Miércoles, 18 de mayo de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijos:

El camino de la cristificación es el camino que deben vivir todos los que aspiran a establecer el Reino de Dios.

La Nueva Raza, la Nueva Humanidad, es la manifestación viva de la Voluntad del Creador para este proyecto de la Tierra.

Para abrir el camino a fin de que esa raza pueda surgir, ustedes deben comenzar a vivir en sí mismos los principios de la fraternidad, de la caridad, de la humildad y del amor.

No les digo que esos atributos deban estar manifestados perfectamente en todos los seres humanos para que la Nueva Raza pueda surgir, pero sí que todos los que permanezcan en la Tierra tengan la firme determinación de vivirlos hasta el final de sus vidas y de sus experiencias en este mundo.

Cuando esos atributos comiencen a despuntar en el horizonte de las almas y las consciencias ya puedan expresar aunque sea un poco esa verdad, el nuevo mundo surgirá.

El Arquetipo Sagrado de Dios, que hoy solo se expresa en los niveles sublimes de consciencia y en el interior de la Tierra, no se puede manifestar si los corazones de los seres aún viven el ansia de poder, la mentira y la manipulación.

Es por ese motivo que los llamamos a sembrar el bien, a vivir el bien, a vivir en sí los principios de una nueva vida, porque la purificación de la Tierra ya está en curso y pronto llegará la hora de la definición del destino del planeta.

Donde haya corazones sinceros que aspiren a encontrar la Verdad, allí la Verdad se manifestará. Pero si los corazones se dejan vencer por los estímulos de este mundo y no se esfuerzan para ser dignos de recibir al Reino de Dios en la Tierra, entonces otro será el destino del planeta y el Proyecto del Creador tomará nuevos rumbos.

Muchos no comprenden o no quieren comprender lo que les digo para no salir de la comodidad de ser como son y para no necesitar esforzarse para transformarse. Por eso, hijos, les pido a ustedes, que Me escuchan y que aspiran sinceramente a seguir Mis palabras, que se esfuercen todos los días para ser fraternos, caritativos y humildes, para que despierten en sus corazones el Amor Crístico y la unidad con Dios.

Cuando intentan transformarse conscientemente y se esfuerzan todos los días, la Gracia de Dios desciende sobre ustedes.

Por el establecimiento del Reino de Dios en la Tierra y por el surgimiento de la Nueva Humanidad, como oportunidad para la manifestación del Proyecto Divino, sigan adelante.

Tienen Mi bendición.

Su padre y amigo,

San José Castísimo