En cada cuenta de unión, oremos:

Padre Eterno,
Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre,
el Alma y la Divinidad
de Tu Amadísimo Hijo,
Nuestro Señor Jesucristo,
como expiación de nuestras faltas
y las del mundo entero.

Sangre y Agua
que brotaste del Corazón de Jesús
como fuente de Misericordia para nosotros,
yo confío en Ti.

En cada decena, oremos:

Por Su dolorosa Pasión,
ten Misericordia de nosotros
y del mundo entero.

Al finalizar, oremos:

Dios Santo,
Dios Fuerte,
Dios Inmortal,
ten piedad de nosotros
y del mundo entero.

Amén.