Mensajes mensuales
MENSAJE ESPECIAL DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO PARA LA 32.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Ríndanse a Mí, pues este ya es Mi último tiempo.

Las horas pasan para este mundo y las almas se pierden. Dichosos de ustedes por recibirme y por ser dignos en el Señor, aunque no lo merezcan. Pues si no se rinden, ¿cómo Yo podré estar en ustedes y ustedes en Mí?

Mi Sagrado Corazón derrama Su Sangre sobre los horrores del mundo, sobre todos los pecados. ¿Quién será digno de recoger Mi Sangre así como lo hicieron Mi Madre y María Magdalena? ¿Quién será como Juan y estará hasta la última hora en la Cruz sin temor alguno?

Lo que Yo les he dado en su vida es lo mejor que les pude dar; no hay otra cosa mejor que les pueda entregar. Cada uno tiene lo que es justo y lo que merece ante la Ley de Mi Padre. Pero, ¿por qué no se rinden? ¿Qué mal Yo les puedo hacer si, aun en medio de la tribulación, vengo a ustedes en esta noche bendita para derramar los códigos de Mi Sangre y renovarlos en el Espíritu de Dios?

Hay muchos que dicen estar Conmigo, pero no lo están. Necesito de apóstoles verdaderos, no apóstoles de barro que se puedan romper con un solo golpe. Así como les dije a Mis apóstoles en el pasado, ustedes no conocen Mi Justicia. No vengo a castigarlos, vengo a traerles la verdad, aquella verdad que puede estar en ustedes si ustedes están en Mí y no Me rechazan en sus hermanos.

Si no viven las pruebas, ¿cómo aprenderán? Sin las pruebas, ¿creen que van a alcanzar el Cielo y la Divinidad? No estoy hablando de cosas imposibles compañeros, pues hoy vengo a dedicar este mensaje a ustedes, aunque la necesidad del mundo es más grande que la de ustedes mismos.

Hoy les muestro Mi dolor, que es el dolor del mundo, e invito a que cada uno de ustedes lo conozca, lo acepte y lo viva en la oración. Pero sé que algunos de ustedes no aceptan ese dolor porque temen conocerlo. Entregué ese dolor a todos los santos y a las personas simples de corazón a través de los tiempos. El dolor es más grande que Mi Misericordia, y eso Yo no lo puedo ocultar. ¿Quién cargará con esta pesada Cruz y no solo vivirá de Mis Prodigios? Los que son llamados por el Pastor deben vivir todas las cosas que Yo les entrego de tiempo en tiempo.

Pero aún Mi Sagrado Corazón espera de cada uno de ustedes que, en esta ofrenda misericordiosa de oración, ya no sean los mismos porque ya no hay tiempo que perder. El mundo se oscurece poco a poco y el fervor no puede apagarse en los corazones. ¿Cómo podrán ser depositarios de Mis Gracias si a veces sus corazones se cierran ante Mí y ante sus hermanos?

Yo no vengo a prometerles una vida magnífica en este mundo, pero sí vengo a prometerles la vida eterna en el próximo mundo. Si se separan entre ustedes, ustedes se separan de Mí y Mi Mano no puede acercarse a ustedes porque ustedes se alejan. Se alejan de Mi Luz, de Mi Amor insondable, de Mi Paz, de Mi Esperanza.

Hoy no quiero dejarles un mensaje de dolor, sino una realidad. Todas las almas están en su Juicio y esto recién ha comenzado. El Juicio de ustedes podrá ser leve si su amor es más grande. El amor por lo que aún no sienten, el amor por lo que no aceptan, el amor por lo que rechazan, el amor por lo que niegan delante de todo lo que han recibido a Mi derecha y a Mi izquierda.

Hoy no puedo abrir Mis Brazos y extender Mis Manos hacia ustedes porque no veo el amor del mundo. Son muy pocas las llamas que se encienden para glorificarme, pero aún están a tiempo, compañeros, de dar un paso más en la confianza a Mi Sagrado Corazón.

Deseo verlos en plenitud y no con amargura. Mi Corazón derrama Su Sangre para renovarlos, para vivificarlos en el Espíritu de Mi Padre que está en los Cielos y que los contempla día y noche. Si ustedes no aceptan lo que Yo les doy no podrán vivificar a Mi Padre Eterno; pues Mi Padre está lleno de Dones para todas las almas, pero las almas no permiten que se derramen los Dones en sus corazones.

Desearía hablarles de lo que en verdad necesita el mundo pero primero debo cuidar de los que Yo he escogido con Mi Mano a través de los tiempos y he señalado con Mi Luz en este último ciclo.

Los apóstoles estuvieron separados para predicar, pero nunca dejaron de unirse, así como Yo les enseñé en la oración, en la Adoración a Dios. Ustedes creen adorar Mi Corazón pero no saben. Es una conquista para sus espíritus adorar a Mi Corazón cuando tengan confianza en Mí por todo lo que viven. Nada es casualidad. Ustedes viven lo que han sembrado y están cosechando lo que han plantado. No hay ningún error en todo esto. El Cielo sabe que las almas se equivocan, pero deben comenzar de nuevo todos los días, en la absoluta certeza de que servirán al Pastor a pesar de las consecuencias.

¿Qué más quieren de Mí? Esto es todo lo que Yo les puedo dar y ya es una Gracia máxima que lo puedan vivir en estos tiempos difíciles. Eleven al Padre sus errores porque son los errores del mundo, la indiferencia de los corazones que sufren por no poder reconocer el Propósito que ha pasado muchas veces frente a ellos de diferentes formas y con distintas señales.

Acojan Mi dolor por la indiferencia humana y transfórmenlo en amor y en compasión; acojan la indiferencia de sus hermanos, que sufren por rechazarme inconscientemente; acojan el dolor ajeno y así Me ayudarán a cumplir el Plan. Que esta Maratón sea asumir el dolor del mundo, que la mayoría no quiere vivir. Pues si el dolor no se asume, el mundo sufrirá por no haber escuchado el Mensaje.

Hoy Mis ángeles custodios adoran sus esencias que es lo verdadero y sublime ante los Ojos de Dios. Ellos no ven sus defectos y sus imperfecciones, ellos ven lo que en verdad son y no se cansan de hacerlo. Es algo que ustedes deben aprender en sí mismos y en sus hermanos; así se liberarán de las influencias de Mi adversario que tritura las mentes, así como el trigo se hace polvo.

Sean misericordiosos aunque no lo sean. Renueven sus votos ante Mi Corazón todos los días y no teman vivir su cruz, porque si Yo llevé la Cruz por ustedes y por el mundo, ¿por qué ustedes no compartirán la Cruz que hoy cargo por esta humanidad? Aunque sea un ser ascendido, que Mi humildad los humille, que Mi verdad los purifique, que Mi Corazón los limpie de toda mancha, de toda adversidad.

Si ustedes creen que Yo Soy la Luz entre las tinieblas, ¿por qué no Me siguen en lo que Yo he colocado en sus caminos?

Mi Rostro se dibuja en los corazones que son verdaderos y en los que son honestos en su transformación, a pesar de las caídas. Yo no dejo de ayudar a los que claman por Mí, pero no puedo ayudar a los que se enorgullecen por sus propias virtudes. Destierren aquello que ya no sirve más para Mi Padre, así Yo podré entrar en ustedes como Yo entré en el Padre Pío dejando la señal visible de Mi Presencia por cincuenta años. Tengo algo especial para cada uno, pero aún no lo he podido entregar. En el sacrificio se encuentra la confianza en Dios, en la humildad y en la humillación se encuentran el despojamiento de sí y se trascienden todas las barreras de la materia.

Quiero que en esta Maratón sean verdaderos Conmigo y que no solo lo sean en las palabras. Que sus verbos pronuncien lo que verdaderamente sienten ante Mi Corazón Misericordioso, porque mientras gran parte del mundo sufre la persecución y la guerra y no pueden recibirme, ustedes, ¿qué harán con todo lo que Yo les he dado con tanto Amor y Misericordia? Sean honestos ante los Cielos y renuncien no con soberbia, sino con humildad, con paz, con esfuerzo y sacrificio. Renuncien verdaderamente a lo que creen que es mejor o a lo que podrían mejorar. Mis apóstoles pasaron por esa prueba hasta el final de sus días.

No dejen dormir sus consciencias cuando Yo estoy hablando. Yo Soy su Rey y su salvación.

Necesito que crezcan en consciencia y no en vanidad. Mis perlas preciosas no pueden perderse en este mundo. Adoren a Mi Corazón para que nada malo suceda, pues el tiempo de Mi Justicia se aproxima para toda la humanidad.

Salgan de sí mismos y vean a los que mueren, a los que la televisión muestra como si fueran una victoria. ¡Oh compañeros Míos! aún no saben lo que siente Dios cuando un corazón es indiferente a lo que se le ha dado por Misericordia.

A todos los estoy llevando a una evaluación interior, porque cuando Yo retorne no podré ver en sus túnicas ninguna mancha, y si hubiera algunas manchas no podré reconocerlos porque hasta ahora Yo les enseñé a lavar sus vestiduras con el agua de Mi Misericordia y de Mi Gloria.

Intenten amar un poco más, aunque no puedan. Mi Corazón se ofrece para eso y sus hermanos también se ofrecen para ser amados de verdad. Recemos a Dios por los que no pueden amar a Mi Padre ni a Mí. Recemos con fervor y con Misericordia, así como Yo les enseñé en el principio.

Oración: Padre Nuestro.

No quisiera verlos con caras largas en esta Maratón, porque el mundo precisa alegría, verdadera alegría para poder trascender todos los males y las indiferencias que las almas cometen diariamente ante el Reino Celestial.

Hoy podré bendecir, por compasión, estos elementos que han puesto ante Mi altar, que está en el Cielo y está en la Tierra, para que sus corazones sean lavados por Mi Sangre y sus espíritus sean purificados por Mi Cuerpo, dos señales visibles de la redención y de la entrega a Mi Corazón que siempre los espera.

Hace dos mil años Yo les dejé un tesoro universal, una insignia perpetua para sus corazones y almas. Les dejé el tesoro vivo del universo, el Terafín de Dios manifestado en cuerpo y sangre para toda la humanidad. ¿Cuántas veces ya comulgaron Conmigo?, ¿lo hicieron de verdad o solo con apuros? ¿Cuántas veces Me ofrecí a la mesa de todas las almas para que Me vivieran en la Pasión y en la Cruz?

Mi Corazón Sagrado hoy derrama Su Sangre por las almas indiferentes, por los que no se animan a confesarse Conmigo, ante Mi divina Humildad y ante Mi Paz.

Hoy preparo con esta comunión a toda esta parte de la Tierra que debe consagrarse a Mi Divinidad antes de que Yo vuelva al mundo por segunda vez. Para llegar a Mi Divinidad deberán limpiarse y purificarse todos los días. Por eso les pido que se rindan a Mí para que sus corazones superen todas las pruebas, en el nombre de Dios y de Su infinito Proyecto.

Ante los Ángeles Custodios del universo, ante los Arcángeles que glorifican a Mi Padre perpetuamente, ante el santísimo Espíritu de Dios, ante Su Hijo amado, ante el Padre Celestial que unifica todo lo creado y que vivifica a los espíritus que le responden con sinceridad y ante la majestad de la Madre del Mundo, Yo los absuelvo y los perdono en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Cuando cometan una indiferencia laven sus pies, así como Yo se los lavé a los apóstoles para que reconocieran que Dios se hace tan pequeño ante las almas más orgullosas. No ofendan más a Dios, el mundo lo ha ofendido mucho.

Vivan Mis Tesoros celestiales y alcanzarán la vida eterna. Amén.

Cristo Jesús Glorificado

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ Y MADRE DE LOS REFUGIADOS, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

​​Como el humo del incienso sagrado que exorciza las tinieblas, las nubes del Cielo en las que posan Mis pies exorcizan las creaciones del mal y así, establezco el Reino de la Luz en donde antes no existía.

En esta guerra del fin del tiempo, queridos hijos, no hay nada que se pueda oponer a la Luz de la Madre del Sol, porque de lo contrario se quemaría por la intensidad del impulso solar que tiene el Fuego Divino.

Hijos Míos, las herramientas angelicales siempre estarán a disposición de los misioneros y de los soldados de la paz para que, en la aparente nada, surjan y se puedan defender de todo mal.

El Armagedón ya circunda al planeta, y muy pocos quieren aceptar que los tiempos cambiaron.

Las resistencias al cambio, aunque sean en una parte, repercuten en el mundo actual, y retrasan los pasos que la mayoría debe dar.

Nuevamente, les digo que en esta batalla final por la conquista espiritual del próximo reino no podrán existir interferencias de ningún tipo; porque si así fuera, las consciencias aún no estarían preparadas para sobrellevar la esperada purificación del planeta.

Que a través del servicio humanitario y de la donación de amor, sigan siendo desactivados los falsos reinos creados en las grandes regiones, reinos que existen para aterrorizar a las consciencias y apartarlas de Dios.

La verdadera victoria estará en los que perseveren de corazón. Mi Hijo nunca los dejará solos, cuando entre los corazones exista la certeza y la fe absoluta de que Jesús mora y vive en cada corazón humano, lo que no podrá ser quitado por nadie ni por ningún arma de exterminio físico ni espiritual.

El Amor de Cristo que vive en los corazones es el Amor del Padre que los abraza y los guía hasta la meta final.

Hoy les estoy hablando de los refugiados, de sus hermanos que perseveran hasta el final, en la sagrada esperanza de que algún día encontrarán la Tierra Prometida, después de este largo exilio.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los une al Corazón del Padre Celestial,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS​​​​

Hijo:

Para vencer la indiferencia del corazón humano, comienza contigo mismo. Observa todas las veces que tu corazón se cierra la realidad planetaria o cuando piensas que te comprometes con el mundo, pero tus acciones demuestran el grado de importancia que te das a ti.

La indiferencia entorpece la consciencia y no le permite evolucionar. No es necesario que te involucres emocionalmente con lo que sucede en el mundo, pero sí que tales acontecimientos te lleven a la transformación y que te impulsen a que nunca detengas tus pasos.

La indiferencia es uno de los grandes males de la humanidad, aún peor que la ignorancia, porque aquel que es indiferente ya tiene cierto grado de instrucción y, sin embargo, sigue pensando más en sí mismo y en las propias necesidades.

Hijo, la indiferencia es lo que llevará a muchos seres que se creen espirituales al abismo de la consciencia planetaria. Cuida para que no seas tomado y llevado por la indiferencia humana. Trata de seguir tu consciencia y tu corazón, y cuando sepas que debes hacer algo, hazlo de inmediato, no ignores las necesidades. Cuando veas que alguien necesita de ti, ve en su auxilio, sin miedo. Si sabes lo que sucede en el mundo y que, en este mismo instante en el que estás delante de las Palabras de Dios, existen otros que están siendo probados en su fe y, de rodillas, eligen morir con Cristo a vivir sin Él, entonces ora verdaderamente, sin cesar.

Si ya conoces el papel de la consciencia indígena en el planeta y también sabes cuánto abandono e indiferencia padecen los indígenas, entonces actúa, sirve, ora, auxilia, ofrece tu amor. Demuéstrales a estos hermanos que ellos tienen una importancia vital en la vida espiritual del planeta y que su manera de ser no debe ser vendida de forma turística, para divertir a los inconscientes.

Cuando estés delante de un hermano indígena, aprende con él y, en tu postura de aprender, deja que emerja del corazón la pureza y la sabiduría que él tiene para transmitir a la humanidad.

Si sabes que el esfuerzo y la perseverancia son las claves para superar los obstáculos en este tiempo, entonces no bajes los brazos cuando estés en dificultades.

Si la prueba fuera mayor que tu fe, recurre a la unidad con tus hermanos; unidad que, cuando es verdadera, abre las puertas hacia Dios, para que descienda Su Voluntad.

Une tu corazón al corazón de los que están contigo. Haz de esta Obra una fortaleza en la que habitará el Rey de los reyes, en Su esperado retorno. Confía en la victoria y valora el amor.

No pienses en lo que los otros harán por ti; practica lo que sabes y vence la indiferencia que se manifiesta, en diferentes circunstancias, en los corazones de todos los seres vivos.

Sé tú aquel que trasciende las leyes de este mundo; así podré revelarte misterios universales, y los acontecimientos del mundo serán para ti las señales para leer y dar los pasos siguientes sin miedo y con valentía.

Únete a Dios, únete a esta misión universal.

Vive bajo la Gracia de la Divina Misericordia.

Por el despertar del corazón humano,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Sé que las Apariciones de los Mensajeros Divinos son un misterio para muchos, misterio que en algunos motiva el crecimiento de la fe y en otros el tormento de la duda.

Este mundo, hijos, está lleno de misterios. La propia consciencia humana, en sí, es un gran misterio tanto para el cosmos como para ustedes mismos.

En este planeta, deben aprender a vivir por la fe: fe en lo invisible, en lo intangible, en lo divino, en lo pleno. Solo con la gracia de la fe, el corazón puede estar delante de las diferentes situaciones de la vida con la claridad y la comprensión necesarias.

Les digo esto porque, como grupo y como humanidad, ustedes están delante de dos desafíos que son las dos misiones que están viviendo. Ambas situaciones, que deben ser develadas, tienen raíces muy profundas y desconocidas para todos. Y, para que no estén ante ellas de manera superficial, deben abrir sus corazones a la vivencia de la fe, pues es así, confiando en lo invisible y siguiendo sus corazones en cosas tal vez inexplicables o no tan obvias para sus mentes, que ustedes podrán estar plenos frente a esos dos desafíos.

Las dos situaciones que hoy enfrentan los seres, tanto en Medio Oriente como en Chaco, Argentina, necesitaron llegar al extremo para que la humanidad colocara sus ojos sobre ellas y, aún así, aquellos hermanos padecen mucho con la indiferencia, porque el corazón humano todavía no se abrió para vencer sus propias comodidades e ir al encuentro de las necesidades del prójimo.

Sus hermanos de la consciencia indígena intentaron llevar a cierta parte del planeta, sobre todo a América, a una vida evolutiva diferente de la vida del resto de la humanidad. Ellos encontraron lo Sagrado gracias a la reverencia, porque era justamente la falta de contacto con las creaciones e invenciones materiales de la mente humana lo que les permitía encontrar un camino evolutivo diferente, basado en el amor y en la simplicidad.

Pero en un planeta al que todos vinieron para aprender a amar, la misma tendencia de los espíritus presentes en él sofocó la expresión natural de los guardianes de la pureza, los pueblos originarios. Con la ayuda y el incentivo del enemigo de Dios, ustedes no pudieron comprender las diferencias y, a lo largo de muchos siglos, intentaron imponer una forma de vida mental, material y basada en la competencia y en la lucha por el poder. Por el hecho de que los indígenas no sean así y por haber permanecido en su pureza, ustedes los hicieron sufrir y, hasta hoy, influyen como pueden en las mentes de los pequeñitos, intentando hacerlos desaparecer de la Tierra, sin percibir que, con ellos, desaparecerán el amor, la simplicidad, la pureza y la humildad del corazón.

Es la misma lucha por imponer sus propias costumbres e ideales la que genera, en Medio Oriente, las guerras y los conflictos permanentes. Y Yo les digo que no solo proviene de Medio Oriente el incentivo para esas guerras y que no es solo con la ayuda de las grandes potencias económicas de Occidente que ellas crecen y se desarrollan. Quiero que comprendan que esos males tienen raíces espirituales profundas y un único propósito: destruir los Planes de Dios. Es por eso que contamos más con la fortaleza espiritual de pocos que con los recursos materiales de muchos.

Una de las formas que el enemigo usa para hacerles perder la fe y la esperanza es colocar en las mentes el ansia de encontrar resultados materiales, pero esa búsqueda fue la que llevó a Judas al suicidio, por no comprender que la victoria del Mesías era en la Cruz.

Ustedes, que están más conscientes, deben servir sin buscar resultados; deben trafnsformarse sin recibir méritos; deben esforzarse sin encontrar recompensas ni reconocimientos. Dios tiene Sus Ojos puestos en los que son verdaderos y fieles a Su Plan. Sobre estos Él colocará Su Cruz, que para unos podrá significar muerte y fracaso, pero para los que tienen sus corazones abiertos y sus consciencias despiertas significará el triunfo de Dios en todo el universo.

Sirvan todos los días con la certeza de que la verdadera batalla se vive en el espíritu y que ahí debe ser vencida. Lo que sucede en la materia es un simple reflejo de lo que se multiplica en los Planos Superiores.

Por eso, quiero hacerles comprender los acontecimientos del mundo desde un punto de vista más amplio para que, delante del servicio, ustedes no se apeguen a lo que puedan hacer con las manos, pero sí a lo que se alcanza con el corazón.

Por el descubrimiento del servicio y de la misión espiritual,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO EXTRAORDINARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ Y MADRE DE LOS REFUGIADOS, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY,  AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Hoy cuando estábamos finalizando el Misterio del Rosario, vimos otra vez a Nuestra Señora ayudando silenciosamente, en Turquía, en el camino del éxodo de los refugiados de Medio Oriente. Ella estaba vestida como una madre árabe, llevaba una túnica color rosa claro hasta los pies, estaba envuelta por una larga prenda blanca la cual llegaba a cubrir toda Su cabeza formando como un velo, y estaba descalza.

La Madre Divina estaba caminando en la ruta desde la frontera entre Siria y Turquía, rumbo a los países de Europa Oriental, en el éxodo entre los refugiados. Y nos preguntamos: ¿Por qué la Madre de Dios camina silenciosa entre las multitudes de refugiados que están en exilio?

Luego, vimos a la Madre María con un niño pequeño en brazos y de repente comenzaron a verse más niños en Sus brazos; Ella los cargaba a todos y, junto a las multitudes, atravesaba un largo desierto entre Siria y Turquía para ayudar a las almas de todos esos hermanos. Ella mostraba que las almas estaban en un proceso de gran desesperación, de miedo y de incertidumbre y, así, María colocaba la cabeza de cada uno de ellos cerca de Su Corazón para que sintieran paz.

 

Vuestra Madre camina por el desierto, atravesando de un extremo al otro toda Turquía, rumbo a los países de Europa Oriental, para buscar asilo interior en los corazones que se abran para reconocer al Maestro en los refugiados.

Así como fue en Belén, queridos hijos, la Sagrada Familia, que es este proyecto de la humanidad, está huyendo de la guerra que se precipita sobre los inocentes.

Hijos Míos, hasta ahora no saben qué significa no tener hogar o un lugar donde reposar. Como la Madre que trajo la salvación para el mundo, Yo sufrí pacientemente lo que se llama de exilio, no solo en Belén, cuando buscábamos un lugar en donde el Rey pudiera nacer, sino también cuando buscamos refugio en alguna parte de Egipto.

Queridos hijos, hoy quiero traerles la consciencia de este pasaje de la Sagrada Familia, porque en los días de hoy la humanidad cada vez es más llevada al exilio y a la desesperación.

Vuestra Madre, la Madre de todos los refugiados, camina junto a ellos atravesando mitad del continente, buscando un lugar en donde nos puedan recibir. El Universo Celestial sabe que la humanidad no tiene consciencia de lo que esto significa para la Creación.

Hermanos se han enfrentado a hermanos por la lucha y la conquista de un reinado que no existe más que en la ilusión de algunas mentes. Esta causa de los refugiados está llevando a la acción de la Ley de la Justicia Divina, porque en la mayoría existe la indiferencia de todo lo que sucede.

Queridos hijos, es por eso que pedimos esta próxima misión a Medio Oriente, porque expondrá a todos a una verdad que ya no puede seguir siendo ocultada. El sentirse abandonado, exiliado y sin nada para sí, sin saber qué será de la vida de millones de familias, es algo que aún no mueve al corazón humano y que provoca el principio de un nueva guerra mundial. Si esto sucede, la humanidad se autodestruiría completamente, y como fue con la bomba atómica, no quedarían rastros de ninguna vida en la superficie del mundo.

La humanidad usa el propio poder para realizar sus obras y cada vez más se aleja de Dios. Esto llama la atención de todo el universo, porque no existe consciencia de lo que en verdad está sucediendo.

Como la Madre de los pobres y de los desamparados, Me propuse estar entre Mis hijos más necesitados para poder cuidar de sus almas y para ayudarlos misericordiosamente a que encuentren una salida.

Me encuentro en oración perpetua al igual que los Sagrados Corazones de Jesús y San José, para impedir un castigo severo en el mundo. Necesito que sus corazones se sensibilicen, que sus espíritus salgan de sí para atender la verdadera necesidad planetaria y la urgencia de unir fuerza interior para cumplir el Plan que está siendo forzado a no cumplirse.

Apoyen al menos a aquellos hermanos que deciden ofrecerse para que el Plan se cumpla también en Medio Oriente.

Queridos hijos, la mayor crisis de la humanidad está en la indiferencia, por eso vengo para alertar a todos que están a tiempo de abandonar su soberbia y poder personal para que el mundo no se pierda en un abismo oscuro.

Amorosamente les entrego las llaves de la redención de esta raza y deposito Mi confianza en todos los servidores, esperando que no tomen Nuestras palabras en vano.

Hijos: ¡Es hora de despertar!, ya son los tiempos del Apocalipsis.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los concientiza a través de la Única Verdad,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados

MENSAJE PARA LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA EN RÍO DE JANEIRO, BRASIL, TRANSMITIDO POR MARÍA, MADRE Y REINA DE LA PAZ, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Mientras el mundo sufre las consecuencias de sus propias acciones, vengo a traer Misericordia para los que se abran de corazón.

Mientras muchos están ciegos, hijos Mios, vengo a abrir los ojos de aquellos que aún pueden recibir una nueva oportunidad y que la aceptan.

Mi Corazón viene para anunciar al mundo el último tiempo de Salvación. Todavía hay posibilidades para aquellos que no conocen a Dios, pero muy poco es, queridos hijos, lo que la humanidad genera como mérito para el rescate de este mundo.

La realidad aun no tocó vuestras vidas, solo vuestras mentes. Muchos tienen conocimiento de los tiempos que llegarán, pero casi ninguno de ustedes comprende verdaderamente lo que está ocurriendo con la humanidad, con los reinos de la naturaleza y con el planeta.

Aquel que sabe realmente y que comprende Mis palabras y Mis intenciones, no mide esfuerzos para estar Conmigo, no piensa antes de dejar todo para entrar en oración cuando el tiempo anuncia que llegó la hora de orar.

Ya no sé con qué palabras decirles, Mis amados, o cómo hacerles sentir lo que siente Mi Corazón al llegar a este mundo.

Busco almas que estén en oración verdadera y no solo verbalmente; almas que oran con el espíritu y con el corazón, para equilibrar la indiferencia de este mundo para con Dios.

Falsos dioses surgen permanentemente en este mundo. Las modernidades y los placeres mundanos se están convirtiendo en la meta de adoración de los hombres. Todo esto perecerá con el primer soplo de la Justicia Divina, no quedará nada consolidado en la consciencia de gran parte de la humanidad.

De todas las formas les anuncié, en todos los siglos les advertí, pero ¿quién escuchó Mi voz? ¿Quién cambió definitivamente la meta de su vida? ¿Quién renunció a las ilusiones de este mundo, para dar verdadera importancia a lo que encontrarán en el próximo?

Mis amados, este es el mundo al cual llegan las almas para definir su evolución. Muchos no percibieron que están delante del último Llamado y que las trompetas ya están sonando, anunciando el último tiempo. La Voz del Creador resuena por medio de Sus ángeles y arcángeles que gritan a la humanidad adormecida: ¡Despierten! ¡Despierten!

¡Qué sueño tan profundo arrebató a la humanidad! ¿En qué andan los ejércitos del Señor?

A los que Me escuchan, Yo les clamo: ¡entren en oración! Entren en perpetua oración, pues el mundo entero la necesita. Enseñen a sus hijos a orar, enseñen los verdaderos valores que deben cultivar en sus pequeñas almas. No dejen que se pierdan los niños y jóvenes, esta es su última oportunidad de redención, ya no habrá otra para el mundo. Esta escuela está en al final de su ciclo, un nuevo tiempo se anuncia.

Los que no escuchen el último llamado, perderán la barca y se perderán en el mar de las ilusiones del mundo.

Escuchen Mi voz que clama.

A los que responden a Mi llamado, les pido que no se cansen jamás, que persistan en oración, servicio, donación y amor. Sean fraternos, sean puros de corazón. Generen méritos para el equilibrio de este mundo.

Yo les agradezco por escuchar Mi llamado y por venir al encuentro de Mi Inmaculado Corazón.

Es tiempo de difundir la Paz en el mundo.

Yo los bendigo.

María, Madre y Reina de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN MENSUAL EN LA CIUDAD DE BRASILIA, DISTRITO FEDERAL, BRASIL, TRANSMITIDO POR MARÍA SANTÍSIMA, MADRE DEL SOL Y DEL COSMOS, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Como un rayo fugaz proveniente del universo, Mi Consciencia Maternal desciende y se aproxima a este mundo para que nuevamente la humanidad dormida despierte al llamado de Dios Altísimo.

Llego hasta vuestras vidas para que Me recuerden como vuestra Madre querida, como la Bondadosa y Prodigiosa Mujer de Dios, la que ha hecho milagros y conversiones espirituales en vuestras vidas.

Pero cada vez que Yo desciendo desde el Cielo hacia vuestro mundo, Mi Corazón Victorioso no puede dejar de ver la ignorancia y la indiferencia de muchos de Mis hijos, los que han pasado por Mis caminos, Me dan la espalda y no Me escuchan. Es esta indiferencia la que el enemigo propaga como veneno en el corazón de los hombres, es esta indiferencia y crueldad de muchos hijos Míos, las que llevan a la perdición de las almas.

Por eso, para que la Sabia Justicia sea evitada, Yo vengo del cosmos para suplicarles que hagan algo por esta destruida humanidad. Sepan que no solo las almas sufren, sino también Mis benditos Reinos de la Naturaleza, los que día a día son ultrajados sin amor ni misericordia, hasta retirar de ellos la última gota de vida; eso provoca la ira de Dios y promueve consecuencias irreversibles en todos los que destruyen el Proyecto Creador.

Por eso, Mis hijos, abran los ojos a la sabiduría y sientan en el corazón la oración que Yo cada vez más les pido que realicen, eso ayudará a que se eviten desgracias en los más injustos.

Por encima de todo busquen la Misericordia de Dios, para que ustedes y el mundo sean perdonados de los constantes pecados de necedad y vanidad. A través de Mi Bendita Pureza Yo les entrego el poder cósmico de Mi Gracia, estado que los repara y los conduce por el camino de la redención.

Mientras Mi Hijo ve día a día los horrores y las acciones injustas que se cometen contra el Corazón del Padre Celestial en este mundo enfermo, Yo los coloco dentro de este tiempo apocalíptico como si ustedes no participaran de él. Pero es el poder de la oración y de la consagración diaria de vuestros corazones a Mi Inmaculado Corazón de Madre, lo que permitirá revertir vuestras faltas y las faltas de muchos.

Quiero que todos sepan que a través de Mi llamado encontrarán la salida y aunque el enemigo los golpee fuerte, él nunca conseguirá derrumbar el amor que Yo he colocado en vuestros corazones. Sean sabios y así no se confundirán evitando seguir otro camino, otro movimiento espiritual que no sea el de Mi Hijo Amado.

Glorifiquen a Dios y pidan por cura y misericordia. El mundo sigue sin comprender que debe cambiar antes de que las malas acciones sean liberadas por la Justicia de Dios.

Yo los animo en este tiempo a amar. Yo los llamo a ser humildes y transparentes, así Me ayudarán a equilibrar el eje planetario, el ecuador de este mundo, antes que él se desequilibre a causa de la densidad y de la maldad humana.

Pero aún en este mundo material existen corazones como los vuestros, determinados a seguirme hasta los días de la santa muerte; de esa forma vuestra devoción y fe harán siempre triunfar Mi Inmaculado Corazón.

¡Bendigo en este día al grupo de Brasilia por haber escuchado y respondido a Mi llamado!

Mi Hijo agradece por haber acogido a Mis Misioneros.

Los protege ante todo,

Vuestra Santísima Madre María, Madre del Sol y del Cosmos

MENSAJE PARA LA APARICIÓN EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, TRANSMITIDO POR MARÍA, VIRGEN DEL INMACULADO Y TRASPASADO CORAZÓN, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Yo Soy la Virgen del Inmaculado y Traspasado Corazón y así vengo al mundo en este día para que la humanidad pueda ser aliviada de sus sufrimientos por medio de los dolores que sentí en Mi pecho y que aún siento hasta el día de hoy.

Hijos Míos, hoy entrego al mundo Mi Inmaculado y Traspasado Corazón como una ofrenda divina para que otras almas puedan ayudarme a aliviar el dolor de este mundo.

Quiero ofrecer a Mis hijos el sacrificio, la donación de sí, el servicio permanente a la humanidad, a los reinos de la naturaleza y a todo el planeta.

Vengo a entregarles Mi Corazón traspasado por la espada de los pecados humanos y de toda la indiferencia de la humanidad, ante el sacrificio de Mi Hijo.

Los tiempos se aceleran en este mundo y las consciencias están ajenas a todas las advertencias de los Mensajeros Divinos. Las faltas más graves se convirtieron en el diario vivir de los seres humanos y el sufrimiento que padecen muchas almas no toca más a los corazones de aquellos que podrían equilibrar estos dolores y tormentos, por medio de la oración.

Mis amados, la búsqueda de la comodidad y del bienestar propio ha tomado el corazón de los seres, que ya no dan importancia a lo que sucede en este mundo.

Mi Corazón sigue traspasado como una ofrenda única que puedo realizar al Creador, padeciendo en él todos los dolores de Mis hijos y aliviándolos por medio de Mi Amor. Pero esto, Mis amados, no es suficiente. Para equilibrar el mal que se esparce por este planeta es necesario que al menos algunas almas del mundo despierten a la realidad en que viven y se entreguen a un camino de santidad por medio de la oración, del servicio y de la entrega total de sí mismo a Dios.

Ya no es suficiente que Me dediquen una pequeña oración antes de dormir o que oren unas pocas oraciones por día, si en las acciones de vuestras vidas destruyen lo que intenté construir en los pocos minutos de oración.

Mis ojos, están fijos en el mundo, atentos a las plegarias de cada uno de Mis hijos, por menores que sean. Incluso aquel de entre Mis hijos que pueda ser el más orante, si no vive la oración en sus acciones, en sus pensamientos y en sus sentimientos, de poco servirá que ore si la gota de amor que consigo depositar en sus esencias se derrama en la primera oportunidad que se pierde de manifestar el amor.

Mis amados, quiero enseñarles a cambiar los valores de esta vida, a cambiar la meta hacia la cual caminan. Vuestra meta no deberá estar en este mundo. No batallen más, simplemente, por tener una cómoda vida material, y no escatimen esfuerzos para instituir un tiempo de paz, de reconciliación, de perdón y de redención. Esto es lo que el mundo necesita y para ello están aquí en este tiempo.

No se dejen engañar, pues, en cuanto se distraen con las ilusiones y los placeres mundanos, las almas no cesan de ingresar en los infiernos y purgatorios de este mundo, que ya están tan repletos de consciencias perdidas a consecuencia de sus elecciones.

Mis amados, ¡oren! ¡oren mucho! ¡clamen! Y sean misericordiosos en vuestras vidas.

¡Despierten! Revean sus metas y sus aspiraciones.

Acepten en vuestras vidas Mi Inmaculado y Traspasado Corazón y ayúdenme a aliviar el dolor de este mundo.

Yo los amo y los aguardo día y noche en oración y en entrega.

María, Virgen del Inmaculado y Traspasado Corazón

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Dios Padre Todopoderoso, como Hija de la Misericordia y como Reina de la Paz, Me ha dado el permiso para socorrer a todos los pequeños corazones, a todas las almas de la humanidad.

Queridos hijos,

Hoy quiero decirles que es mediante la oración que más Gracias podrán ser vertidas sobre todas las almas del mundo. Para que esa misericordiosa Gracia pueda llegar, Dios necesita de hijos en constante oración que ayuden a reparar todas las causas que ofenden el Amor de Dios y que provocan indiferencia en los corazones de la humanidad.

Hijos Míos, Yo los invito a formar parte del rebaño orante de Mi Hijo, almas que vigilan en oración por otras almas para que el mundo pueda convertirse, salvarse y volverse sagrado delante del trono de Dios.

Ustedes, inmersos en el espíritu poderoso de la oración del corazón, aliviarán vuestras pruebas y, como mediadores, rezarán por los que no viven en Dios. El Corazón de Dios sigue siendo ofendido, y Mi Hijo, a través de Su Divina Misericordia, Me envía hacia ustedes para revelarles esta realidad.

Sepan, queridos hijos, que ya es hora de la reparación para que el perdón pueda expresarse en la vida de cada alma. Pequeños Míos, estoy llamándolos a socorrer al mundo a través de la oración del corazón y de una donación pura que pueda auxiliar a muchas almas desde el ejercicio de la oración.

Por eso, vuestros grupos orantes son llamados a construir de nuevo la unión entre el alma y Dios, razón por la cual queridos hijos, Mi llamado es urgente antes del tiempo del Divino Juicio.

Entren al Reino de la Divina Misericordia y, con compasión, acepten beber de la Fuente que todo lo repara, acepten permanecer en el Corazón que todo lo sabe y todo lo cura, acepten estar en Mi Hijo Jesús.

¡Les agradezco!

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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