Viernes, 10 de febrero de 2017

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, HACIA EL CENTRO MARIANO DEL NIÑO REY, TERESÓPOLIS, RÍO DE JANEIRO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

Hoy dedico este mensaje a todos los jóvenes de la luz, a las nuevas semillas que en estos tiempos definitivos están brotando y en quienes Mis ojos de Madre pueden ver las virtudes que despiertan en ellos.

Es así que esas semillas de la juventud que hoy están brotando representan para Mi obra corredentora la expresión de la pureza esencial que en cada uno de ellos debe guardarse.

En la juventud están las bases de la Nueva Humanidad, es por eso que su Madre Celeste se ha dispuesto a trabajar directa e incondicionalmente con esas almas.

Por eso he pedido en los últimos días que difundan en el Brasil el Festival de la Juventud por la Paz, para que los propios jóvenes que llevan adelante ese impulso de hermandad y de unión con los Reinos de la Naturaleza puedan en un futuro llevarlo a Centroamérica, Norteamérica, Europa, África, Oceanía y Asia.

Quisiera que la cultura de la juventud por la paz sea conocida en los cinco continentes al igual que el Encuentro mensual de Música para la Cura y Elevación de la Humanidad, en el que la juventud especialmente debe tener un espacio más amplio en donde poder expresar sus dones musicales y sus virtudes artísticas.

En la juventud planetaria, que está despertando a la búsqueda de la vida espiritual y a la no agresión a los Reinos menores, está el potencial para que abran las puertas para muchas almas en el mundo entero, las que no conocen Mi maternidad ni Mi amor por cada uno de los hijos de Dios. Por eso la Campaña de la Juventud por la Paz debe expandirse también en varias lenguas, así como el Encuentro de Música para la Cura debe estar doblado a otros idiomas.

Así, queridos hijos, quiero mostrarles el camino hacia el verdadero ecumenismo universal que no es comprendido por la Iglesia de Mi Hijo; vengo a enseñarles el ecumenismo de la hermandad y de la paz, el que predicó Mi Hijo hace dos mil años.

Agradezco la adhesión de todos Mis hijos.

Les doy las Gracias por recibir en sus corazones Mi llamado.

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz