Mensaje extraordinario
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DURANTE LA ADORACIÓN AL SANTÍSIMO

Hijo:

Le hablo directamente a tu corazón, porque sé que él siempre Me sabrá responder.

Estoy presente en todos los Santísimos de la Tierra, aguardando que muchos más se animen a conocerme en el silencio.

Si en verdad las almas se entregaran un poco más a Mi Corazón, Yo podría resolver todos los problemas que viven; pero el enemigo siempre articula su juego para confundir a los Míos, solo le basta tocar en la herida abierta para que las miserias, que muchos viven, comiencen a mostrarse.

Hijo, debes saber que en el Santísimo se expandirá tu consciencia y pronto sabrás distinguir, a través de la Adoración, a Mi Voluntad Infinita.

Sabrás sentir, por medio de la Adoración, el camino a ser recorrido.

Sabrás diferenciar cuándo deseo que hagas algunas cosas y no otras, cuando debes estar atento y silencioso.

Los que se arriesgaron a consagrarse a Mi Corazón de forma inmediata y se propusieron vivir los votos que, día y noche, reformulan la vida abnegada, todos ellos tendrán el doble trabajo de controlar, en sí mismos, las necesidades e ideas que surjan en sus consciencias, porque un ser totalmente consagrado aguarda todos los días la señal que proviene de lo Alto.

De todos ellos, siempre esperaré un poco más, al punto de estar preparados para buscarme y encontrarme en su corazón interior. En ellos, derramo Mis Gracias Celestiales. Por ellos y a través de ellos, cuando verdaderamente Me corresponden, Yo puedo obrar y hacer milagros de vida.

Ahora, que su foco se concentre en el poder de la Adoración, en ella muchas tempestades se disolverán y encontrarán el remedio para sanar los males espirituales.

Me hice Cuerpo Vivo y Glorificado para que las almas físicamente, a través de la Eucaristía, en la que Yo siempre estoy presente, pudieran unirse al universo y al manantial de Mi Misericordia.

En verdad, hoy padezco por aquellos que son engañados y pierden la fuerza de la santificación. Anhelo poder encontrar apóstoles formados para este último tiempo. Ellos serán buscados como ovejas entre lobos, pero Mi pastoreo es recto y los llevará por el camino de la redención.

Por eso, búsquenme a través de la Adoración; así estarán confirmando Mi Presencia en toda la Tierra, porque en la Adoración se establece un puente de unión con los Cielos y el alma comulga de Principios Divinos que desconoce, pero que son colocados en su corazón.

Cuando estés solo, inquieto o débil, encuéntrame en la Adoración. Mi Corazón es el Santísimo para el mundo y todos deben penetrar las dimensiones a través de la contemplación. Ella será el escudo que los librará de todo mal. Ella será el lucero que alumbrará la próxima noche oscura.

En verdad, la mayoría de las almas están adorando las modernidades y grandes descargas electromagnéticas hipnotizan la consciencia inferior. Por la influencia de estos medios involutivos, el Cielo no se puede abrir sobre la bóveda de cada espíritu y una distancia extensa se establece entre la materia y la propia divinidad de cada ser.

Yo estoy observando cómo muchos son engañados. La profecía del Apocalipsis se está desdoblando con fuerza y determinación sobre el planeta, pero solo los sabios de corazón percibirán estas cosas. Yo deposito el poder de Mi Confianza en ellos, pero sé que siempre serán más tentados que los hipnotizados.

Quien concentre su corazón y su mirada en el Santísimo no se perderá, sabrá distinguir lo parecido de lo verdadero y contará con herramientas espirituales para poder sobrellevar el tiempo de los engaños.

No será necesario sorprenderse por lo que les digo, esto es solo una pequeña muestra de la actual ilusión de la humanidad.

Por más confuso que el tiempo se presente, Yo estoy presente en todos los Sagrarios de la Tierra y el alma sedienta de Mí, solo vendrá a Mi encuentro; así, no se desviará del camino, se librará de ser tentada por los demonios de la sensualidad y del placer que en este ciclo estarán creando subniveles de maldad y de conquista en las buenas almas.

Pero quien observe con atención, podrá saber y sentir lo correcto y lo incorrecto. Yo tengo la Potestad Divina de disolver todas las crueldades del espacio; bastará que más corazones se postren ante Mi Santísimo Sacramento para que, en profunda honra y Adoración, Yo pueda extirpar las influencias del mal y más almas, que mueren por tan amarga sed, puedan resucitar por Mi Agua de Vida.

Estos ya no son tiempos remotos, son tiempos de batalla. El Cielo y el infierno se juegan el reinado de la Tierra. Cuanta más tentación, más será la debilidad; cuanta más Adoración, mayor será la fortaleza inquebrantable del espíritu.

Para los consagrados no existe otra sal que no sea Yo. Soy el único complemento de vida que no les fallará y no los hará sufrir. Por esta causa, de buscar la sal de este mundo, muchas ordenes se ven debiltadas y enterradas en las arenas áridas de la Tierra, sin encontrar salida.

Yo aspiro a que los que Me escuchan que sean inteligentes, les digo estas cosas para evitar nuevas caídas en ustedes.

La fe será el instrumento de su Adoración y elevación hacia Mi Reino. No se imaginan cuántas veces Yo He llamado a la puerta de los corazones y solo He visto el fruto de largas pasiones que ciegan y distancian a los Míos de Mi Eterno Corazón.

Dios, Su Padre, Me permitió darles estas advertencias, porque ya están prontos para que en el próximo mes se cumplan siete años de Gracias anormales e infinitas. Digo anormales porque solo la Pureza Virginal de Mi Madre permitió derramar semillas en desiertos sin agua.

Ahora que muchos florecieron por el Amor Divino, donen vuestro amor humano para que a través de Mi Corazón él sea purificado y sublimado en el Reino Mayor.

Estén atentos, no estoy pidiéndoles lo imposible; ahora, en esta era, esto no serviría de nada. Yo vengo a reactivar el Mensaje final que una vez di en Ruanda. Aurora, el amanecer interior, será el puente a la redención de todos los que una vez fueron deportados a la Tierra por Dios.

Vengo a rescatar lo irrescatable.

Vengo a dar vida a lo que ya está muerto.

¡Ay de aquellos que no se arrepientan! Será tarde para poder reconocer Mi Gloriosa Faz en el momento del Retorno.

Mientras todo sucede, busquen el espíritu de la santidad; así, Me agradarán todo el tiempo y Yo podré descansar en sus corazones.

En el Amor Crístico, siempre los bendigo.

No se desanimen, todo lo podrán a través de Mi Corazón de Paz.

Cristo Jesús Glorificado

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO DURANTE LA SAGRADA SEMANA, DÍA 7, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, TRANSMITIDA AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

La Paz sea en ustedes.

Que suenen treinta y tres campanadas anunciando Mi Retorno y Mi Resurrección en los corazones que estaban muertos.

Mi Reino es su Reino. Mi casa es su casa.

Yo no soy de este mundo, pero vine para salvarlo.

Dichosos de los corazones que se abrieron para escuchar Mi Voz, porque el Espíritu Santo está haciendo morada en esas almas en este día de resurrección de los espíritus que estaban caídos.

Eleven sus corazones hacia el Trono del Padre.

Que sus corazones se sientan glorificados y bienaventurados, porque la Promesa que fue escrita se está cumpliendo. Y los nuevos seres sobre la Tierra escribirán en el Libro de Luz las Palabras de Dios.

Glorifiquen al Padre en este momento.

Alabemos al Dios del Amor y de la Unidad.

Los supra universos vienen a este lugar.

Las estrellas y soles se congregan por un Plan Mayor, irradian sus rayos y sus luces sobre el mundo en este día.

Así están conociendo el Poder del Hijo de Dios, el cual viene a acogerlos y reunirlos en el nombre del Amor.

Glorifiquen al Dios de las Alturas, porque está enviando por segunda vez a Su Hijo a la Tierra.

Les pido nuevamente sean testigos de todo lo que han vivido en estos días, porque alguien lo deberá vivir también en un próximo tiempo, a través de todo lo que ha quedado sembrado en sus corazones.

Hoy Mi Corazón se enriquece por su amor.

Hoy Mi Corazón siente la paz de sus corazones, y las espinas que fueron retiradas de Mi sangriento Corazón durante estos siete días consecutivos.

Siervos de Mi Padre, amigos Míos, no comprenderán lo que esto significa, pero los sigo invitando a que amen lo invisible, allí está el verdadero Plan del Padre para este mundo.

Los Reinos se abren ante sus ojos y corazones, para que las Palabras de Luz sean sembradas en sus esencias y las Leyes se cumplan en los corazones que están pobres, que han quedado sin Dios y sin el Amor. Por eso ustedes son los llamados apóstoles del nuevo tiempo.

Sus consciencias son reunidas en este ciclo de Apocalipsis, para cumplir con lo que está en la Escritura.

Muchos han entendido que eso sucedería en otras religiones. Pero Yo vengo nuevamente a los más simples, como Yo fui simple entre ustedes desde el principio.

Hoy les entrego Mi humildad y Mi pacificación, pilares importantes para poder sustentarse en este fin de tiempo. En el Amor podrán vivir las Leyes que el Señor espera en ustedes.

Yo los necesito todo el tiempo disponibles y abiertos para escucharme.

No podré decirles cuando retornaré por tantos días seguidos.

Que sus células sientan grabadas los códigos de Mi Luz, Mi Luz Crística y Redentora.

Con Amor y Misericordia he compartido el Espíritu de Mi Sangre Divina. Derramé el Agua que nació de Mi Costado sobre sus seres, para poder preparar sus consciencias hacia lo nuevo.

Pero de todos los que fueron llamados, sé que pocos Me responderán.

En un pequeño Cenáculo Yo regresaré, y los más simples Me esperarán para la nueva Cena, donde Yo volveré a compartir el Pan de Vida y la Sangre que transfigura sus cuerpos.

Sírvanse de este Misterio tan infinito, amen este Misterio tan infinito,  así podrán ingresar a lo que Yo necesito que ingresen. Que sus moradas sean templos para Dios, donde se viva la Ley, la Unidad y el Amor.

Sientan Mi Paz en este momento y únanse a Mí, como en el primer día; pero en el término de este día, intentaré hacer algo más con ustedes. Ábranse para eso que es desconocido a sus ojos y que no tiene ninguna respuesta para sus mentes.

Mi Espíritu ya es omnipresente y poderoso, y Él se proyecta sobre diferentes partes de la Tierra para congregar a los que se han olvidado del Padre, que vinieron a cumplir con esta parte del Proyecto de Dios. Pero hoy quiero en alegría y en gloria, comulgar con ustedes, que reciban nuevamente, a través de esta Comunión, Mi símbolo de paz.

Alégrense, porque vuestros corazones comulgarán de Mi Cuerpo Glorificado y beberán de la Sangre de la Redención.

Recuerden que cuando estén delante de estos elementos sagrados, están delante de la Presencia de Dios. Por eso cuiden lo que les ha sido entregado con tanto Amor.

Muchos desearían recibir este don tan especial, esta Gracia suprema que desciende directamente a sus corazones, sin ningún intermediario, solo a través de Mi Corazón Misericordioso.

¿Saben lo que esto significa para este tiempo actual?

Pero, nuevamente, vengo a recordarles la importancia de vivir Mi Evangelio, porque delante de todo lo que han recibido hace tantos años ya están preparados para ayudar a sus semejantes, para asumir tareas maduras y conscientes y propagar sobre todos los lugares de la Tierra la Paz de Cristo.

Los ciento cuarenta y cuatro mil ya no son una teoría. Yo vengo a revelar ese Misterio que muchos no conocen. Los ciento cuarenta y cuatro mil están siendo llamados desde los cuatro puntos de la Tierra.

Y se están congregando las viejas tribus de Jerusalén, para un tiempo actual y necesario, en donde se necesita del amor y de la disposición, para que todos se unan a través del Amor de Cristo y permitan cumplir el Plan del Padre, como mediadores sobre la Tierra.

Yo los llamo para esta tarea mayor. Únanse primero a Mi Espíritu paternal, y a su tiempo Yo diré todas las cosas que deseo.

Ahora vengo fuera de Mi Iglesia, porque todos son merecedores de Mi Divina Misericordia. Por eso vengo a hablar en este fin, del principio de Mi Iglesia, de la Iglesia interior, que muchos han dejado atrás por vivir en la iglesia exterior.

El Espíritu de Mi Padre es la gran Iglesia en sus corazones, que deberá elevarse hacia los Universos de Luz, para que después de esta vida terrenal, encuentren la vida eterna y el paraíso, consciencias supremas que existen sobre este universo, donde muchos son moradores, santos y bienaventurados que trabajan por este Plan Mayor e Infinito.

Dios me ha instituido como el Omega y también como el Alfa. Yo abrí la puerta de la liberación para ustedes en el principio de Mi venida a la Tierra como el Mesías; ahora Yo cerraré la puerta para el mal, pero será necesario que existan apóstoles dispuestos a seguirme.

Yo siempre escucharé sus sinceras peticiones.

La nueva Iglesia de Mi Corazón deberá erguirse en las esencias de sus corazones, para que ellas glorifiquen a Dios a través de la oración y de la unidad.

Este es Mi importante mensaje para la humanidad de hoy, busquen la Iglesia interior, el Templo verdadero del Único y del Supremo. Vuélvanse hacia adentro por tan solo un instante, y observen como está su iglesia interior. ¿Está abandonada? ¿Le falta Luz o Amor? ¿Dónde está la semilla que Dios les dejó a través de Mí? Busquen dentro de ustedes lo que aún no han encontrado. En el centro de sus corazones se encuentra la respuesta.

No se sientan perturbados ni solos, porque cuando el tiempo de la tribulación descienda sobre esta humanidad actual, y aunque los demonios hagan adversidades sobre los cuerpos de los seres humanos, el Hijo de Dios descenderá con Su Poder, derramando Gracias y Misericordia sobre los caídos, cerrando los infiernos que abre esta humanidad, la falta de consciencia en todo lo que hacen.

Yo los vendré a resucitar de nuevo en el espíritu y verán a sus antepasados en la Gloria de Dios, pronunciando la promesa al pueblo de Israel, la cual, hasta los días de hoy, no viven ni creen, y verán en las estrellas del Cosmos a los grandes maestros, donde enviarán el Espíritu de Dios para que fecunde la paz y todos serán uno ante los ojos de Mi Padre y todo lo que no ha ido bien a lo largo de los siglos, será destruido por la fuerza de Mi Amor poderoso.

Me verán venir entre las nubes y las estrellas, y muchos Me podrán encontrar en el corazón, porque sintonizarán Mi Clave Cósmica, aquella que Yo pronunciaré de nuevo para la Tierra, que transformará a la humanidad, a los continentes y a los Reinos de la Naturaleza.

Y el Hijo de Dios, bajo la autoridad de Su Supremo, reinará entre las almas para siempre. Y el Reino de Dios será verdadero sobre la Tierra, dejará de ser invisible para los ojos de muchos.

Por eso, antes que esto suceda, Mis queridos, Dios envía a Su Sierva fiel, aquella pequeña consciencia que dijo “sí”, desde el principio y abrió la gran puerta para la redención de la humanidad.

¿Ustedes han pensado, queridos compañeros, si María hubiera dicho “no” al llamado de Dios? Pero Su pureza era más grande que Su pensamiento terrenal. Ella era invadida desde el nacimiento por el Espíritu Santo. Su gestación fue preparada por el Espíritu de Dios, Su pureza fecundó a la nueva Tierra y permitió la liberación de Israel y de todas las tribus que vivían en aquel tiempo sobre el mundo.

Pero Ella volvió a lo largo de los tiempos, anunciándose como el Ave del Espíritu Santo, cuidando con amor y paz a la humanidad.

Muchos han llegado al Cielo por escuchar Su mensaje. Muchos han aliviado Mi Corazón sufrido por todo lo que ha hecho la humanidad a lo largo de los tiempos.

Y ahora, Yo se las envío con amor y reverencia para que transmita a sus esencia los aromas celestiales, aquellos que formaron parte desde el principio en nuestros espíritus y permitieron la liberación de esta humanidad decadente.

Ahora aunque el Reino está un poco caído sobre la Tierra, no será necesario que exista ningún otro Rey.

Sepan que Yo soy el Gobernante del Universo y como Gobernante Mayor vendré a la humanidad, anunciando la palabra de cura y de misericordia.

Por eso, Mis ángeles anunciarán ese momento tan esperado por todos, y la aurora amanecerá en los corazones que escuchen Su voz. Ella erguirá hacia los Cielos la venida del Mesías y las estrellas del Cosmos serán vistas por todos, porque cada una, en su brillo particular, anunciará Mi llegada para estar entre los Míos y para que todo  vuelva a comenzar.

Canción: Espíritu Santo ven

A pedido de Nuestro Señor, vamos a repitir la oración al Santo Grial de Jesucristo  y Él nos pidió que todos los hermanos que están coligados en este momento, comulguemos al mismo tiempo del pan y del vino, como una sola humanidad, respondiendo al llamado de Cristo.

Oración: Oración al Santo Grial de Jesucristo

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN CARACAS, VENEZUELA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Queridos hijos de Venezuela:

Con mucha alegría, llego a su encuentro para fortalecer los corazones de Mis valientes hijos. Hoy, vengo a decirles que aspiro a que confíen en Mi Presencia, ya que, hasta el final de sus vidas y mucho más allá de ellas, por toda la eternidad, ustedes pueden contar con Mi auxilio, pueden contar con Mi Manto que los protege, con Mi Corazón que los ampara siempre.

Hoy, llego al mundo y contemplo con Mi Corazón y con Mi Mirada toda esta nación. El Corazón de Dios, en este tiempo, está flagelado por lo que sucede en el mundo, pero Su Esperanza en la humanidad jamás desaparecerá de Su Santísimo Corazón, porque Dios conoce la perfección de Sus Criaturas. Él sabe del potencial que existe en cada uno de sus seres; de esta raza, que es única en el universo y que guarda un potencial de amar que no existe en ningún otro lugar de este mundo ni de los Reinos Celestiales.

Hijos Míos, hoy les pido que estén atentos a lo que les dijo, porque Mis Palabras disolverán el miedo de sus corazones, les traerán la confianza que necesitan para cruzar el umbral del nuevo tiempo.

Quiero que fortalezcan en sus vidas la fe absoluta en Dios, porque el Señor dejó en este país un ángel que les trae esa fe, porque en los Planes del Padre nada dejará de ser contemplado. Dios ya sabía desde el principio la historia de esta nación, y por eso les trajo desde Su Reino a aquel que los acompañará siempre, que fortalecerá sus corazones y que los elevará caída tras caída.

Hijos Míos, cuando se encuentren sin fe y sin devoción, clamen por aquel que les trae la fe absoluta, esa consciencia angélica que resguarda, a pedido del Señor, a cada alma de esta nación. Hoy, también les digo que jamás se olviden de aquellos que desde el principio tienen la misión de cuidar de sus almas y que, por más que se olviden de ellos, están ahí todo el tiempo.

Hijos Míos, cuenten con los poderes celestiales que les son entregados a través de la oración, porque el mundo aún no descubrió ese poder, las almas no creen en la oración verdadera porque no se arriesgan a conocerla verdaderamente.

Hijos Míos, cuando les pido que se rindan de verdad, que se rindan totalmente, quiero decirles que descubran lo que está oculto en sus almas, que se abran a vivir algo que nunca vivieron hasta el día de hoy, porque Mi Presencia les trae esa posibilidad.

Hoy, Yo estoy aquí entre Mis pequeños hijos para que cada uno de ustedes conozca, aquello de sí mismos que aún no conoce.

Hijos Míos, contemplo sus esencias cristalinas y nada está oculto a Mis Ojos. Conozco cada angustia, cada dolor y cada alegría. Sé de sus dificultades y sé todo lo que alcanzaron hasta este momento. Vengo a que entreguen en Mis Manos todo lo que les impide crecer, madurar en espíritu, y vengo también a entregarles este don divino que deben despertar en este final de los tiempos.

Hijos Míos, el Apocalipsis ya está sucediendo en la Tierra, pero sus corazones no deben temer, muy por el contrario, deben alegrarse plenamente porque estarán más cerca del Reino de Dios.

En este momento, ustedes se están aproximando a un nuevo tiempo, a una nueva vida y a una nueva raza que, a pesar de todo el sufrimiento, surgirá gloriosa y manifestará en la Tierra lo que Dios pesó desde el principio.

Quiero que caminen a través de Mi Corazón, que den un ejemplo de vida en sus familias, en sus hogares, en sus naciones, para que todo el mundo contemple en sus vidas la Presencia de Dios en la Tierra.

Hijos Míos, Aparición tras Aparición, Mi Presencia queda impregnada en sus seres. Imprimo en sus esencias y en sus corazones la Luz de Mi Reino y, aunque no estén presentes físicamente en el lugar de Mis Apariciones, en omnipresencia llego a todos los corazones que Me abren las puertas; porque para Mi Consciencia Divina no existen límites y, de esa misma forma, sus pequeñas consciencias deben aprender a no tener límites en el amor, en la entrega, en la donación del corazón y de la vida, porque esta es la tónica de este tiempo.

Que ustedes puedan despertar al amor verdadero, que puedan amar al prójimo, pero también a sus enemigos; porque ante Dios, hijos Míos, los enemigos no deben existir.

Deben comprender la ignorancia que existe en el corazón del hombre y, a través del amor de sus corazones, disolver esa ignorancia en las criaturas.

Porque en esta tarde les digo que el amor, que está latente en sus corazones, todo lo transforma, todo lo convierte y todo lo renueva. Por eso, deben despertarlo sin demora, deben buscarlo como la única meta de sus vidas y, en confianza, caminar hacia ese despertar.

Porque es este amor, hijos Míos, el que les abrirá la puerta de un nuevo mundo, de un nuevo tiempo, de una nueva vida que hasta hoy desconocen, de un universo que esta oculto y, aunque puedan sentirlo en sus corazones, ninguna de las criaturas de la Tierra lo conoció verdaderamente. 

Mis amados, comprendan la Gracia que hoy viven en sus vidas y fortalézcanse en Mi Presencia, pero sepan que Yo estaré con ustedes todos los días, todo el tiempo.

Hoy, vengo directamente a este lugar para que puedan sentir Mi Corazón, para que puedan saber reconocerlo cuando en el silencio se aproxime a ustedes. Porque mucho más allá de que muchos no puedan verme, Yo estoy aquí y estoy a su lado siempre, siempre que Me abren el corazón; siempre y cuando en las dificultades y también en las alegrías, a través de la gratitud de sus almas, Me dicen: "sí, ven Madre, ven a mi encuentro, auxilia a mi corazón".

Por eso, hoy quiero enseñarles que jamás se olviden de Mi Presencia, que vean este camino que les muestro y que los conduce al encuentro con Mi Hijo. Por más que el caos crezca en el mundo, una gran Luz también está por llegar, porque como ya les fue dicho, Mi Hijo retornara cuando más lo necesiten.

Por eso, hoy les pido que no coloquen sus corazones y sus ojos en los acontecimientos de la vida, sino que traigan al corazón esa aspiración ardiente de encontrarse con Mi Hijo, porque Sus Pasos ya se dirigen a la Tierra y aquellos que escuchen con atención podrán escuchar la fuerza de Sus Pasos, podrán sentir el poder de Su Corazón y, aun en un tiempo de justicia, recibir Su infinita Misericordia.

Mis amados, hoy les quiero decir que amo profundamente a cada una de sus almas, así como también amo a cada alma de este mundo, y que ninguna criatura de la Tierra, por más que se encuentre en una gran oscuridad, se ocultará de Mis Ojos.

Mi Luz se irradiará al mundo y tocará todos los rincones de este planeta, llegará a todos los corazones y a todos los Reinos de la Naturaleza. Aquellos que abran los ojos verán Mis Manos que se extienden ante sus vidas y Mi Verbo que les pronuncia: "Ven, alma querida, sigue a Mi Corazón, camina hacia Mi Reino, que tu origen te aguarda, y tu Padre Creador y Celestial aspira con todo Su Santísimo Corazón a que tu regreses a Su Morada".

Les agradezco a todos por haber persistido en responder a Mi llamado y les pido que sean aún más persistentes, sobre todo cuando Yo no esté aquí tan cerca de ustedes; y sepan descubrir, en ese momento, que en verdad, desde donde esté, Mis Ojos jamás dejarán de contemplarlos. 

Les agradezco por haber traído esas imágenes que llevarán Mi Presencia, que serán una puerta en sus hogares y en sus vidas para que Yo siempre pueda auxiliarlos. Mas, les digo que hoy Yo abrí en sus corazones esa puerta y, mucho más allá de esas imágenes, dejé Mi Consciencia impresa en cada uno de sus corazones.

Lleven el Amor de Mi Corazón a los que no Me encontraron. Lleven la Paz, que hoy les dejo en sus vidas, a todo este mundo. Den testimonio de Mi Presencia y lleven Mi Amor a todos.

Antes de que Me eleve al Reino de los Cielos, les pido que algunos hijos Míos se aproximen a Mí para que, en nombre de toda esta nación, reciban Mi bendición maternal. Que las Gracias del Espíritu Santo y sus dones celestiales hoy lleguen a sus vidas.

Bajo la bendición del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Yo les agradezco. Vayan en paz y bajo las Gracias de Mi Inmaculado Corazón.

 

Hermana Lucía de Jesús:

Vamos a hacer un pequeño relato de la Aparición de hoy. En verdad, el relato va a comenzar a partir de la mañana de hoy.

Hoy, recibimos el Mensaje para la Aparición a las 6 de la mañana y cuando nuestra Madre Divina vino, Ella nos dijo que Su Consciencia ya había llegado al planeta en aquella hora y que estaría trabajando en Venezuela hasta el momento de la Aparición. 

Y hoy, en la tarde, cuando Ella se fue aproximando a este lugar, en lugar de  que las puertas del universo se fueran abriendo, comenzamos a ver Su Consciencia pasando por toda esta ciudad. En verdad, era como si hubiera un camino de luz que recorría todo el país. Y Ella venía del centro de la ciudad. Ella hoy no vino del universo. Cuando la vimos, Ella venía del horizonte como un sol, como dijimos ayer, hasta que llegó aquí y Su silueta de Luz se fue formando.

Nuevamente, vino como la Reina de la Paz y nos transmitió Sus Palabras que todos pudimos escuchar. Y cuando nos llamó para que nos aproximáramos a Ella, una vez más realizó una gran tarea en cada uno de nosotros, y hoy sentimos que fue una tarea un poco más profunda que la de ayer. Ella traía hacia Su Corazón, llevaba a Su Corazón todas nuestras faltas, aquello que nosotros ni conocemos. Ella ingresaba dentro de las consciencias de una forma muy profunda y nosotros podíamos contemplar con Ella el interior de cada uno de ustedes.

Vimos cómo Su energía entraba allí y era como un bálsamo que limpiaba todo. Y, como en ese momento Ella misma nos decía, nosotros no tenemos consciencia de lo que eso significa para la humanidad.

Que Ella lleve Consigo nuestras faltas, todo aquello que sabemos y aquello que no sabemos, es como si aquellos que hoy están aquí se tornaran una hoja en blanco y tuvieran la oportunidad de, a partir de este día, escribir su historia a partir de otro punto. Entonces, cada uno de ustedes sabrá qué historia será escrita.

Como Nuestra Madre Divina nos dijo, confíen en Ella, sepan que Ella esta con ustedes, mucho más allá de que haya Aparición o no; porque cuando la llamamos, siempre nos escuchará. Y, mucho más allá de que haya alguien que la vea o no, Ella está ahí y estará al lado de ustedes, Ella quiere que comprendan esto y que confíen en esto.

Hoy, Ella quiso construir un ejército de paz, quiere contar con cada una de sus consciencias para que lleven ese estandarte de paz a esta nación, aunque sea en el silencio del corazón de cada uno, en las oraciones en sus casas, en sus hogares, en ese trabajo silencioso que toca a los corazones y a las almas de los hermanos que hoy no están aquí y que sufren por la ignorancia de no conocer a Dios.

Por eso, hermanos, queríamos agradecerles mucho a todos ustedes y queríamos dejarles este Mensaje de María. Que sean persistentes, que mantengan encendido ese fuego de Venezuela, esa alegría que ustedes nos irradian a todos nosotros. Queremos agradecerles también a todos los hermanos que nos acompañan, que oraron mucho por nosotros todos estos días y que, con certeza, estas oraciones hicieron un gran trabajo en este país.

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

Que la compasión infinita de Mi Hijo fortalezca sus corazones para así poder caminar en la vida hacia Dios Padre. Hoy los llamo a la reflexión mediante el ejercicio de la oración.

Pequeños Míos, en este tiempo, debemos elevar a la humanidad y a las almas a través de la oración contemplativa. Hoy, Mis queridos niños, les enseño cómo deberán contemplar:

Primero, donando el corazón al Señor.

Segundo, abriendo la fuente misericordiosa de la oración.

Tercero, orando con compasión y piedad por todos los hermanos.

En este ejercicio les aseguro, Mis pequeños, que sus corazones estarán profundizando en la unión con Dios a través de una oración que aliviará los dolores del mundo.

Sus corazones son partícipes de Mi Presencia Maternal; por eso, Yo los invito a vivir dentro de Mi Inmaculado Corazón. En ese Reino que pertenece a Dios, sus almas encontrarán resguardo, protección y renovación de la vida.

El Señor, en Su Inmensa Gracia, quiere renovar sus corazones para que, en este último ciclo del mundo, ellos vivan la vida a través de una comunión verdadera con Cristo. Ustedes, Mis pequeños corazones, deben amar cada momento de encuentro con Mi glorificado y bondadoso Hijo. Allí, en esa cena que cada día ustedes deben celebrar, podrán beber de Sus prodigios y podrán comer en humildad de la compasión y de la Misericordia que Su Santísimo Corazón les estará irradiando.

Ha llegado el momento de que aquello que Juan el Apóstol escribió como mensaje se cumpla como una Buena Nueva en todos los corazones del mundo.

La Señora Vestida de Sol trae las estrellas de Luz, estrellas del Padre, las cuales redimirán al mundo. Para eso, Mis queridos, los corazones deberán abrir el cofre interior que en algunos hijos aún permanece cerrado. Abriendo el corazón, los Cielos se abrirán para las almas que quieran reconocerlos.

Oremos para el alivio del sufrimiento que muchos de Mis hijos viven a diario.

Corran todos hacia Mi Inmaculado Corazón; Mi Luz los guiará.

Los ama,

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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