Sábado, 10 de agosto de 2013

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A MADRE MARÍA SHIMANI DE MONTSERRAT

Queridos Míos:

Cuando el Cielo parece que se oscurece en nuestro interior, porque las pruebas no dejan que nuestra vida tenga paz, solo Mi Amor Maternal los cubrirá de Luz y de Amor.

Cuando su mente no tenga sosiego y los pensamientos parezcan cada vez más confusos y disociados, solo Mi Amor Maternal que todo lo cura traerá Paz y Luz para sus consciencias.

Cuando ya no tengan voluntad para superar la inercia, el descontrol de las emociones y solo quieran hundirse en la desesperación, solo Mi Amor Maternal los podrá liberar de las manos del enemigo.

Pero para que Yo pueda llegar hasta donde ustedes están, deberán orar con intensidad, para que Mi Luz salvadora pueda rescatarlos.

No culpen a los demás de lo que les sucede, porque en este tiempo todos Me tienen a Mí, que estoy dispuesta a compartir sus aflicciones y a interceder por ustedes ante Dios.

¿Por qué no Me buscan, hijos? ¿Por qué no Me llaman? ¿Por qué no oran Conmigo para que la luz de la Misericordia y de la Piedad llegue en su auxilio?

Despierten, amados hijos, despierten de la ilusión que les hace creer que no hay ninguna posibilidad de solución para aquello que los gobierna, porque no es verdad.

Nada es imposible para Dios, que observa con dolor cómo muchos de Sus hijos le dan la espalda, lo niegan y no reconocen la posibilidad que les ha dado al entregarles a los Mensajeros Divinos, los Mensajeros del Amor, para conducirlos nuevamente hasta Su Casa, hasta Su Corazón.

El Inmaculado Corazón de María y el Sagrado Corazón de Jesús están hoy con toda la humanidad, día tras día, para que cada criatura de este mundo pueda liberarse de las garras del enemigo, que se aprovecha de sus debilidades para utilizarlas como instrumentos que traen desdicha para sus vidas y para las vidas de aquellos que los rodean.

No se dejen engañar más y corran a Mis brazos. Oren, oren, oren, pidiendo auxilio, oren verdaderamente con el corazón y Mis brazos se abrirán para recibirlos en Mi regazo de Madre Celestial.

Sientan Mi Amor por la humanidad, por los que están caídos, por los que están perdidos, ciegos y sordos. Es un Amor fuerte, paciente, incondicional, que está siempre ahí, abnegado y dispuesto a brindarse con toda la pureza de Mi Inmaculado Corazón.

¿Por qué no vienen a Mí? Corran, corran a Mi encuentro, hijos Míos, que ya no hay más tiempo.

Saben que en la oración del corazón siempre Me encontrarán, para que Yo los renueve en Luz y Paz celestial. Recuerden que los amo y que estoy para sostenerlos en la transformación de sus vidas. Entréguenme sus dudas y sus culpas, que Yo haré de ellas esperanza y confianza en el porvenir.

Recuerden que los espero, Mis queridos, con Mi Inmaculado Corazón abierto para ustedes.

¡Gracias por estar hoy Conmigo!

María, Madre y Reina de la Paz y del Rescate de las almas