MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Que la paz en los corazones de los que siguen a Dios sea la señal visible de Su Sagrada Presencia en el mundo.

Que la fraternidad y el amor entre hermanos, unidos por un mismo propósito evolutivo, sean el motivo de inspiración y de entrega para los que no saben en qué dirección caminar.

Que la unidad con Dios, alcanzada por medio de la oración y plasmada en todos los instantes de la vida, sea la luz que ilumine los ojos de los que caminan en la oscuridad.

Que la comunión con los Reinos de la Naturaleza, el cuidado y el amor para con esos hermanos menores sean el ejemplo para los corazones humanos que perdieron la esperanza de encontrar un mundo nuevo. 

Que el amor al Plan de Dios sea mayor y más fuerte en el corazón de Sus compañeros que los propios planes y las tendencias humanas.

Que la aspiración a la constante transformación en Cristo impulse a los seres para que cada día no sean más los mismos y para que se aproximen a Dios, por medio del propio mundo interior y también por su conducta en la vida material.

Que la Nueva Humanidad no sea solo una profecía para los corazones que siguen a Dios: que sea una meta para ser alcanzada en vida, con el esfuerzo, la oración, el amor y la persistencia en la Verdad.

Queridos compañeros de Mi Casto Corazón, si creen en Mis palabras y tienen fe en la presencia de los Sagrados Corazones, jamás pierdan la oportunidad de ser otros y de caminar hacia el cumplimiento del Propósito Divino.

Les pido que, más que anunciar Nuestra presencia con palabras, la anuncien con la propia transformación. Los seres de este mundo necesitan de ejemplos para seguir, aunque ustedes
permanezcan en silencio.

Si quieren que el Plan de Dios se establezca en el mundo, nunca adoctrinen sobre algo que no viven. Antes de llevar la Buena Nueva de los Sagrados Corazones, al menos intenten, todos los días, vivir

Nuestras palabras. Yo les aseguro que, si así lo hicieren, su ejemplo de fraternidad, de caridad, de perdón y de reconciliación, llegará más lejos de lo que llegaría si estuviesen difundiendo durante años una palabra que no encontró vida en ustedes.

Yo los amo y los impulso a la vivencia de la Voluntad de Dios.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Para que sean los que abren las puertas del mundo a la existencia de una Nueva Humanidad por medio de la difusión de los principios divinos expresados en las Palabras de los Mensajeros de Dios, primero deberán ser difusores de la transformación, por medio de la conversión de las viejas costumbres humanas en principios celestiales y universales.

¿Cómo hacerlo?

Siendo aquello que aspiran a encontrar en el prójimo, porque la verdadera aspiración de la manifestación de una Nueva Humanidad ya existe en el corazón de todos los que en estos tiempos están despiertos, despiertos para cumplir la Voluntad de Dios.

Es de esa forma como podrán buscar en su interior las aspiraciones más puras sobre cómo debería ser el mundo y cómo deberían ser los seres, y transformar esa aspiración en vida, por medio de la vivencia de todo eso.

No se apeguen a lo que fueron ni a lo que son. Permítanse desconocerse, y por más que a veces sientan que no son ustedes los que actúan, piensan y sienten, que lo que son no es algo verdadero, no importa. Al principio parecerá difícil. Encontrarán muchos personajes y perderán otros; pero en la búsqueda permanente de la transformación, el alma se encargará de conducirlos a lo que en verdad son y que, a veces, está tan distante de aquello que la mente pueda imaginar.

Mi Corazón viene hasta aquí para ayudarlos, para guiarlos en este camino, que es largo, aunque simple, y podrá ser más largo o menos, dependiendo del coraje y de la determinación de cada uno.

Quiero que sepan que todo lo que hagan, no importa lo que sea, debe hacerse en pro de la humanidad. Ni siquiera las transformaciones personales deben ser buscadas solo para sí mismos, porque correrán el riesgo de pensar que se pierden de sí, cuando en verdad estarán perdiéndose de Dios, en la ilusión de que están atentos a su propio proceso evolutivo.

Sepan, compañeros, que la esencia de la humanidad está en poder ser fraterna y simple en todo y, así, encontrar el verdadero amor. Por eso, nunca caminen para sí mismos, nunca tengan proyectos propios, nunca tengan una aspiración personal que no sea la de no aspirar a nada, para que se haga como Dios deseó para todas Sus criaturas. 

Yo los amo y los bendigo en la misión que el Señor les encomendó.

Confíen en el Poder de Dios en sus vidas, porque Él triunfará delante de todas las imposibilidades de los seres humanos, siempre y cuando se permitan amar y transformarse por Él.

Paz y compasión a todos los que aspiran a llegar a la meta.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Queridos compañeros de Mi Casto Corazón:

No cabe más repetir que son tiempos de emergencia en el mundo.

Nuestras Palabras necesitan llegar a todo el planeta. No podrá haber una sola alma que no conozca la Presencia de los Mensajeros de Dios en este lugar (1). Por eso, hoy les pido que difundan Nuestro llamado sin medo, sin tener vergüenza de proclamar la propia fe, sin temor a no ser aceptados o reconocidos por aquellos a quienes respetan y aman.

Solo coloquen en sus consciencias que todos necesitan despertar, que no habrá más tiempo para las ilusiones de la vida, porque la oración será la única salida para la situación planetaria.

No piensen en lo que sentirán los seres, no se preocupen con lo que manifestarán las mentes de las personas en el mundo; solo vislumbren la necesidad de las almas de reconciliarse con Dios, de orar y de unirse al Plan del Creador.

No importa la respuesta inmediata de las consciencias al entrar en contacto con Nuestras Palabras. Lo que verdaderamente importa es que la semilla de Luz estará plantada dentro de los seres y cuando les  llegue el momento de la real necesidad, tendrán a qué recurrir: recordarán aquellos valles del Brasil (1) y también aquel refugio de paz entre los naranjales (2), recordarán las montañas que guardan al Espíritu Santo de Dios (3) y también aquellas que amparan el futuro de la humanidad con códigos del Niño Jesús (4) para que sean depositados en los pequeños de este mundo.

Anuncien a sus familias que sus vidas no son más las mismas. Anúncienlo a sus conocidos, anúncienlo a los desconocidos que necesitan paz. Anúncienlo a los ricos, anúncienlo a los pobres. Anúncienlo a los sanos y a los enfermos, a los jóvenes y a los ancianos. 

Que el futuro del planeta encuentre la esencia de la paz en los corazones de los más jóvenes y que, aquellos que partan de este mundo, los más ancianos, puedan llevar el descubrimiento del amor a donde vayan después de esta vida.

Les hago este pedido porque las almas no pueden perder la oportunidad de vivenciar el amor, ya que para eso vinieron al mundo.

Que se cierren las puertas de los infiernos ante la respuesta orante de todos los corazones que despiertan a tiempo.

Que la Perfección de Dios, existente en el interior de todas las criaturas, no sea sustituida por las innumerables miserias capitales que el enemigo sembró en la consciencia humana.

Hoy, Yo los llamo a ser verdaderos apóstoles de Cristo, sin temor ni vergüenza, aunque parezcan locos, que la locura santa sea expresada en sus corazones.

Que sus acciones de amor y de fraternidad sean el testimonio de Nuestra Presencia en el mundo. Que su capacidad de perdonar y de reconciliarse con el prójimo sea la prueba para los ojos humanos de que Dios está entre los hombres, por medio de Sus Mensajeros.

Por eso, hoy y todos los días de sus vidas, vayan, sirvan, reconcíliense con el prójimo, pidan perdón, sirvan a los que los odian, amen a los que los persiguen, oren como la prioridad de sus vidas, como si la oración fuera el agua sin la cual no pueden vivir.

Difundan, anuncien al mundo el Mensaje de Dios, de paz y transformación, el llamado al despertar y a la redención, por medio de Sus Mensajeros. Algo repercutirá en la consciencia humana, siempre y cuando sean verdaderos en todo lo que hagan.

Antes de proclamar con sus bocas, vivan con los sentidos, con las intenciones y con el corazón todo lo que aspiran a que los seres conozcan. Sean portadores de la paz y de la esperanza para este mundo que se pierde en la ilusión.

No dejemos que se apague una parte del Corazón de Dios.

Yo los amo y los bendigo siempre, para que esta bendición ser torne vida en todos los espacios de la consciencia humana.

San José Castísimo

 

 2. Se refiere al Centro Mariano de Aurora, Paysandú, Uruguay.

 3. Se refiere al Centro Mariano del Espíritu Santo, Córdoba, Argentina.

 4. Se refiere al Centro Mariano del Niño Rey, Teresópolis, Rio de Janeiro, Brasil.

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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