Miércoles, 6 de julio de 2016

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA 36.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN LA CIUDAD DE FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Y a pesar de que no lo parezca, Mi Luz vence el mal y así triunfa Mi Plan en la Tierra, en cada corazón abierto a escucharme y a recibir en esta hora el poderoso caudal de Mi Amor, el que lo transformará completamente y le traerá la vida, la vida espiritual que existe en los Universos y que forma parte de cada ser, cuando él despierta a su verdad. 

Esa verdad y ese despertar  intenta ser infiltrado por  Mi enemigo. Pero el poder de Mi Amor todo lo vence y él le teme a Mi Luz y a Mi Verdad. Cuando se enfrenta a ella queda confuso y no sabe qué hacer, porque no conoce el Amor; en verdad se alejó del Amor, del Amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Es ese Amor Trino que les trae la Vida Eterna, la renovación y la paz para estos tiempos.

En esa Santísima Trinidad deben guardar sus corazones y  vidas, dentro de ese triángulo de luz que representa la Santísima Trinidad; allí estarán protegidos de todo mal, ayudarán a proteger a sus hermanos y también ayudarán, queridos compañeros, a retirar de la ilusión a cuantos duermen en este momento.

Esa ilusión mundial es creada por Mi adversario todo el tiempo.

Las almas están hipnotizadas y muchas creen en otra vida espiritual que no es la que Yo ofrezco en este tiempo.

Mi adversario confunde a las almas y se muestra con resplandor a través de una falsa luz que hace cegar a los corazones y los hace ingresar en caminos confusos, que los llevan a separarse de Mi Ley.

Porque es la Ley de Mi Amor que les muestra la Verdad.

Si Yo di la Vida por ustedes y ahora doy la Vida por ustedes, en este tiempo, ¿por qué seguirán otros caminos compañeros? Mi adversario solo quiere tentarlos, quiere separarlos de Mi verdadero Corazón de Luz.

Por eso, hoy les traigo un ejemplo fidedigno de esa fidelidad máxima, a través de dos consciencias que dieron la vida por Mí, obedecieron Mis instrucciones y siguieron Mis Pasos con profunda fidelidad y humildad.

Ellas son Santa Teresita de Lisieux y Santa Teresa de Jesús, dos ejemplos para sus vidas que hoy presento ante Mi Altar Celestial. Dos Maestras de la oración, de la consagración y del camino espiritual, que podrán guiar sus pasos cuando tan solo se consagren a sus corazones.

En todos los Santos del Universo que dieron la vida en la Tierra por Mí, también está el ejemplo sagrado, la reverencia, la verdadera devoción ardiente.

En Santa Teresita de Lisieux podrán encontrar el ejemplo de la humildad, del verdadero amor al Niño Jesús y a Su verdadera Maestría Celestial.

En Santa Teresa de Jesús encontrarán vuestra reforma interior, la vida consagrada; cada cual en su diferente grado de amor y en su grado de compromiso Conmigo.

Santa Teresa de Jesús se ofrece como su Instructora en este tiempo, para guiar las almas de los autoconvocados, de aquellos que están despertando en este tiempo a la verdadera Consciencia Espiritual del Universo.

Hoy les encomiendo estas dos grandes consciencias porque han dado un fiel testimonio de la presencia de Mi Palabra en el mundo y, sobre todo, de Mi Sagrado Corazón.

En ambas encontrarán el camino de la perfección.

Todos los caminos que están llenos de amor llevan a Mis Caminos. Es eso que deben intentar recorrer en este tiempo y dejar de ser engañados por sí mismos, como es engañado el mundo.

Hoy les traigo este mensaje, compañeros, porque es importante que crezcan en la Verdad.

Yo los invito a ser humildes, dentro del apostolado espiritual que Yo ofrezco para todas las almas.

Solo necesito que oren Conmigo, que adoren al Hijo de Dios, porque estarán adorando al Padre Celestial. Que contemplen este legado que Yo les entrego para que pueda abrir sus consciencia hacia ese camino de redención.

Todas las almas son llamadas a vivir en Mi camino. El único camino que Yo ofrezco en este tiempo es el camino del amor, que los podrá unir con sus hermanos, con todos los que los rodean, con todos los que buscan la verdad, la verdad del corazón.

Es esa verdad que los hará fuertes para retirar de la consciencia toda mentira, toda ilusión o todo engaño que Mi enemigo articula ocultamente por detrás de cada ser; pero quien vive en Mi Corazón y lo vive verdaderamente, no será engañado por él.

Su hora está cerca y Mis ejércitos se preparan para eso.

Ustedes son llamados a ingresar en ese comando espiritual del fin de los tiempos y del Armagedón, para que se preparen para vivir la batalla, una batalla que no es conocida por el mundo, que fue escrita por Juan, en el Apocalipsis.

Esa hora se está acercando; por eso, los invito a la adoración y a la oración para que estén listos, firmes y seguros, en cada decisión que tomen en sus vidas. Eso determinará sus destinos y a la meta que llegarán después de que todo suceda.

Hoy especialmente, hijos amados, vengo a retirar los velos de la ceguera para que puedan ver más allá de este lugar y de sus consciencias, para que puedan ver el Reino Celestial que se aproxima, con todo el esplendor de su Divina Misericordia, para las almas que más lo necesitan.

Mi Corazón sufre por los ingratos, aún más por aquellos que lastiman y que hieren el Corazón de Dios. Solo el Amor lo puede reparar y el ofrecimiento de cada alma ante el Hijo Celestial.

Si son como son, no deben temer por ser imperfectos. Yo los quiero ver verdaderos, transparentes y limpios de corazón. Porque por más imperfección que exista en la consciencia, y aunque toda prueba aún no se haya superado, Mi consuelo es infinito para aquel que lo clama de verdad.

Repito: verdad, porque es la verdad lo que deben vivir. Es la verdad que pierde el mundo, la verdad que pierden las almas de su verdadero propósito.

En la verdad existe la paz, la calma, el sosiego, la fortaleza interior, la victoria para cada corazón. Es esa verdad que Yo enseñé a Mis apóstoles, que hoy vuelvo a recordar para cada uno de ustedes.

No importa cuánto Me fallen, lo que importa es cuánto Me dejan de vivir. En la vivencia que podemos tener juntos se construye la hermandad entre el Cielo y la Tierra, entre Dios y Sus criaturas y entre sus semejantes.

Así estarán libres de sí y el pecado desaparecerá del mundo, desde el principio del Génesis hasta el presente, desde que Adán y Eva cometieron el pecado original. Eso puede ser borrado de la historia de este planeta cuando los Nuevos Cristos despierten.

Hoy, uno Mis Manos en oración para pedirle al Padre Celestial fortaleza para los débiles, amor para los duros de corazón, fe para los que perdieron la esperanza, cura para los enfermos, misericordia para los ingratos.

Hoy, vengo aquí para pedirle al Padre por ustedes y el mundo, porque los necesito en esta hora aguda de la Tierra, en donde todo está por suceder, más allá de la capacidad de cada ser.

Cuando todo suceda no habrá retorno porque todo estará cumpliéndose, como fue escrito.

Cristo pide una Biblia.

En estos caminos que Yo los invito a recorrer se encuentra siempre Mi Palabra, la Enseñanza, la Instrucción, que mueve a todos los espíritus para que realicen la Obra del Plan. Si alguno de ellos deja de cumplirla, no será por falta de Palabra, de Enseñanza o de Instrucción, será por inercia, por desobediencia o por indiferencia.

Así están muchas almas del mundo y aún Yo envío a Mi Madre a la Tierra para que Su Espíritu Consolador sea la fuerza motriz que mueve al Universo, generando todas las Gracias posibles para aquellos que no la merecen.

Ustedes, compañeros, sean merecedores de esa Gracia Celestial para que los dones que Yo les entregué en el pasado puedan estar al servicio de Mi Corazón, de Mi Obra Redentora.

En cada paso que dan Yo los acompaño.

En cada respiración que viven se encuentra Mi Espíritu presente cuando el alma está unida en verdad a Mí, y no quiere nada para sí, solo el bien para el mundo, para todo el planeta y la Creación.

Los invito a vivir en confraternidad. Ese será vuestro próximo paso para los próximos meses. Trascender los juicios, las indiferencias, las maldades, los comentarios, las blasfemias y todos los ultrajes que pueden realizar las almas del mundo.

Si buscan el espíritu de la confraternidad, solo lo encontrarán en Mi Corazón Misericordioso, porque Mi Corazón es esa gran usina universal de la cual muchas consciencias se sirven en los Universos.

Si Mi Corazón no se hubiera ofrecido en la Cruz por ustedes, en el presente nada de esto sería posible.

Padecí el dolor más fuerte de la humanidad a través de la indiferencia humana, de la negación y de la soberbia. 

Vengo a desterrar en los que Me quieran vivir, todos los patrones del mal que llevan a la decadencia de la humanidad, a la guerra, a la división a través de los tiempos.

Vengo a constituir, en los corazones solitarios, una nueva hermandad para que ya no se sientan más solos y cuenten con cada hermano de camino.

Así Yo podré estar entre ustedes cuando Yo ya no vuelva más, porque se acerca la hora en la que el mundo se purificará y verá la realidad que nunca quiso ver de sí mismo.

Rezo de rodillas delante Mi Padre para que para todos sea liviano ese momento crucial. Por eso les doy todas estas Gracias.

No pierdan este momento Conmigo.

Aprovechen Mi Presencia y no piensen cuándo terminará todo esto. Así no habrán comprendido lo que Yo les digo.

Aunque Yo no Me muestre a todos, Me hago presente en los corazones pacíficos. Así lo han podido ver en esta vida material.

Muchos creen que en este Libro no se encuentra nada y los que escribieron eran retrasados.

Los apóstoles que Me siguieron no tenían ninguna formación espiritual ni mental, pero Yo les enseñé, así como les enseño ahora a ustedes, a escribir las Palabras de Dios a través del corazón.

Por más que existan faltas o poco entendimiento para aquellos que se creen sabios, la verdadera Presencia de Dios, compañeros, está en los corazones simples, que escriben a través de sus ejemplos, que testimonian Mi Presencia en estos tiempos,en donde se necesita de la luz y de la paz.

Aquí se encuentran códigos inexplicables. Esto pertenece a Mi legado espiritual y no a los hombres que Me siguen.

Los hombres deben seguir Mis Mandamientos y no apoderarse de Mis Palabras.

Este Libro, que fue escrito con tanto amor, desde el principio del Génesis, les muestra una parte de la Verdad que aún no fue descubierta por ningún teólogo.

Primero, deben sentir en su corazón el mensaje para que después él sea verdadero y se cumpla en cada uno de ustedes.

Les dejé una Instrucción básica para los tiempos, las parábolas, que aún muchos no pueden vivir, más aún aquellos que las hablan en Mi Nombre.

Yo los invito a ser simples, así como es simple la escritura del corazón.

Porque Dios se manifiesta en tres planos de consciencia: en el espíritu, en la mente y en el humano.

Les vuelvo a dejar este presente de Dios. Aunque la Sagrada Biblia ha sido modificada, no se pierdan en los detalles, sino en la esencia en la Instrucción que da la Jerarquía espiritual para todas las almas del mundo.

En cada parábola existe una llave superior, un portal que se puede abrir ante vuestras consciencias. Serán invitados, de esa forma, a vivir los diferentes grados de amor, así como Yo lo enseñé en el Nuevo Testamento.

Yo coloco Mis Manos sobre la Sagrada Palabra de Dios para que, cuando todo termine, nadie haya perdido ni un solo enunciado de ella.

Que la Instrucción sea reverenciada y valorada por los corazones simples, porque allí estará la paz, en el conocimiento del corazón que ama más allá de lo que piense, porque la Palabra de Dios, la Palabra de la Jerarquía, es testimonio vivo para el mundo, de alcanzar la promesa de la Nueva Humanidad.

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Jesús va a orar por nosotros en este momento y nos pide que lo acompañemos en silencio y en unión con Él.

Cristo Jesús:

Deposita, Señor, Tu Enseñanza misericordiosa para los que han caído.

Escribe Tu nueva historia en los corazones impuros,
para que toda alma se pueda purificar y encuentre Tu Paz y el consuelo máximo de Tu Corazón.

Señor, no mires las faltas del mundo. Vislumbra el Poder de Tu Palabra, de Tu Sagrada Instrucción
en todos aquellos que la escuchan, mientras sus corazones se transforman en potentes caudales de luz.

A través de Tu Verbo, Señor, todo creaste.

Nací de la Fuente de Tu Corazón y así surgió Tu Divino Espíritu.

Creaste los Universos en siete días e hiciste las cosas a Tu semejanza,
en el gran resplandor de Tu Amor y de Tu Infinita Vida.

Constituye, Adonai ,Tus nuevas Enseñanzas en el mundo,
y que las almas despierten a Tu Amor, que se pronuncia como Palabra Viva en todo lo que has creado.

Transfigura, Señor, todo lo que ha salido de Tu Camino.

Hazte vivo y presente en aquellos que aún no Te escuchan y que niegan el Poder de Tu Verbo.

Padre Amado, Santo Señor de las Alturas, Fuente Única Universal,
nos enseñaste a orar de corazón y a implorar Tu Sagrado Nombre,
para que pudiéramos vivir como Tus dignos hijos, Tus amadas criaturas de esta existencia.

Borra de cada corazón herido las blasfemias cometidas
y todas las palabras que han herido Tu Corazón en la gran indiferencia del mundo. 

Reaviva Tus Fuentes de Instrucción como una inspiración divina para las consciencias.

Que cada alma encuentre el camino que lo llevará hacia Ti,
para poder vivificarte por los siglos de los siglos.

Hazte, Señor, presente en todos aquellos que Te claman.
No mires sus faltas sino la bondad con la que Te miran para encontrar Tu Misericordia.

Une Tu Poderoso Corazón con cada ser y destierra el mal espiritual de cada consciencia de la Tierra.

Reagrupa a Tu rebaño, Señor.

Soy Tu Pastor incansable que lleva a las almas a Tu Corazón
para que no se pierdan ni te dejen de encontrar.

Señor, acepta Mi Bondad y el ofrecimiento de todos Tus hijos
que oran a Tu Corazón compasivo, para pedirte una oportunidad.

Prometo llevar a Tu Reino a aquellos que se han transformado,
a través de Tu Santa Palabra, en el sacrificio y el amor, por el bien de toda la Creación.

Que así sea.

Mis oraciones no son escuchadas por el mundo. ¿Quién abrirá su corazón para escuchar lo que digo y no pensarán lo que cada uno quiere para sí?

Pregunten todos los días a vuestro Maestro qué es lo que necesita. El Plan está próximo a ustedes. Recuérdenlo para no perderlo de vista.

Ahora nuevamente los consagraré por tercera vez, para que en los próximos tiempos todo lo que haya sucedido aquí pueda dar sus frutos.

No quiero ver Mis perlas en los establos de los cerdos.

Cada luz que Yo entrego es preciosa para el alma que la sabe venerar.

Yo les traigo el alimento del espíritu y la esperanza para todo el planeta.

Confíen en Mí y nunca cierren sus corazones.

Volveré al mundo para terminar con este horror que todo el Universo está viendo.

Nuestro Silencio trae fortaleza, nuestra Oración trae constancia y nuestra Palabra, Misericordia.

En estos elementos, compañeros, Yo les entrego Mi Vida, Mi Perdón y Mi Amor, hasta que Yo retorne en la Gloria de Mi Padre.

Y con todos Mis ángeles vendré a llamar a Mis rebaños y a todos los que Me siguieron les daré la Vida Eterna y la Gracia de estar Conmigo para siempre.

Mi Corazón les entrego, como una llama de vida que nunca se apagará.

Hoy, elevo hacia Mi Corazón todas las intenciones que Me han ofrecido durante estos dos días.

Sepan que amo sus almas más que sus errores.

Mírenme a los ojos siempre que lo necesiten y quédense en Mí, en Mis Brazos, como Juan se quedó hasta la última hora de Mi entrega. Así también estarán consolándome y la soberbia se alejará para no confundir más a los corazones.

Así les entregaré Mi Paz y Mi Gracia eterna después de esta vida. 

Hoy Me quedo más tiempo entre ustedes para que se grabe en sus células este momento Conmigo, porque aunque el mundo Me rechaza con todas las faltas cometidas, Mi Amor nunca fallará, porque Yo soy vuestro Rey, y Soy el Camino.

Vayan en paz. Y por Mí, sean la paz a donde fueren.

Bajo la Gracia de Dios, sean bienaventurados.

En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

¡Gracias Padre por cuanto nos das!

Martes, 5 de julio de 2016

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA 36.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN LA CIUDAD DE FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Oración del Ángel de la Paz
Mi Dios, yo creo en Ti... (x3)

Comulguen de Mí en este momento y adoren al Todopoderoso, porque Él está atento a la voz de todas las súplicas.

He venido nuevamente en Mi Gloria para bendecirlos, pues la hora de este gran encuentro ha llegado para cada uno de sus espíritus y de los espíritus de sus hermanos, que también apelan por este momento de estar unidos a Mi Corazón en esta propuesta evolutiva de concretar el Plan de Dios, en estos tiempos de Armagedón.

Hoy vengo con la Gloria del Padre y del Espíritu Santo, como la manifestación del Hijo Primogénito, para que así recuperen su filiación con Dios; y el mundo también recupere su espiritualidad, que la ha perdido por las guerras.

Hoy vengo a establecer aquí el segundo protocolo de Mi Paz, en unión a la Creación Universal, que rige todas estas cosas, de la cual Yo me sirvo para realizar las Obras de Mi Padre; que también son sus obras, de ustedes, Mis apóstoles.

Hoy vengo en el silencio percibiendo a la humanidad y su gran necesidad de amor, para estos tiempos críticos. Por eso, su esfuerzo debe ser permanente para que Mi Obra se realice en el mundo y en esta humanidad. 

Cada uno tiene su papel en este tiempo. Cada uno cumple una parte de este Plan. Todas las piezas de este Plan son importantes para que la Obra se pueda concretar. 

En lo profundo de Mi Corazón, sé que aún faltan muchas piezas para que formen parte de ese Plan Universal, que invita a elevar la consciencia y a salir de la superficialidad en la cual la humanidad se ha colocado, olvidándose del Amor de Dios. 

Este Plan está regido por el Amor de Dios. Así como el Amor rige a todos los Universos, así el Amor que rige a sus consciencias, rige toda la Creación, todo lo que es vida y manifestación en este Universo material.

Ustedes son parte de esto, compañeros, de un comando mayor al que son invitados a participar; que no es un comando como el la Tierra, que es regido por hombres débiles que buscan su propiedad, la guerra y la separación entre las almas.

El comando del que Yo les hablo, amigos Míos, es el comando de Mi Corazón, de donde brotan todos los Rayos de la Misericordia,  donde nacen todas las almas que se congregan espiritualmente Conmigo para servir en el fin de los tiempos.

Ustedes son parte de esa realidad y cada uno de ustedes se posiciona dentro de esta Obra. Cada acción que cometan dentro de esta Obra es importante, así como lo es el discernimiento en la misma.

Todo forma parte de una ciencia espiritual que Yo los estoy invitando a vivir de una forma desconocida, porque aún no está en sus consciencias; pero sí puede estar en sus corazones, cuando ellos vibren junto al Mío, en esta Obra de Redención y de Paz de toda la humanidad.

El Plan se articula en estos tiempos según la necesidad de este Universo, de todas las humanidades que forman parte de esta creación material. Desde allí parten todas las Leyes, en donde todas las criaturas son regidas según un principio mayor, según la Ley del Amor y de la Unidad de Dios.

Quien está fuera de ese Principio no puede estar formando parte de este Universo material ni en espíritu, ni en alma, ni en cuerpo, porque estará fuera de la Ley.

En este punto se encuentra la humanidad, fuera de su verdadera realidad para la cual fue creada en el Principio del Génesis para realizar la Obra de Dios; para concretar este proyecto humano basado en el Amor, en la Verdad y en la Unidad, que muy pocos viven a través de los tiempos. 

Esto llevó, compañeros Míos, a la determinación del Padre Celestial y de Sus santos arcángeles para que Yo, el Cristo, el Hijo Primogénito, nacido del Corazón del Padre Celestial, de la Fuente Mayor, encarnara entre ustedes para poder salvarlos y guiarlos, para hacerles recordar las Leyes del Universo a través de las parábolas simples que todos los corazones pueden comprender.

Revivan Mi Mensaje, Mi Evangelio, el Nuevo Testamento, y también únanlo a este Nuevo Testamento, a este Nuevo Mensaje que hoy entrego para el mundo, y a todos los mensajes que ya les entregué, para que sus vidas se pudieran redimir bajo el Principio de Mi Amor Misericordioso.

Vine al mundo y muy pocos comprendieron qué fue lo que hice. Solo a través de los tiempos, muchas consciencias santas y almas inspiradas en Mi Cristiandad consiguieron acceder a Mi Principio de Amor y de Unidad.

Ellos fueron retransmisores de Mi Amor Universal para el mundo; así como ustedes, compañeros, que en esta hora definitiva, dentro de este Plan que los convoca, son llamados a irradiar el Amor de Dios para el mundo, sin olvidar primero que entre ustedes deben estar bien unidos para que eso pueda suceder; de lo contrario, todo sería un fracaso.

Por eso Yo les vengo a decir en esta Maratón, que deben buscar su verdad por encima de los errores y de los aciertos, de los aprendizajes y de las pruebas, de los desafíos, de las calamidades o de las tristezas.

Por encima de todo Yo vengo a entregarles el Principio de Mi Verdad, que está basado en el Amor de Dios, en donde ustedes pueden ingresar en consciencia para descubrir su verdadero propósito, que deben cumplir en esta hora, en honra a Mi Sagrado Corazón.

Por eso vine en el pasado y vine a través de los tiempos realizando milagros y prodigios, testimonios y curaciones, para que todos pudieran creer que Yo Soy el Cristo, el Hijo de Dios, que prepara Su Retorno en esta hora aguda del planeta, en donde las almas deben encontrar el sentido espiritual de sus vidas, el camino a la reconciliación y al perdón, que han perdido entre sus semejantes.

Yo vengo a unir los tiempos: el tiempo en que ustedes viven y el verdadero tiempo del Universo.

Yo vengo a aproximarlos hacia la verdadera dimensión de las cosas, a través de todas las Jerarquías Espirituales y de todos los ángeles que cooperan en esta Obra de Redención y de Paz. 

Yo vengo a abrir las puertas a una oportunidad única y definitiva que las almas tendrán en esta última hora; una oportunidad de cruzar el umbral, de cruzar el portal hacia Mi Corazón, de reconocer su propia verdad, su verdadera constitución espiritual para la cual fueron creados a imagen y semejanza del Creador.

La humanidad no podrá autodestruirse, y aunque lo ocasiona todos los días, los Mensajeros Divinos están al servicio del Plan, así como ustedes deben estar al servicio de Dios; deben desterrar del mundo esa idea destructora de apartar la fe de los corazones, de apagar el amor de los corazones, de hacer sufrir al mundo.

Por eso Yo vine aquí para mostrarles el origen, su verdadera filiación con Dios, con el Altísimo, que está tan lastimado por los pecados del mundo, por la guerra y la persecución de hermanos entre hermanos.

Como lo ha dicho Mi Madre en Fátima, vengo a traerles en esta hora un corto tiempo de paz, para que la mayoría de la almas ingresen al Reino de Dios y no pierdan la Gracia de redimirse.

Yo les traigo la consciencia del Plan, porque debe ser bien comprendida; pero primero amada para poder después ser entendida en cada corazón humano que se abre para este Misterio infinito de Amor.

Yo uno a las consciencias cuando las consciencias se unen a Mí de verdad y no quieren nada para sí, sino todo el bien mayor para el mundo, para los que más necesitan encontrar la salvación, así como ustedes la encontraron.

Por eso este Encuentro Conmigo, compañeros, es único y en poco tiempo no se repetirá más, porque el mundo deberá purificarse completamente, dentro y fuera de los seres.

Esa purificación será intensa, pero el corazón que confía en Mí no perecerá.

Yo le daré la renovación, la fuerza para poder soportar su purificación. Porque quien Me ama es protegido por Mí cuando es sincero en su pensamiento, en su sentimiento y acción.

Ésa es la verdad que quiero que vivan por los que no la viven, por los que la ocultan por estar ciegos de sí mismos y estar lejos de Dios, aunque crean no estarlo.

Por eso Yo les muestro, compañeros, Mi verdadera Iglesia Espiritual, que no vive en este mundo, sino en el corazón de quien la busca en la íntima unión con Dios, con el Padre, con el Hijo y el Espíritu Santo.

En esa Santísima Trinidad está Mi Iglesia Espiritual expandida por el mundo, en los templos internos de las almas; porque será su pequeña iglesia interior  la que se fundirá con la Mía para formar los nuevos pilares de la Nueva Raza.

Bendeciré y sacramentaré los elementos. Así como en este día los bendeciré nuevamente a pedido de Mi Padre Celestial, por medio de Mi Gracia sublime.

Derramaré las Gracias de Mi Glorificado Corazón para aquellos que sepan contemplarlas en humildad y amor.

Alabemos al Padre que está en los Cielos. Es el Creador que Me ha enviado para salvar al mundo de su total ignorancia e incapacidad de amar.

Apóstoles Míos, siervos de Mi Divina Misericordia, salgan de este santuario interior amándose los unos a los otros. Recuerden esa Ley, porque quien ama de verdad no estará en las garras de Mi adversario.

La bestia le teme al Amor y en consecuencia, a todos los que le siguen.

Mi Corazón es el Poder de Dios manifestado en cada parte de la Tierra. Veneren Mi Gloria, difundan Mi Misericordia y todo estará cumplido.

He venido con Mis ángeles del Universo. Regentes Solares del Universo Celestial que conocen sus almas y el origen de sus espíritus, y les traen la consciencia en este momento, la sagrada oportunidad de poder despertar a la Ciencia del Universo basada en el Amor de Dios, en Su infinita Unidad.

Como los ángeles cantan a Adonai, proclamando Su Sabiduría en este Universo material, así quiero que sus voces canten, proclamando al Padre, al Regente de esta Creación, a Aquel que los ama desde el principio.

Kodoish...

Oración:
Santísimo Corazón de Cristo...


Todos de pie.

Cuando los Sacramentos son bendecidos, las almas son premiadas; no como el premio que el mundo conoce, sino como la Gracia Suprema de Dios, que desciende sobre las consciencias para que puedan dar un nuevo paso.

Este es el verdadero sentido de los que son sacramentados, ser renovados por el Amor y la Unidad de Dios y encontrar el camino, el verdadero camino de su propósito para esta vida, la realización de la Obra de Dios en cada corazón humano, en cada alma que se congrega para poder servirme.

Mi Sagrado Corazón se ennoblece por estar aquí y Él se expande en Amor para todos.

Mi Madre concede estas oportunidades para todos, porque Ella intercede por cada ser que le clama de corazón por la Gracia de Su Amado Hijo.

Ustedes son agraciados en este día especial y les agradezco por acompañarme en esta Comunión eterna Conmigo por el triunfo del Plan.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

¡Gracias Señor por cuanto nos das!

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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