Domingo, 16 de junio de 2013

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Paz para todas las almas y el Bien de Mi Padre para todos los seres de la Tierra.

Con misericordia y piedad infinita desciendo al mundo para irradiar con Mi Luz a los corazones que están vacíos y sin amor. Por eso Me sirvo de instrumentos dispuestos, que puedan vivir Mi Mensaje y llevar Mi Palabra de esperanza y conversión a los que más necesitan.

Cuando Mis instrumentos consigan unirse a Mi Corazón Misericordioso, Yo podré reunir a los nuevos rebaños en el nuevo cenáculo que prepararé desde el Universo para la Tierra. Para que eso suceda es necesario vivir los Mandamientos, para que la vida se pueda corregir y definitivamente unirse a la Voluntad Suprema de Mi Padre.

En estos tiempos Mi Presencia congrega a los discípulos para que, unidos como uno solo, representen la verdad y el ejemplo de Mi Mensaje para el mundo. Cuando cultiven un corazón manso, vivirán una vida pacífica y, viviendo en la Paz de Mi Padre, estarán irradiando humildad y misericordia.

Aún es necesario renunciar a las comodidades y vanidades del mundo de hoy; así sus almas, por medio de la oración misericordiosa, podrán redimirse y convertirse en bienaventuradas y santas cuando estén en el Cielo.

Cuando Mi Corazón llamó a los doce, reunió en esos tiempos a la humanidad más inmadura y difícil. Ahora Yo reúno a nuevos soldados para que, a través de Mi Insondable Misericordia, alcancen la conversión y el perdón del Universo que deben esperar de Mi Padre.

El alma que decida a estar para siempre Conmigo a pesar del embate de los vientos contrarios nada perderá. Quedará libre de sí para poder encontrar el verdadero camino y la segura misión que le espera.

Algunas almas se unen a Mí a través de la oración y del corazón; otras se consagran a través del servicio y de la donación constante; y otras almas se entregan en confianza a Mí para que Yo pueda obrar y hacer prodigios de amor y de paz. Pero todas tienen el mismo lugar en Mi Corazón, solo basta mirarme a los Ojos y decirme sí.

Bajo la Misericordia del Padre, sean bienaventurados.

Gracias por imitar Mis Enseñanzas desde el corazón.

Cristo Jesús, el Rey del Amor