Lunes, 2 de marzo de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE RÍO DE JANEIRO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

Busquen por encima de toda dificultad y problema el camino de la serenidad, es el que los llevará a encontrar la paz interior que es tan urgente para estos tiempos.

Si en ustedes no hay serenidad, ¿cómo existirá en poco tiempo el Reino de la Paz en el mundo?

En vuestra oración se encuentra el escudo contra todo daño o mal. En vuestras plegarias puede surgir un camino de conversión y de suma esperanza. Por eso, con coraje y sin miedo vivan, a través del camino de la serenidad, el fin de estos tiempos que llegan; este atributo forma parte de uno de los pétalos de Mi Rosa Blanca.

Hoy les revelo la importancia de siempre buscar la serenidad para que todos ustedes, hijos amados, estén preparados para vivir el gran momento de vuestra purificación.

Con la iglesia interior reconstruida, Yo les estoy entregando para este tiempo las llaves seguras, que los auxiliarán para los momentos críticos que vive vuestra humanidad.

Hijos amados, la serenidad es una puerta al sendero de la redención y del despojamiento de sí. En la serenidad se pueden entender muchas cosas y muchas perturbaciones pueden ser disueltas por la acción de la amorosa serenidad.

Hijos, no pierdan tiempo en vuestras dificultades, el planeta se está apagando sin poder ver la luz del Creador. Restauren vuestras vidas y dificultades en presencia de la serenidad, así conocerán la paz y la harán parte de vuestras vidas. Y cada vez que se estén alejando del camino de la serenidad, sabrán retornar por el mismo sendero.

Una de las razones de la falta de paz en el mundo, es por la ausencia de serenidad interior. No habrá otra fórmula, hijos Míos, sino buscar los sagrados atributos y practicarlos, porque ya pasó el tiempo de la teoría, llegó la hora de practicar Mis mensajes con total consciencia.

Quien se una a Mi Corazón Inmaculado no se perderá, Yo siempre los llevaré a Cristo.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los une siempre,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz