APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL PRIMER DÍA DE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Yo nunca los dejaré solos.

Retorno al mundo, una vez más, porque Mi Padre Celestial lo ha pedido.

Por eso, estoy aquí, compañeros, no solo para que reciban los Códigos de Mi Pasión, sino para que sean ayudados por Mí en esta cruda realidad planetaria.

Hoy vengo a pedirles que abran sus corazones a Mi Presencia y que Me entreguen todo aquello que los hace sufrir y padecer.

Hoy, ante el Padre Celestial, tengo la Gracia infinita de poder elevar hacia el Reino de los Cielos a cuantos han padecido injustamente esta pandemia.

Yo les prometí que la cura llegará, pero aún es insuficiente la respuesta de la humanidad ante las promesas del Padre Eterno, ante todo lo que Él quiere realizar en esta humanidad y en este planeta.

Por esa razón, compañeros, Mi Corazón se aproxima al de ustedes para que sientan el Corazón humano de Jesús, el Corazón que padeció por ustedes hasta la Cruz, el Corazón que vino a dar la vida por ustedes, sin nada a cambio.

Es este Corazón humano, el Corazón humano de Jesús, Su gran Relicario espiritual que hoy ofrezco al mundo para que todos, de una sola vez, ingresen a él.

En el fuego de Mi Corazón podrán purificar sus angustias y penas, podrán renovar su esperanza y su fe, porque así fue escrito que en el fin de los tiempos esto llegaría.

He aquí, frente a ustedes, frente a toda visión humana, la realidad del fin de los tiempos, desconocida para muchos, pero dolorosa para la mayoría.

Dios aún tiene Sus Brazos abiertos hacia Sus hijos. Escuchen Su Voz en los mundos internos y sientan la alegría de reencontrarlo a pesar de todo lo que está sucediendo.

Yo vengo como el gran Espíritu de la Consolación. Vengo como el Maestro de la Reconciliación. Quiero que sus vidas y, sobre todo, sus almas hoy se reconcilien con el Padre Eterno.

He traído a sus Ángeles de la Guarda y a todos los Ángeles de la Guarda del mundo entero para que, a Mis Pies, reciban sus ofrecimientos bajo el espíritu de la reconciliación y de la paz.

La nueva Israel, que es la humanidad de este tiempo, deberá volver a erguirse, salir de las ruinas en las cuales se colocó, resucitar en espíritu, en amor y en esperanza, para vislumbrar en el horizonte Mi Retorno.

Pero Mi Gloria no solo vendrá de los Cielos, sino también Mi Gloria vendrá de los mundos internos del planeta.

Los tesoros más espirituales que Yo he dejado para el mundo, y que aún ningún hombre de la Tierra ha descubierto, se revelarán, porque no son tesoros palpables, sino son tesoros inmateriales que fueron registrados en cada paso de Mi Pasión para que, en este tiempo, del cual ustedes participan, tengan las herramientas que necesitan para poder transformarlo todo.

Con esto, no les digo que dejarán de purificarse, porque el planeta necesita purificarse. Por eso, deben estar siempre en el espíritu de la fe, no en los caminos de la tristeza o de la agonía, porque nadie más que su Maestro y Señor sabe todo lo que el mundo necesita en este momento, sabe lo que cada alma necesita en este tiempo.

Por eso, hoy he venido como el Gran Consolador, para que Me puedan sentir y, sintiéndome, puedan comulgar de Mi Corazón humano, de ese Corazón tan inmenso en Amor y en Misericordia que vivió aquí con ustedes hace mucho tiempo y que entregó el Amor a la humanidad por su pronta redención y conversión.

Y en esta tarde, abro aún más las puertas de los Cielos y del universo para que todo lo que oprime en este momento al planeta pueda ser liberado.

Su amor y sintonía Conmigo permitirán que las puertas de los infiernos se vuelvan a cerrar y sus Ángeles de la Guarda hagan triunfar Mi Legado en el mundo, en los corazones que se renuevan con Mis Palabras, en las vidas que se vuelven Mi Mensaje.

Por eso, quiero que, colocando sus manos en disposición, se entreguen a Dios y se vuelvan a fundir en Su Fuente inmaterial y divina, la Fuente inmaterial que les trae el Espíritu de la Consolación para que sus vidas se puedan curar y renovar en Mí.

Sientan cómo el mundo entero se detiene y cómo las almas reciben, en este momento, todo lo que la Fuente inmaterial tiene para ellas. Porque Mi Amor nunca morirá en ustedes, solo si ustedes le permiten que muera; porque Mi Luz nunca morirá en ustedes, solo si permiten que Mi Luz muera en ustedes.

Vengo a traerles la Luz de la consolación para que, en la consolación que Yo les puedo dar, ingresen en Mi Paz, lugar en donde todo se realiza y se concreta.

Este es el mayor regalo que hoy les puedo dar, porque son parte de los tesoros de Mi Corazón; a través de ellos descubrirán la fuerza de la determinación para superar estos tiempos.

Quiero decirles a todos los que Me escuchan en este momento, que he sentido con fervor sus oraciones y súplicas; a todos Mis compañeros de Sudamérica y del mundo entero que he escuchado con atención sus súplicas.

Por eso, el Ángel del Señor llegará en el momento más preciso del mundo, para traer el fin de esta pandemia.

Las promesas que Yo les hago no son las promesas que ustedes desean, porque Mis promesas son ciertas y nunca cambian. Lo que cambia Mis promesas pueden ser sus deseos o hasta sus necesidades.

Las promesas que Yo le entrego al mundo tienen un tiempo y también tienen un momento, cuando el Padre las considera.

Por eso, sigan trabajando para que Mis promesas se cumplan y  puedan descender del Universo Espiritual hacia su Universo Material, así más Luz habrá en el mundo y muchas almas dejarán de perderse, no solo en esta ilusión, sino también en este sufrimiento planetario.

Yo deseo que puedan estar firmes en Mí. Por eso, les entrego Mi Corazón humano en este día, para que sientan y entiendan lo que les digo, como un conocimiento más próximo a sus consciencias.

Mientras estoy aquí, en el día triunfante de Mi llegada, hoy no quiero que las palmas se reclinen ante Mí, sino deseo que sus vidas se entreguen a Mí, en fe y reverencia.
 

Yo te pido perdón, Señor,
por todo lo cometido.
Concédeme la Gracia de la liberación.

Amén.
(se repite 3 veces)
 

Con esas simples palabras de la oración conceden la Gracia de que las puertas del universo se abran para ayudar a las almas que más lo necesitan en este momento, especialmente a aquellas que partieron por la injusticia de la enfermedad.

Les pido que ya no sean parte del sufrimiento del mundo, pero les pido que no sean indiferentes al sufrimiento del mundo. Que sus vidas puedan ser aquel aceite que pueda cerrar las heridas de la consciencia de la humanidad con sus ejemplos, oraciones y servicio por los demás. Ustedes saben que el mundo está en caos, pero ¿qué harán para salir de ese caos y retirar del caos a sus semejantes?

Eleven sus consciencias hacia las frecuencias verdaderas del universo. Nútranse de las vibraciones del Amor y de la Unidad de Dios, porque así atraerán hacia el mundo la Sabiduría Divina que los hombres y mujeres de la Tierra necesitan, en este tiempo, para encontrar las soluciones seguras de estos tiempos.

Hoy Mi Corazón se abre aún más ante ustedes y el mundo, y emana sus siete poderosos Rayos hacia todas las direcciones del planeta, especialmente hacia todas las consciencias que viven en la oscuridad y el sufrimiento.

No crean en aquello que les prometen, crean en Mi Palabra, porque la Palabra no es Mía, sino de Dios. La Sagrada Palabra surge de Su Fuente y llega a través de Su Servidor fiel, el Cristo.

Para que la humanidad sea abrazada por Mi Espíritu Consolador deben existir sacrificios verdaderos, no grandes, sino pequeños, que puedan reparar el Corazón del Padre de todo lo que hacen Sus hijos, de tiempo en tiempo.

Por eso, vengo a traerles la fuerza de la determinación, para que puedan vivir la fuerza de la fe. El Espíritu Santo los ayudará, purificará sus caminos y el Espíritu Santo abrirá las puertas para entregar a todos Su Ciencia y Entendimiento para que, finalmente, sean una Nueva Humanidad.

A Mis Pies, tengo todas sus intenciones, las cuales recojo con Amor. Aquí veo intenciones de todos los lugares del mundo, intenciones verdaderas y sinceras de corazones tan simples y humildes que piden  el gran cambio de la humanidad y la cura integral de este planeta.

Es allí, en ese estado de consciencia, de cooperación, de fraternidad y hermandad, en donde siempre necesito ver a sus corazones pensando en las necesidades de los demás, para que todos puedan alcanzar la luz, la cura y la reconciliación.

Ahora, recemos para que esta Sagrada Semana pueda tener sus fuertes impulsos en todos los mundos internos y para que los corazones, a pesar de donde se encuentren en este momento, sepan que Mi Corazón humano, aquel que vivió, murió y resucitó por ustedes, hoy está presente como un sagrado Tabernáculo en los hogares del mundo que le abrieron las puertas a este encuentro sagrado.

Por eso, los bendeciré bajo el Espíritu sublime de los Sacramentos y, especialmente, de la Comunión Espiritual que podrán vivir nuevamente Conmigo en todos los días de esta Sagrada Semana.

Sientan el alivio que les estoy ofreciendo, y descansen en Mis Brazos de esta batalla que vive el mundo entero, porque haré guerreros de servidores, haré victoriosos de los más humildes, haré sacerdotes de aquellos que vivan Mi Palabra y sean Mi Palabra para el mundo.
 

Padre Celestial,
que a todos conduces,
acepta nuestra oferta de entrega a Ti,
guíanos por el camino del amor,
para que Tu Voluntad sea hecha.

Amén.
(se repite 3 veces)
 

Y ahora los dejaré con la Comunión Espiritual, estas sagradas celebraciones que les he encomendado a Mis sacerdotes de esta Congregación, no solo por ellos, sino por todos los sacerdotes del mundo que deben ser el puente entre el Cielo y la Tierra en este momento planetario.

Les agradezco y vayan en paz, en la certeza de que todo cambiará.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijo:

Haz de las humillaciones una oportunidad para que tu consciencia comprenda lo que verdaderamente tiene sentido y valor en la vida.

No estás en la Tierra para ser honrado, elevado o glorificado por los ojos de los hombres; sino estás en la Tierra para vivir un amor que transciende el entendimiento y los sentidos, que trasciende las lógicas y los límites, que trasciende todo amor alcanzado en el mundo y más allá de él.

Por eso, cuando seas humillado, deja que se quiebre en ti toda necesidad de reconocimiento, de gloria, de retribuciones humanas por tus esfuerzos, por tu amor. Permite que tu corazón se coloque en lo que es real, en lo que es eterno, en el Amor de Dios que no se basa en los merecimientos humanos, y permanece allí, en la experiencia de la humildad que cada situación de la vida te conduce a vivir.

Con tu ejemplo, da a conocer al mundo el Amor de Dios. Sigue los pasos de tu Señor que, como respuesta a la flagelación y a la Cruz, vertió Sangre y Agua, perdón, redención y Misericordia para todos los seres, sin distinción. Ese es tu eterno ejemplo, no quieras otro.

No quieras estar elevado como los santos a los ojos de los hombres, porque lo que hace a la santidad de los seres no es la opinión de los hombres, pero sí el sacrificio, el amor y la unidad con Dios, muchas veces vivida en el anonimato, en la ignorancia del mundo. 

Por eso, toma tu cruz, abraza esa cruz con amor, ora y pide la Gracia de saber imitar a tu Señor cada día. Y, cuando seas humillado, no mires hacia los tronos del mundo, alcanzados con las glorias humanas. Mira hacia el Trono del Cielo, en el cual está sentado Aquel que fue ultrajado, incomprendido, humillado, flagelado y muerto en la Cruz, pero que Se elevó, no por lo que recibió de los seres, sino por el Amor insondable que emergió de Su propio Corazón. 

Cristo retornó al Padre, no por lo que recibió del mundo, sino por lo que supo dar, porque dio todo, todo de Sí, por amor. Este es tu Camino, tu Verdad y tu Vida. 

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL OCTAVO DÍA DE INSTRUCCIÓN, DURANTE LA SEMANA SANTA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

La procesión angélica ha llegado aquí junto con Nuestro Señor Jesucristo. 

Reverenciemos al Glorificado Cristo Solar y dejémonos invadir por la Luz de Su Divinidad, que hoy viene a mostrarse como el centro de toda la Creación.

Es esa Luz que nunca murió y que venció a la oscuridad y que aún la vence a través de los tiempos.

Participemos de este momento con la alegría de estar preparando Su Retorno a la humanidad.

Dejémonos guiar por la Consciencia del Cristo Solar que, revestido como un gran Sol, se muestra ante nosotros con el Poder de la Gloria del Padre a Su alrededor.

Contemplemos esa Luz silenciosa pero poderosa que Él nos ofrece. Reflejemos esa Luz de la Divinidad de Cristo en nuestro corazón, para que toda esta jornada, que hemos vivido con Él en estos ocho días, se selle como una poderosa alianza entre nosotros y Su Corazón. Agradeciendo por todas las Gracias recibidas y por los méritos que Él ha compartido a través de la Instrucción, contemplemos la Gloria de Nuestro Señor en Su faz de Cristo Solar.

Sintamos cómo todo el Universo se detiene por Su Presencia, ante este acontecimiento Universal que el Maestro trae para nosotros y toda la Creación.

En Su Presencia, rememoremos todo lo que hemos vivido en estos últimos siete días y todas las revelaciones que Él trajo con un solo fin, la redención de la humanidad, el despertar de las consciencias, el cumplimiento del compromiso de cada uno de Sus compañeros.

Agradezcamos por todas las experiencias que Él nos hizo atravesar y por todos los momentos de amor que Él compartió con cada corazón, renovando la vida de los que tienen esperanza en Su Nombre y despertando lo más verdadero y puro en cada ser humano.

Es así que hoy, en esta tarde, en este octavo día de instrucción con Cristo Jesús, el Cristo Solar viene a pedirnos nuestra divinidad, lo más profundo de nuestro ser, la verdadera luz que somos a los ojos del Padre Eterno, para que esté al servicio de Su Plan de Redención y de preparación para Su Retorno al mundo.

Que nuestra divinidad se coloque a los Pies de Nuestro Señor, así como hoy nuevamente nuestras almas se colocan a los Pies de Cristo, para que seamos colmados por Su Luz espiritual y cósmica.

Reconozcamos este momento como algo único en la historia de la humanidad. El Cielo tocando a la Tierra, Dios llamando a Sus hijos a través de Su amado Hijo.

Y vemos a Cristo llorar de gratitud por la fidelidad de los consecuentes, por las oraciones de los perseverantes, por el servicio de los incansables, por el sacrificio de los humildes, por la incondicionalidad de los obedientes, por los que aman a Dios y a sus hermanos así como Cristo nos ama a cada uno de nosotros.

En lo más profundo, nuestro ser recibe al Cristo Solar y comulga con el aspecto más inmaterial del Padre.

Hoy vengo a despedirme del mundo porque este será mi último año de instrucción con ustedes, después de que se cumpla la Sagrada Semana en el mes de agosto.

Yo ya no vendré más, pero Mi Espíritu será su fortaleza, porque les he dado todo y he podido cumplir, a través de Mis compañeros, la obra de la Misericordia que deberá seguir resonando en el mundo a través del sacrificio total de sus vidas, hasta que les llegue la hora de ingresar al Cielo para entrar en el Paraíso de Dios

Me despido ahora para que no sientan Mi falta. Quisiera estar más tiempo con ustedes, pero Mi nueva hora se aproxima. Momento en el cual la humanidad será juzgada universalmente para poder reconocer sus errores y enmendarlos, a través de los frutos de la conversión y de la Misericordia que Yo he entregado para cada una de sus vidas.

Pero no sufran porque Yo no pueda estar más, porque los encontraré a través del Sacramento de la Eucaristía. Y cuando se cumpla el final de Mi tarea con ustedes, todo sucederá.

Pero no tengan miedo, Mi Madre estará con ustedes. Su Amor los protegerá y los levantará del suelo cuando no tengan fuerzas, porque Su Amor es incondicional. Por eso les entregué lo mejor que tiene Mi Vida: la Madre de Dios.

Mientras no hablo con ustedes y hago silencio, recuerdo los encuentros que hemos vivido en los últimos seis años. Recuerdo la fuerza de la fe de cada uno de mis compañeros y la fidelidad de los que guardan el cumplimiento de Mi Obra, a través de los Sacramentos y de cada encuentro de oración.

La Luz de Mi Gloria desciende a la Tierra para bendecir a los que darán continuidad a Mi Obra en el mundo, bajo el espíritu de la Iglesia y del ecumenismo.

Así como Yo mandé a los apóstoles, de dos en dos, hoy los envío a todos ustedes a dar testimonio de Mi Presencia en todas las naciones del mundo. Que la Palabra del Cristo Glorificado sea escuchada en todas las lenguas, para que en el corazón de los que más necesitan resuene la misma fuerza y Gracia que resonó en sus corazones en estos últimos años.

Todo se ha consumado.

Así como entregué Mi Espíritu en las Manos del Padre, hoy entrego sus espíritus en las Manos de Dios, para que nunca se olviden de todo lo que les he dejado a fin de que se cumpla Mi designio espiritual en cada uno de ustedes.

Hoy Me voy con Mi Corazón lleno del amor y de la gratitud de mis compañeros, de los que no han tenido miedo a la transformación, de los que no han tenido miedo de proclamar su fe y su fidelidad a Cristo.

Mi Iglesia espiritual y celestial los abraza, así como hoy abraza al mundo entero, para que la cura se establezca en la humanidad y en todo el planeta, porque Mi amor nunca los dejará.

Mis últimos mensajes serán los más definitivos, desde ahora hasta agosto.

Y ustedes con todo los que han aprendido de Mi Palabra y de la fuerza del Amor de Dios, siempre deberán erguir Mi Iglesia espiritual sobre la superficie de la Tierra, para que cada alma sea el templo vivo que Yo necesito para poder retornar y cumplir con las Escrituras, así como las Escrituras se cumplieron durante Mi Nacimiento.

Cristo se ha colocado extendiendo sus brazos en Cruz como el Cristo Redentor y la Luz de Su Corazón ilumina al mundo y a todo lo que está dentro de él, para sellar esta alianza con el Plan Divino.

Si fuera de urgencia y necesidad para el mundo, Yo podría venir extraordinariamente a ustedes, para que puedan ser guiados y conducidos siempre por el camino de la Verdad.

Aunque Mi tarea ya esté terminando entre ustedes, así como terminó entre los apóstoles, podría reaparecer para dar y entregar las últimas instrucciones, conforme Mi Padre Eterno lo determine.

Lleven Luz para el mundo, para que el mundo, a través de la Luz, encuentre el amor y la esperanza de renacer a la vida todos los días.

Hijos, compañeros y amigos Míos, consumando este trabajo en el octavo día de instrucción crística para el mundo entero, en la plenitud del agradecimiento del corazón, oremos juntos la oración que Yo les enseñé en arameo, suavemente.

Padre Nuestro (en arameo).

Bienaventurados los que lloran, porque siempre serán consolados.

Bienaventurados los que perseveran, porque siempre encontrarán el Reino de Dios.

Bienaventurados los que sirven, porque verán a Dios.

Bienaventurados los que se sacrifican por Mí, porque estarán Conmigo en la Vida Eterna.

Hoy daré la bendición pascual después de la bendición dada por el Santo Padre, el Papa Francisco. Hoy estoy debajo del embajador de Cristo en la Tierra, porque los discípulos y servidores de Cristo siempre podrán dar pasos más grandes en el amor a los que Yo di.

Que la Gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo los acompañe y los bendiga para que estén en Mi Paz.

Celebremos esta Eucaristía de Resurrección dentro de la Iglesia Celestial.

Hoy, todos los consagrados que están aquí presentes, representando a todas las órdenes religiosas del mundo, así como todos los sacerdotes que hoy están aquí presentes, representando a todos los sacerdotes del mundo, subirán a este escenario para que juntos vivamos la consagración del Cuerpo y de la Sangre de Cristo.

“Padre, Tú sabes que la humanidad siempre se ha equivocado, pero Tú también sabes de todos los que han escuchado Mi Llamado y han respondido a Mi Voluntad. En esta hora crucial del planeta, sírvete de todas las entregas y sacrificios de Tus hijos, de aquellos que nunca bajaron los brazos ni tampoco desistieron de cumplir con Mi Voluntad”.

“Este es el mayor ofrecimiento que Mi Corazón Te hace en este día, para que pueda descender Tu Gracia, Tu Amor y Tu abundancia espiritual, y así todo pueda ser renovado. Amén”.

Hoy estoy con los apóstoles de los últimos tiempos, y así como celebré la Eucaristía con Mis apóstoles después de la Resurrección, hoy vengo a celebrar con ustedes esta Comunión espiritual, para que sus consciencias siempre se puedan renovar.

Por eso vuelvo a tomar el pan y ofreciéndolo a Dios para que sea transubstanciado, lo entrego a ustedes diciéndoles: "Tomen y coman, porque este es Mi Cuerpo, que fue entregado por los hombres para el perdón de los pecados".

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.

Ofrezco al Padre el Cáliz de la redención y de la renovación, para que el vino sea transubstanciado en la preciosa Sangre de Cristo, y les vuelvo a entregar este Cáliz, diciéndoles: "Tomen y beban, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza entre las almas y Dios, Sangre que fue derramada por los hombres para la remisión de los pecados. Hagan esto en Mi memoria".

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.

En unión con la Santísima Trinidad, por todas las Gracias y méritos recibidos, como  triunfo de la dolorosa Pasión de Jesús y por la cura urgente y necesaria de la humanidad, recemos la oración que Cristo nos enseñó, para consumar esta alianza y consagración espiritual e interna.

Padre Nuestro (en español).

Padre Nuestro (en inglés).

Que la Paz y el Amor de Cristo desciendan a la Tierra.

¡Te damos gracias, Señor, por cuanto nos das!

En este encuentro, Te honramos, Señor.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Quédate a los pies de la Cruz del Redentor, para que comprendas en dónde comenzó a ser sellada la Alianza entre tu corazón y el Corazón de Cristo.

Quédate a los pies de la Cruz del Redentor, para que allí recuerdes Su llamado y sepas porqué hoy Él te vuelve a llamar en lo profundo de tu corazón.

Quédate a los pies de la Cruz del Redentor, en donde no hay honra, sino aquella escondida en Su Sangre; en donde no hay gloria, sino aquella que se guarda en el misterio de Su Sacrificio.

Y es así, hijo Mío, que a los pies de la Cruz comenzarás a comprender la Voluntad de Dios para ti. Él te quiere allí, siempre en adoración a Su Corazón, siempre unido a Su Sacrificio e imitando Sus pasos.

Él te quiere allí, en donde tú desapareces y Él resplandece, en donde la gloria del mundo se desvanece y da espacio a la Gloria de Dios; en donde las ansias por la honra se disuelven en la única necesidad de justificar Su Sangre con la renovación del amor en tu propia vida. 

Quédate a los pies de la Cruz del Redentor, y todas tus preguntas serán respondidas. Sabrás que el miedo de la cruz es en verdad el miedo de entregarte con locura, de perder este mundo para ganar el Infinito, de dejar de ser uno para ser Todo.

Quédate a los pies de la Cruz del Redentor, porque ya llegó el tiempo de retomar, con plenitud, lo que Él comenzó en el Calvario.

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo 

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Señor,
haz de mi corazón Tu nueva y eterna Jerusalén.
Entra en mi interior con Tu gloria y majestad.
Conduce Tus pasos al templo de mi corazón,
y allí, derriba toda mentira, vanidad y egoísmo,
toda soberbia, arrogancia y miseria
que me separan de la verdadera esencia
que habita en mí.

Torna sagrado este templo, por Tu Presencia, 
por Tu Verbo y por Tu Corazón. 
Que Tus Palabras encuentren eco en mi interior 
y, por los siglos de los siglos, 
resuenen en mi consciencia 
y se tornen Vida en mi vida.

Amén.

Que este Domingo de Ramos acontezca no solo en la memoria, sino en el corazón, en la consciencia y en la vida de todos los discípulos de Cristo.

Tienen Mi bendición para ser morada eterna y renovada del Señor.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Desde el Nacimiento de su Señor hasta Su Ascensión a los cielos, como era el momento de manifestar Su Obra Redentora y despertar a las almas al amor y a la verdad, el Creador envió al mundo a todas aquellas consciencias que necesitaban aprender con Su Hijo.

Fue así que, año tras año, las almas compartieron con Cristo Su vida en la Tierra 

Algunas experiencias fueron más breves, otras más largas. Algunos lo encontraron solo una vez, otros muchas veces, porque el propio Dios, profundo conocedor de las almas que Él creo, era Quien sabía de la verdadera necesidad de cada ser. 

Fue así que, desde la infancia de Cristo, hubo almas que compartieron Su fragilidad, el despertar y la manifestación de Su pureza infantil, el crecimiento de su humanidad y la expansión de Su Divinidad dentro de aquel cuerpo frágil.

Cada ser aprendió algo de Dios a través de Su Hijo, algo que el Creador, con Sus propias Manos, construyó en las almas por medio de Cristo.

Hubo aquellas almas que necesitaban vivir la gloria de Cristo, la revelación del Reino de Dios en Sus milagros, en Sus Palabras, en Su Presencia. Otras necesitaban despertar un amor profundo, fecundo y eterno, a través de Su Pasión, para llevar al mundo el legado de Su Amor, no solo en aquel tiempo, sino en los siglos que vendrían. Otras almas, a pesar de no haber mirado a Cristo a los Ojos, vivieron Su Presencia espiritual y, en el silencio, pudieron encontrarlo en el propio interior.

Les digo esto, porque este es el momento de volverse hacia adentro y recordar.

Recordar al Niño, pleno de Dios, que despertó la pureza en sus corazones.

Recordar al Joven silencioso y humilde que aprendía con Su padre en una carpintería, mientras le enseñaba sobre la transformación de las almas.

Recordar al Profeta de Nazaret, llamado Nazareno, que caminaba sobre los montes y, con la misma simplicidad, lo hacía sobre las aguas, revelando los misterios de Dios guardados en Su Corazón, así como en el corazón de cada ser.

Ha llegado el momento de recordar la Mirada que los redimió, las Manos que se extendieron delante de ustedes para conducirlos a una nueva vida, a un nuevo hombre, simplemente diciendo: sígueme.

Recordar a Aquel que los llamó para dejar en el mar la barca de los deseos y de las aspiraciones humanas para ir con Él a rescatar almas.

Recordar a Aquel que perdonó sus pecados y, viendo en su interior la verdad, los llamó por su nombre para que nunca más se desviaran de Su Amor. 

Recordar cada gota de Sangre que fue vertida de Su Rostro y a Su Mirada siempre fija en Dios.

Recordar Su Corazón, elevado por encima del sufrimiento, rogando por la humanidad y por cada ser, con el mismo amor.

Recordar el sepulcro vacío.

Recordar Sus Palabras y Su Faz en Sus vestiduras resplandecientes.

Recordar Su Cuerpo elevándose entre el brillo incandescente de las nubes, y, entre la luz, el poder de Su Voz, prometiéndoles traer el Reino de Dios al mundo.

Para ver cumplirse las promesas de Cristo, necesitan recordar y, para recordar, necesitan ingresar en el propio interior y contemplar con amor lo que Él dejó en sus corazones, porque Sus impulsos son eternos.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN REDWOOD, CALIFORNIA, ESTADOS UNIDOS, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijo:

En estos tiempos de asedios y conflictos internos, silénciate y coloca tu consciencia en Dios.

Permanece delante de Su Corazón y clama por Su Misericordia, contemplando Su Cruz, Su sacrificio y Su triunfo por ti.

Contempla todo lo que Cristo vivió hasta llegar a la Cruz: los momentos de reconocimiento, de gloria y de alegría, pero también los asedios, las batallas, las humillaciones.

Siente el Corazón cansado de tu Señor, sin embargo, pleno de fe, pleno de la certeza de que la Voluntad de Su Padre se cumple y se manifiesta a través de la persistencia, de la valentía y de la firmeza.

Contempla el Corazón de tu Señor y pídele un corazón igual al Suyo, dispuesto a sufrir, pero también dispuesto a amar; firme en la compasión, pero también en la justicia; trascendente en la Gracia y desbordante en Misericordia. Un corazón sabio ante los asedios, fortalecido en la fe delante de los vacíos, un corazón puro delante de los misterios y simple delante de lo desconocido.

Pídele a tu Señor un corazón sacerdotal como el Suyo, para reconocer, en el prójimo, la posibilidad de que la Misericordia se exprese.

Ve, en tus hermanos, almas enviadas por Dios para cumplir una misión y sé tú, hijo, un puente hacia el corazón del Padre, una puerta hacia Su infinita Misericordia.

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN CALI, VALLE DEL CAUCA, COLOMBIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En este ciclo, el caos no quiere gobernar a las naciones, el caos desea permanecer en el corazón y en la mente de las personas que simpatizan con el conflicto y el poder; porque a través de las almas que son tomadas por el caos se lleva adelante el plan de Mi adversario y como él sabe que ya le queda poco, intentará despertar y generar la mayor destrucción posible en los pueblos y en las naciones. 

Por esa razón, la verdadera batalla está dentro de cada uno, en la dualidad que en este tiempo deberá transcenderse y vencerse para que  el alma triunfe.

Este ciclo es un tiempo de muchas confrontaciones espirituales y lo que está en juego es la próxima humanidad.

Si la humanidad actual consiguiera vencer la indiferencia, por la fuerza y el poder del amor, la Nueva Tierra ya estaría naciendo en los corazones.

Pero ahora hay que usar la inteligencia que brinda el Espíritu Santo para poder vencer los embates y los desafíos de estos tiempos. Esa inteligencia la construirán con la oración y con todo lo que alimenten a su mundo interior.

Habrá días de gloria, pero también habrá noches de batallas y, en ese momento, Mi Amor estará allí para ayudarlos cuando Me lo permitan.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice, 

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Hermanos:

Vengan a Mi Templo de Luz. Las campanas ya están llamando. La hora de la ofrenda se aproxima. Preparen sus lámparas de aceite, porque el Sacerdote Mayor llegará. Vistan los atuendos de la consagración. Que las hijas del Altísimo cubran sus cabezas con el velo de la consagración.

Es hora de entrar al Templo y que los sacerdotes menores canten los himnos de la consumación final.

Prepárense, las campanas del Gran Templo ya están llamando y su sonido resuena en todos los mundos internos, en todas las almas, en todos los corazones.

El Señor del Universo está descendiendo bajo el poder de la Gloria de Dios. Mientras tanto, que sus corazones sientan el sagrado suspenso del Gran Momento en el que las puertas del Cielo se abrirán para conducir a las almas hacia el Reino del Señor.

Pero en la memoria de los Míos quedará el recuerdo de la Pasión del Señor. Así los creyentes y devotos se postrarán, cabeza al suelo, cuando escuchen en el cielo el estruendo y vean la luz de la llegada del Señor.

Todo se volverá a renovar y todos tendrán la gracia de poder hacer penitencia.

Las campanas están llamando. La Sagrada Semana se aproxima, y son invitados a comulgar de ese importante encuentro.

Despierten.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

 

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, HACIA LA CIUDAD DE SAN PABLO, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cada día que se aproxima a la conmemoración de la Pasión de tu Señor, prepara tu corazón.

Prepáralo con cantos y oraciones, prepáralo con silencio y con consciencia, sabiendo que Cristo traerá, con Su Presencia, un nuevo ciclo a la Tierra.

Deja que tu corazón inspire a otros y también a la propia consciencia de la Tierra, para que todos estén preparados para estar delante del Señor.

Hoy Él viene en Espíritu, mañana vendrá en Gloria y después llegará el tiempo de conocer Su verdadera Faz, pues un día las profecías se cumplirán; un día verán al Señor y a Sus misterios, cara a cara.

Será ante la Presencia de Cristo que comprenderán, verdaderamente, Sus Palabras guardadas en los Evangelios. Él les revelará, con una simple mirada y con el movimiento de Sus Manos, todo lo que estuvo oculto en Su enseñanza. En ese momento los hombres reconocerán sus limitaciones y su ignorancia y se abrirán, en humildad, a la nueva vida.

La Presencia de Cristo hablará por sí misma. Su mirada removerá el mal del interior de los hombres y Su Corazón se multiplicará en los corazones de los que lo hayan esperado con amor.

Preparen sus corazones para vivir lo que les digo y no tengan miedo.

Después de todas las pruebas de la humanidad, las profecías celestiales se cumplirán y todo será como fue dicho.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Sin que ustedes lo esperaran, hoy he venido por expresa Voluntad de Mi Padre, para decirles que estaré regresando para entregarles Mis impulsos espirituales diarios a partir de este día, 20 de marzo de 2019, numéricamente especial para el Universo de Dios.

Toda la Jerarquía Espiritual está atenta a las grandes necesidades espirituales e internas de la humanidad.

Pero en este ciclo, en el que Mi Palabra deberá ser llevada a la práctica, los impulsaré y los guiaré con nuevas y precisas instrucciones para que sus mundos internos y sus almas se sientan guiadas.

Por esa razón, el Padre Me ha pedido que, por los méritos infinitos de Mi Pasión, ofrezca Mi Divina Consciencia a los que seguirán trabajando diariamente en su transformación y redención.

Es así que, a partir de hoy y por un periodo indeterminado, estaré regresando con toda la Gloria de Dios para acompañar a la humanidad en este momento crítico y decisivo que está atravesando.

Y especialmente vendré, a pedido de Mi Madre, por los que merecen y claman por los méritos de Mi Divina Misericordia.

Vendré en este ciclo para seguir revelándoles la Verdad y, sobre todo, para evitar la sustitución de la fe y de la enseñanza cristiana por la idolatría y el fanatismo mundial y religioso.

Durante la próxima Sagrada Semana sembraré las últimas semillas.

¡Les agradezco por guardar Mis impulsos en el corazón!

Los bendice,

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE ENTRE LA CIUDAD DE SANTA MARÍA, RIO GRANDE DO SUL, BRASIL Y EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Agradece a Dios cada ciclo que finaliza y da gloria a Dios por cada nuevo ciclo que comienza. Deja que una síntesis de todo lo que aprendiste en los últimos años se realice en tu interior y, con gratitud, crea las bases para comenzar un nuevo tiempo, un nuevo ciclo de servicio, de aprendizaje, de definición, de Gracia.

Ábrete, hijo, para dar un nuevo paso todos los días, para reconfirmar tu corazón y tu consciencia en este camino y, por encima de todo para que, además de hijo de Dios, seas también Su amigo y compañero, aquel sobre el cual el Creador puede apoyar Su Cruz, aquel en el cual el Creador puede renovar Su Amor.

Aspira a que en este ciclo tu ser esté aún más dispuesto a la transformación y a la verdad, a descubrir y conocer tu esencia original y en ella disolver las ilusiones de la condición humana.

Que este sea un ciclo para profundizar en el desierto de tu corazón, en donde estarás delante de ti mismo para definir tu corazón y en donde estarás delante de Dios para conocer Su Voluntad y aceptarla con amor.

Este será un momento de vacío, de entrega, de soledad, porque tu corazón debe madurar para enfrentar lo que vendrá. Tu consciencia debe estar afirmada en la verdad y en el conocimiento divino, para que así pases la transición de los tiempos con plena certeza de la luz del porvenir de la nueva vida.

Este es el momento de estar delante del Padre y recibir de Sus Manos el pergamino de Su Voluntad para cumplirla. Es momento de crecer espiritualmente y manifestar la fortaleza que hace tantos años el Señor viene construyendo en tu corazón.

Por eso, ve, e profundizando en el desierto de tu interior vive tu ciclo de definición, vive la confirmación de tu entrega, vive el encuentro con el Creador de todas las cosas y prepara tu consciencia para cargar la cruz del fin de los tiempos y ser la punta de lanza que abre el ciclo de la nueva vida, de la nueva humanidad. 

Tienes Mi bendición para esto.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Aun cuando tu cuerpo esté debilitado y el corazón cansado, nunca dejes de elevar tus ojos hacia Dios.

Aunque aparentes no tener fuerzas y tu espíritu parezca estar sin fe, nunca dejes de elevar tus ojos hacia Dios.

Aunque en las naciones los corazones estén perdiendo la esperanza, nunca dejes de elevar tus ojos hacia Dios.

Aunque el caos parezca extenderse sobre el mundo y la manifestación de una Nueva Vida parezca distante, nunca dejes de elevar tus ojos hacia Dios.

Aun cuando dentro y fuera de los seres reinen la angustia y el temor, nunca dejes de elevar tus ojos hacia Dios.

Si al menos un corazón fuera capaz de permanecer en Dios eso, hijo, ya sería suficiente para que, en Su tiempo, el Creador tenga el camino abierto para llegar a la Tierra.

Sustentado en la mirada de Sus hijos, el Señor retornará en gloria para que, con Su Presencia, haga revivir a los corazones, reencendiendo las esencias y devolviendo la alegría a los que perdieron la esperanza.

Que sea suficiente para ti la promesa divina, así como para Dios será suficiente tu simple mirada elevada hacia Su Corazón.

Si tan solo esperaras con fe, todo se cumplirá.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

No temas a la verdad, a la transparencia o a lo que te es desconocido.

No temas estar delante del mundo sin capas, sin máscaras o sin los velos que ocultan tu condición humana.

No temas ver tus miserias con transparencia y tus imperfecciones con claridad.

No temas sentirte peor que los demás cuando, a lo largo de toda la historia humana, los seres buscaron sentirse superiores a sus hermanos.

No temas ingresar en otras Leyes, en otro tiempo, en otro arquetipo de vida. Déjate desnudar delante de la verdad y, con valentía, ve caer las capas de tus orgullos y de tus vanidades. La humildad que nace en el corazón de los que se dejan humillar, con sinceridad, es el mayor tesoro de su evolución.

Experimentar la verdad y la transformación es la verdadera realización humana.

No estás en la Tierra para crear un personaje que se adapte a los gustos y admiraciones humanas, y que sea alabado por todos. Estás en la Tierra, hijo, para seguir el ejemplo de Aquel que fue humillado, coronado de espinas y crucificado y que, así, rompió con todos los arquetipos de honra y de gloria humanas, y mostró a los seres cuál es el verdadero legado que un hombre debe dejar en la Tierra: el Amor sin condiciones.

Deja caer por tierra todos tus orgullos, tus vestiduras de vanidades y de egoísmos. Deja que este ciclo llegue con intensidad y te transforme, quebrando, dentro y fuera de ti, tus más profundas resistencias.

Sin temor, siéntete pequeño, pobre y miserable. Vacía el cáliz de tu corazón y la morada de tu interior porque llegó el momento de que ellos sean ocupados verdaderamente por Dios y no por ti.

No temas sufrir, no temas perder lo que crees haber construido porque finalmente, hijo, dejarás de construir para permitir que Dios construya en ti Su fortaleza.

Esto no será fácil. Superará todos tus límites y romperá todas tus barreras, pero finalmente te revelará el verdadero motivo de tu existencia. Y más que saber que el Amor Crístico existe, podrás vivirlo.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SAN PABLO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Compañeros:

Con el poder y la fuerza de Mi Luz Celestial, cada vez que Me presento ante el mundo exorcizo y libero a la humanidad de una gran presión planetaria, a fin de que el plano psíquico sea aliviado de las corrientes del conflicto y de la perturbación.

Por esa razón, en la Hora de la Misericordia, su Maestro y Señor concede oportunidades únicas para la redención y la conversión de los corazones.

En la Hora de la Misericordia se abren los grandes espacios de la Conciencia de Dios para que las almas sean sumergidas en el océano del Amor y así se puedan curar espiritualmente.

Que en la Hora de la Misericordia sea recordada la Pasión de su Maestro, a fin de que todos los méritos de Su Muerte, de Su Resurrección y de Su Gloria sean depositados como bálsamo de reparación y de alivio interior en la humanidad, para que las almas encuentren el camino para vivir su salvación.

Que en la Hora de la Misericordia sea vivificada la presencia del Hijo de Dios para que, por los méritos de Su Pasión, la redención interior se irradie al mundo.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL BALNEARIO EL CÓNDOR, RÍO NEGRO, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Antes del segundo retorno de su Maestro y Señor, desenmascararé a Mis falsos amigos y todos verán quiénes son.

No dejaré que existan más engaños e ilusiones, así como existieron en los últimos tiempos.

Elevaré el Cetro del Poder del Amor de Dios y, con un solo decreto, Yo limpiaré cada consciencia y cada espacio para que descienda al mundo la Gloria de Dios.

Antes del segundo retorno de su Maestro y Señor, separaré la paja del trigo y con los que fueron fieles a Mí haré la nueva harina, como el símbolo de la redención del planeta.

Antes del segundo retorno de su Maestro y Señor al mundo, libraré a las almas de su cautiverio y le daré a conocer a los hombres la inmensidad del Amor que los ha traído hasta aquí.

Cuando Yo retorne por segunda vez, veré los ojos de Mis discípulos llenos de alegría, porque su Pastor estará retornando.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE BUENOS AIRES, ARGENTINA, HACIA EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Cánticos de Figueira - “Aleluya”

En este cántico la invocación interna se centra en la receptividad de la consciencia delante de la enseñanza y el conocimiento dados por su Maestro, es decir, el Instructor; y en la apertura para escuchar la Verdad, a fin de aprender a seguir la Ley y a cumplirla.

Ese amor por la Ley permitirá que el alma despierte aún más hacia el servicio, porque la llevará a buscar el bien en todo lugar y la impulsará hacia la ardiente aspiración de alcanzar, por medio de la devoción, la unión con la vida universal.

El cántico también revela que el discípulo no tiene incertidumbres al respecto de la gran Jerarquía. Eso es porque la fe del discípulo está concentrada en aprender a vivir y a amar la Ley de la Jerarquía.

Esto trae seguridad interior en los pasos que se deberán dar para concretar, algún día, la experiencia de la misión a realizar en este mundo.

Para llevar adelante esa experiencia, que cambiará la vida del discípulo, el cántico indica el camino, diciendo que los hábitos deberán cambiar para que esa experiencia de vivir la misión sobre la Tierra sea verdadera y no tenga oscilaciones.

Toda esa entrega que se realizará será en el nombre del Señor y por Su Gloria. Esto llevará al discípulo a desprenderse de las riquezas a través de la vivencia de la Ley.

Para que esa experiencia total se refleje en la vida del discípulo, él debe medir sus fuerzas durante su purificación y no desafiar al mal.

Así, en esa resignación y entrega, él surgirá como electo, entre tantos, para reflejar solamente gratitud delante de los Mensajeros que llenan el Cielo de señales determinantes para el espíritu y profundas para la transformación del alma.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

En lo profundo de tu cuerpo, en el centro de tus átomos, yace una luz oculta y silenciosa. Es el Espíritu de la Vida, es el Soplo de Dios, que habita en ti y que es la verdadera composición de tu ser. 

Eres parte viva del Espíritu de Dios. Así, el Padre, omnipresente, habita en la esencia de tu ser. Así, Su Espíritu que todo lo abarca, habita en todo lo que es vida. 

Permite a tu consciencia penetrar los misterios acerca de sí misma y descubrir a través del amor, de la sabiduría y de la humildad, la materia pura y plena de la Gloria de Dios, que se esconde en tu ser. 

La glorificación del cuerpo es el despertar de la Verdad en lo más íntimo de la composición de la materia humana. La Gloria de Dios está en Sus hijos desde el principio de la Creación, pero así como Su Presencia se mantiene silenciosa en la esencia de los seres, Su Gloria y Su Espíritu también se silencian en lo más  íntimo de la materia humana. 

Cuando el ser alcanza la plena unidad con el Padre y le da espacio y permiso para que Él se manifieste en su cuerpo, la Gloria de Dios comienza a despertar en sus átomos físicos y materiales. 

Todos los seres, así como toda la vida, son partes de Dios, desmembrados de la Creación y manifestados en criaturas aparentemente individuales. 

Hoy te revelo un misterio: todo es parte de Dios. Todo es proyección y partícula divina. Pero el Creador se expresa en los que despiertan. Su Espíritu habla y vive a través de los humildes que reconocen su ignorancia y no limitan la Grandeza de Dios que aún es tan desconocida e incomprensible para la mente humana. 

Medita en la vida que está en ti, en la vida que eres, parte de Dios, parte de Su Espíritu y de a poco deja que se manifieste Su Gloria en tu ser para que comprendas que resucitar no es morir en el cuerpo y volver a la vida; resucitar es morir a la ignorancia y a la ilusión y descubrir la Verdad dentro de sí.

Hubo aquellos que murieron en el cuerpo y no encontraron la glorificación en Dios y hubo unos pocos, desconocidos por los hombres, que murieron a su ignorancia y dejaron que Dios les mostrara Su Verdad, viviendo, sin comprender, la gloria y la magnitud del Espíritu del Creador. 

Este es el tiempo de que surja no solo un ser glorificado, sino una raza glorificada que, muriendo a la ilusión de un falso tiempo y de una falsa vida, resucite a la Verdad destituyendo la vida retrógrada de la superficie de la Tierra y abriendo el camino para que el Reino de Dios habite aquí. 

Vive en Cristo para que Él te conduzca hacia Su Gloria y te glorifique en Él, despertando, en todo lo que eres, la presencia viva del Espíritu Santo de Dios.

Tienes Mi bendición para esto.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Pacifica tu corazón, porque hoy es un día de gloria y no de dolores, es un día de triunfos y de la multiplicación del Amor de Dios.

Hoy el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo reciben los frutos de una existencia de donación, de entrega, de amor incondicional.

Hoy una parte del Corazón de Dios se renueva y se supera, porque un hijo Suyo le permitió renovarse a través de su constante humildad, renuncia y amor.

Hoy, hijo, contempla en el Universo un cielo más brillante, porque una luz retornó a su origen, desde donde seguirá impulsando el Proyecto humano, porque su entrega es eterna.

Aquel que, habiendo cumplido su misión, ofreció un poco más por amor a sus amigos y compañeros, también por ellos entregó la vida, porque llegó el momento de que ustedes caminen solos, apoyados sobre sus propios pies y sustentando a otros.

Hoy el Universo se regocija, porque aquel que había renunciado a su evolución, para multiplicar el Amor de Dios en la Tierra, retornó portando en los cristales del centro de su pecho el legado de su experiencia en este planeta tan amado. No trajo consigo solo un aprendizaje, sino también un presente celestial para Dios, porque aprendió, en todos los niveles de su consciencia, a amar al Padre por encima de todas las cosas y a obedecerlo más allá de su voluntad propia, renunciando, incluso, a permanecer en el mundo cuando sus discípulos y compañeros estaban prontos para un nuevo paso.

Para ti, hijo, llegó un nuevo ciclo y un nuevo tiempo; un tiempo para hacer madurar las gracias que portas en tu interior, porque un legado único fue entregado para la humanidad a lo largo de mucho tiempo, y tú eres parte viva de ese legado de amor.

Por eso, hoy, eleva tus ojos hacia lo Alto y, en lugar de penas, ofrécele a Dios tu gratitud. Coloca a los Pies del Creador tu oferta y reconfírmate en la adhesión a Su Plan, porque ahora es cuando él comienza.

Después de haberlo recibido todo y de que enseñanzas sublimes hayan sido depositadas en tu interior, ve y torna vida aquello que habita en ti. El mundo así lo necesita.

Tienes Mi bendición para eso.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Segunda Serie de Poemas
Tercer poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús

Lo afirmo, Señor:
sé que Tú lo puedes todo en mí,
aunque a veces pueda hacerme caer
la indiferencia o la arrogancia.

Sé que Tú, Señor, lo puedes todo,
 y algún día romperás
con Tus propias Manos
esta dura piedra de la condición humana,
y en ese día Tu Gloria, Señor,
me liberará de todo mal.

Mientras tanto, Señor,
Tú que conoces nuestras
más profundas miserias y errores,
te pido, Amado mío,
hazme partícipe de Tu Gracia eterna
a fin de que yo pueda renacer
por la intercesión de Tu Sagrado Corazón.

No dejes de mostrarme la verdad, Jesús.
Por más que me duela, no será semejante
al dolor de los clavos que Tú soportaste
en Tus purísimas Manos.

Hazme pequeño
entre los más pequeños,
hazme invisible, Señor,
para que mi arrogancia
y mi soberbia desaparezcan.

Escóndeme, Señor,
dentro de Tus luminosas Llagas
y redime, por dentro y por fuera,
todo este imperfecto ser.

Porque sé, Jesús mío,
que algún día triunfarás
y me colocarás con toda autoridad
donde más me necesites.

Ha llegado la hora, Señor,
de que ya no sea más yo el que viva,
desee, aspire o espere,
sino, querido Jesús,
ha llegado el momento
de que Tú seas en mí.

Déjame, Señor,
morir por dentro,
así como Tu humilde Madre
murió Contigo en cada momento
a los pies de la Cruz.

Revélame, Señor,
el valor incalculable de Tu Amor
para que, despojado de todo,
siempre te diga “sí”.

Amén.

¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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