Mensajes de Cristo Jesús

Aquel que se abandona a pesar de todo a Mi Confianza, nunca perecerá, pero será necesario que para los momentos difíciles busque la Luz Santísima de Mi Corazón.

Entre el Cielo y la Tierra no existe separación, entre las almas y Yo solo existe una unidad perfecta e inquebrantable que deposito en los corazones que confían en Mí. Yo los hago madurar como el fruto de un árbol. Yo los purifico como el agricultor que muele el grano duro, pero nunca dejo de observar vuestras preciosas vidas como el presente predilecto de Mi Padre.

Sean, en estos tiempos, fuertes como el roble y dulces como la miel; que la Fuente del Amor de Dios no se seque en vuestros corazones y que vuestras vidas se donen en nombre del Amor para recibir las Gracias que tanto necesitan.

Sean apóstoles restauradores y siervos curadores de todas las vidas que crucen por vuestros caminos. Sean la verdadera mano salvadora que acoge al corazón perturbado, al alma herida y a la vida perdida. Sean por siempre y para siempre misericordiosos.

Mis Pasos de luz están con los valientes, Mi Llama de amor se enciende en los que invocan Mi Sagrada Presencia.

Están en un tiempo crítico, pero recuerden que aún Mi Divina Misericordia les proveerá todas las cosas que necesiten; solo deben llamarme y decirme qué es lo que necesitan. Todo tiene su tiempo; aunque el tiempo corre rápido, el Señor espera que las semillas que Él plantó en vuestros corazones puedan brotar para servir.

Bajo el Amor de Dios, sean bienaventurados.

¡Gracias por presenciar el Amor de Mi Corazón!

Cristo Jesús