Viernes, 18 de julio de 2025

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Yo vine a establecer Mi Reino en el mundo y en los corazones de Mis compañeros, no a través del poder o de la imposición, sino a través de la renuncia al poder, del amor y de la humildad.

Yo vine a establecer Mi Reino en el mundo y en los corazones de Mis compañeros, no a través de actos de prestigio y honra humana, sino a través de la glorificación del Hijo en Su Padre, por la entrega absoluta y por el sacrificio.

Aquel que cree en Mí debe imitar Mi ejemplo y transformar la vida y el mundo a través de ese mismo ejemplo. Por eso, hijo, cada vez que el mundo te llame a ejercer poder e imposición, lleva tu corazón a la renuncia, al amor y a la humildad.

Cada vez que el mundo te haga luchar por honras y prestigios, busca la gloria de Dios en Su Hijo, gloria que encontrarás en el sacrificio y en el silencio de la Cruz.

Cada uno, en este tiempo, debe definir por sí mismo el camino que elegirá seguir.

Cada uno deberá dar sus pasos según la inclinación de su corazón.

El Hijo del Hombre no ejerció Su poder en el mundo y tampoco lo ejercerá mientras aún sea tiempo de definición de las almas, porque la oferta de la Justicia y de la Misericordia, de la Redención y del Perdón todavía está vigente para los corazones.

Ya llegará el día y la hora en que el Señor descenderá de los Cielos y no necesitará ejercer Su Poder, sino solo vivirlo. Su propia manifestación de vida será la manifestación del Poder de Dios. Pero, ese día, las almas ya deberán estar definidas, porque la última puerta se abrirá y luego será cerrada para el Juicio Final de este mundo y su purificación.

Hasta que llegue ese día, no se juzguen unos a otros ni busquen ejercer poder y justicia, porque esos son atributos divinos, que al Divino le corresponderá manifestar cuando llegue el tiempo.

Sean ustedes portadores de la Misericordia, fieles discípulos de Mi Corazón y den testimonio de lo que creen a través de sus vidas.

El amor y la humildad constriñen y transforman. La renuncia y el silencio mortifican las tinieblas del corazón humano. Y en este camino deben colocar sus pies.

Los bendigo y los amparo como hijos de Mi Padre.

Cristo Jesús