Jueves, 30 de mayo de 2013

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Mis Obras son diversas en todo el mundo y ellas se cumplen a través de todos los que responden a Mi Misericordioso Llamado.

Aquellos que entregan su vida por amor a Mi Corazón nunca dejarán de ser observados por la compasión de Mi Espíritu Paternal; es en las almas humildes donde Mi Corazón Bondadoso encuentra reposo, es en las almas simples donde Mi Espíritu Universal reposa para socorrer al mundo.

Que cada uno de Mis discípulos sepa que cumple con una preciosa tarea para generar y despertar la redención en el mundo y en la humanidad.

Que nadie pierda la alegría de servirme todos los días de la vida, porque al final de la tarea sobre este mundo Yo reconoceré, en el Cielo, la grandeza de su amor por Mi Corazón y reconoceré el camino de entrega que han hecho por Mi Obra en toda la Tierra.

Quien cumple con Mis Voluntades podrá llevar una vida colmada por la presencia de Mi Espíritu y no deberá preocuparse por nada, solo por cumplir con lo simple que hoy Yo les pido, que es la vida de la oración misericordiosa, porque del resto de las cuestiones de la vida Mi Corazón cuidará.

A las tres de la tarde se abre una puerta para la renovación de sus pequeñas consciencias. A las tres de la tarde, se abre una puerta en el Universo para que las almas se reconcilien con Dios a través de la Infinita Misericordia de Mi Corazón.

Por eso, que nadie pierda esa hora, porque Mi Corazón estará atento a la voz de las súplicas de todas aquellas almas que se dispongan a beber de Mi Fuente Misericordiosa. Día a día quiero limpiar sus sentimientos y pensamientos para que ellos sean puros y divinos como los Míos.

Yo aspiro a encontrarlos a las tres de la tarde en profunda contemplación y adoración a Mi Corazón de Paz, porque así, simplemente, Me ayudarán a socorrer en luz y en misericordia al mundo. Mis soldados se forman mediante la donación a la oración misericordiosa.

Bajo la Gracia del Padre, sean bienaventurados.

Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.

Cristo Jesús, el Redentor