.

Después que todos fueron señalados con la energía de San Miguel, el Señor continuó con la ceremonia. Tomó el pan sin levadura y elevando Sus Ojos al Cielo, su Señor imploró a Su Padre, lo bendijo y este elemento se convirtió en el Cuerpo de Cristo; hoy bendecido por Mi Corazón Eucarístico. Partió el pan y los ángeles se postraron, aún más en el suelo, cuando Nuestro Señor instituyó por primera vez la Eucaristía con el fin de vencer en el Amor para liberar del mal a este planeta.

Él dijo a Sus apóstoles: "Coman todos de él, porque este es Mi Cuerpo que será entregado por los pecadores para la salvación del mundo y de todas las razas del planeta".

Juan y Pedro se desmayaron al sentir tanto Amor del Señor. Y la Santa Madre recibió el Cuerpo de Su Hijo, así como las santas mujeres, que confirmaron la Pasión de su Señor.

Después de que todos comulgaron, retornaron el pan a la cesta y preciosamente fue cubierto, para proteger el Santo Cuerpo de su Señor.

Jesús le pidió a Sus apóstoles que vertieran el vino en los cálices. Le pidió a Juan que aproximara el agua, pues Su Sangre y Agua sería derramada sobre el mundo.

En ese momento, su Señor pidió que elevaran los pequeños cálices al Cielo, como representación del ejercicio que su Maestro realizaba. Y a todos los ángeles del Cielo les pidió que convirtieran el vino en Su Sangre.

Después de esta bendición, se manifestó el primer paso de la Misericordia de Dios, a través de su Redentor.

Colocando el Cáliz cerca de Su Corazón, les dijo a Sus apóstoles: "Tomen todos de Él, porque esta es Mi Sangre de la Nueva Alianza entre los pacificadores y Dios".

Del mismo modo, la Santa Madre, en comunión espiritual, recibió de San Miguel Arcángel la Divina Sangre de Su Hijo. Y las santas mujeres, en un profundo gozo, se postraron al recibir la Santa Alianza de su Señor.

Del mismo modo, el Santo Cuerpo y la Divina Sangre llegaron hasta José de Arimatea. Y todos tomaron de lo que restaba.

De esta forma, se constituía y se confirmaba, a través del Cuerpo y de la Sangre de su Señor, el perdón concedido por el Padre para esta humanidad.

Que hoy todos se alegren, porque han recibido la primera Comunión espiritual con su Soberano Rey.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Canción: "Pater Noster".

 

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO DURANTE LA SAGRADA SEMANA, DÍA 3, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

 

Mi Dios, 
yo creo en Ti, yo te adoro,
yo te espero y yo te amo.

Y te pido perdón,
por los que no creen en Ti,
no te adoran, no te esperan
y no te aman. 

Amén.

 

Hijos de Mi Padre, escuchen bien lo que les diré:

Aquí está presente el testimonio de Mi Amor vivo por ustedes. Dichosos los que lo contemplan de corazón porque merecerán la vida eterna.

Escuchen, tribus de Israel, hoy extendidas por toda la Tierra. Escuchen, pueblos de Oriente. Escuchen, pueblos de Occidente, que Mi Voz resuena en los cuatro puntos de la Tierra.

Escuchen a su Señor, que está declarando a la humanidad el último tiempo de Su Misericordia.

Levanten las banderas de la paz entre todas las naciones de la Tierra. Enciendan en sus corazones la llama de la pacificación. Que entre hermanos se reconcilien. Que entre las tribus se unifiquen y que todos sean exaltados por la venida del Hijo de Dios.

Aquí está el testimonio de Mi Amor por ustedes, hecho Cuerpo y Sangre, para la reconciliación de la humanidad con Dios. Dichosos son los que lo contemplan en la Adoración y en la Comunión.

Escuchen Mi Voz, tribus de Israel. El Señor Todopoderoso está enviando a Su Hijo por segunda vez. Dichosos de los que creen en Sus Palabras, porque sus ojos se abrirán para poder verlo, cuando Él llegue en el momento menos esperado, glorioso y sublime entre las nubes, anunciando al mundo el fin del dolor y el resurgimiento de la esperanza en los corazones.

Tribus de Israel, hijos de David, ya no se opongan los unos a los otros. Que las naciones ya no se levanten las unas contra las otras. Mucha sangre inocente está siendo vertida en el mundo.

Hoy vengo aquí por Mi amada Tierra Santa, por Egipto, por Eritrea, por Sudán, por Siria, por Turquía y por Grecia. Que escuche la humanidad la Palabra de Dios, mientras los ángeles se postran ante la Divinidad del Hijo de Dios.

Resígnense por aquellos que no lo hacen. Humíllense por aquellos que no se humillan ante Dios. Que escuchen la Palabra de Dios, todos los corazones. Que escuchen la Palabra del Hijo del Padre, impregnada por Su Divina Misericordia y por Su profunda Piedad.

Que se unan las lenguas y los pueblos. Que ya no existan las fronteras ni las barreras. Que cada uno acoja a su hermano y semejante, para que el Reino de Dios los guíe en esta hora sangrienta de la humanidad.

Sean bendecidos los presentes por Nuestro Padre Abba. Sean bendecidos los que no son bendecidos. Que reciban del Corazón del Hijo de Dios el aliento para retornar a la esperanza, la alegría para seguir viviendo, la cura para sanar sus heridas más profundas.

Quiero que escuchen la voz de Aquel que estuvo entre ustedes como Hermano y que, nuevamente en esta semana, vuelve a verter Su Sangre Espiritual sobre el mundo, para que la Justicia Divina no descienda sobre gran parte de la humanidad.

Quisiera que hoy sus corazones, ante la adoración de Mi Cuerpo Eucarístico, terafín universal de todas las humanidades, ustedes pudieran asumir con consciencia y de corazón a las naciones del mundo que sufren su propia agonía. En esta Sagrada Semana ofrezcan, amigos Míos, Mis siete agonías por Egipto, Eritrea, Sudán, Nigeria, Israel, Grecia y Siria. Yo dejé en aquel lugar un tesoro para el mundo que muchos aún están buscando en su peregrinación de fe.

Pero vengo aquí a Sudamérica para demostrarles la omnipresencia del Hijo del Altísimo porque, en Su omnipresencia, Él ama a Sus criaturas en la esencia de sus espíritus y almas, constituidas por la molécula del Amor de Dios desde el principio de su existencia.

Hoy no solo quiero que sean corazones sinceros, sino fieles a Mi Llamado. Estoy abriendo las puertas para que ingresen a las nuevas escuelas que Mi Corazón les ofrece, en Su inmensidad e infinidad.

Hoy siete adoradores, de esta Orden que Yo he constituido, ofrecerán a Su Señor, a Su Santísimo Esposo Eucarístico, la llama de sus corazones, encendiendo una vela a los pies de este Santísimo. Y lo harán por cada una de las naciones que Yo he nombrado, que sufren el terror y la pérdida inmensa de Mi Divina Misericordia.

Las espero para poder continuar. Mantengan su atención en el Santísimo Sacramento del Altar, porque Mi Cuerpo Eucarístico y Mi Divinidad están presentes, trabajando con el mundo entero.

Entonen esa canción, mientras espero.

Y así, Yo les encomiendo, queridas hijas, que oren, al igual que muchos más, por cada una de las naciones que les he nombrado, las cuales son parte del dolor de Mi Corazón, en esta Sagrada Pasión que en este tiempo estoy compartiendo con todos ustedes.

Alivien la agonía de Mi Corazón para que, pudiendo salir de sí, se unan a Mí como tantos siervos Míos para clamar por esta raza que está perdiendo su Proyecto. Pero Mi Divina Misericordia supera todas esas cosas cuando sus corazones se unen a Mí en constancia y fe y, a pesar de lo que suceda, responden a Mi Corazón misericordioso, para que Yo pueda ser Misericordia en ustedes, y ustedes sean Misericordia en el mundo que está sufriendo muchísimo.

A todas Mis hijas y Mis hijos adoradores, hoy les entrego el mayor tesoro de Mi Consciencia que es la Comunión espiritual de su Maestro y Señor. Porque cada vez que adoren al Santísimo Señor, en el silencio de sus espíritus, deben saber que estarán comulgando plenamente todos los días Conmigo, hasta que se pueda cumplir Mi Plan de Paz.

Los ángeles, al igual que ustedes, criaturas semejantes a Dios, tienen en sí el potencial de divinizar las cosas cuando aman profundamente y con confianza.

Les pido a todos Mis siervos, consagrados o no como adoradores, que cada día más se animen a penetrar en este misterio, en este terafín y en este símbolo, que los elevará en humildad, renuncia y sacrificio por todo lo que su Maestro desea cumplir en el mundo.

Hoy, a cada uno de ustedes, compañeros, los tomo de la mano para que acompañen a su Señor en esta agonía, que ve suceder en el mundo, día tras día, y que no se detiene. Pero el Poder de Dios es más fuerte que todos los hombres y que todas las naciones.

¡Ay de aquellos que hacen el mal a sus hermanos! En el día de Mi venida al mundo Me temerán por tanto Amor que Yo emanaré para todos los confines de la Tierra, hasta que surja la nueva humanidad.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Nos ponemos de pie.

 

Hijos de Mi Padre, reverencien a Aquel que viene entre las nubes trayendo el Amor de Dios y la Misericordia, y haciéndola viva en todos los que confían en Su Sacratísimo Corazón.

Yo estoy aquí para estar cerca de ustedes y no separarme jamás, porque lo que Yo tengo para cada uno es eterno.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Cantemos.

 

Mientras preparo el altar, para bendecir el agua que bautizará a las almas en el Espíritu Santo, unámonos en este momento a la Fuente del Amor de Dios, que es la que santifica a las consciencias que se unen para vivir en sus esencias estos sacramentos, en representación de muchas almas más.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

El Señor se está preparando para vivir el momento más doloroso de Su Pasión por la humanidad. Y ustedes deben ser sacramentados para poder acompañarlo en este camino de búsqueda incesante de Su Corazón.

 

"Señor, exorciza este incienso para que sea tan sublime como los ángeles del Cielo, que liberan de las fuerzas del mal a todas las criaturas de la Tierra.

Padre Eterno, bendice esta agua, para que sea más casta y más pura, y sea tan bendita así como Tú lo eres en el Universo.

Amado Padre, bendice estas velas para que sean Luz Divina en el mundo, así como Tú te hiciste Luz y expansión de Consciencia en todo lo creado. Amén.

Señor, Adonai y Padre Altísimo, Tú que creaste el agua para generar la vida en las consciencias; Tú que hiciste nacer este elemento para que todos pudieran aspirar a encontrar Tu sublime castidad; Tú que has dado este elemento a todos los planetas y estrellas para que esta agua se comportara como una fuente de cura y reparación de todas las heridas que Tus criaturas vivirían a través de los tiempos, haz que ella espeje Tu Amor en aquellos que serán sacramentados en este día. Haz, Señor, que ella, en su castidad y esencia, expurgue, purifique y limpie lo impuro para que cada corazón que será santificado, encuentre la cura, la renovación y la paz. Que así sea.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Aquí, en este momento, Adonai y a través de estos elementos que son parte de los humildes que aran la tierra para que nazca el trigo y de los que cosechan la vid para nutrir sus cuerpos, hoy Me vuelvo a entregar a Ti, Señor, tan pequeño, humilde e insignificante entre Tus hijos, para que a través de esta transustanciación, los corazones encuentren refugio en Mi Espíritu.

Elevo Señor, esta ofrenda, Adonai, Emmanuel, Abba, a los pies de Tu altar para que sea derramada Tu Gracia en Mí, y Mi Gracia sea en ellos, en todos los que sufren y padecen las guerras. Que así sea".

Y hoy también pediré una canción, compañeros, para poder elevarla a Dios, clamando por esta Misericordia para la humanidad; una canción que representa el amor a la Palabra de la Jerarquía Universal y Celestial, porque Mi Palabra es como el agua que quita la sed. "Mi Palabra es agua viva".

Les agradezco por estar en Mí y por permitir que Yo esté en ustedes.

Oremos un Padre Nuestro por todo el planeta.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

¡Gracias, Señor, por cuánto nos das!

En este encuentro te honramos, Señor. Amén.
 

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

Soy esa Ave de Luz que viene para anunciar la paz al mundo.

Soy esa Ave de Luz que viene para guiar a Sus hijos por el camino del amor y del bien.

Soy esa Ave de Luz que circunda los espacios para traer sabiduría a una civilización que la necesita mucho.

Soy esa Ave de Luz que trae esperanza y renovación a las consciencias.

Soy esa Ave de Luz que ayuda a elevar el espíritu de cada ser con el fin de que todos se encuentren con el Padre.

Soy esa Ave de Luz que desciende a los abismos de la Tierra, para rescatar a cada uno de los hijos de Dios.

Soy esa Ave de Luz que despierta la devoción en los corazones para que se establezca la comunión divina.

Soy el Ave de Luz que cuida y protege a las esencias que se entregan en confianza a los brazos de la Madre Celestial.

Soy esa Ave de Luz que concede el perdón y la reconciliación con lo Divino.

Soy esa Ave de Luz de Misericordia y espero que todos Mis hijos vivan este poderoso don de liberación.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

Los unifica,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE OKLAHOMA, ESTADO DE OKLAHOMA, ESTADOS UNIDOS, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Retorno al lugar en donde una vez Me conocieron y Me adoraron como el Gran Espíritu Maternal de la Paz, como la Consciencia robusta y fuerte que traía sabiduría y claridad
a los pueblos del pasado.

Retorno, hijos, como Aquella Consciencia sagrada que una vez invocaron muchos pueblos que les precedieron, para formar parte de la Creación y de la unión entre el Cielo y la Tierra.

Retorno como el Espíritu de la Paz, como la Consciencia Divina que en el pasado inspiró a las tribus para buscar la unión con lo sagrado y lo sublime.

Su Madre Celeste retorna como el Espíritu Sagrado de la maternidad, como el ave cóndor que eleva con Su canto hacia lo alto a la humanidad.

Su Madre retorna en este nuevo año a un lugar en donde una historia inolvidable quedó grabada y de la cual muchos de Mis hijos indígenas participaron.

Retorno al corazón de Oklahoma para cerrar las heridas que quedaron abiertas y para devolver la sabiduría de lo que antes era tan sagrado. Vengo para borrar con Mi Amor el camino de las lágrimas y para reencender el amado culto de los que invocaban la ciencia divina de los elementos.

Retorno como el Espíritu elevado de la Paz para liberar los errores cometidos y las pruebas sufridas por cada uno de Mis hijos.

Soy la Sagrada Madre de todos los pueblos, soy la que anuncia en Oklahoma el renacimiento de un nuevo ciclo. Vengo para unir lo que está separado y lo que quedó inconcluso en las consciencias humanas.

Retorno porque Me llamaron internamente, y por eso de nuevo estoy aquí, entre Mis hijos indígenas norteamericanos, para reavivar en ellos la unión esencial con lo que es más puro y se guarda dentro de cada noble corazón.

Vengo para buscar la reconciliación ante todos los acontecimientos vividos. Por eso vengo para pedir la paz entre las etnias y entre las tribus, entre el hombre blanco y el hombre natural de esta región.

Deseo que todos se comprendan y que al mismo tiempo se acepten, que cada ser ofrezca lo mejor de sí, como fue en el principio de los pueblos, para que se cumpla la Divina Voluntad.

Como la Madre que retorna para buscar a Sus hijos, les pido que se unan a la Consciencia Creadora y que expresen sus devociones y sus semejanzas entre todas las etnias. Cada pueblo originario es capaz de aportar algo verdadero y sagrado al Universo Creador.

Sean esos Espejos, como una vez lo fue su pueblo, que refractaban las corrientes del amor y de la armonía para todo el planeta.

No se desanimen, hijos, hoy vengo aquí como el Gran Espíritu de la Paz porque Me llamaron y he decidido, en el nombre del amor, poner fin a tanto sufrimiento.

Abran sus corazones, en confianza, al Mío, porque en Mi Corazón estarán protegidos y serán conducidos por el camino del bien.

Retorno a su casa para que Me reconozcan y Me sientan. Vengo con la misión de hacer que recuperen y afirmen sus valores esenciales, los que hicieron de su pueblo originario consciencias elevadas por la sabiduría y la reverencia.

Aún el mundo necesita de consciencias como las de ustedes para poder encontrar el sentido de que existan tantas razas con muchos propósitos que cumplir.

Vivan la Ley que una vez encarnaron y no pierdan el brillo que en otros tiempos les hizo reflejar lo más puro e inocente de su civilización.

El Gran Espíritu de la Paz viene para reconstruir lo que una vez fue destruido por los colonizadores en su más profunda ignorancia.

Ahora vengo para que todos pidan perdón, porque ese perdón los librará a todos de las cadenas ancestrales.

Soy ese Espíritu de Sabiduría que una vez los guió y condujo las raíces de su pueblo para que él cumpla con los Designios del Creador, porque parte de sus consciencias internas acompañan y protegen el Plan de Dios por medio de las áreas sagradas del planeta.

Miren al horizonte con esperanza y recuperarán la alegría interior de servir al Creador. Con Mi presencia en Oklahoma en este día, Yo vengo para renovar los tiempos y para que la consciencia indígena ingrese nuevamente en el Tiempo Real, en donde volverá a vivir el eterno presente y ya no existirá pasado ni futuro, solo eternidad y consciencia.

Como el Espíritu de la Paz vengo para hacer de sus caminos, caminos de amor, de paz y de misericordia.

Hoy retorno como el Ave de Luz, la que circunda la esencia de su pueblo para que se establezca la paz. Reconózcanme y sabrán quién soy y que siempre estuve a su lado. Les agradezco por responder a Mi llamado.

Como el Águila de Luz que proclama la redención,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

Hoy Me presento ante sus corazones como la Madre de Guadalupe y Madre de todos sus espíritus aztecas.

Vengo en este día a México para bendecirlo nuevamente y para recordarle sobre su pureza esencial, porque a pesar de todo lo que han vivido a lo largo de los siglos, esa pureza aún no fue disipada por Mi enemigo.

Quisiera que ustedes, hijos Míos, abriendo sus corazones al Mío, pudieran sentir que en este momento su nación debe estar protegida de las influencias de otras naciones.

Con esto quiero decirles que, para que sus corazones y vidas estén protegidas de todo, deben mantener viva la devoción y el amor que los caracteriza como nación y como pueblo.

Quisiera que todos ustedes en la simplicidad del corazón, recuperen los valores de la fe y de la pureza, para que todos los descendientes de los aztecas, que hoy viven en México, puedan expresar el amor interno que alcanzaron en los tiempos pasados.

Es a través de la unión espiritual que sus pueblos originarios tenían con el Universo, donde se encuentra la llave que abrirá las nuevas puertas hacia el futuro y en donde todas sus almas recuperarán el sentido de estar presentes y colaborando en este ciclo planetario.

He venido como Guadalupe para unir lo que el hombre blanco estaba diezmando en la consciencia indígena.

Por eso, hijos, hoy es el día en que sus consciencias aztecas, en nombre de ese amor incalculable que ustedes construyeron dentro de sí como pueblo, deberán perdonar a la consciencia de los europeos por haber destruido toda una cultura milenaria.

En ustedes, hijos Míos de México, está el potencial de poder vivir y expresar la Misericordia de Dios.

Es así, que su Madre de Guadalupe rodeada por todas las estrellas del Universo, retorna a su nación para establecer ese acto de perdón y de reconciliación definitiva, como un importante momento de liberar todo el pasado.

Su devoción a la Santa Virgen de Guadalupe ha generado en la nación mexicana una íntima y hermosa filiación de todo su pueblo con la Madre de Dios.

Por eso, hijos Míos, gracias al Padre Celestial y a todos Mis hijos que colaboraron para que esta sagrada misión se cumpliera, es que Yo he podido retornar a su tierra para volver a colmarla con los códigos del amor y de la piedad.

Que a través de esta especial Vigilia de Oración por la Paz en las naciones que más sufren el caos, sus corazones se exalten de alegría y de regocijo al estar participando del triunfo espiritual de Mi Inmaculado Corazón.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

Los bendice desde el Monte Tepeyac,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de México

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN LA CIUDAD DE MANAGUA, NICARAGUA, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Por segunda vez, con todos Mis ángeles, llego a Nicaragua para poder liberarla de su dolor y de su agonía; para que, a través de Mis hijos, Mi Inmaculado Corazón triunfe en América y en el mundo.

Con alegría en Mi Corazón maternal, los vuelvo a reunir, queridos hijos, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, trayendo las Gracias a este lugar y a los corazones que más las necesitan.

Les digo, queridos hijos, que el fin de su cautiverio está próximo. 

La guerra espiritual terminará, porque Mis pies pisan la cabeza de la mala serpiente y traen la Luz de todo el Universo Celestial, la Luz de Mi Inmaculado Corazón, que viene a penetrar la tierra dolorida para cerrar las heridas en los corazones y en las almas.

Queridos hijos, con inmensa alegría recibo sus oraciones y, más aún, a sus corazones que deben perpetuarse en Mi Corazón para que así se establezca la Ley Mayor de la Paz y el castigo sea aliviado. 

Los corazones no sufrirán si oran Conmigo, todos los días, para establecer en este planeta y en la consciencia de la humanidad las Leyes Sagradas de Dios, que muchas almas olvidaron por las influencias de la vida material.

Queridos hijos de Nicaragua y de Centroamérica, después de haber estado con ustedes en Costa Rica, hoy retorno a esta bendita nación porque sé que esta nación Me aprecia mucho a través de la Señora de Cuapa.

Vengo nuevamente, como Su Mensajera fiel, para anunciar la redención y el victorioso Evangelio de Mi Hijo que, en este tiempo final, debe ser practicado por sus vidas y corazones para que el ejemplo de la cristiandad y del bien no desaparezca de esta nación ni tampoco de Centroamérica.

Deseo que sus vidas, queridos hijos, sean el ejemplo de Cristo en la Tierra, propagando la caridad y la hermandad entre los corazones, estableciendo la paz en las familias y en todos sus seres queridos.

Hoy, vengo con la Luz de Mi Inmaculado Corazón a traspasar sus corazones en nombre del Espíritu Santo, de la Santísima Trinidad, de todos Sus Dones Celestiales que serán necesarios para sus vidas, para poder cruzar este umbral, esta transición de la Tierra, con la esperanza de encontrar la Tierra Prometida y el nacimiento de la Nueva Humanidad.

Hoy, también estoy aquí, queridos hijos, por todos aquellos que responden a Mi llamado en el planeta, por todas las almas orantes que, en esta hora crucial, se unen a Mí en esta sagrada Misión por la Paz.

Después de esta noche, queridos hijos, quiero que, mañana, salgan a difundir Mi Campaña por la Paz. Llamen a los corazones que sufren y que no Me conocen, ustedes tienen el poder interior para poder hacerlo. 

Quiero que sus bocas y sus labios pronuncien que la Señora del Cielo, la Inmaculada Concepción, la Patrona de Nicaragua, la Señora de Cuapa, retorna a esta nación en la faz de la Reina de la Paz para establecer en los corazones la esperanza que han perdido por el sufrimiento humano, por la indignación, por la guerrilla, por la decadencia espiritual y moral.

Abriendo Mis brazos hacia ustedes, queridos hijos, abrazo a su nación amada de Nicaragua y a todos sus representantes para que gobiernen bajo el espíritu de la Voluntad de Dios y establezcan sobre esta nación la sagrada estrella de la fraternidad, de la unidad y de la hermandad. 

Queridos hijos, lo que Yo busco de sus corazones es que no solo oren Conmigo por el triunfo de Mi Inmaculado Corazón, sino que también trabajen Conmigo por todas las naciones de Centroamérica que están perdiendo la esperanza y la fe al ver tanta hambre y tanto dolor en almas inocentes, marginadas e indigentes, que pierden la fe en Dios.

Quiero que después de hoy, queridos hijos, sus corazones sean como esa llama que sustentan entre sus manos; que proclamen la fe en Cristo vuestro Señor no solamente en la Comunión diaria con su Sagrado Corazón, con Su Divino Cuerpo y Su preciosa Sangre, sino también, queridos hijos, a través de ustedes, siendo testigos de la Palabra de vida, de la Palabra salvadora, que fortalece a los espíritus caídos y que eleva a las almas que están en los abismos.

Hoy estoy con todos Mis ángeles haciendo sonar las trompetas sobre Nicaragua, para que ellas sean escuchadas más allá de esta nación y los corazones sientan el eco del Espíritu de Dios llamando a Sus hijos y a todas Sus criaturas a la reconciliación y a la paz entre los pueblos, entre las naciones y entre los corazones, entre las familias, en toda la humanidad.

Cumpliendo este importante pedido Mío, queridos hijos, aliviarán al Corazón del Padre Celestial que está ofendido. Sus pecados serán liberados y perdonados. En esta misma noche, Yo les traigo esa absolución en nombre de Mi amado Hijo Jesús.

Quiero que sus corazones latan como late Mi Corazón. Quiero que sientan lo que Yo siento por ustedes, la esencia del Amor y de la Unidad de Dios que nunca los separará de Él, que siempre les traerá la paz para estos tiempos finales.

Quiero que alcen, queridos hijos, la llama de esa vela, proclamando sobre Nicaragua nuevamente la consagración a Mi Inmaculado y bendito Corazón para el rescate de las almas perdidas, de las esencias necesitadas, de todos los espíritus que se sumergen en los abismos de la Tierra. 

Abriendo la puerta del Cielo Mayor, a través de Mi Corazón Inmaculado, los ofrezco a Dios, para que se establezcan en el planeta los mil años de paz.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Porque Yo vendré a consagrarlos, a consagrar no solo a sus espíritus, sino también a sus familias.

Vendré a consagrar a esta nación, a tornar sagrado el suelo que pisan, porque también Mis pies lo tocaron y lo tocarán siempre que Me llamen con la devoción de su espíritu.

Por eso, vengo a encender sus corazones con una llama inextinguible, porque el fuego del Espíritu de Dios incendiará a sus almas, a sus corazones y permitirá, hijos Míos, que calienten a otros en el momento en el que este mundo esté frío y en la oscuridad.

Quiero hacer, de cada uno de ustedes, una antorcha que ilumine la vida de otros; que aquellos que están ciegos encuentren el camino a través de sus vidas, que puedan llegar a Mí y al Corazón de Dios a través de cada uno de ustedes.

Por eso, vendré a consagrarlos como Hijos de María, como hijos de Dios, para que puedan imitar el ejemplo de Mi Hijo, para que puedan ser Mis hijos, como Él lo fue. Que puedan ofrecer cada instante de sus vidas en reparación del Corazón de Dios.

Sé que para muchos existe el sufrimiento, el dolor y la angustia por no encontrar paz en su día a día, porque las cosas de este mundo los absorben y muchas veces los separan de Dios.

En esta noche, Yo vengo, hijos Míos, a que comprendan que cada sacrificio, que Dios les ofrece, es para que coloquen en Su Altar Celestial como una reparación por este mundo, porque la humanidad no busca al Creador, no vuelve sus ojos hacia el Cielo para agradecer a Dios por la vida que le concedió.

Hoy, hijos, vengo a enseñarles el espíritu de la gratitud para que, a través de ella, transmuten y transformen el sufrimiento de este mundo, así como Mi Hijo lo transformó en la Cruz.

Hoy, les traigo la cruz del amor, del sacrificio y de la entrega, pero sepan, hijos Míos, que descubrirán una alegría diferente, la alegría de estar en Dios y de poder ayudarlo a rescatar a las almas y a los Reinos de la Naturaleza. 

Encontrarán la alegría de dar cada paso en sus vidas, en el nombre de Cristo, Nuestro Señor; renovando Su sacrificio y Su Cruz con la cruz de estos tiempos para que, al final de todo, sus vidas generen los méritos para la Divina Misericordia, que nuevamente triunfará en el mundo, que rescatará a las almas que aún están en los abismos, que apartará el mal y la oscuridad de este planeta y que, finalmente, lo tornará sagrado, así como Dios lo pensó en el principio.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos, recuerden que Centroamérica y Sudamérica son el nuevo Edén del planeta. Cuiden a los Reinos de la Naturaleza. Tórnenlos sagrados ante los ojos de los hombres ignorantes, para que ellos puedan despertar a la reverencia y a la devoción que Dios les entregó por medio de los Reinos Menores.

Valorando estos principios de la Creación, el mundo no tendría por qué sufrir ni tampoco tener falta de paz.

Escuchen la invocación de Mi Inmaculado Corazón y realicen las obras que les pido para que no solo triunfe Mi Espíritu de Paz en el mundo, sino para que también sus vidas se rediman ante Cristo, vuestro Señor, el Maestro del Amor.

Hoy Me despido de aquí, queridos hijos, prometiendo acompañarlos mañana en la Campaña por la Paz. 

Mañana vendré a consagrarlos, así como Dios lo indica.

Durante esta noche, en la que la vigilia repercute en el planeta por la unión de todos los corazones a Mi Corazón, se establece una tregua para que las almas más inocentes y más sufridas puedan tener la Gracia de la cura interior, de la salvación y de la liberación en Centroamérica. También estoy unida a todos Mis hijos del Caribe. Mi promesa será algún día visitarlos.

Oren por Haití, para que se establezca la Misericordia de Dios en ese país.

Por el Espíritu Santo que hoy nos ha congregado, queridos hijos, Yo los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. 

Que la alegría no desaparezca de sus corazones nicaragüenses.

Agradezcamos a Dios por esta Gracia y esta oportunidad.

Los amo.

Me despido de ustedes.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

A pedido de nuestra Señora, vamos a escuchar “Ave María” de Gómez, sustentando esta llama interior que hoy María consagró para todos.

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SAN PABLO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Querido hijo, queridísima hija:

Concibe en este tiempo un corazón manso como el de Jesús, libre de juicios, críticas y de condenaciones.

Concibe, dentro de ti, Mi llama de Paz y líbrate de todo reclamo y demanda.

Concibe la humildad de ser semejante a Mi Hijo en Sus obras, en Su caridad y en Su Infinita Misericordia.

No rechaces lo que vives y acepta con fervor que la hora de tu muerte interior ha llegado.

Sométete sin castigos a las reglas del amor y haz brotar dentro de ti todo lo que aún has limitado.

La libertad del espíritu se alcanza perdonándose primero a sí mismo y después a los demás. No existe paz en el alma sin reconciliación con la vida.

Las pruebas que abrazan tu consciencia son el escalón para poder dar un paso mayor y desconocido por tus posibilidades.

Deja que Mi Hijo modele el nuevo ser y vacíate, vacíate por entero, mostrando todos los días al Universo que sabes vivir el amor y que no solamente lo comprendes.

Antes de verte caminar a la deriva, Yo te tiendo Mi mano para que la tomes fuerte y te salves del peligro y de las trampas que impone Mi adversario.

Si conoces un poco el poder de Mi Inmaculado Corazón, te aseguro que aprenderás a salir de ti para servir a los otros y encontrarás la tan esperada hora de la ascensión.

No dejes que nada externo te derribe, toma cada experiencia como la oportunidad de morir a ti mismo todos los días un poco más.

Sabes que la redención comienza siendo verdadero contigo mismo, no busques respuestas ni beneficios externos, deja que el fluido del espíritu te muestre siempre la salida.

Si no sabes cómo comenzar, empieza amando lo que te parece imposible de amar, perdonando lo que nunca quisieras perdonar. Haz como lo hice Yo por ti y por la humanidad, Yo ya los había perdonado en santa humildad antes de que crucificaran al Hijo de Dios.

Recapacita y no te alejes de los que no comprendes. La verdadera rendición se dará humillándote ante el pecador o el juez que condena tu vida.

Imita el silencio de Mi Hijo y ten confianza, porque por encima de todo triunfará el amor.

Acepta lo que vives con regocijo. Vuela, vuela alto. Aunque no lo logres, Yo te llevaré al Reino de Mi Señor.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

En humildad,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Como una Flor de Paz desciendo al mundo para traer la paz y la unidad entre los pueblos y las naciones. 

El Corazón de Dios está herido al ver algunas naciones divididas, en donde Mi adversario trabaja trayendo preocupación y horror a los corazones. Pero no olviden que Yo soy la Reina de la Paz, la Madre de todo lo posible y lo imposible.

Soy la abogada de este mundo y traigo para todos la reconciliación que aún deberán vivir en estos tiempos.

Mi Corazón se agrada al ver sus corazones orantes, porque en ellos encuentra un refugio, un aliento de paz para seguir adelante realizando Mi Obra en el mundo en los corazones que más lo necesitan. 

Hoy soy la Reina de la Paz ante sus corazones, pero también soy su Madre de Guadalupe. Y vengo a pedir, en este día, que este mismo Altar, hoy bendecido por Mi Gracia, permanezca presente para los próximos encuentros que aquí se darán con Mi Inmaculado Corazón. 

Porque así, queridos hijos, a través del testimonio que Yo les he dado por medio de la Virgen de Guadalupe, todos los códigos que se guardan en Mi Faz se volverán a reactivar en este tiempo, para que sus corazones y los corazones del mundo reciban los códigos de Mi Luz celestial, aquellos que irán formando de a poco la nueva raza.

Hoy vengo con este pedido especial, porque en sus mundos internos, las manos que prepararon este Altar, los corazones que se donaron para embellecerlo, han comprendido Mi petición primordial, que es llegar a aquellos lugares, a  aquellos pueblos en donde aún no estoy presente en espíritu ni en divinidad.

Será a través de sus brazos y de sus manos, queridos hijos, por medio de la oración del corazón, así como hoy la han practicado, que Yo podré llegar a los que más sufren y necesitan en este tiempo.

Aquí ustedes están en un paraíso celestial, porque la sagrada luz de las Jerarquías compenetra cada uno de estos espacios. Así, queridos hijos, nada les falta. Pero se han preguntado en algún momento de su oración: ¿a cuántos les falta la paz?, ¿a cuántos les falta la  vida espiritual?, ¿a cuántos les falta la cura y principalmente, el alimento para el cuerpo?

El mundo aún está dividido, no quiere escuchar la Voz de los Mensajeros de Dios.

América debe consagrarse como ese nuevo Edén y será a través de sus obras de paz y de caridad que eso podrá suceder, la caridad de poder colaborar con lo que es importante para Dios y de contribuir con este Plan de Redención para planeta.

A través de Mi Corazón vengo a abrir sus bolsillos, porque sé que Me todo Me lo pueden dar en este tiempo final.

Mi gran milagro de amor es que Yo esté presente entre ustedes instruyéndolos, hasta que Mi Hijo y Mi Padre lo permitan.

Por eso, queridos hijos, vengo a abrir las vertientes del amor de sus corazones, porque en verdad es el corazón el que se dona a Dios y no la moneda.

Es desde sus corazones que partirá el impulso de vivir la caridad fraterna por el prójimo y especialmente por aquellas naciones del mundo que necesitan fortalecer su paz, vivir en Mi Gracia y en la Misericordia del Padre.

Hoy Mi Hijo Me envía extraordinariamente para darles este mensaje, para entregarles este pedido. Porque es importante, queridos hijos, que los Planes de Mi Paz se cumplan en el mundo.

Por eso también hoy he venido a pedirles, queridos hijos, que reactiven la Campaña por la Paz, que en sus corazones y en todo lugar se exprese esta campaña por Centroamérica y México.

Difundan Mi pedido para llegar a estas naciones y comprenderán lo que Yo haré después de un tiempo, porque allí Yo dejaré una Gracia, la misma Gracia que ustedes ya recibieron muchas veces.

Los invito a vivir, queridos hijos, en la fraternidad. También los invito, queridos hijos, a preservar estas tierras sagradas con el don de la manifestación que ellas tienen y que el propio Padre Eterno les ha dado por medio de la Providencia Divina.

Así Yo los invito a ser guardianes de este Centro Mariano y cada parte de esta Comunidad, para que no estén en las manos de otros, sino en las Manos de Dios.

Nuevamente les digo, queridos hijos, que hoy les vengo a pedir y a invitarlos a vivir en la donación, así como la Sagrada Familia lo vivió en el principio, dando todo lo que tenía, en cada paso de la Evangelización de Mi Hijo.Aún cuando estuvimos refugiados en Egipto, sin tener nada que llevar, el propio Dios no nos desamparó.

Quien entrega las cosas que tiene en sus manos, entrará primero al cielo, porque en el cielo no guardará la vida material. La vida material es parte de la evolución y del aprendizaje de las consciencias. La vida del espíritu es su sagrada meta hasta los últimos tiempos, hasta que la puedan alcanzar, queridos hijos.

Hoy abro Mi Corazón y lo expando frente a ustedes. Y esta invitación que hoy hago para todos, no es solo para los que están presentes aquí, sino también en el mundo. 

Así ayudarán, a través del cumplimiento de los Planes de Dios, a que el desequilibrio material y planetario se corrija, que los más pobres reciban lo que necesitan y que el mundo se equilibre por la Presencia de Mi Inmaculado Corazón, del Casto Corazón de San José y del Sagrado Corazón de Jesús.

Los invitamos, queridos hijos, en este tiempo, a que crucen el umbral hacia el desapego, para que vivan la trascendencia de si y la unión perfecta con las Leyes de Dios.

Los invitamos, queridos hijos, a buscar el equilibrio interior para que la vida planetaria también se equilibre.

Hoy encuentro en sus corazones una disposición: de aspirar a cumplir con Mi llamado, de aspirar a cumplir con Mis pedidos en este nuevo ciclo para Centroamérica y México.

Hoy los veo, queridos hijos, más abiertos que en otros tiempos, para abrazar a otras naciones hermanas, para que se puedan constituir, definitivamente, como la nueva raza de la humanidad y a través de su donación y servicio, puedan atraer los nuevos principios que reformarán al planeta, que transfigurarán a la consciencia de la humanidad y sublimarán a los corazones que aún no han alcanzado la Luz y el Amor.

Mucho amor fue derramado sobre ustedes, queridos hijos, para que la manifestación de este centro sagrado pudiera estar presente, el amor está en todo.

Yo los invito a penetrar en el Misterio del Amor de Dios. En el Amor de Dios no hay nada para si, no hay propiedad ni control. Por eso, queridos hijos, los invito a buscar a través de la donación la libertad, la libertad de sus almas y de sus consciencias, de saber comprender, por encima de todo, que hay un propósito infinito que debe cumplirse en este tiempo final.

Recuerden que Mi última meta es llegar a Australia para rescatar a Mis hijos de los pueblos originarios, así como he rescatado espiritualmente a muchos hijos a través de las peregrinaciones.

Redoblen sus esfuerzos y podrán ver el Propósito de Dios manifestarse como cura en sus vidas y como redención para sus corazones.

En la Divina Providencia es en donde deben vivir, para que las puertas estén abiertas a todos los que deben llegar a encontrar el alimento del cuerpo y del espíritu.

Recuerden que a través de estos años los estoy preparando para vivir en las Islas de Salvación en este Plan de Rescate que comienza a postularse, que comienza a mostrarse, a todas las consciencias del mundo.

Por último, les pido que recen por Venezuela, para que su pueblo y su nación encuentren la paz y la ayuda  de todas las naciones, que ella hoy necesita.

Escuchen con el corazón lo que les estoy diciendo. Su Madre Celeste también sufre por lo que ve en Venezuela.

Los invito a trascender la indiferencia y abrir aún más sus corazones para los que buscarán refugio de este exilio que hoy están viviendo, así como sucede en Medio Oriente.

Los invito a vivir en confraternidad, en la unión con el Padre y con todos sus espíritus, para que así se cumpla el tiempo de la Redención.

Esto es todo lo que hoy vine a decirles. Me retiro en paz, viendo sus corazones receptivos al recibir en sus espíritus Mi sagrado llamado celestial.

Los bendigo con Mi Gracia y los impulso a seguir adelante para que nunca olviden Mi Propósito Mayor, que es el triunfo de Mi Corazón en toda América.

¡Les agradezco!

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL PARQUE DE LA MONTAÑA DE MONTSERRAT, BARCELONA, ESPAÑA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Cuando le pides perdón a Dios de verdad y tu corazón se arrepiente, Él que es poderosamente amoroso te concederá Su Misericordia y volverás a estar en el lugar donde Él siempre espera que estés. El Perdón de Dios es concedido cuando el alma abre su corazón al Universo y suplica misericordia.

Este mundo es una escuela para todos, es un camino que los conduce siempre a la definición y a la entrega mayor.

El Padre espera que todas Sus criaturas vivan actos de verdadero arrepentimiento para que la arrogancia y la soberbia espiritual se desvanezcan de la consciencia humana. Por eso, queridos hijos, todos los días los intento llevar lo más cerca posible de Mi Hijo para que sus vidas nunca pierdan la sed de beber de la sagrada fuente de Su Amor.

Si todas las almas supieran cuánto amor y misericordia tenemos por el mundo, la rendición de los corazones sería una realidad en todo el planeta. Es por eso que Yo vengo, como la Madre de los pecadores, para liberarlos del error y del engaño que los habitantes de este planeta han creado.

Hoy los invito a realizar un acto de perdón y de reconciliación para que la mayoría de Mis hijos, algún día al menos, sean tocados por la luz del Universo Celestial, despierten del sueño y acepten la sagrada convocatoria de vivir la redención; así formaré nuevos apóstoles, siervos de Cristo Redentor.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los ama,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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