Hijos:
Que este nuevo ciclo sea de nacimiento de nuevos frutos en la consciencia de todos, para después ver crecer y madurar esos frutos, y que de ellos surjan nuevas semillas.
Los frutos que nacieron en las consciencias son la representación del resultado de la acción de la Gracia en sus vidas. Hasta hoy ustedes recibieron muchos impulsos, instrucciones, gracias y bendiciones, a fin de que estén preparados para cruzar con perseverancia y paz interior los tiempos que ya llegaron.
Este nuevo ciclo estará marcado por el nacimiento y maduración de esos frutos, de los que cada uno deberá hacerse 11 agosto responsable. Esto significa, hijos, que ustedes deberán cuidar del jardín de la consciencia con sus manos y preparar, para el nuevo tiempo, las semillas que plantarán en el suelo de la Tierra.
Este ciclo requerirá de más esfuerzo y dedicación de cada uno de ustedes para su madurez. Será el momento en que la consciencia deberá confirmarse en este camino y hacer sus propios esfuerzos para mantenerse en él.
Hasta ahora, venimos sustentando e impulsando a muchos de los que se comprometieron con Cristo, pero que aún no había madurado, dentro de sí, su potencial de dar pasos en la evolución y sustentarse sobre sus pies, en su propia fortaleza interior.
Ahora, llegó el momento de que los discípulos reconozcan la verdad sobre sí mismos en todos los sentidos; que enfrenten lo que debe ser transformado y que se sustenten en el propio potencial de maduración interior. Será la transición entre la adolescencia espiritual y la vida adulta, cuando la consciencia se hace responsable de sí misma.
Los que despertarán en la última hora serán llevados por la Gracia a dar sus pasos e ingresar en los mismos ciclos de aquellos que hace tanto tiempo recorren el camino evolutivo. Les hablo de una madurez interior, en la consciencia, y no en los cuerpos materiales, porque la materia siempre necesitará ser educada para que expresar su mundo interno.
Hijos, cuiden este ciclo como si fuera el último, aprovechando cada día y cada instante para encontrar la Verdad y expresarla. Que el esfuerzo consciente de todos para estar cada día más en el Propósito divino sea permanente.
Después de este ciclo, en los ciclos que vendrán, será la hora de colocar en práctica lo que aprendieron, pues las corrientes que descenderán al planeta ya no esperarán a que ustedes estén listos para que ellas puedan actuar en la consciencia planetaria. Esas corrientes arrastrarán consigo a los que estuvieron tibios de corazón, indefinidos y fuera del Propósito superior.
Que este ciclo sea marcado por el esfuerzo de cada ser. Que todos asuman sus puestos y, así como un joven que sale de casa y asume su vida, que cada uno asuma su transformación, la propia entrega, la construcción de aquello que verdaderamente espera poder ofrecer un día a Cristo.
Su padre y amigo,
San José Castísimo
Si tienes sed de Mí, encuéntrame en el desierto, porque Yo conozco a todos los corazones que dan la vida por Mí y por el Plan de Mi Padre.
En esta hora definitiva, los encuentro nuevamente por segunda vez en este espacio sagrado, en donde Mi Espíritu se regocija porque las Puertas de los Cielos se abren, para hacer descender Sus Gracias en los que más lo necesitan.
Si tienes sed de Mí, búscame en el desierto, porque Yo Soy esa Fuente inexplicable, ese Manantial extraordinario que emerge desde lo profundo de cada ser, para darle vida espiritual y consciencia en estos tiempos finales.
Ven Conmigo y cruza tu desierto interior, pues Yo nunca dejaré de guiarte.
Mi Propósito es que camines a Mi lado todos los días, para que puedas conocer Mi Plan, que es el Plan de la Gran Hermandad.
En este sagrado lugar del Perú, Mi Padre envió a Sus Mensajeros, para que el mundo tomara consciencia de la verdad, verdad que aún no conocía, verdad que está por encima de este Cosmos, y más allá de él.
Él envió a Sus Mensajeros del Universo, del Cielo y más allá de los Cielos, para que a través de la Verdad, los que despertaban conocieran la realidad del Universo.
Hoy vengo aquí con este testimonio para ustedes, pues eso no puede perderse de la consciencia humana.
Los tesoros que vienen del Universo son incalculables. El ser humano no puede medirlos, ni tampoco apreciarlos; mas si sus corazones tienen gratitud, podrán conocerlos y saber sobre la dimensión que ellos abrazan, cuando las almas los reciben en plenitud.
En los desiertos del mundo Mi Voz se proclama para dar testimonio a la humanidad de que el Plan debe continuar a pesar de lo que suceda y que el Propósito lo conocerán cuando se adhieran a ese Plan grandioso, que ha diseñado Mi Padre desde antes de la Creación.
Yo Soy la emanación de esa Fuente de Amor que los nutre y que les da la vida, la Vida Superior; que les da la esencia, la renovación y la Gracia.
En este silencio del desierto se guardan los más preciados misterios que una vez, como en este lugar del Perú, se mostraron a los que se autoconvocaron, al igual que los profetas y que los Patriarcas, a vivir el Propósito de Dios.
Sé que muchos quisieran saber, compañeros, qué es lo que deben hacer en esta vida. Yo les digo: amen el Plan aunque no lo conozcan, y lo sabrán.
Cada uno de ustedes es una pieza importante en el Gran Proyecto de Dios y de todo el Universo.
Ustedes son estrellas que cayeron a la Tierra para redimirse, a través de la oferta de Mi Presencia en el mundo, de Mi Pasión y de Mi Resurrección.
Ustedes vinieron aquí para autoconvocarse, para cumplir una meta, una misión, que va más allá de sus capacidades y de sus sentimientos. Por que quien está en Mi Padre está en Su Ley, está en Su Consciencia, en Su Divino Propósito, en Su Divino Pensamiento.
Yo les traigo la posibilidad, compañeros, de dar ese salto hacia ese camino de entrega, que es un camino de constante renovación, de transformación profunda, en donde todos los miedos de la Consciencia se pierden.
En este desierto sagrado se encuentra esa esencia, la que una vez intentó motivar a los hombres de la superficie, para que pudieran llevar adelante lo que los Mensajeros del Universo habían anunciado en esta meta de vivir la Misión del Plan.
Ahora a ustedes, que a través de Mis Palabras y de estos últimos tres años han sido preparados para este momento, los traje a todos, en Consciencia y en alma a este desierto, en donde una vez, en este mundo, comenzó a conocerse la verdad, que siempre muchos quisieron ocultar.
La Vida Universal, la esencia de la Vida y del Sagrado Conocimiento, es una existencia viva que se experimenta en todo el Universo en su tiempo real, tiempo que el mundo aún no alcanzó, por su indiferencia y sus errores.
Pero para aquellos que sí quieren seguirme y abrir, aún más los ojos de la consciencia y del corazón para poder ver lo que hay más allá de esto, Yo les daré lo que necesitan y no perderán tiempo.
En el pasado enseñé a Mis Apóstoles, cuando caminábamos por los desiertos, qué era esa Vida Superior, la Vida Universal, en donde todas las consciencias del mundo están incluidas, a pesar de que no lo sepan conscientemente.
Por eso, las almas son tentadas por Mi adversario para salir de ese propósito, del propósito de su despertar.
Fue así que, después de dos mil años, cuando Yo ya había ascendido y gobernaba gran parte del Universo, así como lo gobierno hoy, envié a los Mensajeros del Universo, a los portavoces del Mensaje Universal.
Muchos creen que entre Cristo y la vida del Universo hay una separación, o que es una mezcla de creencias o de filosofías.
No es así, Mis compañeros. Los que dicen ser más sabios están equivocados.
Desde el principio hasta el fin, seré esa Gran Estrella que gobierna todas las cosas, por ser emanación del Amor de Dios.
Es por ese amor que viví entre ustedes y por ustedes, que el Universo experimentó su transformación y abandonó su dualidad, para encontrar el nuevo camino, el camino de la Ascensión.
Cuando están en los desiertos no deben temer ver sus vacíos, lo que aún no han conseguido alcanzar.
Por eso Yo estoy aquí, porque Soy esa Fuente de Amor que los saciará.
Hoy les traigo el Principio de Mi Renovación, porque es hora de que crucen ese portal. Muchas consciencias esperan por ese momento desde hace mucho tiempo.
Su oración en esta Maratón es escuchada desde los desiertos como éste, en el Perú. Sus palabras reverberan y se elevan, clamando a Dios por Su Misericordia para el mundo.
Sepan que hoy Mi Corazón recibe todas sus súplicas, aquellas que profesan a través de la oración de la Misericordia, y que sus consciencias están aquí Conmigo, en este desierto, para cruzarlo en consciencia y sin temor.
Porque Yo Soy ese Corazón que aún se ofrece por este mundo infiel, por este mundo cruel e indiferente.
Mi Corazón viene aquí por las almas que responden y que se animan a seguir Mis pasos en confianza y que, poco a poco, ingresan en Mi Camino Crístico, en el camino de la redención total de la consciencia.
Hoy he venido para darles las gracias por comprender Mis Planes, y por aquellos que son felices al haber aceptado este momento Conmigo.
En la quietud se encuentra el gran silencio, el silencio que ofrecen todos los desiertos. Es el momento en donde las almas se pueden unir a Dios en plenitud.
Yo les doy la paz y les doy Mi Gracia para que la reciban en amor y en renovación para sus consciencias.
Los tengo a todos en Mi Corazón y oro por ustedes y por el mundo en este desierto de Dios.
Los bendigo.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
He venido del Cielo para traerles Mi Paz y Mi Esperanza.
Esto es motivo de Mi Alegría al ver tantos hijos que hoy se consagran ante Mi Corazón, para hacer triunfar Mi plan en el mundo, que son los Planes de Dios, en esta humanidad y en este planeta.
Hoy abro las puertas de los Cielos para cada uno de ustedes, hijos Míos, para que puedan ingresar, en consciencia y en devoción, al Gran Reino de Fátima que espera despertar en ustedes la pureza original.
Ustedes saben, hijos Míos, que Europa necesita de esa pureza. Esa pureza debe estar en todos los corazones que aquí viven, para que la Obra de Mi Hijo pueda seguir adelante.
No se cansen, queridos hijos, de escuchar Mis palabras, pues hoy Yo les traigo el signo de Mi estrella de Luz, aquella estrella que indica el nuevo tiempo en la humanidad y que Yo, una vez, hice aparecer en Fátima, a los pies de Mi Manto.
Esa estrella indica que el tiempo de la purificación de los corazones está llegando, para que limpios de toda mancha, puedan ingresar en el Reino de Dios y nunca más estar separados de la verdad que habita en los mundos superiores.
Queridos hijos, hoy finalizo Mi peregrinación por Europa. Y a partir de este momento, estaré sembrando un nuevo ciclo cuando retorne una vez más aquí, para abrazarlos y consolarlos, para que sus corazones se curen definitivamente y ellos se postulen para esta Obra Redentora que ofrece Mi Hijo para cada corazón humano.
De la misma forma, queridos hijos, que hoy estoy unida a cada uno de ustedes y a través de Mis palabras, preparando vuestra verdadera consagración, estoy unida a cada uno de Mis hijos en el mundo, a cada luz que surge de cada Centro Mariano y que se une a Mi Corazón en este momento, para que Mi Obra se pueda expandir en el mundo espiritualmente y así, en todas las almas que más lo necesitan.
Es de esa forma, queridos hijos, que a través de sus almas y corazones Yo estoy tejiendo esa Red de Luz que se expande por todos los continentes de este planeta, para reforzar la alianza de los corazones con Dios y así con su Propósito Divino, que hoy vengo a ofrecer amorosamente para cada uno de ustedes.
Extendiendo Mis Manos hacia ustedes, nuevamente derramo Mis Gracias, así como las derramé en la Argentina, una Gracia para cada uno de ustedes; lo que más necesitan en esta vida y para este camino espiritual, que Yo los invito a vivir Conmigo, por medio de la oración y de la fe que hoy deben profesar sus corazones, como el mayor testimonio de amor del triunfo de Mi Corazón Inmaculado aquí, en Portugal y en Europa.
Vine a esta ciudad, una vez más, para decirles a Mis corazones, a Mis pequeños hijos, que ya se iniciaron en esta tarea espiritual hace tantos años, que deben renovarse, que deben dar el paso, para que muchas más almas se puedan aproximar aquí y no solamente Portugal reciba la Gracia de Mi Corazón, sino todas las almas que están en Europa, esperando por ese despertar, por ese paso definitivo, que en esta encarnación vinieron a vivir.
Es de esa forma, queridos hijos Míos, que Mi estrella de Luz se posa a los pies de Mi Manto y revela ese signo para todos.
Los nuevos cristos deben despertar, ser los nuevos legionarios del Señor, que vivan Su Palabra, Su Testimonio de Amor, Su Propósito en cada uno de ustedes. Es así que transmitirán a todo el planeta ese impulso espiritual que hoy les traigo a través del Sagrado Corazón de Jesús.
Queridos hijos, llegó esa hora de que firmen ese documento espiritual en el libro sagrado de Mi Corazón, donde sus nombres están escritos desde hace mucho tiempo, para que junto a Mí, unidos a Cristo vuestro Señor, cumplamos esta Obra Redentora del fin de los tiempos.
Necesito que salgan de sus casas a buscar a los corazones que más necesitan de Luz, necesito que sean Mis brazos y Mis manos en esta hora, para llevar adelante esta Obra de la Redención de las almas.
Sus corazones están llenos de instrucciones, pues las han recibido a lo largo de los años, a través de Mi Hijo fiel, que Yo traje para ustedes, para que pudieran crecer interiormente y aprender a vivir en la hermandad.
Queridos hijos, hagan lo que les pido, y no se arrepentirán. Las almas deben aproximarse aún mas a Mi Corazón, ser la luz en estos tiempos de tinieblas. Por eso Yo les traigo y les presento este propósito, propósito divino a los Ojos de Dios, que debe ser cumplido por cada uno de ustedes.
Es así, queridos hijos, que Mi Obra no solo estará en América, sino también más allá de Europa, porque deseo llegar a los corazones de Asia, del Lejano Oriente, que necesitan de Mi Voz, del Abrazo, de Mi Consuelo, de Mi Corazón, de Mi Luz, para poder seguir caminando en esta hora crucial del planeta.
Ustedes tienen ese compromiso, queridos hijos, como consciencias europeas, de abrir las puertas para esos corazones que están tan lejos.
Será el idioma de sus corazones, el amor de sus espíritus y almas que abrirá las puertas para todos esos corazones, pues aún, queridos hijos, hay muchas almas que deben conocerme profundamente.
Yo no solo soy la Virgen María, soy la Madre del mundo, soy la Gobernante Mayor, soy la que rige sus vidas y almas, soy la pastora que conduce a los rebaños de Mi Hijo hacia el Templo del Corazón.
Por eso hoy estoy aquí, renovando sus votos antes de partir para América, para encontrarme con todos Mis hijos y unir a todos los corazones de Sudamérica y del mundo en el Centro Mariano de Aurora, donde el noveno año será vivido con todos, el aniversario en que Mi Consciencia llegó definitivamente a sus vidas.
Nueve ciclos se cumplirán y nuevas puertas se abrirán para que los corazones sean conducidos hacia su propósito.
Deseo, queridos hijos, que Me acompañen en esa gran convocatoria que hoy les hago de estar Conmigo en el Centro Mariano de Aurora, recibiendo un poco más de cura interior para sus espíritus, para todos sus semejantes, para toda la consciencia del planeta, que tanto necesita de servidores de la paz, de guerreros de Mi Corazón, que en su templanza, alcancen la redención.
Abriendo las puertas del Reino de Fátima, congrego a los corazones en el Amor de Dios y a todos aquellos que se unan a este momento, para que en esta amada Europa se pueda vivir y profesar la paz, como el propósito para estos tiempos.
Hoy vengo como la Señora de la Gran Estrella, para mostrarles Mi Signo de Luz que aún debe revelarse en los corazones simples que amorosamente siguen Mis pasos, con la vivencia de la oración, de la Paz, del Servicio y del Amor. Amor absoluto que los colma, que los renueva, que los redime, que los eleva al Corazón del Padre Celestial.
Yo soy esa Señora de la Gran Estrella, que trae para todos la revelación del Universo, de la verdadera Consciencia, la Consciencia Única de vuestro Padre que aún no es conocida por el mundo.
Fátima es una preparación para ese momento. Es así como doy continuidad a Mi Obra en este tiempo.
Después de haber abierto las puertas en Medjugorge, aquí, queridos hijos, doy continuidad a Mi Obra espiritual para que las almas sean consecuentes con Dios y así como lo he pedido a lo largo de los tiempos, por medio de diversos videntes, la humanidad pueda cumplir lo que en verdad vino a realizar, para que pueda nacer la Nueva Humanidad.
Es a través de los hijos que se consagran hoy, como los que ya se han consagrado a través de las apariciones, mes a mes, de tiempo en tiempo y de ciclo en ciclo; es así que Yo instituyo, queridos hijos, las semillas de la Nueva Humanidad que brotará en el próximo tiempo. Esta es la señal que trae Mi gran estrella, la promesa que al fin se cumplirá en cada uno de Mis hijos, siempre y cuando sean consecuentes con todo lo que Yo les pido.
Ustedes, queridos hijos, son partes de Mi Obra celestial y mundial. Son piezas de este gran puzle que Yo vengo a reconstruir en el mundo, después de que Mi adversario lo destruyó.
Yo vengo a concretar en sus vidas el verdadero propósito para sus almas, la tarea que deben realizar Conmigo en esta convocatoria universal que hoy hago para todos.
Y este momento que comparten con Mi Corazón Inmaculado, también servirá para aquellos que se consagrarán en el futuro, asumiendo su compromiso fiel Conmigo de hacer todos los esfuerzos, de cumplir Mis designios, de cumplir la Voluntad de nuestro Dios, del Altísimo Padre.
Sobre este árbol, dejo la presencia de Mi Amor por todos los Reinos de la Naturaleza. Aquí dejo la señal, en este pequeño árbol, de que los Reinos deben ser reverenciados y que también ellos necesitan de sus oraciones.
Ustedes, queridos hijos, como una única raza, están aquí y han estado aquí hasta este tiempo, dentro de este planeta tan amado por nosotros, porque los Reinos Menores han generado esa Gracia para todos.
Ustedes saben que ellos sufren mucho la consecuencia de la acción humana, la destrucción, la blasfemia, todo lo que el hombre realiza en contra de su evolución. Y aún así, queridos hijos, ellos siguen donándose por ustedes y para ustedes hasta el fin de los tiempos, hasta que retorne Mi Hijo.
Díganle a los hombres injustos que no destruyan la Naturaleza, que cuiden de los Reinos, que no asesinen a las ballenas.
Están destruyendo, queridos hijos, la evolución de la Creación de Dios y ese es uno de Mis profundos dolores por la falta de consciencia, sobre todo por la falta de amor.
Díganle a toda Europa, y mas allá de ella, que cuiden de los Reinos Menores, que siembren códigos de luz, a través del servicio a cada uno de ellos. Así, en el día del Juicio final no serán juzgados porque habrá actuado la Misericordia de Mi Corazón.
Alguna vez se han preguntado, queridos hijos, ¿por qué Yo anhelo tanto estar sobre los árboles? Les dejo este símbolo para que lo mediten.
El árbol representa la Sabiduría de Dios y ustedes, como seres humanos, inconscientes, destruyen esa sabiduría espiritual que el Reino Vegetal revela al mundo.
Muchos de los que no están hoy aquí, que fueron precursores de esa destrucción a través de los tiempos, tomaron consciencia de todo esto, después de haber partido de la Tierra.
Rezo por ellos, por las almas del purgatorio, para que puedan alcanzar la Luz del Reino Celestial.
Que ustedes, queridos hijos, no sigan los mismos caminos. Adviertan a todos los corazones, principalmente a los más injustos, que están a tiempo de cambiar su actitud.
Las ballenas lloran por las consecuencias de los hombres. Recuerden que Soy la Madre del mundo, la Madre Naturaleza.
Y cuando la Naturaleza es destruida por el hombre, están destruyendo Mi Consciencia. Pero Mi Amor, que es más infinito, poderoso que todos los errores del mundo, trae la Gracia de despertar sus consciencias y las consciencias de sus hermanos, para esta magnífica Obra de la Redención de los corazones de todos los seres de la tierra.
Recemos:
Madre del Cielo, Madre Tierra
intercede por nosotros y por los Reinos.
Una más:
Madre del Cielo, Madre Tierra
intercede por nosotros y por los Reinos.
Amén
Recuerden que las ballenas son la consciencia madre para el planeta. Ellas acogen, en su pureza original y en su inocencia, a todos los seres de la Tierra; porque ellas equilibran los océanos, y también a todas las consciencias mentales. Recuerden esta instrucción.
Y ahora, queridos hijos, junto a Mis ángeles, celebraremos este momento de consagración de asumir este compromiso Conmigo, de ser portadores de Mi Paz y de Mi Gracia para toda la humanidad que tanto lo necesita.
Y así, bendeciré los objetos sagrados que han traído a Mi Altar para que sean entregados a los que más lo necesitan. Así trabajarán su desapego, porque Mi Gracia los colmará más allá que los objetos.
Sean misericordiosos como el Padre es Misericordioso con ustedes.
Lleven la paz a todos los que la necesitan y no se olviden que el prójimo debe estar primero en sus vidas.
Que vengan aquí los que hoy se consagrarán como "Hijos de María".
Mientras las puertas aún se abren, que canten el himno de su consagración.
Flores de luz son derramadas...
Ave María... (x3)
Mis muy queridos hijos, hoy dejo la Gracia de Mi Corazón para que ella se plasme en sus vidas como el mayor testimonio de su conversión y como respuesta de sus corazones al llamado de Mi Hijo, Jesucristo.
Ante la autoridad que el Padre me concedió y desde todos los coros de Lys con todos los ángeles del cielo, bendigo a cada uno de sus corazones y familias, instaurando la paz y el bien en cada uno de Mis hijos, la renovación y la esperanza de todos los corazones de Europa para que cumplan el propósito de seguir el camino hacia su liberación y redención en el momento en que retorne Mi Hijo, glorioso y victorioso entre las nubes.
Coloco Mi mano sobre sus cabezas, rezando a Mi Hijo.
Yo les agradezco por responder a Mi convocatoria y por ser portadores de la paz celestial que es posible vivir en estos tiempos.
Los amo, los bendigo y los abrazo.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Y ahora estando consagrados, proclamen este himno en unión a todos los "Hijos de María" en los cuatro puntos de este mundo.
Vayan en paz.
Les agradezco por haberme ayudado a cumplir con esta peregrinación y recuerden que prometo retornar, cuando así Dios lo decida.
¡Les agradezco!
Hijo:
Permite que tu corazón conozca la dádiva de la fe. Deja que esa fe rompa dentro de ti las barreras de la duda, de la indiferencia, de la necesidad de mantener las apariencias delante del mundo; que rompa las barreras de las imposibilidades, de los miedos, Mensajes de Humildad de las vanidades. Deja que te inunde esa fe que trasciende la comprensión de la mente y que no encuentra una confirmación de su existencia sino en lo profundo del corazón.
No hay una evidencia científica que compruebe la acción de la fe y, muchas veces, ustedes quieren explicar los milagros causados por ella como una manera de disolver sus méritos en la vida humana. Pero la fe, por sí sola, hijo, es un gran milagro.
Cuando la fe se instala en el corazón, es señal de que ese corazón ya venció muchas barreras dentro de sí mismo y de que la consciencia ya recorrió un cierto camino de transformación y de unión con Dios para llegar hasta ahí.
La fe nace sin obstáculos en los simples de mente, de corazón y de espíritu y en ellos se expande cada día, transformándose en fuente de amor y de gracias para los incrédulos y los desesperanzados.
Aquellos que tienen fe y que se dejan inundar por ella se convierten, tarde o temprano, en vehículos de la Gracia divina para otros corazones: la propia fe, revestida por la Gracia, opera milagros.
Hijo, lo que llaman milagros en este mundo no es nada más que la acción de la fe en el corazón humano. Si aquel que necesita un milagro, en algún nivel no prepara la consciencia para recibirlo con fe, ese milagro no se manifiesta; porque los milagros son la manifestación de la Gracia y de la Misericordia divina, y si no hay sintonía ni afinidad en el corazón ni en la consciencia, esas Gracias no descienden.
Las Leyes universales son un gran misterio para la mente humana, que las ignora casi completamente. Solo las comprenden aquellos que viven bajo esas Leyes.
Hoy, hijo te llamo a vivir bajo el principio divino de la fe para que recibas del Dios Altísimo la Gracia que necesitas en estos tiempos, manifestada en un milagro de amor y de transformación, para que cumplas con tu misión mientras haya tiempo.
Dispónete a vivir la fe y pide la Gracia de recibirla.
Que el Padre te inunde con la divina fe, transformando no solo tu pequeña consciencia sino a toda la humanidad que, vacía de fe y de esperanza, no encuentra un sentido para la vida.
Te bendigo hoy y siempre. Tu padre y compañero,
San José Castísimo
Invocación del Alma
Señor Mío, purifica mi alma y toda parte de mi consciencia para que trascendido por Ti, encuentre la fortaleza y la cura para la vida.
Derrama Señor, Tu Santo Espíritu e ilumina cada átomo y partícula de esta consciencia, para que en Tu Gracia, yo vivifique Tu Amor y Tu Paz.
Ayúdame, Señor, a corresponder a Tu Santa Voluntad y luego, vacíame completamente al punto de más nada querer para mí.
Muéstrame, Señor, Tu santa Humildad y enséñame a resignarme ante Tu Majestad universal, presente en cada uno de mis semejantes y compañeros de camino.
Que Tu mirada paternal no deje de observarme, mas cuando esté por caer al abismo de mi pobre ignorancia, envíame, Señor, a Tus Santos Ángeles para que acudan y me auxilien en toda adversidad.
Enséñame a vivir en la pobreza de Tu Espíritu, en el Amor de Tus palabras, en la Misericordia de Tu Corazón.
Descúbrete Señor, y muéstrame Tu Rostro misericordioso en cada alma de la Tierra y revélate en compasión para cada hermano de camino.
Permíteme Señor, conocer Tu Amor profundo y arranca con Tus manos la soberbia de mi persona. Desnudo ante Ti de toda propiedad, orgullo y engaño, hazme Señor, Tu instrumento de paz en la Tierra.
Muéstrame los valores de Tu Sagrada Soberanía de la humildad y déjame vacío para que nada propio habite en mí, sino solo Tú, Señor, que das fuerza a los débiles, que entregas Tu Paz a los perturbados y que derramas Tu Misericordia a los que están ciegos y perdidos.
Enséñame Señor, la ciencia de Tu Divino Amor y establece en esta consciencia los Dones de Tu Gracia.
Retira uno a uno los aspectos humanos que me condenan y hazme libre y puro como las aves del cielo.
Deseo de todo corazón no perder Tu bendito Camino, mantenme en Tus Brazos hasta que Tu santa Voluntad me envíe como uno de Tus discípulos.
Ya no dejes Señor, que mi ceguera me encandile, sino que me resuciten para siempre la luz y el amor de Tu Santo Espíritu.
Hazme el más pequeño entre mis hermanos, hazme el más donado y sacrificado en el absoluto silencio.
No permitas Señor, que nada que venga de mí se muestre, escóndeme en Tu Corazón, para que en la nada, yo sea el depositario de Tu obra silenciosa y de Tu Gracia reparadora.
Perdóname Señor, por lo que no he hecho bien, entrégame Tu Divina Piedad porque la necesito.
Derrama Tu Amor para que me fortalezca hasta el fin de los días, cuando después de esta vida, seremos uno solo en Tu Divina Eternidad.
Que así sea.
Amén
Queridos hijos, dejo esta invocación para todas las almas que se animen a vivir su sagrada transformación.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los cura y los redime,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando Mi Corazón de Madre visita cada hogar de la Tierra y Me abren las puertas de sus moradas internas para recibirme, Yo derramo todas las Gracias del Cielo y establezco en los corazones que Me reciben, los Dones de Mi santa Paz.
Cada hogar que Yo visito, lo consagro, lo santifico y establezco un punto de Luz para el mundo, un lugar en donde la oración se podrá encontrar y en donde las almas se fortalecerán después que Yo haya pasado por allí.
Así, queridos hijos, en cada casa que Yo visito fundo un oratorio de Paz para el mundo y derramo un Don que sustentará invisiblemente a todas las consciencias perdidas que lo necesitan.
Es de esa forma, Mis amados hijos, que a través de todos los hogares que Yo he visitado en el mundo, puedo crear una gran red de Luz y de oración que por su potente energía irradie los principios fecundos del bien y de la paz.
Así, todos los días, cuando Mis hijos oran en sus hogares consagrados, se vuelve a activar espiritualmente ese caudal de Gracias y de Redención para toda la consciencia planetaria.
Establezco en cada espíritu, que Me abre la puerta de su casa, una consagración interior que es distinguida por los ángeles del universo que, junto a las almas, trabajan para sembrar la paz tan necesaria en estos tiempos.
Los oratorios que Yo fundo para Mis hijos son espacios en donde Mi Consciencia Divina puede estar presente para trabajar en la propia familia y en todos los que lo necesitan.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los unifica,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El alma: belleza de la Creación de Dios
Queridos hijos:
Cada vez que un alma consciente de su misión y de su camino en Cristo celebra un nuevo aniversario se establece, en ese día, un puente de unión entre el espíritu y el alma de ese ser.
El alma que celebra el día de su aniversario en la Tierra tiene la Gracia de recibir un impulso de expansión en la consciencia para que la personalidad dé un paso más grande en la transformación.
Mi adversario, con su astucia e inteligencia, borró de la consciencia humana este importante acontecimiento, en que el alma recibe la Gracia de poder emitir un impulso para todo el ser y de expresar el potencial de su belleza. Es así que Mi enemigo creó las fiestas y las diversiones en el día del aniversario de cada alma para que eso no pudiera realizarse.
Los millones de consciencias que existen y que pasan por esas festividades no permiten que un nuevo impulso espiritual descienda a partir del movimiento que lleva adelante el alma de cada una.
Ese impulso que es gestado interiormente por la propia alma en el tiempo que transcurre entre un aniversario y el siguiente, puede traer a cada ser, si la consciencia recibe esa Gracia, los siguientes beneficios espirituales:
Primero, el alma recibe la oportunidad de reposicionar el estado de su encarnación y como consecuencia esto repercute en la vida material.
Segundo, el alma puede concebir estados de expansión de la consciencia a través de cada nuevo aniversario.
Tercero, el alma puede determinar una entrega y una profundización de su camino espiritual dentro del Plan de Dios y así definirse.
Cuarto, el alma puede disponerse para recibir nuevas revelaciones de su consciencia y tomar conocimiento de su origen.
Quinto, el alma puede equilibrar los estados de sus deudas universales y puede recibir impulsos espirituales de la Misericordia.
Sexto, el alma percibe en todo su ser el propósito que la ha colocado en el camino espiritual y el cual vino a cumplir.
Séptimo, el alma tiene la Gracia en su día de aniversario de estar ante Dios y de contemplarlo en Su belleza, recibiendo así un importante impulso que la llevará a vivir grados de amor y de entrega cada vez mayores.
Si cada alma tomara consciencia de esto y, sobre todo, esperara ese sagrado momento, la Divinidad reconocería la verdadera honestidad de cada ser.
Cuando el alma celebra su aniversario, espiritualmente recibe el impulso divino de poder madurar y crecer en consciencia.
Para Dios el alma es una de las principales bellezas de la Creación, porque de ella parten las experiencias de vivir el amor y la escuela del perdón. Todas las almas son emanaciones principales de ese Amor Divino y el alma por sí misma vive su madurez en diferentes etapas, dependiendo de los pasos de la consciencia humana.
Por eso el alma tiene un valor incalculable y es ese tesoro divino que concibe cada alma, el que es buscado todo el tiempo por Mi adversario hasta generar la decadencia de las almas.
Pero como la Madre de todas las almas, Yo establezco Mi legado de amor en cada una de ellas, en todos los corazones que siguen Mis pasos y lucho sin demora para que todas las almas alcancen la iluminación interior y se transfiguren en Cristo.
Hoy derramo Mi Amor en Mi hija Lucía de Jesús, que representa ese ejemplo vivo de conversión para todas las jóvenes almas que en este tiempo encarnan para cumplir su misión.
En Mi hija Lucía de Jesús derramo Mi Luz y la fortalezco para los nuevos tiempos, en unión a Mi santo esposo San José.
¡Cuiden, hijos Míos, la belleza de sus almas!
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En unión al día de esta alma,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijo:
Cuando el universo te da Gracias, distribúyelas sobre el mundo por medio de actos misericordiosos, oraciones, silencio, alegría y vivencia de las virtudes.
Cuando el Cielo se abre ante tus ojos, aunque muchas veces la limitación de los ojos humanos no lo vean, contempla con la mirada interior esa insondable Gracia de la Presencia Divina y clama por el planeta, por los ignorantes, por los adormecidos.
Ofrece al Padre una transformación verdadera, un verdadero milagro para Su Creación. Que, al contemplar el mundo, Su Corazón herido encuentre un aliento en tu esfuerzo permanente.
No te pediré, hijo Mío, que no caigas más ni que no peques más, porque este mundo siempre te llevará a caer y, aunque no quieras, una parte de ti siempre peca, porque de alguna forma colabora con la degradación humana.
Lo que te pediré hoy es que, si caes, te levantes; si pecas, que limpies tus manchas con el Perdón y la Misericordia divina, con el arrepentimiento verdadero, el que te ayudará a no cometer siempre los mismos errores.
Tus debilidades son las mismas de muchos de tus hermanos del mundo; por eso, encuentra fuerza para superarlas en el ofrecimiento permanente de hacerlo por los demás, por aquellos que están ciegos de espíritu.
Hoy, hijo, te ofreceré un camino de reparación, camino en el cual tu vida se torna un servicio planetario, en el que todos tus actos, pensamientos y sentimientos son ofrecidos a Dios para reparar algo. Si así lo hicieras, cometerás menos errores y meditarás antes de actuar, porque tu consciencia te recordará que todo lo que haces es para Dios.
Ofrece al Padre tu tentativa diaria de superarte y, si no consigues hacerlo, ofrécele tu intención y persistencia. No desistas nunca, hijo, porque los méritos se encuentran en el corazón y en la consciencia de los que tienen intenciones puras.
Muchas veces, vale más una intención sincera de superar alguna cosa y la eterna tentativa de hacerlo que el acto de aquel que fácilmente se supera cada día. Más vale el pecador que se esfuerza por salir del pecado que el santo que así lo es por naturaleza.
Haz de tu vida una reparación permanente de las Llagas de Dios y que Él encuentre en ti un aliento verdadero.
Te dejo Mi bendición y Mis gracias, para que des pasos fecundos.
Tu padre y compañero,
San José Castísimo
Hijos:
Para que las Gracias que reciben día a día puedan manifestarse en sus vidas como una transformación verdadera, no pueden permitir que se pierdan y pasen por ustedes como el viento.
Al recibir una Gracia divina, mediten sobre ella, siéntala dentro de sus esencias y, en oración, pidan que ella se expanda y transforme sus seres por completo.
La acción de la Gracia divina es infinita; sin embargo, si la reciben y ni siquiera sienten lo que ella está produciendo dentro de ustedes, ella permanecerá latente e invisible a sus ojos incluso después de esta vida.
Imaginen, hijos, que un día podrán cruzar los portales de este mundo sin haber cumplido con la propia misión y allí percibirán que les fueron entregadas infinitas Gracias, pero que ustedes nunca las buscaron y ni siquiera pensaron en ellas.
Sus vidas, por sí solas, ya son una gran gracia: gracia inestimable es estar en este mundo, en este tiempo, junto a los Mensajeros Divinos, siendo guiados en los mínimos detalles.
Y Gracia mayor e insondable reciben para que esa instrucción se torne vida dentro de cada uno de ustedes y, de esa forma, sean testimonio del poder transformador de la Gracia divina y demuestren al mundo, con su ejemplo personal, el verdadero potencial de los seres humanos, como hijos de Dios.
Busquen, hijos Míos, dentro de ustedes, las Gracias que les entregamos, siéntanlas y háganlas crecer y multiplicarse, sabiendo siempre que el resultado de la expresión perfecta de la obra de la Gracia no es para sí mismos, sino para el Plan divino, para el planeta, para la humanidad. En oración, observen el propio mundo interior y, en silencio, déjense impregnar y transformar por la Gracia.
Al menos envíen al universo una señal de que no son indiferentes a todo lo que reciben y de que aspiran a que el Creador se exprese, con toda Su Grandeza, dentro de cada uno de ustedes.
Yo los amo y les digo todo esto para que no desperdicien las Gracias que recibieron, porque llegará el tiempo en que ni la Gracia ni la Misericordia podrán descender sobre el corazón humano, pues será con los tesoros que ya recibieron que ustedes construirán su fortaleza en los tiempos que vendrán.
Su padre y amigo,
San José Castísimo
Queridos hijos:
Cuando las almas oran, las puertas a la rehabilitación se abren, y todo lo que parece imposible de resolver y está impregnado del error se disuelve al recibir la Luz del Espíritu de Dios. Esa rehabilitación ofrece a la humanidad la posibilidad de vivir su conversión y de reencontrar el camino hacia el Corazón del Padre Celestial.
En este tiempo, hijos Míos, los Sagrados Corazones abren las puertas de los Universos de amor para que las almas puedan ingresar y rehabilitar sus vidas y consciencias. Esta oportunidad que se presenta es la última en este ciclo, por eso les pido hijos, que estén atentos a esa Gracia para que así puedan participar de ella en el tiempo que resta.
Que su rehabilitación en este ciclo ayude a la rehabilitación del planeta y de la humanidad, para que finalmente los errores sean corregidos y todo se encauce por el camino de la luz y de la redención; incluso vívanla por todos los Reinos de la Naturaleza, para que ellos también sean partícipes de esta importante rehabilitación espiritual que ofrece el Cielo a todas las almas de este mundo.
Así, queridos hijos, los errores milenarios serán corregidos y nuevas oportunidades se entregarán a aquellas consciencias que no las merecerían en este tiempo.
Su rehabilitación interior comenzará a través del amor, de la donación y de la entrega absoluta que ustedes puedan dar al Padre Celestial; así la Tierra prometida y esperada se manifestará después del ciclo de la purificación del planeta y de la humanidad.
Esa rehabilitación espiritual fue concedida por el propio Cristo cuando Él murió en la Cruz por cada uno de ustedes.
Acepten esta convocatoria hijos Míos. Rediman sus vidas en Cristo y por Cristo, así el planeta se liberará.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Por la rehabilitación de la humanidad,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo soy la Madre de los océanos y a través de ellos espejo la luz interior sobre el mundo.
Yo soy la Señora de los océanos y a través de ellos irradio los códigos de la renovación.
En los grandes océanos existen puntos de luz que forman una gran red que se comunica con las fuentes de la Gracia. Los océanos captan los principios de estas fuentes, y las oraciones de todos los que se unen a Mí se depositan en esos lugares para generar estados de paz, de armonía y de misericordia.
Yo soy la Madre de los océanos y a través de ellos unifico las consciencias con los Propósitos de Dios.
Soy la Madre de los océanos y protejo durante los viajes a quienes los atraviesan.
No dejo de cuidar la luz que existe en los océanos, pues ella ayuda ampliamente a la humanidad.
A través de los grandes océanos se establece la Voluntad de Dios, y todos los que se unen a la consciencia de los océanos pueden sentir la paz interior.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los une al principio del Todo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La ceguera de la humanidad comienza con la indiferencia y la omisión de las almas respecto del sagrado Reino de Dios. Así las almas desinteresadas en conocer su verdadero propósito pierden la total visión de su horizonte y de su universo interior.
En este tiempo la Jerarquía Celestial intenta sembrar nuevos códigos como semillas de luz en áridos desiertos, y es la oración de todos los que corresponden al Plan que permite que todo sea equilibrado.
Así, Vuestra Madre Celeste teje sobre la consciencia planetaria una red de luz capaz de soportar las corrientes que vendrán en auxilio de la humanidad entera.
Esta acción universal generada desde los grupos de oración que toman contacto con esa frecuencia cósmica, permite que las Leyes cambien y los acontecimientos previstos no se precipiten antes de tiempo sobre la Tierra, a pesar de la gran indiferencia mental y espiritual que pueda existir.
Queridos hijos, el Padre Celestial se alegra cuando la mayor parte de las consciencias responde al Llamado celestial y lo hace en sinceridad y verdad. Esto genera también una fusión inexplicable entre los planos espiritual y humano. Así, códigos de luz del séptimo Universo celestial descienden y hacen que todo el planeta reciba una Gracia no merecida.
El corazón abierto y disponible permite traspasar con su oración las gruesas capas de la indiferencia global y hace que toda la Creación cuente, a partir de ahora, con espíritus decididos a cumplir el Plan.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En unión con todos los servidores de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
Vengo desde el Cielo, en este día de Gracia plena, para proclamar la victoria de los corazones redimidos por Cristo.
Vengo para declarar el triunfo del Plan de Dios en las almas que respondieron desde el principio a Mi llamado.
Vengo para revelar el valor incalculable de la transformación de los corazones que se entregan en confianza a Dios, y cómo las puertas del Reino de Dios se abren sobre cada uno de ellos.
Vengo para mostrarles, hijos Míos, el poder de la reconciliación entre las consciencias que una vez se equivocaron y cerraron su corazón a Dios. Por eso, como la Madre de la Divina Reconciliación concedo esta Gracia divina para que las almas se liberen de las cadenas de los errores constantes.
A través de la unión espiritual de cada hijo Mío con Mi Gracia superior, se establece la liberación del pasado y la renovación total de la consciencia que antes estaba espiritualmente alejada de Dios.
Queridos hijos, en este día Yo les traigo a la consciencia que antes de que todo suceda en la humanidad, las almas pueden estar libres de sus sufrimientos y, así, estar preparadas para ingresar en los comandos de Cristo, Vuestro Rey y Señor.
Hijos Míos, cuando sus corazones se abren, otras oportunidades pueden surgir; el Universo los ayuda a dar ese gran paso hacia la entrega a Dios y a Su Plan divino.
Quisiera, hijos Míos, que todos los días vivieran la reconciliación del corazón, para que muchas más almas reciban la Gracia de encontrar la redención. Eso comenzará primero en sus familias y después en la humanidad.
Yo los impulso a caminar a Mi lado porque los amo y deseo lo mejor para cada hijo Mío.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y los reconcilia,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Siente, entre tus manos, el calor de Mi Inmaculado Corazón que transmite e irradia los Dones del Espíritu Santo.
Siente, entre tus manos, el pulsar de Mi Corazón y contémplalo en devoción.
Siente, entre tus manos, la Luz de Mi Inmaculado Corazón, Luz que se derrama sobre el mundo por cada alma de la Tierra.
Siente, entre tus manos, el fuego de Mi Corazón y observa cuánto brilla aún en ofrenda al Padre Celestial por cada uno de Sus hijos.
Siente, entre tus manos, el Amor de Mi Inmaculado Corazón y viértelo con gratitud en tus hermanos de camino.
Siente, entre tus manos, la humildad de Mi Inmaculado Corazón y adora la pobreza con la que ha salvado al mundo durante la encarnación del Hijo de Dios.
Siente, entre tus manos, el dolor de Mi Corazón, al que por cada palabra de oración pronunciada, se le retira una espina.
Siente, entre tus manos, las rosas de Mi Inmaculado Corazón, que se abren para emanar los sutiles aromas de la Creación.
Siente, entre tus manos, la pureza de Mi Corazón, que se enciende y refleja como un espejo universal de redención.
Siente, entre tus manos, la bondad de Mi Inmaculado Corazón, bondad que intercede por ti, todo el tiempo, para que finalmente despiertes.
Siente el regocijo de Mi Inmaculado Corazón, para que te abras y descubras que el Plan de Dios es perfecto.
Abraza sobre tu pecho el esplendor del Amor de Mi Inmaculado Corazón, porque así te ayudaré a vencer los miedos y a manifestar el apostolado de los Nuevos Cristos.
Siente en tu alma la Gracia de Mi Corazón, para que transforme y purifique todo tu pasado y así, te tornes un terafín en los altares del Creador.
Lleva Mi Luz al mundo y únete a Mi Corazón que hoy está entre tus manos para ofrecerte la conversión.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En maternidad espiritual,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Espejos de Luz se encienden mientras las almas oran y piden misericordia.
Puertas inciertas abiertas a la decadencia de la humanidad se cierran, y un comando celestial se establece en este día.
Todos los orantes son convocados al despertar y ellos participan de una coyuntura especial, el Universo desciende a la Tierra y los soles internos brillan en la humanidad.
¡Despierten los que aún duermen!¡Trabajen por Dios los que nunca lo hicieron!
Que se eleven las torres de las consciencias como una ofrenda al Todopoderoso.
Que los redimidos estén unidos por el Propósito mayor para que finalmente se cumplan los mil años de paz.
Todo en este momento es reorganizado, todo es trascendido de plano y de vibración, así los mundos sutiles descienden y traen con su presencia a la Gran Hermandad.
Que las corrientes de la inercia y de la indiferencia se rompan, que todo se renueve por el gran despertar.
Los soldados del Plan se posicionan en las filas del Propósito, así todos reciben del Universo su propia señal, la señal de su origen.
Las puertas del Cielo se abren, las consciencias apoyan la transición de la humanidad preparando la última batalla donde el adversario será vencido por el amor y la unidad; eso lo dejará ciego, sordo y mudo y nunca más podrá emitir su maldad.
Para conseguir el triunfo del Amor los espejos se encenderán y esparcirán por los espacios los códigos de la cristiandad; mientras las almas oran, los corazones serán bañados por la poderosa Gracia de la Luz, y la Misericordia se establecerá para que, los que nunca la merecieron, se rehabiliten antes del tiempo final.
¡Les agradezco a todos por acompañarme hoy!
En comando celestial,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Yo también soy la Señora del Huerto, quien entre las flores, las hierbas y las plantas medita sobre la sagrada Pasión del Señor.
Soy la Madre del Huerto, quien después de la Pasión de Cristo recorrió los lugares por donde Su Hijo pasó y padeció.
Soy la Señora del Huerto, y con Mis manos recojo los frutos maduros que están prontos para ser ofrecidos a Dios y vigilo y cuido de los frutos que aún están madurando.
En el huerto de Mi Corazón se guardan todas las variedades de flores, de hierbas y de plantas creadas para mostrarle al mundo la belleza de Dios.
Soy la Señora del Huerto, quien contempla con dulce mirada todo lo creado y su grandiosa belleza.
Soy la Señora del Huerto, soy quien riega con la Gracia a todas las flores, hierbas y plantas, para que nutridas por Mi Amor crezcan fuertes y cumplan con su misión.
Soy la Señora del Huerto y también soy la Madre del Sol, quien ilumina con los rayos de la Misericordia a todos Sus hijos.
Soy la Señora del Huerto, la que ora en silencio para que las semillas broten y florezcan en la belleza de los jardines de Dios.
Soy la Señora y Guardiana de todos los huertos y pido a Mis ángeles del Cielo que protejan con sus alas a todas las pequeñas flores que en este tiempo están creciendo; también pido que ellos poden y restauren a los árboles más antiguos, para que puedan ser purificados y den nuevos frutos en alabanza al Dios Creador.
Soy la Señora del Huerto, y por Mi oración humilde hago florecer lo que estaba muerto.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Quien guardiana el huerto de las almas que se unen a Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Señora del Huerto
Mis queridos hijos:
Cada nueva vigilia de oración no es igual a la anterior; por eso, que sus corazones se enciendan para que el Amor de Dios pueda despertar y la Gracia se derrame donde sea más necesaria.
En cada nueva vigilia de oración las almas son llamadas a permanecer con más atención y prontitud ante los pedidos de Vuestra Madre Celeste, porque en cada nueva vigilia de oración procesos planetarios e incluso cósmicos son develados y curados por la Luz de Mi Corazón.
Cuando un alma orante ofrece su verbo a Dios a través de la vigilia de oración, está confirmando nuevamente que el Plan del Padre y de toda Su Creación podrá cumplirse y el alma, que emite dicha confirmación, está autoconvocándose para lo que sea necesario.
Es ese despertar el que los uruguayos deben vivir en este tiempo, sin términos medios y sí con una adhesión pronta para servir a la Jerarquía en lo que sea necesario.
En la vigilia de oración que ustedes comparten Conmigo desde hace cuatro años, hijos, se construyó un potentísimo epicentro de Luz divina, el que se activa y desciende como caudal sobre una situación planetaria o humana que esté necesitando de una fuente de liberación o de cura.
Todas las divinas posibilidades se pueden presentar a través de cada nueva vigilia de oración; todo dependerá de la actitud del orante o del discípulo de María ante el llamado mensual de oración que se realiza. Es por eso que en este tiempo la Jerarquía Divina necesita que la humanidad no creyente pueda reconocer el efecto y el poder transmutador de la oración.
Si a ese efecto de la oración se le suma, por ejemplo el ayuno, los resultados de un trabajo grupal de oración repercuten no solamente en esas consciencias, sino también en las Leyes de la Naturaleza modificando los acontecimientos previstos.
Hoy, hijos Míos, les digo todo esto debido a la urgencia de que ustedes sientan y comprendan en qué están participando vigilia tras vigilia de oración y cuál es el verdadero resultado espiritual que esta obra de oración alcanza, a través del apoyo incondicional de cada uno de ustedes y de toda la Jerarquía Celeste.
Queridos hijos, aún las vigilias de oración por la paz en las naciones proseguirán; no solo para establecer la corriente universal positiva de paz en el mundo, sino también para que gradualmente sus seres internos y la humanidad, por medio de la oración, puedan transformar los aspectos del ego que corroen la consciencia y su pleno despertar.
Todos los que nacieron en este Proyecto de Dios, como saben, traen la esencia del llamado “pecado original”, falta cometida en el principio por Adán y Eva al no haber cumplido la Ley de la obediencia.
Fue desde ese momento que toda la humanidad en el transcurso de las eras ha cargado con ese evento en sus células; así todas las almas aquí encarnadas han tenido y tienen que aprender a superar y redimir la condición humana, que es la lucha incesante contra el propio ego humano que lleva a la perdición.
Mediante las vigilias de oración, ese potentísimo canal mariano intenta corregir y redimir los errores cometidos desde el principio de Adán hasta el futuro próximo.
Ese puente para la liberación y la redención de los errores fue realizado por Cristo a través de la Divina Misericordia, fue quien por ustedes venció al mal e hizo triunfar el Amor de Dios. Es por eso que en cada vigilia de oración, no solo se trabaja espiritualmente con las naciones, sino que la humanidad, que ha perdido los códigos crísticos y sigue cometiendo errores, es ayudada por medio del impulso de la vigilia de oración.
El campo de energía orante que se crea en cada nuevo encuentro influye positivamente en la acción de las Leyes Universales y en el proceso actual de la purificación de todas las consciencias. Es así que cada hijo Mío deberá tener la consciencia lo suficientemente despierta para saber que no solo estará sentado en una silla orando, sino que estará representando a los ocho mil millones de personas del mundo entero que no tienen consciencia de esos procesos.
Espero ver en cada vigilia a Mis soldados, dispuestos y perceptivos para que a través de la oración capten los impulsos internos de los Espejos, y el planeta pueda transformarse y de esa manera no se pierda. Eso dependerá de la actitud de cada discípulo, porque la Gracia vendrá a esa consciencia por añadidura.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Quien vigila por todos,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo soy la Madre de las Américas y la intercesora ante Dios de todos los corazones perdidos y distraídos.
Soy la Gobernanta y Señora de la majestad celestial.
Soy la que permite generar la liberación de todo mal a través de los ángeles del universo.
Mi Corazón pulsa en toda América y se hace sentir en el interior de los que invocan la Presencia de la Madre Universal.
Que. en este día, todas las puertas inciertas se cierren y que las almas aún no definidas den el paso hacia la ascensión interior.
Hoy, que todo lo que impide el despertar de los corazones sea liberado y retirado del universo. Para eso, hijos, que las condiciones internas sean creadas por medio de la oración, de la fe y del amor de todas las consciencias.
Soy la Madre de las Américas y no habrá gobierno ni gobernador mayor que Nuestro Padre Celestial.
Que los temerosos, los injustos y los falsos se exilien lejos de esta humanidad, para que los pueblos sean libres y gesten la nueva humanidad.
Aún hay tiempo para que los corazones se arrepientan y para que los gobiernos de la Tierra cambien de actitud y, de esa manera, la verdad emerja y nadie más sea condenado.
Yo soy la Madre de las Américas y entrego a Mis hijos el afluente de la paz.
Que nadie tema en este tiempo, porque Yo estaré al lado de quien confíe en Mí; pues nada los separará de Dios, ni gobierno ni nación ni estado, todo está bajo la Mirada de Dios.
¡Levántense, americanos, y decreten el triunfo de la Misericordia de Cristo!
Amen para aprender a perdonar. Perdonen para aprender a reconciliarse, y así se curarán de una vez y para siempre.
Yo soy la Madre de las Américas y protejo a todos los rebaños de Mi Hijo. Mi Estrella universal los guía hacia el Propósito. Mi Amor los conduce hacia los portales de la Paz.
No teman por los que imparten el falso poder. Oren por sus enemigos para que, en el día del Juicio Final, no sean sacados de este universo.
Este planeta y este universo son la escuela perfecta del amor y del perdón. Quien no pasa por esta academia de redención, mucho demorará para aprender a servir y amar. Por eso, los Sagrados Corazones vinieron al mundo para confirmar que este universo es de redención y de perdón. Aquí aún se vive la experiencia de la reconciliación y de la paz.
Este mundo sobrevive, en este tiempo, porque debe cumplir el Proyecto Creador, a través de todos los que se autoconvoquen. Toda la humanidad ya cruzó el portal hacia su purificación, las estructuras internas y externas tiemblan; pero quien se redima, ame y se dignifique ante Dios, no perecerá.
Abran aún más las puertas de sus corazones, para que el manantial de la Gracia infinita, en el tiempo que resta, pueda derramarse sobre ustedes y el mundo.
Que los ejércitos marianos de la oración se posicionen en el campo de la batalla final, que tomen sus escudos de fe y sus espadas de amor, y hagan triunfar el Plan de la redención.
Yo estoy con ustedes y lo estaré mientras ustedes Me lo permitan.
Soy la Madre de las Américas, y aquí nacerá el nuevo Edén para el mundo.
Que así sea. Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Quien los convoca al Plan del despertar,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
¡Alabado sea el Dios del Universo! Honrado sea Su Nombre santo, porque Su Presencia y Su Misericordia los salvarán.
Mientras el Padre Me envía todos los días para retirarlos de la ilusión y enseñarles pacientemente a aceptar la transformación y vivirla, por otro lado, Mi adversario intenta destruir los núcleos de luz que Yo he construido en las consciencias que ya definieron seguir de por vida Mi llamado y Mi camino hacia Jesús.
Es así, queridos hijos, que la perversión, la obstinación y el descontrol de los deseos humanos golpearán la puerta de todos los discípulos, pero no les abran y solo reconozcan que llegó el tiempo de la purificación intensiva.
Mientras los corazones definen su vida espiritual y su evolución, pidan al Universo los poderes de la Gracia, de la Misericordia y los dones benditos que hicieron de la Sagrada Familia un proyecto único para la humanidad.
Mientras los valores de la espiritualidad y de la familia se pierden al ser sustituidos por acciones y decisiones impulsivas, el adversario aprovecha el momento para debilitar en las consciencias la importancia de vivir la santidad y así cambiarla por una vida liberal.
En ese estado se encuentra la humanidad y la mayoría de las almas que todavía deben definir sus pasos hacia Cristo. Por eso, una primera y gran batalla se dará dentro de cada ser, para confirmarse o para perder la posibilidad de seguir el Proyecto de Dios antes del Apocalipsis.
Queridos hijos, con todas las legiones de Miguel Arcángel estamos en oración, pidiendo que las almas perciban que todo el planeta está en una dura y constante batalla.
Para salvaguardar sus caminos, y para que estén más protegidos de toda adversidad y tentación, les pido que Me invoquen y que llamen a sus ángeles de la guarda con determinación para que las corrientes contrarias sean disueltas con el ingreso de la Luz de Dios.
Rezo continuamente para que todos Mis soldados luchen Conmigo en la liberación y la redención de todo el mal planetario; esta batalla es el preámbulo del triunfo de Mi Corazón Inmaculado.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Ora con ustedes y por ustedes,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Hoy celebro junto a ustedes la oportunidad divina de haber descendido desde el Cielo a la Tierra para pedirles, como una vez en Fátima, oración por la paz.
Hoy, con Mi Inmaculado Corazón expuesto como luz para el mundo, vuelvo aquí después de noventa y nueve años para repetirles incansablemente el mismo pedido: recemos por la paz y por el fin de las guerras.
En aquel tiempo, Lis-Fátima despertó y trajo para la humanidad la Misericordia y la Pureza que ella había perdido, y Vuestra Madre Celeste vino para pedir a todos la consagración de las naciones al Inmaculado Corazón, una misión que aún está vigente para toda la humanidad.
Hoy Lis-Fátima muestra al mundo la pureza de su Santuario Interior, para que los corazones recuerden que deben despertar a su pureza original y vivirla.
En este día, queridos hijos, en el que Mis ojos observan al mundo y al mismo tiempo observan la gran tarea espiritual y divina del Centro de Fátima, quisiera que sus vidas estuvieran en verdadera ofrenda y donadas para el cumplimiento de Mis planes marianos en estos tiempos.
Traigo para ustedes la presencia angelical, la incalculable fuente de amor y de paz para un mundo indiferente. Por eso, Mis hijos, reparen Mi Corazón y así repararán el Corazón de Dios de todas las ofensas e indiferencias cometidas por los que no escuchan y por los que niegan Mi divino llamado.
Trabajen Conmigo como soldados de la oración y, por medio del verbo elevado, cierren las puertas a los infiernos de este mundo. Sean Mis testigos en este tiempo y confirmen su cooperación con el Plan de Dios, aún hay mucho por hacer y ya no hay tiempo.
Abiertos de corazón, alivien el Corazón de Vuestra Madre de tanta ingratitud. Unidos a Mí, proclamen la victoria de Mi Sagrado Corazón en todo el planeta.
Los jardines de Lis aún los esperan para que puedan entrar y renovar sus consciencias en la fuente de la pureza original.
Mi Gracia hoy se manifestará en cada peregrino, en cada alma que encienda su vela aquí en este Centro de Amor(1), como también en el Santuario de Fátima, para así responder al plan de paz y confirmar su fe ante el Señor.
Como el 13 de mayo de 1917, queridos hijos, hoy los estoy llamando a un servicio de amor por el planeta y por la humanidad. Mi pedido es que escuchen y respondan a los planes que Vuestra Madre les manifiesta en este tiempo. Para eso, hijos, los jardines de Lis manifiestan su belleza y su pureza esencial para que ustedes, en oración y alabanza, declaren al mundo que la Reina del Cielo nuevamente llegará.
Permitan, hijos, que finalmente sus vidas sean curadas y que renazcan por el impulso mariano de Mi Espíritu para que se formen como soldados de la paz.
Todos los campanarios de Lis-Fátima serán tocados por los ángeles del Cielo. Hoy todas las puertas del Universo de Dios estarán abiertas para recibir la ofrenda de cada corazón orante.
Yo estaré con Mis hijos en oración y unión maternal, estaré con las almas que acogerán a Lis-Fátima en sus corazones.
Contemplen Mi Inmaculado Corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Desde el Centro Sagrado de Fátima ora con ustedes por el mundo y por la paz,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Señora del Santísimo Rosario
(1)La Virgen María se refiere al Centro Mariano de Aurora, en la ciudad de Paysandú, Uruguay
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más