Sábado, 13 de diciembre de 2014

Mensajes mensuales
MENSAJE PARA LA APARICIÓN EN LA CIUDAD DE MINAS, LAVALLEJA, URUGUAY, TRANSMITIDO POR MARÍA, MADRE Y REINA DE LA PAZ, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Quiero llamar por el nombre a aquellos de Mis soldados que deben responder al compromiso que tienen Conmigo. Para ello, Mi voz resuena en el interior de vuestros seres, como un impulso desconocido que los invita a la oración, al servicio a los más necesitados, a la reconciliación con vuestras familias, a la comprensión del prójimo. Estas hijos Míos, son las manifestaciones de Mis impulsos en vuestros corazones.

Quiero construir en Mis hijos el principio de la nueva vida, que no será nada inalcanzable para las almas de este mundo.

Solo les pido oración para fortalecer el espíritu, purificar el pasado y generar méritos para la redención de las almas y del mundo entero.

Les pido ayuno para equilibrar las injusticias del mundo.

Les pido que sean pacificadores para quebrar para siempre la corriente del mal que ata a los hombres e impide la evolución de todos los reinos de la naturaleza.

Les pido reconciliación para abrir las puertas para las nuevas oportunidades para las almas.

Les pido fraternidad para construir la base de la nueva vida sobre la Tierra.

Les pido amor para que sea el aire que respirará el nuevo mundo y sin el cual este universo no podrá existir.

Les pido conversión para que dejen de ser lo que son y abandonen los impulsos que este mundo construyó en ustedes, para ser tal cual como el Creador los pensó, viviendo así todos los principios que hoy les entregué.

¿Será que es mucho lo que les pido?

Con todo lo que el Universo Celestial les entregó, solo sigan las palabras de Aquellos que fueron enviados por el Señor y así, todas las Gracias que deposité en vuestras esencias, podrán brotar, crecer, florecer y dar frutos, para que otras almas alcancen el mismo despertar o uno más profundo aún.

Mis amados, escuchen con atención Mis palabras y sepan buscar en las entrelineas las verdades que, en otros tiempos, Yo no revelé al mundo.

Esta humanidad está en evolución hace mucho tiempo. Ya llegó el momento de que las consciencias de este mundo den un nuevo y grandioso paso y para eso es necesario que estén abiertos de corazón y sepan que nada saben.

Confíen en lo que les digo y en lo que les diré en los tiempos venideros. Quiero prepararlos para este final de ciclo, para que los acontecimientos los encuentren preparados.

Nunca se desesperen, no busquen soluciones fuera del corazón. La única preparación que les pido es la oración, el ayuno, la paz, la reconciliación, el perdón, el amor y la fraternidad entre los seres. Así sabrán cruzar el viejo tiempo e ingresar en el nuevo tiempo que los conducirá.

No se olviden, Mis queridos, oren, sirvan y actúen siempre con amor.

Estas son las llaves para los tiempos venideros.

Yo los amo y los bendigo,

María, Madre y Reina de la Paz