APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN ROMA, ITALIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL SAGRADO LLAMADO DEL DÍA 20

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cuando el mundo recuerde la simplicidad que perdió, los conflictos se disolverán y la paz retornará al mundo interno de muchos seres.

Cuando el mundo recupere la simplicidad que perdió, no habrá motivo de ostentación y de guerras, porque podrá reinar el Paraíso de Dios, aquel Sagrado Proyecto que está pensado por el Padre desde el principio, Proyecto que forma parte de la Sagrada Creación.

Cuando el mundo recupere la simplicidad que perdió, ya no habrá motivo ni lugar para el falso poder, la impunidad, la conquista y la ostentación que muchas consciencias buscan en estos tiempos; porque Dios, el llamado Padre Eterno, es la misma simplicidad y, al ser simple, no es solo humilde, sino también expresa Su Amor y Su Grandeza a través de lo que es pobre en espíritu y en esencia.

La simplicidad fue el atributo que colmó a la Sagrada Familia. Sin simplicidad, María no podría haber dicho sí. Sin simplicidad, San José no habría podido responder al Llamado de Dios, para ser el padre espiritual del Mesías, de Aquel que nació en el humilde Pesebre de Belén.

Sin la propia simplicidad, aquella que Me concedió el Padre por Gracia, no podría haber sido el propio Cristo, Aquel que se arriesgó a beber del cáliz, Quien sufrió por ustedes en silencio en cada paso de la Cruz, pero en profunda simplicidad para que el mundo pudiera tener una nueva oportunidad de Redención y de Misericordia para poder llegar a estos tiempos.

Pero en algunas regiones del mundo, muchos seres humanos, en estos tiempos críticos, sufren depresión por falta de simplicidad porque no permiten que sus almas se expresen, no solo en simplicidad, sino también en humildad y en pobreza de espíritu.

Por eso, hoy vengo a decirles esto; porque lo habrán podido escuchar muchas veces, pero es algo tan esencial en estos tiempos, aunque la mayoría de los Hijos de Dios a veces cambia la simplicidad por la ostentación de la vida material, y muchos de ellos, en estos tiempos, no comprenden por qué atraviesan ciertas pruebas o experiencias difíciles.

Por eso, sean como el propio Dios a través del ejemplo de su Santísima Madre y de Su Santísimo Hijo, y vivan en simplicidad para que el mundo pueda recuperar los principios de su Proyecto Original, aquel Proyecto que aún está por cumplirse y realizarse, y que todos ustedes y sus hermanos del mundo son llamados a postularse a ese camino de realizar el Proyecto de Dios en la superficie de la Tierra.

Esto era lo primero que quería decirles, porque todos deben colocar su mirada en la esencia de este Mensaje; porque mientras las almas no vivan en simplicidad, no podrán comprender muchos Misterios de Dios.

Él los necesita ver simples, para que Él los pueda ver puros de corazón, puros de intención, libres de los errores y del pecado; para que así puedan estar prontos para aprender a amar en el día a día de la vida, en cada paso que son llamados a dar en estos tiempos definitivos.

También hoy, estoy aquí, en Roma, en Espíritu y en Divinidad, en esencia y en simplicidad para hacerle recordar a Mi Iglesia, extendida por toda la Tierra, que su propósito es la simplicidad para que puedan estar en la misma Consciencia del Padre Eterno, para que de esa forma puedan ayudar mejor al mundo, a los más pobres entre los pobres, aquellos que no tienen nada y son simples.

Pero todos los que Me representan en la Iglesia, sacerdotes, religiosos, creyentes, devotos y todos los que siguen los Pasos de Cristo, deben ser ese mismo Espejo de la Simplicidad de Dios, para que todos puedan estar prontos para lo que llegará en el fin de los tiempos y así puedan ayudar mejor a las personas; especialmente aquellas que siempre ostentaron la vida material y dejaron atrás la vida espiritual, no solo olvidándose de Dios, sino también de su mundo interno. Porque todas esas personas, que están presentes en la superficie de la Tierra, necesitarán recuperar su simplicidad interior para que tengan la Gracia de recuperar la humildad.

Es de esa forma que hoy vengo aquí, como el Mensajero de la Simplicidad de Dios y, a través de este simple lugar que Me ofrecieron, Mi Consciencia Crística ha podido ayudar a Europa Oriental, más allá de las fronteras de Ucrania, pudiendo cerrar puertas inciertas, pudiendo recuperar corazones que han sufrido la guerra y el terror, pudiendo llevar a todos aún más hacia Mi Divina e Insondable Misericordia a través de la poderosa Fuente de la Misericordia que una vez Yo abrí en Polonia.

De esta forma, compañeros, Yo los coloco a todos ante Dios, ante Su Gran Espíritu de Simplicidad y Amor; porque Él espera, pacientemente en estos tiempos, que las almas aún puedan comprender Su Voluntad y así puedan vivirla como está escrito.

Hoy, vengo a colocar a todos debajo de Mi Manto, porque el mundo lo necesita, y si el mundo lo necesita es porque las almas lo necesitan. Vengo así, a contemplar todas las necesidades, todas las intenciones de los corazones buenos, de aquellos que intentan día a día vivir Mi Espíritu de Paz.

Abracen, entonces, con alegría al Sagrado Espíritu de la Simplicidad de Dios; porque allí encontrarán la respuesta que tanto buscan para fortalecerse en estos tiempos y para aprender a fortalecer a sus hermanos de camino, a todos los que están a su alrededor.

Yo vengo a decirles esto, porque sé que lo pueden vivir, pero no pueden olvidarlo. El mundo está con sus ojos en otros espacios. Las almas tienen sus ojos en otros lugares. 

El Padre Eterno aún espera poder regresar al corazón de Sus Hijos, para poder morar y expresar Su Luz.

Por eso, una vez más y a través de todas sus oraciones, podrán ayudar silenciosamente a aquellas almas que no tienen a Dios porque no lo esperan, porque no lo aman, porque no lo adoran; pero sí, el Padre Eterno espera por Sus Hijos, ama a Sus Hijos y espera que lo reconozcan como un Padre de Amor y de Misericordia, de Piedad y de Compasión.

De esta forma, a través de este día y de este encuentro, Mi Sagrado Corazón vuelve a reabrir las puertas de la Gracia, de la Misericordia y de la Luz, sobre todo el hemisferio norte, para dar continuidad a Mi Obra de Misericordia y de Redención en aquellos lugares que necesitan de Mi Presencia y, sobre todo, necesitan de Mi Dios. 

Por eso, esta etapa es muy importante, es importante que todos apoyen, acompañen y ayuden; porque vendrán tareas importantes y exigentes que, como hace más de dos mil años atrás, esas importantes y sagradas tareas, encomendadas por el propio Cristo, fueron realizadas por muy pocos.

De esta forma, Yo los entreno y los preparo para asumir Conmigo la cruz planetaria, para que puedan superarme en el amor, en la entrega, en la solidaridad y en la cooperación con el Plan de Amor, aquel Plan Divino que espero que se pueda cumplir en muchas almas.

Por eso, una vez más, Yo los vengo a ungir con Mi Espíritu, así como les prometí a Mis apóstoles y hoy les prometo a ustedes, cumpliéndolo por medio de Mi Palabra y de Mi Presencia.

Aún Mi Corazón sufre por lo que ve del mundo, no solo lo que ve allá afuera, sino también lo que ve dentro de Mi Iglesia; por eso, Yo los invito a rezar por la reparación del Sagrado Corazón de Jesús, por todos aquellos que son Mis apóstoles y Mis compañeros en el mundo entero, y algunos de ellos en vez de dar los pasos hacia Mí, dan los pasos hacia su propia voluntad, muchas veces por no vivir la simplicidad interior.

Por eso, hoy, todos ustedes, a través de Mi Unción Espiritual, reciban este Don de la Simplicidad de Dios, para que siempre recuerden que es allí donde está Dios. Él no está en los poderes materiales ni en las ostentaciones espirituales. Él no está en la opulencia ni en las riquezas. Dios está presente, una vez más, en el corazón de los simples y de los humildes, en todos aquellos que espejan Su Presencia con simplicidad y amor.

Les agradezco que estén hoy aquí Conmigo, esto es muy significativo para Mí porque habla de muchas oportunidades internas, no solo para los presentes, sino también para otras almas que las necesitan. Por esa razón, les agradezco por estar aquí, acompañándome, siguiéndome, buscándome y adorándome como su Maestro y Señor, el Redentor.

Y ahora, desde el Centro Mariano de Figueira, en el nombre de Jesús, el Cristo, celebremos la Comunión Espiritual para dar comienzo a esta nueva etapa de servicio incansable, de sacrificio permanente, de donación espontánea, no solo por la Obra de Mi Misericordia en el hemisferio norte y en el mundo entero, sino a través de las Misiones Humanitarias en Angola, Polonia y en otros lugares del mundo, en donde Mi Amor Misericordioso y Mi Espíritu Consolador deberán llegar a través de las manos y de los corazones que se donen por un solo fin: el triunfo de Mi Amor en toda la humanidad.

Una vez más, les agradezco por su pronta respuesta al Inmaculado Corazón de María.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 81.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

He llegado en un momento en el cual la humanidad sigue herida. He llegado en el momento en donde todo parece perderse, en donde la fe de muchos de Mis compañeros en el mundo se debilita, en el momento en donde nada tiene sentido. Llego en este momento importante de la humanidad, aunque difícil para millones de almas en el mundo.

A través de Mi Corazón Yo les traigo la presencia del Cielo y del Universo, para que puedan percibir y sentir que Yo estoy aquí con ustedes, aunque aún no llegó el momento de Mi Retorno al mundo.

Traigo para ustedes lo que cada uno de ustedes necesita en este momento. No es nada material, ni siquiera espiritual, es algo profundamente interior que es depositado en cada una de sus esencias para que aprendan, así como Yo les dije, a transitar en el fin de estos tiempos. Aún lo más culminante no llegó, y ustedes se pueden dar cuenta de eso.

Es momento de seguir con mucha obediencia la Ley divina, para que cada una de sus almas esté protegida bajo el Amor de Dios. Es momento de multiplicar el amor en los corazones que más sufren y padecen, porque en este escenario del fin de los tiempos, la humanidad por sí misma no sabe cómo se conducirá.

Por eso, Yo les ofrezco en este momento las Leyes divinas de Dios, desde los conocidos Mandamientos de Moisés, hasta los nuevos Mandamientos que Yo les he traído a través de los años, lo que Yo llamo de Bienaventuranzas.

Necesito que apliquen esas reglas en sus vidas porque, de esa forma, estará protegida la esencia de esta humanidad, aunque la mayoría no lo haga ni lo cumpla. En una menor proporción de la raza humana, esas reglas y Mandamientos se cumplirán e impulsarán a otros corazones y vidas a no solo alcanzar la bienaventuranza, sino también a perseverar en la fe y en la confianza de Dios.

Si Dios no estuviera con Sus ojos en este momento planetario, no hubiera enviado a Su Hijo en esta tarde. ¿Qué sentido tendría para esta humanidad?

El Amor de Dios está por encima de todas las cosas y situaciones, las almas tienen que volverse a Dios en este tiempo y no pueden demorar. Porque será en ese Amor del Padre en donde sus vidas se renovarán y así renovarán a todos los que están a su alrededor.

¿Qué esperan para poder hacerlo? Aún la puerta de la gran convocatoria está abierta, para que las almas sean impulsadas a vivir el apostolado de Cristo en el fin de estos tiempos, por medio de los impulsos y los dones que les trae el Espíritu Santo.

Atención compañeros, escuchen lo que les estoy diciendo, porque no son unas palabras más. Necesito que sean conscientes de que Mi tarea está terminando con ustedes. Y cuando eso suceda, ustedes deberán dar testimonio y ejemplo de que Yo estuve aquí, así como estoy en cada uno de sus corazones siempre que Me lo permiten. Porque es allí en donde prevalecerá la verdad, la sabiduría y el entendimiento que ustedes necesitan en estos tiempos.

Aunque la situación planetaria parezca difícil o imposible de revertir, no pierdan la fe y renueven sus votos y compromisos con el Padre Eterno. Él también tiene abierta la Fuente de Su Divina Misericordia, Su Océano de Amor y de Misericordia está vacío. Todos son invitados a sumergirse en ese Océano de Amor, de un Amor inmaterial y eterno.

Hoy estoy en paz por su respuesta para este encuentro de oración porque ustedes, por sí mismos, perciben que es necesario orar, orar y orar, para que en el mundo descienda una nueva oportunidad, más allá de lo que la Tierra y la humanidad deberá purificar.

Con todo lo que han aprendido Conmigo, compañeros, vivan su apostolado conscientemente, que ya no sea una teoría, sino que sea una práctica. Que sean capaces de ir más allá de ustedes mismos por la humanidad y por el planeta, que hagan triunfar el Amor de Mi Corazón en el mundo y sobre todo en los que más sufren, en la gran soledad de estos tiempos.

Yo siempre vendré a colmarlos de todo lo que necesitan. Mi Amor no tiene fin ni forma. Por eso estoy aquí, como respuesta a su compromiso Conmigo, sabiendo que es el tiempo de la gran decisión.

Jesús acaba de abrir el Libro de la Sabiduría de Dios y una Luz muy fuerte salió de ese Libro, el cual tiene escrito todas las Voluntades del Padre. Contemplémoslo y reconozcámoslo para entender y comprender por qué Jesús lo trae.

Los profetas y los grandes patriarcas conocieron algo sobre este Libro que hoy está entre Mis manos, el Libro de la Sabiduría de Dios, lo que la humanidad necesita alcanzar para darse cuenta de que no solo deberá redimirse, sino también reconciliarse con el Proyecto Original que la creó. Mientras eso no suceda habrá tiempos difíciles. Pero no serán tiempos difíciles que duren para siempre, porque Yo vendré, retornaré y en Mis manos traeré ese Libro Sagrado de Dios, así como los ángeles traerán el Arca de la Santa Alianza.

Aún la Gran Revelación no llegó al mundo. Mi verdadera Faz solo fue conocida por algunos de Mis Apóstoles y ustedes eso lo saben. Cuando Mi Faz se revele a la humanidad en poco tiempo, todo sucederá. No hablo de caos, de catástrofes, ni tampoco de sufrimientos, hablo del gran momento que cada una de sus vidas tendrá ante Mi Presencia Eterna y Cósmica.

Porque en ese momento y en esa hora, será cuando cada uno de ustedes estará ante la Mirada de Dios, para darle una respuesta definitiva. Y por algunos segundos, el mundo entero tendrá consciencia de lo que hizo durante su vida; toda la historia de su encarnación pasará por sus mentes y reconocerán cada una de las escenas y estarán ante su juicio personal.

Pero en esa hora la Bienaventurada Madre, la Virgen María, ya estará en oración, no solo por el mundo sino por cada uno de Sus hijos y bajo la autoridad que el Padre le concedió como Sierva fiel. Ella enviará a muchos de Sus ángeles para que inspire a las almas y las fortalezca en esa decisión.

Será en esa hora y en ese momento que Dios, antes de que retorne Su Hijo a la Tierra en gloria, abrirá el Libro en donde ha escrito la Voluntad para este planeta. Por un instante, la humanidad tomará consciencia de eso, pero también de todos sus pecados y errores cometidos a través de los tiempos, así como la agresión realizada a los Reinos de la Naturaleza.

Muchos corazones sentirán el grito del centro de la Tierra. Las entrañas se abrirán y lo oculto aparecerá. Y allí, ante esa visión y esa consciencia, Dios mostrará su Faz en los que lo sepan reconocer y amar, y delante de los arcángeles, sus almas podrán escribir en ese Libro la respuesta que Dios tanto espera.

El mundo parecerá perdido por su ilusión. Cientos de estrellas fugaces, grandes consciencias del Universo descenderán a la Tierra y todos las reconocerán, aunque no sepan de sus orígenes.

Dios, ante Su propia Voluntad y ante el momento culminante del planeta, que no está tan lejos, se postrará, para que en humildad la Fuente de la Suprema Fuente Divina conceda una Gracia universal para el planeta y para toda la Creación, y todos escucharán en su interior el Eco del Padre. Y aunque exista el corazón más cerrado en el mundo o el ateo más grande de la humanidad, ellos también escucharán, porque Dios entregará Su última Gracia para que las almas, los corazones y las personas recapaciten sus vidas y se rindan, esa será la hora de Mi Retorno al mundo.

Todo lo que hoy les entrego no solo son Mis últimas palabras, sino también Mis últimas revelaciones, porque hay una parte que aún la humanidad no puede saber.

Atesoren estos momentos. Reverencien estos encuentros, porque lo necesitarán.

Dios Me envía al mundo para poder levantarlo. Es urgente y es necesario para que la profecía de la conversión se cumpla.

Vengo a pedirles, nuevamente, la Comunión reparadora durante todos los días del mes de mayo, especialmente la Comunión espiritual, para que Mis últimos impulsos y palabras abarquen a más personas en el mundo. Aún una parte de la humanidad debe saber que Yo estoy aquí para recibirlos, para escucharlos, para absolverlos y para entregarles Mi Misericordia, lo que restaurará y curará sus vidas.

Todas las almas que han muerto, a través de esta pandemia en estos últimos días, han encontrado un lugar en los planos intermedios de consciencia, en donde ya no sufren, porque sus oraciones, en este día, alcanzaron la Misericordia para cada una de ellas.

Aún la Misericordia más profunda de Mi Corazón sigue actuando a través de la Pascua que aconteció en este año. Y a pesar de que ya pasaron algunas semanas, la Fuente de Mi Misericordia está abierta para que las almas se sumerjan en el océano de Mi Amor. Estamos en el tiempo de la última amnistía, valórenlo.

Celebremos este momento con el regocijo de encontrar la Verdad, el Camino y la Vida. Ofrezcamos este momento por la reparación del Corazón del Padre Eterno, en ofrecimiento de cada una de las oraciones y cánticos por esta actual situación planetaria, para que la Gracia de la cura y de la ciencia inspire a los científicos y médicos del mundo a encontrar la respuesta para esta situación.

Incienso.

Podemos traer el altar.

“Señor y Dios del Universo, que escuchas las oraciones de Tus hijos, que renuevas y consagras el alma y la vida de las personas, sírvete, Padre Eterno, de este momento para que Tu insondable Misericordia y Amor descienda a los lugares más necesitados de la humanidad. Amén”.

Que el Señor nos conceda la Gracia, en este momento, de vivir profundamente este Sacramento, para que más Gracias e impulsos de Luz lleguen a todos los corazones, en este ofrecimiento de la Comunión reparadora y de la Comunión espiritual con nuestro Señor.

Los invitamos a ponerse de pie o a arrodillarse.

Que el legado del Amor, de la Eucaristía y de la Sangre de Cristo pueda colmar, como un bálsamo de Luz, a la humanidad y a nuestro planeta. Amén.

Cuando estaba reunido con los doce, así como hoy estoy reunido con cada uno de ustedes, más allá de la distancia, los hago unificarse a Mí para que estén unificados al Padre y también al Espíritu Santo, Quien obra en este momento a través de sus Dones y Gracias.

Tomé el pan, lo elevé y di gracias al Padre por lo que Él Me estaba ofreciendo. Enseguida lo partí, lo entregué a los Apóstoles diciéndoles: “Tomen y coman, porque este es Mi Cuerpo, que será entregado por los hombres para el perdón de los pecados”.

Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Amén.

Tomé el Cáliz y realizando la misma oferta de Corazón, lo ofrecí al Padre para que fuera transubstanciado. Enseguida, lo ofrecí a los apóstoles, diciéndoles: “Tomen y beban, este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza, que será derramada por los hombres para la remisión de las faltas. Hagan esto en memoria Mía”.

Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Amén.

El Cuerpo y la Sangre de Cristo.

Sean felices, dice Nuestro Señor, los que son llamados a servirse del Cordero, que fue inmolado y resucitó para darles vida eterna, vida en abundancia.

Oremos la oración que Cristo nos enseñó, para consumar esta consagración.

Padre Nuestro

Padre Nuestro (repetimos en inglés).

Que la Paz de Cristo descienda a la Tierra y que la Paz esté en cada corazón. Anunciamos la Paz.

Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.

Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.

Repetimos en inglés.

Cuando Yo ya no venga al mundo para hablarles e instruirles, tendrán Mi Nuevo Evangelio para encontrar consuelo y fortaleza, pero especialmente tendrán Mi Cuerpo y Mi Sangre para poder sentirme y para que se puedan renovar.

En la bienaventuranza de la Gracia de Dios bendigo, en esta tarde, a todos los que participan de este momento Conmigo, el cual llevo grabado en Mi Corazón como un fuego de amor de cada uno de los corazones valientes y perseverantes. En ellos derramo Mi confianza.

Yo los bendigo y les agradezco. Que la paz esté en la Tierra y que la paz traiga la cura para toda la humanidad. Que así sea, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cerramos esta transmisión agradeciendo a nuestro Señor Jesucristo y a cada uno de los presentes.

Para cerrar esta transmisión vamos a agradecer:

Gracias, Señor, por cuanto nos das. En este encuentro Te honramos, Señor. Amén.

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL SEXTO DÍA DE INSTRUCCIÓN, DURANTE LA SEMANA SANTA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Para la tarea planetaria que Nuestro Señor está realizando en este momento, a su pedido vamos a entonar "Adon Olam".

Invitamos a los que escuchan a colocarse de pie para acompañar a Nuestro Señor en esta tarea planetaria.

Canción: "Adon Olam".

Ustedes conocieron a un hombre frágil como Jesús, que cargó con el pesado madero de la Cruz y que siendo un ser humano, a pesar de Sus poderes divinos y cósmicos, se entregó por cada uno de ustedes para que no tuvieran que padecer y sufrir. Si hace más de dos mil años la humanidad sigue sufriendo y padeciendo, es consecuencia de sus acciones y cometidos.

El Todopoderoso encarnó en la Tierra a través de Su Hijo, para que la humanidad no tuviera que padecer nunca más.

El Todopoderoso encarnó como un hombre y como una consciencia al igual que ustedes, y redujo Sus grandiosas vibraciones de Luz para poder estar entre los seres humanos de esta Tierra.

La encarnación del Hijo de Dios y la dolorosa Pasión de Cristo significaron momentos importantes para la humanidad. A través de la encarnación del Hijo, la humanidad pudo recuperar el camino hacia su pureza original, aquella pureza original que fue pensada en el génesis del Proyecto Genético Humano. Pero también esa encarnación del Hijo de Dios puso fin a una cadena interminable de errores.

El propio Padre Eterno sabía que, por más que Él encarnara en la Tierra y trajera la consciencia del Amor Sabiduría, esa victoria no se completaría, porque habría seres humanos que dudarían de Su Presencia y Poder, y aun después de la Pasión de Cristo, eso sucedió en muchos seres humanos.

La encarnación del Hijo de Dios, a través de la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, puso fin a muchos errores del pasado que, hasta ese momento de la historia de la humanidad, harían sucumbir para siempre el Proyecto Genético Humano, aunque hubieran pasado los Patriarcas y los Profetas.

Pero no todas las civilizaciones y razas se equivocaron, el adversario se encargó de poder desvirtuar algunas de esas razas que estuvieron presentes en la humanidad.

Desde los Adanes y las Evas hasta la Atlántida, la humanidad tuvo que aprender, como hasta los días de hoy, a enmendar los errores cometidos, para poder volver a alcanzar el poder de la Gracia y de la Misericordia.

Esa fue la razón principal de la encarnación del Hijo de Dios, que dio lugar y espacio para Su segunda e importante tarea, la Pasión de Cristo, que aconteció en muchos niveles y planos de consciencia, desde el espiritual cósmico hasta el plano más material y concreto.

Toda la consciencia de Dios participó en todos esos misterios y hechos, así como diferentes grupos de almas y consciencias que, por más que no estuvieron encarnadas en aquel tiempo, participaron de esos acontecimientos porque los necesitaban para poder estar presentes en los tiempos futuros como este.

Por esa razón, Cristo no solo padeció en el plano físico, sino también en el plano álmico y en el espiritual. La poderosa Pasión de Cristo, que para muchos fue una derrota, se convirtió en una victoria en los planos internos ya que, a través del poder de la oración de la Madre de Dios, así como de la oración de las santas mujeres y de algunos de los apóstoles, permitió reunir a la mayor cantidad de consciencias posibles, que en los diferentes planos de consciencia precisaban de la energía de la redención.

Cada padecimiento vivido por su Maestro y Señor, desde la noche del jueves santo en el Huerto Getsemaní hasta la muerte en el día viernes, en lo alto del Monte Calvario, fueron ofrecimientos únicos e imborrables para toda la humanidad y el planeta.

A través de esa dolorosa y profunda Pasión de su Maestro y Señor, muchas situaciones planetarias del futuro fueron contenidas, muchas generaciones futuras fueron protegidas para no vivir el desvío del Proyecto Original.

Y aunque en los días de hoy esto se ha desvirtuado completamente por la indiferencia y la omisión, muchos más se hicieron presentes a través de los tiempos y regresaron muchas veces a este mundo como servidores, siervos, discípulos y apóstoles, para estar presentes en colaboración y en servicio por la humanidad.

Ciertos grupos de almas, que alcanzaron la experiencia del Amor Crístico, se ofrecieron de forma semejante a su Maestro, para estar inmersos dentro de esta humanidad y en diferentes pueblos y naciones del mundo, a fin de dar continuidad al Proyecto Genético de Dios, el que en este tiempo y en esta hora, está viviendo su gran oportunidad de corrección.

Para que toda la historia de los errores que sucedieron, desde la muerte del Hijo de Dios hasta el presente, puedan ser enmendados por la fuerza de la devoción de todos Mis compañeros, por el poder de los que adoran el Eucarístico Cuerpo de Cristo, por los que sostienen la vida de servicio y de caridad, estamos en el tiempo y en la hora de cumplir las promesas y las aspiraciones del Único, que se presentaron a través de los arcángeles y ángeles, en el Génesis.

Por eso, la dolorosa Pasión de Cristo no solo fue un hecho o una historia que puede conocer la humanidad. Muchos planos de consciencia participaron de ese acontecimiento, por esa razón tuve que estar retirado cuarenta días en el desierto, ya que Mi aspecto más material debía prepararse para ese momento, aun durante los tres años de predicación, en los que la humanidad debería aprender a reconocer la verdad y a identificarla, para no perder el camino de la Luz y del Bien.

Por eso, la Pasión de Cristo es un hecho que nunca se borrará de la consciencia del planeta, es un hecho que siempre podrán revivir y recordar todas las veces que lo necesiten para avanzar en su proceso de purificación y redención. Porque así, en esos hechos están los códigos de luz que necesitan para alcanzar su liberación espiritual, cósmica e interior.

Con todo esto quiero decirles, compañeros, que coloquen su consciencia en la amplitud de lo que significó la dolorosa Pasión de Cristo y cómo muchas consciencias, en los planos internos, participaron de la redención de más consciencias que estaban condenadas a la perdición total.

Por eso, la Pasión fue tan dolorosa, porque debería superar a todos los planos de consciencia. Y esa Pasión, vivida por su Señor y Maestro, debería llegar con su experiencia al plano físico y al plano espiritual cósmico, en donde debería quedar registrado todo lo que sucedió, para que la humanidad aprendiera a no cometer los mismos errores, por la entrega que ella hizo del Hijo del Hombre en la Cruz.

El tiempo de la dolorosa Pasión de Cristo hoy se une a este tiempo material y a este presente, en el que toda la raza humana está ante la oportunidad de servirse de este acontecimiento, que quedó grabado en las entrañas de la Tierra por la Sangre que derramó su Maestro y Señor.

Ahora que el Armagedón ya está presente en el mundo, es cuando las consciencias deben estar más despiertas para su preparación, a fin de estar a la altura de los acontecimientos y de participar en los preparativos del Retorno de Cristo.

La Cruz del Redentor siempre los protegerá, los salvará y les traerá la fuerza interior para poder renovarlo todo.

Por eso, la Santa Cruz no se ha borrado de la memoria del planeta, porque era el árbol de Dios que entregaba sus frutos a la humanidad, a través del sacrificio del Hijo del Hombre.

Este es el tiempo de afirmarse en este legado que Yo les entregué, porque tiempos más intensos llegarán y sus consciencias no podrán vacilar. Deberán estar firmes y decididos para poder seguirme hasta el cumplimiento de lo que Yo espero de cada uno de ustedes. Esa también es la razón por la cual estoy aquí.

Hoy viven la comunión con Mi Espíritu a través del reconocimiento de la dolorosa Pasión de Jesús, de la que sus almas pueden recoger los frutos y los méritos que la preciosa Sangre de Jesús, que fue derramada, alcanzó por la humanidad. 

Ahora la humanidad ya no debe más autodestruirse, sino que debe reconstruirse de manera espiritual, mental y material, para recuperar su filiación con la Creación por medio de estos méritos divinos que Yo entrego al mundo, méritos que siempre les darán la libertad para estar en comunión con el Padre.

Hoy los ungiré a ustedes para poder ungir a la humanidad, así como las santas mujeres ungieron todo Mi Cuerpo preparando Mi sepulcro, el que después de tres días demostraría al mundo el poder de la Resurrección.

A través de esta unción que hoy les ofreceré, también ungiré al mundo entero. Les entregaré el poder de la Resurrección espiritual para los tiempos definitivos que llegarán y por medio de esta unción, que Mis santas mujeres hoy harán en ustedes, recordarán que siempre podrán sentirse ungidos por la gloriosa Presencia de su Maestro y Señor.

Esta unción viene a cicatrizar heridas espirituales de la humanidad, heridas mentales y materiales, para que todo pueda ser regenerado y la esperada preparación comience para el surgimiento de una nueva humanidad, libre de la indiferencia y afirmada en el Amor, en el Amor de Dios.

Traeremos aquí cuatro potes de unción para que el Señor los pueda consagrar, así como Él también consagrará todas las cruces que hoy hemos traído para afirmar nuestro compromiso con Él y Su unión eterna con cada una de las almas.

Por eso, desde donde estamos, ofreceremos nuestra cruz, para que nuestra cruz sea aliviada y la cruz de la humanidad sea aliviada de la enfermedad, de las guerras, de la persecución, de las crisis políticas y humanitarias, de la indiferencia, de la falta de amor, de la impunidad y de la maldad que muchas almas practican por ser ignorantes del Amor de Dios.

Por esa causa y motivo ofreceremos nuestras cruces, para que el mundo alcance la cura y la paz. Amén.

"Santifica, Señor, la cruz que les has dado a cada uno de Tus hijos, para que ella no sea un peso ni una agonía, sino una constante perseverancia del triunfo de Tu Amor a través de la transformación y de la redención".

“Deposita sobre estas cruces, a través de Tu Gracia y Misericordia, los méritos que Tu Hijo alcanzó desde el Huerto Getsemaní hasta lo alto del Monte Calvario, para que las almas puedan sentir fortaleza en estos tiempos, para que cualquier miedo sea disuelto, y Tus criaturas sean colmadas por la abundante confianza de Tu misericordioso Corazón. Y de esa forma, así como hoy bendices y unges estas cruces con Tu Espíritu, bendice y unge, Padre amado, a cada una de sus familias y seres queridos, para que la gran red de Tu Misericordia y de Tu Paz esté unida y viva en los corazones de los que creen en Mi Retorno a la humanidad. Amén”.

Elevemos nuestras cruces para que el Señor las bendiga, a través de la Luz poderosa de Sus Llagas. Podemos llevar nuestras cruces hacia el corazón.

Ahora pasaremos a la bendición del aceite, de los cuatro aceites que Nuestro Señor nos pidió y que representan a las cuatro principales razas del planeta: las razas de América, las razas de África, las razas de Europa y las razas de Asia y Oceanía.

Nos abrimos para esta unción espiritual y para esta unción material, que recibiremos a través de las Madres de Cristo, en nombre de la humanidad y de este Proyecto Genético, que deberá cumplirse a través de todos los autoconvocados.

A través de la unción, que cada uno de nosotros recibirá en este momento, también se estará permitiendo que todos los que están detrás de nosotros en el camino espiritual y esperan ingresar en esta corriente y Obra de Amor de Cristo, puedan tener la oportunidad de ser partícipes de la presencia de la Jerarquía Divina.

Así que, cuando seamos ungidos en este momento, tengamos presente a todos los que están detrás de cada uno de nosotros y esperan por su despertar y redención, así como a través de los tiempos somos redimidos y ungidos por el Amor espiritual de Cristo.

Madre María Shimani y fray Joaquín.

Madre María del Salvador y fray Luciano.

Madre María Getsemaní y fray Ariel.

Madre Zorobabel y fray Gabriel Pío.

Y antes de comenzar con esta unción, que intentará traer la cura espiritual para la humanidad a través de las cuatro razas representadas en nuestro planeta, cada uno de nosotros, aun no estando aquí presentes, en este lugar o en este Centro Mariano, realizaremos nuestra oferta interna a través de un minuto de silencio, para que la paz y la cura se alcancen en la humanidad.

Hacemos nuestra oferta en silencio; y hacemos esta oferta, a pedido de Cristo, por todos los que murieron por la actual pandemia. Pedimos por cura, Misericordia y perdón. Realizamos nuestra oferta por esas almas.

Elevo sus intenciones al Cielo para que el Padre Celestial las contemple en Su Fuente. Que esta unción espiritual e interna traiga todos los frutos que necesita la humanidad en este tiempo 

Por los que han padecido injustamente, que el Padre tenga Misericordia.

Por los que sufren injustamente, que el Padre tenga Misericordia.

Por los que padecen la enfermedad, la desolación o la muerte solitaria, que el Padre tenga Misericordia.

Por los más pequeños e inocentes, por los que son traficados, explotados y vendidos, que el Padre tenga Misericordia.

Por todos los niños no nacidos, que son millones en el mundo, que el Padre tenga Misericordia.

Que la paz, la renovación y la fe despierten en todos los corazones.

Que así sea.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Y así despedimos a Nuestro Señor. Y por Su pedido para este Sacramento de la Unción, repetiremos la canción que escuchamos al principio de este trabajo: “El poder de la Sangre de Jesús”.

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Serie – Revelaciones Divinas de estos tiempos

Mi Divina Concepción en unión a la Santísima Trinidad

En las elevadas esferas del Universo Espiritual, lugar en donde está presente el Dios Vivo, existen grandes matrices espirituales, las cuales abarcan grandes espacios de la Consciencia Trina; porque esas matrices son el fiel reflejo de un Principio y de un Propósito de la Voluntad Divina.

Con formas de grandes ciudades-cristal de luz, esas matrices, que son espirituales y divinas, formadas por el aporte del Don de cada Padre Creador, es decir, por la intervención de cada arcángel, guardan elevados principios y atributos de la Mente Divina con el fin de poder proyectar y materializar el Plan y sus diferentes manifestaciones en los Universos.

De una de esas antiguas matrices del Universo Espiritual proviene la Esencia Inmaculada y Pura, proviene la Concepción Divina de la Madre de Dios.

Esos espacios inmateriales, dentro de las esferas sublimes, solo pueden ser visitados y contemplados por los arcángeles, ya que de esas matrices espirituales también emanan principios de la Fuente Creadora; porque esas grandes ciudades-cristal de luz están unidas, vibratoria y espiritualmente, a las doce principales Fuentes del Padre-Madre Creador.

Todo ese sistema evolutivo de vida es una gran corriente de elevada energía espiritual que nutre los espacios de la Creación y, al mismo tiempo, se traslada hacia los demás Universos constituidos: el Universo Espiritual, el Álmico, el Mental Superior y el Material Cósmico.

De esa forma, toda la vida existente es muy beneficiada por esos impulsos que eternamente emanan de las Fuentes Creadoras del Universo Espiritual.

En este sentido, así como la Creación y los Universos se alimentan y nutren de principios divinos que la Mente Única emana constantemente, en este caso, las criaturas creadas a imagen y semejanza de Dios tienen el potencial interior de entablar un contacto con el sentido de su existencia, es decir, de poder retomar la unión con su propósito de vida.

La Esencia de la Madre de Dios surgió, se manifestó y partió de una de esas potentísimas matrices para poder vivir, enseguida, por Voluntad de Dios, una experiencia de amor en la Tierra.

Esa Concepción Divina de la Madre de Dios se formó sin ninguna mancha, dado que no tuvo experiencia alguna ni de sufrimiento, ni de dualidad o de errores.

El Origen Divino de la Esencia de la Madre Mayor se constituyó con base en un altísimo grado de pureza, de amor y de humildad; lo que la llevó a encarnar en la Tierra como un Ser puramente inmaculado y humilde.

Esta característica, poco usual dentro de la Creación del Proyecto de Dios, tuvo un sentido y un propósito desconocido hasta el presente para el ser humano.

En las revelaciones entregadas a María Santísima a través de San Gabriel Arcángel, se expresa que la constitución espiritual de la Madre de Dios es un fiel espejo del deseo ardiente de Dios, de que las criaturas de la Tierra pudieran conocer el Amor del Padre en un aspecto maternal y cósmico.

Toda la sencillez y la pobreza que pudo manifestar la Madre de Jesús durante Su pasaje por la Tierra, eran reflejos del cumplimiento de ese proyecto pensado por Dios para vencer el mal y la dualidad mediante la llegada del Mesías, del Salvador.

Para Dios fue importante, primero, el aporte espiritual, universal y divino de los Padres Creadores, de los arcángeles, para que esa experiencia de divina maternidad y de amor incondicional tuviera un resultado imborrable a través de los tiempos y de las épocas.

El reconocimiento que cada ser de la Tierra puede hacer a la maternidad y a su filiación con la Madre de Dios, espiritualmente, permite concederle a Dios Su Divina Presencia en el corazón de los hombres.

Así, el mal vuelve a ser vencido por el poder del amor maternal, por aquel amor de madre incondicional que es capaz de dar la vida por cada uno de sus hijos.

En síntesis, el deseo de Dios de que la humanidad tuviera una Madre material y espiritual, como María, la Madre de Jesús, fue para romper la cadena que se formó en el principio con Adán y Eva, para que la humanidad, pudiendo reconocer a la Madre de Dios, la Madre de todos, el amor maternal disolviera las raíces del mal y las causas de todos los errores, de época en época.

De esa forma, el proyecto pensado en la Fuente de la Creación, a través de las matrices y con el aporte espiritual de los arcángeles por indicación del Padre Eterno, constituyó la Esencia de María como resultado posible y evidente de aplicar la misma experiencia de amor en todas las criaturas, permitiendo la concreción del Plan y la trascendencia de la dualidad.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mientras el Libro Sagrado de Dios se abre para revelar la historia verdadera de la Creación, el Hijo Universal escucha con atención las palabras de la Dulce Madre y, después de ser difundido Su Mensaje, el Redentor da continuidad a la historia escrita en el Universo Mayor.

Los “grados de amor” eran el camino más directo para que Adán y Eva pudieran trascender y superar la dualidad.

Así fue que, un tiempo más tarde, el Proyecto Universal, que había comenzado en la Tierra con los primeros pobladores de la humanidad, tuvo que transitar por diferentes escuelas de aprendizajes que comenzaron a llegar en forma de vivencias y de procesos de vida.

El llamado y conocido Edén fue el recinto dentro de la Tierra que fue puesto a prueba.

Las siguientes generaciones de Adanes y Evas, teniendo consciencia de la dualidad y del libre albedrío, comenzaron a definir, dentro de sí, la importancia de dar continuidad a la Voluntad Mayor que los había traído a la Tierra.

Ellos sabían que eran Hijos de Dios, que tenían un Padre Mayor que les había dado todo lo que Él tenía para que fueran felices. Sabían que era un Padre de puro amor que había creado todo lo que existía en el Cielo y en la Tierra para que los Adanes y las Evas pudieran amarlo y reconocerlo.

Dentro de ese escenario del Edén, no faltó, como lo expresa la Biblia, la presencia tentadora del símbolo de la serpiente; un movimiento paralelo que el adversario articuló para convencer a los Hijos de Dios que ellos, teniendo más libertad, podrían escoger más y así satisfacerse a sí mismos.

Todo ese plan del ángel caído intentó boicotear el Proyecto Original, el que al final fue interferido.

Pero los demás Arcángeles del Universo Mental ayudaron a las siguientes generaciones de los Adanes y de las Evas a seguir adelante y a cumplir con ese ansiado Proyecto de Dios, el que tenía como escenario al planeta Tierra.

En aquel tiempo, los Arcángeles les hicieron tomar consciencia a los Adanes y a las Evas que habían sido fieles que, por el error de sus primeros padres, Adán y Eva, habían adquirido la dualidad y, en consecuencia, el llamado pecado original, que significaba nacer con una mancha espiritual de impureza por lo sucedido en el pasado.

Pero dentro de la aspiración de Dios ese Proyecto de Sus primeros hijos se comenzó a realizar cuando ellos mismos descubrieron, dentro de sí, que podían vivir un amor tan grande y semejante al que el Padre expresó por todos por medio de la manifestación de la Creación.

Por esa razón, los Arcángeles les hicieron tomar consciencia a los Hijos Fieles de Dios que podrían superar sus elecciones y sus diferencias, si en verdad amaran la vida y todo lo que existe.

Así fue que algunas generaciones posteriores a Adán y Eva fueron capaces, con sus limitados conocimientos, de amar a la Creación, así como el Padre Celestial la ama.

En esa escuela de poder experimentar los primeros pasos del Amor Crístico no faltaron las tentaciones y las pruebas, las que llevaron a definir en el futuro la continuidad de los primeros pobladores de la Tierra.

Los Arcángeles dieron infinidad de impulsos, llaves espirituales y prácticas para que los Adanes y las Evas mantuvieran vivos los principios que los trajeron a la Tierra, para que más tarde representaran y fueran el reflejo de una primera Hermandad terrestre, la que seguiría fielmente los atributos de Dios.

En aquel tiempo, ese primer pueblo de la Tierra alcanzó esa aspiración de Dios y consiguió vivir patrones de conducta muy civilizados, los que, posteriormente, como estados de consciencia los llevaron a expresar códigos crísticos, tanto en la vida personal como familiar.

De esa forma, Dios, como Padre de todo lo creado, testimonió en los orígenes de la Tierra que, a pesar del plan de la dualidad del ángel caído, los primeros seres humanos eran capaces de superar todas las barreras de la consciencia a través de la entrega incondicional a los Designios de Dios y, especialmente, a través de la vivencia primaria del Amor Crístico.

El pasaje de los primeros pobladores de la Tierra y el resultado alcanzado por la intervención y por la obra de los Arcángeles dio como resultado la continuidad de la humanidad, a fin de que ella estuviera cada vez más cerca de Dios.

Continuaremos con estas revelaciones de los Libros internos de Dios.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Con Mis manos desato los nudos y rompo las cadenas que aprisionan las consciencias de Mis hijos.

Como Madre, paso Mi Espada de Luz entre los grilletes para que se rompan y las almas se sientan liberadas del cautiverio.

Vengo como Corredentora para ayudar a Mi Hijo en la redención y en la salvación de las almas.

Por eso, le ofrezco a Dios los Dones que Él mismo Me entregó para poder rescatar a Sus criaturas de los diferentes abismos de la Tierra; así, renuevo el Proyecto Divino en la humanidad.

Como Madre, retiro los velos de la ceguera humana para que Mis hijos, por un momento, vean su realidad espiritual y, a través de Mí, se animen a vencer y a trascender los diferentes aspectos de la vida, por más que la purificación de alguno de ellos sea dolorosa.

Pero, a pesar de los embates, Yo hago triunfar a Mis Hijos mediante la fuerza luminosa de la oración y el servicio incondicional por las almas. Así, genero un estado de cura y de reparación espiritual cuando diariamente Me aproximo a Mis hijos para que ellos se sientan apoyados y animados en su fe para seguir con su transformación en Cristo.

¡Les agradezco por guardar Mis palabras con amor, porque el amor es lo que les ofrezco!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Los niños, para Mí, son la manifestación más perfecta y bella de la Pureza y de la Inocencia de Dios, porque en ellos se guarda la esencia original, el código perfecto que deberá evolucionar y avanzar a través de los tiempos.

En los niños existe algo que es profundamente verdadero y eso es el amor que de ellos puede nacer naturalmente, sin necesidad de forzar nada.

El amor de los niños puede disolver los conflictos entre las naciones e incluso atenuar las catástrofes del fin de los tiempos.

Si los niños recibieran educación espiritual sobre la existencia del Universo y del Padre Celestial, ellos adquirirían mayores capacidades internas para poder modificar y corregir los tiempos, porque al existir la Pureza de Dios en su interior, su intercesión ante situaciones imposibles es mayor.

Los niños, en su mayoría, se ofrecen desde sus orígenes, esto es, antes de surgir, para servir incondicionalmente a la humanidad y, en muchos casos, sin una total consciencia de lo que hacen o de lo que sienten, sus espíritus son capaces de ofrecerse como víctimas del Amor de Dios por la salvación de una humanidad entera en un tiempo determinado del planeta.

Cuando Yo estuve presente en la Tierra, los niños eran Mi principal consuelo, porque sabía que en ellos podía encontrar esa parte de Dios que consuela y que sostiene en los momentos cruciales.

Los niños son el portal hacia Mi Corazón porque en ellos está la esencia de lo que Dios pensó cuando creó al hombre.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el Corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

MENSAJE ESPECIAL DE CRISTO JESÚS PARA LA 62.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Primer Mensaje

Los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Como el agua de la lluvia, hoy traigo Mis Gracias para el mundo y revelo Mi Corazón Confederado para toda la humanidad.

Desde la Nebulosa de Orión traigo Mi Mensaje y hago vibrar las Palabras de Dios en todo el Universo. Que también vibren sus corazones con estas Palabras y así se puedan renovar los tiempos.

Desde Orión envío Mi Energía Espiritual para la humanidad, para todos los representantes de Cristo en la Tierra.

Que Mi Verbo se refleje en los corazones simples y humildes.

Que Mi Propósito se cumpla en los que aspiran a alcanzarme algún día y también llegue a todos los que aspirarán a superarme en el amor viviendo Mi Verdad.

Desde esa constelación envío Mi Mensaje para todos, para que en sus espíritus también se conforme la Hermandad, esa sagrada Fraternidad de todos los tiempos que ha permitido proteger y amparar a este planeta y a este Proyecto humano, desde el Génesis hasta los días de hoy, pasando por tantas civilizaciones, razas y experiencias, viviendo tantos aprendizajes y pruebas a través de todos los tiempos y de todas las eras.

Y a pesar de tantos embates y después de Mi venida al mundo hace más de dos mil años, el Proyecto de Mi Padre aún sigue en pie en esta humanidad y llamo a todos los seres de la Tierra para que lo sigan recreando, para que puedan seguir constituyendo en ustedes ese Proyecto de Amor que va más allá de la dualidad y de toda diferencia.

Yo traje para todos, hace más de dos mil años, el Código Crístico Celular.

Mi Divinidad, Mi Alma y Mi Consciencia se ofrecieron para eso, a fin de testimoniar para el mundo que es posible vivir grandes grados de amor, más allá de todos los errores cometidos.

Hoy estoy desde la Nebulosa de Orión enviando Mi Mensaje de paz a la humanidad para este nuevo ciclo que ha comenzado después del último 8 de agosto, en donde nuevos acontecimientos llegarán para que la humanidad pueda aprender a vivir aún más el amor y el perdón, concibiendo en sí la redención.

Hoy el Universo envía su bendición para todos, su más cordial mensaje de paz y de fraternidad, porque ya no bastará que su Maestro esté solo en el planeta o en algún lugar de él para enviar Su Mensaje.

Hoy estoy desde la Nebulosa de Orión para que todos puedan participar de esa universalidad en el fin de estos tiempos; universalidad que deberán alcanzar a través del amor al Plan y el servicio incondicional a la Jerarquía.

Sean partícipes, entonces, compañeros, del fin de este último tiempo en donde enseñanzas más importantes llegarán, aprendizajes más profundos se vivirán.

Revelaciones muy desconocidas llegarán para que al menos una parte de la consciencia de la humanidad se eleve y encuentre la puerta de salida hacia el Infinito, en nombre de toda esta civilización milenaria que viene caminando en este mundo hace mucho tiempo.

Hemos llegado en el tiempo en donde se vivirá esa gran síntesis, desde el principio del Génesis, pasando por los grandes patriarcas, profetas y apóstoles y todos los mártires de Cristo.

Toda la historia de los que dieron la vida por Mí será reunida para llevarla como experiencia y ofertorio a los Pies del Padre Eterno, y he escogido a la Nebulosa de Orión para que prepare ese acontecimiento.

¿Por qué un lugar tan distante a ustedes debería reunir todas esas informaciones y experiencias?

Ustedes saben, compañeros, que no están solos en este Universo.

Ya es hora de aprender a percibir las realidades superiores que los llaman a través de la Voz del Infinito, la Voz que siempre clama y llama a sus hijos, la Voz del Padre Eterno, la Voz de la Hermandad.

Ustedes entrarán en este tiempo dentro de la cuenta de su ofertorio. Será importante que sus experiencias de amor y de servicio sean verdaderas y que se dispongan a darme más de lo que pueden, aunque a veces duela.

Ese será el verdadero legado que podré entregarle a Mi Padre de parte de la humanidad, así Él Me concederá una Gracia tan expiatoria e importante para este ciclo final en el que todo está en juego.

Las últimas partidas se juegan en el tablero. Estamos en el momento culminante de la definición interior para que después suceda la definición exterior.

Las Jerarquías oran sin detenimiento, reúnen sus principios y aspiraciones para que la voz de todos los Hermanos sea escuchada por el Padre Eterno.

El Universo Material y, especialmente, el planeta se prepara para su último y gran parto.

Es hora de dar a luz al nuevo hombre, a la nueva consciencia, libre de los pecados capitales, libre de las amarras, de las ataduras, de la perdición.

Para eso serán llamados todos los que fueron ungidos alguna vez por Mi Espíritu. Y todos los que una vez fueron sacramentados participarán de esa comunión con Mi Espíritu y con Mi Divinidad.

Cuando ustedes estén compartiendo Conmigo los últimos encuentros ese será el momento en que el Universo realizará su gran ofertorio a la Creación, y sus aspiraciones deberán llegar a lo Alto, así como sus corazones, para que se reúna la síntesis de todo lo vivido desde el principio de esta Creación, especialmente desde el Génesis.

Al fin la caída de Adán y Eva será borrada de la consciencia del Universo y las almas ya no deberán venir al mundo y a la Nueva Humanidad con el pecado original, porque estarán libres de esas consecuencias y de esos errores.

Orión se ha ofrecido para concebir, como Consciencia Universal, a la Nueva Humanidad, haciendo su gran sacrificio después de millones de años.

La Nebulosa de Orión brillará como nunca antes ha brillado y un nuevo tiempo comenzará después de que todo se haya purificado, dentro y fuera de los seres.

Por eso, compañeros, no bajen los brazos, elévenlos hacia Mí para que Yo los pueda tomar de las manos y subirlos a Mi Barca de salvación y de esperanza, la que alcanzará el nuevo puerto hacia el Corazón de Dios.

Porque cuando llegue ese tiempo la Nueva Humanidad no recordará el pasado ni el sufrimiento ni tampoco el dolor, porque Orión habrá donado sus Rayos y Principios para poder formar al nuevo ser y al Nuevo Hombre.

Orión estará tan cercano como la Luna lo está de su planeta.

Reciban este Mensaje con gratitud, por más que no lo comprendan, porque lo que Yo les digo es algo que sucederá en los próximos tiempos.

Tengan dentro de sus aspiraciones este propósito de su Maestro y Señor, y trabajen por él todos los días, incansablemente.

Ya no importará si caen a Mi derecha o a Mi izquierda, si quedan atrás o si están adelantados. Yo necesito el amor de sus corazones para concebir espiritualmente ese ofertorio que Orión elevará a lo más alto del Universo y de la Creación.

Y ya no luchará espada contra espada ni guerrero contra guerrero, porque de los nuevos hombres que repoblarán la Tierra, que en el próximo tiempo llegará, se forjará el espíritu de los valientes, de los curadores, de los silentes y de los contemplativos; de todos los que han trabajado en esta vida en el servicio para espejar en esta humanidad la Voluntad de Dios.

Entonces, compañeros, que se escriba en ustedes este nuevo propósito que hoy les revelo.

Mantengan su corazón en Orión y todo lo comprenderán. Así su luz azul los irradiará y sus espíritus conseguirán la fuerza para seguir adelante siguiendo los principios de la Jerarquía, bajo el espíritu de la fe y de la confianza.

¡Que se levanten los guerreros de la Nebulosa azul!

¡Que los guerreros del amor participen de esta convocatoria y que en la Tierra esta convocatoria se haga realidad!

Amén.

Hoy les hablo así como le hablo al Universo, porque es tiempo que los que creen en el retorno de Cristo escuchen al Maestro así como Él es y siempre lo será, que escuchen la Voz de quien fue recibido en la Casa de Su Padre para llevar adelante, en el Universo, el Proyecto final de la humanidad.

Que esta Maratón represente la oportunidad de forjar el guerrero del amor en cada ser, el luchador incansable de la Jerarquía que ama sin condiciones y que sirve sin obligaciones, que escucha con su corazón y siente lo que es verdadero, que comulga con la Hermandad y que cada encuentro lo hace parte de sí como si fuera el último de estos tiempos.

Quiero ver a los guerreros del amor encendidos en la oración.

Quiero ver a los autoconvocados del gran Maestro felices por vivir cada nuevo encuentro, en ese sagrado cónclave del Universo Creador que envía sus impulsos celestiales en todos los encuentros de oración en donde los espíritus se reúnen para servir al Infinito y para que el Infinito sea parte de sí, eternamente.

Quiero ver sus corazones de fuego.

Quiero su oferta mayor y acojo sus aspiraciones.

Deseo sentir aún más el amor de los que Me aceptan y de los que se convocan en Mi Nombre, porque desde allí reconstruiré a la humanidad.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ Y MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

El Origen de la Sagrada Fuente Femenina

Amados hijos:

Quien en estos últimos once años les ha hablado y les ha compartido el Amor de Dios, proviene de una Fuente peculiar que fue creada por el Universo Ultraterrestre antes de que existiera el Universo Material.

En esa Fuente, la Esencia Divina de quien más tarde sería María, la Madre de Jesús, fue gestada, acondicionada y amorosamente preparada para llevar adelante la gran misión en la humanidad.

Esa Fuente Ultraterrestre del Universo Espiritual se caracterizaba por su altísimo grado de pureza, de amor y por su esencia inmaculada.

El Padre, luego de la caída del Proyecto de Sus primeros hijos, Adán y Eva, pensó en crear un medio y una Consciencia lo suficientemente pura, inmaculada y humilde, que con Su Amor invencible pudiera abrazar a todo el error humano y convertirlo a través del perdón y de la sublime Maternidad.

Fue así que los Padres Creadores, los Arcángeles, recibieron el pedido de Dios y, en los elevados Universos Celestiales, cada Arcángel comenzó a aportar lo mejor de sí, a fin de que la Esencia Femenina que surgiría de la Fuente Creadora llegara a la Tierra para comenzar, como alma y divinidad, con Su especial misión.

La Sagrada Fuente de la Energía Femenina se traslució por medio del Principio de la Maternidad.

En tiempos pasados, el Padre Eterno pensó que era necesario que Sus hijos tuvieran una Madre capaz de acogerlos, de comprenderlos, de ayudarlos y de guiarlos por el camino correcto del bien y de la paz.

Así nació de dos seres humanos, de Ana y de Joaquín, la Consciencia de María, la que desde joven llevaría adelante la misión de gestar en Su Purísimo e Inmaculado Vientre al Niño Jesús, el Redentor.

Una especial coyuntura universal, cósmica y espiritual sucedió durante la gestación de María, así como durante la gestación de Jesús.

Los Arcángeles consiguieron manifestar y atraer hacia el Universo Material corrientes creadoras de energía que contenían altos voltajes de Amor-Sabiduría, así como de pureza esencial y virginal.

En aquel tiempo, la Idea de Dios fue concretada y una vez más, por la Presencia de la Madre de Dios y del Divino Hijo, el mal fue vencido, así como el ángel caído fue vencido por Miguel Arcángel una vez en el Universo.

La existencia de la Consciencia de María, una simple madre de Nazaret, fue el resultado de una experiencia divina y angélica que superó todos los tiempos.

El Padre Eterno, a través de María, nos demostró Su Amor Consolador, nos enseñó cuán grande es Su Misericordia y qué infinito es Su Perdón para con Sus hijos más perdidos.

Dios nos enseñó, a través de María, la universalidad de Su Amor y la presencia de Su Corazón Paterno en todo momento.

De esa especial Concepción Divina proviene María, la Madre de Cristo y Madre de todos.

Ella es la incondicional y eterna abogada entre los hombres y Dios.

Ella es la que espera en el silencio y la que reza por Sus hijos en la quietud de Su Inmaculado Corazón.

Es la que viene al auxilio de los que con sinceridad se arrepienten. Ella llega a todos los pobres y humildes de corazón.

María es la Madre que todo consuela, que todo repara y que todo cura.

Su Corazón sufre cuando Sus hijos se separan de la Verdad y se sumergen en la mentira.

Es la Madre que nunca dirá "no", que siempre dirá "sí" a quien la llame.

Dios nos dio una Madre que muchas veces ofendemos, lastimamos y omitimos con nuestra indiferencia e ignorancia.

Ella es la Madre paciente que espera que siempre vayamos más allá de las apariencias, que podamos sentir el corazón del hermano que busca paz y comprensión.

María nos enseña a amar de verdad para que, en Cristo, caminemos hasta la meta de estar en Dios, para siempre.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

El Sagrado Llamado
Aparición de Cristo Jesús durante el Sagrado Llamado,en el Centro Mariano de Figueira, Minas Gerais, Brasil, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús

Deja que Mi Amor entre en tu corazón para que Yo todo pueda transformar, pues Mi ardiente deseo es que se concrete el Propósito de Dios en tu vida y no se cumplan los caminos del mal.

A veces las almas no comprenden lo que Yo pido y lo que necesito. Pero en verdad les digo, podrían amar lo que Yo deseo desde Mi Universo inmaterial.

Deja que Mi Amor entre en tu casa y en tu vida. ¿Qué esperas? Aún tengo mucho por hacer en este mundo y tu vida es un camino para eso.

Yo no necesito de tus destrezas ni tus oportunidades. Solo necesito que Me dejes entrar para que Yo pueda remover todo y construir en tu corazón el templo de Mi Iglesia, que vibra en las dimensiones superiores y que está llena de ángeles de Dios, alabando y adorando al Único.

No esperes más para dar el paso. Entrégate. Y si ya te has entregado, entrégate aún más porque lo necesito.

Lo que Yo realizo no es comprendido ni muy valorado por el mundo. Lo que tú Me das sí es valorado por Mí y todo lo que tú Me entregas es escrito en el Libro Sagrado de Dios, porque será parte del testimonio que te salvará cuando el Juicio Universal se aproxime al planeta y a su humanidad.

El mundo no sabe que Yo todavía estoy sufriendo por lo que veo en los hombres y por todo lo que sucede en el mundo.. Así como consagro almas, adoradores y devotos, también necesito que tu corazón se consagre a Mí, a fin de que una chispa de Mi designio, que es el designio del Padre, sea depositada en ti y se cumpla lo que has venido a cumplir como está previsto. No necesito que te justifiques ante Mi Presencia porque Yo lo sé todo.

Es hora de hacer algo por los demás y sobre todo por el planeta, que agoniza a medida que pasa el tiempo en las agujas de tu reloj. A medida que los segundos pasan hay almas que necesitan de Mi ayuda y Yo Me sirvo de los apóstoles para llevar adelante Mi Obra, que está llena del Amor de Dios y de la Misericordia de Su Corazón.

¡Mírame y siente Mi Corazón, Mi Corazón vivo! Mira las arterias de Mi Corazón y la Sangre de Amor que brota de Él constantemente, a fin de justificar ante el Universo los errores de los hombres y de conceder la Divina Misericordia a las almas que más lo necesitan.

Pero tú, después de tantas veces de haber estado a Mi lado y de haber recibido todo, es hora de que des el paso en la confianza de Dios y de que digas desde tu interior: ¡Señor, aquí estoy!

No necesito grandes cosas de tu vida, solo que Me adores, que Me aceptes y que Me vivas como el complemento de tu vida, como la llama viva del amor, que nunca se apagará y que traerá al mundo la cura que tanto busca y que tanto necesita.

Hoy expongo ante el mundo el Corazón humano del Cristo vivo, aquel Terafín de Dios, aquel Corazón que entregó todo por ustedes, hasta Su última gota. ¡Cuánta Sangre de Amor tengo para derramar sobre Mis hijos y cuán pocos la aceptan!

Siempre les diré la verdad, porque recuerden que la verdad los hará libres y así alcanzarán la paz.

Que la humildad sea el timón de sus vidas en estos tiempos críticos, en los que muchas, pero muchas almas se confundirán con otros maestros.

Busquen la esencia de Mi Corazón y sus vidas estarán plenas.

Busca, hijo Mío, la llama de Mi Espíritu y nunca te faltará la Paz, porque lo que Yo prometo verbalmente, lo cumplo.

Si una vez le dije a Mis Apóstoles que volvería por segunda vez, aquí estoy, aunque no Me vean, preparando Mi retorno.

Necesito que el campo que he sembrado aquí dé sus frutos y no demore. Aún el mundo necesita alimentarse espiritualmente por medio de sus ofertas y de sus vidas, para que el Plan se realice. Y eso comenzará recordando el amor, el amor que los libertará, el amor que los sanará, el amor que los transfigurará para que finalmente sean otros, como Yo lo espero.

Pero no perderás tus defectos, sino trabajarás Conmigo para transformarlos uno a uno y a su tiempo. Sé que es doloroso desprenderse de sí. Les dí el ejemplo en el huerto Getsemaní, cuando en la mayor agonía y en el mayor padecimiento tuve que soportar todo por ustedes, para que tuvieran en este tiempo final una oportunidad.

Quiero que comprendan lo que les digo. Estas palabras y las que vendrán ya son las últimas, y cuando la última palabra sea pronunciada por su Maestro y Señor, todo pasará y el mundo no podrá decir que no fue avisado.

Rezo en el huerto de Dios por eso, todos los días, así como recé en el huerto Getsemaní por Mis enemigos, por los que Me traicionaron, por los que Me darían las espadas hasta los días de hoy.

Necesito, hijos Míos, que Mi Iglesia actual, expandida sobre la Tierra, sea renovada y reconstruida desde su esencia.

Necesito que en el amor, sean una sola hermandad, para que eso pueda suceder y que no existan divisiones, dudas, ni confrontaciones, porque cuando eso suceda, Mi Amor allí no estará.

Recojan con sus manos los frutos que Yo les he dado a través de cada aparición, por medio de cada encuentro, así como a través de cada Sacramento.

Aprendan a vivir la Voluntad de Dios tal cual es y no la modifiquen.

El mundo ya modifica muchas Leyes y por eso sufre y agoniza. Pero ustedes, que han sido agraciados desde el principio al fin, deben dar el ejemplo, salir de sí y dar todo por sus amigos, como por sus enemigos. Esta es la llave más importante que hoy les doy, a través de este mensaje.

Por eso expongo Mi Corazón vivo y humano, que ha sido glorificado y transubstanciado por medio de la lanza en la Cruz, para que sea considerado y adorado por los hombres como la justificación delante de Dios, a pesar de sus errores y de sus pruebas.

Los gobernantes no transformarán el mundo sino la fe de sus corazones transformará la Tierra.

Así como en el mar de Galilea llamé a los doce, hoy los llamo a ustedes nuevamente y a todos los que escuchan en el mundo, para que la Palabra de Dios sea considerada y apreciada como la última fuente de expiación antes de que los cielos se cierren hacia el mundo y sus Mensajeros se recojan.

Yo rezo por ese momento, también rezo por ese tiempo que llegará. El mundo no sabe lo que Dios está pensando, por eso cae en su propia voluntad una y otra vez. Pero Yo les enseño por medio de Mi Amor a hacerlos libres algún día, sabiendo que no miro sus imperfecciones sino sus virtudes, sus sinceras virtudes, que harán transformar al mundo como el mundo lo necesita en este tiempo.

Entren en Comunión con Mi Corazón vivo, humano y palpitante, y todo, todo se recuperará.

El proyecto de la humanidad en el Génesis fue alterado, y lo que hoy se vive es la consecuencia de los primeros errores de Adán y Eva. Pero Yo vine al mundo incondicionalmente y como un pobre hombre a enseñarles sobre el amor y la verdad. Me dejé clavar en la Cruz, ser flagelado, humillado y martirizado. Dios dejó que salivaran Su Rostro completamente y que Su Sangre fuera derramada, gota a gota.

¿Quién tendrá conciencia de ese misterio?¿Quién amará ese misterio para que el misterio se devele?

Todo comienza y termina en el amor, porque será el amor que los resucitará en espíritu y en vida. ¡Ay de aquellos que no se suplen de este amor! ¡Ay de aquellos que Me dieron la espalda por otros amores!

Si Yo estoy aquí es porque persevero en sus vidas y ustedes perseveran en Mí, a pesar de lo que sucede. Algún día todo se comprenderá, todo lo que ha sucedido aquí se comprenderá. La Puerta del Cielo se cerrará para que las almas de la Tierra vivan su último tiempo.

No estoy siendo dramático. Estoy siendo sincero, porque Cielo y Tierra pasarán, pero Mis Palabras quedarán en los corazones humildes y resignados ante el Padre Celestial.

Pero antes de que Yo Me eleve al Cielo por última vez y haya terminado Mi tarea con ustedes, después de las próximas peregrinaciones, enviaré a Mis Ángeles con las flechas del Amor de Dios para que sean enterradas en los corazones abiertos. Y así las esencias, en esta última hora y en este último tiempo, se unan al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

Hoy está presente el Espíritu Santo a través de Mi Boca, hablando a través de la Palabra y de Mis Labios el fuego de Dios, que transforma lo corrupto en incorrupto; lo que es bajo, en sublime; el error y la miseria, en misericordia.

Benditos sean los que guarden Mis Palabras, porque la necesitarán en el próximo tiempo.

Benditos sean los que escuchan Mi Verbo, porque recordarán Mis palabras en los momentos más difíciles de la humanidad y en estos tiempos críticos, en donde todo está en juego.

Cuando vean que el mundo esté por venirse abajo, será el momento en que estaré retornando físicamente. Y las escrituras del Apocalipsis se cumplirán. La Biblia será renovada, porque el Maestro y Señor del Universo reescribirá un Nuevo Testamento para la humanidad y el Universo. Y los Ángeles serán testigos del legado de Amor y de Gracia que fue depositado en el corazón de los que escucharon la Palabra del Señor.

Mientras la última trompeta suena en el Centro del Universo local, las leyes angélicas se movilizan con sus legiones de Luz y sus huestes, para preparar silenciosamente la derrota del ángel caído y de sus allegados.

El Cetro de Dios será colocado en la Tierra y será reconocido y visto como si fueran cientos de soles. Y la Justicia Divina se cumplirá.

Ha llegado la hora de dar ese paso para que todo eso se cumpla. Depende de la humanidad que todo eso suceda.

Reciban estas Gracias como las últimas. La hora de los testigos se está aproximando. Los desiertos están llenos de prisioneros y mueren por creer en el nombre del Señor. Más testigos aparecerán ante las naciones del mundo y serán reconocidos por el gran amor en sus corazones. Ellos le señalarán a la Tierra el próximo camino y en su ofrenda silenciosa prepararán el retorno de su Maestro y Redentor.

En este domingo glorioso del Espíritu Santo, ante la presencia de la llama de Amor el Espíritu Santo del Padre, del Todopoderoso y Sublime Creador del Universo, ante Sus Potestades celestiales y universales, angelicales y bienaventuradas, ante los santos y los servidores, recreo en este momento el legado de Amor del Sacrificio del Cordero de Dios, por medio de la Eucaristía.


Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,
¡ten piedad de nosotros!
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,
¡ten piedad de nosotros!
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,
¡danos la Paz!

Tomé el pan y les dije a Mis Apóstoles y a todos los que estaban presentes, en la bendición del Altísimo y de la Fuente de Su Divina Misericordia, y les vuelvo a recordar, que este es Mi Cuerpo, que fue entregado por los hombres para el perdón de los pecados y que les concede la vida eterna.

En esta Comunión y de la misma forma, bajo la efusión del Espíritu Santo, tomé el Cáliz, di gracias a Dios, el Todopoderoso, por el Cáliz que Me había ofrecido, por la salvación y la redención de la humanidad hasta el fin de los tiempos.

Y hoy les vuelvo a decir que tomen y beban todos de Él, porque esta es Mi Sangre, que fue derramada y hoy es derramada por los mártires y los santos de los últimos días, para el perdón de los pecados.

Que la memoria del Cordero de Dios quede impregnada en las células de los que comulgan del Cuerpo y de la Sangre de Cristo.

Yo Soy Aquel que se ha dado por todos los hombres y mujeres de la Tierra, a fin de que se cumpla la Sagrada y Divina Voluntad.

Y como les enseñé, repitan ahora el Padrenuestro en arameo.

Abbun debashmaia...

Hoy proclaman la resurrección del Señor en los corazones redimidos, bajo la intervención del Espíritu Santo.

En Mi Paz los dejo y Mi Paz les doy, para que esta Paz, que es inextinguible e inalterable, se multiplique en los cuatro puntos de la Tierra y sobre todo en los corazones que necesitan del Amor de Dios.

Que la paz comparta el amor y la hermandad; que la paz comparta el bien y la fraternidad; que la paz cure a los corazones y todas sus heridas; que la paz establezca el Reino de Dios en este planeta.

Ahora se darán, en Mi Nombre, un saludo de paz y de perdón, en nombre de la humanidad.

Les agradezco.

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE PORTO ALEGRE, RIO GRANDE DO SUL, BRASIL, HACIA EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Que la última gota de Sangre de vuestro amado Señor sea derramada como Luz espiritual sobre este planeta, a fin de que todo lo manifestado en esta humanidad se redima completamente.

Que la última gota de Sangre del Cáliz del Señor sea el fin de un ciclo y el comienzo de otro, para que las almas perciban que los tiempos cambiaron.

Que la última gota de Sangre de su Señor purifique todo lo manifestado, especialmente lo que vive sobre la Tierra, para que reciba una oportunidad de amar y de perdonar el pasado.

Ingresar en el Tiempo del Señor es ingresar en el tiempo real de la Hermandad, en donde todos los proyectos elevados se llevan adelante para que las consciencias participen del gran momento del despertar.

Cuantos más códigos sean derramados, mayores posibilidades surgirán para la humanidad dormida, y nuevas virtudes despertarán y expresarán lo que en verdad las consciencias vinieron a hacer.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA SAGRADA CASA DE MARÍA, MADRE PAULISTA, SAN PABLO, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Busca la Verdad y ella te será revelada.

Busca en lo profundo de tu interior, así como en el firmamento de la Tierra que oculta la profundidad del Cosmos, la respuesta a tus inquietudes más internas, la calma de tus angustias y el sentido de tu vida. 

Busca la Verdad y ella te será revelada, porque este es el tiempo de la revelación de los misterios. La Ley dicta que nada más esté oculto, ni a los ojos ni al corazón del hombre. Y, poco a poco, esa revelación se manifestará en la superficie de la Tierra. 

Desde los pueblos del principio de la historia de la humanidad hasta los días de hoy, muchos misterios nacieron y florecieron. Son llamados "misterios" porque la consciencia humana los ignora. Pero ya no será un misterio aquello que es parte viva de la historia de cada ser. 

Los misterios de la vida humana son aquellos hechos que guardan en sí el verdadero potencial de la humanidad y también la realidad de que su existencia no comenzó en la Tierra, sino en lo profundo del Pensamiento Divino, antes que todo fuese creado.

Aquello que consideran un "misterio" debe ser revelado, porque este es el ciclo de la Verdad, y la Verdad primera es que cada ser se conozca a sí mismo, comprenda su historia, sus raíces, sus errores y dificultades, y también que reconozca sus virtudes y los Dones que recibió de Dios a lo largo de su evolución. 

Para saber la Verdad, entonces, debes buscarla, llamar a la puerta del misterio interior y, humildemente, dejar que él se revele. 

Pídele a Dios la Gracia para estar en paz delante de tus miserias más profundas, cuyas raíces transcienden la vida en la Tierra. Y también la Gracia de la humildad, para reconocer que este proyecto humano es único y que tú eres parte de un Tesoro Divino a punto de manifestarse.

El oro de tu espíritu puede tornarse un precioso presente celestial que, iluminado por la Luz de Dios, hace brillar la esperanza en los abismos. Pero también puedes dejar que ese oro se transforme en polvo, que la ignorancia y la indiferencia hagan de ti un eterno y permanente misterio para ti mismo; y, aunque todo sea revelado, tus ojos nada verán. 

Deja, hijo, que tu corazón se abra a los nuevos ciclos; que tus conceptos de vida, conocimiento, existencia y espiritualidad se renueven. Porque estás ante un ciclo en el cual la Verdad emergerá y, si bien está guardada en tu interior, tu jamás estuviste absolutamente unido a ella. 

Todo será nuevo. Todo se renovará y se mostrará al mundo como algo único, sin embargo obvio desde el principio, porque no hay ser sobre la Tierra que no sienta en lo íntimo que su ignorancia oculta una realidad superior.

Esa realidad emergerá. Esa Verdad se mostrará. Los misterios dejarán de ser misterios, y tu finalmente te conocerás a ti mismo y te reconocerás en Dios.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE LOS COCOS, CÓRDOBA, HACIA LA CIUDAD DE MENDOZA, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Hoy, los llevo a todos al momento del exilio de la Sagrada Familia en Egipto, momento en que el Divino Hijo encarnado trajo para la humanidad de aquella época la fe en un solo y único Dios.

Por medio del exilio de la Sagrada Familia en Egipto, la consciencia humana aprendió a reconocer a través de Cristo la presencia de la sagrada Voluntad del Creador, la que debe ser irrefutable y ampliamente aceptada por todos los seres humanos. De esa forma, la consciencia humana estará libre de los constantes errores y plena de la Voluntad de Dios.

Fue así que el Divino Hijo, con Su Presencia en Egipto, trajo a aquel tiempo la disolución del ateísmo y el establecimiento, por medio de la energía crística, de la unión interna y sacramental con el Todopoderoso.

La presencia de la Sagrada Familia en Egipto marcó un antes y un después para ese pueblo milenariamente acostumbrado a una forma de creencia superficial y pagana.

El Divino Hijo en Egipto, aun siendo silenciosamente pequeño, le trajo a el mundo la posibilidad de comprender y de vivir la visión espiritual en un sentido evolutivo y no de apropiación, como los egipcios concebían a los astros del universo.

La Presencia del pequeño Niño Jesús ordenó el sistema de creencias y también la visión cósmica universal; porque Él, en aquel tiempo, manifestaba el correcto alineamiento con las Leyes y los Rayos.

Jesús abrió la fuente de la renovación sobre el planeta, para que las consciencias fueran curadas y aliviadas de su sufrimiento.

Él reunió a todas las consciencias de diversos caminos y las colocó en las Manos del Padre Eterno, para que tuvieran la oportunidad de sentir el Amor de Dios y así recuperaran su filiación con la Creación.

La presencia de la Sagrada Familia generó el renacimiento espiritual de los orígenes de este Proyecto, para que la raza humana de aquellos tiempos recuperase los principios de esta escuela de amor y de perdón.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL DESIERTO DE CHILCA, PERÚ, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Yo soy la Madre del Mundo, la Madre Universal. Soy aquella cuya autoridad no proviene de esta Tierra, sino solo del Corazón de Dios.

Yo soy la Señora de todos los tiempos, Aquella que conduce a las criaturas desde el principio hasta el fin; no solo de sus vidas en este mundo, sino de toda su evolución, del origen hasta el origen.

Yo soy la Señora del Universo y también la Madre Celestial, parte viva de la Consciencia Divina, que viene a la Tierra en estos tiempos para hacerlos despertar.

Hoy los traje al desierto para que ingresen en el desierto de sus corazones y allí encuentren la esencia de la Hermandad.

Este nuevo ciclo, hijos Míos, marcará una etapa definitiva en el que los corazones deberán unirse al Cosmos y descubrir los misterios universales, como aquellos misterios que se guardan en el interior del planeta.

Hoy los traje al desierto porque este es el refugio a donde llevo a Mis hijos cuando ellos más lo necesitan.

Es en el desierto interior en donde las consciencias pueden vivir la síntesis para estos tiempos, en donde pueden asimilar los aprendizajes del pasado y construir las nuevas bases para el futuro.

Es en el desierto, en la aparente soledad, en donde parece que no existe nada, en donde sus corazones se unen con la Hermandad, con el Cielo y con la Tierra, con el verdadero tiempo que existe más allá de las ilusiones de este mundo.

Es encontrando la “nada” en su interior que volverán a Dios, si se abren para eso.

Hoy, el Universo se detiene y pone sus ojos sobre la Tierra, en los cuatro rincones de este mundo, en lo invisible del planeta.

Aquellos que vinieron a servir desde el principio, a este Proyecto humano, hoy se encuentran en oración, porque ha llegado el tiempo, hijos Míos, de que la humanidad crezca y encuentre su verdadero origen en el Universo, como en el Corazón de Dios.

Hoy, los Portales del Cosmos se abren hacia la Tierra y los mundos invisibles se muestran al corazón humano.

El Cielo se viste de fiesta, de júbilo, de regocijo espiritual, para impulsar a las criaturas a encontrar el propósito de su evolución en el cumplimiento de este Plan.

Hoy, su Madre Celestial, en el desierto, enciende todos los Espejos del Cielo como de la Tierra, enciende los Espejos de los corazones de Sus hijos, para así, construir el camino, el puente, que une todas las expresiones de la Vida.

Mi Corazón llega al mundo para abrir un nuevo ciclo en el que quiero ver a Mis hijos viviendo en fraternidad entre sí y con el Universo.

Quiero ver los Espejos de sus corazones irradiando la nueva vida que emerge desde su interior y que se refleja en la consciencia humana.

Los traigo al desierto para que encuentren la verdad sobre sí mismos, y vivan con base en esa verdad y no en las ilusiones del mundo.

Dejen que Mi Espejo Mayor se refleje en sus corazones.

Permitan, hijos, que lo más puro que existe en ustedes pueda emerger y que en este reencuentro con el Universo, no contemplen sus errores, no piensen en los desvíos que vivieron hace tanto tiempo; sino que reencuentren aquel Estanque universal, aquella vibración más pura que, como un dulce sonido, oí resonar en Mi Inmaculado Corazón, en el momento en el que sus esencias fueron creadas.

Ingresen en el desierto de su mundo interior, en donde pueden desmitificar la condición humana para llegar al vacío y allí reencontrar el Todo, del cual aparentemente salieron hace tanto tiempo.

Hoy Yo los llamo a la madurez interior, al despertar y a la unión con Mi Inmaculado Corazón, para que encuentren en Mí, la esencia de la Vida.

Hoy, en este desierto, se revela un misterio, la verdadera vida que existe en la Tierra y que se esconde en los lugares más simples, más puros, más humildes.

Es en el interior de este planeta, invisible a los ojos humanos, en donde la Voluntad de Dios se expresa. Allí, donde la Naturaleza es silenciosa y la comunión existe entre todos los Reinos, es donde la Voluntad de Dios se expresa.

Es en la humildad de aquellos que ya no buscan ser conocidos por la humanidad, que sirven en silencio a este planeta, en donde la Voluntad de Dios se expresa.

Es en la entrega incondicional de consciencias que podrían estar evolucionando a lo largo de las dimensiones y que, sin embargo, continúan en la Tierra para guiar y conducir a la humanidad, aunque muchos no lo sepan; es allí en donde la Voluntad de Dios se expresa.

Es en la perseverancia de aquellos que no contemplan las miserias humanas, sino el potencial de amor que existe en sus esencias, en donde la Voluntad de Dios se expresa.

Hoy, hijos, contemplen en su interior a todos los Seres de Luz que vinieron a la Tierra, desde el principio, a todos los Centros de Amor que se esconden en el interior del planeta, con la esperanza de que los ojos humanos un día los puedan ver.

Encuentren en el sacrificio de estos Centros de Amor, en su humildad y en su silencio, el verdadero sentido de sus vidas y cuando todo les parezca difícil, recuerden que existen aquellos que sirven incansablemente y que entregan su evolución para que la humanidad pueda dar un pequeño paso en este mundo.

Hoy, el Espejo de Mi Corazón refleja en ustedes el sacrificio del Cosmos, de aquellos que responden al Llamado de Dios, más allá de las dimensiones para que, en este nuevo ciclo, se sientan inspirados a vivir este mismo sacrificio por amor a otros, a olvidarse de sí mismos y a vivir en humildad la renuncia, la entrega, en lo más profundo de su interior.

Siéntanse inspirados por el desierto para que, en ese estado, vivan los tiempos que llegarán.

La fortaleza de los Centros de Amor se guarda en el silencio y es allí también en donde Mis hijos deben encontrarla.

Sean como ese desierto, silencioso, pero pleno del Poder de Dios, humilde y vacío, pero llevando dentro de sí, el mayor tesoro de este planeta.

Que en estos diez años, hijos Míos, en los que Yo he estado a su lado, sus consciencias caminen.

Que en este aniversario se definan a seguir Conmigo, reflejando Mi humildad en su interior, amando a este planeta como Yo lo amo y sirviendo a la humanidad como Yo la sirvo.

Yo soy la Sierva incansable de Dios y los llamo a ser incansables junto Conmigo.

En este día de júbilo, en este día de Gloria, los invito a construir, para el nuevo tiempo, un camino de esperanza en el que las almas vean reflejadas en ustedes, hijos Míos, Mi sagrada Presencia.

Que el Corazón de Dios encuentre, a través de sus pasos, una esperanza en la evolución humana.

Que todo el Universo sienta que valió la pena el sacrificio vivido desde el Origen por el triunfo del Proyecto humano y, en consecuencia, el triunfo de la Vida universal, de la unidad de cada criatura con el Corazón de Dios.

Con estas palabras los impulso y los bendigo.

Infinitamente les agradezco por responder a Mi llamado y espero, hijos, que no solo se pasen diez años más, sino que Yo pueda venir por toda la eternidad, y que ustedes estén a Mi lado.

Yo los bendigo, en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE NAZARÉ, LEIRIA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Dios destruirá los castillos de arena que han construido los hombres para llevar a la humanidad a la perdición. Así, Dios erguirá, desde los mundos internos, los templos de amor que las almas han fecundado interiormente a través de su fe en el Señor. En ese momento, el Juicio comenzará para toda la humanidad.

Los simples de corazón recibirán en sus manos el Legado de otrora y los que se decían poderosos perderán todas sus riquezas, porque los pobres de corazón conocerán todos los misterios que están escritos en la gran bóveda de este universo.

Ya no será necesario interpretar las estrellas, porque la nueva raza sabrá de dónde proviene y cuál es su verdadero origen.Nadie quedará sin saber cuál es la misión que ha venido a desempeñar por amor al Proyecto Universal.

En esa hora, los poderosos ya no tendrán más poder y los puros de corazón serán coronados por las Manos de Cristo.

Las doce huestes angélicas descenderán y una estrella semejante a las del universo anunciará la señal de una nueva etapa.

Finalmente, la humanidad despertará y ya no estará más en el mal, porque habrá abandonado la ilusión y habrá ingresado en los misterios del universo.

Más tarde, los obstáculos no existirán ni tampoco lo que conocemos como ego. Las almas y las consciencias de este mundo finalmente se tornarán libres y serán felices durante los mil años de paz. Así, el Padre Eterno, en Su resplandor, descenderá y hará de esta Tierra Su luminoso hogar en el universo.
 

Oración para realizar al término de la Comunión 
para reconciliarse con Cristo Jesús

Por Su Sacrificio, fuimos liberados.
       Por Sus Llagas, fuimos curados.
       Por Sus Flagelaciones, fuimos perdonados.
       Por Sus Caídas, fuimos elevados.
       Por Su Cruz, fuimos redimidos.
       Y ahora, por Su Misericordia, somos transfigurados
       y Su Luz Espiritual recibimos,
       para que libres de toda adversidad,
caminemos  con la aspiración
       de algún día volver a encontrarlo
en Su Gloria Celestial.

Amén.
 

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice, ahora y siempre,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE ASÍS, PERUGIA, ITALIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Con el amor de Mis hijos, Yo podré llevar siempre adelante las Obras del Creador.

Con el amor de Mis hijos, Yo podré finalmente traer la paz al mundo.

Con el amor de Mis hijos, aunque imperfecto e inmaduro, Yo podré llevar adelante todo lo que Me pide Dios.

Con el amor de Mis hijos, Yo puedo gestar en Mí la Nueva Humanidad y así, verla nacer en un tiempo cercano.

Con el amor de Mis hijos, Yo puedo redimir al mundo y derramar Mis Gracias sobre aquellos corazones y vidas que más lo necesitan.

Con el amor de Mis hijos, Yo puedo ayudar a la esencia divina de los Reinos de la Naturaleza, a fin de que se lleve adelante la restauración y la cura de todas las secuelas ocasionadas a ellos desde el principio de la Creación.

Con el amor de Mis hijos, Yo tengo el permiso de ingresar en los infiernos de este mundo herido y sometido por la guerra, la indiferencia y la omisión.

Con el amor de Mis hijos, Yo puedo acoger en Mi Corazón materno el alma de las naciones y todo lo que en ellas habita.De esa forma, su Madre Celeste puede llevar adelante la Operación Rescate.

Con el amor de Mis hijos, Yo puedo vivenciar en los corazones simples la existencia del Proyecto de Dios y en los corazones humildes, puedo revivir todos los días la Presencia misericordiosa de Mi Hijo.

Ya no importa cuántas veces caigan o se equivoquen, lo que importa, hijos Míos, es que aprendan todos los días a ser perseverantes y buenos. Eso ayudará a que Yo pueda seguir sirviéndome del amor de Mis hijos, porque lo que debe redimirse, en ustedes, el amor que Me tienen lo transformará.

En el amor de Mis hijos, veo la Tierra Prometida.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice y los consagra,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

El hombre de superficie, que fue creado a imagen y semejanza de Dios, existe en este mundo y dentro de este Proyecto del Creador para aprender a amar, a perdonar y a trascender.

Este planeta es una escuela infinita de oportunidades para poder dar los pasos hacia la consagración total de la consciencia.

Cada experiencia vivida, a través de los tiempos, significa para las almas la oportunidad de encontrar la unión interior con el infinito.

Las deudas que cada consciencia carga también son parte de esa experiencia de amor y de perdón; es la posibilidad de encontrar, cada vez, más elevados grados de amor y de redención en la consciencia.

Es en esta hora del planeta, en la que los corazones pueden aprender más rápido y aproximarse a los atributos de la paciencia y de la mansedumbre para saber atravesar los tiempos que llegarán.

Todos son invitados a encontrar, en cada etapa de la vida, la oportunidad de expandir un poco más la consciencia.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA 38ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN LA CIUDAD DE BELO HORIZONTE, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Ahora enciendan la luz de sus corazones, así como lo hicieron en estas últimas horas, para que Yo pueda entrar y tener Mi morada definitiva.

Yo Soy el Jesús de la Misericordia, la Fuente de todos los prodigios para todo el Universo y toda la Creación.

Saludemos a nuestro Padre que está en los Cielos, pues Su Gracia nos permea, nos compenetra profundamente para poder alcanzar la paz.

Dichosos de aquellos que ahora están Conmigo, en cualquier parte del mundo, porque allí Yo estoy con ellos para derramar Mi Divina Misericordia, así como hoy la derramo sobre ustedes.

Coloquen las manos en recepción para recibir Mi Luz.

Yo Soy aquel Misterio que muchos no comprendieron y que viene del Infinito, del origen de la Creación.

Yo Soy aquel Misterio que aún no fue revelado, porque solamente se mostró una parte cuando estuve en la Tierra, entre ustedes, para predicar la Palabra de Dios y hacerlos revivir en Mi Espíritu.

Yo Soy esa señal visible para todos. Soy ese Amor infinito e invencible, que puede ingresar en cada corazón humano para transformarlo completamente, a imagen y semejanza de Dios.

Yo Soy ese Misterio que se está revelando de a poco, a través de cada encuentro Conmigo. Y en todos los meses que ya han pasado, les dejé una llave para que Me pudieran conocer profundamente.

Así, Yo estoy hoy aquí, en omnipresencia y con cada uno de Mis seguidores que se abre nuevamente para recibir Mi Gracia, la Gracia glorificada del Hijo de Dios que está retornando al mundo nuevamente y preparando a las consciencias para ese gran momento.

Por eso, aún no Me pueden ver, porque soy un Misterio, pero dejo de serlo cuando Mi Amor está en ustedes. Así todo se comprende y todo es revelado.

Yo estoy trayendo nuevas revelaciones para el mundo y para la consciencia de su grupo; porque son un rebaño muy antiguo, que no solo caminaron con los pueblos del desierto, bajo la guía de Moisés, sino también caminaron Conmigo para reencontrar el Camino de la Luz y de la Redención.

Es por eso, compañeros, que no es la primera vez que Me encuentran, ni es la última que Yo los llamo para vivir Mi Plan de Redención.

Aún hay mucho por hacer en este mundo, y despierto espíritus jóvenes para que sean Mis apóstoles, así como lo fueron los doce en el pasado. Pero estos apóstoles del nuevo tiempo vienen a completar Mi Obra Redentora, la Obra de la nueva Era, la Obra de la Misericordia de Dios.

Por eso revelo los Misterios a cada uno de ellos, en el silencio del corazón y de la oración. Los velos caen de la consciencia y las almas conocen su verdadera realidad; dejan de ser ignorantes ante el Plan de Dios y conocen, en su interior, la vida universal.

Por eso hoy no vengo solo en Misericordia, vengo en Luz sideral, como un Sol potente entre todos los soles que existen dentro de este universo material.

Pero Yo no Soy un sol físico. Soy más que un ángel, cuando subí a la Gloria de Dios.

Soy ese Misterio que se muestra mes a mes al corazón que se abre, poco a poco, para reconocerme.

Soy ese Sol espiritual que ilumina las tinieblas y los abismos, que trae la paz a los corazones perdidos y hace resucitar la vida espiritual de las consciencias.

Soy esa Luz solar que emite impulsos permanentemente y que, en el fin de estos tiempos, despierta la consciencia de cada ser al principio de su verdadero origen, de su verdadera esencia, de su verdadera Fuente dentro de la Creación.

Soy esa Vida infinita que vino a estar con ustedes hace dos mil años.

Soy el Principio y Soy el Fin. Pero no un principio, ni tampoco un fin material.

Soy el ciclo que renueva todas las cosas.

Soy ese Propósito de Dios manifestado en el mundo, a través del Corazón del Hijo de Dios que puede pulsar en cada uno de ustedes, para transfigurarlos y transformarlos.

Vengo de un lugar muy lejano, al cual ustedes conocen como Cielo. Es más que eso, compañeros, es la Vida Divina manifestada en la Consciencia de Dios; es ese impulso cósmico que dio origen a la creación de todo el universo, en el plano espiritual, en el plano mental y en el plano material.

Ustedes son parte de ese principio y de ese origen. Ustedes son moléculas de Luz que surgieron de una Fuente Mayor para traer a la Tierra la redención que la humanidad necesita.

Vinieron aquí a aprender sobre el amor y el perdón. Vinieron aquí, compañeros, para aprender a ser verdaderos soles en la Tierra, que puedan iluminar todos los tiempos hasta llegar al Tiempo Real, el tiempo real de sus consciencias, que no está aquí, en esta vida material, sino más allá de sus almas y espíritus.

Pero Yo los aproximo, en esta tarde, a esta realidad, porque sus corazones han implorado para eso. Esta es vuestra verdadera revelación, la más importante de todos los tiempos: que ustedes sepan quiénes son y qué han venido a hacer en este lugar, para este ciclo planetario.

Así, Yo emito Mi Impulso de Luz, para todos, como una usina constante y resplandeciente que renueva a todas las consciencias y a las criaturas que escuchan, de corazón, la Palabra de Dios.

Yo vengo a ampliar sus consciencias todo el tiempo; vengo a traer lo nuevo y lo desconocido, lo que nunca han aprendido en ningún otro tiempo.

Por eso, compañeros, Yo Soy ese Sol que desciende del Universo Mayor en estas fechas sagradas, para que las almas no pierdan la oportunidad de renacer, de despertar y de servir al Plan de Dios.

El mundo debe convertirse y eso comenzará primero en ustedes.

Muchos de ustedes ya son conscientes de que el Infinito, el Principio y el Fin, que lo Único y lo existente más allá de todo, ha venido a visitarlos para despertarlos a la Gran Verdad, en este último tiempo.

Sean testigos de este legado que les entrego, que no es material ni tampoco mental. Es más allá de lo espiritual, de aquello verdadero que ustedes son, donde se guardan las verdaderas cosas de Dios, en el espíritu sublime de cada ser.

Quiero que despierten a esto compañeros, porque Mis soldados deberán estar fortalecidos para los últimos tiempos que llegan al mundo. No podré enseñar estas cosas a toda la humanidad, por su gran indiferencia e ignorancia, pero sí se lo podré enseñar a ustedes, porque serán responsables de volver a retransmitirlo al mundo, con simplicidad y amor, en el idioma que pueda comprender cada corazón.

Y ahora les muestro a todos el Sol que Yo Soy; porque Yo Soy el que Soy y provengo del principio, en donde todo fue creado en la esencia del Amor del Corazón de Dios.

De ahí surgió el Hijo de Dios, el Primogénito, vuestro Gran Patriarca, Profeta y Maestro de la humildad.

Vine a mostrar al mundo, en aquel tiempo, que las cosas no son como las viven y que existe una realidad profunda y verdadera, que va más allá de esta vida material.

Todo el Universo material aprende de esta existencia sagrada, y así, los códigos descienden, de dimensión en dimensión, para renovar todas las cosas y generar la evolución de todas las vidas del Universo.

Vengo a mostrarles Mi patriarcado y también el Gobierno de Dios, que rige a todo el Universo y más allá de este.

¿Ahora comprenden, compañeros, con Quién están? Fui un simple hombre de Nazaret, pero eso solo fue una faz entre todas las que Yo tengo en este Universo espiritual, mental y material.

No soy solo una cosa, o una forma, a Su semejanza. Soy algo más que eso, compañeros. Soy más que el Soplo del Espíritu de Dios.

Soy Su Mensajero y Su Gran Servidor, que se ofreció, en esencia y vida, a morir por ustedes, para que hoy estuvieran aquí, escuchando este gran Misterio de los Libros Sagrados de Dios, de las llaves de Enoc y del rey Salomón.

En toda la historia del planeta se guarda un precioso legado, del cual ustedes, hoy, están participando al conocer la Verdad del Hijo de Dios, en Su profunda esencia de Amor y de Unidad.

Yo traigo el Universo para que lo conozcan, pero, principalmente, para que lo amen; porque el Universo de Dios, que lo es todo, está olvidado por esta humanidad.

Solo bastará para ustedes, compañeros, encontrarse en la noche de un cielo estrellado y mirar hacia arriba para encontrar su origen en toda esta Creación; piezas preciosas de un gran puzle, que comienza a construirse por cada uno de sus corazones en esta obra redentora que hoy viven Conmigo.

Les pedí que fueran semejantes a los ángeles. Hoy les pido, compañeros, que sean semejantes a todos los soles del Universo, porque a pesar de ser millones en toda esta Creación, su Sol interior puede brillar más que ellos, porque tienen guardado, dentro de ustedes, la llave del Amor y de la Unidad; algo de lo que el Universo aprende, de tiempo en tiempo, a través del proyecto de esta humanidad y de la historia de su evolución.

Ustedes están escribiendo una historia en este momento. Y a pedido de Mi Padre eterno, Yo vengo a escribir, compañeros, con la pluma de Dios, lo que ahora está sucediendo dentro y fuera de ustedes, en esta sagrada Unidad.

Así les hago comprender que no solo son materia, cuerpo o mente; que son algo más allá de eso y que ustedes pueden conocer cuando se abren para vivirlo todos los días en una profunda y sagrada oración, para glorificar al Padre que está en los Cielos y ser testigos de Su legado en la Tierra.

Vengo así a aliviar su cruz, para que puedan despertar a lo nuevo, que está escrito en las parábolas del Evangelio como las primeras iniciaciones de Mis discípulos, como las leyes básicas para aprender a amar y saber estar en la unidad con sus semejantes.

Si tan solo viven esas reglas básicas, no tendrán porqué sufrir.

No tendría sentido compañeros, porque quien vive en la Ley del Amor y de la Unidad, siempre podrá estar en paz y sabrá qué hacer en el vasto Universo de la Voluntad Divina.

De nuevo, ahora, les muestro Mi Sol, el Sol que Yo Soy.

Y del centro de Mi Pecho, emito e irradio los Rayos de ese Sol para aquellos que se abren a recibirlos, en profunda humildad, y en reverencia a Dios por esta Gracia y este Misterio que despierta a su gran revelación.

Y así les puedo decir: son parte de la Consciencia Divina; seres en redención y rehabilitación, que deben llevar guardada en sus células, la experiencia del perdón y del amor, para ofrecerla cuando asciendan a los pies del Creador.

Sus almas encuentran reposo, sus pies encuentran descanso, sus cuerpos un refugio de paz, para que Mi Padre sea glorificado por los siglos de los siglos.

Sientan el magnetismo de Mi Consciencia inmaterial y espiritual, que abraza a todo lo que es corrupto para volverlo incorrupto, lumínico a los ojos de Dios y sublime a los ojos de la Creación. Es la materia que se transfigura, así como se transfiguró el Hijo de Dios en el Monte Tabor, preparándose para Su Muerte y Su Resurrección. Yo les vengo a enseñar de esa forma, compañeros, las Leyes eternas.

Demos gracias a Dios por haber manifestado estos principios en los sagrados Sacramentos; que son las raíces más profundas e íntimas para las almas de este gran árbol de Luz y de Sabiduría del Padre.

Les dejé, a través de los Sacramentos, un legado, la Fuente de la Renovación, que es lo que más necesitan en este tiempo para poder acompañar Mi Plan de Paz en el mundo.

Que sus corazones vivan el ardor de Mi Corazón, el Fuego sublime de Mi Espíritu, que trasforma todas las moléculas y vivifica todas las células, para tornarlas imagen y semejanza de Dios, para hacer retornar a toda consciencia de cada ser, a lo que verdaderamente fue en el principio, antes de haberse desviado por Adán y Eva.

Así, Yo vengo a instituir el Proyecto original en una nueva faz, mostrándome como el Ángel más solar y humilde, servicial y simple de todo el Universo.

Mi Reino no es de este mundo, es de otros, es de Dios; de Vuestro Padre Amado, que los contempla a través del Sol de Mi Corazón, estableciendo así la sagrada Unidad.

Ahora lleven sus manos hacia el corazón y sientan la paz de Mi Espíritu, el sosiego de Mi Alma, el Amor de Mi Consciencia, la grandeza de Mi Corazón, en Misericordia y Piedad.

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Vamos, a pedido del Maestro, suavemente a conectarnos con Abba, con la Fuente Primordial del Amor y de la Unidad. Con todo el amor y la gratitud porque Cristo está aquí.

Canción: "Abba, Fuente Primordial".

Quien lava sus pies renueva sus caminos. Ingresen en Mi Camino de Luz para poder renovarse en el Padre, en el Hijo y en el Espíritu Santo.

Quien come de este Cuerpo y bebe de esta Sangre, les vuelvo a decir, compañeros, tendrá vida eterna. Este es el mayor presente para Dios y para todos los autoconvocados que reafirman sus votos en Cristo para continuar adelante, hasta que Yo retorne al mundo para hacerles conocer Mi Gloria.

Hoy Me elevo de este lugar, más feliz, viendo que los frutos son inmateriales para cada una de las consciencias que se animan a vivir en la Ley de Dios y a conocer el verdadero tesoro, que es el Amor y la Unidad.

Ahora canten para agradecerle a Mi Padre.

Extendiendo Mis Brazos hacia ustedes e imponiendo Mis Manos sobre sus almas, Yo los bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Vayan en paz y en alegría, porque un nuevo cristo es alegría y fuente de renovación, hasta que el Plan se cumpla.

Les agradezco.

Ahora quiero que Me canten “Aleluya”, como ya Me han cantado dos veces, porque en esa alabanza pueden nacer sus niños internos. Recuerden que los niños más pequeños son los primeros que ingresan en el Reino de Dios y ustedes pueden ser como niños, para alabar a Dios y traer sus ángeles a la Tierra.

Invito, compañeros, a todos los que escuchan a través de este medio de comunicación que ha bendecido Mi Madre, que canten a Mi Corazón, sin miedo de abrirse a lo verdadero que son: al Origen.

¡Les agradezco!

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

No querer la voluntad propia y amar la Voluntad Divina

Esta raza en el principio fue diseñada por Dios para obedecer y seguir un único Propósito. Pero desde que Mi adversario, en la antigüedad, despertó la tentación y el libre albedrío en el hombre de superficie, el Proyecto original se desvirtuó, saliéndose del camino de la Voluntad Divina.

Fue allí que ingresó en la consciencia primitiva de la humanidad la dualidad, la libre elección y la desobediencia a todas las Leyes superiores que regirían tiempo después a la humanidad, hasta que ella fuera una humanidad sagrada.

Desde el momento en que Adán y Eva fueron tentados en el Edén a decidir sobre su propia vida y así apartarse de la Mano del Creador, ingresó en la esencia del ser humano lo que llamamos voluntad propia.

Esa voluntad, carente de principios espirituales e impregnada de códigos de corruptibilidad, fue la acción que desvió del camino a la nueva humanidad; en el principio de todo, la primera raza era el sabio Proyecto de una nueva humanidad para la superficie.

Desde el momento en que el primer Adán decidió sobrevivir en el planeta transgrediendo las Leyes naturales, por otro lado Eva despertó los primeros indicios de los pecados capitales.

Mi adversario consiguió lo que tanto aspiraba: hacer de esta humanidad una humanidad inerte y sin consciencia de sí.

Después de tantas eras pasadas, llegó el momento culminante en donde en una primera etapa se daría fin a la decadencia de la humanidad, y sería a través de la aparición de Cristo en el mundo, como el Hijo Primogénito de Dios, encarnado para rescatar la esencia de este pensado proyecto humano.

Más tarde, cuando Cristo estaba presente, toda la raza, que ya se encontraba en el abismo de su perdición, fue desviada de su propio infierno a través de la Pasión de Jesús.

La venida del Mesías de Israel fue delicadamente preparada por los Padres Creadores, por los Santos Arcángeles. Cada uno aportó y gestó en el vientre purísimo de la Virgen Madre las células lumínicas de la transustanciación y de la redención, Leyes superiores que posteriormente permitirían liberar a la humanidad del mal.

A partir de que Adán y Eva activaron en sí la voluntad propia, espontáneamente la genética espiritual humana quedó afectada hasta los días de hoy por esa energía de poder terrestre, de apropiación y de dominio de todas las cosas.

Solo aquellas consciencias que a través de los tiempos consiguieron abrirse para descubrir el Cristo dentro de sí, se vieron enfrentadas a renunciar y desterrar ese viejo código humano que desvía del Propósito a millones de almas hasta los días de hoy.

La voluntad propia es la consecuencia de no aceptar de forma verdadera el Amor de Dios, al estar la consciencia impregnada por sus propias ideas y conceptos, los que son opuestos al Divino Pensamiento.

Aunque Cristo dio la vida y murió por todos también con el propósito de desactivar el viejo código corrupto de la voluntad propia, después de todos los acontecimientos y hechos que el Maestro Jesús gestó en la consciencia de quienes lo escucharon, mientras tanto la otra parte de la humanidad fortaleció el vínculo precario con la voluntad propia; fue como una bestia de diez cuernos recreada por todas las acciones involutivas de la raza humana.

La voluntad humana siempre fue honrada y apreciada por la mayoría, esa es una de las razones por la que en estos tiempos definitivos, consciencias comprometidas con el Plan no pueden dar sus pasos al estar afirmando su voluntad propia: una cadena que las ata a un infierno sin fin.

Aquellas santas consciencias que consiguieron vencer su voluntad propia, lo hicieron a través de tres factores: primero, trabajando todos los días con la renuncia a sí mismo, segundo, buscando el vacío de sí y tercero, sirviendo incondicionalmente, teniendo en cuenta que aun viviendo todas esas experiencias, existe voluntad propia basada en la arrogancia y en la soberbia.

Cuando el discípulo de Cristo se dispone a trascender los estados que corrompen el amor en la humanidad, él debe tener presente que enfrentará dentro de sí a sus propias bestias, las que intentarán hacerlo desistir de todos los esfuerzos.

Algunas consciencias sobre la superficie del planeta, como es el caso de los que optaron por la vida consagrada, tienen la misión espiritual de hacer desvanecer de sus consciencias todas esas energías, las que condenan la vida evolutiva de un alma, y también tienen la misión de hacerlo por la humanidad,  imitando a Cristo.

En estos tiempos, la humanidad deberá definirse por cuál camino seguirá, eso será antes del esperado Juicio que sucederá en este amado planeta.

Cristo fue y es un extraordinario ejemplo de vida y de verdad para todos los que acepten retornar al momento del Plan anterior a que Adán cometiera el llamado pecado original; pecado a partir del cual todas las criaturas nacen con el código de la voluntad propia y del libre albedrío.

Para poder cambiar esa frecuencia, la determinación y el esfuerzo que son estimulados por la oración, permitirán ir desarmando los impulsos contrarios que trae la voluntad propia.

Vivir en la Voluntad Divina significa no querer nada para sí y todo para los otros. Vivir en la Voluntad Divina significa seguir paso a paso lo que se pide evitando así fallar muchas veces.

Pero sabemos que la humanidad de hoy no quiere seguir en obediencia y adhesión lo que los Universos superiores están emitiendo; eso lleva a aumentar la perdición espiritual de las consciencias, lleva a sumergirse en todos los engaños posibles, lleva a perder el camino que uno vino a recorrer.

Por eso Dios envía nuevamente a Su Mensajera para advertirles a todos y al mundo entero que aún está viviendo su voluntad propia y eso no detendrá el sufrimiento planetario, sino que lo aumenta gradualmente.

Los invito, hijos, a hacer el ejercicio de cortar la cadena de la propia voluntad, así ustedes tendrán fuerza interior para poder cristificar sus vidas y preparar la gloriosa venida de Cristo al mundo.

Sean inteligentes y no permitan que la voluntad propia los aparte para siempre del camino de su redención.

Los tiempos anuncian grandes cambios para todos.

¡Les agradezco por perder su propia voluntad y por nacer a la Voluntad Eterna de Dios!

Los impulsa a la purificación interior,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

El camino hacia la Nueva Humanidad no debería ser largo, a pesar de ser muy laborioso para la actual consciencia humana.

Mirando a los seres humanos de hoy, muchos se preguntan: “¿De dónde surgirá la Nueva Raza*? ¿Dónde está el nuevo mundo? ¿Será que él aparecerá de un momento a otro, inesperadamente?”.

Hijos:

La Nueva Humanidad es llamada “nueva” porque le hablamos a una consciencia humana que desconoce completamente la verdad sobre sí misma.

Desde el momento en el que la humanidad fue creada por Dios, y este Proyecto divino y arcangélico entró en acción, todo ya estaba cumplido, y la perfección ya estaba manifestada en la materia.

La perfección está escondida, cubierta por capas y más capas de profunda ilusión, que hacen que la consciencia sufra por no poder encontrarse a sí misma en esencia, en verdad.

El sufrimiento más ilusorio de todos es el que ustedes viven cuando están perdidos de sí mismos, porque esta es la hora de la gracia, la gracia de descubrir la verdad.

¿Por qué ustedes sufren por sus imperfecciones, en lugar de buscar la esencia, la verdad?

¿Por qué temen perder algo que jamás les correspondió, para conocer finalmente lo que son, como hijos de Dios?

Muchos se preguntan cómo vivirán en este mundo, en sus vidas tan comunes y humanas, los principios de un Plan que, en verdad, es cósmico y universal. Esos principios, hijos, son internos. La expresión y la manifestación de ellos es lo que transforma la vida sobre la Tierra.

No esperen que el planeta cambie para entonces encontrar las condiciones favorables para la propia transformación, porque son ustedes quienes deben cambiar al mundo. Y no les hablo de un proyecto ideológico, político ni social; les hablo de las pequeñas cosas; les hablo de los actos de fraternidad y de verdadero amor; les hablo de una mirada y de un gesto sinceros para con los que están olvidados; les hablo de un acto de paz para con aquellos que están alterados por el caos del mundo; les hablo de acciones que corten la cadena creciente del mal en el planeta, porque los proyectos sociales son tan humanos como todo lo que ustedes construyeron hasta ahora como humanidad.

Para llegar a algo verdaderamente grande y espiritualmente grande, transformen lo pequeño, lo simple, lo profundo. Y es ahí, a través de su ejemplo, que moverán las estructuras de los incrédulos y harán reflexionar a los que están buscando la verdad y no la encuentran.

Es con el ejemplo que señalarán el camino; es con amor como encenderán una antorcha en este mundo de oscuridad, para que los que caminan ciegos puedan encontrar una salida.

Podría decirles muchas más cosas que las que ya les dije y renovarlos por medio de Mis palabras, pero cuando el padre se aparta, el joven crece y encara la vida y sus dificultades de una forma más madura. No hay otra salida para sobrevivir sino practicando lo que se aprendió.

El hecho de que los Mensajeros Divinos se alejen de sus vidas no es para abandonarlos, sino para hacerlos crecer, porque ya es hora, hijos. Y no solo la sociedad, sino todo el universo reclamará de ustedes ese crecimiento, para que puedan soportar lo que vendrá y para que sean un verdadero triunfo de Dios.

Que en esta reparación de la fraternidad, de la unidad y del amor, ustedes puedan, un día, dejar de reparar la propia consciencia para llegar a la consciencia humana, a los Reinos de la Naturaleza y al planeta, pues más allá de ustedes mismos, hay mucho para ser reparado.

Como buen carpintero y siervo del Señor, Yo los acompañaré siempre.

Su padre y amigo, compañero de todas las eras,

San José Castísimo

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