Martes, 5 de febrero de 2013

Mensajes semanales
MENSAJE EXTRAORDINÁRIO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, TRANSMITIDO POR MARÍA, REINA DE LA PAZ, DURANTE LA VIGILIA DE ORACIÓN, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Amadísimos hijos:

Vengo en este día para transmitirles un mensaje especial de consagración al Corazón de la Bien-Aventurada Virgen María. Así todos los grupos marianos se renovarán en Mi Corazón. Lo que pido a cada uno de Mis grupos marianos en este día, hijos Míos, es que persistan acompañándome con alegría y fidelidad, abriendo sus corazones a la unión perpetua Conmigo.

De esta forma, hijos Míos, vendré a través de sus corazones para despertar y salvar a todos Mis hijos que se pierden en este tiempo. Vengo, a través de la oración redentora de sus corazones, a rescatar a Mis misioneros que se perdieron durante sus misiones. Vengo a fortalecer a aquellos corazones que se vieron debilitados delante del mundo y delante de cada prueba que la humanidad vive en este tiempo.

Hijos míos, a todos aquellos que decidan persistir unidos a Mi corazón les advierto: no teman vivir las pruebas de este tiempo, pues será necesario que puedan aprender a amar como amó Mi Hijo Jesús, aún en medio de un aparente caos.

Sepan queridos hijos, que cada prueba que sus pequeños corazones viven en este tiempo, por más dura que pueda parecer, es enviada por el Señor para que Mis pequeños hijos puedan verse fortalecidos y maduros.

A todos los grupos de oración que Me acompañan hoy, los consagro y los bendigo. Y les revelo hijos Míos, que Yo estoy con cada uno de Mis grupos marianos. Les pido que, cada vez que se pongan a orar, escuchen Mi voz que guía sus oraciones porque Yo vengo, como una bondadosa madre, a enseñar a cada uno de Mis hijos a orar con amor, con el corazón y a renovarse en cada verbo pronunciado.

En este día, hijos Míos, consagrado a Mis grupos de oración, les pido que ofrezcan vuestro despertar a todos Mis hijos del mundo que no encuentran fuerzas para acompañarme y que día a día bajan los brazos.

Vengo al final de este día para agradecerles profundamente por orar junto Conmigo y por reconocer Mí presencia en sus corazones.

Estoy con cada uno de Mis hijos, en sus corazones y en sus casas compartiendo la sagrada vida diaria de cada uno. Y para que Yo esté aún más cerca de vuestros corazones, hijos Míos, transformen sus vidas en una perpetua oración conducida por la Virgen María. Así cada paso, desde el despertar hasta el adormecer será guiado por Mi Corazón.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

María, Reina de la Paz y de sus vidas