Lunes, 21 de enero de 2013

Mensajes semanales
MENSAJE DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA TRANSMITIDO A MADRE SHIMANI

Amados hijos:

Vengo hoy a revelarles que las astucias del enemigo pretenden alejar a las almas de Mi Inmaculado Corazón. Es por eso que los convoco a orar en vigilia por todos aquellos que, sin querer, son alejados de Mis brazos.

En este tiempo, en donde las almas y los corazones realizan esfuerzos por permanecer en la Luz de Dios, las tentaciones y los viejos sufrimientos son las puertas por donde el mal absorbe las almas y las conduce por caminos oscuros hasta espacios de los que ellas no pueden retornar por sí solas.

Necesito de Mis soldados marianos para que, en oración permanente, me ayuden a rescatar a esas almas hermanas.

Por eso los convoco a orar en vigilia de 24 horas, todos los días martes, desde las 0 hora hasta las 24. El Santo Rosario será el instrumento que utilizaremos juntos; Mis Ángeles Custodios serán los guardianes de cada grupo de oración, que en cada horario trabaje junto a Mí en el rescate de esas almas hijas Mías.

Iré hasta los confines de este mundo, y más allá, para traer a Mis hijos nuevamente hacia Mis brazos y todos Mis soldados de la oración me ayudarán. Cada grupo en el mundo reservará dos horas de oración el día martes para esta tarea, y durante esa oración uno de Mis Ángeles Custodios orará junto a ellos. A través de la luz de la oración, Mis Ángeles descubrirán y rescatarán a todas las almas que se encuentran en lugares inciertos, lugares a los que llegaron a través del engaño y la seducción del enemigo.

Queridos hijos:

Estamos caminando en tiempos difíciles, en donde solo la unidad que todos los grupos orantes mantengan Conmigo permitirá que Mis hijos puedan sentir plena paz y vuelvan a Mis brazos. Mi Hijo, el Redentor, acompaña este movimiento planetario de búsqueda y rescate, que haremos juntos, de todos los que se pierden día a día.

Los contemplo desde Mi Amor Maternal y los instruyo como soldados marianos al servicio de Dios Todopoderoso. Les anuncio también que no descansaré hasta que la última esencia de esta humanidad esté en un lugar seguro en el Reino de los Cielos.

¿Cuántos de Mis hijos me acompañarán en esta tarea?

Los espero a Mi lado. A todos los protejo. Con amor infinito les agradezco por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad