QUINTO IMPULSO CRÍSTICO PARA LA CUARESMA, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

40 días con Jesús a través del camino cuaresmal

"No le temas a la oscura noche del desierto, Mi Eterna Luz te guiará paso a paso.

No les prestes atención a las tentaciones ni a las pruebas, más bien ríndete a Mí, y así te librarás de ti mismo para siempre.

Recuerda que las únicas víctimas son los inocentes. Recapacita".

Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

¿Cómo mantener la paz y la calma en tiempos de caos?

No busques, hijo, sentimientos y sensaciones perfectas en tiempos de transición. Lo que debes buscar es estar en equilibrio interior, sustentado en tu fe y en la certeza de un nuevo tiempo, en la certeza de que cada prueba viene para purificar a los hombres según las Leyes de Dios. Y la única cosa necesaria para hacer es no perder de vista el Amor y el Plan Divino.

Que tus ojos estén fijos en el Propósito de tu Creador; que tu consciencia tenga siempre presente la Cruz del Señor, porque Él es tu modelo para transitar el calvario de estos tiempos.

La fortaleza de Cristo no estuvo en este mundo, sino solo en el Corazón de Dios. Mientras Su Mente, Su Corazón y Su Cuerpo humano padecían, sufrían e ingresaban en una tristeza y dolor profundos, Su Alma y Su Espíritu se mantenían en el Corazón de Dios, con los Ojos fijos en el Propósito del Creador, que era la renovación del amor y del perdón, y la institución de la Misericordia y de la redención a través de ese amor.

En estos tiempos de calvario, lo que verás a tu alrededor y dentro de ti muchas veces no te permitirá estar en paz y sentir la calma que antes sentías. Pero no te prendas a los sentimientos y sensaciones que puedes experimentar con tu cuerpo, mente y corazón. Fija tu consciencia, tu alma y tu espíritu en Dios para que, más allá de las circunstancias de la Tierra, tu alma esté por encima del caos, por encima del dolor, de las tristezas y de los desequilibrios.

No será algo fácil de alcanzar, pero para esto fuiste llamado, para esto sentiste tan cerca el Amor de Dios, en una unión perfecta con el Hijo, así como Él la vivió con el Padre.

Todo te fue dado para transponer obstáculos y estar en Dios. No busques, entonces, circunstancias perfectas en la Tierra. No busques paz en tus aspectos humanos, sino coloca tu alma y tu espíritu en la Paz, la Gracia y el Amor de Dios, y así Él triunfará en ti.

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

APARICIÓN DE SAN JOSÉ EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cuando la Iglesia Celestial viene a su encuentro, tan solo adoren y agradezcan por la Presencia Divina.

Hoy los Cielos se abren y se unen a la Tierra, abrazando a todos los corazones que claman por Misericordia y por Piedad para todos los seres.

Hoy la Iglesia Celestial viene a su encuentro, una Iglesia que no tiene religión, que no comenzó en este mundo y que no termina en él; una Iglesia que es llamada así para que comprendan que es un lugar sagrado, divino, el Templo donde habita el Corazón de Dios para todos Sus hijos.

Esta Iglesia Celestial se manifiesta en la Tierra cada vez que adoran al Sagrado Corazón de Jesús, cada vez que lo contemplan en la Eucaristía, cada vez que lo contemplan en el silencio, cada vez que se permiten amar como Él ama, que dejan de lado sus mentes, sus juicios y su pequeñez humana para ingresar en la grandeza divina.

La Iglesia Celestial revela a todos los seres lo que verdaderamente son, revela sus esencias y el grandioso Amor de Dios que habita en cada uno de ustedes. Aspiro a que hoy estén dentro de esa Iglesia. Vengo, una vez más, a elevarlos más allá de todos los miedos, incomprensiones y separaciones humanas. Vengo a elevarlos, más allá de todas las pruebas, miserias y dificultades por las cuales pasan en estos tiempos. Porque eso, hijos, fue lo que aprendí a hacer en este mundo.

Vengo a colocar sus corazones dentro del Sagrado Corazón de Jesús, porque no vengo al mundo para traerlos hacia Mí. No es Mi ejemplo el que deben imitar, sino el ejemplo de Mi Hijo, de Su Amor y de Su entrega. Yo solo seguí Sus pasos, y lo que vengo a enseñarles es a hacer lo mismo.

Ha llegado el tiempo de la definición de cada uno de sus corazones y, para que vivan eso, deben elevar sus conciencias para que no se envuelvan con las dificultades del planeta, sino que estén en la Verdad y en el Corazón de Dios.

Cuando Cristo dio cada uno de Sus pasos con la Cruz, Su Consciencia permanecía en la Iglesia Celestial y, allí, Él adoraba al Creador, por más que lo insultaran, por más que recibiera Llagas en Su Cuerpo.

Por más que una tristeza humana inundara Su Consciencia, Su Corazón permanecía en la Iglesia Celestial. Sus Ojos contemplaban los corazones de los hombres, pero Su Espíritu iba más allá de las miserias, perdonaba su ignorancia y los amaba al extremo.

Esto es lo que son llamados a vivir hoy: permanecer en la Iglesia Celestial aunque el mundo se agite, aunque la naturaleza se agite y este planeta se desequilibre, aunque las mentes de los hombres vivan locuras nunca antes experimentadas y sus acciones no tengan explicación.

No permitan, hijos, que su consciencia esté en la indignación, en el odio o en el mal, sino que con el corazón en la Iglesia Celestial, sepan, sí, percibir la oscuridad que influye en los hombres y perdonen, amen al extremo como lo hizo su Señor, porque solo ese Amor Divino es capaz de equilibrar estas situaciones del planeta.

De la misma forma que las pruebas serán desconocidas, un Amor desconocido habita también dentro de ustedes, pero necesitan estar con el corazón en la verdad y no en las limitaciones humanas. No miren al prójimo con sus propios ojos, sino con los Ojos de Dios, del Dios que habita dentro de ustedes y que aún aguarda, pacientemente, desde el inicio de la Creación, para manifestarse en Sus hijos.

Para estar en la Iglesia Celestial, necesitan amarla, amar la verdad, amar a Dios, amar Su Plan para todas las criaturas, para todos Sus hijos, independientemente de sus caminos, independientemente de sus vidas, de cómo las viven, de cómo las comprenden. Es solo el amor en sus corazones lo que unirá a todas las religiones.

Hasta el Retorno de Mi Hijo al mundo, existirá el mal sobre la Tierra, pero necesitan preparar Su llegada a través del Amor.

Cuando hablamos de que todas las religiones se unirán, les decimos eso porque el amor en el corazón de los hijos de Dios hará que se unan, a pesar de sus diferencias. Y siempre habrá ignorantes, ciegos de corazón y los que dudan de la Presencia de Dios, porque esos necesitarán ver para creer. Y verán.

Pero, en todas las religiones, en todas las creencias y en los corazones de aquellos que se dicen ateos, pulsará el amor, amor que los hará ir más allá de las diferencias, ir más allá de la comprensión humana, un amor que inundará sus seres y que no les permitirá permanecer en la ignorancia, en las críticas y en los juicios.

Muchos ya comienzan a sentir ese amor en su interior, pero son oprimidos por el caos que los rodea, por el mal que le teme a ese Amor Divino e intenta silenciarlo. Pero hoy, Yo les digo, hijos, que aunque los Sagrados Corazones estén en silencio, el amor dentro de los hombres hablará más alto, a todo el planeta, sobre la Verdad divina, y las almas escucharán, los corazones se rendirán y aquellos que deben despertar, despertarán.

Por eso no teman, sino amen.

Estén en la Iglesia Celestial a través de ese amor, den testimonio al mundo de que Dios no solo habla a través de ustedes, Él vive en ustedes, vive en este lugar y en todos los lugares sagrados consagrados por Él para ser manifestaciones de Su Reino. Y aunque sus bocas se callen, sus ojos hablarán; y aunque sus ojos se cierren, su presencia hablará.

Así como un día Mi Hijo les dijo que, si las almas pararan de aclamarlo y adorarlo, las piedras lo harían; así también hoy les digo que Dios, dentro de ustedes, siempre hablará, y hablará aún en el silencio, porque Él vive en el aire que respiran.

Que se unan aquellos que claman por la paz; que se amen aquellos que expresan el Amor de Cristo, aquellos que aspiran a seguir Su ejemplo y que solo desean que el Reino Celestial se manifieste en el mundo. 

Por un instante, sientan la Presencia de Dios, de Su Iglesia Celestial, de Su Templo de adoración. Siéntanse delante del Sagrado Corazón de Jesús, este que pulsa, vivo de Amor por cada uno de ustedes. Que estar ante Su Presencia los cure, los reconcilie y los perdone.

Sientan, hijos, cómo este Sagrado Corazón quiere pulsar dentro de ustedes. Él descendió de la Cruz, revivió por Amor y por ese mismo Amor aspira a ingresar en cada criatura de esta Tierra. Solo díganle sí.

Oren unos por los otros como Yo oro por ustedes. Oren por todas las religiones y por los que no tienen religión. Oren por el Pensamiento perfecto de Dios para cada criatura. Oren para que Sus Dones se expresen dentro de todos los seres y no quieran destruirse unos a otros, sino amarse.

Cuando perciban un error, oren para que la verdad se manifieste y, cuando estén equivocados agradezcan por los que oran por ustedes y permítanse abrir los ojos para reencontrar la verdad. 

No tengan vergüenza de errar, tengan vergüenza de permanecer en el error por miedo a vivir el amor.

No es Dios quien los separa de la verdad, hijos. Cada uno de ustedes se separa de ella cuando temen a lo desconocido, cuando temen a la rendición, cuando no conocen el amor y temen que él ingrese en ustedes y los transforme por completo.

Por eso, hoy Mi oración por ustedes es para que se arrepientan, se rindan. No tengan vergüenza de corregir sus caminos, No tengan vergüenza de amar con locura, de conocer la verdad y de darle espacio para que ella se manifieste dentro de ustedes. Que así, rendidos dentro de la Iglesia Celestial, el Sagrado Corazón de Jesús finalmente pulse en cada uno de Sus compañeros.

Hoy me uno a la oración por todos los sacerdotes del mundo, de todas las religiones, por todas las almas convocadas por Dios para traer el Cielo a la Tierra, por todas aquellas cuya vocación es manifestar para las almas la comunión con Cristo, para que Él ingrese en todos los seres.

Por eso les pido que traigan hasta aquí el altar, para que sea consagrado y en él los elementos transformados en el Cuerpo y en la Sangre de Cristo, para que hoy la Iglesia Celestial no solo esté ante ustedes, sino también dentro de ustedes. Hagan esta oferta por todos los sacerdotes del mundo, los que están en el engaño y los que luchan para no caer en tentación. Que hoy renueven sus votos, sean perdonados y se reconcilien con Dios. Amén.

Que hoy, hijos, clamen por todos los sacerdotes del mundo y pidan al Padre Celestial la Gracia de que Su Iglesia Divina se manifieste en todos los Sagrarios del mundo y que, donde un sacerdote eleve el pan y el vino, allí su espíritu se reconcilie con Dios y reencuentre Su verdad. Amén.

Los acompaño.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Revivamos en este momento la dolorosa Pasión de Nuestro Señor y, como nos pidió San José, a través de nuestra alma, ingresemos en la Iglesia Celestial, en compañía de todos los ángeles del universo, para dar testimonio de ese legado de amor y para que nuestra oferta interior, en este día del Sagrado Corazón de Jesús, sea aceptada y recibida por nuestro Creador.

Cuando Jesús estaba reunido con Sus apóstoles, Él tomó el pan, lo elevó y dio gracias al Padre por ese sacrificio que Él viviría por cada uno de nosotros, para que este pan fuera transubstanciado en Su glorioso Cuerpo. Enseguida, Él lo partió y se lo dio a Sus apóstoles, diciéndoles: “Tomen y coman, porque este es Mi Cuerpo, que será entregado por los hombres para el perdón de los pecados".

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos. 
Amén.

Enseguida, Nuestro Señor tomó el Cáliz. Elevándolo a Dios, ofreció Su Sangre por la humanidad, y ese Cáliz fue bendecido como testimonio del Amor del Hijo de Dios por cada alma de esta Tierra. Fue así que Él lo entregó a Sus compañeros, diciéndoles: “Tomen y beban, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza, que será derramada por Su Redentor para la remisión de las faltas. Hagan esto en Mi memoria".

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos. 
 Amén.

En unión a la Santísima Trinidad, contemplamos y adoramos el Cuerpo y la Sangre de Cristo, y consumamos este Sacramento y esta oferta a través de la oración que Nuestro Señor nos enseñó:

Padre Nuestro.

Anunciamos la Paz de Cristo en toda la Tierra, en unión a la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, para que todos los Rayos de Su Sagrado Corazón bañen a este planeta y a la humanidad. Amén.

Señor,
Yo no soy digno de que entres en mi casa,
pero una Palabra Tuya bastará para sanarme.

Que todas las almas sientan en esta hora la Comunión espiritual con Cristo. Que reciban de Sus Manos Su Cuerpo y Su Sangre, y dejen que Su Sagrado Corazón pulse dentro de ustedes.

Es así, hijos, que Yo los bendigo, los fortalezco y les agradezco por permanecer en Dios, a pesar de todas las dificultades de estos tiempos. 

Recuerden que, a pesar de que estas pruebas sean desconocidas, un amor desconocido habita también en ustedes, y él puede llevarlos a superar todas las cosas y a renovar la Creación de Dios. Por eso los bendigo y les agradezco.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Aprende, hijo, a lidiar con los dolores y los temores que provienen de tu alma, esa alma antigua que ya recorrió tantas etapas de la vida y que ahora se ve ante lo desconocido, lugar en donde las seguridades y las creencias más profundas parecen desaparecer, lugar en donde el desierto se ve tan amplio y la sequedad toma el lugar de la fe.

Aprende a sentir los dolores y los miedos que provienen de tu alma y que se manifiestan en tu corazón como sentimientos tan intensos y profundos, cuyas raíces no sabes de dónde provienen. En tu alma están esas raíces. 

Entonces, habla con esa pequeña alma y dile: "Confía en el Señor, alma amada. En ti se encuentra la fortaleza para cruzar desiertos y pruebas. En ti el Señor construyó la base sobre la roca para que, a pesar de los vientos de estos tiempos, no veas tu castillo interior desmoronarse".

Ora, hijo, con tu propia alma, conversa con los núcleos más profundos de tu ser y, al mismo tiempo que buscas la unidad con Dios, busca también la unidad contigo mismo. 

Comprenderse y abrirse a descubrir el propio interior para ver las propias debilidades y dolores es algo que deben comenzar a vivir para que, en el tiempo que vendrá, ustedes sean puentes y luces en el mundo, capaces de ayudar a los que vendrán ciegos por el camino.

Por eso, al sentir esos sentimientos profundos y ocultos, ve más hacia adentro, quédate frente a tu alma y pregúntale de dónde viene su dolor, de dónde viene su temor. Ora con ella y pide la Gracia de ser libre, de ver y de curar las llagas más ocultas de la consciencia, y no tengas miedo de lo que encontrarás dentro de ti, porque te espera el Curador y Redentor, el Dueño de todo perdón y Rey de la Misericordia, con los Brazos abiertos.

Pero si no lo buscaras, si sientes tus dolores y los escondes, ¿cómo podrá tu Señor tocar tus heridas y cerrarlas o, con una única mirada, curar todo tu ser?

Por eso, hijo, no temas, pero sí ama. Ama a Dios, ama al prójimo y ama también lo que Dios aspira a manifestar en ti. Ama lo sagrado que habita en tu interior, ama el Pensamiento del Señor para tu vida y permítete ser curado y retomar tu propósito.

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Que tu corazón no tema por las cosas del mundo, pero sí tema estar distante de Dios.

Te cabe cumplir las leyes de la Tierra, pero también anunciar al mundo las Leyes Divinas a través de tu propia vida. 

Por eso ora, hijo, para que tu corazón propague la paz y no el miedo, que tu corazón sea fuente de sabiduría y no de ignorancia.

Que tu alma irradie a la consciencia humana el amor que recibes constantemente, deteniendo así el yugo del temor y de la confusión mental y espiritual en la cual la humanidad ingresa cada vez más profundamente.

Contempla la purificación del planeta, como tu Señor contemplaba el Calvario, y sabe encontrar, detrás de cada prueba, la oportunidad para unirte más a Dios, afianzar tu fe y profundizar en tu entrega, haciendo de las aparentes derrotas humanas el triunfo del Amor y de la Misericordia Divina.

Que este sea para ti un tiempo de ingresar en el propio corazón y encontrar a Dios. Recuerda que estás transitando el desierto de la Cuaresma, en donde las tentaciones llegan para ser vencidas; en donde tu alma contempla los pasos del Calvario para prepararse para la renovación de la Pascua; en donde el Cristo en tu interior, nace, crece y madura; en donde el amor y la verdad ganan espacio en todo tu ser.

Vive, hijo, amparado por la Verdad y no por la ignorancia; amparado por las Leyes Divinas, en las bases de la sabiduría y no de la ingenuidad. 

Sabe que son tiempos definitivos, tiempos de entrega, tiempos de cruz, pero sabe también que el verdadero sentido de la cruz es el triunfo del Amor de Dios y no el sufrimiento humano.

Funda tus bases en el amor y sé una victoria de Cristo.

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Acoge con amor y gratitud las pruebas que tu Señor te envía y descubre, a través de cada una de ellas, el camino perfecto para tu cura, tu despertar y tu redención.

A veces, hijo, Dios te da una enfermedad para experimentar y que, a través de ella, vivas una cura espiritual profunda. La enfermedad te muestra la fragilidad de tu ser humano cuando solo está sustentado por fuerzas humanas y en las leyes de este mundo.

Cuando te rindes de corazón y colocas tu vida en las Manos de Aquel que la creó, y que es el único capaz de conducirla con perfección, entonces comprenderás que la enfermedad viene para curarte de ti mismo, para vencer tus resistencias más profundas, para colocarte delante de Dios, tal como un frágil cordero en los Brazos de su Pastor.

Percibe la enfermedad como la advertencia que proviene del Cielo y que te llama a profundizar en tu entrega y resignación a Dios, en tu rendición delante de Su Voluntad, para que comprendas que Él es el único capaz de guiar tus pasos.

Mientras tú tienes fuerzas, Él tiene Poder.

Mientras tienes conocimientos, Él tiene Sabiduría.

Mientras tú buscas una verdad, Él es la Verdad.

Por eso, hijo, permanece delante de Dios en tu interior, para agradecer cuando Él busca abrir tus ojos, revelándote tu fragilidad.

Profundiza en el sentido de la entrega, de la rendición y de la obediencia. Profundiza en el sentido de la fe, de la gratitud y de la humildad ante Dios; porque de esa forma, tu enfermedad será curadora para ti y tu espíritu se liberará.

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

La cuaresma, hijos, es un momento de desierto, pero también de encuentro.

Momento de encontrarse con el espíritu de la humildad, con la vastedad del Universo, con las Leyes sublimes que nos hacen pequeños, con el Pensamiento de Dios que nos hace tan frágiles delante de Su Voluntad.

La cuaresma es el momento de caminar en la inmensidad de las Palabras Divinas, escritas en el Libro del Plan de Dios para esta humanidad; de comprender que sobre esas líneas deben caminar, y que las letras del Padre Celestial son como marcas en el suelo, en las cuales sus pies caben perfectamente. Basta seguirlas.

En la cuaresma se derrumban las falsas creencias sobre sí mismos y todas las fortalezas erguidas sobre la arena del ego humano. Todo esto se derrumba; la fragilidad se revela pero también, hijo, Dios se revela.

Deben aprender a vivir la cuaresma, en la que la consciencia se dispone a encontrar lo que es sublime y perfecto, y que, si bien revela toda la aparente miseria humana, les trae la seguridad de la Presencia Divina y la libertad de saber que todo está escrito.

Para aquel que camina en las letras de Dios, a pesar de todas las batallas, desafíos y pruebas, estará el triunfo incalculable del Amor de su Señor, que no tiene medidas en este mundo, sino vastedad.

La cuaresma, entonces, es ese momento de reconocer el polvo y dejar al polvo lo que de él proviene; pero también de reconocer el espíritu y abrir camino para que ese espíritu pueda expresarse en todo lo que son.

Vivan la cuaresma con plenitud; siéntanse pequeños, frágiles, nada, pero sean capaces de entregar esa pequeñez delante de la grandeza de Dios y confesar:
 

Señor,
reconozco mi fragilidad y miseria,
reconozco mi imperfección e ilusión,
y, hecho completa nada y polvo, aquí estoy,
como ofrenda en el Altar de Tu Espíritu,
para que Él se revele en mi interior,
y que Tu Soplo haga del barro vida,
y que Tu Vida sea plena en mí,
para que me torne Tu instrumento
y Tu Voluntad se cumpla.
Amén.
 

Esta debe ser la oración de los corazones rendidos delante del desierto, dispuestos, en la cuaresma con el Señor, a prepararse con Él para la cruz del mundo.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando tu corazón ya no sepa qué hacer, hijo, mantén tu espíritu en la certeza de la Presencia de Dios y solo ofrece al Padre tu vacío, tu silencio, tu angustia, tu condición humana, tus aspectos más profundos, tus debilidades más ocultas.

Ofrécete al Padre todo el tiempo, y que tu pequeña vida esté delante de Su Altar Celestial. 

Agradece, aunque sea por las pruebas, por los desiertos y por los desafíos.

Agradece los abismos profundos, de los cuales tu Creador viene a retirarte, cuando le extiendes las manos.

Que esas experiencias de entrega fortalezcan tu espíritu para una entrega aún mayor, porque se trata solo de rendirse a Dios, cada vez más y más profundamente. 

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN TUSAYAN, ARIZONA, ESTADOS UNIDOS, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Confía, hijo, en lo que Dios está construyendo en tu consciencia y en tu corazón con cada prueba y desafío.

Confía en que tu espíritu se fortalece a medida que cruzas los límites de tus debilidades y ves crecer tu propia fe.

Confía en que, de ti, tu Creador necesita solo un corazón rendido, dispuesto a vivir Sus milagros, dispuesto a cargar el peso de Sus responsabilidades, dispuesto a vivir el cumplimiento de Su Plan.

Confía en que de tus miserias surge un potencial perfecto de amar, así como del barro surgió tu creación, cuando dejaste que el Soplo Divino tocase tu espíritu. Permite que ese Soplo vuelva a colmar tu corazón y confía en que una vida nueva surge cada día en tu interior, cada vez que abres tu corazón para respirar ese aliento que proviene de los Cielos.

Confía en que el Plan de Dios en ti y en este mundo se cumplirá.

Confía, hijo Mío, en que cada piedra del camino fue colocada con amor, porque en cada salto tuyo está la Mano de Dios conduciéndote a un nuevo nivel de tu transformación.

Confía en que hay un Dios escondido y vivo en tu corazón y que, de un momento a otro, Él se irá a revelar a través de ti.

Confía, y que tu confianza se convierta en fe, y que tu fe se convierta en una puerta para el nuevo tiempo y para la nueva vida.

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN TUSAYAN, ARIZONA, ESTADOS UNIDOS, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando tu Señor te llama a Su encuentro, ve, hijo, y no temas caminar sin mirar hacia atrás.

Coloca en Sus manos y en Su corazón todo aquello que a veces pareces abandonar, y sabe, en la certeza de tu corazón, que todo encontrará su camino, su propósito y su espacio en el Corazón de un Dios tan inmenso, que para cada criatura tiene un lugar único y perfecto.

Camina hacia tu lugar en el Corazón de Dios, sabiendo que el propósito de tu vida es seguirlo y estar en Él a cada instante, como Su instrumento, Su amigo, Su compañero, en esta y en tantas trayectorias.

Fortalece tu corazón a través de cada prueba, de cada "sí" para Cristo y de cada "no" para lo que es oscuro. Sabe que tu corazón pertenece a un único Señor y en Él siempre debes estar.

Consolida la fortaleza en tu interior, sabiendo que ella está siendo construida sobre las Manos de Dios. Y ten fe, hijo Mío.

Vientos, lluvias y desalientos pasarán, pero las bases de tu morada permanecerán firmes. Por eso, la única cosa necesaria ahora es colocarte en las Manos de tu Padre y Señor y, obedeciendo Sus designios, encontrar Su más puro Amor por ti.

A través de Él amarás a todas las cosas. Y todas las renuncias encontrarán sentido, y todas las ofertas serán multiplicadas en la mesa abundante de la redención de la vida, donde muchos hambrientos comerán de los frutos de tu servicio.

A veces no percibes esos frutos, porque ellos permanecen en las Manos de Aquel que los recoge para, un día, ofrecerlos al mundo.

Ten fe y busca a Dios. Estas son las llaves de hoy para el aliento de tu alma.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN TUSAYAN, ARIZONA, ESTADOS UNIDOS, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Con espíritu de sacrificio y de entrega, lanza tu corazón para develar los misterios, tanto del Universo como de lo profundo de la Tierra.

Abraza con amor lo que te es desconocido y agradece a Dios la Misericordia, concedida en tu vida, de estar tan próximo a Su Gracia y a Su Verdad.

En un mundo de tanta ignorancia, hijo, tu espíritu debe estar en júbilo por ser parte del ciclo de revelaciones que se inicia para toda la humanidad.

Abre tu corazón para lo que nunca aprendiste.

Abre tu consciencia para descubrir lo que estuvo oculto en tu alma.

Deja que los recuerdos emerjan, y que aquello que tú no sabías que habías vivido pueda surgir como una forma de impulsarte a lo nuevo, a lo sagrado, a lo sublime.

Deja tu alma delante de nuevos horizontes, porque nuevas serán las pruebas de este tiempo, y para eso debes estar pronto.

Que la gratitud sea la llave siempre puesta en tus manos para abrir las puertas de los Cielos.

Que la humildad sea tu escudo protector en esta batalla de ignorancias y vanidades, de la cual los hombres intentan salir y muchas veces no lo consiguen.

Que la oración sea tu puerto, y el Corazón de Dios tu aliento.

Respira Su Presencia e irradia Su Paz. Así, percibirás que aun lo que parecía más oculto siempre estuvo aquí, delante de ti, en el Corazón de Dios.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cada ciclo trae consigo un camino a recorrer, y los caminos se hacen largos o cortos, dependiendo del ritmo de los pasos del caminante.

El camino hacia el vacío se puede hacer largo y doloroso, si el caminante permanece en él lentamente y no acepta los cambios de los tiempos, las pruebas que llegan y todo aquello que el Universo le entrega para que llegue más rápido al fin de ese ciclo.

Este camino se torna corto y rápido cuando el caminante hace de su vacío una oportunidad para dejar que nuevas leyes permeen su ser; cuando permite que el vacío que hay en su interior sea colmado por Dios y se revele completo por la Presencia Divina.

El vacío, hijo, es un estado de consciencia de transición, en el cual ya sabes lo que no eres, pero aún no sabes la verdad sobre ti y sobre la vida. Entonces, ya no te colmes ni de ti ni del mundo, si aún no descubriste qué es lo que habita en ti, y de lo que eres parte, cuál es tu todo.

El vacío es un momento de definición, entre la caída en el abismo y el salto al Infinito. Por eso, vive el vacío con fe, con las manos siempre extendidas hacia lo Alto. Vive el vacío con fe, con los ojos volcados hacia adentro. En algún momento de esa caminata, tu vacío se revelará pleno, y tú te descubrirás parte de todo, del Todo, de Dios. 

Mis palabras, entonces, se volverán escasas para explicar lo que experimentas y vives, y todo quedará claro como el sol y pleno como la Sabiduría que proviene de Dios.

Ya llegará el ciclo de la revelación y de la liberación de la ignorancia. Mientras tanto, camina con fe hacia arriba y hacia adentro.

Tienes Mi bendición para esto.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cultiven la persistencia, la fortaleza interior y la paz.

Salir de sí mismos es la llave que les permitirá hacer de la cruz de estos tiempos un triunfo del Amor de Dios en Sus hijos, como lo fue con Aquel que cargó primero la Cruz y les mostró el camino.

La autoconmiseración es la preocupación excesiva consigo mismos; hijos, les impedirá ver la necesidad del mundo, de la Creación Divina y del Plan de Dios como un todo.

Ustedes ya no están en tiempos de experiencias y de meros aprendizajes. Están delante de pruebas finales en esta humanidad y, muchas veces, su prueba no será estar en el mundo, en medio del caos y de la locura humana, pero sí lidiar con su propio caos interior y trascenderse a sí mismos, por amor a un Plan Mayor.

Llegó el tiempo de usar la determinación, que ustedes utilizan para mantener sus resistencias, para quebrarlas. Y esto no va a acontecer tratándose mal a sí mismos, sino sirviendo y amando al prójimo sin condiciones.

La transformación no solo se trata de cuidar de sí, hijos. La transformación acontece cuando ustedes salen de sí mismos y dejan que la propia vida sea conducida y amparada por Dios, mientras ustedes se ocupan de servir y amar al prójimo en los menores detalles.

Ustedes ya saben de lo que les hablo. Suelten sus deseos y aspiraciones, sus metas tan humanas e insignificantes delante de la grandeza del ciclo que viven como humanidad. Reconozcan dónde están, lo que están viviendo y cuál es la aspiración divina para sus vidas. Así, ustedes estarán en el camino correcto de forma correcta.

Tienen Mi bendición para esto.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

A veces, al llevar la paz al mundo pierdes la paz en tu interior, porque el sacrificio y la entrega constantes hacen que emerjan tus resistencias más ocultas, hacen que tu condición más retrógrada salga a la luz y sea liberada inconscientemente de tu mundo interior. Eso, hijo, también es parte del servicio que prestas a la humanidad y a este planeta en el nombre de Cristo.

La paz interior debe ser conquistada todos los días. La unión con Dios debe ser construida y reconstruida a cada instante. En estos tiempos, en los que la humanidad está en el centro de una batalla que define la evolución de toda la Creación Divina, todos los días las consciencias son blancos de los estímulos incansables de la vida de ilusión para que no avancen en su despertar, para que no profundicen en su unión con Dios, sino para que retrocedan o al menos se estanquen en el punto en el que están.

Por eso, hijo, observa con calma este momento, sé consciente de que las pruebas de este tiempo son desconocidas para toda la Creación y, todos los días siempre que puedas, recuerda el propósito de tu vida y de tu consagración. Reconstruye, poco a poco, tu vínculo con Dios y no dejes de intentar llegar al Padre. Mantén un diálogo con Él en tu interior, una confesión sincera de tus debilidades, no para reafirmarlas, sino para transformarlas y liberarlas de tu corazón.

Siente que la confesión con Dios limpia tu corazón y que comienzas a retornar al Padre, sintiéndote digno de Su Presencia. Haz esto todos los días. Haz esto siempre que lo recuerdes.

Piensa en el espejo de tu corazón y únelo a los Espejos del Cosmos con un simple pensamiento. Piensa en la Esencia de Dios y siente que Ella está en ti. Piensa en la vida superior, en la vida universal, y siente como ella te aguarda.

Renueva tus fuerzas en las pequeñas cosas, porque es también allí en donde el enemigo va minando tu evolución y tu unión con Dios.

Ora y reencuentra la paz todos los días.

Tienes Mi bendición para eso.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

El misterio de la existencia humana es para la Consciencia Divina mayor que la renovación del amor y que la revelación de un amor nuevo. En la esencia de los hombres se guarda no solo su propia historia, la historia de la evolución de la vida y de la Creación, se guarda también, hijos, la historia del propio Dios.

Sé que lo que les digo puede parecer algo distante de aquello que experimentan como criaturas, pero lo que ocurre verdaderamente es que los seres pasan por la experiencia de la vida sobre la Tierra y no consiguen descubrir quiénes son y mucho menos expresarlo. Hasta el mismo Hijo de Dios, estando sobre la Tierra, no pudo expresar a los seres toda la verdad de Su existencia, porque ni ahora ni en aquel momento los seres estaban preparados para saber sobre ella.

En este tiempo, las revelaciones llegan como impulsos de la Verdad, pero no como la Verdad develada. Los seres reciben aquello que necesitan para cruzar el umbral de estos tiempos y comenzar a adentrar en el tiempo y en la realidad divina.

Aunque no haya llegado el momento de vivir la expresión verdadera de un ser humano, deben al menos saber que ella existe y que, a través de una simple sintonía con la Verdad, podrán vivir las pruebas de estos tiempos de una forma diferente. 

Dejen que este legado interior se haga sentir. Dejen que Dios se haga sentir en ustedes. Y tan solo saber que algo oculto está vivo en el propio corazón ya será suficiente para comenzar un nuevo ciclo, en un nuevo tiempo.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE FÁTIMA, PORTUGAL, HACIA BELO HORIZONTE, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Coloca tu corazón en el Corazón de Dios y agradece, hijo, por otro ciclo que se inicia. Deja que tu espíritu encuentre la renovación y la paz en los impulsos que descienden del Cielo para conducir a las almas al nuevo tiempo.

Cada día trae consigo las Gracias y las bendiciones para superar las pruebas y los desafíos que se presentan. Abre tu corazón para percibir y recibir estas dádivas y comprende cómo el Creador guía tus pasos y los ampara para que, a través de tu vida, otras almas encuentren la paz.

Ama el camino del despertar y del retorno al Origen, que él sea para ti la prioridad de tu corazón.

Comenzó un ciclo en la humanidad, hijo, en el que las pruebas planetarias se tornarán aún mayores, los asedios y las tentaciones crecerán y verás sucumbir a los que no estaban afirmados en Cristo. Pero, a pesar de todo, calma tu corazón y encuentra la paz. Afirma las bases de tu fe en la oración y en la entrega permanente, para que muchos se sustenten en esta barca de salvación que es la fe en los corazones de los hijos de Dios.

Infinitos serán también los impulsos que descenderán a la Tierra provenientes del Universo de Dios y de Su Corazón. Muchos de los que estaban adormecidos se despertarán bajo un gran impulso y todo tendrá su equilibrio.

Ora y mantiene tu Corazón en Dios. Ve pasar las pruebas de estos tiempos con tu corazón afirmado en Cristo y así, no solo encontrarás la paz, sino que serás un instrumento de paz para este mundo.

Tienes Mi bendición para eso.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE FÁTIMA, PORTUGAL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Recuerda en tu interior todos los impulsos recibidos en los últimos días, en los últimos tiempos, y deja que ellos generen frutos dentro de ti. Madura estos frutos, meditando en todo lo que viviste, dejando que tu conciencia se coloque en un punto diferente del que se encontraba antes de recibir todas estas Gracias de Dios.

Reflexiona sobre todo lo que debes vivir a partir de ahora, los pasos a ser dados, las pruebas que te aguardan y cómo tu corazón se debe preparar para los impulsos y ciclos nuevos que nunca fueron recibidos o vividos por la humanidad.

Que la Gracia Divina permee todo lo que eres, y que hasta la menor de tus células sea consciente de lo que recibe y de lo que es llamada a vivir a partir de ahora. Así, hijo, sin desperdiciar nada de los impulsos divinos que descienden al mundo, tu ser será siempre digno de impulsos mayores.

Aprende a reflexionar, a meditar y a amar los pasos que debes dar como persona humana, como alma y como consciencia, como criatura y parte de la Conciencia Divina.

Tienes Mi bendición para esto.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE AUGSBURGO, ALEMANIA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Percibe al Corazón de Dios en tu corazón y déjate transformar por Su Presencia. Deja, hijo, que solo Él crezca dentro de ti.

Permite que el Amor de Dios tome el lugar de tu ignorancia y te convierta en un instrumento Suyo en este mundo. Concede al Padre la posibilidad de actuar, de pensar y de sentir a través de ti. Permite que el Padre modele tu condición humana y suelta las raíces que Él está arrancando de tu consciencia.

Percibe que sin Dios nada eres.

No hay vida, sino en el Padre. No hay verdad fuera de Él. Cuando no estás en Dios, tú solo giras en torno de tu ignorancia y de tu ilusión sin encontrar el camino correcto de tu evolución.

Agradece las correcciones de la vida que te hacen más humilde. Agradece tus errores que te demuestran tu imperfección y cuánto tienes que aprender, crecer y transformarte para convertirte en lo que Dios espera de ti.

Cruza las puertas de las pruebas que Él te envía y deja que, en cada caída, sea Su Mano Divina la que te levante y no tu orgullo que aumente aún más, delante de tus ojos, impidiéndote conocer la verdad y vivirla. 

Abraza con gratitud este ciclo de madurez interior y aprende, hijo, a reconocer que todo lo que mejor expresas proviene de Dios y que para cumplir con Su Plan debes buscar, en Él, el Amor y la Gracia que necesitas para manifestar Su Voluntad.

Ve y haz lo que te digo. Tienes Mi bendición para eso.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE PALERMO, SICILIA, ITALIA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

A pesar del adormecimiento y de la indiferencia de los hombres, si un alma despierta oferta su corazón al Padre, Dios enviará al mundo Su más profundo Amor y Su Misericordia.

Que los corazones se consoliden en la propia entrega, en el vacío de sí y en la renuncia para que, con sus ofertas, el Señor transforme y redima a este mundo.

Oren y nunca pierdan la esperanza. Que la entrega de sus vidas sea, cada día, más sincera y verdadera.

Dejen que la verdad, que emana de sus corazones, sea suficiente para que, cada día más, sean instrumentos de Dios y de Su Gracia.

Que las pruebas y los desafíos de todos los días forjen en ustedes un nuevo hombre, porque ante las dificultades, ustedes deben renovarse en el amor y en el vacío, y renovarse en sus ofertas sin importar la retribución que tengan de este mundo. 

Vivan, cada día, por un propósito espiritual. Que su alegría y su plenitud estén en servir y en amar cada vez más y mejor. Así podrán ser instrumentos para que el Creador instituya un nuevo patrón de vida, en el que lo más importante es vivir bajo Su Gracia y hacer triunfar Su Amor.

Tienen Mi bendición para eso.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE FÁTIMA, PORTUGAL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Deja que el miedo se transforme en fe. Deja que la angustia, de no saber cómo ayudar al prójimo, se transforme en la certeza del poder de la oración. Deja que la paz inunde tu interior y, que así, se expanda por el mundo y permee a las almas que necesitan de ella.

Deja que las pruebas de estos tiempos forjen en ti la fortaleza de la entrega a Dios y a Su Plan. Deja que tus renuncias se impriman en la consciencia humana como un paso hacia la vida crística porque, cuando renuncias a tus voluntades, comprendes que hay una Voluntad Mayor y que estás en el mundo para manifestar un Plan Superior y no para satisfacer deseos y aspiraciones humanas, por mejores que ellas sean.

Da un paso rumbo a la fe y ora de corazón por las situaciones que no puedes resolver, porque donde está Dios, allí existirá una experiencia de amor, un aprendizaje que conducirá los seres a Su Corazón.

Medita en lo que te digo y mantén tu corazón en paz.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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