Viernes, 28 de julio de 2017

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando los Centros de Amor fueron creados por Dios en el interior del planeta, como Reinos Sagrados semejantes a las dimensiones divinas, fue para que la humanidad recibiera impulsos espirituales constantes para reencontrar el Plan divino y su origen celestial.

Los Centros de Amor, que existen espiritualmente en los niveles invisibles del planeta, son el símbolo de la Humildad de Dios y de Sus Compañeros quienes, en silencio y casi en el anonimato, sirven a la humanidad a pesar de la indiferencia humana.

Los Centros de Amor son el símbolo de la esperanza divina que nunca deja de dar una nueva oportunidad a Sus criaturas, para que ellas se curen, despierten y alcancen la redención.

Los Centros de Amor existen más allá de la ignorancia humana y perseveran en el planeta, a pesar de su indiferencia.

Cuando el Creador inspiró la manifestación de las Comunidades-Luz, fue para extender esta Gracia, que era casi invisible para la humanidad, hasta los niveles materiales. Pero, para que esa dádiva sea una realidad, es necesario, hijos, que en las Comunidades-Luz, así como en los Centros de Amor, existan consciencias dispuestas a vivir la entrega, el sacrificio y el constante servicio, por amor a los demás.

Es necesario que existan, en la superficie del planeta, consciencias que sepan adaptarse al cambio permanente del Universo acompañando los ciclos de la humanidad; para que puedan contar con las herramientas que necesitan, no para su propia comodidad, sino para servir a los que llegan y a los que llegarán, cada día, en busca de un auxilio espiritual e interior.

En los Centros de Amor se vive la renuncia permanente, porque allí no existen ideas personales ni pareceres propios; allí existe el Plan de Dios como Ley, y ese Plan, hijos, se adapta cada día a la necesidad humana, para que las almas tengan más posibilidades de encontrar a Dios y de fortalecerse para vivir pruebas mayores.

Así deben ser las Comunidades-Luz: Espejos de los Centros de Amor que las amparan, de los Reinos Espirituales que las sustentan; para que la Gracia de Dios se extienda a todos los seres y Su Manantial de Misericordia no termine, sino que sea inagotable.

Hijos, los tiempos dictan que las almas se abran al servicio y al cambio constante. Que la prioridad en la vida de los compañeros de Cristo sea el servicio a los demás, la posibilidad de que el otro encuentre espacio para vivir su redención y que las almas se sientan acogidas, independientemente de sus condiciones, para que sean curadas y se reencuentren con Dios.

Los Centros de Amor pueden extenderse hacia la superficie del planeta siempre y cuando las almas se renueven y se dejen transformar por el cambio de los tiempos. La nueva humanidad es aquella que sabe vivir en el flujo del Universo y soporta, constantemente, los impulsos y las corrientes celestiales que vienen para la transformación y la consagración de la existencia humana.

Hijos, aspiren a ser prolongaciones de la vida espiritual e invisible del planeta. Todo comienza con el primer paso, que es la vivencia de la fraternidad y la obediencia incondicional a la Ley de la Jerarquía. Que lo Sagrado encuentre el camino, por intermedio de sus almas, para llegar a la Tierra.

Yo los inspiro y les agradezco por dejarse moldear y transformarse, por permitir que la vida se renueve, para que la humanidad reconozca el nuevo tiempo, mediante aquellos que se dicen apóstoles y servidores de Cristo.

Que el Plan no se estanque y que siga adelante. Que el Reino de Dios, espejado en el interior del planeta, se refleje a través de Sus hijos en la superficie de la Tierra. Así, el Plan se cumplirá y todas las dimensiones de la vida reencontrarán lo Sagrado y la Unidad con Dios.

Para que Mis palabras se manifiesten, esfuércense y no sean un peso en la transformación humana. Déjense quebrar, moldear y conducir. Yo los animo y los guío siempre.

Aquel que se dejó transformar por Dios, vuestro Padre y Compañero,

San José Castísimo

Viernes, 21 de julio de 2017

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE FÁTIMA, SANTARÉM, PORTUGAL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Entra en oración, en el Relicario de Mi Corazón, para que puedas comprender la verdad sobre ti mismo.

Contempla el Relicario de Mi Corazón, como quien está ante un gran misterio que le es propio, íntimo y desconocido al mismo tiempo.

La vida humana guarda, en sí misma, muchas contradicciones; por eso, te es tan difícil conocerte, como también lo es para ti, conocer el Universo, cuando lo contemplas desde la Tierra en una noche estrellada.

Hijo, si no buscas lo que está más allá de las estrellas, jamás conocerás lo que hay allí. De la misma forma, si no buscas lo que hay dentro de ti, jamás saldrás de las apariencias, de lo que pareces ser ante los ojos humanos, y no te reconocerás tan infinito y tan perfecto como el vasto Universo.

La ciencia de la Creación Divina no se revela con estudios ni tecnologías, sino a través de la sabiduría del espíritu, que nace en el corazón cuando aprende a ser humilde y simple.

Este es el camino para ingresar espiritualmente en la evolución y no estancarse, para no detener tus propios pasos. Por eso, hoy, solo te digo que si quieres revelar los misterios universales, comenzando por el insondable misterio que eres para ti mismo, contempla el Relicario de Mi Corazón y descubre en la humildad y en la simplicidad, que por la Gracia de Dios alcancé, el camino para encontrar la Verdad

Con este simple impulso, te bendigo y te digo que vayas en busca de ti mismo, para que encuentres la Voluntad y el Don de Dios en tu pequeña consciencia.

Tu Padre y Amigo

San José Castísimo

Martes, 18 de julio de 2017

APARICIÓN RESERVADA DE SAN JOSÉ EN FÁTIMA, PORTUGAL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Vengo de un Templo donde la vida sacerdotal se torna plena. Vengo de un Templo donde la Presencia de Dios existe en cada elemento, en el aire que se respira como en el interior de las criaturas, en cada vela encendida como en cada espíritu en adoración.

Vengo de un Templo donde la pureza existe como principio divino y original, no solo en el interior de los seres, sino entre ellos, en su verbo, en sus acciones, en sus sentimientos y pensamientos, en sus menores intenciones. 

Vengo de un Templo donde no solo se comulga del Cuerpo y de la Sangre de Cristo, sino también de Su Presencia eterna, de Su sabiduría viva, de Su sacrificio y de Su entrega. 

Vengo de un Templo donde el tiempo no existe, donde solo existe la Presencia Divina, la Verdad, la Esencia, la unidad con el Todo.

Vengo de un Templo que sustenta al planeta, donde las almas contemplan y adoran constantemente para que este mundo no desaparezca. 

Vengo de un Templo donde el Pensamiento Divino está vivo, dentro y fuera de los seres, como una llama que se alimenta de la devoción, pero también de las acciones.

Como ese Templo, existen muchos otros en diferentes puntos del planeta, en su interior, ocultos para la mayoría de los ojos humanos, sin embargo vivos y tan palpables para aquellos que los buscan y que, con fe, aspiran a ingresar en ellos. Los que son puros en sus intenciones ingresarán y lo conocerán, y vivirán en Él. 

El mundo interno del planeta, hijos, guarda muchos misterios, de donde, en verdad, proviene el sustento de la vida en la Tierra. Si esos Templos de Verdad eterna no existiesen, la vida en este mundo ya no existiría.

Los Códigos dejados por Jesús, en Su Pasión, ingresaron en el suelo de la Tierra y se hicieron fértiles dentro de ella, en su interior, en dimensiones que se crearon sin el conocimiento de la humanidad común, porque pocos fueron aquellos que miraron hacia dentro, hacia dentro de sí, hacia dentro de la Tierra. Y como el suelo que alimenta a las raíces de los árboles que generan la vida, esas dimensiones internas alimentan al espíritu y al corazón humanos con aquello que es verdadero, y permiten que estos no perezcan por las futilidades de este mundo. 

Hoy vengo de un Templo que aspiran a conocer, un Templo donde todos ustedes encuentran un lugar cuando son sinceros, cuando pueden ser lo que ustedes realmente son. Quisiera elevar la consciencia humana para que pudieran conocer la verdad, la verdadera vida que habita en esta Tierra y que no debería estar separada de la vida de superficie, sino existir para caminar junto con la evolución humana. 

Ese Templo, del cual hoy vengo, pertenece a un Reino tan perfecto y tan sublime como el Reino Celestial, porque a él responde, a él se une, porque de él se nutre, en él se torna pleno. Como ese Reino, existen muchos otros, tan sagrados como el universo.

Vengo del Reino de Lys, que muy pocos conocen, pero también quisiera presentarles el Reino de Mirna Jad, el Reino de Aurora, donde la Vida Sagrada se esconde, porque los ojos humanos no se abren para verla. 

En cada uno de esos Reinos, lo Sagrado se manifiesta, una cura se dispone, un camino se guarda para que retornen al Origen. Y para ingresar en ellos, hijos, basta que sean simples, en la  mente como en el corazón; que cuestionen poco y se entreguen más; que duden menos, que amen más; que juzguen menos, que comprendan más; que piensen menos en lo que no alcanzaron y más en aquellas puertas que están abiertas para que puedan ingresar; que deseen menos las cosas del mundo y aspiren más a las del Cielo; que estén menos presos del pasado y más vivos en el presente; que estén menos aferrados a las estructuras, a las instituciones y más disponibles a lo nuevo, a aquello que se renueva como el universo, aquello que evoluciona con el Corazón de Cristo, aquello que se renueva con Dios, que cambia y que se transforma para retornar, retornar al Origen. 

Ingresen Conmigo en ese Templo, en ese Reino, como en tantos otros que abren sus puertas a la humanidad. Y aprendan aquí a recorrer el camino de retorno al Corazón del Padre, a curar los desvíos, los engaños, a curar las incomprensiones y las heridas. Vengan a ser perdonados para que aprendan a perdonar; vengan a ser curados para que se tornen curadores, curadores en silencio que curan con el ejemplo, que curan con una mirada, que curan cuando unen el corazón al Corazón de Dios, que curan cuando son humildes ante el orgullo, que curan cuando son pobres ante la riqueza y la soberbia, que curan cuando son castos ante la lujuria, la vanidad. 

Ingresen en ese Templo, al cual los llamo para que puedan auxiliar a este mundo. Ya estamos, hijos, en el último tiempo de ilusión para la Tierra, porque la Verdad emergerá como una ley que moverá los espacios y los interiores de los hombres, moverá a los Reinos de la Naturaleza, moverá a este mundo, para que él pueda despertar. 

Ingresen en ese Templo, al cual los llamo, para que él construya en ustedes una fortaleza inquebrantable, una fortaleza que no desequilibra con el viento ni con el temblor de la tierra, que no se debilita con los asedios, que no se estremece con las amenazas del enemigo; una fortaleza que se construye con el espíritu de la paz y que es inquebrantable, no por sí misma, sino por su unidad con Dios.

Permitan que sus consciencias se eleven a una vida superior, dejando de lado, aunque sea por algunos instantes, las mezquindades de este mundo, esas cosas tan pequeñas que se tornan grandes y que toman la mente y el corazón humano, porque aún son niños en la vida espiritual y no saben disponer sus prioridades para encontrar a Dios.

Muchos aún no comprendieron la urgencia de estos tiempos, y por eso se pierden en las cosas pequeñas. Llegó la hora, hijos, de que vuelvan a lo sagrado y que las Palabras que les entregamos durante tantos años se tornen vida. ¿Cuántas veces escucharon esa frase? ¿Cuántas veces les pedimos que vivieran Nuestros Mensajes?

Responder a ese pedido ya no debería ser una opción, sino una necesidad, porque este mundo está sin vida y la vida proviene de Dios. El verdadero aire proviene del Soplo del Espíritu que los alimenta y los sustenta. Aquel que no respira de este soplo, aunque que esté de pie, morirá; aunque camine, estará vacío. 

Ayuden a este mundo a despertar, ayuden a sus hermanos a encontrar la verdad, den de beber a los que tienen sed de Dios, muestren la fuente a los que están vacíos, porque ya es tiempo de que crezcan y de que preparen, en este mundo, un camino digno para que el Rey del Universo retorne. 

Conozcan los Reinos Divinos, que se espejan en el interior de la Tierra, en los Centros Sagrados, porque un día ellos emergerán a la superficie y aquellos que reconozcan sus puertas podrán ingresar para recomenzar la vida en la Tierra, como ella debería ser desde el principio. 

Si Mis Palabras les son incomprensibles, solo siéntanlas, dejen que ellas ingresen en su interior como una verdad que los transforme y así, hijos, no les será un peso vivir la transformación. 

Hoy les dejo las puertas abiertas para que den un nuevo paso e ingresen Conmigo en ese Reino, en ese Templo, como en tantos otros que están debajo de sus pies y no los ven. 

Oren de corazón y permitan que el Señor les revele Sus misterios. Dejen que sus ángeles de la guarda los conduzcan, en cada instante de la vida, para que den pasos seguros, afirmados en la Voluntad Divina, y no en la propia. 

Dejen que cada inicio de un nuevo ciclo los renueve verdaderamente y los eleve. Si así fuera, cuando llegue el último, él los encontrará listos para dar un paso definitivo. Hoy conduzco sus esencias a los Templos Sagrados del interior de la Tierra, para que sean renovados y dejen que la fuerza humana sea substituida por el Poder de Dios.

Hoy Mis Palabras son como una llave que les abre la puerta hacia aquello que siempre fue desconocido y que ahora ya no debe serlo. Déjense conducir, déjense guiar y, así, hijos Míos, estarán en el lugar correcto donde Dios necesita de ustedes, para que auxilien a la humanidad cuando estén prontos para eso. 

No solo pregúntense dónde están y qué son los Reinos Sagrados del interior de la Tierra. Pidan, en humildad, conocerlos en esencia y que ellos puedan vivir en ustedes como una comprensión divina, una sabiduría que nace de lo profundo de su interior, una cura que emerge y los renueva, un agua que los lava y los purifica. 

No esperen que los Centros Sagrados, los Reinos del interior de la Tierra se manifiesten como los Reinos de este mundo. Ellos se expresan en ustedes como un estado de consciencia, un estado de espíritu. Solo vivan y sean esas Emanaciones Divinas. 

Dejen que Mirna Jad se exprese como una cura que los libera del pasado. Dejen que el Reino de Lys se exprese como una pureza que surge en el interior. Dejen que Aurora se exprese como una voluntad superior que los conduce a instituir en la Tierra la nueva vida. 

Hoy los dejo con estos impulsos que son simples y profundos al mismo tiempo, así como es la Vida Divina; que son claros y misteriosos al mismo tiempo, comprensibles y desconocidos. Dejen solo que ellos vivan en cada uno de ustedes. 

Con Mis Palabras y por la potestad que Dios Me concedió, Yo los bendigo y los renuevo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

Viernes, 14 de julio de 2017

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA COMUNA DE LUZ-SAINT-SAUVEUR, ALTOS PIRINEOS, FRANCIA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando el triunfo de Dios en la humanidad es grande, grandes serán también las batallas que vendrán para que las almas sean probadas y testeadas por el mal, para que perseveren en el bien y en la Luz divina, para que busquen el camino de la confianza y de la unidad y sigan el camino de la oración y de la sabiduría.

Esta batalla aún será larga y ardua, como el camino del desierto y la subida al calvario. Encuentren la fortaleza en la eterna Cruz de Cristo, en la que el amor superó todos los males, asedios y conflictos que con toda su fuerza buscaban destruir el Poder de Dios.

Fijen la mirada en la Cruz de Cristo y el corazón en la esperanza inmutable de Su Retorno al mundo. Él se valdrá de la fortaleza de Sus compañeros para hacer triunfar Su Plan. Dejen que el Poder de la Cruz renueve sus fuerzas humanas y las transforme en una unidad con Cristo.

No les hablo de cosas imposibles, sino de misterios espirituales que existen para que sean vividos, y así, sostener a la humanidad en este mundo, caminando hacia la sublimación del pasado y el surgimiento de una nueva vida.

La vida cristiana debe dar lugar a la vida crística, en la cual los corazones no solo adoran el Ejemplo de Cristo, sino que también lo imitan y lo viven en este tiempo, renovando Su Evangelio con el testimonio de su propia experiencia.

Para que un día encuentren, conozcan y vivan el Evangelio Universal que Cristo escribe con Su Evolución en el Cosmos, para que lo sigan más allá de este mundo, deben experimentar primero el Evangelio escrito con Sus Actos en esta Tierra, durante Su Pasaje por ella.

Cristo ya no retornará como Jesús, sino en el resplandor del Hijo de Dios y no buscará en los hombres lo mismo que buscó en Galilea, Él buscará lo nuevo y los llevará hacia lo nuevo, Él despertará la Verdad y abrirá los ojos humanos para que vean el tiempo del no tiempo.

Cristo ya no vendrá para transformar a pescadores brutos en discípulos de Su Palabra, porque ellos ya crecieron y comprendieron que, más allá de Sus Palabras y por detrás de ellas, existe un horizonte en el cual la evolución sigue su curso y nada se detiene, sino que se transforma a cada segundo. Esos pescadores reconocieron que su Maestro y Señor también se transformó, sin dejar de ser el mismo Hijo de Dios, Parte de Su Parte y Portador de Su Espíritu. Él evolucionó, como el Universo, para dejar espacio para los que vendrían detrás de Él.

Ser un Cristo del nuevo tiempo no es codiciar una santidad que no les corresponde; es hacer valer los pasos de Jesús con la Cruz imitando Su Ejemplo, siguiendo Su Camino y viviendo lo que Él les enseñó, para que la evolución siga su curso.

Cristo ya no es solo Jesús. Él es el Ángel Solar de Dios, Su Hijo Resplandeciente, que vendrá en Gloria a recoger los frutos de las semillas que plantó en tierras áridas, en donde la fertilidad se ocultaba en la pureza y en la simplicidad de los corazones humildes. Y buscará que sus compañeros hayan seguido Sus Pasos y que las Semillas de Vida, regadas con Sangre de la Cruz, hayan hecho nacer en el interior de los hombres a su Cristo interior, los Cristos del nuevo tiempo.

Por eso, afírmense en esta meta, en este plan y en esta aspiración de cumplir con la Voluntad Divina. Amen la Presencia de Cristo hasta fundirse en Él y ser uno con Él, como Él lo es con el Padre, para que la unidad se vuelva a diseñar en el Cosmos infinito.

No teman a las pruebas que vendrán para probarlos, así como el Padre permitió que probasen a Su Hijo para que fuera el mayor testimonio del Amor Universal. Renueven ese Amor y ese testimonio, superando las pruebas que vienen para su crecimiento y jamás desistan, hijos, de cumplir con el Plan. Jamás piensen que Dios los abandonó, sientan Su Mirada y Su Esperanza sobre la humanidad, llamándola constantemente a superarlo en el Amor.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

Sábado, 8 de julio de 2017

Mensajes semanales
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE ENTRE LAS CIUDADES DE SANTIAGO DE COMPOSTELA, ESPAÑA, Y LOURDES, FRANCIA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

El Relicario de Mi Corazón debe ser contemplado en simplicidad por aquellos que aspiran a descubrir y a vivir los misterios del Plan de Dios y que tienen fe en el cumplimiento de Su Voluntad.

El Relicario de Mi Corazón está guardado espiritualmente en la Casa del Peregrino, en donde los caminantes que buscan la Verdad y la transformación del espíritu, pueden encontrarlo.

Este Relicario debe despertar en los seres la reverencia a Dios, a Su Misericordia, a Su Plan y a Su Amor por la humanidad.

En este Relicario no solo se guarda el Corazón de un pobre hombre, Servidor de Dios y Padre adoptivo de Jesús. En él se guarda toda Mi trayectoria como Consciencia, desde el Origen hasta el retorno al Origen, hasta la unidad con Dios, que un día viví por Su plena Gracia.

La Casa del Peregrino recibió la Gracia de Dios de tener una conexión especial con un Recinto Sagrado, en donde se guarda el Relicario de Mi Corazón, que es tan misterioso para la humanidad, como ella misma y como la Voluntad de Dios para este mundo.

La Casa del Peregrino debe representar un paso hacia la nueva consciencia, hacia la nueva humanidad; y es por eso que Mi Casto Corazón se encuentra allí, puro, simple y en oferta a la humanidad, para que los corazones de los hombres puedan encontrar en él, un espejo que les refleje la verdad sobre sí mismos.

El Relicario de Mi Corazón representa el despertar de la consciencia. Aspiro a que se le dedique un lugar simple, humilde y silencioso; en donde las almas puedan vigilar y encontrar a Dios, así como este Corazón lo encontró, en el silencio de una carpintería.

Quiero que allí se construya, entonces, un espacio simple, como la carpintería de Nazaret, en donde las almas se transformen, como la madera bruta, en un instrumento de Dios, al contemplar el Relicario de Mi Corazón. Concederé, así, infinitas Gracias para que la humanidad, como un todo, viva el despertar.

Les dejo la bendición de Mi Corazón.

Vuestro Padre y Amigo

San José Castísimo

Viernes, 7 de julio de 2017

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SANTIAGO DE COMPOSTELA, LA CORUÑA, ESPAÑA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Habrá un día en el que las almas despertarán a la necesidad de Misericordia en el mundo y no solo los corazones sensibles sentirán la presión del caos y la batalla entre el viejo hombre y el nuevo tiempo.

Llegará el día, hijos, en el que los ojos que estaban solo puestos sobre sí mismos, y que creían que la voluntad propia era libertad, verán emerger sus ilusiones ante la Verdad Universal.

Llegará el día en el que la fuerza de una religión, por sí sola, no será suficiente para mantener la fe en los corazones de los hombres. Los puros reconocerán la necesidad de la unidad y de ella surgirá la religión del Amor, a la cual se unirán todos los credos. Surgirá la verdadera congregación de la Fe, almas congregadas por Dios para mantener viva la fe en el corazón humano, más allá de creencias, de culturas, de naciones…

Llegará el día en el que los Reinos de la Naturaleza serán reconocidos como parte de la Consciencia Divina. Ese día llegará tarde y el mal causado a los reinos ya será irreversible, pues la vida humana se sustenta con la degradación de la naturaleza.

El hombre reconocerá la necesidad de rendirse a un nuevo tiempo, a una nueva Ley, a un nuevo mundo. Los congregados para mantener viva la Fe, enseñarán que la esencia pura es la única cosa importante que no debe perderse; todo lo demás podrá ser reciclado en los estanques del Universo, porque no solo el hombre, sino todo este mundo, necesitará nacer de nuevo.

El aprendizaje del Amor quedará guardado en la esencia de los que sepan perdonar y que, a pesar de sus errores y de su materia corrupta, comprenderán la esencia del Plan de Dios y lo aceptarán.

Los que se mantengan puros de corazón, cuerpo, mente y espíritu, reconstruirán el mundo y, con su sacrificio, multiplicarán el Amor y prepararán para los que partan, una nueva oportunidad de aprender a Amar bajo otras Leyes y en otro tiempo.

El sacrificio será siempre la puerta para el despertar y para el crecimiento del Amor verdadero, pero él no podrá ser un peso en los corazones de los que comprenden y viven la Voluntad de Dios. El sacrificio no tendrá el mismo sentido para la mente humana como lo que tiene hoy. El Amor será la Ley y no la excepción, y el sacrificio será el vehículo para el cumplimiento de esa Ley.

Para muchos, Mis Palabras parecerán utopía y, para otros, una gran esperanza. No teman las pruebas que el mundo vive y que vivirá. Afirmen sus espíritus en la Voluntad de Dios y conserven puros sus corazones. No dejen jamás de esforzarse por amar y perdonar al prójimo.

Habrá un día en el que ese amor se volverá Ley y, con una sonrisa en el rostro, ustedes contarán a los que vendrán la historia de la transformación y de la redención de la humanidad.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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