Viernes, 13 de marzo de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE PARA LA APARICIÓN EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, TRANSMITIDO POR MARÍA, ROSA DE LA PAZ, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Reciban en vuestros corazones Mi aliento, que es el último que recibirán antes del gran tiempo de la tribulación.

Sepan reconocer Mi presencia en vuestros corazones, porque en un tiempo futuro, solo podré orar por Mis hijos y observarlos y en ese momento, Mis queridos, sentirán Mi oración tocando vuestras esencias.

Aquellos que construyen, por medio de la oración, el camino que los conduce a Mi Corazón Inmaculado, sabrán estar unidos a Mi Consciencia Universal, aún cuando Yo ya no pueda llegar a este mundo como lo hago hoy.

Mis amados, todo lo que vengo a construir dentro de vuestros seres tendrá su verdadera repercusión solo después de esta vida.

Sepan que el hecho de estar a Mi lado no los hará libres de obstáculos y dificultades que el mundo impone a sus habitantes. Mas aquel que ora verá los acontecimientos venideros como quien no pertenece a este mundo. Y aunque le corresponda vivir cosas consideradas como sufrimiento por la humanidad común, él no lo sentirá de esa forma, sino que encontrará en todo la oportunidad de imitar a Mi Hijo y aprender como Él sobre la esencia del verdadero amor.

Mis amados, no los retiraré de este mundo cuando llegue el momento de la prueba final de vuestras vidas; les aseguro que aquel que persevere en el camino de la verdadera oración no perecerá por las contrariedades planetarias.

Quiero que sepan que el tiempo de purificación ya comenzó dentro de cada ser. Ahora es el momento de aprender a soportar las tempestades que viven en el propio interior para que así aprendan a vencer las dificultades, cuando ellas lleguen al mundo entero.

Hijos Míos, no deben temer, deben prepararse, pues aquel que se prepara muy bien para realizar una prueba no teme estar ante ella.

Vengo al mundo en este tiempo porque sé de la gran necesidad de los corazones. Aprendan a sentir, en Mi presencia diaria, la urgencia del momento planetario y la infinita Misericordia de Dios que Me envía al mundo una vez más para rescatar y despertar a las consciencias.

Estoy lanzando las últimas redes al mar de este mundo para llevar a la barca de la salvación a todos los que se pierden en las aguas de las ilusiones y las emociones de la vida sobre la Tierra.

Hijos queridos, les pido con amor: oren con una devoción que todavía no conocen. No permitan que la oración se vuelva una rutina común en vuestros días. Sepan orar con el clamor de vuestros espíritus.

Que en cada momento de oración sepan sentir la necesidad del mundo. Que en cada momento de oración sepan trascender los límites de los propios cuerpos, de la tensión y de la inercia hacia la cual la actual condición planetaria los lleva permanentemente.

Acuérdense que Mis ojos y Mi Corazón están atentos a los corazones orantes del mundo y, delante de la mínima puerta que se abre, puedo rescatar a aquellos que sufren de verdad, pues perdieron la unión con Dios.

Mis amados, estudien Mis palabras, practíquenlas y no las olviden ni un solo minuto. Mi Verbo Divino viene para construir la fortaleza necesaria para los tiempos que vendrán.

Yo los bendigo hoy y siempre. Y los espero en oración.

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz