Viernes, 10 de noviembre de 2023

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Es urgente, hijos, que oren por la paz y por el fin de las guerras.

Es urgente que oren por las almas perdidas y ultrajadas, por las almas de los mártires y por las almas prisioneras.

Es urgente que oren por las almas de los que son engañados por el odio y por el rencor, por los que buscan venganza creyendo que les traerá paz.

Es urgente que oren por los que están en la oscuridad y caminan hacia abismos cada vez más profundos.

Es urgente que intercedan, con sus propias vidas, para que la humanidad conozca la transformación y el Propósito Divino.

Es urgente que no le den tanta importancia a lo que es superficial y mediocre, para que finalmente comprendan el sentido de servir en este mundo.

Es urgente que ya no sufran por las pequeñas cosas de la vida, sino que amplíen los horizontes de la visión del corazón, para que sus consciencias sean capaces de abarcar lo que verdaderamente importa en este tiempo, que es el rescate de las almas preciosas de Dios.

Este es el tiempo de la última oportunidad para muchos seres que están viendo cerrarse las puertas delante de sus ojos, así como se cierran sus corazones por el sufrimiento inexplicable que viven.

Por eso oren, hijos.

Oren por las almas perdidas, oren por los Reinos ultrajados, oren por los inocentes y por los que están viendo que sus esencias se apagan sin tener fuerzas para hacer algo por sí mismos, oren por los que perdieron la esperanza.

Permitan que el dolor del Corazón de Dios toque sus corazones por un instante, para que comprendan lo que el Creador siente al perder un alma amada, parte de Su Divino Corazón. Y así, hijos, darán sentido y amplitud a sus oraciones.

No hay otra cosa que les pueda pedir, sino oración, transformación, servicio y una mayor consciencia de los tiempos que viven y de la verdadera necesidad de ser instrumentos de Dios.

Este es Mi clamor en este día, para que despierten aún más, para que profundicen en los grados de amor, para que sus corazones estén constantemente unidos a la Red Suplicante del Universo y estas súplicas le concedan a la humanidad una nueva oportunidad.

Tienen Mi bendición para esto.

Su padre y amigo,

San José Castísimo