Los elementos de la Naturaleza, el aire, el agua, la tierra y el fuego, así como los elementos dévicos serán las grandes referencias de la humanidad para la purificación planetaria.
Los propios elementos colocarán en su lugar lo que fue modificado y nadie podrá oponerse a ellos, porque los elementos de la Naturaleza se basan en las leyes terrestres que rigen al planeta, las cuales fueron modificadas y alteradas por el hombre de superficie.
Llegó el fin de esa cadena milenaria de transgresiones a la esencia de los Reinos.
Para este ciclo de purificación, los elementos de la Naturaleza serán los que no dejarán piedra sobre piedra, ya que el ímpetu con el cual ellos se manifestarán corregirá el espacio y también el deber que los mismos elementos tenían para con la Creación. Esta corrección no vendrá como un castigo, sino como Justicia.
La agresión continua a los Reinos de la Naturaleza y a sus elementos, generó alteraciones significativas en los últimos siglos.
Ahora, para este ciclo de purificación y de limpieza de la humanidad degenerada, los elementos tomarán el comando de las formas y de las leyes para colocar todo en su lugar, aunque luego sea destruido.
Esa destrucción será una corrección, será regresar al espacio que, en este caso, le pertenecían al agua o a la tierra y les fue quitado o modificado.
La oración permanente equilibrará a los elementos y los ayudará a vivir su readaptación dentro de las leyes del planeta.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Tercera Serie de Poemas
Segundo poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Señor de la Bondad,
aplaca la injusticia
que se muestra
ante Tus Ojos.
Alivia el dolor interno
de los que verdaderamente sufren.
Coloca Tu Amor consolador
en las almas enfermas,
y no dejes de guiarme
ni por un momento.
Amado Jesús,
sabes que somos débiles
y frágiles de espíritu,
sabes que llagamos Tu Corazón
una y otra vez con nuestros
indiferentes actos,
sabes que no hacemos lo que podemos
y sí hacemos lo que no debemos.
Paciente y amado Jesús,
ingresa profundamente
en nuestros corazones
y arranca de nosotros
toda soberbia y arrogancia,
para que libres de las prisiones de la vida
aprendamos, humildemente,
a consolarte y a adorarte.
Sostennos en nuestras caídas.
Protégenos en nuestras debilidades
y libéranos siempre de nosotros mismos
para que seamos dignos
de honrarte y de glorificarte
como Salvador y Redentor
de nuestras vidas.
Que no te abandonemos.
Que nos abandonemos en Ti, Señor,
para que se cumpla Tu Sagrada Voluntad.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
La Antigua Ley de la Purificación
Desde el primer día en que Mi Madre, María, Me presentó en el Templo del Señor, el sumo sacerdote reconoció ante sus ojos y ante los ojos de los más sabios, que se encontraba en presencia de la Pureza Virginal de Dios.
En un acto de humildad, San José Castísimo llevó como ofrenda al Templo dos palomas, las que misteriosamente representaron al Espíritu Santo durante la circuncisión de Jesús. A partir de ese día, la Ley de la Purificación se convirtió en la Ley de la Consagración para todos los seres.
Cristo, como Niño Rey, trajo el cambio profundo para la vida de todas las consciencias. Él fue el Mesías que anunció la liberación del pecado del pueblo y, en consecuencia, de la humanidad, por medio del poder del Amor de Dios.
Por eso hoy no temas por estar ante la actual Ley de la Purificación, porque quien aspira a la Vida del Infinito podrá alcanzar la consagración de su corazón a Dios.
Nadie llega al Padre sin antes haber pasado por la purificación de su cuerpo, de su mente y de su espíritu.
El Niño Rey desde su consagración en el Templo de Jerusalén, trajo la oportunidad de revertir los pecados y los aspectos de la vida mediante la compasión.
No se vean tan impuros, vean sus seres en el ciclo de la ardiente purificación de la vida terrenal.
Jesús Misericordioso es ese Manantial que los lavará y al mismo tiempo les mostrará todo lo que deberá ser purificado por el alma valiente que se anime a vivirlo.
Están en un tiempo de profunda redención de los pecados capitales, por eso afirmen su fe en el Señor Dios Todopoderoso para que Cristo reciba el permiso de liberarlos y de auxiliarlos durante la gran purificación.
Ofrezcan sus miserias al Universo.
Hoy, los invito a ingresar en el templo de la purificación para que más almas se consagren pronto al precioso Plan del Creador.
Bajo el Bien del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por purificarse a través de Mi Amor Redentor.
Cristo Jesús
Queridos hijos:
Ustedes saben cuánto Yo los amo, pues necesito lo mejor de sus espíritus para que pueda compartir en unión perfecta con Mi Hijo, todo su amor.
Hijos, necesito que observen, desde el corazón, la Gracia que están recibiendo. Ante tanto sufrimiento en la humanidad, sus corazones fueron consolados por Mí, sus almas fueron conducidas por Mí, sus consciencias fueron iluminadas por Mi Gracia.
Como Señora de la Paz, hoy los invito a estar en Mi Corazón para que guarden, en lo profundo de sus seres, Mis preceptos maternales, que ahora les diré cuáles son:
1. Los amo sobre todas las cosas, más que a sus vidas.
2. Los adoro, más que a sus espíritus.
3. Les derramo Mi Gracia, a pesar de las faltas.
4. Los contemplo en Mi Corazón a todos ustedes, por la fuerza de su oración.
5. Los uno con Mi Hijo, para que formen un solo rebaño.
6. Los extraño, cuando se olvidan de orar Conmigo.
7. Los ilumino, aunque estén lejos de Dios.
8. Los busco, para saciar la sed de Mi Hijo.
9. Los llamo a servir al Señor.
10. Los perdono y los recojo, aun cuando hayan caído.
11. Todo sé de ustedes, porque para Mí sus almas son cristalinas.
12. Los amparo, para liberarlos del peligro del enemigo.
Queridos hijos, estoy con ustedes todos los días y, en Mi silencio maternal, los acompaño para que caminen por lugares seguros; para que lleguen, al fin de sus vidas, al Corazón de Dios.
Queridos hijos Míos, hoy vengo, una vez más desde el Cielo, trayendo en Mi Manto la Misericordia y la Luz de Dios.
Los invito a ser humildes, pacíficos, mansos de corazón. Lo más importante es que los llamo a confiar en Jesucristo, su Salvador, que ya está preparado para venir a su encuentro.
Queridos hijos, orad y vigilad Conmigo, pues el enemigo no descansa y quiere distraer a todos Mis amados corazones de la humanidad.
Por eso, hijos Míos, cada Aparición de Mi Faz Maternal, ante ustedes, trae méritos celestiales para sus vidas, méritos que llamo semillas de Luz, estrellas de Amor que provienen de Mi Sagrada Corona, para proteger y guiar a Mis hijos que se sienten solos y tristes.
Queridos hijos, vivan en Mi Esperanza en este fin de tiempo, abran sus ojos a la Gracia maternal que hoy les derramo con tanto fervor y Amor.
Escucho sus oraciones todos los días y más las escucho cuando perdonan a quien los ha lastimado, cuando aman a quien los odia, cuando viven en Mi Paz, a pesar de los conflictos y de las guerras entre los corazones.
Hoy, los invito a ser principiantes en Mi tarea universal; porque sepan, queridos hijos, que ya son Mis soldados, soldados de Mi Paz y de Mi Amor.
Oro todo el tiempo por este mundo y, como Mensajera de la Gracia de Dios, les pido que unan sus corazones a través del Amor de Mi Hijo.
Antes de Mi venida, en este día, Jesús los visitó para entregarles nuevamente Su semilla de Misericordia. Oren para que ella brote, de forma recta, en dirección a Dios.
Oren para ser más misericordiosos, limpios de corazón y de toda mancha, porque a través de Mi Pureza Original hoy les revelo a sus vidas la Luz de Mi Reino, del Reino de Dios.
Dios quiere derramar Su Amor, pero hay corazones que aún se cierran. Por eso, hijos Míos, Yo Soy la Llave Celestial que, a través de las Manos de Dios, abre las puertas de los corazones injustos y de los corazones sinceros; porque Mi Amor es tan profundo que, si supieran cuánto Yo los amo, vivirían en Mi alegría y gozo.
Los absuelvo de toda mancha, por el poder del Amor de Cristo, su Señor.
Les agradezco por responder, en estos tiempos, a Mi llamado por la paz en el mundo.
María, Reina de la Paz y de la Luz
Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Hoy, durante el proceso de oración, tuvimos la visita extraordinaria de Cristo, que vino descendiendo de los espacios en formas de nubes y de Luz, hasta que Él se manifestó como el Cristo Misericordioso. Y la imagen que se fue dibujando de Él era muy similar al primer cuadro pintado que pidió Sor Faustina en su época. Él confirmó que esa era una imagen verdadera, que tenía algo guardado de Él en lo profundo.
Sin que nosotros supiéramos qué hacer, Él nos pidió que nos aproximáramos con la Hermana Lucía al palco y entonces nos pidió que oráramos la oración a su Sangre y Agua.
Cuando comenzamos a orar, vimos que se derramaban los dos Rayos del Corazón de Cristo. La Sangre y el Agua eran derramados sobre este lugar, y un gran proceso de liberación iba aconteciendo armoniosamente.
Él abrió las Manos hacia abajo, irradiando también los Rayos de Su Corazón. En ese momento, salieron cuatro Rayos, uno de cada Mano, más los dos del Corazón. Cuando Él hizo ese movimiento, apareció detrás de Él un gran arcángel de Luz, y así comenzaron a aparecer muchos ángeles de forma muy acelerada, muy rápido.
De repente, ellos comenzaron a emitir una serie de rayos de Luz, con arcos y flechas hacia nosotros, que se convertían en cristales. Para comprender mejor, detrás de Cristo, venían lluvias de cristales pequeños hacia nosotros, que principalmente entraban en nuestro corazón. Era tanta la Luz que entraba, que movilizaba nuestras células, haciendo una tarea de limpieza de muchas cosas internas.
Cuando el Maestro abrió Sus Brazos, irradió los cuatro Rayos y se dibujaron tres palabras en Su Ser. Bajo Sus Pies apareció la palabra Orden, en el Rayo que salía del lado derecho apareció la palabra Gracia y en el Rayo del lado izquierdo, la palabra Misericordia. Él dejó ese símbolo por mucho tiempo presente en este espacio.
Después, Él nos reveló algunas situaciones internas para la Orden Gracia Misericordia, un secreto que Él terminó de revelar a partir de la Presencia de la Virgen aquí.
Cuando apareció Nuestra Señora, dijo: “¿Les gustó la visita de Mi Hijo?”. No sabíamos que responder, era mucha la alegría que sentíamos.
Entonces, Nuestra Señora llegó como la Reina de la Paz.
Ella nos dijo hoy: “Yo siempre vendré después de Mi Hijo. Intercederé por ustedes ante Mi Hijo”.
Hoy, Ella manifestaba especialmente la Corona de Doce Estrellas. Era tanto el Amor que irradiaba, que movilizaba nuestro interior. Parecía que todos fuimos introducidos en Su Reino, por un pequeño tiempo.
También, Nuestra Señora abrió Sus Brazos para derramar Luz sobre este lugar y nos hizo recordar la importancia de la Gracia que le trae, en este tiempo, a esta parte de la humanidad.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más