APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE EL SAGRADO LLAMADO, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Sientan en Mi Corazón la Presencia de Dios.

Sientan en sus corazones Mi aproximación en este momento culminante del planeta.

He venido como el Mensajero del Cielo, también como el Señor de Oriente, para anunciarles Mi Presencia en ese lugar y en este tiempo final, en donde muchas cosas suceden sin que la mayoría de la humanidad perciba lo que en verdad está ocurriendo.

Por eso hoy vengo desde ese lugar con una faz nueva. Hoy Me nombro ante ustedes como el Señor de Oriente, para que el conocimiento y la sabiduría se unan entre ambos hemisferios del planeta.

Vengo así a dar comienzo a un nuevo ciclo, trayendo la síntesis del Conocimiento Sagrado de todo lo que ha vivido el planeta en su sabiduría y también en la Fuente de la Instrucción.

De esa forma compañeros, como el Señor de Oriente, vengo a proporcionar para las almas el conocimiento de otrora, aquello que conocieron los grandes sabios en la antigua Asia.

Vengo a cumplir con un pedido de Mi Padre y vengo a dar continuidad, compañeros, a lo que su Señor no pudo concluir cuando fue instruido en Su juventud, en la antigua Asia, en donde en verdad existían los mayores tesoros del Cielo, a través del conocimiento y de la instrucción.

Vengo aquí a establecer un puente de Luz, para que muchas almas dormidas al verdadero conocimiento sagrado, puedan despertar.

Ha llegado la hora de que Occidente recupere los valores que perdió a través de sus diferentes razas y civilizaciones del pasado. Es por eso que su Señor de Oriente trae en Su manifestación de Luz la síntesis de todas las culturas de los antiguos pueblos asiáticos, que hicieron en el principio, un planeta equilibrado y armonioso, que generaba una fuente de sabiduría y de instrucción.

Tuve que pasar por allí cuando fui Jesús, además de ir a Persia.

En Asia reviví muchas cosas que Mi Padre Me pidió reencontrar, un tiempo anterior a Mi vida pública, tiempo anterior al bautismo en el río Jordán.

Así comprenderán compañeros Míos, cómo aún los valores de la espiritualidad existen en el planeta. Por eso, sagrados recintos del Padre, extendidos en el Himalaya, como en el Tíbet y más lejos, en Asia, guardan esos principios gestados por la humanidad desde los comienzos de la Tierra.

Dios quería de este planeta una fuente de sabiduría; que muchas más criaturas se pudieran iluminar como Él se iluminó. Por eso vino al mundo Buda, para demostrarle y a todo el lejano Oriente, la Fuente divina de la compasión, que fue la primera base de la instrucción crística para la humanidad.

Esta Fuente de compasión generada por Buda para disolver el sufrimiento, el dolor y la muerte corporal, crearon las bases para la llegada del Mesías.

Vean así, compañeros del mundo entero, como la espiritualidad es una sola en todo el Universo y más allá de él, basada en la Fuente del Amor, de la Sabiduría y de la Verdad; porque es lo que Mi Padre siempre quiso desde el principio, cuando Él creó a Adán y a Eva.

Por eso hoy les presento Mi faz del Señor de Oriente, como la primera iniciación para esta gran misión que deberá suceder allí el próximo año.

Desde ahora los invito a acompañarme en esta sagrada tarea, porque muchos valores de la espiritualidad humana se están perdiendo también en Asia por causa del sufrimiento, de los errores, de las guerras y de las dificultades que viven las naciones de Asia.

Así como Mi Padre, a través de Buda, le aproximó a todo el pueblo asiático la Fuente de la Divina Compasión, hoy Me digno aproximarles en este ciclo, a Mis hijos de Asia, la Fuente de Mi Divina Misericordia.

De esa forma, compañeros, hermanos tan lejanos del planeta podrán, así como ustedes, ser merecedores de los tesoros que hoy les traigo, que son los más íntimos de Mi Corazón, que espero desde hace más de dos mil años atrás derramar sobre Asia y poder reencontrar en ese pueblo, los mismos valores que una vez encontré, cuando su Maestro y Señor visitó esa región del planeta.

Vengo así a revelar y confirmar lo que fue escrito en algunos libros sagrados, en donde se cuenta la historia del pasaje de su Maestro y Señor por Oriente. Si su Maestro y Señor no hubiera viajado hasta allí, no podría haber comprendido, en su fase de sacrificio, todo lo que ese pueblo de Asia necesitaría para el futuro, después de Mi ascensión.

Vengo así a cumplir los Designios de Mi Padre y a elevar sus consciencias más allá de la vida tridimensional. Y aunque Me presente a ustedes en tres dimensiones, Mi verdadera intención y propósito es que alcancen también la iluminación de sus seres a través de la oración, del servicio, de la humildad, del amor, de la compasión y de la unidad.

Vengo así a mostrarles que son capaces de transformarse mucho más y de tornarse verdaderos servidores del Plan, para poder acompañar esta Obra, que culminará siendo conocida en todo el planeta, por toda la humanidad.

Les daré el don del corazón impregnado por el don del amor, lo que les permitirá, compañeros, que puedan comprender todas las lenguas, todas las culturas y todas las naciones, según su naturaleza y origen.

Vengo así a extender lo que les di a los doce apóstoles, cuando ellos comenzaron a seguirme en esta Obra de predicar la Sagrada Palabra de Dios y de proclamar Su Divino Reino.

Su Señor de Oriente desea que ya lo tengan presente en sus corazones, porque esa sagrada faz les permitirá comprender y sobre todo adherirse a los próximos designios que la Jerarquía Espiritual presentará para ustedes, en este nuevo ciclo.

Eso es todo lo que hoy les quería revelar. Aún tengo más para decir, pero las almas precisan de un tiempo para poder corresponder verdaderamente a todo lo que se está construyendo espiritualmente en el planeta, a partir de la Iglesia Espiritual de su Señor, que viene en auxilio de las almas y de las regiones del planeta, en donde se necesita la Misericordia y la Redención.

Hoy su Señor de Oriente celebrará una Comunión mundial integrada por todas las culturas, lenguas y naciones, que creen en su interior en la existencia del amor, presente en todo lo divino.

Traigan aquí un lavatorio.

Mientras Mis hijos traen los elementos, intenten sentir y comprender a su Señor de Oriente en Su faz de sabiduría.

En esta oferta vean también cómo lo sagrado surgió en el principio, a través del continente asiático y cómo los sagrados misterios de la espiritualidad del planeta y de la esencia del Amor crístico, también estuvieron presentes en esas culturas, en el ejemplo fiel de los Reyes Magos.

El agua de Asia debe ser reconsagrada a través de sus océanos y mares, para que su verdadera esencia y naturaleza no se pierda.

Que así sea.

Nos preparamos entonces ahora para la consagración. Los que puedan, se arrodillen. Vamos a elevar la cesta para la ofrenda.

Señor convierte estos elementos en el Cuerpo y en la Sangre de Tu Amadísimo Hijo, con el fin de que hoy, Oriente pueda vivir nuevamente, su más sagrado despertar y esto se irradie a todo el planeta, en unión a Tu Creación, a los continentes, a los océanos y a los Reinos de la Naturaleza.

Que así sea.

Padre Nuestro en arameo...

Su Señor de Oriente hoy bendice estos elementos así como sus corazones, para que se rehabiliten y alcancen la redención, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Vamos a invitar a todos nuestros hermanos a que se unan a nosotros en estos momentos, ofreciendo sus oraciones y corazones como acto de reparación al Sagrado Corazón de Jesús.

Desde aquí hoy nos despedimos, y unidos internamente como un solo corazón, celebremos esta unión con Cristo, y demos gracias a Dios.

¡Gracias Señor por cuanto nos das!

En este encuentro, Te honramos, Señor. Amén.

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO DURANTE LA SAGRADA SEMANA, DÍA 5, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Por los martirios soportados,
por los dolores transmutados,
por la victoriosa Misericordia alcanzada,
Cristo Redentor, libéranos de las amarras.
Amén.

Cierren sus ojos y sientan el amor de Mi Glorificado Corazón por las almas del mundo y, especialmente, por todas las almas perdidas.

Hoy les muestro en Mi Pecho, abriendo Mis Brazos y extendiendo Mis Manos, Mi Corazón Eucarístico y, debajo de Él, el Santo Cáliz del Señor, elementos sagrados, que a través del Pastor, junto a Sus ovejas, viene a renovar el misterio de la Cena Pascual.

Hoy, ante un mundo en tinieblas, en guerras y en destrucción, su amado Rey viene a renovar la Cena Pascual, para que sus corazones y almas, a través de este Sacramento, solo sientan el amor; amor que penetra en lo más profundo de la consciencia, llegando hasta las células y hasta los átomos de quien lo permite. Este es el verdadero misterio de la Santa Eucaristía, convertida en el Cuerpo y en la Sangre de su Señor.

Les pido que cierren sus ojos, para sentir las palabras del Amor de Dios, que vienen a sanar las heridas; que vienen a liberar las amarras; que vienen a renovarlos una vez más, porque el mundo lo necesita.

Hoy los invito compañeros, sacerdotes, madres y amigos, a compartir esta Cena Pascual Conmigo, con el fin de ejercer y de poder generar la reconciliación de todas las almas con Dios, con Su Divina Fuente de Gracias.

Hoy no estoy aquí con los doce apóstoles, como lo estuve en el pasado. Hoy vengo a cumplir Mi Promesa y vengo aquí, a este recinto sagrado, para estar entre las multitudes, para que todos sean partícipes de la renovación de esta Cena Pascual, concedida por obra y gracia del Espíritu Santo. Es este Santo Espíritu de Dios ha hecho aproximar a su Maestro y Señor, para que Él pudiera contemplar su fe y no sus pecados; para que Él pudiera reencender la llama de amor en todos los corazones que así lo acepten.

Este Corazón Eucarístico, que aquí hoy resplandece, viene a irradiar la paz para el mundo. Este es el mayor símbolo de unidad entre los hombres y Dios, entre el Cielo y la Tierra, entre los ángeles y las almas. Felices serán por siempre los que vienen aquí, a celebrar Conmigo la renovación de esta Cena Pascual.

Esta Comunión que hoy ofreceré para ustedes, brotará de lo más íntimo de Mi Espíritu. Por eso, compañeros, no pierdan la oportunidad y la Gracia de poder beber de este misterio de Amor que brota de Mi Corazón Eucarístico, hoy expuesto desde el Universo Celestial para todo el planeta, para todas las razas y para todos los pueblos del mundo.

Hoy llamo, en los planos internos, a todas las tribus de Israel, de Oriente a Occidente, desde el Norte hasta el Sur. Los llamo a todos, a todas las ovejas, para que vengan a participar de esta Cena, de esta Comunión espiritual con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén.

Muchas de las cosas que se cuentan sobre la última Cena son ciertas, pero muy pocos saben lo que verdaderamente sucedió en aquel tiempo, cuando Yo reuní a Mis apóstoles para que pudieran adorar a Mi Corazón Eucarístico, en la presencia del Padre, de la primera Persona de la Santísima Trinidad.

Es eso mismo que hoy les traigo hasta aquí y expongo ante sus ojos internos, porque son sus corazones los que deben beber de la Fuente de este misterio. No hay pecado, no hay dolor ni tampoco angustia que pueda prevalecer mientras estoy presente aquí, renovando esta Cena Pascual en cada uno de sus corazones y especialmente en sus almas, las que hoy vengo a curar de muchas enfermedades internas.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Nuestro Señor se está arrodillando.

 

Preguntarán ¿por qué hago esto? ¿Acaso Dios no es más fuerte que todos los hombres? Santa sea Su Humildad y Misericordia que viene a entregar a Su pequeño Hijo, para que las almas se puedan salvar, antes que la puerta de la Misericordia se cierre en el mundo.

Ustedes, hoy, en esta Cena Pascual junto a Mí, serán testigos de este legado espiritual que hoy entrego a sus espíritus; el cual se revelará como un sentimiento, como una verdad, como un talento y un don en el fin de estos tiempos.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Ahora Nuestro Señor está elevando Sus Ojos a lo Alto. Extendiendo Sus Brazos y Sus Manos hacia lo Alto, aún expone, con más fuerza y poder, Su Corazón Eucarístico. Está invocando a los Universos Celestiales. 

 

"Adonai, no mires la injusticia de la humanidad; no mires los errores, las indiferencias y los ultrajes, los sacrilegios y el orgullo de los hombres.

Adonai, abre la puerta de Tu Corazón para que todas las almas ingresen en Tu Fuente de Amor.

Hoy Me ofrezco, Padre Mío, por la dolorosa pasión vivida, por el sacrificio de la Cruz, por cada uno de los presentes que representan a muchas almas más en el mundo.

Adonai, que cada una de ellas pueda ser testigo del Amor que Yo les entrego; Amor que proviene de Tu Corazón Santo, de Tu Gloria y del poder de Tu Gracia.

Hoy ofrezco, Padre Mío, la sublime compasión de Mi Corazón, aquella que estuvo viva y pulsante en los momentos de Mi mayor agonía.

Vengo a renovar en toda iglesia de la Tierra y en todos los cristianos del mundo, ésta, Tu Sagrada Cena Pascual. Que los ángeles desciendan de Tu Gloria para ofrecer el Sacramento de la Reconciliación y la confirmación de las almas, al Plan de Redención".
 

Dios habla con los más simples de corazón. Imiten Mi Corazón simple y siempre serán portadores de la paz.

Renovemos ahora el Sacramento del altar, para que las almas beban de la Fuente y ninguna se quede atrás. Que todos tengan la oportunidad de cristificarse en algún momento de sus vidas.

Quiero que nazcan los Nuevos Cristos, siervos predilectos de Mi Corazón. Quiero que despierten los dones y que los talentos se muestren para honrar y glorificar al Creador. Si esto sucede así, gran parte de la humanidad se salvará y muchos no deberán sufrir el caos de estos tiempos.

Con esta renovación de la Cena Pascual, compañeros, su Maestro y Señor, Siervo del Altísimo, viene a renovar la última Cena para hacerles recordar el misterio que viví en aquellos tiempos y con el fin primordial de apartar las fuerzas del caos de este planeta, con la sagrada intercesión de San Miguel Arcángel.

Estén atentos a esta ceremonia, porque Cielo y Tierra pasarán; Mis Palabras quedarán en los corazones humildes, en aquellos que acepten ser lavados por el Agua de Vida.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Las Madres pueden aproximarse, por favor.

Los que sientan pueden sentarse.

Nos estamos preparando en este momento, para comulgar con Universo Celestial y poder revivir la última Cena de Nuestro Señor.

 

Yo traeré aquí, compañeros, lo que viví con Mis apóstoles en el pasado para que puedan revivir los códigos de Mi Pasión, profundamente permeados por la esencia del Amor y de la Divina Compasión.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Colocamos las palmas de nuestras manos hacia arriba, en señal de recepción, mientras Nuestro Señor prepara esta Cena.

Que el Señor santifique estos elementos, a través de las manos de todos Sus ángeles, para que la materia se transforme en un divino instrumento de Dios. Que así sea.

 

El agua, que es nuevamente bendecida, recibe más fuerza y poder para transubstanciar todas las partículas de la vida material.

En aquel tiempo, su Señor pidió a Sus apóstoles que colocaran en la mesa varias jarras de agua, para que después de haber lavado sus pies, antes de sentarse a la mesa para comulgar del Cordero Pascual, sus manos estuvieran purificadas, así como sus almas.

Mientras las almas Me sirven, para que Mi Gracia sea posible en todos, entren en oración interior para poder sentir aún más al Maestro, en esta Sagrada Cena.

En cuanto su Maestro y Señor estaba con los apóstoles, y con muchos más reunidos en el plano del espíritu, para celebrar este misterio pascual, en donde la Misericordia vencería a la muerte y todos los pecados del mundo, las santas mujeres, siervas predilectas de María Santísima, también estaban en comunión, en adoración y en oración, esperando por la Pasión de su Esposo Celestial para así poder acompañarlo en esta tarea de emanación del Amor Universal hacia todo el planeta, por medio del sacrificio de su Señor.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Las Madres podrían hacer una fila y aproximarse.

 

Que esta luz sea testigo de Mi retorno al mundo. Que el amor nunca se apague. Que la confianza sea eterna, para que los corazones escuchen a su Señor y encuentren en todo el Amor que siempre vence, sin dejar de contemplar las necesidades de las almas; porque los corazones son frágiles y necesitan de refugio para que puedan vivir su cura, en este tiempo de redención.

Es necesario construir una nueva Tierra, llena de corazones puros que puedan vivificar a su Señor, y así alabarlo por siempre, porque en todo está el Amor que busca encenderse en las almas cuando los corazones abren las puertas para poder reconocer la paz.

Todos deben curarse para liberar sus miedos y formas, y encontrar consuelo cuando se lo piden a su Señor, porque Él es más que una llama; Él es un Sol, que todo alumbra.

Después que las santas mujeres encendieron sus velas para vigilar en oración los misterios de la Pasión de su Señor, ellas estaban atentas a todo lo que les decía Mi Madre María.

Por otra parte, en el sagrado Cenáculo, su Señor y Rey, sintiendo aproximarse Su Pasión, con un semblante de paz y una mirada de Misericordia por el mundo, comenzó a lavar las manos de Sus compañeros para que fueran dignos de este misterio pascual.

Yo lavaba para purificar y hacer renacer a los corazones.

Lavaba para cicatrizar y también para renovar la esperanza de todos los que creían en Mí.

Lavaba para pacificar y disolver los miedos de todas las consciencias.

Lavaba para santificar a todas las almas a través del Amor que Dios hacía emanar de Mi Corazón.

Lavaba para hacer más humildes a los humildes, porque son portadores del Reino Celestial.

Lavaba para que ellos alabaran a Dios a través de Su Hijo, viviendo con Él los misterios de Su Pasión.

Lavaba para que aprendieran a instruir, difundiendo la buena nueva en todos los que precisarían reconstruir sus caminos de luz.

Lavaba para revivir, en cada corazón, el Amor del Padre.

Lavaba para aliviar a los corazones de sus profundas heridas y de sus miedos más internos.

Lavaba para que imitaran Mi ejemplo de la sagrada humildad ante sus semejantes.

Lavaba para que ellos aprendieran a traer el universo hacia este planeta.

Lavaba para poder redimir los profundos aspectos de la consciencia.

Lavaba para despertar los talentos en aquellos que Me escuchaban de corazón.

Lavaba para que ellos fueran alegres y semejantes a su Redentor.

Lavaba para despertar en cada apóstol el mensaje de Dios.

También lavaba las manos para cicatrizar lo que todos desconocen.

Lavaba para despertar la renuncia de todos los que Me seguirían.

Lavaba, solo lavaba las manos, para demostrar el poder de Mi Silencio.

Lavaba para aquellos que debían conocer Mi Santa Iglesia.

Lavaba para liberar todas las angustias, para que todos fueran merecedores y dignos hijos de Dios.

Lavaba para que ellos llevaran Mi mensaje al mundo, como ejemplos de amor y de verdad.

Y a algunos les daba Mis Llagas para que las revivieran espiritualmente, para que fueran vigilantes y guardianes de Mi Plan hasta el fin de los días, y así reconocieran Quién era su único Amor.

Cerraba las puertas a los que se podrían perder, y encontraba, en los que Me seguían, los caminos de la oportunidad de amar.

Llegó el momento esperado, en el que todos, sentados alrededor de la mesa del Señor, se ofrecieron por la humanidad para vivir junto a su Maestro este sacrificio.

Escuchando las Palabras solemnes de Mi Corazón, colocaron sus manos sobre la mesa, en perfecta receptividad a la Voz amorosa de su Señor. Y sintieron, en nombre de la humanidad y del poder de este sacrificio de amor, el descenso de los ángeles y arcángeles del Cielo.

Jerusalén estaba recogida, en una noche de gran silencio y de gran expectativa, en la que el Hijo del Hombre, después de celebrar Su Cena con aquellos a los cuales Él había llamado, para proclamar la Palabra de Dios. Ellos escucharon en sus corazones y observaron y contemplaron, con sus almas, la realización de este sagrado misterio a través de la Cena Pascual.

Y las santas mujeres, en un profundo éxtasis y entrega, postradas en el suelo, vivían esta Comunión espiritual con su Señor.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Las Madres se pueden arrodillar y todos aquellos que lo sientan también.

 

Es así que, abriendo las puertas del universo, el arcángel Miguel presenció la revelación de este misterio, en donde el amor sería la premisa para generar la salvación y la redención de la humanidad.

Después de que la mesa fue santificada por el incienso y por el agua, Nuestro Señor les pidió a los primeros Sacerdotes, los que serían precursores de Su Santa Iglesia Celestial, que acercaran a su Señor, un aceite.

Y así, María Santísima, compenetrada por este misterio de amor y viviendo en Su propia carne, en Su propio espíritu, la Pasión de Su Hijo, Su Señor, también hizo lo mismo.

Su Señor tomó entre Sus Manos este aceite, así como lo hizo Su Sierva fiel. Pidió que los ángeles lo santificaran y lo consagraran en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Y María señaló a Sus discípulas con una cruz en la frente, para que también ellas fuesen testigos del principio y del surgimiento de una Nueva Humanidad, despierta, activa y solemne, por medio de los cristos internos de cada corazón y de cada alma.

De esa forma, el Padre instituía, a través de Su Santo Hijo y de Su Santa Madre, la primera legión de discípulas que serían las guardianas de los signos de la Pasión de Nuestro Señor.

Las santas mujeres se comprometieron, en aquel tiempo, a padecer por su Señor con el fin de aliviar todos Sus dolores y ultrajes hasta el fin de sus días.

Mientras Jesús revelaba el misterio de esta última Cena, pidió a Sus apóstoles, y a todos los seres internos que allí se encontraban, que con el santo aceite consagrado por Miguel Arcángel se hicieran una señal de la Cruz en su frente, para confirmar la confianza en este misterio de Amor de la Sagrada Pasión de su Señor y en poder ser portavoces de Su Evangelio en el mundo.

Después que todos fueron señalados con la energía de San Miguel, el Señor continuó con la ceremonia. Tomó el pan sin levadura y elevando Sus Ojos al Cielo, su Señor imploró a Su Padre, lo bendijo y este elemento se convirtió en el Cuerpo de Cristo; hoy bendecido por Mi Corazón Eucarístico. Partió el pan y los ángeles se postraron, aún más en el suelo, cuando Nuestro Señor instituyó por primera vez la Eucaristía con el fin de vencer en el Amor para liberar del mal a este planeta.

Él dijo a Sus apóstoles: "Coman todos de él, porque este es Mi Cuerpo que será entregado por los pecadores para la salvación del mundo y de todas las razas del planeta".

Juan y Pedro se desmayaron al sentir tanto Amor del Señor. Y la Santa Madre recibió el Cuerpo de Su Hijo, así como las santas mujeres, que confirmaron la Pasión de su Señor.

Después de que todos comulgaron, retornaron el pan a la cesta y preciosamente fue cubierto, para proteger el Santo Cuerpo de su Señor.

Jesús le pidió a Sus apóstoles que vertieran el vino en los cálices. Le pidió a Juan que aproximara el agua, pues Su Sangre y Agua sería derramada sobre el mundo.

En ese momento, su Señor pidió que elevaran los pequeños cálices al Cielo, como representación del ejercicio que su Maestro realizaba. Y a todos los ángeles del Cielo les pidió que convirtieran el vino en Su Sangre.

Después de esta bendición, se manifestó el primer paso de la Misericordia de Dios, a través de su Redentor.

Colocando el Cáliz cerca de Su Corazón, les dijo a Sus apóstoles: "Tomen todos de Él, porque esta es Mi Sangre de la Nueva Alianza entre los pacificadores y Dios".

Del mismo modo, la Santa Madre, en comunión espiritual, recibió de San Miguel Arcángel la Divina Sangre de Su Hijo. Y las santas mujeres, en un profundo gozo, se postraron al recibir la Santa Alianza de su Señor.

Del mismo modo, el Santo Cuerpo y la Divina Sangre llegaron hasta José de Arimatea. Y todos tomaron de lo que restaba.

De esta forma, se constituía y se confirmaba, a través del Cuerpo y de la Sangre de su Señor, el perdón concedido por el Padre para esta humanidad.

Que hoy todos se alegren, porque han recibido la primera Comunión espiritual con su Soberano Rey.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Canción: "Pater Noster".

 

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Mientras las santas mujeres ya estaban próximas a Jerusalén, por otro lado, el Divino Hijo también ya se acercaba a la ciudad en la cual Él sería repudiado y moriría por todos.

Por un acto de amor infinito e incomprensible para la mente humana, Mi Amado Hijo entregaría toda Su Vida y Divinidad por la salvación de la humanidad y del planeta.

Durante el viaje a Jerusalén, que Mi Amado Hijo realizaba junto a Sus apóstoles, Pedro le preguntó por qué Él, siendo el Mesías y el Salvador de Israel, debía pasar por esa experiencia.

Jesús, atento al movimiento de Su adversario, declaró a viva voz que la Voluntad de Dios se cumpliría en este Universo y en este planeta y que nada ni nadie podría tentar o alterar esa Divina Voluntad.

De esa forma, Jesús despertó en Sus apóstoles la fortaleza y la fe para que en los momentos difíciles de la Pasión de Cristo, sus consciencias se mantuviesen serenas y no llenas de temor por creer que todo había sido un fracaso.

La entrega de Jesús posibilitó probar la confianza de Sus seguidores en algo que es Mayor y Divino. La Pasión de Jesús permitió revelar al mundo en la condición inferior que, en aquel tiempo, se encontraba toda la consciencia humana.

Jesús, antes de ingresar en Jerusalén, vertió sobre los Suyos los códigos lumínicos más elevados como para que, en el momento crucial, los apóstoles se resguardasen espiritualmente ante todas la fuerzas y energías que se moverían.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Tres días antes de la entrada de Jesús a Jerusalén, Nuestro Amado Señor visitó a una piadosa mujer de la región de Galilea. Fueron tantas las oraciones de esa humilde anciana que Jesús, al pasar cerca de su casa, escuchó internamente su pedido por aquellos que crucificarían al Hijo de Dios.

Jesús se acercó a esa mujer humilde, y ella sintió la presencia del Amor del Maestro; amor que Él irradiaba, con intensidad, por donde pasaba.

Aun sin poder verlo físicamente, ella lo sintió en su corazón; y Jesús, entrando a su casa, se aproximó y le dio la bendición. La anciana parecía inmóvil al saber que estaba por primera vez frente a Aquel que daría la vida por ella.

Entonces, el Maestro, imponiendo Sus Manos sobre los ojos de la piadosa mujer, la curó de su ceguera y permitió que lo viera, como ella siempre había querido. La anciana se arrodilló ante Él por este milagro y comenzó a besar Sus Pies, bañándolos con un abundante caudal de lágrimas.

Jesús la levantó y, al mirarla a los ojos, le dijo que le daba la paz para que la tuviera para siempre y que siguiera orando por Su Señor, porque Su hora se aproximaba, la hora más difícil de Su agonía.

La anciana, atendiendo a Su pedido, respondió que desde hacía tiempo oraba por los enemigos de Jesús para que, algún día, ellos se convirtieran.

El Señor enseñó a Sus apóstoles, los que quedaron conmovidos por lo que había sucedido con la anciana, que el Reino de Dios es el tesoro de los más humildes de corazón. Y les preguntó si sabían por qué esa pobre mujer había sido curada.

Los apóstoles se quedaron sin palabras y en silencio, y Jesús les respondió que la fe de esa simple mujer la había curado, la fe que ella sintió por Dios a través de Su Hijo; y todo lo que en esencia permitió ese milagro, fue el despojamiento que ella tenía de sí misma, al punto de no percibir que estaba totalmente ciega.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Mientras Mi Amado Hijo hacía de cada pueblo que visitaba un nuevo punto de luz para el planeta, los milagros de vida y conversión no dejaron de suceder.

Cuando Mi Hijo aún tenía el permiso del Padre Celestial para obrar y atraer más misericordia para las almas y, a pesar de las condiciones espirituales de aquella época, Su Sagrado Corazón no dejó de penetrar con Su Luz y Su Misterio a todas las almas que encontraba en Sus simples caminos.

Jesús enseñó a Sus apóstoles, mientras visitaban las ciudades alrededor de Jerusalén, que ellos debían cultivar en sí mismos, no solo el espíritu de la fe, sino también la persistencia ante todo lo que llegaría.

En varios momentos Mi Amado Hijo reveló a Sus seguidores y discípulos que Su hora esperada se aproximaba y, a pesar de que el Señor viviría uno de los más grandes sacrificios por la humanidad y por el Proyecto del Altísimo, Él nunca dejó de mostrar el poder interior de Su fe.

La fe de Jesús en aquel tiempo lo era todo, y significaba el Propósito fundamental para que las almas pecadoras y no pecadoras se alimentaran de la Divina Fuente.

En la fe de Jesús, los apóstoles y seguidores encontraban la posibilidad de retomar la reconciliación con Dios y sobre todo la confianza, que haría a cada alma, en aquel tiempo, merecedora de la Misericordia que se derramaba a través de la Presencia del Hijo de Dios.

Por eso, Jesús intentó por todos los medios espirituales e internos que la humanidad recuperara algo tan elevado como es la fe; porque esa fe la colocaría nuevamente, como raza, en el camino que había perdido.

En Jesús se revelaba, en silencio, el poder de Su fe. Fe que liberaba a las almas o que las aproximaba nuevamente a la Existencia Divina.

En aquellos días, el Sagrado Maestro preparó a la consciencia humana para que durante la Pasión de Cristo reconociera, en el momento menos esperado, quién en verdad era esa consciencia y cuánto debía la humanidad rendirse a Dios para alcanzar la redención.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Después de que Jesús estuvo en Betania reunido con las doce santas mujeres, Nuestro Señor partió rumbo a Jerusalén, acompañado por algunos de Sus apóstoles. Ese era el momento en que Él, como hombre, enfrentaría Su gran tarea espiritual por la humanidad.

El Maestro, en ese viaje, visitó otros lugares que estaban en el camino, en donde depositó más códigos de Luz, con el fin de que la humanidad se sirviera de ellos en el futuro y a través de las siguientes generaciones que vendrían después de Él.

Por última vez y en la presencia interior del Padre, Mi Hijo pasó por algunas ciudades y pueblos, acompañado por Sus apóstoles, para enseñarles  cómo curar, sanar, liberar poseídos y, sobre todo, instruir y proclamar la Buena Nueva.

El Santo Señor intentó dejar grabada en la consciencia de la humanidad, la importancia de Su pasaje por la Tierra y el momento esperado de Su segundo Retorno al mundo.

En este sentido, Jesús, que después sería reconocido como el Cristo, reveló a las almas los más altos grados de amor para que ellas, a pesar de cualquier circunstancia o situación, nunca olvidaran que el Amor de Dios está presente en todo lo creado.

Así, Mi Amado Hijo recorrió varios lugares de Tierra Santa antes de ingresar a Jerusalén el día domingo, en donde comenzaría la Pascua; momento en que el cordero sería inmolado y sacrificado por las propias manos de quienes lo entregaron por engaño y por error.

Durante Su visita a los pueblos de la región de Israel, Mi Amado Hijo dejó presentes  las llaves espirituales para que, enseguida de que fuera condenado a la cruz del mundo, las almas recordaran quién en verdad había sido Él.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA 42.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN LA CIUDAD DE MIAMI, ESTADOS UNIDOS, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Las tres Personas de Dios están hoy aquí presentes. Y vienen en la búsqueda ante el mundo sufriente, el mundo que ha perdido el camino que lo llevaba al Creador, por haber sido influenciado por las energías de la vida material.

Hoy vengo a destapar lo que está oscuro y lo que provoca  el dolor en las almas.

De las tres Personas de Dios, principalmente llega Su Hijo para dar al mundo un alivio que es necesario en estos tiempos; porque todo el Universo ve ese sufrimiento, que se acumula en la consciencia humana y hace inferior todas las cosas, porque es un sufrimiento que no ha sido curado y que necesita de almas conscientes para que ese sufrimiento planetario pueda ser aliviado a través de instrumentos de luz; un potencial importantísimo que nace a partir de sus corazones.

Hoy traigo el planeta a  Mis Pies para que lo contemplen Conmigo, y vean cuánto él necesita de la ayuda de todos los servidores y de los que serán servidores de vuestro Señor.

Para que los dones desciendan al planeta debe haber una correspondencia que debe partir de la humanidad, respondiendo al llamado del Redentor en esta hora aguda del planeta, en donde muchos acontecimientos suceden, y  los cuales comprometen a gran parte de la humanidad porque todavía está muy dormida en su sueño profundo, en su ilusión.

Vengo a quitar las vendas de los ojos de muchos, pues, Mi deseo como Corazón confiante, es que las almas tomen consciencia de muchas cosas. Así Me ayudarán a cumplir Mi Proyecto, que viene a buscar a los últimos que quedaron para atrás.

Y esos últimos son millones de almas que, a través de los tiempos, se perdieron por no saber encontrar Mi Corazón Misericordioso, por aceptar en sus vidas la confirmación de otros caminos que no llevan a la paz, ni tampoco al amor, ni a la hermandad.

Necesito que Mis servidores en estos tiempos estén unidos por encima de todo, más allá de sus diferencias, de sus ideas y sentimientos.

Será la construcción de esa unidad fraterna la que hará triunfar Mi Plan en el planeta; aquel Proyecto que Dios Me pidió realizar en este tiempo como preparación para las almas que deben esperar Mi Retorno a la humanidad.

Si esa unidad no está construida primero entre todos los servidores del Plan, ¿cómo podré llegar a aquellos suburbios en donde el sufrimiento prevalece, en donde las almas desesperan  al no encontrar alivio en nada?, porque muchos miran a un lado para no ver la realidad planetaria.

Esa actitud humana debe terminar.

Unan sus corazones en el amor y en la fe , para que Mis Proyectos se realicen en el mundo, y así como ya les dije, Mi Mensaje pueda  llegar a todas las naciones de la humanidad, a todos los rincones de la Tierra en donde aún muchas almas esperan por una cura profunda y  una liberación.

Mientras ustedes no construyan esa unidad tendré que esperar por ese momento.

Recuerden que Yo estoy presente en los corazones humildes y simples que siempre obedecen a Mi llamado.

Puedo hablar a través de esos corazones y tal vez no lo podrían percibir porque deben estar en el Amor para poder verlo.

Es el Amor que los unirá a la Fuente del Conocimiento de Mi Padre.

Es el Amor que los unirá a Mi Corazón, y los unirá a todos ustedes en una verdadera fraternidad.

Por eso necesito que sus corazones estén abiertos, sobre todo aquellos corazones que ya vienen acompañando Mi Camino desde hace tanto tiempo.

Necesito que no se olviden de la Jerarquía y que sepan que Ella está Presente en los Centros de Amor, y que cada uno de sus corazones, como cada una de sus vidas, ha firmado un compromiso con el Redentor.

Allí también se encuentra para cada uno de ustedes el trabajo continuo con la unidad.

Esa unidad los hará fuertes e invencibles, a cualquier ser de este planeta que esté ingresando en la transición planetaria, que esté enfrentando el Apocalipsis y el Armagedón, algo que la humanidad desconoce profundamente porque nunca lo ha vivido.

El atributo sagrado de la unidad hará consecuentes a Mis servidores del Plan, y no estarán separados de Mi Amor, ni tampoco de Mis Obras, porque eso podría llegar a suceder cuando sus corazones se apartan entre sí, buscando prevalecer sus ideas y pensamientos que pueden ser opuestos a lo que Yo pienso, a lo que el Maestro plantea para la humanidad.

Están en el punto crucial compañeros, así como lo estuvieron los apóstoles en el pasado.

Están en el momento en que vuestro Rey viviría Su Pasión y daría todo por todos.

Están en el momento de confirmar a Cristo en sus corazones, de testimoniar a Cristo en sus vidas por medio de actos de amor y de fraternidad.

Tal vez algunos piensen que vuestro Maestro ya ha dicho estas cosas varias veces. Si lo vuelvo a repetir es por intermedio de Mi Divina Misericordia, porque es Mi Divina Misericordia que trae la paciencia para poder soportar ciertos asuntos.

Pero es  hora de no resistirse más y dejar quebrar la piedra del corazón para que Mi Luz pueda penetrar en lo profundo de la consciencia, y hacer de todos Mis servidores verdaderos apóstoles del Amor y de la Unidad.

Tan solo con la experiencia vivida por medio del Amor y de la Unidad, permitirán que Yo esté más tiempo entre ustedes; sobre todo que esté con las almas del mundo que buscan ardientemente Mi Divina Misericordia para poder saldar sus deudas, sus errores y sus actitudes que han herido el Corazón de Dios.

Yo les imploro, no olviden la unidad entre sus corazones, porque eso hará la diferencia de poder llegar a otras naciones del mundo.

El Universo está esperando para poder descender las Gracias sobre las naciones del continente asiático.

Para que eso pueda suceder deben dar ese primer paso hacia la unidad, porque la unidad se construye eternamente por medio del amor y del servicio a los semejantes.

Es así que Yo los curo de sus incomprensiones, de sus resistencia, y también de sus durísimos corazones.

Por eso, ayer les entregué Mi Corazón como ofrenda para las almas que más lo necesitaban; pero también para Mis servidores, los más viejos entre los viejos, que vienen caminando a Mi lado hace bastante tiempo en esta tarea espiritual que Yo encomiendo para cada corazón, con el fin de que cumplan el Propósito del Padre que está presente en los Cielos y que debe descender a la Tierra por medio de su entrega y servicio.

Todavía espero compañeros, Mis más viejos compañeros, poder contar con cada uno de ustedes en la verdad, en la transparencia, en la apertura, en el amor, en la unidad, para que pueda emerger la cura que aún necesitan sus espíritus.

Y esta cura será un beneficio para toda la humanidad, aunque aún no lo crean. Es así como vengo a hacer morir la condición humana en Mis más viejos servidores del Plan.

Necesito servirme de sus corazones para poder llegar a los corazones del mundo.

No podré ir directamente hacia esos corazones porque ustedes se comprometieron a ser Mis intermediarios en todos los detalles de la vida, en cada paso que debe ser dado como en la vida grupal, en la vida comunitaria fraterna que debe ser su primer principio para saber cumplir con la Voluntad de Dios.

Estoy cediendo este espacio aquí en Miami para hablarles a Mis más viejos servidores del Plan. ¿Saben lo que eso significa en este momento, dejar al lado Mi tarea por un momento para atender a sus cuestiones internas?

¿Será que algún día, compañeros, tendrán coraje de superarse a sí mismos por Mí,  para que Yo pueda entregar al mundo lo que vengo a entregar a la humanidad?

Si dieran ese paso verdadero verán Mi Obra realizarse de una forma espontánea y verdadera por medio de los milagros que Yo espero realizar en los corazones que más  necesitan, como los que se encuentran hoy aquí, que vienen a buscar la reconciliación con el Padre, con el Hijo y con el Espíritu Santo, las Tres Personas de Dios.

La Santísima Trinidad les anuncia una atención mayor en los detalles de la vida grupal, de la fraternidad, principalmente de la unidad, Mis servidores no pueden perder esos atributos. 

Necesito que construyan, así como Yo les he enseñado, una fortaleza interna capaz de remover las resistencias de la consciencia.

Ayer les di un ejemplo de un alma trascendida. Hoy les doy un ejemplo de un alma que se resiste; porque todos vienen a aprender en esta humanidad: a perdonar, a amar y a curarse.

Y eso lo harán hasta el resto de sus vidas, para poder conquistar el Reino de los Cielos que espera descender en sus corazones para poder finalizar con este Plan de Dios que está escrito en Su eterno Corazón de Amor.

Los Sacramentos los liberarán, los santificarán a todos, y les harán vivir la Comunión  con Mi Corazón Misericordioso, en unión al Padre y al Espíritu Santo.

Me disculpen las almas sufridoras, pero sepan que estoy atendiendo sus súplicas.

Debo cuidar de Mis rebaños que están más próximos de Mí.

El lobo feroz no descansa hasta poder cazar a una de Mis ovejas, ya lo han experimentado y lo han vivido, hay ejemplos verídicos para eso.

Así como los apóstoles en el pasado vivieron su purificación, su transformación y despertar, es lo mismo que Yo hago con Mis apóstoles en este tiempo.

Siempre Me sirvo de las mismas Leyes para poder obrar por medio de la Misericordia y de la Justicia Divina.

Mientras la Justicia Divina no llegó, sírvanse de Mi Divina Misericordia, para hacer de sus corazones almas mansas y serenas que cumplan con Mi Propósito.

En Miami debo fundar un trabajo, un trabajo primario de instrucción y de oración para que las almas se aproximen a Mi Corazón y pueda hacer de este lugar un punto de referencia para los que despiertan.

Esto recién ha comenzado. Desde el momento en que sus corazones se abrieron para recibirme en esta ciudad en la que aspiro derramar hasta los últimos días la Misericordia de Dios, esa Misericordia llevará a purificar la ciudad, y llevará a transformarla.

Pero si los corazones aceptan Mi llamado algunas cosas no sucederán, porque el compromiso de Estados Unidos es ser una nación fraterna, una nación servidora,  cooperadora con las naciones más sufridas del mundo para destituir la guerra y para establecer la paz por medio del servicio y la oración.

Es muy grande  la aspiración del Padre: Poder corregir a las criaturas que por diferentes medios se desviaron del camino de la Luz.

Miami debe ser esa cuna redimida que abandona la vida superficial para ingresar en la vida inmaterial. Este es Mi deseo.

Ceremonia de bendición de los elementos de unción, bautismo y de la comunión.

Todos los días les hago recordar Mi Pasión, para que puedan trascenderse y así puedan tomar fuerza interior para quebrar sus resistencias más profundas, y hacer de sus consciencias, consciencias luminosas permeadas por el Amor de Dios, por Su Sabiduría y por Su Verdad..

A través de estos elementos doy para los más simples, para los más esforzados, el Don de Mi Liberación de las cadenas de la resistencia y de la apertura del alma para vivir en comunión con el Creador.

Yo bendigo estos elementos para que se vuelvan Mi Cuerpo y Mi Sangre.

Así como Dios bendice sus corazones todos los días cuando lo buscan en la verdad y en la unidad, es así como Yo establezco en el mundo el Reino de Dios.

Con la Luz de Mi Espíritu los envuelvo y le agradezco a todos los peregrinos por haberme ayudado a cumplir esta gran misión en las naciones de Centroamérica, México y Estados Unidos.

Una  gran puerta a la perdición finalmente fue cerrada por su adhesión a Mi Corazón y por el esfuerzo de todos.

Esto es incalculable para el Padre Creador y sobre todo para Sus hijos.

Les agradezco.

Les doy la paz y quiero que siempre sean la paz en cada lugar de este mundo, pues la Tierra clama por liberación.

Les agradezco.

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE WEED, CALIFORNIA, ESTADOS UNIDOS, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Que en este día, el sacrificio más grande sea vivido por cada corazón como el mejor ofrecimiento de su pequeña vida en las Manos del Creador; será a través de esa ofrenda, que las puertas de la Misericordia para el planeta se mantendrán abiertas a la humanidad.

Es por eso, hijos, que su Madre Celeste convierte esas entregas mayores en oportunidad de salvar muchas almas y de hacerlas dignas y dichosas ante el Padre Celestial.

Es el sacrificio que Mis apóstoles, los apóstoles de la Iglesia de Mi Hijo, deberán vivir en estos tiempos como un momento de fortalecimiento dentro de la vivencia del Plan de Dios y de su divina realización.

En este día, Me aproximo a ustedes como la Madre del Silencio, para que el mundo se pueda silenciar y así escuchar todo lo que está descendiendo desde el Universo de Dios, con el fin de que las almas despierten a la consciencia de su misión y de su oportunidad de servir plenamente al Padre Creador.

Será este Silencio, el que colocará siempre las cosas en su lugar y todo en su debido orden, lo que ayudará a que la divina manifestación progrese.

El sagrado Silencio de su Madre es la armadura de defensa contra las influencias de la distracción y de la desarmonía que impone Mi adversario.

Los invito a autoprotegerse dentro de ese Silencio interior de su Madre Celeste; para que estén atentos a los cambios que se avecinan. Así, buscando esa conexión con el Silencio de Dios permitirán que las demás consciencias despierten del sueño en el que se han colocado.

El Divino Silencio los hará fuertes en la fe e invencibles en el amor, porque es la llave maestra que derriba las fantasías de Mi eterno rival.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los unifica,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE EL SAGRADO LLAMADO, EN LA CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Vengo en esta noche a celebrar la Comunión con ustedes, bajo el Espíritu poderoso de Mi Padre, que los reúne en esta fraternidad para que Mi Plan, que es el Plan de Mi Padre, se cumpla en esta humanidad y en este planeta, tan necesitado de amor y de misericordia.

Como han dicho compañeros, abro los Brazos hacia ustedes, para darles Mi Paz y entregarles Mi Corazón como un símbolo de Redención para sus consciencias y las consciencias de todos sus hermanos.

Con todos los ángeles que hoy están Conmigo, hoy vengo a traerles una buena nueva, por haberse cumplido en esta tercera etapa la llegada de la Madre de Dios a México y Centroamérica.

Quiero decirles compañeros, que la sagrada tarea de los Mensajeros de Dios que hoy vienen a su encuentro, se está cumpliendo así como lo escribió Dios en el Libro de Oro de Su Reino Celestial. 

Cada acontecimiento vivido está siendo escrito por el propio Padre Eterno, para que el destino de este planeta pueda cambiar a tiempo y muchas almas se puedan salvar, al solo despertar a Mi Corazón Glorificado, que es el Corazón vivo de Dios, que puede estar presente en cada uno de ustedes, así como lo han hecho en esta oración que han plroclamado a Mi Corazón Misericordioso.

Es una alegría estar en esta tierra después de dos mil dieciséis años. Pero en verdad les digo, compañeros, que Mi Corazón, en lo profundo de Su silencio, sabía que esta humanidad existía aquí .

Por eso, en aquel tiempo, le pedí a la Madre de Dios una Gracia especial para ustedes: Que dejara estampado en esta nación Su Presencia Celestial, para que todas las naciones del mundo la conocieran y tuvieran total conocimiento de la Ciencia Divina estampada en la tilma.

Por eso, compañeros, con todas las estrellas del Cielo y las Divinas Consciencias que hoy se congregan en este lugar para derramar la Misericordia de Dios por medio de la oferta de Mi Glorificado Corazón, Yo les vuelvo a decir, compañeros, que la paz es posible en este tiempo.

No deben temer por lo que vivirán. El hombre de superficie debe redimirse. Debe alcanzar la transformación de su consciencia, para que los nuevos códigos que llegarán del Universo Celestial a través de cada oración ejercitada, puedan estar presentes en esta última fase de la humanidad.

Mi Corazón hoy palpita por México, por cada una de las criaturas de Dios, que debe alcanzar la Luz que hoy les ofrece Mi Corazón Misericordioso.

Reciban desde Mis Manos los Rayos de la Misericordia de Dios que hoy vengo a depositar sobre esta nación amada y muy protegida y cuidada por Mi Madre Celestial.

Queridos compañeros, Yo los invito en esta noche, en la simplicidad del corazón y del alma, a ser los apóstoles de Mi Amor en este último ciclo planetario, en donde será necesario de almas decididas a vivirme y a sentirme. Porque es a través de sus almas y corazones que Yo podré retransmitir los dones celestiales, para todas las criaturas que más lo necesitan.

También vengo hoy, en este día, a aliviar el sufrimiento que fue generado en esta nación desde el principio de la colonización hasta el presente.

Por eso, he abierto las puertas del Universo, las catorce principales, para que el dolor fuera liberado, en obediencia a Mi Padre Celestial y al servicio de todos los ángeles, por las huestes de San Miguel Arcángel que han venido a retirar el sufrimiento del espíritu de la consciencia de muchos seres.

Es en esta hora, compañeros, en donde Yo los invito a vivificarme por medio de la Comunión que hoy consagraré para ustedes.

Porque Yo Soy el mismo Jesús de Nazareth, que viene a reencontrarlos para que recuerden su compromiso Conmigo, el compromiso de ser Mis embajadores de la Paz en esta hora crucial de la humanidad.

Vengo a depositar en ustedes algo que florecerá en el futuro. Por eso deben ser perseverantes, aún más aquellos que se encuentran en Mi camino, porque al final de la meta se encuentra la eternidad, que es hacia donde Yo los quiero llevar después de que Me hayan servido en esta humanidad y por este planeta, que tanto agoniza por la ignorancia de esta raza.

Es así que Yo vengo a abrir los ojos de sus corazones y a expandir la consciencia de sus almas para que puedan estar en Mí.

Es una victoria que Nuestros Sagrados Corazones, el de María Santísima, el de San José y Mi propio Corazón Vivo, estén descendiendo sobre esta nación.

Yo vengo a traerles los códigos de la Rehabilitación, algo que para muchos es un misterio, pero que forma parte de la Ciencia Divina.

Estos códigos descienden a través de sus espíritus y por último se materializarán en sus propias vidas por medio de la transformación y de la redención.

Yo vengo así, compañeros, a curar la gran herida de la consciencia indígena y a recuperar la pureza que ella alcanzó cuando todo este pueblo mejicano, su pueblo originario, vivía en la felicidad de Dios y de los Reinos de la Naturaleza.

Vengo así a hacer un corte en el tiempo y el espacio. Vengo a reconectarlos con lo verdadero que son, con aquello que alcanzaron a través de las generaciones por medio de la devoción viva que emerge de sus corazones para con Mi Corazón, que hoy recibe esta gratitud de cada una de sus almas.

Esto es lo que Me anima a seguir viniendo al mundo por todas aquellas almas perdidas, que día tras día se sumergen en los infiernos de la humanidad. Es que Yo quiero llegar a través de ustedes a cada uno de ellos.

Ábranme las puertas de sus corazones así como lo hicieron hoy, para que Yo les pueda indicar el camino y el servicio que deben cumplir para con Mi Corazón.

Es así que Yo vengo a sembrar semillas de Luz en esta hora sufrida de la humanidad.

Y mientras estoy con ustedes, compañeros, estoy con las naciones del mundo, principalmente con América, que no debe perder la oportunidad de ser la cuna de la nueva humanidad.

No teman por lo que hacen los hombres de superficie. Recuerden en humildad, que el poder lo tiene Dios y que es Él quien permite todas las cosas, incluso que Mi adversario esté presente en la humanidad, los corazones que Me viven no temblarán.

Yo Soy esa Fuente que todo lo renueva cada vez que comulgan Conmigo en amor y gratitud. Es este amor y gratitud de todas las almas que Me siguen, de las naciones de América y del mundo, lo que Me ha permitido llegar aquí, a México.

Es a través de Mis servidores de la paz, de cada grupo orante, de cada alma servidora, que Me permite llegar aquí, porque eso genera, no solamente para México sino también para el mundo, una expiación inexplicable, que hoy se derrama sobre este lugar.

Ustedes Me llamaron una vez y hoy Yo estoy aquí entre ustedes para darles Mi Paz, Mi Consuelo y Mi Gracia, algo que se vive profundamente en el espíritu de cada ser.

Vengo a darles el descanso, la pacificación de la consciencia y la elevación del espíritu hacia el Gran Portal de Dios, a través de Mi Corazón Vivo.

Quiero que sientan en esta hora la oportunidad de amarme así como Yo los amo, más allá de la imperfección y del error.

Vean a vuestro alrededor en los ojos de sus hermanos el brillo de Mi Espíritu, por las almas que se redimieron por solo decirme "sí". Y es así que aquí Yo estoy para bendecirlos.

Recemos al Padre para que México no pierda la paz y no sea conquistado por las ideas de los hombres tenebrosos.

Es así que primero viene Mi Divina Misericordia para impedir el caos y establecer la paz en todos los corazones que se abren para recibir Mi Luz y Mi Amor. Esto impedirá el desajuste del planeta.

Los invito a vivir los cambios en pacificación. Confíen en lo que les decimos y nunca se desviarán de Mi camino.

Los invito a sentir las cosas en el amor, porque así estarán en la Verdad y sus corazones también serán vivos, vivos en la Fuente de Dios por medio de Su Gloria. Y Su Gloria estará en ustedes y en sus hermanos y Mi Reino cada vez más se aproximará para que Yo pueda retornar pronto y poner fin a muchas cosas.

Quiero que sean felices por estar Conmigo y que ofrezcan cada pequeño sacrificio por la humanidad, para que muchos más que ustedes sean beneficiados por Mi última expiación, que preparará a una parte de la humanidad para Mi segunda venida, cumpliendo así las profecías de Juan.

Sabemos que ese momento se acerca inesperadamente. No se olviden de estar en vigilia. Aléjense de la distracción y no perderán la sabiduría. Los tiempos exigen concentración y vigilancia, para que todos puedan estar resguardados en Mi Espíritu, y a pesar de lo que suceda, sepan qué hacer y dónde estar.

Cuando todo suceda no tengan miedo ni piensen en lo que sucederá. Vivan en Mí y podrán estar en el eterno presente y así actuarán según la Voluntad de Dios, que es simple y amorosa.

Ahora quiero ver en sus rostros una sonrisa por volver a encontrarme y persistir; porque en la persistencia encuentra el triunfo el Plan del Amor en cada una de las almas.

Celebremos esta Comunión en unión a todos los hermanos del planeta, a todos los orantes y espejos que reflejan el Amor de Mi Corazón al mundo.

Sonrían, sonrían a Dios. Él también debe ser consolado por Sus hijos, así Él les derramará la Fuente de Su Providencia y de toda Su Gracia, y muchas almas más serán tocadas por este impulso de Luz.

Ahora adoren Mi Corazón cantándome “Vine a adorarte”.

Y como hace dos mil años, vuelvo a repetir:

 

Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán Misericordia.

Bienaventurados los mansos de corazón, porque heredarán la tierra prometida.

Bienaventurados los humildes de corazón, porque siempre encontrarán la paz.

Bienaventurados los simples de espíritu, porque siempre verán a Dios.

Bienaventurados los que Me viven, porque siempre Me encontrarán.

Bienaventurados los que Me adoran en el Santísimo Sacramento,
porque los esperaré en el Reino de Dios para llevarlos Conmigo a la Eternidad.

 

Les agradezco por haberme recibido, por haberme escuchado y por haberme sentido por tan solo un minuto, por haberme alabado, por haberme honrado, porque todo no llegará para Mí sino para el Creador, que es quien los ama desde el principio hasta el fin. Desde lo más pequeño de ustedes hasta lo más grande, Él lo ama todo, porque en Su Amor está la paz y su bendición.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Que la paz esté en ustedes y sean la paz para el mundo.

Sigan cantando.

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SAN JOSÉ, COSTA RICA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

Cada vez que Yo visito alguna nación, para poder derramar sobre ella Mis Gracias extraordinarias, primero debo liberarla de las fuerzas mayores que la aprisionan desde hace tiempo.

Para eso, hijos Míos, su Madre Celeste utiliza los Espejos de la oración, los que se abren cada vez que las almas se unen a Mí sinceramente.

Así se establece un gran portal por donde todo lo que es impuro y maligno es transmutado y elevado de dimensión, lejos del planeta.

Esta tarea que es oculta y profundamente espiritual se realiza a través de los instrumentos humanos que Yo he escogido para dicho fin, es una misión que va mas allá de la comprensión de la consciencia; a su vez, el alma que es escogida por Mí para ayudarme en esa tarea espiritual ya no puede tener voluntad propia, porque en ese ser, en esa alma, actúan leyes inmateriales.

Es así, queridos hijos, que hoy les enseño a valorar el sacrificio y la renuncia por lo que nunca tendrán recompensa ni mérito, al ser una tarea de entrega absoluta al Plan de Dios.

Es el mismo caso de aquellas consciencias que son estigmatizadas por Mi Hijo para cumplir una misión de redención por la humanidad.

Abiertos a este misterio, queridos hijos, en este tiempo los invito a ofrecer todo lo que les satisface y que promueve la libertad humana. Quisiera que Mis apóstoles, al estar viviendo el sacrificio de sus vidas, sepan que nada perderán sino que por el contrario, podrán llegar a estar internamente más cerca de la Voluntad Divina, algo que la humanidad no vive y por eso sufre y sufre.

Hoy les dejo esta reflexión para que se renueven a través de ella todos los días.

El servidor de Cristo está donde es llamado y sobre todo donde lo necesiten.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA 40ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN LA CIUDAD DE SAN JOSÉ, COSTA RICA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

En donde aparenta no suceder nada, acontecen muchas cosas en aquel que está unido a Mi Espíritu.

Es así que hoy vengo a unir los pueblos y las creencias bajo una misma espiritualidad, aquella que Yo enseñé en el pasado a Mis apóstoles y a Mis seguidores a través del Evangelio, la regla del Amor. Esta es la espiritualidad para estos tiempos.

Muchos podrán proclamar Mi Nombre, pero en verdad, no estaré en ellos.

Muchos realizarán obras a través de Mi Nombre, pero, en verdad, no estaré en ellos.

Es la esencia de Mi Amor que permite todas las cosas en este tiempo.

Por eso hoy les aproximo la Gracia de que ustedes estén en Mí, y Yo en ustedes. Es en esta simplicidad que siempre Yo los quiero ver, y no en la opulencia, ni en el poder.

Yo destierro con Mis Manos a los que dicen gobernar a través de Mi Nombre.

Yo vine a enseñar en el pasado para que aprendieran a amar, a perdonar y a comprender al semejante.

Yo vine a estar con todos, sin excepción. Me senté  a la mesa con los ricos, Me senté en el suelo con los pobres, conversé con prostitutas, convertí a los ateos y rescaté a aquellos que habían hecho adulterio, porque Yo vengo a ver en ustedes la esencia de sus almas, que es lo que no se puede perder y es lo que muchos están perdiendo en este tiempo.

Vengo a reconectarlos con el compromiso que hicieron Conmigo hace mucho tiempo atrás, del cual hoy no son conscientes, solo a través de Mi Gracia que los despierta hacia esa realidad. Por eso no teman, Yo estoy presente en aquellos que Me viven, en aquellos que Me predican de verdad, sin nada a cambio.

Yo vengo aquí, compañeros, para que ustedes recuperen la filiación con Mi Padre y no pierdan tiempo en las cosas falsas que promete el mundo. Mi verdadero Reino se encuentra en sus corazones y Yo podré estar en sus corazones cuando Me abran la puerta de sus almas; así, Yo podré purificar sus vidas y consciencias, y serán uno con Dios, y uno Conmigo para siempre.

Yo vengo a traer para ustedes la tabla de la salvación que muchos hoy no quieren vivir, porque no aceptan el arrepentimiento.

Muchas cosas sucederán en el mundo, aunque ustedes no lo puedan creer. Por eso los vengo a preparar en este ciclo como Mis nuevos apóstoles, para que puedan vivirme, para que puedan dar testimonio de Mí en cada rincón de este mundo.

Vengo así a renovar los Sacramentos, y a dar los sacramentos a aquellos que nunca los recibieron en sus vidas. El Sacramento es una oportunidad de purificación y de renovación, de santidad y de consagración de todos sus espíritus ante el Padre Celestial.

Están delante de un gran misterio a través de los Sacramentos; pero por más que no los comprendan, Yo les enseño a vivirlos en la simplicidad, porque cuando abran sus corazones podrán acontecer muchas cosas, y milagros inexplicables sucederán en cada una de sus vidas.

Después de tantos encuentros Conmigo, compañeros, están listos para poder soportar el fin de los tiempos, y aunque el cansancio sea grande, la victoria de Mi Corazón será más grande; cuando trabaja en las naciones del mundo, él viene a disipar las tinieblas de los corazones y de los pueblos, viene a abrir una puerta de luz donde no existe, una oportunidad única e inexplicable para todos. Por eso, Yo Soy el Sagrado y Bendito Corazón.

Es la esencia de Mi Corazón vivo la que permite todas estas cosas. Así, Yo les traigo la paz y la posibilidad de renovar la esperanza y de confirmar en cada una de sus vidas la vivencia de Mi Corazón en sus seres, porque será ese gran tesoro de Mi Corazón lo que los librará de todo mal y de toda tentación.

A través de Mis Palabras, que hoy les entrego con Amor, voy liberando las amarras de sus consciencias, desato los nudos de sus espíritus para que las puertas de la redención se puedan abrir sobre ustedes; es a través de esta causa que envío a Mis ángeles del Universo Celestial, para que no solamente sus vidas, sino también sus naciones puedan recibir la expiación de Mi Corazón y no pierdan esta oportunidad de poder volver a encontrarme en este tiempo de tribulación. 

Quiero de Costa Rica almas en oración por esta nación y por las naciones hermanas de Centroamérica, para que el equilibrio del Ecuador se mantenga dentro de este planeta en el lugar que le corresponde, y no en otro. 

Así les vengo a hablar de física y de ciencia verdadera, porque en la verdadera ciencia de Dios siempre está lo espiritual y lo inmaterial.

Si oran con devoción a Mi Corazón Sagrado, Costa Rica, a pesar de que vive de forma superficial, no tendrá las puertas cerradas a Mi Gracia y muchos más serán tocados por el impulso de su oración y de su sagrada invocación a Mi Nombre Glorioso.

Es así que los invito, amigos Míos, amigos Míos del pasado, a tener consciencia dentro de la consciencia para disipar la distracción y abrir los ojos hacia la verdad que vive el mundo, la verdad de su sufrimiento y de su dolor.

Quiero que sean almas conscientes, disponibles para Mi Servicio, para que Yo pueda obrar a través de sus vidas y corazones, y que hoy no solamente venga por ustedes, sino por todas las almas de Costa Rica que tanto necesitan de Mi Divina e Insondable Misericordia.

Les vengo a decir, amigos Míos, si en verdad no viven el amor, que Yo Soy esa Fuente de Amor para sus vidas que los puede aproximar a Dios por diferentes caminos;  es por eso, amigos Míos, que estoy uniendo las creencias y los pueblos bajo una misma espiritualidad; esta es la esencia de Mi Mensaje para este día.

Quiero de Centroamérica que no pierda su hermoso Edén. Mi Padre lo ha creado para que ustedes lo pudieran cuidar a través de sus generaciones y de todos sus pueblos. No dejen que esto se destruya, porque no tendrán dónde poder refugiarse cuando el planeta se mueva, así como está previsto, físicamente.

No les vengo a traer presión ni miedo, sino consciencia y verdad.

Yo Soy la Verdad viva para ustedes. Sus vidas pueden ser verdaderas cuando tan solamente Me busquen y estén en Mí.

He podido cumplir parte de Mi Obra en este lugar, con todas las oraciones de sus hermanos que Me acompañaron bajo el espíritu de la Divina Misericordia.

No saben qué alivio siente Mi Corazón por todos los orantes del mundo que oraron esta Maratón de una forma sincera y no mecánica, sintiendo la necesidad de la redención y de la intervención de Mi Fuente de la Misericordia, porque como les dije, la Justicia de Mi Padre llegará.

Solo quiero que todos se salven, así como Yo los salvé en la Cruz, donando cada parte de Mi Cuerpo y de Mi Espíritu, asumiendo los pecados del mundo hasta Mi última expiración. ¿Saben lo que eso significa, compañeros?

Recuérdenme en la Cruz no como un muerto, sino como el Hijo de Dios vivo, Aquel que hizo victoria a través de las vidas del mundo, cerrando las tinieblas y todos los infiernos.

Pero ahora el mundo se encuentra en una gran ignorancia e indiferencia. Muchísimas, pero muchísimas almas se preguntan por qué sufren en este tiempo y si será un castigo de Dios.

El que los ha creado a Su Imagen y Semejanza nunca podría castigarlos, porque no sería el Dios del Amor.

Él solo puede darles Su Justicia, no la justicia que hay en esta Tierra, sino la Justicia que hay en el Reino Celestial, y dentro de esa Justicia compañeros, está Mi Divina Misericordia.

¿Pueden comprender ahora la expansión de Mi Amor que es infinito, sublime e inmaterial? Es eso lo que no pueden perder.

Por eso los llamo a estar Conmigo en este ciclo, porque no podré estar mucho tiempo más con ustedes. Mi ciclo está finalizando y la humanidad deberá escuchar Mi Palabra. Deben ser difusores de este, Mi Mensaje  y de todo lo que he dicho, a través de estos años, para ustedes.

Deseo que cada una de Mis Palabras estén escritas en un libro, pues la humanidad debe recuperar su origen y leer como lee Dios y no con modernidades que afectan la evolución de los espíritus. ¿Ahora comprenden el hipnotismo global?

Vengo a dar para todos Mi Gracia. Por eso, si leen Mis Palabras en los libros, recuperarán su intimidad con Dios, sentirán la vibración de Mis Palabras escritas en el papel, y no en las pantallas.

Por eso uso estos medios de comunicación, cumpliendo la profecía que le di a un gran espíritu, a un gran servidor de Oriente.

Cumpliendo la profecía de ese sabio servidor, estoy cerrando un ciclo antes de que el mundo y la humanidad vivan su Juicio y la última trompeta de los ángeles de Dios resuene en el mundo.

No vengo para ser apocalíptico, sino verdadero en el Amor, y en la esencia del Espíritu.

Dichosos de los que comprenden más allá de lo que digo, porque las palabras habrán entrado en sus corazones y no en sus mentes, y no habré desperdiciado ni un gramo de energía, así como la desperdicia la humanidad todo el tiempo, creando confusión, error y guerras, por su verborragia.

Vivan en el silencio del Universo, miren a las estrellas durante la noche y pregúntenle al Padre: Adonai, ¿quién soy yo? Y así sentirán la paz, saldrán del caos y podrán estar unidos a Mí en oración y en vigilia.

Es así que los necesito para que Yo pueda terminar de realizar Mis Obras en América y más allá de ella.

Vengo a dejar para ustedes Mis más preciados tesoros espirituales, perlas preciosas de la vida inmaterial, de la vida espiritual y del Reino de Dios; aquellas mismas perlas que entregué en el pasado como Jesús de Nazaret.

Por eso, quiero que recuerden en este día de bendiciones un mensaje que se ha vuelto una canción para Mí, de parte de Mis hijas predilectas, que en el mundo hacen resonar Mi Mensaje a través de su voz y de la unión Conmigo.

Es a través de este canto que los bendeciré en este día, y todos estos elementos serán espíritus de Gracia para las almas y para los corazones más necesitados; porque cuando ustedes viven un Sacramento, recuerden que lo estarán haciendo por toda la humanidad que sufre las causas de sus propios males y de su desconexión con Dios.

Es esa Gracia de Dios la que Me permite estar aquí entre ustedes.

Y ahora, bendeciré mientras cantan el relato de Mi Vida.

Los amo y siempre los amaré.

Aunque algún día Me fallen, Mi Amor por ustedes es más grande que todo eso. Yo Amo al planeta, el Proyecto de Dios es esta humanidad que debe ser la nueva Jerusalén que brilla en este Universo, para siempre.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

Cuando los pedidos de su Madre Celeste se cumplen, en la humanidad, es señal de que también la Voluntad del Padre Eterno se cumple.

De esa forma, y cumpliendo Mis pedidos de peregrinación por el mundo, Yo los aproximo a la Ley para que la vivan, la sientan y la cumplan, así como está escrito en el universo.

Para vivir esa Voluntad, las consciencias pasan por muchas pruebas para que, una vez superadas, puedan confirmar que esa Divina Voluntad no estaba tan lejos.

Todos los días, también les enseño, a través de Mis pedidos, a contemplar el Propósito de Dios para no olvidarlo; y así encontrar, a través de él, el alimento necesario que los confortará y les hará elevar el alma hasta alcanzar la sagrada eternidad.

Quisiera que todos Mis amados hijos aprendieran con simplicidad todas estas cosas, y que así pudieran crecer en espíritu y no en personalidad.

Amar la Voluntad Divina y tener fe en ella es el gran paso de todos los apóstoles de Mi Hijo, porque en ellos se deberá dibujar el precioso proyecto de la redención y de la paz, que está esperando a las almas que no consiguen ver a Dios por sus propios medios.

En cada etapa cumplida de los pedidos de su Madre Celeste recuerden, queridos hijos, que el Señor, en Su Gloria y Presencia, estará más cerca de todos.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los acompaña,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

La caridad lleva a la pronta santidad, porque en el servicio se abren las puertas para ayudar y colaborar con los más necesitados, como también con los Reinos.

Hijos, en este tiempo todo lo que hagan debe ser en el nombre de la caridad, para que así la consciencia humana no pierda el impulso de donarse a los demás sin condiciones.

Es la caridad la que permite establecer la paz entre las naciones y los pueblos, porque la caridad es movida principalmente por la esencia del Amor de Dios.

En cada acto de caridad, como en cada nuevo servicio, se pueden dar los pasos dentro del Plan de Dios y de Su grandiosa obra.

La caridad, como esencia de la vida espiritual de los apóstoles de Cristo, representa la posibilidad de entregarse a través del servicio hacia los demás y de estar constantemente derramando el Amor de Cristo.

En la caridad se establece la pacificación de la consciencia, porque el alma que vive la caridad permanente está atrayendo hacia sí los códigos crísticos de la piedad y de la misericordia.

La caridad es una fuente directa de transformación para todos los corazones, porque ella genera en las almas y en el planeta un efecto altamente positivo para todo lo que aún se debe redimir.

El camino de la caridad los lleva en algún momento a abrazar el divino sacrificio, porque después de una larga caminata a través de la caridad, el alma aprende a renunciar por los otros y por el bien del Plan Divino.

La caridad es un impulso para vivir la redención interior.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

Los colma,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijos, reconózcanse como parte de un infinito, al que ignoran, por su propia pequeñez.

El hecho de que la Creación les resulte incomprensible o que no todos los conocimientos estén en sus mentes, no significa que ellos no existan.

La Obra de Dios en este tiempo debe ser definitiva y generar el despertar que las almas tanto esperan desde hace cientos de años.

En todas las religiones, como también en todos los grupos espirituales que existieron en la Tierra y que comenzaron con principios puros, la interferencia de la mente humana desvió muchas veces el Propósito de Dios, y eso hizo que las almas se preguntaran si las religiones son guiadas, en realidad, por Dios o por los hombres.

Así fue que la fe se comenzó a perder en el corazón humano y el Creador envió a Sus Mensajeros para que guíen a la humanidad.

Los Mensajeros Divinos, hijos, no estamos solo con ustedes. También procuramos guiar y advertir a otros grupos y religiones, pero aún así, ellos no fueron capaces de escuchar.

La Voz de Dios está intentando acallar al hombre para enderezar su camino y apartar el poder y la potestad humanos, que algunos piensan que tienen sobre las almas a lo largo del mundo entero.

El corazón humano perdió la confianza en sus semejantes, porque aquel que no es confiable no puede confiar en el prójimo. Es por esto, hijos, que muchos niegan las Palabras de Dios, pronunciadas a través de los tiempos.

Aquel que es transparente y verdadero en su fe, reconoce la verdad cuando ella está ante sus ojos y no teme ni duda cuando escucha las Palabras de Dios, porque sabe que es capaz de seguirlas, inclusive más allá de sí mismo.

Hijos, si quieren reconocer la verdad, sean verdaderos. Si quieren vivir la plenitud y lanzarse a la Voluntad Divina sin miedo de engañarse, entonces no engañen al prójimo, no mientan, no manipulen, atraigan hacia sí solo la sabiduría y la verdad.

Vivirán en paz y sin desconfiar cuando puedan sembrar la paz y la confianza en el mundo por medio de sus obras, de sus sentimientos y de sus palabras.

Solo podrán autoproclamarse apóstoles de Cristo cuando en verdad sigan Sus Palabras y vivan para Él y no para sí mismos.

Los hombres no temerían por la destrucción de la iglesia si no supieran que ella está por caer debido a sus propias acciones. No necesitarían temer por la destrucción de la Obra de Dios si supieran que ella, en verdad, es de Dios y no de los hombres y si supieran que harán todo en obediencia a los Designios del Padre para que esta Obra se mantenga.

Hoy, hijos, les enseño a ser verdaderos, porque así reconocerán la verdad. No hay otra forma de perpetuar una Obra sino con la verdad y con el ejemplo vivo que ofrecen al mundo.

No teman las palabras de los hombres, porque quien señala falsas mentiras en el prójimo es porque intenta esconder las propias.

Sigan a la verdad y trabajen todos los días para ser cada vez más trasparentes ante Dios. Así, las máscaras de la ilusión caerán por sí mismas.

Aquel que los advierte para que sean verdaderos y humildes,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

A los sacerdotes de América y del mundo, hijos predilectos de la Madre Santísima

Únanse de corazón y en esencia de cristiandad, y hagan propagar Mi llamado de Paz en todo el mundo.

No ocupen su tiempo en difamar Mi Nombre o en hablar si de verdad estoy presente o no con ustedes o en sus semejantes, a los cuales algunos de Mis hijos predilectos sacerdotes los persiguen.

Los estoy llamando a ser pacificadores con todos los credos y a ocuparse de los rebaños de Mi Hijo. No permitan que la cizaña de Mi adversario ingrese en sus mentes y sea más fuerte que el amor y la fe que mueven montañas.

Algunos de Mis hijos predilectos sacerdotes no perciben que están descuidando a Mi Iglesia, aquel verdadero Templo que deben proteger y amparar en cada corazón, como pastores que fueron llamados por Mi Hijo.

La persecución entre los miembros de Mi Santa Iglesia es muy grande y más allá de esto también lo es, no hagan lamentar ni entristecer al Sagrado Corazón de Mi Hijo, abracen con amor su cruz y no hagan más pesada la cruz de sus hermanos.

Necesito que vean más allá de ustedes, de sus ideas y de sus finalidades, en algunos casos destructivas.

La Obra de salvación y de fe que su Madre Celeste desempeña en este tiempo, fuera de la antigua Iglesia, es para que aprendan más allá de todo a abrazar el propósito de la conversión de todos los corazones.

Vigilen sus acciones para no caer en tentación, como ya algunos se encuentran, generando polémica humana y división entre las almas.

No se aferren a las cosas del mundo, que su sacerdocio sea valioso y encomendado todos los días a la Obra del Redentor. 

Ya estamos en el tiempo de unificar a la Iglesia con todos los que buscan de alguna forma el Amor de Mi Hijo, porque lo que importa en esta hora es que todos los ángeles conduzcan a las almas a su redención y conversión.

Mi Hijo les enseño cómo hacerlo y no es a través de las palabras torcidas, las que llevan a las almas a dudar del camino que deben recorrer.

Mi Santa Imagen finalmente es honrada fuera de Mi Iglesia, pues si una vez su Madre Celeste huyó a Egipto, por el inminente peligro del rey Herodes, fue no solo para proteger la Obra del Sagrado Hijo, sino también para hacer sentir en lo profundo de los egipcios el poder amoroso de Mi Maternidad.

Vean, en este simple ejemplo, cómo siempre a través de los tiempos Yo estoy llamando a todas las ovejas de Mi Hijo para conducirlas a través de un mismo portal, el portal del Amor.

No dejen, Mis hijos predilectos, que por sus juicios o comentarios se apague la llama de su fe, el Señor espera encontrarlos hermanados los unos con los otros, en el sumo respeto y amor, y esto también debe ser fuera de Mi Iglesia.

Vengo así a liberarlos de sus pecados, para que Mi Hijo les de la absolución y se arrepientan a tiempo; así renovarán sus votos y, con Fe y Misericordia, les darán a todos los Santos Sacramentos para despertar en las almas el amor y la salvación.

Ocupen sus vidas en el sagrado oficio y, al igual que los apóstoles reunidos en el Cenáculo, obedezcan la guía de su Madre Celeste.

Deseo lo mejor para cada hijo Mío, aspiro a que la paz no se pierda entre los sacerdotes de Cristo y el pueblo por obra de Mi adversario.

Ya estamos en el Apocalipsis y quiero guiarlos para que vivan en la bondad y en la compasión por el prójimo. Ya no persigan a las ovejas con sus juicios ni tampoco pierdan tiempo mostrándoles sus consagrados rostros a la difamación y a la revolución pública.

Los amo y quiero que Me ayuden a instituir la paz.

¡Les agradezco por acoger Mi sagrado y último llamado!

Los unifica,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN VILLA DE DORNES, FERREIRA DO ZÊZERE, SANTARÉM, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Cuando una batalla se pierde, otra se gana; porque por encima de todo el Amor siempre triunfará.

Es ese poderoso Amor vivo al que le temen las potestades infernales y es ese Amor Divino que las hace débiles y ayuda a transmutarlas.

Es en esta hora, queridos hijos, que todo se está por definir dentro y fuera de los seres, porque llegó el momento en el que, definitivamente, el Plan que una vez vino a cumplir Mi Hijo finalice en esta humanidad a través de Su Retorno.

Como ese Retorno está próximo, el caos y el mal le temen a ese momento, en el que una victoria inminente se dará en la humanidad al golpe del martillo de la Justicia de Dios.

Es en esta hora crucial e impredecible que sus corazones deben estar fuertes, valientes y unidos para evitar que el Plan propuesto fracase.

Queridos hijos, a lo largo de este tiempo de imprevistos y de desafíos, tengan absoluta fe de que finalmente encontrarán la paz y comprenderán que el servicio de Amor por el planeta es más amplio de lo que parece.

En este día, en el que la noche se recoge, queridos hijos, Yo los invito a la mansedumbre y a la fe, los invito a que oren día y noche por los que Mi mano escogió para llevar adelante esta Obra de corredención de la humanidad.

En sus flaquezas se encuentra el mayor sacrificio. En su disposición se halla el amor que todo lo puede. En la entrega a la Voluntad Divina, el alma encuentra su liberación.

Todos los que dicen ser apóstoles de Mi Hijo estarán siendo llamados a realizar cosas imposibles fuera del tiempo y de la hora normal de la humanidad.

Un Plan Mayor está en riesgo, y la Divinidad llamará a la puerta de los que se postularon en otro tiempo para servirla incondicionalmente.

Que su fe crezca y que nadie pierda la paz. Estoy con ustedes en este combate contra la bestia de diez cuernos, su derrota está cerca y el triunfo de Mi Corazón ya es visible para los ángeles del Cielo.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

En oración,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA 36.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN LA CIUDAD DE FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Y a pesar de que no lo parezca, Mi Luz vence el mal y así triunfa Mi Plan en la Tierra, en cada corazón abierto a escucharme y a recibir en esta hora el poderoso caudal de Mi Amor, el que lo transformará completamente y le traerá la vida, la vida espiritual que existe en los Universos y que forma parte de cada ser, cuando él despierta a su verdad. 

Esa verdad y ese despertar  intenta ser infiltrado por  Mi enemigo. Pero el poder de Mi Amor todo lo vence y él le teme a Mi Luz y a Mi Verdad. Cuando se enfrenta a ella queda confuso y no sabe qué hacer, porque no conoce el Amor; en verdad se alejó del Amor, del Amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Es ese Amor Trino que les trae la Vida Eterna, la renovación y la paz para estos tiempos.

En esa Santísima Trinidad deben guardar sus corazones y  vidas, dentro de ese triángulo de luz que representa la Santísima Trinidad; allí estarán protegidos de todo mal, ayudarán a proteger a sus hermanos y también ayudarán, queridos compañeros, a retirar de la ilusión a cuantos duermen en este momento.

Esa ilusión mundial es creada por Mi adversario todo el tiempo.

Las almas están hipnotizadas y muchas creen en otra vida espiritual que no es la que Yo ofrezco en este tiempo.

Mi adversario confunde a las almas y se muestra con resplandor a través de una falsa luz que hace cegar a los corazones y los hace ingresar en caminos confusos, que los llevan a separarse de Mi Ley.

Porque es la Ley de Mi Amor que les muestra la Verdad.

Si Yo di la Vida por ustedes y ahora doy la Vida por ustedes, en este tiempo, ¿por qué seguirán otros caminos compañeros? Mi adversario solo quiere tentarlos, quiere separarlos de Mi verdadero Corazón de Luz.

Por eso, hoy les traigo un ejemplo fidedigno de esa fidelidad máxima, a través de dos consciencias que dieron la vida por Mí, obedecieron Mis instrucciones y siguieron Mis Pasos con profunda fidelidad y humildad.

Ellas son Santa Teresita de Lisieux y Santa Teresa de Jesús, dos ejemplos para sus vidas que hoy presento ante Mi Altar Celestial. Dos Maestras de la oración, de la consagración y del camino espiritual, que podrán guiar sus pasos cuando tan solo se consagren a sus corazones.

En todos los Santos del Universo que dieron la vida en la Tierra por Mí, también está el ejemplo sagrado, la reverencia, la verdadera devoción ardiente.

En Santa Teresita de Lisieux podrán encontrar el ejemplo de la humildad, del verdadero amor al Niño Jesús y a Su verdadera Maestría Celestial.

En Santa Teresa de Jesús encontrarán vuestra reforma interior, la vida consagrada; cada cual en su diferente grado de amor y en su grado de compromiso Conmigo.

Santa Teresa de Jesús se ofrece como su Instructora en este tiempo, para guiar las almas de los autoconvocados, de aquellos que están despertando en este tiempo a la verdadera Consciencia Espiritual del Universo.

Hoy les encomiendo estas dos grandes consciencias porque han dado un fiel testimonio de la presencia de Mi Palabra en el mundo y, sobre todo, de Mi Sagrado Corazón.

En ambas encontrarán el camino de la perfección.

Todos los caminos que están llenos de amor llevan a Mis Caminos. Es eso que deben intentar recorrer en este tiempo y dejar de ser engañados por sí mismos, como es engañado el mundo.

Hoy les traigo este mensaje, compañeros, porque es importante que crezcan en la Verdad.

Yo los invito a ser humildes, dentro del apostolado espiritual que Yo ofrezco para todas las almas.

Solo necesito que oren Conmigo, que adoren al Hijo de Dios, porque estarán adorando al Padre Celestial. Que contemplen este legado que Yo les entrego para que pueda abrir sus consciencia hacia ese camino de redención.

Todas las almas son llamadas a vivir en Mi camino. El único camino que Yo ofrezco en este tiempo es el camino del amor, que los podrá unir con sus hermanos, con todos los que los rodean, con todos los que buscan la verdad, la verdad del corazón.

Es esa verdad que los hará fuertes para retirar de la consciencia toda mentira, toda ilusión o todo engaño que Mi enemigo articula ocultamente por detrás de cada ser; pero quien vive en Mi Corazón y lo vive verdaderamente, no será engañado por él.

Su hora está cerca y Mis ejércitos se preparan para eso.

Ustedes son llamados a ingresar en ese comando espiritual del fin de los tiempos y del Armagedón, para que se preparen para vivir la batalla, una batalla que no es conocida por el mundo, que fue escrita por Juan, en el Apocalipsis.

Esa hora se está acercando; por eso, los invito a la adoración y a la oración para que estén listos, firmes y seguros, en cada decisión que tomen en sus vidas. Eso determinará sus destinos y a la meta que llegarán después de que todo suceda.

Hoy especialmente, hijos amados, vengo a retirar los velos de la ceguera para que puedan ver más allá de este lugar y de sus consciencias, para que puedan ver el Reino Celestial que se aproxima, con todo el esplendor de su Divina Misericordia, para las almas que más lo necesitan.

Mi Corazón sufre por los ingratos, aún más por aquellos que lastiman y que hieren el Corazón de Dios. Solo el Amor lo puede reparar y el ofrecimiento de cada alma ante el Hijo Celestial.

Si son como son, no deben temer por ser imperfectos. Yo los quiero ver verdaderos, transparentes y limpios de corazón. Porque por más imperfección que exista en la consciencia, y aunque toda prueba aún no se haya superado, Mi consuelo es infinito para aquel que lo clama de verdad.

Repito: verdad, porque es la verdad lo que deben vivir. Es la verdad que pierde el mundo, la verdad que pierden las almas de su verdadero propósito.

En la verdad existe la paz, la calma, el sosiego, la fortaleza interior, la victoria para cada corazón. Es esa verdad que Yo enseñé a Mis apóstoles, que hoy vuelvo a recordar para cada uno de ustedes.

No importa cuánto Me fallen, lo que importa es cuánto Me dejan de vivir. En la vivencia que podemos tener juntos se construye la hermandad entre el Cielo y la Tierra, entre Dios y Sus criaturas y entre sus semejantes.

Así estarán libres de sí y el pecado desaparecerá del mundo, desde el principio del Génesis hasta el presente, desde que Adán y Eva cometieron el pecado original. Eso puede ser borrado de la historia de este planeta cuando los Nuevos Cristos despierten.

Hoy, uno Mis Manos en oración para pedirle al Padre Celestial fortaleza para los débiles, amor para los duros de corazón, fe para los que perdieron la esperanza, cura para los enfermos, misericordia para los ingratos.

Hoy, vengo aquí para pedirle al Padre por ustedes y el mundo, porque los necesito en esta hora aguda de la Tierra, en donde todo está por suceder, más allá de la capacidad de cada ser.

Cuando todo suceda no habrá retorno porque todo estará cumpliéndose, como fue escrito.

Cristo pide una Biblia.

En estos caminos que Yo los invito a recorrer se encuentra siempre Mi Palabra, la Enseñanza, la Instrucción, que mueve a todos los espíritus para que realicen la Obra del Plan. Si alguno de ellos deja de cumplirla, no será por falta de Palabra, de Enseñanza o de Instrucción, será por inercia, por desobediencia o por indiferencia.

Así están muchas almas del mundo y aún Yo envío a Mi Madre a la Tierra para que Su Espíritu Consolador sea la fuerza motriz que mueve al Universo, generando todas las Gracias posibles para aquellos que no la merecen.

Ustedes, compañeros, sean merecedores de esa Gracia Celestial para que los dones que Yo les entregué en el pasado puedan estar al servicio de Mi Corazón, de Mi Obra Redentora.

En cada paso que dan Yo los acompaño.

En cada respiración que viven se encuentra Mi Espíritu presente cuando el alma está unida en verdad a Mí, y no quiere nada para sí, solo el bien para el mundo, para todo el planeta y la Creación.

Los invito a vivir en confraternidad. Ese será vuestro próximo paso para los próximos meses. Trascender los juicios, las indiferencias, las maldades, los comentarios, las blasfemias y todos los ultrajes que pueden realizar las almas del mundo.

Si buscan el espíritu de la confraternidad, solo lo encontrarán en Mi Corazón Misericordioso, porque Mi Corazón es esa gran usina universal de la cual muchas consciencias se sirven en los Universos.

Si Mi Corazón no se hubiera ofrecido en la Cruz por ustedes, en el presente nada de esto sería posible.

Padecí el dolor más fuerte de la humanidad a través de la indiferencia humana, de la negación y de la soberbia. 

Vengo a desterrar en los que Me quieran vivir, todos los patrones del mal que llevan a la decadencia de la humanidad, a la guerra, a la división a través de los tiempos.

Vengo a constituir, en los corazones solitarios, una nueva hermandad para que ya no se sientan más solos y cuenten con cada hermano de camino.

Así Yo podré estar entre ustedes cuando Yo ya no vuelva más, porque se acerca la hora en la que el mundo se purificará y verá la realidad que nunca quiso ver de sí mismo.

Rezo de rodillas delante Mi Padre para que para todos sea liviano ese momento crucial. Por eso les doy todas estas Gracias.

No pierdan este momento Conmigo.

Aprovechen Mi Presencia y no piensen cuándo terminará todo esto. Así no habrán comprendido lo que Yo les digo.

Aunque Yo no Me muestre a todos, Me hago presente en los corazones pacíficos. Así lo han podido ver en esta vida material.

Muchos creen que en este Libro no se encuentra nada y los que escribieron eran retrasados.

Los apóstoles que Me siguieron no tenían ninguna formación espiritual ni mental, pero Yo les enseñé, así como les enseño ahora a ustedes, a escribir las Palabras de Dios a través del corazón.

Por más que existan faltas o poco entendimiento para aquellos que se creen sabios, la verdadera Presencia de Dios, compañeros, está en los corazones simples, que escriben a través de sus ejemplos, que testimonian Mi Presencia en estos tiempos,en donde se necesita de la luz y de la paz.

Aquí se encuentran códigos inexplicables. Esto pertenece a Mi legado espiritual y no a los hombres que Me siguen.

Los hombres deben seguir Mis Mandamientos y no apoderarse de Mis Palabras.

Este Libro, que fue escrito con tanto amor, desde el principio del Génesis, les muestra una parte de la Verdad que aún no fue descubierta por ningún teólogo.

Primero, deben sentir en su corazón el mensaje para que después él sea verdadero y se cumpla en cada uno de ustedes.

Les dejé una Instrucción básica para los tiempos, las parábolas, que aún muchos no pueden vivir, más aún aquellos que las hablan en Mi Nombre.

Yo los invito a ser simples, así como es simple la escritura del corazón.

Porque Dios se manifiesta en tres planos de consciencia: en el espíritu, en la mente y en el humano.

Les vuelvo a dejar este presente de Dios. Aunque la Sagrada Biblia ha sido modificada, no se pierdan en los detalles, sino en la esencia en la Instrucción que da la Jerarquía espiritual para todas las almas del mundo.

En cada parábola existe una llave superior, un portal que se puede abrir ante vuestras consciencias. Serán invitados, de esa forma, a vivir los diferentes grados de amor, así como Yo lo enseñé en el Nuevo Testamento.

Yo coloco Mis Manos sobre la Sagrada Palabra de Dios para que, cuando todo termine, nadie haya perdido ni un solo enunciado de ella.

Que la Instrucción sea reverenciada y valorada por los corazones simples, porque allí estará la paz, en el conocimiento del corazón que ama más allá de lo que piense, porque la Palabra de Dios, la Palabra de la Jerarquía, es testimonio vivo para el mundo, de alcanzar la promesa de la Nueva Humanidad.

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Jesús va a orar por nosotros en este momento y nos pide que lo acompañemos en silencio y en unión con Él.

Cristo Jesús:

Deposita, Señor, Tu Enseñanza misericordiosa para los que han caído.

Escribe Tu nueva historia en los corazones impuros,
para que toda alma se pueda purificar y encuentre Tu Paz y el consuelo máximo de Tu Corazón.

Señor, no mires las faltas del mundo. Vislumbra el Poder de Tu Palabra, de Tu Sagrada Instrucción
en todos aquellos que la escuchan, mientras sus corazones se transforman en potentes caudales de luz.

A través de Tu Verbo, Señor, todo creaste.

Nací de la Fuente de Tu Corazón y así surgió Tu Divino Espíritu.

Creaste los Universos en siete días e hiciste las cosas a Tu semejanza,
en el gran resplandor de Tu Amor y de Tu Infinita Vida.

Constituye, Adonai ,Tus nuevas Enseñanzas en el mundo,
y que las almas despierten a Tu Amor, que se pronuncia como Palabra Viva en todo lo que has creado.

Transfigura, Señor, todo lo que ha salido de Tu Camino.

Hazte vivo y presente en aquellos que aún no Te escuchan y que niegan el Poder de Tu Verbo.

Padre Amado, Santo Señor de las Alturas, Fuente Única Universal,
nos enseñaste a orar de corazón y a implorar Tu Sagrado Nombre,
para que pudiéramos vivir como Tus dignos hijos, Tus amadas criaturas de esta existencia.

Borra de cada corazón herido las blasfemias cometidas
y todas las palabras que han herido Tu Corazón en la gran indiferencia del mundo. 

Reaviva Tus Fuentes de Instrucción como una inspiración divina para las consciencias.

Que cada alma encuentre el camino que lo llevará hacia Ti,
para poder vivificarte por los siglos de los siglos.

Hazte, Señor, presente en todos aquellos que Te claman.
No mires sus faltas sino la bondad con la que Te miran para encontrar Tu Misericordia.

Une Tu Poderoso Corazón con cada ser y destierra el mal espiritual de cada consciencia de la Tierra.

Reagrupa a Tu rebaño, Señor.

Soy Tu Pastor incansable que lleva a las almas a Tu Corazón
para que no se pierdan ni te dejen de encontrar.

Señor, acepta Mi Bondad y el ofrecimiento de todos Tus hijos
que oran a Tu Corazón compasivo, para pedirte una oportunidad.

Prometo llevar a Tu Reino a aquellos que se han transformado,
a través de Tu Santa Palabra, en el sacrificio y el amor, por el bien de toda la Creación.

Que así sea.

Mis oraciones no son escuchadas por el mundo. ¿Quién abrirá su corazón para escuchar lo que digo y no pensarán lo que cada uno quiere para sí?

Pregunten todos los días a vuestro Maestro qué es lo que necesita. El Plan está próximo a ustedes. Recuérdenlo para no perderlo de vista.

Ahora nuevamente los consagraré por tercera vez, para que en los próximos tiempos todo lo que haya sucedido aquí pueda dar sus frutos.

No quiero ver Mis perlas en los establos de los cerdos.

Cada luz que Yo entrego es preciosa para el alma que la sabe venerar.

Yo les traigo el alimento del espíritu y la esperanza para todo el planeta.

Confíen en Mí y nunca cierren sus corazones.

Volveré al mundo para terminar con este horror que todo el Universo está viendo.

Nuestro Silencio trae fortaleza, nuestra Oración trae constancia y nuestra Palabra, Misericordia.

En estos elementos, compañeros, Yo les entrego Mi Vida, Mi Perdón y Mi Amor, hasta que Yo retorne en la Gloria de Mi Padre.

Y con todos Mis ángeles vendré a llamar a Mis rebaños y a todos los que Me siguieron les daré la Vida Eterna y la Gracia de estar Conmigo para siempre.

Mi Corazón les entrego, como una llama de vida que nunca se apagará.

Hoy, elevo hacia Mi Corazón todas las intenciones que Me han ofrecido durante estos dos días.

Sepan que amo sus almas más que sus errores.

Mírenme a los ojos siempre que lo necesiten y quédense en Mí, en Mis Brazos, como Juan se quedó hasta la última hora de Mi entrega. Así también estarán consolándome y la soberbia se alejará para no confundir más a los corazones.

Así les entregaré Mi Paz y Mi Gracia eterna después de esta vida. 

Hoy Me quedo más tiempo entre ustedes para que se grabe en sus células este momento Conmigo, porque aunque el mundo Me rechaza con todas las faltas cometidas, Mi Amor nunca fallará, porque Yo soy vuestro Rey, y Soy el Camino.

Vayan en paz. Y por Mí, sean la paz a donde fueren.

Bajo la Gracia de Dios, sean bienaventurados.

En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

¡Gracias Padre por cuanto nos das!

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA 36.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN LA CIUDAD DE FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Oración del Ángel de la Paz
Mi Dios, yo creo en Ti... (x3)

Comulguen de Mí en este momento y adoren al Todopoderoso, porque Él está atento a la voz de todas las súplicas.

He venido nuevamente en Mi Gloria para bendecirlos, pues la hora de este gran encuentro ha llegado para cada uno de sus espíritus y de los espíritus de sus hermanos, que también apelan por este momento de estar unidos a Mi Corazón en esta propuesta evolutiva de concretar el Plan de Dios, en estos tiempos de Armagedón.

Hoy vengo con la Gloria del Padre y del Espíritu Santo, como la manifestación del Hijo Primogénito, para que así recuperen su filiación con Dios; y el mundo también recupere su espiritualidad, que la ha perdido por las guerras.

Hoy vengo a establecer aquí el segundo protocolo de Mi Paz, en unión a la Creación Universal, que rige todas estas cosas, de la cual Yo me sirvo para realizar las Obras de Mi Padre; que también son sus obras, de ustedes, Mis apóstoles.

Hoy vengo en el silencio percibiendo a la humanidad y su gran necesidad de amor, para estos tiempos críticos. Por eso, su esfuerzo debe ser permanente para que Mi Obra se realice en el mundo y en esta humanidad. 

Cada uno tiene su papel en este tiempo. Cada uno cumple una parte de este Plan. Todas las piezas de este Plan son importantes para que la Obra se pueda concretar. 

En lo profundo de Mi Corazón, sé que aún faltan muchas piezas para que formen parte de ese Plan Universal, que invita a elevar la consciencia y a salir de la superficialidad en la cual la humanidad se ha colocado, olvidándose del Amor de Dios. 

Este Plan está regido por el Amor de Dios. Así como el Amor rige a todos los Universos, así el Amor que rige a sus consciencias, rige toda la Creación, todo lo que es vida y manifestación en este Universo material.

Ustedes son parte de esto, compañeros, de un comando mayor al que son invitados a participar; que no es un comando como el la Tierra, que es regido por hombres débiles que buscan su propiedad, la guerra y la separación entre las almas.

El comando del que Yo les hablo, amigos Míos, es el comando de Mi Corazón, de donde brotan todos los Rayos de la Misericordia,  donde nacen todas las almas que se congregan espiritualmente Conmigo para servir en el fin de los tiempos.

Ustedes son parte de esa realidad y cada uno de ustedes se posiciona dentro de esta Obra. Cada acción que cometan dentro de esta Obra es importante, así como lo es el discernimiento en la misma.

Todo forma parte de una ciencia espiritual que Yo los estoy invitando a vivir de una forma desconocida, porque aún no está en sus consciencias; pero sí puede estar en sus corazones, cuando ellos vibren junto al Mío, en esta Obra de Redención y de Paz de toda la humanidad.

El Plan se articula en estos tiempos según la necesidad de este Universo, de todas las humanidades que forman parte de esta creación material. Desde allí parten todas las Leyes, en donde todas las criaturas son regidas según un principio mayor, según la Ley del Amor y de la Unidad de Dios.

Quien está fuera de ese Principio no puede estar formando parte de este Universo material ni en espíritu, ni en alma, ni en cuerpo, porque estará fuera de la Ley.

En este punto se encuentra la humanidad, fuera de su verdadera realidad para la cual fue creada en el Principio del Génesis para realizar la Obra de Dios; para concretar este proyecto humano basado en el Amor, en la Verdad y en la Unidad, que muy pocos viven a través de los tiempos. 

Esto llevó, compañeros Míos, a la determinación del Padre Celestial y de Sus santos arcángeles para que Yo, el Cristo, el Hijo Primogénito, nacido del Corazón del Padre Celestial, de la Fuente Mayor, encarnara entre ustedes para poder salvarlos y guiarlos, para hacerles recordar las Leyes del Universo a través de las parábolas simples que todos los corazones pueden comprender.

Revivan Mi Mensaje, Mi Evangelio, el Nuevo Testamento, y también únanlo a este Nuevo Testamento, a este Nuevo Mensaje que hoy entrego para el mundo, y a todos los mensajes que ya les entregué, para que sus vidas se pudieran redimir bajo el Principio de Mi Amor Misericordioso.

Vine al mundo y muy pocos comprendieron qué fue lo que hice. Solo a través de los tiempos, muchas consciencias santas y almas inspiradas en Mi Cristiandad consiguieron acceder a Mi Principio de Amor y de Unidad.

Ellos fueron retransmisores de Mi Amor Universal para el mundo; así como ustedes, compañeros, que en esta hora definitiva, dentro de este Plan que los convoca, son llamados a irradiar el Amor de Dios para el mundo, sin olvidar primero que entre ustedes deben estar bien unidos para que eso pueda suceder; de lo contrario, todo sería un fracaso.

Por eso Yo les vengo a decir en esta Maratón, que deben buscar su verdad por encima de los errores y de los aciertos, de los aprendizajes y de las pruebas, de los desafíos, de las calamidades o de las tristezas.

Por encima de todo Yo vengo a entregarles el Principio de Mi Verdad, que está basado en el Amor de Dios, en donde ustedes pueden ingresar en consciencia para descubrir su verdadero propósito, que deben cumplir en esta hora, en honra a Mi Sagrado Corazón.

Por eso vine en el pasado y vine a través de los tiempos realizando milagros y prodigios, testimonios y curaciones, para que todos pudieran creer que Yo Soy el Cristo, el Hijo de Dios, que prepara Su Retorno en esta hora aguda del planeta, en donde las almas deben encontrar el sentido espiritual de sus vidas, el camino a la reconciliación y al perdón, que han perdido entre sus semejantes.

Yo vengo a unir los tiempos: el tiempo en que ustedes viven y el verdadero tiempo del Universo.

Yo vengo a aproximarlos hacia la verdadera dimensión de las cosas, a través de todas las Jerarquías Espirituales y de todos los ángeles que cooperan en esta Obra de Redención y de Paz. 

Yo vengo a abrir las puertas a una oportunidad única y definitiva que las almas tendrán en esta última hora; una oportunidad de cruzar el umbral, de cruzar el portal hacia Mi Corazón, de reconocer su propia verdad, su verdadera constitución espiritual para la cual fueron creados a imagen y semejanza del Creador.

La humanidad no podrá autodestruirse, y aunque lo ocasiona todos los días, los Mensajeros Divinos están al servicio del Plan, así como ustedes deben estar al servicio de Dios; deben desterrar del mundo esa idea destructora de apartar la fe de los corazones, de apagar el amor de los corazones, de hacer sufrir al mundo.

Por eso Yo vine aquí para mostrarles el origen, su verdadera filiación con Dios, con el Altísimo, que está tan lastimado por los pecados del mundo, por la guerra y la persecución de hermanos entre hermanos.

Como lo ha dicho Mi Madre en Fátima, vengo a traerles en esta hora un corto tiempo de paz, para que la mayoría de la almas ingresen al Reino de Dios y no pierdan la Gracia de redimirse.

Yo les traigo la consciencia del Plan, porque debe ser bien comprendida; pero primero amada para poder después ser entendida en cada corazón humano que se abre para este Misterio infinito de Amor.

Yo uno a las consciencias cuando las consciencias se unen a Mí de verdad y no quieren nada para sí, sino todo el bien mayor para el mundo, para los que más necesitan encontrar la salvación, así como ustedes la encontraron.

Por eso este Encuentro Conmigo, compañeros, es único y en poco tiempo no se repetirá más, porque el mundo deberá purificarse completamente, dentro y fuera de los seres.

Esa purificación será intensa, pero el corazón que confía en Mí no perecerá.

Yo le daré la renovación, la fuerza para poder soportar su purificación. Porque quien Me ama es protegido por Mí cuando es sincero en su pensamiento, en su sentimiento y acción.

Ésa es la verdad que quiero que vivan por los que no la viven, por los que la ocultan por estar ciegos de sí mismos y estar lejos de Dios, aunque crean no estarlo.

Por eso Yo les muestro, compañeros, Mi verdadera Iglesia Espiritual, que no vive en este mundo, sino en el corazón de quien la busca en la íntima unión con Dios, con el Padre, con el Hijo y el Espíritu Santo.

En esa Santísima Trinidad está Mi Iglesia Espiritual expandida por el mundo, en los templos internos de las almas; porque será su pequeña iglesia interior  la que se fundirá con la Mía para formar los nuevos pilares de la Nueva Raza.

Bendeciré y sacramentaré los elementos. Así como en este día los bendeciré nuevamente a pedido de Mi Padre Celestial, por medio de Mi Gracia sublime.

Derramaré las Gracias de Mi Glorificado Corazón para aquellos que sepan contemplarlas en humildad y amor.

Alabemos al Padre que está en los Cielos. Es el Creador que Me ha enviado para salvar al mundo de su total ignorancia e incapacidad de amar.

Apóstoles Míos, siervos de Mi Divina Misericordia, salgan de este santuario interior amándose los unos a los otros. Recuerden esa Ley, porque quien ama de verdad no estará en las garras de Mi adversario.

La bestia le teme al Amor y en consecuencia, a todos los que le siguen.

Mi Corazón es el Poder de Dios manifestado en cada parte de la Tierra. Veneren Mi Gloria, difundan Mi Misericordia y todo estará cumplido.

He venido con Mis ángeles del Universo. Regentes Solares del Universo Celestial que conocen sus almas y el origen de sus espíritus, y les traen la consciencia en este momento, la sagrada oportunidad de poder despertar a la Ciencia del Universo basada en el Amor de Dios, en Su infinita Unidad.

Como los ángeles cantan a Adonai, proclamando Su Sabiduría en este Universo material, así quiero que sus voces canten, proclamando al Padre, al Regente de esta Creación, a Aquel que los ama desde el principio.

Kodoish...

Oración:
Santísimo Corazón de Cristo...


Todos de pie.

Cuando los Sacramentos son bendecidos, las almas son premiadas; no como el premio que el mundo conoce, sino como la Gracia Suprema de Dios, que desciende sobre las consciencias para que puedan dar un nuevo paso.

Este es el verdadero sentido de los que son sacramentados, ser renovados por el Amor y la Unidad de Dios y encontrar el camino, el verdadero camino de su propósito para esta vida, la realización de la Obra de Dios en cada corazón humano, en cada alma que se congrega para poder servirme.

Mi Sagrado Corazón se ennoblece por estar aquí y Él se expande en Amor para todos.

Mi Madre concede estas oportunidades para todos, porque Ella intercede por cada ser que le clama de corazón por la Gracia de Su Amado Hijo.

Ustedes son agraciados en este día especial y les agradezco por acompañarme en esta Comunión eterna Conmigo por el triunfo del Plan.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

¡Gracias Señor por cuanto nos das!

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE CRISTO JESÚS,  EN LA CIUDAD DE ÁVILA, ESPAÑA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Mi Dios, yo creo en Tí...(x3)

Te has animado a estar cerca de Mí a pesar de lo que ha sucedido y eso es parte de la victoria de Mi Corazón, del triunfo del Plan de Dios en la Tierra por encima de toda adversidad, perturbación o engaño.

Te has animado hoy a estar hoy aquí, Conmigo, delante de Mi Presencia, a pesar de los pecados o de las imperfecciones, pues Yo no te deseo puro, sino libre de ti, para que camines a Mi lado, en la perfección de Mi Plan que Yo revelo a Mis semejantes, a Mis amigos y apóstoles.

Has confiado en Mí y has venido a encontrarme, a pesar de que todo haya cambiado y que el lugar sea diferente. Eso hace la obediencia de un alma buena que sigue los caminos del Señor en total confianza y entrega para que, por  encima de todo, triunfe Mi Luz, que es la luz que proviene del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Hoy he venido como un Sacerdote, para sacramentarte y renovarte.

He venido a depositar nuevamente Mis Dones, que siempre estuvieron presentes, mas Yo todo renuevo en tu vida para que puedas seguir adelante y como te he dicho, caminar a Mi lado hasta alcanzar la meta que Yo propongo para tu vida y tu consciencia.

Anímate a seguirme y no perderás Mis Pasos, pues yo conduzco a Mis ovejas a ese establo de Mi Corazón, en donde las consuelo, las guardo y las contemplo por medio de Mi amor redentor.

Hoy Soy ese Sacerdote que te renueva la vida, la consciencia y el espíritu. Soy el Sacerdote que da fuerza a tu alma para no desistir ni perder de vista Mi precioso Proyecto, que es convertir tu vida en un instrumento de paz y de bien para el mundo.

Mira tu estrella, viejo peregrino, amado discípulo y siervo de Mi Padre. Mira tu origen y vislumbra tu hermandad, nunca te has apartado de ella a pesar de lo que ha sucedido.

Reencuentra tu existencia, el sentido de tu vida y unifícate con tus hermanos, para poder sobrevivir en estos tiempos difíciles. 

Así estará Mi Corazón entre ustedes, como estuvo con los apóstoles para guiarlos hacia la meta final de evangelizar el mundo y de traer la Consciencia Suprema de Dios para los que estaban caídos y perdidos en las tinieblas.

Ve en todo Mi Universo la potencia de Mi Amor, que es esplendoroso y magnífico.

Ve en cada paso que Yo te pido realizar, cómo Yo conduzco tu vida y nutro tu interior con nuevos patrones.

No dejes atrás Mis pasos pero siempre búscame, para que puedas ver en Mis caminos Mi Voluntad, que no es la tuya, sino la Voluntad de Mi Padre a través de Mí, a través de todo lo que Yo expreso para las consciencias.

He venido para agradecerte y para alentarte, para instituir un nuevo ser que deberá seguir siendo moldeado como el barro, hasta que el alfarero alcance la perfección del mismo y le ofrezca a Dios como testimonio de que este Plan se puede cumplir en este mundo.

Ve a mi alrededor a los doce ángeles que me acompañan; potestades supremas, adoradores de Mi Cuerpo Eucarístico y Santísimo.

Ve en ellos cómo emana el amor por adorarme y honrarme, pues Yo Soy el Hijo, el que está en los cielos y descendí entre ustedes una vez para traerles la paz y la redención, para mostrarles el camino verdadero, el camino simple que recorrió Mi Corazón por medio de la instrucción y de la palabra para todas las almas.

Y así te invito a que asciendas e ingreses a Mi Reino, en donde existe la paz y la unidad, así como existe la paz y la unidad en tus hermanos, tus compañeros.

Porque entre hermanos solo puede existir el amor y la unidad. Dichosos de aquellos que lo viven y que en Mi Nombre lo multiplican sin olvidar que todo dolor se cura a través del amor y de la compasión.

Yo Soy esa Consciencia que les traje la Misericordia, un misterio que aún no es muy conocido y que en este tiempo revelo para ustedes. Porque si Yo Soy la Misericordia misma, es ese misterio que se está revelando a ustedes y a todo el mundo, a la humanidad entera, para que pueda conocer que aún existe la gran compasión de Dios y su infinita Piedad para con sus criaturas, semejantes a Él.

Si esta Misericordia no estuviera entre ustedes, compañeros, ¿cómo sobreviviría el mundo en este tiempo, en donde las acciones comprometen a muchas almas y sumergen a los corazones en los abismos?

Es en eso que necesito que trabajen, en liberar a los corazones, a las almas y a los Reinos de la Naturaleza, porque cada uno tiene una misión Conmigo que no puede dejar de vivir, ni de cumplir.

Si Yo los llamo en este tiempo es porque ya los llamé en otro tiempo y ese compromiso ardiente se mantiene vivo en Mi Corazón. Así Yo vengo a cumplir ante Mi Padre la promesa que le realicé de autoconvocar a Mis compañeros en este tiempo final, en que todo está en  juego, hasta la vida espiritual.

Pero si su oración fuera fuerte, perseverante y amorosa, no tendrán qué temer, porque si oran Conmigo y oran con Mi Madre, u oran con San José, Nuestra Luz siempre estará, a pesar de las tinieblas.

Por eso, te digo, compañero: no temas purificarte, porque si el Hijo de Dios se purificó cuando fue entregado en el Templo a los brazos de Dios, toda alma de esta Tierra, por sus deudas y cometidos debe purificarse; pero existe una tabla de salvación que los ayudará a que todo se pueda trascender, y esa es Mi Misericordia.

Por Mi Misericordia hoy están aquí y Yo estoy con ustedes y con el mundo.

Por Mi Misericordia aún caminan a Mi lado y siguen Mis pasos.

Mi Misericordia es más fuerte que todo pecado, que cualquier indiferencia u omisión.

Mi Misericordia todo lo renueva y todo lo restaura.

Fue el Poder de Mi Divina Misericordia que me ayudó a cargar la cruz del mundo y los horrores de la humanidad, para poder liberar a las almas de todos los infiernos.

Por eso establezco este puente de luz con sus corazones y el Mío, para que puedan beber de Mi Fuente y nutrir sus espíritus en el poder de Mi renovación.

Así Yo los estoy sacramentando en esta hora, en donde la mayoría de las almas necesita de Mis Sacramentos, de Mis Dones y de Mis Gracias.

Cuánto dolor Me ocasiona la indiferencia del mundo o la indiferencia de los unos para con los otros, ante la necesidad que es visible delante de sus ojos y corazones.

Si son indiferentes entre ustedes, serán indiferentes Conmigo, y a ustedes no podré llegar. Por eso, hasta ahora y en este tiempo los espero, y aún mantengo Mis Brazos extendidos hacia ustedes, para que tomen Mis Manos y se puedan levantar de este suelo, de todas las piedras que los hacen caer.

Yo los restauro en espíritu y en vida cuando se lastiman a sí mismos o cuando hieren a los otros.

Mi Misericordia los ayuda a ver la verdad en cada corazón y en cada hermano que está a su lado.

En esta simple verdad es que Yo quiero que puedan vivir todos los días. Es la verdad que Yo les enseñé a Mis apóstoles y a Mis seguidores, incluso a aquellos que Me entregaron a la cruz y a la muerte.

Si Yo sufrí por ustedes, compañeros,  era para que ustedes no sufrieran, ni hicieran sufrir a los demás, con ninguna acción, o modos que pudieran alterar la paz del corazón que Me busca incesantemente.

Yo hago recordar a todos Mi legado y el compromiso de vivirme todos los días hasta los últimos días de sus vidas, porque se han ofrecido para eso ante Mi Padre y hoy se los vengo a recordar, para  que Me puedan vivir a través de sus semejantes, trascendiendo la imperfección y los errores, porque lo perfecto, compañeros, es el amor.

El corazón imperfecto que ama, es un corazón perfecto, porque trae para si el amor, lo comparte y distribuye como panes a los más pobres de espíritu.

Muchas veces, entre ustedes. quise mostrar ese amor, y mandé a distribuir panes como dones y gracias para sus corazones. Y algunas de esas veces no lo pudieron ver, pero Mi Amor los justifica y los salva, los redime y los restaura, hasta que puedan dar el gran paso, según el compromiso de cada ser.

Yo les ofrezco Mi Sacerdocio como un principio de renovación para aquellos que buscan la unión con Dios todo el tiempo, y especialmente, para que no olviden que Dios es misericordioso y piadoso con toda la Creación.

Les doy Mis Gracias para que se purifiquen y testimonien Mi Amor en el mundo, especialmente para los que más lo necesitan en esta hora aguda del planeta.

Llora, recostándote sobre Mi pecho y busca la esencia de Mi perdón que te unificará y te hará libre del pasado.

Llora, y deja que Yo te pueda limpiar profundamente.

Como el agua de los océanos es Mi Misericordia, que todo pacifica y sana en las consciencias.

Llora, y libérate del dolor para que Mi amor ingrese en tu espíritu y Yo haga una nueva morada en gloria a Dios.

Sientan Mi Corazón misericordioso y lleven la paz al mundo que urgentemente la necesita en esta hora crucial de la humanidad.

Las pruebas fortalecen a Mis seguidores. La transformación los une a Mí y la purificación los consagra a Mi Divinidad, para que Yo pueda ser en ellos y ellos en Mí para siempre.

Ante los doce ángeles que Me acompañan celebraremos este viernes de reparación del Sagrado Corazón de vuestro Señor, que se digna en mostrarse a los corazones simples para que puedan ver Mi verdad.

Mientras estoy aquí contemplo el mundo y a todas las almas que abren su corazón para recibirme.

Fray Elías:

Vamos a... Ante la Presencia de Cristo vamos a cantar : "Ven Oh Gran Espíritu" para la bendición de los sacramentos. Y vamos a permitir  que ese Espíritu de Cristo ingrese a nosotros. Colocamos nuestras manos en señal de recepción.

Una vez más.

Santísimo Corazón de Cristo,
convierte nuestros corazones
en llamas sagradas de Tu Divina Misericordia,
para que Tu faz se funda sobre el gran corazón humano.

Que el venidero descenso de Tu Gloria Celestial
redima a todas las consciencias.
En honor y en gloria al Padre Celestial.

Amén. (x3)

 

¡Oh Señor amado!, ¡oh Cristo amado!,
acepta nuestra reparación a través de nuestro amor,
nuestra entrega y nuestra oración,
para que Tu corazón flagelado, Señor, sea aliviado
por nuestra devoción a Ti. 

Amén. (x3)
 

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo...

De esta forma compañeros, Yo los he sacramentado en este día para que sus espíritus y almas renazcan en Mi corazón y siempre encuentren la paz bajo la bendición de Dios y de todos sus ángeles.

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Si pudieran venir aquí las hermanas que vinieron de Menorca para recibir la bendición del aceite consagrado.

Y así Yo enseñé a todos Mis siervos a amarse los unos a los otros, por medio de la ofrenda de Mi Corazón que fue traspasado por ustedes para que pudieran alcanzar, por encima por todo error y maldad, el Amor de Dios, que es un Amor que triunfa y sustenta a las almas que lo viven.

Agradezcamos al Padre que está en los Cielos, que nos congrega y que nos da la vida, por la presencia de sus ángeles que acompañan la gloria de su Señor en la Sagrada Celebración de la Eucaristía redentora de todos los corazones.

Alabemos, como los ángeles, a Dios, para que Yo pueda elevar a los cielos sus súplicas y las súplicas de todos los que Me escuchan.

Así Yo constituyo a los consagrados, de diferentes formas, como apóstoles en redención.
 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Cantemos Kodoish melódico junto a los ángeles.
Mantenemos nuestras manos en señal de recepción.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

Bueno, ahora vamos a compartir un pequeño relato de la Aparición y después, a pedido de Nuestro Señor, vamos a hacer alguna reflexión.
 

Relato de Fray Elías del Sagrado Corazón:

A veces es difícil memorizar todo lo que sucede, ¿no?, porque son muchos impulsos los que la Jerarquía da para nosotros.

Voy a intentar hacer una síntesis de todo lo que pasó, porque fueron varias cosas, era lo que yo sentía y lo que cada uno de nosotros estaba viviendo, era como si fuéramos pasando por diferentes etapas, por diferentes planos. Y cada vez que pasamos por esas etapas, la experiencia y el encuentro con Él se iba profundizando, no sé si todos pudieron percibirlo, pero fue lo que sucedió.

Pero cuando estábamos en uno de los cánticos, que fue "Cristo, Tú el Amor", no, perdón, me equivoqué, no fue "Cristo, Tú el Amor", fue “Apóstoles del amor”, Él ya estaba aproximándose. Esto fue antes de las últimas cincuenta cuentas que faltaban.

Cuando comenzó a descender, lo que me llamó mucho la atención era lo que mostraba. Por lo general, cuando la Jerarquía desciende, Cristo, María o San José descienden, vienen en una esfera de luz, y es como si Ellos localizaran el lugar donde nosotros nos encontramos.

Entonces Ellos vienen desde el Universo, localizan el sistema solar, localizan el planeta y ahí, localizan el continente en donde estamos, el país donde estamos. Es así como sucede la Aparición, como comienza a acontecer.

Y ahí, Él localizó este lugar en Ávila, en donde estábamos, pero en vez de dirigir la energía hacia nosotros específicamente, Él la expandió por la región y de repente, mostraba las murallas de Ávila, como si fueran canales de liberación, túneles blancos, algo así.

Y por las calles de Ávila comenzaron a levantarse los muertos, o los que estaban muertos en este plano; mucha gente comenzó a salir y Él las llevaba para un lugar, como si fuera un espacio donde las reciclaba, digamos así, las liberaba. Era mucha gente de esa época, ¿no?

Y los ángeles que acompañaron al Maestro lo ayudaron.

Bueno, después que Él concretó esa tarea, que finalizó esa tarea, comenzó a dirigirse a nosotros. Como ustedes percibieron, Él hablaba en primera persona, porque hablaba para cada uno de nosotros; después, en otro momento, percibía que Él hablaba para muchos mundos internos, para muchos seres internos, no solo para los que estamos aquí, sino en otras partes, los hermanos que están coligados con nosotros y los que no lo están también. Él hablaba para todos y depositaba algo dentro de nosotros.

Y como Él dijo, se manifestó como un Sacerdote, todo vestido de blanco, como se viste un sacerdote y tenía en las mangas, en la parte extrema, así, de las mangas, un bordado; y tenía también una estola que era toda como si fuera toda bordada, era como si fuera un formato muy parecido a un bordado griego, como si fuera algo más ortodoxo, no sé bien distinguirlo, porque nunca vi eso. Él lo mostraba así.

Estaba todo de blanco y alrededor de Él, en su Aparición, estaban los doce ángeles, que Él decía que eran ángeles regentes. Y bueno, ahí comenzó a desarrollar esa tarea. Había momentos que Él citaba cuando hablaba y también por lo que mostraba, en los que refería momentos de su vida en Tierra Santa, con todos los que participaron de esos acontecimientos en su pasaje como Jesús.

Y percibía que también algunos de nosotros nos encontrábamos en aquel tiempo con Él. 

Él mostraba cómo éramos nosotros en aquel tiempo y qué condición espiritual y humana teníamos; y cómo Él de una forma tan sorprendente, maravillosa, trabajaba con cada una de las almas, según  la necesidad que cada uno de nosotros tenía espiritualmente de ayuda.

Él hacia ese puente con ese momento para este presente y a través de ese ejercicio, cuando  transmitía el mensaje, daba Su Palabra, Él nos renovaba.

Y entonces en un instante, citó el momento de la Pasión, cuando Él cae, y si ustedes lo recuerdan, Él dice: ”Yo renuevo todas las cosas"; se lo dice a Su Madre, en la cuarta estación del Vía Crucis, cuando se encuentra con María.

Él muestra ese acontecimiento; cita ese hecho cuando Él cae y se golpea muy fuerte, ¿no? Él muestra una situación que era peor a la que conocemos, y cómo, a pesar de estar exhausto, el Maestro se da un golpe muy fuerte en Su Cabeza, cuando cae en esa cuarta estación. Y cuando María va a ayudarlo a levantarse, en ese golpe que Él vive, a pesar de que es un golpe de dolor y de sufrimiento, libera como si fueran muchos Rayos de Misericordia, ¿no?, de Luz, de Amor.

Y a través de la expansión de esos Rayos de Amor y de Misericordia, consigue elevar a muchas almas, a muchos seres caídos, que estaban caídos en ese tiempo, y que en este tiempo también lo están de alguna forma. Según Él lo decía, según lo explicaba, estaba intentando que esos seres reencontraran el camino de la luz. Y ahí nosotros, en todo ese proceso, hasta el final.

Aunque Él pidió hacer la bendición de las hermanas de Menorca, hizo una iniciación, como un Sacramento, una renovación, como un voto de unión de nosotros con Él, en esta tarea a la que nos está convocado para vivir del Plan. Eso fue, más o menos, lo que sucedió.
 

Madre María Shimani de Montserrat:

Creo que todos hemos podido percibir que la Jerarquía cada día está más cerca, cada día da un paso más hacia nosotros.

La Aparición de hoy fue muy sentida, porque cada uno pudo percibir cómo Cristo le hablaba a su propio corazón, como si estuviéramos solos, Él y nosotros, y no hubiera más nadie en la sala.

Ese acercamiento que Él está haciendo con cada uno, tiene que ver con ese vínculo que quiere construir con el corazón de cada uno, y nos cabrá a nosotros poder darnos cuenta y  abrirnos para que Él construya ese vínculo. Porque en ese vínculo es que nosotros vamos a poder pasar por todo lo que hay que pasar, que podemos transformarnos, purificarnos con armonía, estando unidos a Él, bien personalmente.

Entonces no podemos perder de vista ese acercamiento que Él está queriendo realizar con cada uno de nosotros.

Y cada vez que Él está más cerca, más códigos de renovación nosotros recibimos.

¿Qué es un código de renovación?, es aquel impulso espiritual que cambia algo viejo que está dentro de nosotros por algo nuevo, y que como es un código, se puede multiplicar infinitamente dentro de nosotros, quitando lo viejo y colocando dentro de nosotros algo nuevo, espiritualmente.

Y cada vez que nosotros nos vinculemos con Él, amorosamente, esos códigos se multiplican con mucha más velocidad, digamos así. 

Nosotros tenemos que hacer que eso que Él deposita en cada uno pueda seguir multiplicándose más y más, cada día.

Entonces una Aparición de Cristo, en este tiempo, no es solo para venir a escuchar palabras bonitas. Es algo que es mucho más profundo y que nosotros tenemos que abrir nuestra consciencia, nuestro corazón, para no desaprovechar ni un solo segundo, ni un solo momento con Él.

Así que coloquemos esto en nuestro corazón, atesoremos esto que recibimos.

No muchas personas tienen la posibilidad de recibir, guardemos esto como el gran tesoro de este tiempo, para nuestras vidas, para nuestros espíritus, para nuestro futuro, para todo lo que vendrá.


Fray Elías del Sagrado Corazón:

¡Gracias Señor por cuanto nos das!

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL PARQUE DE LA MONTAÑA DE MONTSERRAT, BARCELONA, ESPAÑA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Cuando le pides perdón a Dios de verdad y tu corazón se arrepiente, Él que es poderosamente amoroso te concederá Su Misericordia y volverás a estar en el lugar donde Él siempre espera que estés. El Perdón de Dios es concedido cuando el alma abre su corazón al Universo y suplica misericordia.

Este mundo es una escuela para todos, es un camino que los conduce siempre a la definición y a la entrega mayor.

El Padre espera que todas Sus criaturas vivan actos de verdadero arrepentimiento para que la arrogancia y la soberbia espiritual se desvanezcan de la consciencia humana. Por eso, queridos hijos, todos los días los intento llevar lo más cerca posible de Mi Hijo para que sus vidas nunca pierdan la sed de beber de la sagrada fuente de Su Amor.

Si todas las almas supieran cuánto amor y misericordia tenemos por el mundo, la rendición de los corazones sería una realidad en todo el planeta. Es por eso que Yo vengo, como la Madre de los pecadores, para liberarlos del error y del engaño que los habitantes de este planeta han creado.

Hoy los invito a realizar un acto de perdón y de reconciliación para que la mayoría de Mis hijos, algún día al menos, sean tocados por la luz del Universo Celestial, despierten del sueño y acepten la sagrada convocatoria de vivir la redención; así formaré nuevos apóstoles, siervos de Cristo Redentor.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los ama,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

Páginas

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

SEA VOLUNTARIO

Contacto