Mensajes del Padre Eterno

Mensaje extraordinario
APARICIÓN DEL PADRE ETERNO Y DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, EN EL CUARTO DÍA DE LA SAGRADA SEMANA

La Voz de Cristo Jesús:

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

He aquí el Padre y el Hijo, el Soberano y Eterno Dios que viene con Su Amadísimo Hijo, el Cristo Redentor, para formar parte de Sus criaturas, en comunión perfecta y perpetua, elevando a las almas por un momento al Reino de los Cielos.

He aquí, compañeros, Quien les dio la vida y le dio la vida a Su Primogénito a través del Vientre Purísimo de María, Vientre que hoy gesta en Su seno a la Nueva Humanidad, Vientre Creador que se ofrece para transformar todas las cosas.

He aquí la Madre del Espíritu Santo, la Sagrada Consciencia Trina que desde los Cielos contempla al mundo herido por el odio y por la venganza.

He aquí el Corazón Eterno del Padre, el Sagrado Corazón del Hijo y el Inmaculado Corazón de la Madre. Sagrada Geometría aquí se forma, matrices internas son expresadas para que todos los escogidos las reciban en su interior y preparen sus mundos internos para cuando sea la hora del surgimiento de la Nueva Humanidad.

Por eso, el Arcángel Uriel y el Arcángel Gabriel están aquí presentes, ante el Adorado Padre, el Venerable Hijo y la Santísima Madre. Los santos arcángeles justifican este momento ante la Creación, para que una vez más el Arca de la Santa Alianza sea renovada por las experiencias de redención y de perdón de las almas que viven en Cristo todos los días.

Por eso, estos santos ángeles, aquí presentes, borran de los Libros de la Justicia Divina los errores que hayan cometido por ignorancia, por insatisfacción o también por culpa. Así, una vez más, sus almas estarán purificadas ante la grandeza de Dios, que viene a entregarles Sus Bendiciones y Gracias a través del Corazón de Su Hijo y del Corazón de la Santísima Madre, para que los inocentes sean rescatados y todos los que hoy sufren la impunidad tengan la Gracia de la salvación y, sobre todo, el consuelo de los Cielos.

Hoy, el Padre Eterno, ante la Presencia de Su Hijo y de la Santísima Madre, de los Arcángeles Uriel y Gabriel, viene a recoger en Sus Brazos a los caídos, a cuantos quedaron atrapados en el sufrimiento sin poder ver la Luz, sin poder encontrar el Amor.

Dios les otorga este momento a los que escuchan Su Llamado, a los que le dicen sí al vacío interior.

Escuchemos a Dios.
 

La Voz del Padre Eterno:

Hijos de la Tierra y del universo, eleven sus espíritus hacia Mí. Yo Soy el Padre que los bendice y los colma, que los alimenta con la vida del espíritu y de toda la Fuente de la Creación.

Lleguen a Mí, Mis pequeños. Retornen a Mí los niños de otrora, para que la inocencia se repare en el mundo y el Amor arranque de las garras del enemigo a cuantos están prisioneros y en cautiverio.

He aquí el Dios de Israel, el Dios de los patriarcas y de los profetas, el Dios de las santas mujeres y de los misioneros de Cristo.

Vengo aquí para volverles a otorgar Mi Ley, que ha sido violada y ultrajada por el hombre.

He aquí, en Mi Corazón, la cuna de la Nueva Humanidad, de la que todos los decididos pueden formar parte, creyendo en la promesa del Reino de los Cielos del triunfo de Mi Voluntad en cada criatura de la Tierra.

Alaben a Dios, así como lo alaba la naturaleza, para que la sensibilidad espiritual retorne al corazón humano y muchos más en este mundo abandonen la indiferencia y se abran a la caridad. Esto establecerá el perdón que el mundo necesita, ante la injusticia de tantas guerras y sufrimientos humanos inimaginables.

Yo Soy la Ley del Amor Vivo y a través de Mi Amor todo fue creado para Mis hijos, desde el origen de la Tierra hasta el presente y más allá de este presente.

Yo Soy Adonai, el Dios Resplandeciente y Vivo, el Espejo Inmaculado de la Creación. Soy la causa de su alegría, de su bienaventuranza, de su justicia.

Eleven sus corazones hacia Mí, ¡oh, sagrado pueblo de Israel!; así como Cristo, Mi Hijo, fue elevado en la Cruz y de Su Corazón traspasado por los pecados del mundo, en Su eminente sacrificio, en vez de brotar Justicia, brotó Misericordia como Sangre y Agua.

He aquí, en Mi Corazón, la reliquia perfecta del Amor que eleva al espíritu y libera a la consciencia que coloca sus pies en el camino correcto para que, al igual que el pueblo del desierto bajo la guía de Moisés, ustedes también encuentren la Tierra Prometida, que está dentro de cada uno de Mis hijos; Sagrada Tierra sembrada por Mis Principios y Atributos, por los nuevos patrones de conducta que volverán a erguir a la humanidad.


Fray Elías de Sagrado Corazón de Jesús:

El Corazón de Dios está abierto de par en par.


La Voz del Padre Eterno:

¿Quién entrará al Universo desconocido de Dios?

¿Quién será Uno con el Padre, así como el Hijo es Uno con el Padre y el Espíritu Santo es Uno con el Hijo?

Mis Aspectos Sagrados también pueden ser en todos, en los que reconocen y adoran al Dios Vivo, hoy presente de forma luminosa y eterna, bajo el amparo de la consciencia arcangélica.

Hijos, que el mundo busque la paz, el fin de la guerra, dentro y fuera de ustedes, para que la Tierra Prometida sea una realidad y ya no sea solo una promesa.

Escuchen la Voz del Padre que los ama, la Voz del Padre que los creo a Su Imagen y Semejanza para que pudieran ser felices en Mí, porque es lo que más deseo.
 

La Voz de Cristo Jesús:

Compañeros, este es Nuestro Padre-Madre Creador, adorado por los ángeles, venerado por todos los seres de buena voluntad, exaltado por los bienaventurados.

En verdad les digo que nadie va al Padre sino a través de Mí, porque Yo Soy la Puerta directa hacia Él, así como Yo espero que sus corazones Me abran la puerta para que Yo pueda entrar.

Hoy, el Arca de la Santa Alianza es imantada por los que renuevan su consagración al Propósito Divino.

He aquí la Llama de la Abundancia de Dios, eterna e inextinguible, Llama que nada la puede apagar porque es la Llama Inmaterial de Dios que ilumina el camino de los peregrinos, de los que se retiran sus propias sandalias para caminar descalzos hacia Dios.

He aquí la Sacrificada Consciencia de Dios, bajo la imagen del Divino Propósito, que aspira a enderezar a la humanidad para que retorne al camino de la Ley y del Amor, antes de que sea demasiado tarde.   
 
De esta Llama, imperiosa y poderosa, se alimenta Mi Corazón. Así, de esta Llama del Divino Propósito, sus corazones también deben alimentarse espiritualmente, como los santos ángeles lo hacen y lo viven en el eterno presente.

Esta es la Llama Sagrada que impulsa la transformación de la vida y de la consciencia, transformando lo corrupto en incorrupto.

¿Cuál es la razón de su existir? ¿Cuál es el motivo de que estén en la Tierra?

Yo vengo a darlos a conocer a través del Dios Vivo, Omnipresente y Eterno, que hoy los visitó en lo más profundo del espíritu para poder ayudar al mundo entero. Reverencien esta Gracia desconocida e infinita, Gracia que viene a otorgarles la reconciliación a todos los que la buscan.

Como lo prometí, vengo a darles la oportunidad, bajo este Impulso de Dios, a todos los que aspiran a consagrar sus almas a la vida eterna, al servicio incansable a los Planes de Dios.

Preparémonos para este momento, que guiaré y presenciaré, así como debe ser para cada alma que busca la consagración de su vida y de su consciencia. Y esto es posible por el poder de Mi Sangre y por los méritos que ella les otorgó a los que la adoran en el Santísimo Sacramento de la Comunión.


A continuación, fue realizada la ceremonia de consagración de nuevas Auxiliadoras de la Divina Misericordia de Jesús, la 5.ᵃ rama de la Orden Gracia Misericordia, y la Aparición finalizó.

Mensaje extraordinario
MENSAJE DEL PADRE ETERNO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Mi Presencia se replica en los que Me aman.

Mi Voz hace eco en los que escuchan Mi Llamado.

Estoy presente tanto en el desierto como en el Paraíso. Estoy presente tanto en las caídas como en los triunfos, pero Mi Silencio es lo que Me hace invisible a los ojos de los que dicen ser poderosos.

Mi Amor es como una lanza que traspasa el corazón humano, lo transverbera y lo ilumina, haciéndolo todo Mío. Por eso, hoy estoy aquí.

Soy Quien los pensó y también Quien los creó.

Mi Palabra reverbera en los que viven Mi Mensaje y, aun siendo imperfectos, Yo los sostengo a través de Mi Vida; porque Mi Alegría está en los que Me buscan, en todos los que confían en Mí.

A cada uno le doy lo que debe aprender, lo que debe soportar y sostener, pero nunca le daré algo que no pueda sobrellevar.

Aprendan a caminar a través de lo que alcanzaron de mejor.

No vean el universo vacío, sino lleno de experiencias de amor y de perdón.

Yo Soy la Brisa que sopla en la mañana.

Yo Soy el Sol que nace a través de los que viven en Mi Fe.

Yo Soy el triunfo del Amor en los que se transforman.

En lo pequeño, Yo Soy Grande; y en lo grande, Yo Soy Invisible. Esa es la tónica de Mi Humildad.

Mis Señales indican que siempre estoy aquí. Los Rayos de Mi Consciencia abrazan a los que Me invocan porque en la aparente pérdida está el triunfo, en la resignación está la lealtad, en la obediencia está la fidelidad, en el servicio está la oportunidad de amar y de que Yo pueda gobernar sus vidas para siempre, más allá de las batallas o de las incertidumbres.

Yo necesito que sean otros, que sean como es Mi Hijo.

Él bebió del Cáliz sin temor al fracaso. Él se entregó para que todos fueran rescatados, hasta los días de hoy.

Su Reinado está en la Corona de Espinas. Su Voluntad está en Mi Cetro Divino. Su Infinito Amor está en todos, a los que Él ama incansablemente.

Y, Mis hijos, ¿harán lo mismo?

Cada uno tiene parte Conmigo en este universo, que creé con perfección para que reconozcan Mi Amor y la felicidad que Yo tengo de estar con Mis hijos. Esa es la razón de Mi Creación. Ese es el Propósito por el cual concreto, manifiesto y realizo Mis Obras a lo largo de los tiempos.

Han sido llamados a vivir este tiempo; por eso, están aquí y no en otro lugar. El Universo Creador guía a los que le obedecen.

Aún hay una obra maravillosa por realizar, incluso en estos tiempos críticos, en los que la impunidad y la indiferencia quieren sustituir al amor y a la unidad; pero no lo permitiré.

Mi Nombre está escrito en todas las dimensiones.

Mi Amor está presente en todos los seres, aun en los que están lejos de Mí, porque el Amor de Mi Hijo hará triunfar la cruz de estos tiempos y los que se aferren a la Luz Victoriosa de Cristo no perecerán.

Hoy, los vuelvo a reunir como hace más de 2000 años, cuando el pueblo de Israel escuchaba a los profetas y seguía las Escrituras.

Pero ahora, sus almas, para Mi Hijo, son el nuevo Libro en el que espera poder escribir el nuevo triunfo de Su Amor, más allá de todas las dimensiones y consciencias, más allá de todo mal.

Él conoce sus verdaderos nombres. Ante Sus Ojos nada está oculto.

Síganlo hacia donde Él los llama a ir, porque este es el tiempo de Su Retorno.

Después de que Él vuelva, volverá Su Padre Celestial. Será más que la zarza ardiente ante Moisés, más que las aguas que se separaron para que Su sagrado pueblo pudiera ser liberado del cautiverio, más que la propia transustanciación del Cuerpo y de la Sangre de Cristo.

Vendré con el poder del Amor de los Cielos, que es más que todas las alabanzas y cantos de los ángeles, más que la propia Presencia de la Hermandad.

En esa hora, Mi Amor se multiplicará más que los panes y los peces, más que la cura que vivieron los paralíticos y ciegos, más que la resurrección de Lázaro y de los muertos.

Mi Amor reestablecerá las Leyes en la Tierra. Más que a todos los elementos, reuniré a todos los Reinos. Más que en el propio Cenáculo de Pentecostés, la lengua será una sola, el entendimiento dará sabiduría y la Justicia Divina reconstruirá a la Tierra, de norte a sur y de este a oeste.

Y, en ese momento, será cuando se plasmará la Cruz de la Nueva Humanidad. La síntesis se completará espiritualmente y los últimos velos caerán de sus ojos para que puedan ver Quién Soy Yo.

Mi Amor aún sigue siendo desconocido; pero después del Retorno de Mi Hijo, todo se consumará, como fue en la Cruz. La ley del sufrimiento ya no existirá, las almas ya no conocerán sus dolores y sus culpas, sino que se les dará a conocer la felicidad del Reino de los Cielos que los ángeles les mostrarán.

En esa hora, resurgirá el nuevo hombre, la nueva consciencia, porque ya no estará unido a la deuda espiritual, sino a la dádiva de los Cielos. Construyan con esperanza este gran acontecimiento. No lo busquen; espérenlo, porque llegará.

Una vez más, la hora de Mi Hijo se aproxima. Por eso, es tiempo de orar con misericordia y piedad.

Que ya no existan la guerra ni la división entre los seres.

Que ya nadie más promueva la cultura del descarte y de la indiferencia, ni siquiera con el hermano que está a su lado.

Sean merecedores de las dádivas del Cielo, porque cielo y tierra pasarán, pero Mi Mensaje permanecerá vivo en los que confían en Mí.

Mi Corazón está lleno de Gracias para todos. Mis Brazos están abiertos a los que quieran sentir Mi Consuelo.

En el silencio, los escucho en confesión.

Que no haya temor, sino fe.

Que no haya desconsuelo, sino esperanza.

Que no haya sufrimiento, sino liberación.

Que no haya maldad, sino amor.

Este es Mi Mensaje a los que vivirán los próximos encuentros con Mi Hijo[1], como una oportunidad única de estar ante el Portal de Mi Misericordia, que se muestra como el Agua y la Sangre de Cristo.

Quien se alegra y los bendice, a ustedes y al mundo, por este encuentro,

Adonai

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
 

[1] Se refiere a los encuentros con Cristo Jesús durante la Maratón de la Divina Misericordia que sucede los días 5 y 6 de cada mes.

Mensaje extraordinario
MENSAJE DEL PADRE ETERNO, TRANSMITIDO EN LOS ALPES, FRANCIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el cansancio, los fortaleceré. 

En la desesperación, los ampararé. 

En la oscuridad, siempre seré la Luz.

En la entrega sincera, Yo Me alegraré.

En el silencio, Yo Me haré sentir.

En el amor, Me verán manifestado.

Debajo de los puros de corazón estará el suelo sagrado de Mi Reino.

Sobre los misericordiosos estará la bóveda de Mi Iglesia Celestial.

De los perseverantes, haré brotar infinitos impulsos.

De los incansables nacerá Mi Fuego de superación y de trascendencia.

Mi Mano siempre estará sobre los justos. 

Mi Soplo del Espíritu conducirá la barca de sus almas y, ante el aparente mar tormentoso, siempre les mostraré la salida.

De los entregados, haré surgir la Fuente Inagotable de Mi Amor.

Mi Paz estará abrazando a los simples.

Mi Luz guiará, como las estrellas, el camino de los consagrados.

Mi Sacerdocio estará protegiendo, a pesar de las batallas, a los que sinceramente le dijeron sí a Mi Hijo.

Nunca Me detendré, a pesar de lo que suceda en Mi Creación, porque Mi Amor es inagotable, Mi Misericordia desea ser la puerta a la redención de todos Mis hijos.

Una y otra vez, Me renuevo en los que están adorándome a través de Mi Hijo en el altar, porque así Yo mostraré Mi victoria en los que caminan a Mi lado.

Hijo, hoy puedes descansar en paz; porque si Me buscas, Me encontrarás; porque si Me llamas, allí siempre estaré; porque si confías en Mí, nada deberás temer.

Yo te hice libre para que crecieras en Mí. Te hice puro para que fueras un testimonio de Mi Presencia.

Descansa en Mis Brazos. 

Sigue dando pasos en el amor maduro. Mi Hijo es tu única escuela. 

Tu Madre Celestial te abrazará con Su Manto.

Eres sacramentado cada vez que Me escuchas. 

Eres sanado cada vez que estás en comunión Conmigo.

Así, eres fuerte para aprender a ser humilde.

Adelante, estoy aquí contigo. 

Soy el que Soy.

Soy Adonai.

 

Mensaje extraordinario
MENSAJE DEL PADRE ETERNO, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE CZESTOCHOWA, POLONIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Cuando tu corazón está afligido por todo lo que ves y por todo lo que vives, es señal de que estás perdiendo la confianza en Mí. 

Pero escucha, Yo nunca te condenaría por tus errores o por tus faltas, solo te mostraría, cuántas veces sea necesario, que Me estás perdiendo de vista y que por diferentes situaciones te alejas de Mi Mano.

Dile al mundo que Soy Misericordioso y que no tengo una vara para medir la Justicia.

Dile a todos que tengo un Corazón de Padre que siente y vive con pesar lo que Sus hijos de la Tierra eligen y hacen. 

Eternamente, tengo Mis Brazos extendidos hacia el mundo y hoy pocos, pero muy pocos, lo pueden percibir.

Mi Amor sigue siendo un misterio, porque las almas escogen amores ajenos. Pero, en verdad, les digo a todos que Soy simple, que Mi Amor es profundo porque sin Amor no podría Ser su Creador, Aquel que contempla la vida desde el Infinito.

Por eso, dile a todos que los espero, que los comprendo, que sé cuán difícil es la batalla espiritual de estos tiempos. Pero también, dile a Mis hijos que tengo cientos de ejércitos angélicos para cada uno. 

Tengo tanto para darles, que nunca lo podrían medir o comprender. Mi Amor y Mi Providencia no son una cuota, no son una condición, Mi Amor por ustedes es una donación inconmensurable.

Dile a todos que los siento cerca y, aún más, que los siento a todos cuando pierden Mi Mirada, una Mirada de Padre que los conoce por dentro, una Mirada que no juzga ni tampoco castiga. El castigo que está viviendo el planeta es generado por ustedes mismos, Mis hijos de toda la humanidad.

En Mi Reino están los tesoros y la felicidad que les prometí desde el principio; pero las almas, muchas veces, no Me reconocen a través de todas las señales que les doy.

Hoy, están ante una civilización espiritual y físicamente enferma, esclava de los vicios, de los placeres y de la ambición de querer poseer y extraer los recursos de la Creación.

Yo no les di el planeta para que lo contaminaran y fueran indiferentes al contaminar y agredir a los propios Reinos, que están al servicio del equilibrio espiritual. Ni siquiera el agua que beben de las entrañas de la Tierra es pura.

Sé que la mente de la mayoría de Mis hijos está en la sobrevivencia. Pero les aseguro que está la solución, están los recursos del Cielo y del universo para que se puedan regenerar, por dentro y por fuera.

¿Qué esperan? ¿Ustedes piensan que la solución llegará del Cielo? 

No, no llegará, Mis hijos. La solución está dentro de ustedes. Tienen todas las herramientas y los medios para poder hacerlo. 

Ustedes aprendieron a conquistarse, aprendieron a destruirse, aprendieron por el asedio de Mi hijo, el ángel enojado, a quitarse la vida.

A lo largo de los tiempos, muchos se preguntaron si el inconveniente o la inflexión de la Creación estuvo en la rebelión del ángel caído, y Yo les respondo: “Sí, lo estuvo”; porque fue entonces cuando verdaderamente comenzó el llamado aprendizaje de toda la Creación.

Fue el gran momento, y lo sigue siendo hasta ahora, en el que la compasión y la paciencia infinita fueron probadas, más allá de todos los errores cometidos desde entonces hasta los días de hoy.

Pero, Me podrían preguntar: “¿Padre, hubo una falla en Tu Divino Proyecto?”. 

No, no hubo. Lo que hubo fue una temible desobediencia a las Leyes Superiores, y esto ha sido así desde aquellos tiempos.

Cuando tu vida está desorientada, aun en el aparente camino de la espiritualidad, debes detenerte, confesar que ya no puedes más solo. A partir de ese acto sincero todo se revierte, se encuentra la Luz en el fondo del abismo.

Ahora, cuando una consciencia se equivoca o tropieza en la misma falla, no es saludable vivir de la culpa porque no se llegará a ningún resultado. Culparse es no reconocerse como hijo o hija de Dios.

La cura de esta situación está en la confianza y en la fe, impulsos que todo lo transforman y todo lo redimen.

En esa culpa y en ese autocastigo se encuentra el mundo. Por eso, les pido que hagan el esfuerzo correcto para que muchos más abandonen ese círculo vicioso de la culpa y del victimismo.

Sean inteligentes y abracen la cruz con gratitud; porque cuando no hay gratitud, la cruz personal se vuelve muy pesada y cuando hay reclamo no hay liberación espiritual. 

Salgan de ese estado y ayudarán a que la arraigada indiferencia mundial ya no sea la causa de tantos males y situaciones inciertas.

Este es el esperado fin de los tiempos. No hay otro tiempo en el que puedan vivir. Acéptenlo.

Mi Hijo, el Redentor del mundo, les prometió el Gran Espíritu Consolador. Aquí está, Yo Soy el que Soy. Soy ese Infinito e Inconmensurable Espíritu que los ama y que los ilumina en la actual noche oscura planetaria.

No se dejen empujar por lo que viven de incierto. Nada prevalecerá por encima de Mi Amor, porque Mi Amor viene a sanarlos, viene a hacerlos retornar a la Casa de su Padre Eterno.

Que hoy sientan disolverse sus pesadas cadenas del pecado, para que el pecado original sea liberado de la humanidad.

Que hoy sientan disolverse sus pesadas amarras, para que el mundo sea finalmente liberado de la dualidad.

Porque Mi Amado Hijo les prometió Su Retorno y, ese Retorno tan esperado, está cerca. Crean en esto. Estén en vigilia y oración para poder reconocerlo.

Que la Eterna Luz de la Fuente los bendiga, los proteja y los ampare.

Que la cura espiritual sea una realidad, sea el camino de la definitiva reconciliación de toda la humanidad con el Reino de los Cielos.

Hoy, hago de Mis Palabras un testamento.

Los amo infinitamente, más de lo que pueden concebir.

Vuestro Padre Eterno, 

Adonai

 

Mensaje extraordinario
MENSAJE DEL PADRE ETERNO TRANSMITIDO EN GAVARNIE, LOS PIRINEOS, FRANCIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Estoy aquí, no solo donde Me puedes ver y contemplar a través de la naturaleza, de todo lo que he creado para que fueras feliz a través de Mi riqueza espiritual, sino también estoy dentro de ti, llamando fuertemente a lo más profundo de tu ser para que Me escuches y Me sigas.

No Soy un Dios de Justicia, Soy un Dios de Misericordia. 

Soy un Padre que, con el Corazón dolido, contempla cómo Sus hijos se comportan, cómo Sus criaturas actúan, no solo contra Mi Creación, sino también cómo Mis hijos no se respetan y se lastiman haciendo guerras, destruyendo familias, desplazando a millones de inocentes, separando padres de hijos para que vayan a la guerra.

¡Oh, cuánto dolor íntimo y desconocido Me genera toda esta situación que acongoja a Mi Corazón Eterno de Padre, de un Padre que hoy no es escuchado, aun enviando a Mis predilectos Mensajeros del Cielo y de las Estrellas!

Miren en qué convirtieron Mi Creación, al punto de querer conquistar el espacio solo para demostrar quién puede más.

Mis criaturas, les aseguro que nunca Me encontrarán entre las riquezas, nunca Me hallarán en lo que es cómodo o placentero para todos. Mi Esencia está perpetuada en el silencio y en el Amor.

Yo los creé para que dieran frutos en el amor, en el servicio y en la fraternidad. Sin estos tres principios básicos, Mis hijos no podrán ser felices porque Yo los creé para que Me amaran, Yo los hice crecer para que Me sirvieran, Yo los uní como hermanos para que vivieran en fraternidad. 

Y, en un planeta de desigualdades y de ambiciones, Mis hijos fueron llevados a permanecer en la oscuridad y en los vicios, olvidándose de Mí y creyendo, por engaño de Mi adversario, que Yo los abandoné. 

¿Cómo creen que el Padre Eterno sería capaz de abandonar a Sus hijos o de castigarlos?

Sé que, a lo largo de los tiempos, muchos hijos Míos, aun los que se dicen espiritualizados, perdieron la capacidad de escucharme y de reconocerme.

Siempre intento enviarles señales de Mi Presencia para que sepan que estoy aquí, no solo en la belleza de lo que Yo creé para ustedes, sino también estoy en ustedes, muchas veces censurado por sus pareceres y por sus ideas.

Es así que los que una vez escogí con Mi propia Mano se alejaron de Mí, creyendo en sí mismos y dejando de creer en Mi Amor Consolador.

¿Cómo creen que el Padre Celestial se puede sentir cuando entre hermanos se tratan inadecuadamente, se lastiman ferozmente y destruyen la casa que con tanto amor y cuidado les di?

¿Cómo creen que el Corazón de su Padre Eterno se puede sentir cuando lanzan bombas, aniquilan vidas, descartan niños, separan a las familias y siembran el odio y la impunidad?

¿Cuánto más Mis hijos amados harán sufrir a Mi Corazón silenciado?

Hijos, este no es el mundo ni la humanidad que deseo para ustedes, perdieron el camino hacia la Tierra Prometida. Por eso, les envié hasta los días de hoy a Mi Hijo Resucitado y a la Madre de todos, una Madre que solo Me pide dejarla hacer más y más por Sus pequeñas e ignorantes criaturas.

Les pido que le digan al mundo entero que se vuelva hacia Mí, porque Mi Corazón precisa ser reparado y Mis Brazos están abiertos todo el tiempo para recibirlos, para escucharlos, para llamarlos al camino de retorno a la Casa de su Amoroso Padre.

Si las almas no se vuelven hacia Mí, los corazones seguirán sufriendo, las familias serán la fractura social de esta época, las guerras seguirán siendo noticia y conmoción para todos.

Yo no los creé para que se convirtieran en instrumentos del mal, Yo los hice surgir para que fueran testigos de Mi Amor. 

En Mi silencio eterno, rezo por ustedes, junto con los ángeles adoradores.

Y los que se ofrecen a Mí, como postulantes a ser víctimas de Mi Amor, que lo sigan aspirando todos los días para que la vida de los Nuevos Cristos, anónima y abnegada, siga siendo la causa, el motivo, para aplacar todos los errores del mundo.

Que, por los méritos alcanzados en los sufrimientos incontables de Mi Hijo, más consciencias algún día se den cuenta, por sí mismas, de que se olvidaron del Amor que los creó.

Los bendice siempre, eternamente,

Su Padre Celestial,

Adonai
 

Mensaje extraordinario
MENSAJE DEL PADRE ETERNO TRANSMITIDO EN EL MONTE SUBASIO, ASÍS, ITALIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 99.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Vendré, con Mi Hijo, en el ocaso. A través de Mi Hijo, traeré el Nuevo Tiempo y el surgimiento de la Nueva Raza.

Ustedes son parte de Mi Matriz Universal, fueron originados a través de Mi Proyecto, el Proyecto de Mi Voluntad.

Todo lo que creé es para ustedes, no para que lo transgredan, no para que lo conquisten ni tampoco para que lo sometan; sino para que lo reverencien, para que lo hagan sagrado y bendito.

Pero, esta parte de la Creación, a la que pertenecen, es la que vive la mayor transición de estos tiempos. Mis hijos, que son Mis criaturas, quedaron ciegos y no Me pueden ver ni percibir. 

Por eso, envío a todos los Mensajeros que están a Mi servicio eterno, al servicio del Plan del Padre, al servicio de la Creación. He enviado a la Tierra a muchos ángeles y a grandes Jerarquías para que, a lo largo de los tiempos, la humanidad escuchara la Palabra de Dios y la cumpliera.

¿Pero, qué ha pasado en el fin de estos tiempos que la humanidad está sumergida en el caos?

Desde la entrega de Mi Hijo, en el Huerto Getsemaní, Él ya sabía que este tiempo les llegaría a todos ustedes, a esta generación humana. Por eso, cuando les hablo que vendré en el ocaso, es porque ese tiempo se aproxima y está muy cerca.

Pero primero, tienen que estar en comunión eterna Conmigo, por medio del Legado de los Sacramentos que Mi Hijo les enseñó con tanto Amor. Pero muchos de los Sacramentos recibieron sacrilegios, grandes ofensas e irreverencias. 

Es a través de los buenos y sanos apóstoles que Mi Hijo lleva adelante Su Plan, para poder cumplir con el Plan del Padre.

No es en las grandes cosas que Me encontrarán, sino en lo que es más pequeño y simple; y ustedes, Mis criaturas, ya lo saben.

Por eso, decidí, hace mucho tiempo, nacer en un pequeño pesebre, para que el mundo comprendiera que Dios no se cree poderoso, sino que Dios es humilde y pequeño, al punto de haber nacido en un humilde lugar, en una simple gruta, para que los hombres y mujeres de la Tierra pudieran reconocer al Dios Vivo dentro de sí mismos y pudieran reerguir a esta humanidad herida y lastimada.

Hoy, Yo vengo con la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Vengo, en esta Unión Trina, a decirle al mundo que aún tiene tiempo para poder cambiar y enmendar sus errores, para arrepentirse y hacer penitencia, para liberarse de sí mismo para siempre; y poder estar, en el cercano tiempo, en la llegada de Mi Hijo, el Retorno del Redentor.

Desde lo alto de esta montaña, Yo emito este Mensaje al mundo entero para que sepan que estoy cerca de todos y que, en el silencio de Mi Presencia y de Mi Corazón, medito sobre ustedes, medito sobre los próximos tiempos que vendrán.

El hombre Me cambió por el dios de las tecnologías, por el dios de las modernidades, por el dios del descarte, de la indiferencia, de la falta de amor y de hermandad.

Pero aún, mantengo firme Mi Propuesta y Mi Propósito a través de todas las Sagradas Jerarquías que han evolucionado en este universo y en otros, y que le traen al mundo un impulso interior de renovación para que, en la superficie de la Tierra, al menos exista un pequeño grupo de consciencias que represente a la Nueva Hermandad, esa Hermandad que debe surgir en este plano material, para que así los tres planos cuenten con servidores disponibles, íntegros y enteros, para llevar adelante la recreación de esta Creación.

Esto se dará a través de la entrega de los corazones, a través del servicio de las almas y a través de la disposición de los espíritus de todo este universo.

De esa forma, se acoplarán Conmigo, por medio de una gran red de Luz interna, profunda e intransferible. Una red que une a consciencias, a almas y también a corazones que, aunque no estén totalmente despiertos, forman parte de esos núcleos profundos de Mi Vida Divina.

Yo les traigo, a través de este Mensaje, una oportunidad de concientización y también la Gracia de la Paz, porque sé que las necesitan, porque sé que muchos de Mis hijos están lejos de Mí y no quieren escucharme, ni siquiera quieren sentirme o conocerme.

Les pido que no se queden con la imagen del Dios de la Justicia, sino con la del Padre de la Misericordia; un Padre que los conoce desde los orígenes, desde la Fuente, desde lo más profundo y eterno de la Creación, de donde vinieron para poder servirme en este mundo, en este planeta que Yo les oferté con mucho Amor.

Ahora, pueden ver con sus propios ojos en lo que han convertido esta casa sagrada, esta creación bendita, este planeta especial entre tantos planetas del universo. 

No pierdan la oportunidad de concretar el Proyecto de Dios y de hacer los esfuerzos necesarios para que se pueda cumplir.

Mas, hay una sola premisa para que esto suceda: depende de cada uno de ustedes que esto se lleve adelante. No basta con pocas consciencias para que se pueda llevar adelante la próxima humanidad.

Deseo ardientemente, desde lo profundo de Mi Espíritu y de Mi Corazón, que muchas más almas, muchas más consciencias en este mundo, formen parte de la Nueva Raza.

Aunque el momento que están atravesando es el más difícil de todos, es el más oscuro y hasta tenebroso; Yo los invito a colocar su mirada en lo alto del horizonte, como en estas montañas del Monte Subasio, desde donde viene la Luz del Sagrado Sol del Padre Eterno para poder iluminar sus caminos, para poder traer sabiduría a sus consciencias, para poder conducirlos hacia Mi Paz.

Lo que creé en el principio, desde el origen de las primeras civilizaciones, fue una Tierra rica y provechosa, una Tierra abundante, con frutos y con naturaleza, con Reinos Menores, con mucha vida y mucha luz. Pero Mis hijos, criaturas de este planeta, lo han destruido y lo siguen destruyendo.

Es así que la consciencia de este planeta, el alma de la Tierra, está de parto, pero también está gritando. La Tierra, este planeta, tiembla y muestra su furia por todo lo que sus hijos le han hecho en la superficie. Es tiempo de reparar esta situación no solo con buenas acciones, sino también con consciencia y determinación.

Hijos amados, Yo les traigo el Amor del Padre, el Amor del Hijo y el Amor del Espíritu Santo. 

Yo les traigo la oportunidad de seguir un camino de obediencia, de humildad y de paz, para que puedan encontrar, en este camino que Yo les ofrezco, un camino de redención y de amor, un camino de renovación y de paz; porque las almas siguen el camino de la distracción que las lleva por otros senderos que no son Mis senderos, que no son los caminos de Mi Voluntad.

Mientras esto suceda, muchas más almas, pero muchas más almas, perderán la oportunidad de servirme, de conocerme y hasta de amarme. Por eso, el sacrificio de unos pocos representa un gran esfuerzo por los que no lo hacen, por los que son ignorantes, por los que son inconscientes, están distraídos y perdieron el camino hacia Mi Corazón.

Con este Mensaje, Yo les traigo, Mis criaturas, no solo un llamado a la concientización, sino también el despertar. No les hablo de algo religioso ni tampoco espiritual, les hablo de lo más simple y hasta de lo más concreto, en donde se debe dar el cambio de toda la humanidad para que el alma de la Tierra, el alma de la naturaleza, no se rebele contra ustedes.

Sean pacificadores del planeta, sean siervos de Mi Palabra, sigan los pasos que Yo les indico hacia Mi Corazón y todo se renovará y se curará.

Yo Soy su Padre Eterno, Adonai, Emmanuel y Abba. 

Recen Conmigo.
 

Padre nuestro,
que estás en el Cielo,
santificado sea Tu Nombre;
venga a nosotros Tu Reino;
hágase Tu Voluntad 
en la Tierra como en el Cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos 
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal.

Amén.

A pesar de que la barca parezca naufragar, de que la tempestad sea más fuerte que su fortaleza interior y de que los ataques de las corrientes contrarias quieran hacerlos sucumbir, no desistan porque Yo les daré el don de la Fortaleza y el de la Ciencia para que sepan actuar.

Mi Protección está sobre ustedes.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Mensaje extraordinario
MENSAJE DEL PADRE ETERNO TRANSMITIDO EN ALGARVE, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 97.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Refúgiate en Mí.

Soy parte de tu respiración y de todos tus sentidos, más aún, de todos tus sentidos internos. 

No temas, anímate a cruzar los océanos de Mi Consciencia.

Surgiste de un espacio, tan bendito y sagrado para Mí, que debes aspirar a recordarlo. 

¿Lo sabes?

Ten fe, porque Yo siempre te sostendré.

Estás como una pequeña e inofensiva ave sobre Mis Manos. Te acaricio y te consuelo con la Luz de Mi Eterno Corazón.

Despierta, hijo. Es hora de que te abras internamente para poder conocer Mis más profundos misterios. No dudes de lo que te digo, sé valiente y lo conseguirás.

Todo lo que te di fue para que Me hicieras feliz. Cada parte de Mi Creación fue perfectamente pensada para agradarte y hacerte sentir muy cerca de Mí.

En el silencio, allí estoy. En cada Reino Menor de la Naturaleza, allí estoy. En los elementos, allí estoy. Te pido, búscame y Me encontrarás.

Estoy más allá de lo que es concreto. Estoy muy cerca de ti, más cerca de lo que te puedas imaginar. 

Aproxímate a Mi Creación. Todo lo que ves, en este planeta y en todo el universo, está con los brazos abiertos para recibirte.

Sé fuerte, pero también sé paciente. Como nadie más, tu Padre Celestial sabe sobre el momento que tú y Sus demás hijos están atravesando. Mas, donde está Mi Amor, está Mi Creación.

Abre tu mente e imagíname. Soy más que lo que se ha escrito sobre Mí. 

Mi Ciencia es Sabiduría y les doy a Mis criaturas esa Sabiduría para que Me puedan representar.

Mi Amor es Compasión. Les doy a Mis criaturas Mi Misericordia para que se puedan perdonar a sí mismas y a los demás.

Debes saber que no estoy lejos de todo lo que esta humanidad y este planeta viven. Yo también sufro el pesar de Mis criaturas, pero muchos de Mis hijos se apartaron de Mi Amor y, al apartarse de Mi Amor, se alejaron de Mi Verdad.

Aún estoy con los Brazos abiertos y, en silencio, espero a cada uno de Mis hijos para que esté a Mi lado, junto a un Padre que lo ama desde siempre, con un Amor que no cambia, con un Amor que lo lleva hacia la Verdad.

Hoy, estoy emitiendo este Mensaje al universo interior de todos Mis hijos, porque todos son Mis hijos, sin distinción. 

Este es el tiempo de preparar la llegada de Mi Amado Sucesor, el Cristo. En Él, Yo les di la Vida, Yo les enseñé el Camino y Yo les entregué la Suprema Verdad del Corazón.

Hijos, no se dejen confundir por el mundo, miren hacia su interior. Yo estoy allí, porque allí está Mi Iglesia. En ese espacio sagrado, estoy para escucharlos, estoy para atenderlos; puedo verlos, puedo sentirlos, puedo saber sobre cada pensamiento.

No tengan miedo. Vacíense un poco más para que Mi Amor y Mi Luz los puedan gobernar.

Bienaventurados los que padecen injusticia, porque serán consolados.

Bienaventurados los que son esclavizados, explotados y exiliados, porque en el último día serán reconocidos y serán llamados benditos santos del Padre.

Alégrense los que reciben Mi Misericordia, porque las cadenas y las prisiones se romperán y la Luz de Emmanuel vencerá.

Que tus manos siempre estén en oración Conmigo para que, más allá de todo, estemos comunicados en espíritu.

Vengan a Mí los desahuciados, vengan a Mí los oprimidos y los que están cansados; porque Yo los consolaré y los bendeciré con Mi Espíritu, así como Mi Bendito Hijo Jesús fue bendecido en el río Jordán.

Que tu vida aspire a ser un nuevo sacramento. Te ofrezco Mi Reconciliación para que sepas que Yo Soy la Paz.

Con tus pies, camina seguro de que sigues la senda de retorno hacia la Casa de tu Padre, que está en los Cielos y que está dentro de ti. 

Sacia la sed en Mi Fuente Divina.

Aquí está Mi Nombre, alabado y exaltado, para poder erguir de las ruinas a la consciencia de Mis hijos. 

Quédate en Mí, porque escucho tus palabras.

Tu Padre Celestial,

Adonai

Mensaje extraordinario
APARICIÓN DEL PADRE ETERNO Y DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, EN EL PRIMER DÍA DE LA SAGRADA SEMANA

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

En este momento, a pedido de Nuestro Señor, todos vamos a cantar uno de los Nombres de Dios, invocando el descenso de la Iglesia Celestial sobre el planeta.

Vamos a cantar “Eloha Shamayin”.

Todos nos ponemos de pie para reverenciar este momento, Nuestro Señor está llegando con la Iglesia Celestial.
 

La Voz de Cristo Jesús:

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Mientras las bases de Mi Iglesia se afirman en la superficie de la Tierra, grandes fuerzas del mal son liberadas del planeta por la elevación de las estrellas caídas. Sean bien recibidos en la Iglesia Celestial de Mi Padre y en la esencia de todos Sus misterios de Amor.

Ante la presencia de Su Sagrada Arca, reciban los impulsos de Luz que provienen de Dios a través del Corazón Misericordioso de Su Hijo.

En compañía del universo angélico, preparen sus corazones en este momento, para ofrecer sus almas a Dios y ser partícipes de esta tarea que su Maestro y Señor realizará en el mundo.

Las puertas de Mi Iglesia ya están abiertas y las almas están llegando al Templo de Mi Corazón. Las almas llegan, así como se encuentran, en el estado espiritual y material en el que viven, con sus imperfecciones y errores.

Las almas llegan al centro del Templo de la Iglesia Celestial, donde se encuentra el Arca Sagrada, que actúa como una fuente espiritual de Luz para todas las almas que, en este momento, se aproximan a ella.

A un lado del Altar Mayor de Mi Iglesia Celestial se encuentra la Virgen Madre con las santas mujeres y algunos apóstoles, rezando por ustedes, en el silencio contemplativo de la oración que se refleja a través del espejo del corazón.

Lleven una mano hacia el corazón y sientan su latir. Mi Corazón late igual que el de ustedes, sintiendo el pulsar de la renovación y de la vida. Lleven la Luz de Mi Iglesia hacia su corazón y que la otra mano esté en ofrecimiento.

Vean la llegada, en este momento, del Padre Celestial en Su estado de Consciencia Única. Y, en el vacío de sus seres, realicen la entrega que hoy le harán a su Redentor.

La Iglesia Celestial se sigue expandiendo sobre el mundo para que todas las almas de todas las naciones, pueblos y razas ingresen a Mi Iglesia Celestial y todos comprendan una sola lengua, un solo sentir, que es el idioma del corazón, inconfundible y perfecto.

Ahora que están conscientes de lo que sus almas están viviendo Conmigo, por todos sus hermanos de la Tierra, ingresen al pasillo principal de Mi Iglesia Celestial y aproxímense al Altar Mayor, en donde está el Arca de la Santa Alianza.

Hoy, estamos ante el momento en el que Dios pensó en crear a Sus criaturas. A través del Arca de la Santa Alianza, encima del Altar, sientan en sus corazones el gran momento de Nuestro Padre Creador, cuando Él quiso tener seres semejantes a Él para que lo amaran y lo adoraran.

Estamos ante el Dios de la Misericordia. Sientan el Corazón de Dios que, en Su silencio, le implora al mundo, diciéndole:

 

La Voz del Padre Eterno:

¡Reconcíliense Conmigo! Yo Soy su Creador, Soy el Principio y Soy el Fin. En Mi Casa existe un lugar especial para cada uno de Mis hijos.

Hoy, Mi Amado Hijo Me ha pedido traerlos hacia Mí y ustedes están ante Mí en este momento.

Soy el Dios de la Misericordia, de la profunda Sabiduría Divina, el Dios de la Compasión y del Amor.

Hijos, enderecen sus vidas, corrijan sus caminos, el tiempo final se aproxima y solo Me tendrán a Mí para poder atravesarlo. Soy el Dios de la bondad, el Dios de la aceptación, el Espíritu incondicional.

Hoy, su Padre Eterno no mira sus faltas, sino el don que con tanto amor colocó en cada uno de ustedes. ¿Cuándo Me lo ofrecerán? Mi Hijo les ha enseñado cómo hacerlo.

Este es el tiempo de la reconciliación, para que la paz y la cura lleguen al mundo.

He movilizado a todo el universo en este momento, porque su Padre está aquí, viendo cómo Sus hijos se pierden y se maltratan, cómo se alejan de la Ley y de la Verdad.

Yo no los creé para que sufrieran, sino para que tuvieran vida eterna a través de la Presencia de Mi Hijo, su Redentor. Hoy, les he permitido que ingresen en Mi Iglesia Celestial para que reciban, en sus mundos internos, todos los misterios que concibieron esta Creación, antes de que ustedes existieran.

Están ante el Legado de la Sabiduría de Dios por medio del Arca de la Santa Alianza. Así, la Nueva Jerusalén se aproxima y los hijos retornan a la Casa de David para retomar el camino, que una vez perdieron, hacia el Propósito de Mi Corazón.

Solo le deseo la felicidad al mundo y no la justicia, pero Mis hijos no lo comprendieron. Una vez, Yo descendí a la Tierra para enseñarles sobre el Amor a través de la Palabra, de cada una de Mis Llagas, de la entrega absoluta de Mi Corazón.

Yo Soy el Dios Vivo, Inmutable e Infinito. Mi Casa los espera algún día, pero mientras estén aquí aprendan todo lo que les dona el universo, enmienden sus errores, purifiquen sus faltas y la cura se alcanzará.

Vengo a darles una expiación que hoy no comprenderán, pero que en poco tiempo lo sabrán, porque sus almas son las que necesitan de esta Gracia de escuchar al Dios de la Creación.

El Libro de la Vida de la Creación espera ser reescrito por cada uno de ustedes, por medio de sus experiencias de perdón y de redención.

En este primer día de la llegada de Mi Iglesia a los corazones del mundo, vengo a celebrar junto con Mi Hijo, el primer y fundamental Legado que su Redentor le dejó a la humanidad: el Sacramento de la Eucaristía.

Así como lo hacen sus almas en este momento, en el recogimiento del corazón y en el vacío, prepárense para el ofrecimiento, a fin de que todo lo que aquí sucedió, así como todo lo que aquí pasará, siga teniendo sus frutos de Misericordia y de Amor en cada alma de esta humanidad.

Coloquen su rostro sobre Mis Pies.
 

Todos oran:

Mi Dios,
yo creo en Ti,
yo Te adoro, yo Te espero y yo Te amo;
y Te pido perdón por los que no creen en Ti,
no Te adoran, no Te esperan y no Te aman.

Amén.

 

Reciban el símbolo de la Geometría Sagrada del Arca de la Santa Alianza y llévenlo al corazón con gratitud y reverencia.
 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Nuestro Señor dice que la Palabra de Dios llega al mundo después de dos mil años.

 

La Voz de Cristo Jesús:

Mi Padre los absolvió.
 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Nuestro Señor llora por los no creyentes, por los que lo han abandonado y no tuvieron fuerzas para sostenerse en Él, y nos muestra la Luz de Sus Cinco Llagas: la Luz de Sus Manos, de Su Costado y de Sus Pies. 

Y, en Sus Manos, nos presenta Su Corazón dorado de Luz, más fuerte que cientos de soles.

Él, por los méritos de Su Misericordia y de Su Dolorosa Pasión, bendice a la humanidad, a los cinco continentes y a todas las naciones, para que la Ciencia de la Sabiduría ilumine a las mentes de los hombres a fin de que se establezca la cura y la reparación de la humanidad.

Así como Nuestro Señor nos entrega Su Corazón en esta tarde, entreguémosle también nuestro corazón.

Celebremos.
 

La Voz de Cristo Jesús:

Como hace dos mil años atrás, Yo les vuelvo a entregar Mi Vida y todo lo que Soy por una simple razón: que vivan en Mi Amor y que conozcan la Verdad.


A continuación, se celebra la Comunión Eucarística.


La Voz de Cristo Jesús:

El trabajo más real de estos días sucederá en los mundos internos. Es allí en donde ustedes encontrarán Mis tesoros para poder servirse de ellos en este tiempo final.

Les agradezco por haber ingresado a Mi Iglesia Celestial.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Mensaje extraordinario
MENSAJE DEL PADRE ETERNO PARA LA HUMANIDAD, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Hijo:

No tengo límites para estar cerca de ti ni tampoco encuentro impedimentos para encontrarte. 

Soy capaz de estar cerca tuyo en cualquier lugar. Nada Me separa de ti y tú nunca te separas de Mí. Solo cuando te alejas de Mi Amor, te sientes en un gran vacío o en una constante soledad.

Vengo de la Fuente Inmaterial para comunicarme contigo y con cada ser interno que cree y confía en Mí. 

Siempre estoy a tu lado. Conozco tus misterios. Veo tus realidades que son desconocidas para la mayoría, aunque para Mis Ojos eres igual y semejante a tus hermanos.

Sí, todos los seres humanos, Mis hijos, son hermanos. Todos son parte del mismo Padre y de la misma Madre. Nunca pensé en crearlos diferentes unos de otros, todos son iguales dentro de sí y eso no cambiará.

He creado el universo y todo lo que existe en él para que Mis hijos Me hicieran feliz y fueran felices Conmigo, porque los amo, los amo tanto, más que a todo lo que existe. 

No hay mayor amor que el que Me pueden dar Mis hijos. Por eso, cada vez que Me reconocen como su Padre Celestial, Mi Amor por ustedes crece más y más. No tiene finitud ni dimensión alguna. Es con ese Amor y por ese Amor que Yo los creé a imagen y semejanza de Mi Espíritu, para que Mi Espíritu pudiera estar en cada uno de ustedes y ustedes pudieran estar en Mí.

Pero, a lo largo de los tiempos, Mis hijos, ustedes se distanciaron de Mi Amor, del Amor verdadero que les da la vida, del Amor que los nutre y les da el sentido y la razón espiritual, mental y física de estar aquí, en este amado y dolorido planeta que Yo les entregué para que aprendieran a crecer y a ser como la consciencia de este planeta es. 

Les di absolutamente todo lo que tengo, todo lo que Soy y todo lo que fui. Nunca les dije “no”, siempre les di el sí para que pudieran crecer en amor y en sabiduría.

Pero, desde el principio Me desobedecieron y a lo largo de los tiempos perdieron el camino hacia Mí, hasta que se alejaron tanto de Mí que ya no Me podían oír ni sentir dentro de ustedes. Mas, siempre Yo los perdoné y les envié Mi amorosa ayuda porque sabía que no tenían consciencia de lo que estaban haciendo.

Por eso, como un Buen Padre que nunca abandona a Sus hijos, decidí darles más ayuda. Entonces, envié a Mis Mensajeros a la Tierra para que Me volvieran a escuchar, a sentir y a reconocer dentro de ustedes.

Hijos, no hubo ni un segundo en el que dejara de pensar en ustedes, porque al ser parte de Mí es como si una parte de Mí muriera por falta de la luz del Sol.

Por eso, decidí encarnar en este mundo como el Niño más pobre de entre los pobres, en el tiempo más agudo del planeta y en el lugar más humilde de todos; para que ustedes, Mis Hijos, pudieran reencontrar Mi Luz y cada uno, a lo largo de los tiempos, volviera a ser Mi Luz en el mundo.

A pesar de la dualidad, que deberá ser vencida y del mal que deberá ser expulsado y disuelto por la fuerza del Amor, les di la mejor y la más humilde Madre entre todas las madres para que, a través de Ella, recordaran su filiación Conmigo.

Hoy, el mundo no escucha a Dios porque la atención de los hombres en las modernidades y en las comunicaciones las tornaron su dios. Las almas ya no hablan Conmigo, no Me buscan. Tengo tantos hijos, pero solo la minoría Me recuerda. Llamo a la humanidad dormida, porque hoy es el tiempo del despertar.

Soy Aquel que los ama. Soy Aquel que no tiene religión y que es nombrado por más de setenta y dos Nombres Sagrados.

Ya no sufran más. Ya no castiguen al planeta. Ya no extingan a Mis hijos de los Reinos Menores, que con tanto Amor les di. 

Reconcíliense, unos con otros. Vivan el amor y la paz se alcanzará. Ya no sientan odio. Ya no siembren maldad. Sean una única familia. Sean la Nueva Jerusalén. Abandonen los vicios. Escuchen la voz de sus corazones. Escuchen el llamado de sus almas. Tengan fe.

Todo lo que viven fue creado y generado por ustedes, hijos Míos. Pero, tengo tanto Amor para darles, tanta alegría para entregarles, que Mi Corazón está tan lleno y es tan vasto como los océanos.

Aprendan a servir. Aprendan a respetarse y a reconocerse. Vivan los valores y los atributos que les enseñé y sentirán la paz universal. 

Regresen a Mí, hijos amados. Recapaciten, emprendan sus sueños con base en Mi Presencia infinita en sus vidas. 

Sean generosos y compasivos. Sean más amorosos, más bondadosos y serviciales, y el mundo no sufrirá más. 

Escuchen Mis Palabras. Sean el ejemplo de vida que tanto espero. 

No los abandonaré y nadie les quitará la unión que pueden tener Conmigo. Les pido que se perdonen, que ya no vivan en el egoísmo.

Ayuden a la humanidad a despertar con la transformación y la santidad de sus vidas.

Oren, y recibirán todo lo que necesiten. 

Yo Soy el que Soy.

Les agradezco por dejarme ser parte de ustedes para siempre.

No le teman al fin de los tiempos, porque este es el tiempo final de todo el desvío del mundo. 

Mi Hijo Amado retornará y partirá el Pan, Su Divino Cuerpo, frente a ustedes. Y ustedes, Mis hijos, podrán comulgar de Mí y Yo Me sentiré feliz como su Padre, un Padre que espera que Sus hijos crezcan en el amor y en la generosidad.

Siempre los escucho y los tengo a todos en Mi Corazón.

Soy su única Verdad y Motivo.

Soy su Divino Creador, su Padre Supremo,

Adonai

Amén.

Mensaje extraordinario
APARICIÓN DEL PADRE ETERNO Y DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, EN EL QUINTO DÍA DE LA SAGRADA SEMANA

La Voz de Cristo Jesús:

He aquí el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, celebrando este momento con la humanidad y con todos los pueblos de la Tierra.

He aquí Quien ha dado origen a todo lo creado.

He aquí el Hijo que padeció por ustedes.

He aquí el Espíritu Santo que descendió en Pentecostés a traerle al mundo la Gracia de Dios.

Están ante el misterio de los Cielos, la revelación de la Santísima Trinidad, presente en Sus Tres Personas, para dar testimonio ante el mundo de que se debe cumplir la Voluntad de Dios hasta el fin de los días.

Ahora, escuchen la Voz del Padre.
 

La Voz del Padre Eterno:

Yo Soy el Principio y Soy el Fin. Quien vive en Mí, Yo vivo en él y nunca nada le faltará.

Le pido al mundo que escuche la Voz del Padre y que la torne propia para que germinen las semillas de Su Reino.

Queridos hijos de Mi Creación, no se olviden del Propósito. Todo tiene una finalidad para Mí y a ustedes les restará cumplir Mis Designios para que toda la Creación los bendiga y haga de este tiempo un tiempo de Justicia, en el que todo deberá ser reparado.

Escuchen la Voz de Aquel que dio origen a todo lo que nace de una Fuente Inmaterial, que esparce rayos por todo lo creado, para que las virtudes divinas se cumplan en todos los planos y en todas sus manifestaciones.

He venido con Mi Hijo a revivir este momento, en el que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo se hacen pequeños en la Eucaristía y se dan a las almas, infinitamente.

Que el mundo corrija sus caminos para ser merecedor de la Misericordia del Altísimo.

Que recapaciten las consciencias y asuman la misión que han venido a cumplir en esta Tierra, porque así el Plan descenderá y no quedará solamente en los Universos Superiores.

Ustedes deben ser testigos, hijos Míos, de este Plan. Y esto primero comenzará en ustedes con la transformación de sus vidas, con la consagración de sus almas, con la elevación de sus espíritus.

Así como vine al encuentro de Moisés, hoy vengo a ustedes, a reunir a Mis tribus sagradas en los cuatro puntos de la Tierra y prepararlas para el gran momento del Retorno de Mi Hijo.

Que las almas sean dignas de este momento y reciban al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo como una bendición, para que este planeta cuente con sucesores del Proyecto de Dios, porque es necesario que Mis Designios se cumplan en todas las razas y en todos los pueblos. Aún tengo Designios importantes para las almas, de todo lo que debe cumplirse en este mundo.

Vivan este momento como el último y háganlo parte de sí, en Comunión Trina con el Único.
 

La Voz de Cristo Jesús:

Queridos compañeros, Mi Padre quisiera decirles muchas cosas más. El mundo debe escuchar la Verdad y no temerle, porque aún hay tiempo para convertirse y realizar en la vida de cada ser el principio del Propósito de Dios.

Sientan la insondable Presencia del Espíritu Santo y cómo el Santo Espíritu emana Su infinita realidad, haciendo a las almas partícipes de esta Comunión Trina.

Hoy, no solamente el Hijo se entrega al mundo, sino también el Padre y el Espíritu Santo.

Sabemos que nadie comprenderá lo que esto significa; porque, así como en este día todo sucede en el Cielo, también todo sucede en la Tierra, y uniendo los tiempos de Dios se establece una condición especial en el espíritu, en la mente y en los cuerpos.

Tienen que saber que núcleos más profundos están siendo trabajados porque, mientras el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo están aquí, el mundo entero estará siendo ayudado en su proceso de redención en los próximos tiempos.

Hoy, el Hijo Amado ha venido con el Padre y el Espíritu Santo para volver a instituir Su Legado en la Tierra y, de esa forma, renovar los tiempos y las consciencias con el sagrado oficio de la Eucaristía.

Benditos sean los que hoy revivan la Pasión de Cristo en el Santísimo Sacramento del Altar, porque año tras año más almas despiertan y la ignorancia humana se va debilitando, al reinar el Amor de Dios y Su Presencia en los corazones.

Quisiera, detrás de los sacerdotes, a todas las madres de esta Orden[1]; a los pies de este escenario, a todos los consagrados del monasterio; después de los consagrados, a los adoradores[2] y por último a las auxiliadoras[3] de Mi Divina Misericordia.

Vengo, en este día, a expandir definitivamente Mi Obra en el mundo. Sé que no sabrán lo que esto significa, porque el mundo es muy inmaduro. Solo coloquen Mis Designios en sus corazones para que su Maestro pueda obrar en este tiempo y en la humanidad.

En este momento, quisiera que todas las madres tuvieran una vela encendida para estar en vigilia Conmigo.

En este Jueves Santo, hemos llegado a un momento definitivo de la humanidad y también llegamos al comienzo de un nuevo tiempo, en el que todo se desatará.

Ahora, quisiera a los sacerdotes alrededor de esta mesa.

Hoy, el Hijo se ofrece de nuevo ante el Padre y el Espíritu Santo en este sacrificio y viene a testimoniar, nuevamente, el Legado de Su Pasión por intermedio de este ejercicio espiritual, en el que las almas aquí presentes y las almas del mundo participarán de este Sacramento Espiritual.

Bendeciremos esta mesa, así como Dios lo manda. De esta forma, los ángeles transustanciarán los elementos y las consciencias que estén abiertas a recibirlos.


Padre del Amor y de la Misericordia,
que hoy estás presente con Tu Hijo y Tus hijos
en la sagrada compañía del Espíritu Santo,
bendice este momento y este lugar,
así como a todos los que participan,
dándole honor y gloria a Tu Presencia Infinita,
como un acto de reparación,
de reconciliación y de perdón
por todos los pecados del mundo
cometidos hasta el presente.

Que Tus Manos, Padre,
santifiquen todo lo que has creado
a imagen y semejanza de Tu Amor.

Y que esta agua, derramada hoy,
eleve a las consciencias en profunda comunión
con la donación de Mi humilde Corazón.

Amén.


Hoy, el Señor bendice el aceite con el que será ungido espiritualmente por Sus hijos, para que las Llagas del Señor sean cicatrizadas después de Su profunda agonía y martirio. Antes de que Él resucite, el Domingo de Pascua, será ungido por Sus hijos como un símbolo de expiación.

Hoy, Mis discípulos Me ofrecen el agua con la que su Maestro y Pastor les lavará sus manos para esta cena, a fin de que se borren los pecados en todo el mundo para que triunfe el Amor de Dios.

Mientras el Señor les lava sus manos, también repara y alivia sus corazones, trae la paz y la alegría de servir y encomienda a Sus discípulos al Reino de Dios; trayendo la cura para el alma, el gozo de vivir en Mí y de estar junto a Mí en este Propósito.

Llegó el momento del sacrificio del Hijo del Hombre, cuando Él se hace presente en el pan y en el vino, testimoniando así el universo de Su Amor por todas las criaturas de Su Padre.

En aquel tiempo y antes de ser entregado, Me reuní con los Míos; tomé el pan, lo elevé a Dios, di gracias y descendió la Santísima Trinidad. Luego, lo partí, lo volví a colocar en la cesta y les dije a los apóstoles: “Tomen y coman todos de Él, porque este es Mi Cuerpo que será entregado por ustedes para el perdón de los pecados”.

Al concluir la Comunión con Mi Cuerpo, su Redentor tomó el Cáliz, lo elevó, dio gracias a Dios y dijo: “Tomen y beban todos de Él, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Alianza Nueva y Eterna que será derramada por su Maestro y Señor en expiación de las faltas”. Y, mirándolos a los ojos, les dije: “Hagan esto en Mi memoria hasta el fin de los días, hasta que Yo retorne al mundo”.

Tomen y beban del Cáliz de la santidad. Que la preciosa Sangre los lave y que el Espíritu del Sagrado Cordero los colme para que no sientan que algo les falta, sino para que estén colmados del Espíritu de Dios.

Y así, el Señor sella esta Eucaristía entre hermanos y consciencias al servicio de Dios.

Repitan ahora la oración del Ángel de la Paz:

Santísima Trinidad,
Padre, Hijo y Espíritu Santo,
os adoro profundamente y os ofrezco
el Preciosísimo Cuerpo,
Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo,
presente en todos los Sagrarios de la Tierra,
en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias
con que Él es ofendido.

Y, por los méritos infinitos de su Santísimo Corazón
y del Inmaculado Corazón de María,
os pido la conversión de los pobres pecadores.

Amén.
 

Hoy, el Señor lleva en Su Corazón la oferta de Sus hijos.

En este momento, el Padre recoge el amor de Sus criaturas, haciendo solemne este Legado que el Cordero de Dios les entregó, en memoria de todos Sus méritos, de todos Sus padecimientos, haciendo triunfar la Poderosa Sangre de Jesús y la Sublime Eucaristía en los corazones del mundo.

Hoy, quiero que celebren esta Cena, no como una agonía, sino como una victoria, porque su Señor ya padeció por ustedes. Él ha resucitado y viene a dar testimonio de Amor al mundo.

Mientras los ángeles están presentes aquí, que sus voces se eleven, como una sola voz, en alabanza y en gloria, haciendo vivo este recogimiento en unión al Sagrado Corazón.

En este día, he escogido una canción que atrae, como una lluvia incesante, las Gracias de Dios hacia la Tierra. Me refiero a “Lluvias de Amor”.

Pongámonos de pie, para que sea el Padre quien sienta el amor de Sus hijos y para que Su confianza esté nuevamente en este planeta.

Yo los bendigo en esta noche de paz, en este día de júbilo, en esta tarde de Misericordia.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

[1] Orden Gracia Misericordia, OGM.

[2] Rama civil de los Adoradores del Cuerpo Eucarístico de Cristo, de la OGM.

[3] Rama civil de las Auxiliadoras de la Divina Misericordia de Jesús, de la OGM.

Páginas

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

Contacto