APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL SAGRADO LLAMADO

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Mi Luz Espiritual vuelve a resplandecer en el mundo a través de la Luz y del Poder de Mis cinco principales Llagas, transfiguradas durante la Resurrección del Señor.

Estas son las Llagas de Luz que hablan de la entrega del Hijo de Dios por la humanidad. A través de estas cinco Llagas, Yo ilumino a los cinco continentes del planeta, en este momento culminante de la humanidad.

Yo vengo a traerles la Luz de la esperanza, la Luz de la renovación, la Luz de la redención, porque aún muchas almas están a tiempo de volverse hacia Mi Corazón para recibir Mi bendición y Mi Misericordia; porque aún espero el despertar de los Nuevos Cristos, aquellos que darán testimonio de Mi Retorno en los cinco continentes del planeta, aquellos que serán capaces a través del amor del corazón de hablar en muchas lenguas, de comprender muchos símbolos, de dar el ejemplo de su propia cristificación.

Todo este escenario, que hoy les presento, es también parte del preámbulo de Mi esperado Retorno, diría que es el gran preámbulo que antecede a la Sagrada Semana, un preámbulo que se completará en el próximo encuentro de la Divina Misericordia del mes de marzo, así como también en un nuevo encuentro Conmigo a través del Sagrado Llamado.

Hoy, les traigo el primer impulso que antecede a la Sagrada Semana. En la próxima Maratón de la Divina Misericordia, tendrán la oportunidad de recibir Mi segundo impulso espiritual. Y, estos impulsos, se completarán en el Sagrado Llamado del mes de marzo.

Entiendan, a través de este símbolo y de este ejemplo, la trilogía espiritual de los impulsos que Mi Consciencia Superior les traerá para que estén preparados y conscientes de su posición en el Plan de Dios, de su servicio en el Plan de Dios para estos tiempos definitivos.   

Porque cuando Yo llegue, en la Sagrada Semana, durante los ocho días, la humanidad tendrá la última oportunidad de recoger no solo los méritos de Mi Pasión, sino también los méritos del Sagrado Corazón de Jesús y la victoria espiritual que Él alcanzó en todos los planos de consciencia, por medio de Su Nacimiento, de Su Vida Pública, de Su Muerte, de Su Resurrección y de Su Ascensión.

Estos impulsos que hoy les traigo, a partir de este día, se asimilarán durante la próxima Sagrada Semana y, espero que, cada uno de Mis compañeros y de Mis servidores, de Mis seguidores y de los devotos a Mi Sagrado Corazón, tengan consciencia de la importancia de prepararse para la próxima Semana Santa, no solo para revivir los Códigos Crísticos de Mi Pasión, sino también para que sus consciencias y sus almas se abran para vivir completamente la Voluntad de Dios. Porque hoy, quiero decirles, compañeros, que cada uno de ustedes tiene parte Conmigo en esta Obra preparatoria de Mi Retorno.

De la misma forma, todas las Jerarquías que Me acompañan en el universo, así como todas las Jerarquías Angélicas, creadoras y regeneradoras de la vida universal, a partir de hoy, en este día viernes 18 de febrero, están recibiendo los mismos impulsos que ustedes; y es importante que nadie quede atrás sin poder recibirlos y acogerlos, porque así como Mi Consciencia Superior hoy envía ese primer impulso para sus consciencias, de la misma forma Mi Consciencia Superior emite los impulsos superiores para el resto de las Jerarquías y Ángeles, porque todos se están preparando, después de esta próxima Sagrada Semana, para el primer preámbulo de Mi Retorno, el primer paso de Mi Llegada al planeta, aún desconocida e imperceptible para la mayoría.

Pero aquel que tenga fe en su corazón y confianza en Mi Corazón, en Mi Presencia, en Mi Existencia y hasta en Mi Vida, podrá sentir, en lo profundo de su ser y de su espíritu, la Llegada del Redentor. Porque no importará dónde se encuentren o dónde estén, porque Yo ya he pensado absolutamente en todo, en cómo Me iré encontrando gradualmente con los Míos; solo sosténganse en la fe y en la absoluta confianza en ese gran momento del Retorno de Cristo.

Pero aún Yo necesito vivir en sus corazones, de una forma completa y no pasajera. De esa forma, sus corazones estarán prontos para lo que llegará. Aún espero que muchos más Me entreguen su corazón para que Yo pueda obrar y, así, pueda preparar a la humanidad para este gran momento de Mi Llegada, de Mi Retorno al mundo.

Desde ahora, preparen su templo interior, ofrezcan incansablemente sus moradas, para que el Dios Vivo, a través de Su Amadísimo Hijo, pueda llegar y encontrar un lugar en donde poder reposar y, en silencio, prepararse para el Retorno, porque no solo verán venir al Hijo de Dios entre las nubes como lo he prometido.

Ahora es el tiempo de que ustedes puedan ver venir al Hijo de Dios dentro de ustedes y deben tener certeza de esto, porque así sus vidas cambiarán y aquello que aún no se transformó se transformará. Y, así, la redención llegará y sus vidas se cristificarán en la confianza absoluta en Mi Sagrado Corazón.

A través de la Luz de Mis Llagas, les traigo estos impulsos espirituales en este día, porque los necesito conscientes, disponibles y enteros para sostener, Conmigo, los próximos encuentros de las almas con Mi Corazón, especialmente para sostener la próxima Sagrada Semana de forma espiritual e interna.

Esto será fundamental para todo lo que deberé llevar adelante. Ustedes serán los que crearán las condiciones necesarias en los mundos internos, en los mundos invisibles, para todo lo que su Maestro y Señor realizará y anunciará.

Sean conscientes de esto, para que no solo piensen en recibir, sino que todos piensen en colaborar y donarse internamente, y ayudar también de manera material para que la Sagrada Semana sea posible, porque ya es el tiempo de que las necesidades de las Obras de los Mensajeros Divinos sean asumidas por todos y no solo por pocas consciencias.

¿Por qué les digo esto, compañeros?

Porque ustedes fueron llamados a donarse a través de este servicio, a ser colaboradores conscientes, teniendo muy presente que las Gracias no solo vienen del Cielo, sino que más Gracias podrán llegar aún del Cielo a todas las almas posibles si los que están más cerca de Mí y forman parte de esta Obra colaboran conscientemente para que eso sea posible. Sé que la mayoría hace los esfuerzos que son posibles en este momento de tribulación. 

También tienen que tener presente que las aspiraciones de la Jerarquía a través de la manifestación de las Comunidades-Luz son muy importantes, porque serán las bases materiales y espirituales para el Retorno de Cristo. Porque, aunque no parezca cierto, ni en Mi Iglesia extendida por toda la Tierra tengo un lugar seguro para retornar. Solo tengo aún pocas moradas internas para poder retornar y obrar.

Pero la Jerarquía Espiritual, en un momento tan importante como el Retorno de Cristo, desconocido para la mayoría de la humanidad y del planeta, aunque no lo parezca, necesita un lugar físico para poder colocar Sus Pies y, así, llamar a la humanidad desde los cuatro puntos de la Tierra, para reunirse para el Juicio Final. Y ese lugar del Juicio Final no es solo interno, sino también externo. 

¿Cómo creen que la Tierra se curará sin que todos tengan consciencia del Juicio Universal? 

Porque como lo he dicho en las instrucciones desde hace dos mil años atrás, Mi Padre Me ha pedido separar la paja del trigo. Pero, crean que haré todo lo posible y un poco más para que la Infinita Misericordia de Mi Corazón justifique los errores de las almas condenadas, para que sean consideradas en la Gloria Celestial y todas las consciencias posibles se rehabiliten.

Hoy, vengo con un Mensaje más concreto, con un Mensaje más cercano a todos, porque es importante que Mis discípulos, compañeros, servidores y misioneros tengan presente en su consciencia que el Retorno de Cristo no es algo lejano, sino que desde ahora todo el universo, en su contraparte espiritual, mental y material, se está preparando para ese momento, para un momento que el universo nunca vivió ni experimentó. Y ustedes no están lejos de esto, no están exentos de este movimiento, porque son parte de la Creación.

Por eso, debemos rezar para que las Aspiraciones de Cristo se cumplan en este planeta y las almas cada día sean más conscientes del compromiso que tienen Conmigo.

Esto era todo lo que hoy les quería decir y compartir.

Y, antes de retirarme, quisiera responder a otras intenciones, así como lo ha hecho Mi Madre en los últimos días, para que todos tengan la Gracia de comprender y la sabiduría de entender cómo dirigir las intenciones correctamente hacia el Universo. Porque por más que una intención sea simple, pura y verdadera, toda intención abarca muchos planos y consciencias. Por eso, es importante que aprendan a pedir correctamente; siendo conscientes, sabrán cómo dirigir sus intenciones al Cielo.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Le presentamos a Nuestro Señor la cesta de las intenciones de los hermanos de la Comunidad Flor de Lys.

 

“Que la humanidad pueda expresar su arquetipo, en profunda comunión con Cristo, por la Gloria del Creador”.

Cristo dijo que esa debería ser la tónica para todos, en este tiempo.

 

“Por la Paz y la Cura en el mundo”.

Para que esto suceda, es importante, dice Cristo, comprender el concepto de pacificador; porque comprendiendo el atributo del pacificador, el servidor es consecuente, disponible e íntegro para manifestar las Leyes de la Cura y esto beneficia a la humanidad.

 

“A Ti, que contemplas el esfuerzo de los que persisten por el camino del bien y de la paz, Te pido humildemente que los fortalezcas en la fe y en el amor, para que sus vidas sean la propia oración que alivia el Corazón de Dios”.

Cristo nos dice que esa debería ser la premisa del discípulo.

 

“Que los seres humanos puedan comprender el valor de los Reinos de la Naturaleza en este planeta, crecer junto con ellos y ser puentes para que ellos estén cada vez más cerca de Dios en su evolución”.

Si desde el principio del planeta, la civilización humana hubiera seguido los Mandamientos de Dios y estos Mandamientos hubieran sido correctamente aplicados, en la sociedad y en toda la vida externa, los Reinos de la Naturaleza no serían el centro de la destrucción de parte del ser humano, sino que todos convivirían en armonía y en paz; porque el ser humano, viviendo los Mandamientos, también comprendería a las leyes de la naturaleza y las respetaría. 

Hoy, en el mundo, sucede lo contrario y, cada vez más, la humanidad se aparta de la Ley, ignorando completamente las leyes de la naturaleza. Eso promueve una agitación de los elementos y hasta del clima, sobrecargando la atmósfera psíquica del planeta, abriendo puertas inciertas donde no deberían abrirse y atrayendo hacia el ser humano efectos irreparables.

 

“Que la oscuridad se disuelva en todas las criaturas”.

Cristo dijo que para que la oscuridad se disuelva en todas las criaturas, las criaturas deberían preguntarse todos los días si quieren estar en la oscuridad o en la Luz y la llave es hacerse esta pregunta a sí mismo: 

¿Quiero estar cerca de Dios o estar conmigo mismo? Aquí está la respuesta.

 

“Que pueda aprender a ver a Tus hijos por la ventana de Tus Ojos”.

Y eso, dice Cristo que es posible a través de la resignación. No es una resignación forzada ni tampoco impulsiva, es una resignación que provee los grados de Amor, de aquel o aquella que verdaderamente entiende que todos somos miserables y que precisamos del Amor, del Amor de Dios para poder curarnos. Esa sería la visión correcta de los que conviven en fraternidad.

 

“Coloca en tus brazos a Tu hijo Andrés, dale otra oportunidad”.

Esa oportunidad hoy le es concedida a Andrés, con la premisa de saber que no hay otra, porque el tiempo se está acabando para todos. Esto no es una advertencia, es una realidad. Significa saber valorar las oportunidades para no perderlas, significa saber ser humilde para aprender a escuchar, para aprender a ver y, así, reconocer las señales del Cielo.

 

Les dejo Mi Paz, para que siempre recuerden buscar Mi Paz en estos tiempos de transición.

Yo les agradezco por tener la valentía de escucharme y de acoger Mis impulsos transformadores, para que sus consciencias siempre se eleven.

Hoy, los unjo con la Luz de Mis Llagas y así los bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hasta el próximo impulso en el mes de marzo.

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL SEGUNDO DÍA DE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

 

Te alabamos Señor y Te bendecimos,
que por Tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Amén.

 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Vengo a traerles las sublimes frecuencias del universo, las vibraciones de la Paz, en las que no hay mal ni resistencia.

Vengo a traerles el eco del Mensaje del Corazón de Dios, aquel mismo eco que fue escuchado por el pueblo del desierto, desde Abraham hasta los últimos profetas.

El eco del Mensaje del Corazón de Dios es inmutable y es infinito; él renueva todo, de tiempo en tiempo.

Quiero que hoy ingresen en esa frecuencia de la Paz, en donde no hay sufrimiento, en donde no hay dolor ni agonía.

Crean, compañeros, que es posible renovarlo todo.

Yo vengo del Cielo con ese Mensaje y abro las puertas de los Cielos por cada uno de ustedes.

En las vibraciones de la Paz se encuentra la verdad, el recogimiento y la reconciliación. Es allí en donde deben colocar sus consciencias y mentes, para que Mi Reino Celestial se aproxime al mundo y pueda ayudar a todas las almas de la Tierra.

En la frecuencia de la Paz está el discernimiento, colmado de la sabiduría, de la ciencia y la inteligencia.

No pueden pensar que la humanidad quedará donde está, sumergida en el sufrimiento y en el caos. 

En todo tiempo de oscuridad, en el momento más difícil y agudo, es cuando surge la Luz del universo, el eco del Mensaje del Corazón de Dios, aquel Mensaje que escucharon las tribus del pasado y todas las humanidades que pasaron por este planeta.

Es así, que su desierto terminará, la sed será saciada y el hambre será colmado de la Presencia de Mi Divino Espíritu.

Con estas simples palabras, vengo a colocarlos en la verdadera realidad de las sublimes frecuencias de la Paz, en las que todo se puede curar y renovar.

Dios no desea que luchen ni tampoco que sobrevivan. Dios quiere tenerlos a todos en Su Corazón, porque Su Amor es tan grande y desconocido que no lo saben y es en ese lugar en donde se deben refugiar, en el Sagrado Corazón de Dios, en donde todo es perfecto, en donde todo es armonía y es paz.

Por eso, compañeros Míos, retiren de sus espaldas las pesadas mochilas del ayer, la pesada cruz que cargan incesantemente, de tiempo en tiempo. 

Hoy vengo a retirar su propia corona de espinas.

Por eso, estoy aquí en Aurora, para que la vida de cada uno de ustedes vuelva a amanecer, por el triunfo de la sublime frecuencia de la Paz que hoy les traigo del universo para que la reconozcan y la sientan, porque es allí en donde ahora deben estar, mientras que el mundo se purifique, se purifique de una forma amplia y profunda.

No se dejen engañar, no se dejen amedrentar. Si Mi Corazón misericordioso y el Sagrado Corazón del Padre hoy está en ustedes, ¿por qué temerán?

Yo les traje la Luz del universo a la Tierra con la experiencia de Mi propia vida, con la expresión del Amor de Dios en Mi Sagrado Corazón humano.

Sientan Mi Corazón humano, un Corazón que los comprende y que los acepta.

Dios no desea ver al mundo como está ahora, las almas se alejaron de la felicidad de Dios y perdieron la esperanza.

Por eso, confíen en Mí, todas las veces que sea necesario. En Mi confianza comprenderán la Voluntad de Dios, aprenderán a aceptarla y a vivirla. Porque lo único que Yo deseo es que sean felices en la plenitud celestial, en la alegría de ser Mis apóstoles, en la alegría de ser Mis compañeros, que a pesar de lo que suceda, no pierden la coordenada de Mi Paz, sino que están pendientes para poder encontrarla siempre.

Y si están en la frecuencia de Mi Paz, que es la Paz de todo el universo, ¿cómo podrá prevalecer el mal? 

El mal está hecho de desamor y desconfianza, de duda y de incertidumbre. Mi Paz está hecha de fe, de fortaleza y de superación, de la superación que hoy los invito a vivir y a practicar en los desafíos de estos tiempos cruciales.

Por eso, les traigo la frecuencia de Mi Paz, para que se puedan sumergir en el océano de Mi Paz, para estar en el universo infinito de Mi Divina Misericordia.

Colocando Mis Manos en imposición sobre ustedes, hoy los vuelvo a ungir con Mi Espíritu, bendiciéndolos con la poderosa señal de la Cruz: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cuando el Padre pensó en crearlos a Su imagen y semejanza, Su intención era que fueran precursores de Su Paz y que esta Paz fuera una con todos los Reinos de la Naturaleza, con toda la Creación y con todo el universo. Porque en la Paz de Dios aprenden a vivir en las Leyes universales, aprenden a practicarlas, dando un ejemplo de generosidad y de caridad a sus semejantes.

Hoy, ingreso a todos los que lo acepten al universo de Mi Paz, para que encuentren dentro de ustedes la frecuencia correcta y en Mi Presencia lo puedan sentir y experimentar.

La frecuencia de Mi Paz, la vibración más alta del Universo Celestial, está hoy sobre ustedes, es el color celeste del cielo, en donde se vive una unidad perfecta, una comunión perfecta, con los tres planos de consciencia: espiritual, mental y material.

Por eso, a través del Templo de Mi Corazón, ingresen a la gran bóveda del universo de Mi Paz y sean parte de esa frecuencia divina en todo lo que piensen, en todo lo que sientan y en todo lo que hagan. Porque si no hacen todo lo que deben hacer, bajo el impulso de la frecuencia de Mi Paz, no comprenderán el fin de los tiempos y le temerán a los acontecimientos. 

En la frecuencia de Mi Paz, serán verdaderos colaboradores del Plan y tendrán la intuición necesaria para ayudar a la humanidad.

Hoy, contemplo al mundo dentro de Mi Corazón pacífico para que las almas beban de esta Fuente espiritual y salgan del caos de estos tiempos. Ese es uno de los mayores tesoros que Yo les puedo entregar, que sean parte de Mi Paz todos los días.

Oremos por los que han perdido la paz, pero también por aquellos que hacen las guerras en las naciones y en los laboratorios, por los que se han apartado de la matriz del Propósito Divino, por los que están en la oscuridad eterna, por los que se dieron cuenta tarde del lugar que perdieron. En Misericordia y compasión, coloquemos a todas esas consciencias en el universo de Mi Paz para que una vez más la triunfante y Divina Misericordia les conceda una gracia especial a todos ellos.

 

“Adonai,
Espíritu Inmutable e Infinito,
hoy Te suplico, ante un mundo en ruinas,
en sufrimiento, en desesperación,
que aceptes la oferta del corazón humano
de Mis compañeros que, en la imperfección,
luchan por la transformación y, sobre todo,
por confiar en Mí, 
aunque muchas veces no Me vean ni Me sientan.
Retira del desierto, Adonai,
a los que han quedado atrás,
perdidos y confundidos por el mal.
Abre los océanos,
así como lo hiciste con Moisés, para que esta,
Tu última tribu de Israel,
cruce el camino que la llevará hacia Tu Tierra Prometida,
en donde Tus tesoros más íntimos e inmateriales 
se guardan para todos,
para todas tus criaturas.
Adonai,
Tú Me has enviado al mundo en este día y Yo Te pido,
Padre amado,
que Tu Espíritu Sagrado de amor y de sabiduría
renueve todas las cosas, cure a todas las consciencias
y reconstruya a la humanidad y al planeta.
Porque, por más que la Justicia Divina se cumpla,
Tú sabes, Adonai,
el valor de Mi Sangre derramada,
hasta la última gota,
hasta el último momento de Mi expiración.
Te vuelvo a decir, Padre,
perdónalos, porque no saben lo que hacen,
perdónalos para que todos tengan
la Gracia infinita de retornar hacia Ti,
porque Mi único y ardiente deseo
es que todos sean parte de Mi Paraíso Celestial.
Que así sea.
Amén”.
 

En la intimidad de la comunión perpetua Conmigo, hoy les envío un Mensaje especial a todos Mis compañeros de Argentina. 

Mis Ojos están puestos sobre su nación. Sé que viven algo que nunca habían esperado y que los más inocentes de todo su pueblo sufren una injusticia mundial. 

Pero Yo les pido que no suelten el madero de la cruz, que sus vidas sean parte de Mi Consciencia paternal, que sus vidas sean bañadas y transformadas por la poderosa y espiritual Sangre de Jesús.

Sus vidas deben ser la esperanza en las tinieblas, la alegría en las tristezas, el amor en la oscuridad, la luz en las penumbras y la Misericordia en toda adversidad.

Compañeros de Argentina, Mis promesas no cambiaron por ustedes ni tampoco por su nación y pueblo.  Aún Mis Pies pisarán su tierra y, en el momento menos pensado, Me verán venir no solo entre las nubes, sino también Me verán venir en sus corazones, en donde la fuerza de la fe no los hará perecer.

Hoy seco las lágrimas de los que lloran por una nación destruida por la injusticia y el sufrimiento. Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin de los tiempos.

Hermanos de Argentina, vengan a Mí y vivan en Mi Corazón, porque allí Yo los aliviaré y les daré la fuerza de la superación; así como les entrego esa fuerza de superación y de fe a todos Mis hermanos de Venezuela, a todos los que son abrigados, desde niños hasta ancianos, en los campos de refugiados.

Vendré por los pueblos más sufridos y haré nuevas todas las cosas. Es la Palabra del Señor.

 

Te alabamos, Señor.

 

Hoy vuelvo a recoger sus intenciones y súplicas para que, como intercesor de las almas entre el Cielo y la Tierra, Dios les conceda la Paz para que tengan fortaleza y mucha valentía para atravesar estos durísimos tiempos. 

Pero recuerden que Yo morí por ustedes y en el momento más doloroso de Mi Vida, clavaron los clavos en Mis Manos, Pies y atravesaron con la lanza Mi Costado. 

Espiritualmente, ¿ustedes vivirían lo mismo por Mí?

El Amor debe triunfar ante toda oscuridad, porque el Amor triunfará.

Recogidos en el universo de Mi Paz, en esta tarde de Divina Misericordia, los invito, compañeros, a prepararse para la Comunión Espiritual.

Yo los bendigo y les doy Mi Paz.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Mis primeros recuerdos sobre los dolores del mundo se aproximan a través de la Pasión. La hora se está acercando. Los discípulos deben tener consciencia de esto.

El Señor está sobre Su trono y todos alrededor lo ven para glorificarlo y honrarlo. Después de eso, entré por la humanidad.

Hoy, los hago postrar ante el Altísimo y Soberano Dios. Hoy los hago postrar para que la paz se establezca en el mundo y no la guerra entre los corazones.

Hoy, los hago postrar para que puedan sentir esto como algo verdadero que nace de Mi Corazón y que se vivifica en las almas. Sientan de Mi Corazón toda la alegría por este momento, toda renovación por este encuentro y por cada paso que es dado en el sacrificio, en el nombre del Hijo de Dios y de la realización de Su Obra a través de los tiempos y de este último ciclo.

Hoy, los hago postrar como a los ángeles cuando están frente a Dios, ante Su Majestad y Omnipotencia, ante Su Poder y Omnisciencia, ante Su Omnipresencia y Divinidad. Así se postraron los tres apóstoles cuando Me vieron transfigurado en el monte Tabor, para que de esa forma aceptaran la concreción del Proyecto hasta el fin de los tiempos, hasta que Yo retorne.

Ahora elévense y vean aún a sus Ángeles de la Guarda postrados ante el Padre Celestial, en intercesión por cada uno de ustedes y por el mundo. Porque las legiones de la Luz trabajan, como una sola, para derrotar a Mi adversario y a sus reinos opositores que hacen temblar la Tierra y a toda la humanidad por las acciones de los injustos y de los indiferentes a Dios.

Cada vez que se postren trabajen vuestra resignación y humildad y destierren el falso poder humano, la mentira y la negación entre los míos. Porque quien está Conmigo, está de verdad. Y si está en Mi Verdad, está en la transparencia de las cosas. Aunque a veces no lo puedan vivir, Yo les doy la fuerza interior para realizarlo y para que cumpla Mis designios.

Hoy, muchas almas del mundo lloran por no poder recordarme, por haber dejado atrás el compromiso y haberse sumergido en los abismos de la Tierra. Pero Yo estoy aquí para alentarlos, para que continúen en Mi Camino de perseverancia y de fe. Por eso hoy no estoy en lo alto de los Cielos.

Mis Pies tocan este Altar, por eso los he hecho postrar ante Mí para que estén postrados ante Mi Padre Celestial.

Si el Rey toca con Sus pies este suelo es señal que las cosas pueden cambiar antes de que todo suceda, por la consecuencia de sus discípulos y de sus obreros del Plan.

Dejen que sus corazones sean inundados por Mi Amor Misericordioso para que ese Amor se multiplique infinitamente y cure todas las heridas.

Yo Soy el motivo perfecto para sus dudas y espero que no lo olviden cuando todo comience a suceder en la humanidad.

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Fray Juan de la Cruz, Fray Cristóbal, Fray Joaquín, Fray Sebastian y Fray Thiago: a pedido de nuestro Señor que se presenten aquí en el palco.

Mientras llamo a las ovejas, Yo llamo al interno de vuestros corazones para que puedan unirse a Mí, en este Obra máxima que Yo vengo a realizar por todos y en cada uno de ustedes, a través de sus grados de amor y de entrega a Mi Corazón Glorificado.

Hoy, les pido que mantengan sus ojos cerrados para que escuchen Mi Mensaje y no se distraigan porque la hora se aproxima y nadie sabe cómo será. Solo Dios lo sabe en su infinito Amor. Pero Él, por su gran bondad y divinidad, se los revela a través de Su Amado Hijo.

No importa si Él no está, porque si Yo lo llamo Él está aquí.

Yo vengo a hablar a sus almas y no a sus modos de vida.

Necesito que en Mi transparencia vean la Luz que los viene a iluminar, a iluminar por Mi Gracia.

Hoy, vengo a hablar de esta forma no por ustedes, sino por el mundo que no escucha. Necesito que sientan la humildad del Poder de Dios, que es el Poder que ha creado todas las cosas en este Universo y en otros. Y después de tantas revelaciones y señales gran parte de la humanidad continúa igual, dando las espaldas al Proyecto de Dios. Pero como fue en el pasado, compañeros, las grandes Obras se realizan con muy pocos.

Postúlense a Mis Ejércitos de Luz y de Redención, a la Victoria y al Triunfo de Mi Misericordia en el mundo por los tiempos que vendrán.

Yo vengo aquí a constituir sacerdotes, amando Mi Pasión y Mi Sacrificio por el mundo. Vengo a depositar Mis Verdades en los corazones que están en transformación al igual que los vuestros.

Recuerden lo que Yo les he dicho: "Primero saquen la paja de su ojo antes de sacarla de sus hermanos, porque quien no ama de verdad, ¿cómo podrá entrar en el Reino de los Cielos ante la gloria de Su Hijo?"

Necesito que sus vidas sean cristalinas pero no perfectas. La perfección se alcanza con el amor a la transformación y a la renuncia de todo lo que enorgullece al mundo de tiempo en tiempo.

Así, compañeros, vean a la humanidad como se destruye por la falta de ese amor que proviene de Dios.

Sus corazones ya fueron bendecidos por el Mío y eso lo deben creer hasta el fin de sus días. Ese es el mayor testimonio que Yo les puedo entregar para estos tiempos, es la Gracia que puedo depositar en sus corazones que se han equivocado muchas veces sin percibirlo.

Pero hoy no vengo a traerles el poder, sino la Verdad del Padre, porque aún muchas almas se están perdiendo en toda la humanidad y alguien debe hacer algo por ellas. Ustedes me han dado ese "sí", confío en vuestra constancia y respuesta a Mis designios.

No necesito que forjen su transformación, sino que la vivan como el Universo lo prevé.

Todo tiene un tiempo para madurar dentro de ustedes y Yo los puedo acompañar, amigos Míos, cuando Me lo permiten. Todo está pronto para que ustedes puedan vivir una nueva vida en el Corazón de Luz y de Hermandad.

Hoy, no solo bautizaré a los que se han convocado para este sacramento, así como bautizaré a otros en otro día para que todos reciban la Gracia, no solo el que es bautizado, sino también aquel que lo vive por el hermano. De esta forma, Yo les invito a vivir la fraternidad dentro de Mi Obra Crística.

Necesito, compañeros, que en Mi Obra ustedes se entiendan bien y no desarmonicen mis espacios por vuestras decisiones inmaduras. Necesito que actúen como Yo actúo con ustedes cuando están en el pecado, en la soberbia o algunos en la maldad. Mi Misericordia supera todas esas barreras que son obra de Mi adversario, que son planes perversos que han sometido a la humanidad en este último ciclo.

Así como Yo le revelé a Faustina el poder de Mi Amor por ustedes, hoy vengo a revelar a todos los presentes que ese amor es continuo y perseverante por cada corazón humano.

Necesito que confirmen sus vidas a Mi Corazón a través de las buenas obras, de los buenos modos y ejemplos de amor y de unidad.

Si ustedes, compañeros, no consiguieron vivir esos atributos después de tantas instrucciones que Yo les he dado: ¿qué le dirán en el último día de la Tierra a los Señores del Juicio Final?, ¿qué no lo hicieron porque no quisieron?, ¿qué no sintieron que eso era así? 

No vengo a buscar de ustedes cosas perfectas ni realizadas, vengo a despertar en Mis apóstoles lo que Yo desperté en los doce del pasado.

Necesito que sean consecuentes Conmigo en la simplicidad y en el amor, en la verdad y en la unidad. Y repito tanto esto, compañeros, porque ya no lo podré repetir nunca más cuando todo suceda.

Vendré entre las nubes cuando todo ya esté terminando y cuando la humanidad despierte en la próxima mañana para vivir su Juicio ante todo el Universo Celestial.

Sus Ángeles de la Guarda escriben este momento como algo sagrado en Sus Libros de Luz y nada es por acaso, nada se pierde y la energía tampoco.

Por eso vengo a dedicar este tiempo a ustedes, porque cuando los Sagrados Corazones ya no estemos aquí quisiéramos ver quien en verdad entendió el motivo por encima de sí, por encima de todo.

No podré dejar de decirles, compañeros, que al haber aceptado Mi Convocatoria y Mi venida a este lugar en un tiempo caótico y difícil, ustedes, Mis amados, son responsables ante los Señores de la Ley de que esto perdure hasta los últimos días.

Vuestra incomprensión o enojo no Me servirá. No vengo a hablarle a los ingratos ni a los indiferentes. Sus corazones deben transformarse a través de cada una de Mis Palabras todos los días de la vida, para que sus hermanos, a través de sus ejemplos, también se animen a transformarse en el Amor que Yo les ofrezco infinitamente.

Compañeros, aunque algunos piensen que esto es injusto, es lo que Yo les puedo legar y donar con todo Mi Corazón. Y saben que eso es verdad y que no los engaño sino no sería Jesús.

Yo no Soy un espejismo, no Soy una ilusión, Soy la Verdad del Padre que encarnó en este mundo para que todos la pudieran conocer y salvarse a través de los tiempos y de los siglos.

Necesito que guarden memoria de todas estas Palabras para cuando el mundo se mueva, de Oriente a Occidente y de norte a sur. Pero si su servicio fuera constante, compañeros, cuántas almas se podrían salvar con un gesto de caridad, de amor y con una sonrisa de luz que sus rostros reflejen constantemente. Yo los invito a ingresar a Mi Reino despojados de todo, principalmente, de las cosas internas, de todo lo que sufren, de todo lo que creen o de lo que creen saber más allá de todo.

Ayer, Yo les invité a ser niños pequeños y mansos. Hoy, los invito a ser conscientes de sus actitudes y acciones para que los Mandamientos se cumplan correctamente en el Cielo como en la Tierra y no salgan de la Ley por sus propios medios. Porque no será Dios que los castigará, será su acción que los llevará a otros caminos y no me verán. 

No sean sordos y ciegos como millones de almas lo son en este mundo. Este es el mayor padecimiento de Mi Corazón Vivo y Glorificado que se vuelve a derramar sobre el mundo, como un manantial de Gracia.

Yo les entrego Mi Verdad para que la puedan vivir porque es lo que hoy necesitan para crecer en simplicidad y amor.

Yo vengo a marcar en sus corazones la señal de Mi próxima venida al mundo para que, en el momento más agudo de la Tierra, los propios Ángeles de la Guarda las puedan activar y así Me reconozcan dentro de esta humanidad, volviendo en gloria y luz.

Necesito que siembren el verdadero amor y no el falso amor. Sé, compañeros, que no saben lo que eso significa, por eso Yo se los vengo a enseñar a través de Mi Presencia, de Mi Radiación y de Mi Amor vivo que vibra en sus corazones todo el tiempo a través de la Comunión, de los Sacramentos y de la Oración cuando se unen a Mí verdaderamente.

No quisiera que sus pies estén sucios todo el tiempo por haber caminado por otros lugares en donde Yo no estoy presente. Pero sepan que si caen, así como Yo caí tres veces por cada una de las almas de la Tierra en aquel tiempo, Yo vengo a levantarlos del suelo, en la cordialidad de Mi Espíritu y de Mi Misericordia infinita. Así como Yo los levanto, Mi Madre los eleva hacia Su Corazón Inmaculado, repleto de Amor y de Bondad por cada uno de Sus hijos.

Así, todas las madres deberían serlo al igual que Mi Santa Madre Inmaculada. Que la bondad y el amor acojan a los que sufren, a los que no comprenden y a los que no aman. Porque quien trabaja en la paciencia del corazón y en la humildad lo conseguirá, no hay duda en eso.

Ahora que han escuchado esta importante revelación de fraternidad, coloquen sus manos con las palmas hacia arriba, así como Yo se los estoy enseñando. Cuando abren sus manos, compañeros, es señal que quieren recibir algo. Que estén abiertos para escuchar en humildad y sin ningún pensamiento, solo en el vacío del espíritu.

Yo los invito a vaciarse de lo que sienten, para que como instrumentos, se puedan renovar a través de Mi Corazón.

Dejen que esa Luz penetre en sus corazones y almas. Y cuando vivan un momento difícil, recuerden este momento y sustitúyanlo por Mi Presencia Solar. Y así lo podrán hacer, en la mutua ayuda a sus semejantes y hermanos que también necesitan del aliento de un corazón pacificador.

Hoy, bendeciremos las intenciones para que ellas se purifiquen antes de entrar en Mi Corazón y en el Reino de los Cielos.

Pueden sentarse mientras bendeciré estos elementos.

Oración del Ángel de la Paz.

Canción: "Estoy Contigo, Señor".

Padre Nuestro en arameo...

Respuestas de Cristo Jesús a las intenciones que los asistentes realizaron para la Aparición.

Cristo Jesús respondió luego a varias de las intenciones que los asistentes colocaron para la Aparición.

Responderé, compañeros, más intenciones cuando sus corazones se abran aún más al Mío, durante esos días. No dejaré de vigilar por cada una de sus intenciones y por las intenciones de la humanidad.

En unión al Padre Eterno, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO DURANTE LA SAGRADA SEMANA, DÍA 3, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Sientan en Mi Silencio el decir de todas las cosas, la verdad que surge para la vida que estaba muerta.

Hoy estoy junto a los doce, aquellos que estuvieron Conmigo en el pasado. Los traje para que los puedan reconocer y apreciar como redimidos, la humanidad que se ha redimido y seguirá redimiéndose.

Mientras Yo camino al lado de ustedes en estos días, traigo buenas nuevas para todos, esperanza para los corazones y las almas, y misericordia para compartir y difundir.

Agradezco en esta tarde por aquellos que se esfuerzan y que en el cansancio obran para Mi Padre, sin tiempo y sin detenimiento. Sepan que eso será recompensado en el Reino de los Cielos. Dios no se separa de Sus hijos prodigiosos, mas los apoya y los acompaña en el silencio del corazón.

Hoy quiero compartir con ustedes un hecho importante: antes de la Última Cena en aquel tiempo, muchas almas bondadosas se unieron a Mí en la oración.

En diferentes partes de Oriente, por Galilea, Judea y Jerusalén se unieron a Mi Pasión interior y abrieron las puertas para que la Misericordia de Dios los acompañara.

En ese tiempo, todo lo que estaba sucediendo era importante, desde la soledad hasta la alegría. Yo estaba viviendo cada paso en la Pasión, una nueva señal que Dios manifestaba, para Mi Consciencia y Mi Corazón, cuando Yo instituí la Cena como una ceremonia importante.

Quería, en aquel tiempo, que todos pudieran vivir Mi Pasión de forma verdadera, por eso Yo abrí las puertas para que las Leyes Divinas descendieran y todos pudieran reconocer que el Hijo de Dios estaba presente en la Tierra.

Las Leyes se cumplieron en aquel tiempo tan difícil, pero Mi Misericordia se difundió por el Mundo entero de la misma forma que Yo lo hice con Faustina Kowalska, trayendo nuevamente para la humanidad algo importante y misterioso, que es la Misericordia de Mi Pasión, el Agua y la Sangre que redime y que lava, que purifica y que transmuta  los pecados.

Por eso vivan en esa Fuente Mayor, esa Fuente que brota de Mi Corazón incansable y que está disponible para aquellos que la buscan y aquellos que se animan a servirse de ella y ser nutridos por el Espíritu de Mi Corazón, por Mi Divinidad y por Mi Consciencia Mayor.

En estos días Yo vengo a reactivar sus corazones. Vengo a recordarles los compromisos que tienen con los Sacramentos, porque cada ritual de los Sacramentos es importante para sus espíritus, gesta  cosas nuevas para el alma, para la consciencia y para la vida, y todo se vuelve más liviano, más sereno y más pacífico.

Lo que Yo les traigo en estos tiempos es el Sacramento de la Reconciliación, que lo vivirán a través de los demás Sacramentos. No es por si acaso que Yo instituí la Eucaristía para que Mi Espirito Universal estuviera presente en el pan y en el vino, y en cada nueva comunión que el alma viva Conmigo, pueda renovarse y abrirse para lo Mayor.

Sepan que todo su ser comulga Conmigo; cada parte de sus seres y cada partícula, las células y la sangre de sus seres, el agua que circula por sus cuerpos es nutrida por Mi Espíritu en el momento de la Comunión.

Los invito a conocer este misterio, a que abran sus ojos para la realidad que viven por la Comunión, porque allí se guardan muchas llaves para todos, principalmente para aquellos que viven en Mi confianza.

En la Última Cena, en aquel tiempo, Yo instituí algo importante para el planeta que es el descenso de Dios a través de Mi Cuerpo y de Mi Sangre, los Dones del Espíritu Santo en el pan y en el vino, la Transfiguración y la Resurrección que Yo viví por todos. Leyes que son desconocidas por esta Tierra, pero que muchos que fueron simples las vivieron y las practicaron con humildad.

Imiten a aquellos seres que vivieron la santidad. Sigan los pasos que ellos siguieron de forma simple, porque Dios necesita de sus corazones, una morada pura y entera, disponible para recibir la Voluntad del Señor.

Yo vengo nuevamente a abrirles los ojos para algo mayor y algo divino.

Yo los reúno en esta tarde nuevamente, para que refuercen su compromiso Conmigo y beban con paz de Mi Sangre y de Mi Agua, dones espirituales para la humanidad entera que son derramados espiritualmente en este tiempo para los corazones que tienen sed de la Luz de Dios y que necesitan curar sus consciencias para que sean redimidos, bienaventurados y buenos servidores del Hijo Primogénito.

A partir de hoy recordarán algo importante durante tres días seguidos, que es el nacimiento de Mi Consciencia en la humanidad y todo lo que Yo hice por ustedes en aquel tiempo.

En cada momento que compartan Conmigo, cada hecho y cada pasaje que Yo les entregaré, vívanlo como algo verdadero e importante. Así sus consciencias se nutrirán a través de Mi Espíritu Cristico y recibirán el Fuego Divino de la transformación.

Y después de un tiempo no se reconocerán, porque Yo los habré transformado enteramente y no lo percibirán porque ya estarán transfigurados por Mi Luz y por Mi Amor.

Anímense, arriésguense a que Yo los pueda vencer a través del Amor y de la Misericordia.

En poco tiempo no se reconocerán, porque habrán bebido de Mi Fuente de una forma sincera y verdadera por medio de la Comunión y de la oración constante, llaves que ayudarán a cambiar a la humanidad, llaves que abrirán nuevas puertas para el próximo tiempo.

Pero para que eso se cumpla, compañeros, es necesario arriesgarse un poco más y no temer por nada, porque cuentan con Mi confianza y Mi apoyo interior, cuando sólo Me digan “sí”.

Hoy los apóstoles vienen a bendecirlos a todos, a través del ejercicio pastoral, de la bendición del gran Espíritu de Dios que cada una de esas consciencias cultivó en sus corazones.

Hoy les muestro todas estas cosas para que crean que es posible vivir en la santidad. Y no será necesario consagrarse solamente a Mí, sino vivir una vida de caridad, de servicio, de oración, que puedan ser testimonio para sus hermanos, que puedan ser llamas de luz incandescentes para los demás hermanos,, por donde pasen o por donde vayan.

Cuando lleguen a ese punto de consagración y de entrega, muchos reconocerán Mi Presencia en ustedes, porque Yo sigo siendo el Gran Pastor de la Humildad, la Estrella del Universo para todo el planeta, que prepara el advenimiento y el regreso del Cristo transformado y renovado, el cual todos verán y se sorprenderán.

Por primera vez, queridos compañeros, responderé a siete intenciones de esa cesta. Pero sepan que todas son importantes para Mi Corazón. Ya las conozco profundamente, pero sé el significado y el valor que para ustedes tienen las respuestas  en esta vida, respuestas que nacen de Mi Corazón Sacratísimo, luz para la oscuridad, sabiduría para la confusión, claridad para las tinieblas, amor para lo que está mal, herido, latigueado o cansado.

Yo los amo y Yo los corrijo porque son rebaños con potencial al despertar. Todo lo que digo proviene del Amor, del Espíritu de Mi Padre.

 

“Juan, te espero, cuando tan solo aceptes entrar a Mi Reino.”

“Tranquila, tu familia se salvará. Únete día a día a Mí. La reconciliación se establecerá, porque Mi Espíritu formará parte de tu hogar y confortaré a tu consciencia.”

“Franco, tu ángel se llama Joel. MI Camino está siendo preparado para que tú puedas entrar en él como un nuevo apóstol del amor. Anímate a seguirme, Te espero.”

“Que tu aspiración sea amar el planeta todos los días, pues él será la casa para los que vendrán pronto.”

“La humildad se encuentra en la llave del servicio, en la caridad que nunca acaba, en el decir “sí” todos los días a todas las necesidades que se presentan, así el espíritu se forja a la transformación.”

“Sí, ellos ya lo saben, ya están en el Cielo Conmigo, tus pasos lo han permitido. Hoy te saludan.”

“Quiero que seas una hija de Mi Divina Misericordia, así podrás consagrarte a Mi Sagrado Corazón y todo estará cumplido en tu espíritu.”

 

Ayer liberé a muchas almas que estaban condenadas, pero necesito de instrumentos dispuestos a ayudarme, columnas de transmutación que Me sirvan y que se donen constantemente. Si eso fuera posible en la mayor parte de la humanidad, la humanidad se salvaría.

Hoy les entregaré una bendición a través del aceite sagrado, el mismo aceite que ungió Mi Cuerpo herido, que lo restauró y que lo curó y lo preparó para la Resurrección.

El aceite los une al alma y son ungidos por el Espíritu Divino de Dios, con la Fuente Primordial de Su Amor y de Su Unidad.

Cada vez que son ungidos, sus cicatrices y heridas espirituales son disueltas por Mi Amor Misericordioso.

El aceite sagrado tiene el poder de la reparación, abre las puertas para los principios de la cura del cuerpo y del alma enferma y abre las puertas para el Espíritu Mayor de Dios, tan solo con una señal de la Cruz. Así todo estará hecho.

Bendigo todos estos elementos que en este día formarán parte de la nueva comunión de ustedes Conmigo, preparándolos para el Jueves Santo, donde los invitaré a sentarse a Mi mesa y se confirmen como los apóstoles del Amor, como los servidores de la Misericordia.

Yo los bendigo siempre con Mi Espíritu de Amor.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Les agradezco por hoy estar Conmigo.

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

SEA VOLUNTARIO

Contacto