Viernes, 13 de septiembre de 2013

Mensajes semanales
MENSAJE PARA LA APARICIÓN EN LA CIUDAD DE VICTORIA, ESPÍRITU SANTO, BRASIL TRANSMITIDO POR LA SANTÍSIMA REINA DE LA PAZ A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Reposa tu pequeño corazón en Mi Corazón Infinito e Inmaculado. Encuentra en la Paz, que Mi presencia trae a tu vida, la razón para alabar a Dios diariamente.

Hijos Míos, aunque todavía no comprendan Mi presencia en el mundo, Dios Me envía para visitarlos día a día.

Aunque muchos no crean en Mis palabras, Mi Corazón Divino Me pide solo que sea incansable.

Aunque el mundo alimente guerras, conflictos y falta de Amor, Mi Corazón jamás pierde la esperanza y la confianza que un ejército de seres entregados a Dios vencerá con la oración esta batalla e instaurará la Paz entre las naciones y entre las criaturas.

Hoy Yo los invito a una misión silenciosa, misión que acontece entre vuestros corazones y el Mío, entre vuestras pequeñas vidas y Dios.

Mi ejército mariano camina en lo invisible, porque su arma es el verbo divino, que solo puede ser percibido en lo profundo del corazón.

Hoy vengo a invitarlos a descubrir el Poder de la oración. Muchos se preguntarán por qué una vez más los invito a descubrir este Poder, y Yo les digo que los llamo a este despertar porque todavía no conocen el verdadero Poder de la oración.

Quiero que nutran la Fe de vuestros corazones para que vuestras intenciones orantes abarquen lo imposible y lo inalcanzable; porque para una oración verdadera y plena de Fe no existen obstáculos ni existe lo imposible.

La oración fluye en lo invisible como agua pura, que traspasa las dificultades y contornea los obstáculos. La oración vuela como el viento, limpiando los aires del mundo y trayendo vida a todos los cuerpos y consciencias. Si no hubiese seres orantes sobre la Tierra, esta ya no existiría.

No es solo de aire, agua y alimento que viven los seres; viven sobre todo del Espíritu de Dios y de la sustentación de Su Divina Consciencia. 

Este es un misterio que la ciencia humana está por descubrir: la Ciencia divina se encuentra en el corazón y no en la mente.

Es por eso que hoy los llamo a abrir los ojos del corazón, a dejar de lado el temor que hicieron crecer en vuestras esencias, temor de abrirse a lo desconocido y de entregarse a la vida espiritual.

No les pido nada que les pueda causar daño, solo los invito a la oración, al ayuno y a la Paz. Solo los llamo a la conversión de la vida, de las costumbres, de los actos, del pensamiento y del verbo, para que ya no destruyan el mundo con vuestras acciones y sentimientos, sino que construyan un nuevo mundo por medio del Amor y de la Paz que brota del corazón a medida que él ora.

Dejen hoy a Mis pies todo el miedo de perder lo que son, para ser algo nuevo; porque en realidad, los llamo a abandonar lo viejo para renacer en Cristo. Los invito a dejar de lado los modernos tesoros del mundo, para que hagan crecer los verdaderos tesoros del alma, sus virtudes espirituales que llevan a la Paz, al Amor, a la Fraternidad, que construirán la Nueva Tierra.

Esta es Mi invitación; este es Mi llamado: ¡recen! ¡Recen!, ¡Recen mucho!

Les agradezco por escuchar Mis palabras y por venir nuevamente al Encuentro de Mi Corazón.

María, Madre y Reina de la Paz